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Mujeres de la élite de las Fuerzas Armadas de Perú se forman en emergencias sanitarias con SAMU en Sevilla

SAMU formará durante 30 meses en Gelves (Sevilla) a tres mujeres médicas de la élite de las Fuerzas Armadas de Perú en un programa académico en atención prehospitalaria, emergencias, catástrofes y gestión de crisis, y prevención de riesgos de desastres. Estas tres oficiales ya están en la ciudad, como resultado de un convenio firmado por la organización sevillana y el Ministerio de Defensa del país andino.

La mayor (comandante) Carol Janeth Arias Fajardo del Ejército de Tierra; la teniente primero Mariel Sayuri Jaimes Ferreyra perteneciente a la Marina; y la capitana médico Shaila María Clara Caqui Yanet, de la Fuerza Aérea de Perú, ya han empezado su adiestramiento en SAMU.

Durante dos años y medio, recibirán una formación exhaustiva especializada en urgencias, emergencias y acción social y humanitaria, que incluye su participación en el Máster de Emergencias Médicas de SAMU y la Fundación San Pablo Andalucía CEU.

Su adiestramiento también contempla los cursos especializados en medicina táctica que imparte Escuela SAMU, como el curso de Prehospital Trauma Life Support (PHTLS), que cuenta con la acreditación de la National Association of Emergency Medical Technicians (NAEMT), líder mundial en programas educativos de emergencias sanitarias, entre otros.

“Tenemos unas expectativas muy altas. Nuestra meta es afianzar nuestros conocimientos y adquirir otros nuevos que nos permitan abrir en Perú una escuela de emergencias similar a la que SAMU tiene en Sevilla”, ha explicado la mayor Arias Fajardo. “La Marina sí cuenta con cursos similares, pero no son tan completos ni de tan alto nivel como el que tienen aquí”.

Además de su formación, estas oficiales también participarán en el resto de servicios profesionales de SAMU, como el traslado de pacientes críticos, o en los diferentes dispositivos sanitarios llevados a cabo por la entidad en Sevilla, como, por ejemplo, el que desplegará el 27 de septiembre con motivo de la Carrera Nocturna del Guadalquivir o las coberturas de emergencias de los partidos del Sevilla FC.

El director general de SAMU, Carlos González de Escalada, ha explicado que este acuerdo con el Ministerio de Defensa de Perú es un gran desafío tanto para las tres oficiales médicas como para la propia organización. “El convenio será un escenario de transferencia de tecnología, intercambio de experiencias, actividades de investigación científica y organización de programas académicos de alcance internacional”, ha subrayado De Escalada.

SAMU es una organización pionera en España en el sector salud, acción social y emergencias, con más de 37 años de experiencia. Cuenta con 42 sedes en seis comunidades autónomas y presencia internacional en Estados Unidos, tiene una plantilla de más de 1250 profesionales y ha formado a más de 11000 alumnos en salud y emergencias a través de su Escuela SAMU, con sede en Gelves (Sevilla).

“El que no tiene miedo en un incendio no es un valiente, es un inconsciente”

Eduardo Sánchez (Sevilla, 1971) trabaja como bombero desde hace 17 años tras abandonar su trabajo en una empresa dedicada a la organización de eventos y decidirse por cumplir su sueño de niño. Desde hace algunos años colabora con SAMU en el desarrollo de varios cursos de formación como el de rescate en altura y el de seguridad dirigido a la plantilla de la organización.

—¿Por qué decidió ser bombero?
—Era un sueño que tenía desde niño, pero, en un primer momento, me dediqué a otra cosa totalmente diferente: la organización de eventos. Un día conocí a un bombero que me animó a presentarme a las oposiciones y así lo hice. Tenía 28 años.

—¿El riesgo de ser bombero es mayor al de su empleo anterior?
—Todos los trabajos tienes cosas buenas y cosas malas. En mi antiguo trabajo yo era el encargado de que todo saliera adelante. Me encargaba de contratar el catering, la orquesta, el equipo de luces, de sonido, la carpa… Si alguna de esas cosas fallaba, el responsable era yo y esa presión me quitaba el sueño a veces. Como bombero, tengo otro tipo de presión. Hay situaciones que te crean mucho estrés, como por ejemplo cuando alguien se encuentra atrapado. En una ocasión, el brazo de una mujer se quedó atrapado en una maquina amasadora. Ver a esa persona consciente, llorando y suplicándote que la saques de allí te crea mucho estrés. Cuando la gente ve llegar a los bomberos piensa ‘ya está el problema resuelto’, pero no es así. Cada caso es único. De hecho, la primera y única vez que he desmontado una máquina de amasar fue esa. También es un trabajo muy gratificante cuando sale todo bien. Las pasadas navidades, una chica metió los dedos en una trituradora de papel. Era una oficina llena de gente y la chica no paraba de llorar y gritar. Fue muy estresante, pero cuando salvamos su mano todo el mundo aplaudió. Fue muy emocionante.

—¿Ha pasado miedo alguna vez?
—Muchas veces. El que no tiene miedo en un incendio no es un valiente, es un inconsciente. El valiente es el que tiene miedo y lo supera. Como bombero, sabes que existe un peligro, te da miedo, por supuesto, pero sabes que tienes que hacerlo y lo haces. Tampoco te paras mucho a pensar. Sabes que tienes que entrar en un incendio y entras. Siempre quieres pensar que no te va a pasar nada.

—¿Ha vivido alguna situación que no le gustaría volver a repetir?
—Sí, especialmente incendios con mucha temperatura o con mucho humo en los que sabes que la salida está muy lejos y no puedes respirar bien. Pero una de las situaciones más complicadas fue cuando tuvimos que rescatar a dos albañiles que estaban subidos en un andamio de tres pisos de altura. Estaban derribando una casa cuando una de las paredes cedió. Cuando llegamos, los albañiles ya llevaban entre 15 y 20 minutos sujetando la pared encima del andamio. Subimos dos a relevarles, los albañiles bajaron y ahora el marrón era nuestro. Si soltábamos, la pared nos aplastaba y nos tiraba al suelo desde una altura de tres pisos. Íbamos pensando qué hacer mientras sujetábamos la pared por turnos. Al final, conseguimos sujetarla y tirarla sin riesgo, pero hubo momentos en los que pensaba que la pared podía caerme encima.

—¿Cómo surgió su colaboración con SAMU?
—Un año fui como bombero voluntario al Crisis Task Force, experiencia que repetí varios años más. A raíz de ahí conocí a Juan González de Escalada, director de la Escuela SAMU. Más tarde, fui a conocer las instalaciones de la Escuela y surgió la oportunidad de colaborar impartiendo un curso de rescate en altura. Yo estaba muy liado y tenía mucho trabajo, pero al final accedí y empecé a venir los lunes por la mañana.

—¿Cómo fue la experiencia de ese primer curso?
—Muy buena. Me lo pasé tan bien que decidí reservar los lunes para SAMU. De hecho, dos de mis alumnos, Noelia y Pablo, ambos enfermeros, están trabajando actualmente en un helicóptero de rescate en Castilla y León. Para mí, eso es un orgullo. La primera vez que hicieron un nudo en una cuerda fue conmigo y ahora están rescatando a personas en un helicóptero.

—Actualmente imparte un curso dirigido a los trabajadores de SAMU sobre seguridad y cómo actuar en caso de incendio. ¿Cuáles son los objetivos de este curso?
—Los objetivos principales son saber qué hay que hacer en caso de incendio, tener conocimientos de cómo es un incendio en realidad y aprender a usar un extintor. El 90% de la población tiene una imagen distorsionada de lo que es un incendio. Lo que vemos en la tele y en el cine no es real, y eso causa mucho daño y da una falsa seguridad.

—¿A qué se refiere exactamente?
—Si cogiera a toda la población, la sentara en mi cama y le dijera: “Voy a encender un mechero abajo, en el salón, y por cada minuto que estéis sentados en la cama os voy a dar mil euros”. Estoy seguro de que el 80% no salía de mi casa. Las personas no conocen la velocidad real de un incendio interior. Ellos conocen el fuego que ven en la televisión, donde dos personas se pelean durante media hora rodeados por las llamas, o el fuego de la chimenea o un incendio exterior, que son muy diferentes.

—¿En qué se diferencian?
—En una chimenea, el 80% de la energía y el calor se van por el tiro; y en un incendio exterior, se va todo, por supuesto. Sin embargo, en un fuego interior, toda la energía se queda ahí y se retroalimenta. En un minuto y medio, una habitación queda totalmente en llamas, y en dos minutos, todo aquel que no haya salido de la casa se queda atrapado.

—¿Cree que no somos conscientes de los peligros que supone un fuego?
—En España existe muy poca cultura de la prevención. La gente piensa que los accidentes de tráfico y los incendios sólo los tienen los demás o las personas despistadas, y no es así. Un aire acondicionado o una tele, sólo por el hecho de estar enchufados, pueden salir ardiendo, aunque estén apagados. Tampoco somos conscientes del peligro del humo, que contiene monóxido de carbono y actúa como anestesia. Cuanto más monóxido respires, más te duermes. He ido a muchos incendios en los que te encuentras a personas muertas en sus camas sin que las llamas hayan llegado a la habitación. La población no es consciente de lo importante que es tener detectores de humo en casa. ¿Sabes cuánto cuesta un detector? Seis euros.

Escuela SAMU: En la élite de la formación en emergencias

La National Association of Emergency Medical Technicians (NAEMT), líder internacional en programas educativos de emergencias sanitarias, ha concedido a Escuela SAMU el título de centro oficial de entrenamiento y formación NAEMT. La escuela se convierte así en el primer centro de formación de España en conseguir este importante certificado.

Hasta ahora, Escuela SAMU acogía en sus instalaciones cursos de NAEMT dirigidos a profesionales del sector de las emergencias que buscan mantener el máximo nivel de especialización con una formación continua, como es el caso del curso cuyas fotografías ilustran este reportaje. A partir de ahora, Escuela SAMU no sólo cederá sus instalaciones y recursos, sino que pasa a ser un centro NAEMT de manera oficial, lo que le concede autonomía para gestionar, planificar y organizar dichos cursos.

“Lograr ser un centro acreditado NAEMT ha sido un gran reto. Gracias a este sello de calidad, quedan demostrados el nivel de exigencia y la calidad de enseñanza de SAMU”, explica Thomas Couyotopoulo, subdirector de Escuela SAMU.

Desde SAMU destacan la filosofía de trabajo y formación que existe en EEUU dentro del sector de las emergencias, muy diferente a la llevada a cabo en Europa, pero que cada vez es más demandada por profesionales del ámbito prehospitalario.

“Los americanos tienen mucha experiencia en el ámbito militar que han extrapolado al ámbito civil, como la medicina táctica. En EEUU el nivel de exigencia es muy alto, y se trabaja muy rápido y bien”, continúa Thomas Couyotopoulo. “En Escuela SAMU tenemos una forma de enseñanza un tanto peculiar, muy práctica, e intentamos ser muy eficaces y eficientes, por lo que estamos muy cerca de la filosofía de trabajo NAEMT, aunque aún tenemos muchos aspectos que mejorar”.

“Es un privilegio y un honor para SAMU tener esta certificación, y también supone un paso adelante en cuanto a nivel de exigencia y forma de enseñar”, destaca el subdirector de la Escuela. “Durante el proceso previo a la consecución del certificado, tanto el centro como los instructores fueron sometidos a unas auditorías que nos han permitido ser más exigentes con nosotros mismos, algo que nos ha ayudado a crecer como centro de formación”.

Cursos certificados por NAEMT

Escuela SAMU se estrenará como centro NAEMT con uno de los cursos más famosos y demandados de la organización americana, el Prehospital Trauma Life Support (PHTLS). Este curso de Soporte Vital en el Trauma Prehospitalario es el programa líder mundial (52 países) en el manejo prehospitalario de los pacientes politraumatizados. Se fundamenta en una filosofía de asistencia prehospitalaria al trauma que incide en el tratamiento multiorgánico del paciente traumático como una entidad única con unas necesidades específicas que requieren una valoración y tratamiento que difieren del manejo médico tradicional.

Este curso, cuya fecha aún está por determinar, se desarrollará de manera on line durante 30 días, y culminará con tres días de formación presencial en horario de mañana y tarde.

También está previsto que se impartan diferentes cursos de medicina táctica, como el TCCC (Tactical Combat Casuality Care), dirigido a personal civil y, fundamentalmente, militar que desarrolla su labor en zonas hostiles o desplegado en zonas de combate; y cursos pediátricos como el Emergency Pediatric Care (EPC), un programa educativo que proporciona una metodología de evaluación inicial del paciente pediátrico que permite al alumno profundizar en la fisiopatología y manejo asistencial de las principales urgencias pediátricas.

Estudiantes americanos visitan Escuela SAMU: De los libros a la realidad en Gelves

En Estados Unidos, un estudiante de Medicina no puede tocar a un paciente hasta que no obtiene el título de médico. Hasta entonces, su relación con los pacientes se reduce a ser un mero “fantasma”, la sombra de un profesional al que sigue y del que aprende la profesión, pero sin tocar ni hablar con el enfermo.

Desde hace cuatro años, la empresa Global Education and Career Development Abroad (Globaled), que dirige Steven Davis, colabora con Escuela SAMU para que estudiantes de 18 a 23 años de la Universidad de Texas (Dallas, EEUU) que quieren ser médicos se formen durante cinco días en las instalaciones del centro sevillano y conozcan de primera mano el sector de las emergencias.

“En EEUU son ‘fantasmas’, las prácticas no son participativas, mientras que aquí se tienen que remangar, se ensucian. Aquí pueden llevarse hasta 14 horas trabajando sin parar y acaban exhaustos, pero les encanta porque participan y están en contacto con las víctimas”, explica Steven Davis mientras sus alumnos participan en un simulacro de accidente con múltiples víctimas en las instalaciones de la Escuela.

Este programa de estudios en el extranjero incluye tres semanas de formación en hospitales de Sevilla, donde realizan rotaciones por las diferentes especialidades médicas, y otra semana de ejercicios prácticos en Escuela SAMU, especializada en el sector de las emergencias, además de clases de español.

“Para muchos, ésta es la primera vez que viajan solos. Es una auténtica experiencia, tanto a nivel académico como personal”, indica el responsable de GlobalEd. “Aquí toman conciencia de todos los servicios prehospitalarios, atienden por primera vez a un paciente y aprenden a trabajar en equipo y a coordinarse entre ellos. Luego, realizan un examen práctico y otro teórico de todo lo aprendido”, continúa Steven Davis. “Este programa va más allá de un simple programa de estudios en el extranjero, es mucho más, es una experiencia”.

“Este programa les ayuda a confirmar que quieren ser médicos, pero, sobre todo, les aporta un gran crecimiento personal, ya que para muchos es la primera vez que están lejos de casa, sin su familia, deben defenderse en un idioma que no es el propio, moverse en transporte público y convivir con familias que no son las suyas”, comenta Cristina González, profesora de la Universidad de Texas. “Y a nivel profesional, cuando vuelven a Estados Unidos, como ya han tratado algunos casos médicos, les resulta más fácil seguir a los médicos, ya que se acuerdan de su experiencia en España y saben cuáles son los pasos que éstos van a realizar. También aprenden a perder la vergüenza y a hablar con los médicos, sus mentores, con total naturalidad”.

Suvaddna Tvehan, de 19 años, es una de los más de 30 estudiantes que este año participan en el programa GlobalEd, fundado hace una década. “Mi padre es médico y la medicina siempre ha formado parte de mi vida, me gusta ayudar a los demás”, reconoce la joven, que quiere ser ginecóloga. “Este programa es increíble, nunca he aprendido tanta medicina en mi vida. Esta está siendo la mayor experiencia de mi vida. Se lo recomiendo a todos los jóvenes que quieran estudiar Medicina”.

Victoria Koshevarova, de 21 años, es otra de las estudiantes de la Universidad de Texas que participan este año en este programa de estudios. En su caso, ya había realizado anteriormente prácticas en ambulancias en EEUU y ayudó a crear el primer equipo de primeros auxilios que hubo en su Universidad. “Es muy interesante ver las diferencias que existen entre Estados Unidos y España a la hora de tratar a un paciente y aprender de ambos modelos”, señala la joven que, tras cursar cuatro años de Universidad, accederá el próximo curso a la Escuela de Médicos. “Me gusta la cirugía, pero también las emergencias y trauma”, reconoce.

Benjamin Cassels, de 20 años, pretende convertirse en el primer médico de su familia, aunque aún no sabe si decantarse por la Pediatría o la Cirugía. “Me encanta todo lo que estoy aprendiendo en Escuela SAMU, aunque por momentos esté cansado y sea muy difícil atender a tantas víctimas y coordinarme con mis compañeros. A veces todo resulta caótico y estresante”, añade el joven, que ha mejorado su nivel de español durante estas cuatro semanas. “Este programa de estudios ha cumplido todas mis expectativas”.

Steven Davis, director de GlobalEd, reconoce que cada año intentan superarse a sí mismos para que los estudiantes vivan una experiencia sólida y única. El agradecimiento de ellos es la mejor señal de que están en el camino adecuado.

Thomas Couyotopoulo, subdirector de Escuela SAMU: “Enseñamos a través de emociones”

Thomas Couyotopoulo (Lyon, Francia, 1980) procede del mundo de la ingeniería en el sector de automoción de competición, pero en 2015 empezó a formarse en la rama sanitaria para darle otro enfoque a su vida profesional. Encontró su sitio en Escuela SAMU tras superar el curso de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES), pasar al equipo docente y, desde al año pasado, a la subdirección del centro.

—¿Cómo fue su experiencia como alumno de Escuela SAMU, antes de pasar al equipo docente?
—En 2015/2016 estudie Técnico en Emergencias Sanitarias en Escuela SAMU y la experiencia fue muy positiva, sobre todo por la metodología empleada y la calidad de los profesores. Los alumnos de SAMU viven muchas experiencias a lo largo de su curso. Es algo que va más allá de los contenidos. Se enseña una filosofía de trabajo, una actitud y se le dan al alumno herramientas para ser resolutivo en su vida profesional. Lo que más recuerdo como alumno son sobre todo los ejercicios prácticos, simulacros y dispositivos.

—¿Qué significó su nombramiento como subdirector de la escuela?
—Creo que es una señal de confianza y de reconocimiento por mi experiencia laboral anterior y mi involucración en SAMU, pero también es un reto. Los objetivos son ambiciosos y la gestión no es fácil, pero es un proyecto bonito y muy dinámico.

—¿Cuál es su labor en la escuela?
—Principalmente realizo un trabajo de coordinación y gestión para que los distintos cursos se puedan desarrollar de la mejor forma posible. Eso supone gestionar recursos humanos, materiales y económicos, con el correspondiente control. Escuela SAMU afortunadamente es muy viva y tenemos mucha actividad, pero eso implica muchas personas a todas horas, con lo que el seguimiento se hace a veces complicado.

—¿Qué diría que ha aportado a la escuela con su nueva responsabilidad?
—Eso lo deberían decir los demás… Espero haber contribuido a mejorar la organización y la gestión de los recursos. Intento también impulsar nuevos proyectos, nuevas ideas y plantear novedades para que la escuela siga siendo una referencia.

—¿Cuáles son los objetivos de Escuela SAMU a corto y largo plazo?
—Escuela SAMU debe reforzar su posición de referencia en el sector sanitario a través de una labor constante de calidad e innovación. A la vez estamos abriendo nuevos horizontes con formaciones en sectores diversos como la Integración Social, Protección Civil, etcétera.

—¿Qué destacaría de la formación que se ofrece en el centro?
—Independientemente de la rama, el método formativo de Escuela SAMU es siempre muy práctico, lo que permite al alumnado afianzar los conocimientos teóricos a través de ejercicios simulados, muy cerca de la realidad. Enseñamos a través de emociones, por eso los alumnos suelen hablar de una “experiencia vivida en la Escuela”. Eso ayuda a conseguir un alto grado de motivación e involucración del alumnado, además de llevarles más allá de los limites individuales y grupales que pensaban ser capaces de alcanzar.

—Este año se ha impartido por primera vez el curso de FP de Integración Social. ¿Cómo ha sido la experiencia?
—A pesar de que nuestra escuela se caracteriza por formar en urgencias y emergencias sanitarias, SAMU tiene una cara social importante donde se trabaja con colectivos en riesgo de exclusión. Es ahí donde cobra sentido el ciclo de grado superior en Integración Social. Hemos implantado una metodología que ha permitido al alumno ser agente activo y participativo en todo su proceso de aprendizaje, a través de lo que nosotros hemos llamado “aprendizaje por salidas formativas, educativas y culturales”. Esta metodología se ha basado en aprovechar todos los recursos a nivel cultural y educativo que nos ofrece nuestra ciudad para realizar un acompañamiento a nuestro alumnado a conferencias, jornadas y talleres en los que profesionales reconocidos y expertos en cada materia tratan temas que se relacionan directamente con resultados de aprendizaje propios de los módulos que cursan. El resultado ha sido muy positivo para nuestros alumnos a nivel personal, educativo y profesional. A esto se añade la alta empleabilidad con la que cuenta SAMU para este perfil, tanto para los centros de acogida de menores extranjeros no acompañados como los de personas con diversidad funcional.

—¿Cuál es la formación ‘estrella’ de Escuela SAMU?
—La Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias y el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria siguen siendo las formaciones más importantes de la Escuela por número de alumnos y reconocimiento, pero el Máster de Medicina tiene también un alto nivel de demanda por parte de los profesionales del sector.

—¿Qué hace a Escuela SAMU diferente del resto de centros de formación del ámbito sanitario?
—Creo que lo que más nos diferencia claramente es la metodología de enseñanza y el hecho de que llevemos la sanidad fuera del aula. Creemos que esta filosofía es fundamental para formar profesionales del ámbito prehospitalario, y además los alumnos lo disfrutan mucho.

—¿Cuál es el porcentaje de inserción laboral de los alumnos?
—Según los datos que tenemos ahora de las seis promociones de FP, la media del porcentaje de inserción laboral es del 89% para los TES y del 90% para los TCAE. La inserción laboral de los alumnos del Máster de Enfermería es superior al 95%, si bien es cierto que parte de ellos se trasladan fuera de Andalucía dónde se reconoce también su alto valor.

—¿Qué novedades ofrecerá la escuela el próximo curso?
—Estamos trabajando en conseguir la autorización para poder impartir el nuevo Ciclo de Emergencias y Protección Civil, orientado a la formación de bomberos forestales y urbanos. Seríamos el primer o uno de los primeros centros en proponer este ciclo en Andalucía y nos permitiría seguir ampliando la oferta. Además, hemos empezado la construcción de un nuevo edificio que sumará ocho aulas adicionales para el curso 2019/2020, ofreciendo mayor calidad a los alumnos y profesores. En paralelo, estamos poniendo en marcha varios proyectos de I+D y colaboraciones para desarrollar soluciones novedosas y seguir mejorando.

Acto de fin de curso de Escuela SAMU: El primer paso de un gran viaje

MÁS de 80 alumnos de la Escuela SAMU se han graduado este año en los diferentes másteres y cursos de Formación Profesional que imparte el centro. El acto de fin de curso se celebró el 25 de junio en el salón de actos de la Fundación CEU San Pablo Andalucía y contó con la presencia del doctor Carlos Álvarez Leiva, presidente de Fundación SAMU, y Jaime Javier Domingo Martínez, director de Desarrollo de Mercado de CEU Andalucía.

El acto arrancó con una actuación en directo de Manuel Muñoz, alumno de la Escuela, que interpretó al piano una canción compuesta por él mismo, Yo me quiero a mí.

Jorge González y Andrea Villar fueron los encargados de leer unas palabras en representación de los dos cursos de FP de grado medio en Técnico de Emergencias Sanitarias. “En SAMU hemos aprendido que hacer 20 cosas a la vez es posible”, comentaba Andrea Villar minutos antes de que su compañero diera las gracias al profesorado por su dedicación y esfuerzo. “Los profesores nos han demostrado que tienen verdadera pasión por lo que hacen, por las emergencias, y nos la han transmitido. Ellos han hecho posible que florezca en nosotros ese amor por esta profesión”.

“Hace nueve meses entramos en la Escuela con nuestros chalequillos amarillos y con ganas de comernos el mundo y SAMU nos comió a nosotros, con chalequillo y todo. Éste no es un máster cualquiera”, señalaba Paola Torres, alumna del Máster en Enfermería de Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria. “Hoy me despido de los que durante nueve meses han sido mi familia, porque aquí he aprendido que la palabra hogar no se refiere a un sitio, sino a las personas que te rodean”.

Los alumnos del máster de enfermería protagonizaron una de las anécdotas de la jornada al ponerse todos unas gafas de sol polarizadas en el momento en el que iba a hablar el coordinador del curso, Andrés Rodríguez Holst, que no dudó en colocarse sus propias gafas, un objeto que le caracteriza.

“Este año he tenido alumnos que llevaban más de 20 años sin coger un libro, y aquí están. Ellos han aprendido que aunque existan límites, estos se pueden romper, que pueden superarse y hacer las cosas una vez más aunque les falle las fuerzas. Podemos llegar a donde queramos ir, no hay límites”, señaló el instructor.

Acto fin de curso Escuela SAMU 2

El director de Escuela SAMU recibe su título como TES

Carlos Álvarez Leiva, por su parte, recordó la necesidad de que “un profesional de la salud sea alegre” y “la importancia de una frase amable, una sonrisa o una mano amiga cuando alguien está sufriendo”.

El presidente de la Fundación SAMU protagonizó otro de los momentos anecdóticos y emotivos de la tarde al subir al escenario a uno de sus nietos, el hijo de Juan González de Escalada, director de la Escuela, sentado entre los alumnos ya que ese día se graduaba también como Técnico en Emergencias Sanitarias. “La familia te agradece tu gran esfuerzo”, se dirigió Álvarez a su hijo.

Durante el acto también se entregaron los diplomas a los mejores expedientes, que fueron para Andrés Chacón y Laura Gamíz en el caso del máster en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria; Rubén Muñoz Carpintero, del curso de FP en Técnico de Emergencias Sanitarias; y Silvia Barea y María Trinidad San José, alumnas de segundo y primer año de FP en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería.

Entre los asistentes no sólo estaban los familiares, amigos y profesores de los graduados, también profesionales del sector, como Francisco Bonilla, director de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (061) en Sevilla, y Antonio Pajuelo, jefe del servicio de Emergencias 112 en Sevilla, además de la directiva de SAMU.

Simulacro de incidente NBQ en Gelves: Nuclear, biológico y químico

La madrugada del 30 de mayo, sobre las cuatro de la mañana, un gran temblor azota la localidad de Gelves (Sevilla). Un vagón de un tren de carga que trasladaba azufre, gasoil, y fertilizantes descarrila en la estación del pueblo provocando un incendio y una explosión que deja múltiples víctimas con heridas diversas, como quemaduras químicas e intoxicaciones. Tras el accidente, se da aviso al Centro Coordinador de Urgencia (CCU) y, debido a la índole del incidente, se decide poner en marcha el protocolo de NBQ.

No se asusten. Éste no es un accidente real. Se trata de un simulacro puesto en marcha en las instalaciones de la Escuela SAMU, el primero del año de incidente NBQ y bautizado con el nombre de Operación Moussel.

La importancia de este ejercicio es su complejidad y la poco familiarización de los profesionales con los incidentes de este tipo, ya que pocos servicios de emergencias son capaces de aportar el material y las capacidades necesarias para ello, según explican desde la Escuela.
Hasta el lugar del accidente acude un primer equipo de sanitarios. No saben a qué se enfrentan, sólo que dentro del vagón hay material radiactivo. Deben acordonar la zona y apagar un pequeño incendio que se ha producido en las inmediaciones del tren antes de acceder a él y atender a las víctimas.

Escuela SAMU lleva varios años formando a sus alumnos en incidentes NBQ (Nuclear, Biológico y Químico). En este ejercicio participan unos 60 alumnos de los ciclos de FP de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), además de los alumnos del XXIV Máster de Enfermería de Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de la Universidad de Sevilla y SAMU. En el ejercicio también participan familiares de los alumnos, que se han ofrecido como voluntarios para interpretar el papel de víctima.

Simulacro NBQ en Escuela SAMU

Simulacro NBQ en Escuela SAMU

“Se ha caído un objeto contaminado fuera del tren, ¿qué hacemos? ¡Eso es material radiactivo!”, indica Miguel Ruiz del Pozo, uno de los profesores del centro, a uno de los alumnos que participan en el ejercicio y que intenta comunicarse por radio con sus compañeros sin éxito.
Dentro del tren, el caos es el gran protagonista. Hay muchos heridos, humo y estallidos. De fondo se escuchan las sirenas de las ambulancias. Los vagones son muy estrechos y el calor y la falta de práctica con los Equipos de Protección Individual (EPI) dificultan la tarea a los sanitarios.

“Es muy importante que los alumnos aprendan a trabajar con los EPI puestos. Pueden llegar a ser un poco agobiantes, puedes sentir que te falta el aire y tus movimientos también se pueden ver limitados. No es fácil trabajar con los guantes de estos equipos de protección puestos. Por ejemplo, deben acostumbrarse a ellos antes de que realmente necesiten usarlos”, explica Saray Toro, instructora de la Escuela. “También es muy importante que aprendan a descontaminarse y a quitarse el equipo sin sufrir daños”.

Los alumnos están divididos en varios equipos, cada uno con un EPI diferente, según la intensidad de la contaminación. El solar también está divido en varias zonas en las que trabajan los alumnos: zona de accidente, recepción de victimas, zona de descontaminación y área de atención a víctimas.

“Cristina, se te amontonan los heridos”, le grita Saray Toro a la alumna encargada de coordinar la zona de recepción de víctimas.
El viento dificulta la actividad. La carpa en la que se encuentran las víctimas no resulta muy estable. “Si hace viento, llueve o hay temperaturas muy altas durante el simulacro, no es malo, todo lo contrario, les ayuda a prepararse ante cualquier imprevisto. En una situación real no podemos controlar el tiempo”, señala uno de los profesores del centro.

Simulacro NBQ Escuela SAMU 2

Simulacro NBQ Escuela SAMU

En esta actividad también participa Aero2mil Escuela de Pilotos, que aporta un dron al ejercicio. En Escuela SAMU están convencidos del uso potencial de los drones ante situaciones de emergencias. Estos drones o vehículos aéreos no tripulados pueden llegar a proporcionar información a través de cámaras y otros sensores para detectar gases, temperatura y agentes radiactivos, biológicos y químicos (NBQ) de forma remota, incluso antes de la actuación de los intervinientes en un incidente.

Para Juan González de Escalada, director de la Escuela, “estos drones son sin duda una gran herramienta para prevenir la contaminación de equipos de rescate ante un agente desconocido”.

Las alrededor de cuatro horas de duración de este simulacro en condiciones de extremo realismo se convertirán en una lección inolvidable para el casi centenar de participantes del ejercicio. El adiestramiento en NBQ responde a la filosofía y compromiso de Escuela SAMU con sus alumnos: “Aprende haciéndolo”.

Más de 175 especialistas en emergencias sanitarias se enfrentan a un terremoto en un macrosimulacro de tres días en Sevilla

Un terremoto con epicentro en el Viso del Alcor, a 30 kilómetros de Sevilla, con una magnitud de 8,2 MW (similar al que asoló el sur de México de 2017) ha sido el detonante teórico del ejercicio Crisis Task Force 2019 (CTF), organizado por alumnos del Master de Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de la Universidad de Sevilla en colaboración con Escuela SAMU. CTF es uno de los simulacros de emergencias sanitarias más importantes del país.

Más de 175 especialistas han participado en este ejercicio multidisciplinar que se ha prolongado durante tres días (martes, miércoles y jueves) en el entorno del antiguo Hospital Militar (San Pablo) del Parque Alcosa, en Sevilla. En el briefing del simulacro, esta zona era una de las más afectadas por el alcance del terremoto, que provocó el derrumbe del hospital y más de 300 personas atrapadas.

Durante los tres días de simulacro se han sucedido talleres de triaje, cartografía y tecnología aplicadas a las emergencias, rescate vertical, torniquetes y acarreos, hemostáticos, psicología en atrapados, coordinación de puesto de mando, comunicación de crisis, inmovilización de circunstancias, rescate canino y extricación (acceso a personas atrapadas), entre otros.

Crisis Task Force está ideado para reforzar la resistencia individual del personal de emergencias, la gestión de la incertidumbre, la tolerancia al cansancio, el estrés y la capacidad de absorber la desorganización medioambiental.

Un año más, se ha convertido en  una prueba de resistencia y autocontrol en un escenario austero, complejo y agresivo, en el que tanto profesionales en activo como los alumnos de Escuela SAMU han aprendido a convivir y a trabajar con otras instituciones de respuesta a emergencia.

En la primera jornada de CTF 2019, representantes de la Agregaduría Militar del Perú en España estuvieron presentes en Parque Alcosa. El Coronel FAP Antonio Cossio, el Coronel EP Pierre Martin Bustillos y el Capitán de Navío AP Luis Eduardo Pérez siguieron las evoluciones de los participantes y conocieron de cerca la organización como parte del convenio de colaboración en vigor entre SAMU y el Gobierno de Perú para la formación de médicos de las Fuerzas Armadas del país andino.

En los talleres y simulacros participaron, además de los alumnos e instructores de Escuela SAMU, Bomberos de Lebrija, Policía Local de Santa Eulária d’es Riu (Ibiza), Protección Civil de Andratx (Mallorca), SAMU, Emergencias Andalucía 112, GREA (Grupo de Emergencias de Andalucía), Asistencia Sanitaria para Eventos TESMA (Baleares), SAMU 061 Baleares, Servicio Urgente Extrahospitalario Grupo Quirón-Rotger, Red Asistencial Juaneda (Baleares), DCCU Sevilla, Ambulancias Pajares y enfermeros de la Universidad de Sevilla y Osuna, entre otros. También participaron profesionales y alumnos de Make-up School Sevilla encargándose del maquillaje de heridos para aportar mayor realismo a los ejercicios.

A través de Crisis Task Force, SAMU comparte cada año su experiencia real de más de 30 años en situaciones de emergencia, catástrofes y misiones humanitarias con los profesionales a fin de mejorar el servicio común de este sector a la sociedad.

Acto de graduación de Escuela SAMU: Una nueva hornada de ‘samuitas’

Más de 70 alumnos de la Escuela de Emergencias SAMU se han graduado este año en los diferentes másteres y cursos de Formación Profesional. El acto de fin de curso se celebró el pasado 26 de junio en el salón de actos de la Fundación CEU San Pablo Andalucía y contó con la presencia de el doctor Carlos Álvarez, presidente de la Fundación SAMU; Juan González de Escalada, director de Escuela SAMU; y Antonio Jiménez, gerente de la Fundación CEU San Pablo.

“Cuando empezamos hace dos años, algunos no sabíamos nada sobre sanidad y si nos pedían reflex nos poníamos nervioso”, señaló durante su intervención Virgilio Sánchez, que habló en representación de sus compañeros de los cursos de FP de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae). “Es muy difícil resumir dos años de nuestras vidas, pero sí puedo decir que lo bonito de esta profesión es que cada día es diferente”.

Escuela SAMU

“Cuando llegamos en octubre, nos dijeron que en junio seríamos personas diferentes, y así ha sido”, continuó Andrea Luis Castillo, alumna del máster en Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad de Sevilla. “Hemos superados obstáculos y situaciones que jamás pensábamos, hemos conocido nuestros límites y hemos aprendido a convivir 24 horas con 27 personas que hace nueve meses no conocíamos de nada, Somos una gran familia”, añadía Andrea Luis. “Lo hemos conseguido, somos samuitas”.

Durante el acto también intervino Alberto Portelo en representación del máster de Emergencias Médicas de SAMU y la Fundación CEU San Pablo, que destacó la seguridad con la que ahora él y sus propios compañeros afrontan su vida laboral como médicos.

Escuela SAMU

También tuvieron unas palabras para sus alumnos el instructor Andrés Rodríguez y la jefa del departamento de Sanidad, Lorena Fernández, que subrayaron los “fantástica” y “apasionada” que había sido esta promoción. “Ir contra el sistema e intentar cambiar el mundo agota, pero con nuestra labor sí podemos cambiarle el mundo a una persona”, les recordó a los estudiantes Andrés Rodríguez.

Entre los asistentes no sólo estaban los familiares, amigos y profesores de los graduados, también profesionales del sector, como Francisco Bonilla, director de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (061) en Sevilla, y Antonio Pajuelo, jefe del servicio de Emergencias 112 en Sevilla.

El momento más emotivo llegó al final con el recuerdo a José Manuel Pérez Liñán, profesor de Escuela SAMU y miembro del equipo SAMU Huelva, que falleció hace un año. Compañeros y amigos aprovecharon la ocasión para rendirle un sentido homenaje.

Más de 30 efectivos en un simulacro de rescate acuático en el Guadalquivir

Los compañeros de Escuela SAMU protagonizaron un simulacro de rescate acuático el 11 de mayo con motivo de la celebración de la XIV Feria Náutica del Puerto de Gelves (Sevilla). Esta actividad sirvió para que los profesionales del equipo se ejercitaran en un medio en el que es poco habitual la realización de simulacros de estas características.

El briefing de este ejercicio partió de la premisa de la llegada de una embarcación cargada de refugiados a través del cauce del río. Debido al peso, la embarcación zozobró y las personas cayeron al agua.

Simulacro rescate acuático SAMU
Una llamada del 112 desencadenó un plan de emergencias con la participación de tres equipos de salvamento acuático y de asistencia para garantizar el rescate. En total, más de 30 personas participaron en el ejercicio.

El despliegue logístico estuvo integrado por una embarcación de rescate tipo zodiac, una carpa de triaje, un PMDA, un vehículo de intervención rápida y ambulancias de asistencia.

Los responsables del ejercicio activaron, en primer lugar, al equipo de salvamento, que se proyectó a la zona y realizó las primeras maniobras de salvamento. Fue una oportunidad para que los participantes desplegaran sus habilidades y conocimientos en un escenario muy diferente al habitual y que exige una preparación muy específica.

A continuación, el mando de la zona transmitió al responsable de logística la necesidad de efectuar el despliegue de las estructuras necesarias para la atención a las víctimas, y solicitó las ambulancias necesarias para la evacuación y dispersión hospitalaria de las víctimas.

Los objetivos de este ejercicio fueron reproducir la simulación de un rescate acuático de una embarcación y afianzar conocimientos de rescate acuático en espacios naturales.