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Rafael Herrador: «La pobreza infantil y el empleo son nuestras prioridades»

Rafael Herrador (Córdoba, 1961) posee una amplia trayectoria en puestos de responsabilidad en el sector bancario tras su ingreso en 1988 en el Banco Hispano Americano. Desde 2012, es director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental.

 

—¿Cuáles son actualmente las prioridades de la Obra Social la Caixa?
—Los programas sociales continúan siendo prioritarios, con la lucha contra la pobreza infantil y el fomento del empleo como principales estandartes. Estos programas concentran más de la mitad del presupuesto. Así, el objetivo de nuestro programa de superación de pobreza infantil, CaixaProInfancia, es romper el círculo de la pobreza que afecta a niños y niñas y sus familias. En 2016, CaixaProInfancia atendió a más de 62.000 menores y a sus familiares en las principales ciudades españolas, poniendo el foco en los barrios con mayores tasas de exclusión. Por otro lado, con respecto al fomento del empleo, el programa Incorpora ha celebrado sus primeros diez años en 2016 superando los 20.000 puestos de trabajo facilitados a personas en situación de vulnerabilidad. Este programa de integración laboral ha contado con la colaboración de más de 9.500 empresas de toda España a lo largo de ese año.

—¿Qué motivó la creación de la Obra Social la Caixa?
—La Fundación Bancaria la Caixa resulta de la transformación de la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, la Caixa, en fundación bancaria en el año 2014, y agrupa en CriteriaCaixa todas las participaciones accionariales del Grupo la Caixa, incluida CaixaBank. Ha heredado el compromiso social que ha caracterizado a la Caixa desde sus orígenes en 1904, y gestiona de forma directa toda su Obra Social. Es, por tanto, heredera de más de 110 años de historia, de compromiso social intenso. En ese siglo largo, la Caixa ha trabajado para contribuir al bienestar de las personas. Sobre todo de las que más lo necesitan en cada momento. Y ha trabajado asimismo por el progreso de la sociedad.

—Se han vivido años muy duros durante la crisis. ¿Cuál ha sido el papel de la Obra Social la Caixa durante estos años?
—Como director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental me siento especialmente orgulloso de nuestra respuesta en los últimos años. A pesar de las dificultades, el compromiso de la Obra Social la Caixa se ha mantenido durante todo este tiempo invirtiendo cada año 500 millones de euros. En 2017, el presupuesto ha aumentado a 510 millones.

—¿Hubo un incremento de la demanda de ayuda por parte de comedores sociales u otras entidades sociales durante los años de la crisis? ¿Cómo se gestionó esta demanda?
—En 2014, efectivamente, entendimos que había que dar una respuesta a las dificultades que atravesaban los comedores sociales y pusimos en marcha en Andalucía Occidental la iniciativa Comedores con Alma, que ha atendido a más de 30 centros y más de 4.000 personas diariamente.  Más de un millón de euros se ha destinado desde entonces a estos comedores sociales que alimentan cada día a personas en situación de vulnerabilidad por falta de recursos

—¿Qué características cree que son determinantes para que un proyecto cuente con el apoyo de La Caixa?
—Los proyectos que apoyamos están alineados con los programas estratégicos de la Obra Social: lucha contra la pobreza infantil, la marginación y la exclusión laboral; apoyo a las personas mayores; acciones para la convivencia y la interculturalidad; y actividades culturales. En definitiva, aquellos que tienen como finalidad el apoyo a colectivos vulnerables. Somos conscientes de que, para alcanzar nuestros objetivos, contamos con el más importante de los capitales: el apoyo y la aportación de las personas que desde las entidades sociales, las escuelas, los centros de investigación, los centros de salud y las ONG comparten la voluntad para transformar y mejorar comunidades, barrios, municipios y ciudades. La Obra Social reconoce la aportación de estas personas así como la de nuestros voluntarios, empleados, accionistas y clientes. A todos ellos los hemos identificado y los hemos querido reconocer bajo el nombre de Imprescindibles.

—¿Cuál es el objetivo final de la Obra Social la Caixa?
—Nuestra misión es construir una sociedad mejor y más justa, dando más oportunidades a las personas que más lo necesitan. Construimos presentes. Cambiamos futuros es el lema del Plan Estratégico 2016–2019 de la Fundación Bancaria la Caixa. Esa es nuestra ambición, la razón de ser de nuestra Obra Social.

—Desde 2015, la Obra Social La Caixa ha apoyado distintos proyectos de la Fundación SAMU con cerca de 40.000 euros. ¿Qué opina de la labor que realiza esta entidad social?
—La Fundación SAMU está liderando numerosos proyectos en el ámbito de la salud en Andalucía. Tiene todo nuestro reconocimiento la gran labor que realiza esta fundación en servicios de salud y emergencia social, atención a personas dependientes, inmigración e intervención en catástrofes internacionales. Ambas entidades compartimos objetivos y de ahí nuestra voluntad de seguir compartiendo proyectos juntos.

—La última iniciativa de SAMU que ha contado con el apoyo de Obra Social la Caixa ha sido el programa Disfrutamar, que acerca el mar a las personas con discapacidad, con una subvención de 8.000 euros. ¿Qué opina de esta actividad?
—Gracias a la Fundación Samu, estas personas han podido vivir una experiencia inolvidable. Las personas con discapacidad se enfrentan a diario a retos personales y sociales derivados de la situación de fragilidad o dependencia en la que se encuentran. Esta iniciativa demuestra cómo, a través del deporte, se fomenta la vida independiente, la autonomía y la calidad de vida de personas con discapacidad.

La misión de SAMU en Nepal tras el terremoto de 2015 también contó una donación de La Caixa de 10.000 euros. Durante su estancia en este país, los profesionales de SAMU atendieron a cerca de 1.800 personas de 13 poblaciones distintas y tres orfanatos. ¿Qué opina de la labor de los profesionales sanitarios en este tipo de misiones?
—En momentos de emergencias humanitarias como la de Nepal, la ayuda de profesionales sanitarios de otros países es fundamental. Estos profesionales son sin duda parte de los “imprescindibles” de los que antes le hablaba. Son gente que lucha cada día para mejorar la vida de otras de personas. Gente que investiga, que dedica su tiempo a encontrar soluciones. Estas personas nos permiten creer en un futuro mejor para todos.

Cambiando radicalmente de tema. En marzo, se inauguró CaixaForum Sevilla, ¿Cómo cree que puede beneficiar a la capital hispalense, y a Andalucía en general, este proyecto?
— CaixaForum Sevilla ha ratificado el firme compromiso de CaixaBank con Andalucía y sus ciudadanos, reafirmando su voluntad de dotar a la capital de la comunidad andaluza de un ambicioso centro cultural y social de primer nivel. Sevilla es la octava ciudad española que alberga un CaixaForum, el tercero más grande después de Madrid y Barcelona. El centro cultural se ha situado en un área estratégica que aspira a convertirse en un nuevo eje de Sevilla. La Isla de la Cartuja, marcada por el edificio vanguardista Torre Sevilla y en cuya manzana se integra CaixaForum, apuesta por proyectos de futuro dedicados a los servicios, los negocios y la cultura. CaixaForum Sevilla abrió sus puertas con la clara aspiración de ser un espacio vivo, al servicio de las personas, donde la cultura se manifieste como una herramienta eficaz para la cohesión y la integración social. El objetivo último es promover el conocimiento y el crecimiento personal de personas de todas las edades, condiciones y procedencias. En él tendrán cabida, entre otras iniciativas, exposiciones de arte antiguo, moderno y contemporáneo; ciencia y temática social; conciertos y recitales poéticos; arte multimedia; debates sobre las grandes cuestiones de actualidad; jornadas sociales y de carácter científico y medioambiental; talleres educativos y familiares, y actividades dirigidas a grupos de personas mayores.

¿Podría adelantarnos algún otro proyecto cultural o social que vaya a ponerse próximamente en marcha en Andalucía?

—La actividad de Obra Social la Caixa en Andalucía no cesa pero por nombrar alguna iniciativa novedosa, próximamente llegará a Córdoba la exposición Picasso. El viaje del Guernica, con motivo del 80 aniversario de la creación de esta obra maestra. La muestra gira en torno a la obra del Guernica de Pablo Picasso: desde el momento de su encargo, por parte del gobierno de la República, hasta su destinación actual en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Los cordobeses podrán disfrutar de este proyecto que es fruto de un trabajo de investigación que ha permitido seguir de manera muy detallada los viajes y las peripecias del Guernica y de una voluntad de  aproximar al gran público una historia apasionante: un artista extraordinario, un momento histórico crucial, la pintura como plasmación de sentimientos personales y colectivos, el arte que trasciende  más allá de los museos y sale a la calle.

Un corazón de 30 kilos y 850 watios

Un equipo de SAMU formado por un médico y una enfermera de Málaga y un técnico de Sevilla trasladaron en ambulancia en octubre a un hombre de 60 años que había sufrido un infarto y necesitaba un trasplante de corazón desde el Hospital Regional de Málaga hasta el Hospital Virgen de Rocío de Sevilla con un balón de contrapulsación intraaórtico. Éste es un traslado de mucha complejidad y que pocos servicios pueden realizar, debido a la inestabilidad del paciente, además del tamaño de la máquina y a la cantidad de energía y potencia que ésta necesita para funcionar.

El balón de contrapulsación intraaórtico (BIAC) está formado por un globo que se sitúa en la arteria aorta descendente (desde la salida de la arteria subclavia izquierda a las arterias renales), conectado a una consola que suministra el gas (habitualmente helio) para su inflado y desinflado, y que controla su sincronía con la contracción del corazón. De esta forma, durante la contracción del corazón (sístole cardiaca), el globo se desinfla activamente, facilitando la salida de sangre desde el ventrículo izquierdo a la aorta, y durante la relajación del corazón (diástole) se produce el inflado del globo, con lo que se mejora la perfusión del corazón por un mayor flujo de sangre a nivel de las arterias coronarias, mejorando la función cardiaca.

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La máquina, que pesa unos treinta kilos, está conectada al paciente con una serie de tubos, de ahí que sea tan complicado moverla”, explica Blas Alascio, médico de SAMU que participó en el traslado junto a la enfermera Tatiana Mérida y el técnico de emergencias sanitarias Tomás Couyotopoulus. Además, esta máquina necesita 850 watios para funcionar y las ambulancias no suelen tener un convertidor de tanta potencia. El vehículo con el que se realizó el traslado cuenta con un conversor de 1.000 watios, lo que hace posible esta maniobra. “Tuvimos que hacer malabarismos para que los todos los aparatos funcionaran durante el viaje y la batería de la ambulancia no se viniera abajo”, relata.

“Hace varios años, en 2005, se intentó realizar un traslado de este tipo, pero la ambulancia sólo disponía de una batería de 500 watios. El uso de una gran columna de bombas hizo necesaria la intervención del Ejército, pero éste tampoco pudo trasladar al paciente en helicóptero porque éste se venía abajo, no tenía potencia suficiente”, explica Alascio. “Hasta este año, este tipo de traslado era algo absolutamente excepcional. En los últimos 14 años, se habrán hecho tres o cuatro, no más. SAMU es uno de los pocos servicios que tiene recursos para hacerlo, y esta temporada ya hemos realizado unos cinco”.

La operación tenía además otra peculiaridad que complicaba más aún el traslado. El paciente sufría constantemente arritmias y había que desfibrilar con mucha frecuencia. “Cuando llegamos al hospital, junto a la camilla del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) había una enfermera sentada en una silla. Había desfibrilado al paciente más de 50 veces durante la noche. Había perdido hasta la cuenta. Su única función era chispar al paciente”, cuenta Blas Alascio. “Durante el traslado, usamos el desfibrilador hasta 54 veces. Incluso el técnico tuvo que chispar porque no dábamos abasto, y eso que se usaron todos los antiarrítmicos posibles”.

El doctor Alascio reclama la realización de cursos de formación sobre la utilización de estas máquinas dirigidos al personal de emergencias, que permitan adquirir unos conocimientos completos sobre el manejo de su consola.

Lecciones aprendidas en los atentados de Barcelona

El atentado terrorista del 17-A en Barcelona puso a prueba la capacidad de los servicios sanitarios de emergencias, que respondieron con una enorme eficacia y profesionalidad. En unas circunstancias excepcionales, capaz de romper los esquemas de trabajo de equipos especializados en actuar al límite, el dispositivo logró atender a las múltiples víctimas en menos de tres horas y salvar decenas de vidas. Aun así, aquella tarde aciaga estuvo llena de lecciones y aprendizajes, tal y como reconoce la directora del área operativa del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) Catalán. La doctora Judit Sánchez Castro, que estuvo al frente del dispositivo, y que compartió su experiencia con los alumnos del Máster en Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y Universidad de Sevilla.

“El terrorismo está cambiando completamente la forma en la que tenemos que trabajar”, apuntó Sánchez Castro, que reconoció que, en escenarios tan complejos y duros, los profesionales sanitarios tienen que estar preparados no solo para salvar vidas, sino a conseguir perder al menor número de heridos posible: “Surge un conflicto muy duro en el momento en el que no eres capaz de llegar a todo y tienes que priorizar. Es algo para lo que no nos han preparado y que es contrario a nuestro instinto de auxilio”, reflexionó.

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De la actuación del SEM, los estudiantes y profesionales que participaron en esta jornada inaugural del máster en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla pudieron extraer numerosas conclusiones relevantes. Como ejemplo, la activación inmediata de dos sectores en Emergencias: uno dedicado en exclusiva al atentado; y otro, completamente aislado, dedicado a seguir tomando el pulso a una ciudad en la que aquella tarde se siguieron produciendo emergencias médicas de todo tipo.

El número de recursos sanitarios se igualó al número de víctimas. 59 ambulancias participaron en la operación para atender a 139 heridos con diferentes consideraciones: 13 fallecieron en el acto, 16 estaban graves, 23 presentaban heridas leves y otros 50 resultaron prácticamente ilesos.

La red hospitalaria de alta resolución de la que dispone Barcelona influyó de forma decisiva en el éxito del dispositivo. En las 72 horas posteriores al ataque, que abarcan el periodo en el que se mide la eficacia y la capacidad de respuesta de un dispositivo, únicamente murió una de las víctimas, que llegó al hospital en estado crítico. “¿Qué hubiera ocurrido si el atentado se hubiese producido en otra ciudad con menos medios hospitalarios? Posiblemente estaríamos hablando de otra situación”, observó la directora.

El triaje en Las Ramblas fue de nuevo un punto complejo del dispositivo, debido a la dispersión de heridos a lo largo de más de 500 metros. Éste estuvo a cargo de un Vehículo de Intervención Rápida, que rastreó toda Las Ramblas. A partir de ahí, surgió la cuestión de cómo formar un área sanitaria en un espacio tan grande, “cómo adaptarse a una situación así”. Se estableció el Puesto de Mando Avanzado, en un principio, en Plaza de Cataluña, aunque, dada la dispersión de heridos, acabaron estableciéndose varias áreas sanitarias.

La doctora Sánchez Castro puso el acento en la seguridad de los propios sanitarios como una cuestión sobre la que hay que reflexionar. Admitió que su equipo entró en la “zona caliente” sin garantías de que no hubiera peligro, algo que quedó al descubierto cuando estallaron varios petardos que hicieron pensar en la existencia de uno o varios tiradores activos en el lugar. Hubo que trasladar el mando a El Corte Inglés. “Fue una falsa alarma, de lo contrario posiblemente no estaría aquí dando esta conferencia”, recordó. “Tenemos un procedimiento pero nuestras unidades tienen que adaptarse. No solo hablo de chalecos, cascos… Tenemos nuestro sistema de triaje, incluso en el más básico, pero debemos reflexionar sobre qué hacer en una situación en la que la seguridad no está garantizada. ¿Tal vez debamos mantenernos fuera? Nos han enseñado a cómo atender al crítico, a cómo salvar vidas, pero tal vez llegará un día en el que nos tengamos que mantener al margen porque tenemos que volver a casa”, reflexionó.

Otra de las lecciones cruciales aprendidas del atentado de Barcelona se refiere a la demanda de atención psicológica no solo de los heridos, sino de los damnificados, personas relacionadas con el accidente pero que son demandantes de atención (familiares, amigos, viandantes…), y, por supuesto, al propio personal sanitario que ha participado en el dispositivo, y que al día siguiente tiene que estar preparado para seguir enfrentándose a situaciones de emergencia.

La responsable del Servicio de Emergencias Médicas de Cataluña también se refirió a la trazabilidad de los pacientes como asignatura pendiente, sobre todo ante situaciones en las que la avidez de información por parte de las autoridades políticas es enorme. “Es un punto muy difícil de mejorar, pero cuando te piden información diaria, tres veces al día, de cómo están los pacientes, es complicadísimo. El recuento inicial de fallecidos en Las Ramblas fue una locura. En la zona caliente, un bombero, un médico y un policía tuvieron que hacer un barrido por la propia calle contándolos uno a uno. Es lo que al político le preocupa, porque lo tiene que decir él. La presión es brutal y es una situación complejísima para nosotros, con afectados de muchos países, y en la que no te puedes equivocar”.

Sánchez Casto advirtió que el sistema de emergencias tiene que estar preparado para estos “nuevos escenarios” que plantea el terrorismo. “Se hizo bien, pero nos queda mucho por aprender”, reflexionó, antes de admitir que, a pesar de lo «durísimo» de la experiencia, “no habría querido estar en otro lugar que no fuera allí”.

Rumbo fijo hacia la integración

La Fundación SAMU inauguró el 23 de septiembre, gracias al apoyo de la Obra Social La Caixa, el programa Disfrutamar, una iniciativa social que tiene como objetivo acercar el mar y las actividades náuticas a los residentes de los diferentes servicios de la fundación, muchos de ellos con discapacidad intelectual y trastornos de conducta.

“Con 8.000 kilómetros de costas, España es un país donde tenemos una gran orientación al mar, especialmente en Andalucía, gracias a su clima y a su instalación náutica de primer orden”, afirma Borja González de Escalada, vicepresidente de la Fundación SAMU. “Con esta iniciativa, queremos que las personas discapacitadas adquieran nuevos aprendizajes referidos tanto a la comunicación con los demás como a la expresión y el reconocimiento de sus propias sensaciones”.

Programa Disfrutamar 2

Un grupo de seis residentes del centro San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, fue el primero en disfrutar de la travesía inaugural a bordo de un barco de 10 metros de eslora, llamado Scheila, que partió del puerto deportivo de Mazagón (Huelva). Borja Gonzalez de Escalada, patrón de embarcaciones de recreo, actuó de capitán. Éste tuvo la ayuda a bordo de dos monitores de la residencia, Rafael Rueda y Juan Antonio Ruiz. Ambos están realizando, junto a otros compañeros de SAMU, un curso de patrón de embarcaciones con la escuela náutica Navegamás, con el objetivo de que el personal de SAMU que acompañe a los residentes tenga los máximos conocimientos posibles en esta materia.

La actividad comenzó en torno a las diez y media de la mañana. Pepito, José, más conocido como Chiquito, Gabriel, Pepe, Isidoro y Enrique escuchaban con atención las instrucciones de Borja antes de subirse a la embarcación. “Está prohibido caerse. Y si os caéis, tranquilos, mantened la calma”, indicaba el patrón del barco. “¿Hay tiburones?”, preguntó con preocupación Gabriel ya a bordo. “No, tranquilo, no hay tiburones”, le tranquilizaron.

Durante dos horas, el grupo navegó frente a la costa de Mazagón, sin alejarse demasiado del espigón. “Mirad, eso es un barco mercante. Ahora nuestro barco se moverá por las olas que provoca a su paso”, explicaba Borja.

Para los residentes, todo era una novedad y la satisfacción se reflejaba en sus caras. Lo curioseaban todo, tanto en el interior del navío como en cubierta. Algunos incluso se atrevió a llevar el timón, siempre bajo la supervisión del patrón de la embarcación o de alguno de los dos monitores. “Mira qué bien lleva Chiquito el timón. Totalmente recto”, exclamó uno de los monitores. “Me lo estoy pasando muy bien”, repetía una y otra vez Chiquito.

Los tripulantes de la embarcación saludaban con efusión a otros barcos y a los que le veían desde el espigón antes de arribar a puerto. La actividad se desarrolló sin ningún incidente y con nuevas ideas en mente. “Me gustaría llevar a los chicos a una regata, sin la intención de competir, sólo para que vean y disfruten del ambiente de una regata”, señaló el vicepresidente de la Fundación SAMU.

“Gracias al apoyo de La Caixa, al que se han sumado varios propietarios de barcos, el programa Disfrutamar nos permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica, haciendo que los chicos vivan experiencias inolvidables”, explica Carlos González de Escalada, director general de SAMU e impulsor de la iniciativa. “La mayoría de nuestros residentes nunca se han montado en una embarcación de recreo y sería insensato ignorar que Andalucía ofrece unas condiciones excepcionales para esta actividad, que además está especialmente indicada para personas con mayor deterioro cognitivo. Este programa me hace muy feliz y demuestra nuestra vocación de darlo todo por ellos. También quiero agradecer al equipo SAMU cómo se han volcado con la iniciativa. Cuando vi las fotos de la excursión inaugural me emocioné mucho”.

“Para SAMU la calidad de vida de sus residentes tiene prioridad absoluta. Somos inconformistas y pensamos que la actividad deportiva no puede ser sólo fútbol y gimnasia. Todos nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos para que disfruten de una vida plena y eso mismo quiere SAMU para sus usuarios”, subraya Carlos González de Escalada.

 

J. Aurelio Ventura, enfermero: “Mi trabajo es cuidar, en su sentido más amplio”

J. AURELIO VENTURA. Enfermero y enlace sindical

En diciembre, el enfermero José Aurelio Ventura (Sevilla, 1984) cumple un año al frente del primer comité de empresa de la residencia San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, lugar en el que trabaja desde hace siete años junto a otros 60 compañeros.

—¿Desde cuándo trabaja en SAMU?
—Empecé a trabajar en la residencia de San Sebastián hace siete años. Una compañera de profesión que estaba haciendo el Máster de Emergencias de SAMU me informó de que había un hueco en la residencia de Cantillana, así que eché el currículum y aquí estoy.

—¿Cuál es el perfil de los residentes?
—Son unas 60 personas psicodeficientes y con trastornos graves de la conducta. En la mayoría de los casos no son por daños sobrevenidos, sino más bien por cuestiones genéticas.

—¿Cuáles son sus funciones?
—Una gran parte del trabajo se centra en la administración de medicamentos y la realización de curas, pero yo diría que mi función principal es la de cuidar, en el sentido más amplio de la palabra. Aquí, la experiencia es un grado muy importante. Tienes que conocer muy bien a los residentes. Me refiero en el plano personal. Tienes que saber hasta cuándo va a venir su madre a visitarlo o cuándo no, el por qué está hoy enfadado, por qué hoy está tan contento, que no siempre es bueno, por qué está más eufórico de la cuenta. Y en base a eso, tratarlo. Cuando ellos no reciben la atención o el cuidado que desean, sea justificado o no, acaban haciendo algo para lograrlo. Teniendo en cuenta esos pequeños detalles, tendrás o no un día tranquilo y ellos una vida más apacible.

—Es un trabajo con una carga emocional.
—Por supuesto, y aunque quieras evitar tener una relación afectiva hacia ellos, es imposible. Hay residentes que llevan siete años conmigo aquí. Estamos hartos de vernos las caras. Es imposible no tener sentimientos, pero a veces tienes que cumplir con tu deber porque no siempre tienen un día bueno. Cuesta ser firme, pero sabes que lo que haces es por su bien y que le estás ahorrando peores tragos.

—¿Cómo y por qué surge el comité de empresa de la residencia San Sebastián?
—Nació hace menos de un año. Yo lo veo como un fenómeno casi natural. Cuando una empresa prospera, como la Fundación y Grupo SAMU, y tiene un determinado volumen de trabajadores, el empresario o directivo, por mucho que lo intente, tiene un límite a la hora de satisfacer las necesidades de los trabajadores. Creo que hace falta alguien que venga desde la primera línea de batalla y que transmita de forma rápida y eficaz las necesidades que le surgen al compañero o a él mismo.

—¿Qué carencias había en la residencia que impulsaron la creación del comité?
—Principalmente la falta de información, sobre todo, en torno al convenio, el estatuto de trabajadores, las leyes, decretos… He tenido que habilitar una estantería en mi casa sólo para leyes y papeles de ese estilo. Me dedico a estudiarlo todo para responder las dudas de mis compañeros, pero siempre surge algo nuevo y al final acabas recurriendo a abogados o al sindicato. Y para una respuesta que son 10 segundos, acabas echando tres días.

—¿Cuáles son las principales dudas o preocupaciones de los trabajadores?
—Como llevamos poco tiempo y aún no hemos cogido rodaje, ahora mismo lo habitual son dudas sobre las nóminas o las ausencias justificadas o no. Por ejemplo, una compañera no sabía si le correspondía algún día por el ingreso hospitalario de su tío. Todos creíamos que sí, pero no, el convenio no lo contempla. Hay mucha desinformación en ese sentido.

—¿Cuáles son las principales líneas de negociación actualmente con la empresa?
—Acabamos de llegar a un acuerdo sobre las retribuciones, creo que satisfactorio por ambas partes. Ahora mismo el caballo de batalla lo tenemos en los horarios de trabajo, el calendario, la conciliación laboral. Es algo que se negocia anualmente. Son cosas estructuradas. Todavía no nos matamos. Nos entendemos. Hay mucha desinformación en ese sentido.

—¿Qué cree que es lo mejor y lo peor de SAMU?
—Lo mejor y lo peor de SAMU es el compañerismo. Lo mejor porque todos tiramos del carro. Hoy por ti y mañana por mi. SAMU te somete a un alto nivel de estrés. Trabajamos 24 horas los 365 días, pasamos juntos la Navidad, y no siempre estás al 100%. El compañerismo se valora mucho. Quizás, esto sea también lo peor. Cuando a un compañero le pasa algo, te afecta a ti. No puedes desvincularte de alguien con el que pasas tanto tiempo.

“Saber, saber hacer y saber estar”

Escuela SAMU ha celebrado las pruebas de acceso al Máster propio de la Universidad de Sevilla en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria (antiguo Urgencias y Emergencias).

El proceso de selección de este prestigioso máster responde a un nuevo escenario laboral y profesional de máxima exigencia al que se enfrentarán los alumnos y alumnas de esta formación. Al proceso, con 26 plazas disponibles, se han presentado 44 aspirantes, que realizaron una entrevista, un test psicotécnico y diferentes pruebas físicas.

Además de gestionar el conocimiento de emergencias, el equipo de formadores trabajará con estos jóvenes en aspectos como la tolerancia al estrés, la creatividad, la asunción de riesgos, la automotivación y la gestión del tiempo. “Tenemos como objetivo formar nuevas generaciones de profesionales que, además de ‘saber’, están obligados a ‘saber hacer y saber estar’ ”, explican los responsables de SAMU.

Acceso Máster SAMU 2

“Además, creemos que el sanitario de emergencias debe tener condiciones físicas adecuadas para desempeñar su labor de forma eficiente en las más diversas circunstancias”, señala el máximo responsable de Escuela SAMU, Juan González de Escalada.

Las pruebas físicas se realizaron en el Polideportivo San Pablo (Sevilla), el día 5 de septiembre 2017, desde primera hora de la mañana. Consistieron en 50 metros de nado, una prueba de fondo de mil metros de carrera a pie, otra de velocidad de 50 metros, extensiones y potencia de tren inferior (con salto sobre un punto fijo). Todas, con tiempos adaptados a hombres y mujeres.

Tras el examen de aptitud física, los aspirantes realizaron un test psicotécnico que incluyó un cuestionario de expectativas, una escala de calidad de vida y un inventario de ansiedad. Por último, se realizaron entrevistas a cada uno de los jóvenes, siendo los entrevistadores los propios miembros de la comisión académica del programa.

Con estos criterios de selección, el máster trata de encontrar los alumnos que reúnen las características para participar en un proceso en el que deberán adquirir una serie de competencias actitudinales como tenacidad, adaptabilidad, meticulosidad, resistencia, autocontrol, energía, análisis de problemas, tolerancia al estrés, asunción de riesgos, compromiso y trabajo en equipo.

El máster habilita a los futuros profesionales para discriminar y resolver las situaciones de amenaza vital en todas las circunstancias, gestionar escenarios de crisis, enfrentarse de forma metodológica a emergencias individuales y colectivas, hacer uso racional de recursos disponibles, atender por orden de prioridad a las víctimas, y desarrollar actuaciones sanitarias de mando y control.

La Escuela SAMU inaugura el curso 2017-2018

Un centenar de alumnos cursarán este año sus estudios de formación profesional y posgrado en la Escuela de Emergencias SAMU, que ha celebrado en el Teatro Municipal María José Jaramillo Ramírez, en Gelves, el acto de apertura del curso 2017-18.

La Escuela, situada desde hace cinco años en el término municipal de Gelves, es referente en la formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria, con más de 30 años de experiencia. Sus instalaciones cuentan con una superficie de 17.000 metros cuadrados y están dotadas de infraestructuras punteras, capaces de ofrecer una formación de excelencia a los numerosos alumnos que cada año pasan por sus aulas.

La segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gelves, Cristina Pichardo, ha sido la encargada de inaugurar oficialmente el curso académico de 10 meses que ahora comienza, en los que el alumnado recibirá formación en dos especialidades principalmente, Técnico en Emergencias Sanitarias y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, aunque su oferta formativa es mucho más amplia. Pichardo les ha animado a aprovechar al máximo la oportunidad que tienen por delante de formarse no sólo como excelentes profesionales, sino como personas, destacando que la diferencia entre un sanitario y un buen sanitario es su capacidad para ponerse en el lugar del paciente, cuidando al máximo el trato humano, especialmente en las situaciones de emergencia.

En el acto, moderado por la jefa de estudios de la Escuela de Emergencias SAMU, Cristina Fernández, han intervenido, además, el alumno con el mejor expediente de la promoción anterior, Thomas Couyotopoulo; el director del grupo SAMU, Carlos González de Escalada; la jefa del departamento sanitario de SAMU, Lorena Fernández Silva; y el director de la Escuela de Gelves, Juan González de Escalada. Todos ellos han animado a los nuevos alumnos a dar el máximo de sus capacidades y aprovechar la oportunidad que les brinda SAMU tanto a nivel profesional como personal, resaltando valores que caracterizan a su formación como la cooperación, el compañerismo, la entrega, el calor humano y la ambición por darlo todo en cada servicio. Durante el desarrollo del acto, los alumnos con mejores expedientes académicos del curso pasado han recibido diplomas honoríficos por parte de la directiva del centro. Concretamente, los galardonados han sido Rafael Fernández Ruiz, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo A); José Antonio Paredes Raso, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo B); y Javier González Rodríguez, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo T);

Tanto Cristina Pichardo como el director general del grupo SAMU, Carlos González de Escalada, han valorado positivamente la relación de cooperación existente entre este centro de formación y el Ayuntamiento de Gelves, prestándose apoyo mutuo en las actividades que ambos organizan en pro de la formación y la seguridad de los vecinos del municipio.

Igualdad de oportunidades en el ADN de SAMU

La Fundación SAMU apuesta por la elaboración de un Plan de Igualdad propio que fomente el desarrollo de políticas que integren la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, sin discriminar, directa o indirectamente, por razón de sexo, además de medidas que permitan lograr la igualdad real en el seno de la organización, estableciendo las mismas oportunidades entre ambos sexos. Este plan incluye, también, un protocolo de actuación en caso de acoso y la creación de un comité para su prevención e investigación de los posibles casos denunciados.

Grupo SAMU pertenece al sector sanitario y está especializado en la asistencia de emergencias, la formación profesional en ciencias de la salud y la atención de personas gravemente afectadas (psicodeficientes) durante las 24 horas, así como residencias de día y atención a mayores, a inmigrantes y acogida de menores. Esta organización cuenta con cerca de 600 trabajadores y está presente en todo el territorio andaluz, además de en Valencia, Toledo, Alicante y Gijón. Fuera de las fronteras españolas, desde hace un año, SAMU también está presente en Marruecos con un equipo de profesionales en Tánger.

Actualmente, las mujeres en SAMU representan más del 65% de la plantilla. La presencia del colectivo femenino es especialmente significativa en determinados servicios como la Residencia Santa Ana, en Sevilla, en la que se atiende a personas con daños cerebrales, la Unidad de Día San Lucas, y las fundaciones de Cádiz y Jaén.

Entre los objetivos del Plan de Igualdad está promover procesos de reclutamiento, selección y contratación en los diferentes centros del grupo en condiciones de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, evitando desarrollar procesos que generen segregación horizontal y eliminando el lenguaje sexista de estos procesos. Con él también se persigue garantizar el acceso a la formación en igualdad de condiciones para fomentar el desarrollo de la carrera profesional de cada uno; facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de hombres y mujeres, sin que se vea afectada su promoción profesional; y establecer medidas efectivas de prevención y protección frente al acoso sexual y la violencia de género. Otro de los objetivos es integrar la perspectiva de género en la actividad de prevención de riesgos laborales y sensibilizar a toda la plantilla sobre la igualdad de trato y oportunidades mediante la comunicación periódica de las acciones que se lleven a cabo y otras medidas de sensibilización, con el fin de que todos se impliquen en el proceso.

El plan incluye la creación de un Comité de Igualdad, que estará integrado de forma paritaria por seis miembros de la Dirección de la Fundación SAMU y seis representantes de los trabajadores. Su fin, además de hacer un seguimiento del plan, es velar por la no discriminación por razones de sexo en el ámbito laboral.

En la selección y contratación de personal, por otro lado, garantizará que en las ofertas de empleo no se utilice un lenguaje sexista y a igualdad de condiciones, se contratará a la persona del género infrarrepresentado en el colectivo que se trate (menos del 40%).

Con respecto al protocolo de actuación en caso de acoso, éste se aplicará al conjunto de personas que prestan servicios en la Fundación SAMU en todo el país y albergará desde el acoso sexual (físico o verbal), al acoso por razón de sexo u orientación sexual y acoso psicológico (mobbing). Para prevenir y evitar estas situaciones, se divulgará el protocolo entre todos los trabajadores y se creará un comité de prevención, que será el encargado de estudiar, investigar y valorar cada uno de los casos denunciados, además de proteger a la víctima.

El 83% de los técnicos recién graduados en la Escuela de SAMU ya tienen empleo

Cada vez son más los estudiantes de la Escuela de Emergencias SAMU que acceden al mercado laboral. Solo dos meses después de la graduación de los alumnos de los cursos de Formación Profesional en Técnico de Emergencias Sanitaria (TES) y en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE), celebrada el 27 de junio, el 83% de ellos ya cuentan con un contrato laboral.

Ya en julio, la tasa de inserción superaba el 66%, un porcentaje muy significativo teniendo en cuenta el poco tiempo transcurrido desde la obtención del título por parte de los más de 70 alumnos matriculados. Ahora, un mes después, SAMU ha conseguido aumentar esta cifra gracias al esfuerzo de los estudiantes, su buena preparación y las colaboraciones permanentes de SAMU con las diferentes empresas del sector.

La incorporación al mercado laboral es una de las principales preocupaciones de los jóvenes ante la alta tasa de desempleo. Una formación completa y especializada, tanto en el campo teórico como en el práctico, es fundamental para conseguir un empleo en un país donde el paro juvenil supera el 40%.

SAMU es un referente para numerosas empresas del sector, una puerta hacia el empleo, como demuestran la alta tasa de inserción laboral de los alumnos de la Escuela.  Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Alicante son los principales destinos nacionales, a los que se suman Manchester (Reino Unido) y el sur de Portugal. Nuestros alumnos no sólo son valorados dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero. Ambulancias ASM, Ambulancias Tenorio, Ambulancias Pajares, el Ayuntamiento de Coria del Río, Asistencia Los Ángeles o el propio SAMU son algunas de las entidades que apuestan por nuestros alumnos.

La Escuela de Emergencias SAMU ofrece a sus estudiantes desde hace casi 30 años una  completa formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria.

El curso de Formación Profesional de Grado Medio de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) consta de 2.000 horas en total. Está dirigido a personal no sanitario, técnicos, teleoperadores, celadores y auxiliares. A través de este curso de dos años, los alumnos aprenden a trasladar a pacientes a los centros sanitarios, prestar atención básica sanitaria y psicológica en el entorno prehospitalario, llevar a cabo actividades de teleasistencia sanitaria y a colaborar en la organización y desarrollo de los planes de emergencia, de los dispositivos de riesgo previsibles y de la logística sanitaria ante una emergencia individual, colectiva o catástrofe. En total se ofertan 120 plazas para el próximo curso 2017-2018: 60 en horario de mañana, 30 en horario de tarde y otras 30 en la modalidad de semipresencial.

En el caso del curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), se ofertan 20 plazas de mañana y otras 20 en horario de tarde. Este título está dirigido a auxiliares de enfermería en hospitalización, auxiliares de enfermería en geriatría y auxiliares de ayuda a domicilio. En total son 1.400 horas donde los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para atender a colectivos con necesidades especiales como personas mayores, discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes.

Más del 66% de los alumnos graduados hace un mes en la Escuela de Emergencias SAMU ya tienen un contrato de trabajo

Más del 66% de los alumnos graduados hace sólo un mes en Técnicos de Emergencias Sanitaria (TES) y en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE) en la Escuela de Emergencias SAMU ya tienen un contrato de trabajo.

La incorporación al mercado laboral es una de las principales preocupaciones de los jóvenes ante la alta tasa de desempleo. Una formación completa y especializada, tanto en el campo teórico como en el práctico, es fundamental para conseguir un empleo en un país donde el paro juvenil supera el 40%.

La inserción es una realidad en SAMU, un referente para numerosas empresas del sector. La prueba está en que apenas un mes después de que los alumnos de los cursos de Formación Profesional en TES y TECAE se graduaran el pasado 27 de junio, el 66,19% ya tienen un contrato de trabajo. En concreto, de los 71 estudiantes que realizaron estos cursos, 47 tienen empleo.

Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Alicante son los principales destinos nacionales, a los que se suman Manchester (Reino Unido) y el sur de Portugal. Nuestros alumnos no sólo son valorados dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero. Ambulancias ASM, Ambulancias Tenorio, Ambulancias Pajares, el Ayuntamiento de Coria del Río, Asistencia Los Ángeles o el propio SAMU son algunas de las entidades que apuestan por nuestros alumnos.

La Escuela de Emergencias SAMU ofrece a sus estudiantes desde hace casi 30 años una  completa formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria.

El curso de Formación Profesional de Grado Medio de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) consta de 2.000 horas en total. Está dirigido a personal no sanitario, técnicos, teleoperadores, celadores y auxiliares. A través de este curso de dos años, los alumnos aprenden a trasladar a pacientes a los centros sanitarios, prestar atención básica sanitaria y psicológica en el entorno prehospitalario, llevar a cabo actividades de teleasistencia sanitaria y a colaborar en la organización y desarrollo de los planes de emergencia, de los dispositivos de riesgo previsibles y de la logística sanitaria ante una emergencia individual, colectiva o catástrofe. En total se ofertan 120 plazas para el próximo curso 2017-2018: 60 en horario de mañana, 30 en horario de tarde y otras 30 en la modalidad de semipresencial.

En el caso del curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), se ofertan 20 plazas de mañana y otras 20 en horario de tarde. Este título está dirigido a auxiliares de enfermería en hospitalización, auxiliares de enfermería en geriatría y auxiliares de ayuda a domicilio. En total son 1.400 horas donde los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para atender a colectivos con necesidades especiales como personas mayores, discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes.