SAMU Wellness: Una mano tendida a los incomprendidos

En su afán por ayudar y asistir a las personas que más lo necesitan, SAMU, con el Dr. Carlos Álvarez Leiva a la cabeza, dio un paso más en su diversificación y en el verano de 2017 abrió su primera clínica de salud mental, SAMU Wellness, en Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), con un equipo interdisciplinar que ha crecido de forma notable entre psiquiatras, psicólogos, médicos generalistas, enfermeros especializados en salud mental, fisioterapeutas, nutricionistas y un equipo asistencial formado por auxiliares y celadores.

“El tratamiento de la enfermedad mental es global e integrador. No podemos abordar la curación de una persona enferma sin atender también sus circunstancias vitales, su biografía, su interrelación social y, por supuesto, su biología. Esto requiere a múltiples profesionales, cada uno especializado en un campo de la terapéutica, para así abordar la alteración biopsicosocial del paciente”, apuntan desde la dirección de la clínica. “Nosotros trabajamos bajo el concepto de comunidad terapéutica. Todos los elementos personales, materiales, normativos y estructurales del centro que rodean al paciente son concebidos como agentes terapéuticos e intervienen en el desarrollo psicológico del paciente. SAMU Wellness no es un hospital psiquiátrico ni una residencia mental al uso basada en tratamientos individualizados. El propio centro es el principal instrumento terapéutico para el paciente”.

Las patologías que se tratan en esta clínica son muy diversas, desde el trastorno bipolar o esquizofrenia hasta el trastorno límite de personalidad, pasando por desintoxicaciones por consumo de alcohol y droga, episodios psicóticos, trastorno adaptativo con síntomas ansioso depresivos o pacientes con trastorno de conducta alimentaria, entre otros. “Uno de los problemas que tiene hoy la sociedad es el de las adicciones, por lo que atendemos a muchas personas con adicciones o patología dual, que sufren una adicción y un trastorno mental”, explica Clara Buzón, subdirectora de SAMU Wellness.

La evolución de la clínica en estos años ha sido muy notable. Desde que el centro abrió en 2017 hasta finales de 2020, se han realizado 4.506 atenciones y se les ha dado el alta a 696 pacientes. Durante el periodo 2017-2018, se atendió a 1.062 pacientes, con una media de 88,5 usuarios al mes. En 2020, se atendieron a 1.797 personas, lo que supone un promedio mensual de unas 150 personas.

Las instalaciones del centro también han crecido con los años en función de la demanda y las necesidades de los pacientes. “Empezamos con tres pacientes y ahora podemos llegar a tener unos 20 pacientes hospitalizados, además de los pacientes de las consultas externas y los del Hospital de Día. Hemos creado espacios al aire libre para que hagan deporte y salas audiovisuales. No queremos que se sientan encerrados. Esto no es un hospital psiquiátrico común”, aclara Clara Buzón.

Además del edificio central y el Hospital de Día, SAMU Wellness cuenta con un apartamento independiente. Aquí viven los pacientes que, tras un ingreso hospitalario, ya pueden dar un paso más en su recuperación pero que aún no están preparados para volver a casa. “Muchas de estas personas, debido al deterioro que han sufrido a causa de su enfermedad, han dejado de lado su higiene personal, no son capaces de autogestionarse la comida y otros aspectos del día a día. Aquí les ponemos unas metas y trabajamos con ellos para que se conviertan en personas autónomas. También contamos con un hogar con seis plazas. Tienen supervisión del personal pero prácticamente viven solos. Se lavan su ropa, hacen la compra, cocinan… Éste es el paso previo a volver a su domicilio, y pueden permanecer aquí el tiempo que necesiten hasta que se sientan autónomos para vivir solos”, continúa la subdirectora de la clínica.

En 2019, gracias a su experiencia en SAMU Wellness, Fundación SAMU decidió abrir un segundo recurso de salud mental en Santa Cruz de Tenerife. Hogar San Lázaro surgió de una llamada de emergencia. El Diputado del Común (equivalente en Canarias al Defensor del Pueblo) pidió a SAMU que se hiciera cargo del centro, que la anterior gestora iba a abandonar. Se trata de un recurso para personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental de grado 1 y 2, con capacidad para 18 usuarios. SAMU respondió y acondicionó el centro, que estaba muy deteriorado, y en noviembre de 2019 estaba listo para recibir a los usuarios aplicando los estándares de calidad y bienestar que caracterizan SAMU Wellness.

“Este tipo de usuarios suelen ingresar en contra de su voluntad, porque las familias han tomado la decisión, y ellos sienten que están controlando su vida”, cuentan desde la dirección del Hogar. Pero eso va cambiando: “El periodo de adaptación suele ser un mes. Entonces comprueban que están bien y tienen libertad, que salen y se fomentan sus gustos. Ven que tienen el apoyo de compañeros, con los que se sienten identificados”. Y entonces comprenden que han llegado a un verdadero hogar. “Ahora todos los que viven aquí quieren seguir”. Eso significa que se está cumpliendo el objetivo.