Las trabajadoras de SAMU destrozan el techo de cristal

Desde hace varios años, SAMU y su fundación se suman a la igualdad y al empoderamiento de la mujer, además de apostar porque sus directivas estén reconocidas profesionalmente y no sufran el denominado “techo de cristal”. Estas son palabras de Concepción Pérez, directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, el departamento más numeroso de la entidad, con más de mil empleados. Actualmente, el 74% de los trabajadores de SAMU y su fundación son mujeres y casi el 55% de los cargos directivos están ocupados también por féminas.

Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada año el 8 de marzo, el área que dirige Concepción Pérez junto a un grupo de trabajadoras de la entidad realizan un retrato de la figura de la mujer dentro de SAMU y el compromiso de la entidad por lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, tal como se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU.

Desde octubre de 2017, a raíz de la elaboración por parte de la empresa de un Plan de Igualdad, SAMU creó un Comité de Igualdad que desde entonces preside Maribel Álvarez Leiva. “SAMU está muy comprometido con la igualdad de oportunidades y era necesario establecer un instrumento que incorporara este compromiso en el funcionamiento y gestión diaria de la entidad”, comentaba en una entrevista publicada en Revista SAMU su presidenta, directora, además, del Área Hospitalaria.

“Lo primero que hice como presidenta de este comité fue realizar una encuesta entre los trabajadores que nos permitió saber qué opinaban sobre la igualdad en la institución y ver en qué debemos mejorar. Los resultados de esta encuesta mostraron una alta demanda en formación en igualdad por parte de los trabajadores”, señalaba Álvarez Leiva en dicha entrevista.

Recientemente, en enero, SAMU integró el departamento de la Mujer a sus áreas de intervención, creando así el área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, con el fin de dar un paso más en aquellos servicios vinculados a la violencia de género, el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género.

“Este proyecto nace con el firme propósito de abordar un campo en el que creemos necesario ese aporte SAMU para contribuir a esa transformación social tan necesaria”, señala Concepción Pérez. En este sentido, “Fundación SAMU despliega un amplio catálogo de prestaciones que buscan mejorar su satisfacción y reforzar su sentido de orgullo de pertenencia. El área de la Mujer en SAMU está incluida en nuestro día a día desde sus inicios, si bien ha sido a partir del incremento de las medidas de conciliación, protección e igualdad de oportunidades, cuando este área ha alcanzado un notable incremento en cuanto a actuaciones dirigidas a la verdadera igualdad entre hombres y mujeres. En la actualidad estamos elaborando un dossier y una memoria de abordaje sobre nuestra filosofía de trabajo, ejes de actuación y metodología específica en este ámbito”.

Según detalla Concepción Pérez, SAMU y su fundación trabajan el género en todos sus centros y servicios desde diferentes perspectivas: prevención de la exposición a situaciones sensibles para usuarias con historia de violencia de género (ejemplo: agrupaciones de usuarios mixtas o por género en las actividades para proteger la confidencialidad y sensibilidad de las usuarias); la detección y evaluación continua de necesidades de educación de género y necesidad de recursos complementarios o derivaciones de las personas usuarias a atenciones especializadas; formación continua de todos los profesionales en el Plan de Igualdad y Guía de Buenas Prácticas contra el Acoso Laboral y la Violencia de Género adaptados a cada colectivo que atiende la entidad; conocimiento y trabajo con el tejido asociativo y organizacional del entorno por la igualdad de género; atenciones médicas y sanitarias específicas para las usuarias, independientemente de si son minoría en el servicio; planes de atención individualizados con perspectiva de género y método de la interseccionalidad de distintos niveles de exclusión en la situación o riesgo de violencia de género (etnia, edad, ocupación, identidad sexual y de género); el uso de un lenguaje inclusivo en la comunicación visual, escrita y hablada de los centros; y penalizaciones por conductas discriminatorias estipuladas en los regímenes internos de cada servicio.

25 años al frente de la contabilidad de SAMU

Son varias las trabajadoras de SAMU que reconocen abiertamente haberse sentido apoyadas por la entidad en diferentes etapas de su vida profesional y personal, y destacan el espíritu familiar de la compañía. Rosario González Gutiérrez, Eva Fuentes o Carolina Rubio Jiménez son algunas de ellas.

Rosario González, más conocida como Chari, comenzó a trabajar en SAMU en 1995 con 25 años, de ahí que muchos compañeros utilizaran el apelativo de Charito para referirse a ella. “Me contrataron para tres meses como auxiliar administrativo. SAMU se estaba mudando a las instalaciones de Fuente del Rey (Base 7) y necesitaba una persona para organizar y archivar toda la documentación administrativa. También realicé guardias de coordinación sanitaria y trabajos de administración. Desde el primer día me involucré en todo”.

Después de estos primeros tres meses, la empresa seguía necesitando apoyo administrativo, y tras la renovación durante un año de su primer contrato, SAMU le ofrece un contrato fijo. “Al mismo tiempo, también me ofrecieron un contrato en la Diputación de Sevilla, pero decidí quedarme en SAMU y nunca me he arrepentido”, asegura Chari González. “Entré a formar parte no sólo de una empresa, sino de una familia. Así lo sentía y lo sigo sintiendo. Mi familia SAMU”.

González, hoy directora del departamento de Contabilidad de SAMU, tiene palabras de especial cariño a su “maestro, jefe y amigo” durante sus primeros años en SAMU, Ignacio Álvarez Leiva. “Nacho siempre estará en mi corazón. Él fue mi jefe en el departamento de Contabilidad durante unos tres o cuatro años, hasta que se marchó para montar su propio negocio fuera de SAMU. Fue entonces cuando quedé al frente del departamento de Contabilidad, siempre con el apoyo de la dirección financiera. Pese a mi juventud, no me dio miedo este reto, bueno un poco sí, pero siempre me he sentido apoyada por mis compañeros”.

Metódica, puntual y eficaz, estos son los adjetivos que caracterizan a Chari González. “Marca de la casa, como dice mi jefe”, señala esta mujer. “Desde que entré en SAMU he procurado involucrarme en todo: coordinación sanitaria, docencia, la revista SAMU, dispositivos sanitarios (como las guardias en Isla Mágica), ayudar en misiones humanitarias, mudanzas, muchas mudanzas…”

La directora del departamento de Contabilidad explica que durante estos 25 años se ha casado, ha sido madre y ha vivido importantes tragedias familiares, como la pérdida de un hermano. “En todos estos momentos, la familia SAMU, encabezada por el doctor Carlos Álvarez Leiva, mi jefe, ha estado conmigo, nunca me he sentido sola. En lo bueno y en la malo, como dije antes, es mi familia. Y yo he procurado también, aparte de en lo laboral, personalmente estar con ellos”.

“Como mujer luchadora, hay momentos en la vida que te hacen ser más fuerte. Recientemente, he pasado por un duro tratamiento de seis meses para combatir un cáncer de ovario y he intentado ser lo más fuerte posible, pero hay momentos de debilidad, quizás ahora más que en todo el proceso. Pese a mi enfermedad, he estado pendiente de mi trabajo en todo momento, ya que me servía de válvula de escape. Todo ha sido posible gracias a la ayuda de mi gran equipo, la gran mayoría mujeres. Estoy muy orgullosa de todos ellos”. El pasado octubre, Chari González volvió a su rutina laboral una vez finalizado el tratamiento: “Lo importante son las ganas porque mis ganas, ganan”.

Eva Fuentes y Carolina Rubio no son tan veteranas como Chari González, más bien lo contrario. La primera de ellas empezó a trabajar en SAMU en 2019, y la segunda, hace casi cuatro años, pero ambas destacan el apoyo recibido por parte de la empresa.

“Siempre digo que entrar a trabajar en SAMU fue una gran suerte, me tocó la lotería. Yo tenía 48 años y con esa edad es muy difícil que una empresa te contrate. Con esa edad, nadie apuesta por ti, excepto SAMU”, exclama Eva Fuentes, que trabaja en el ámbito de la justificación de proyectos y subvenciones dentro del departamento de Desarrollo de SAMU. Durante varios años, Fuentes trabajó en una consultoría que quebró en 2012. “Tras cerrar la empresa en la que trabajaba, tuve que buscarme la vida y emprender para seguir adelante. Fueron años muy duros y, en 2019, SAMU me ofreció un contrato a media jornada”. El incremento de actividad y proyectos por parte de SAMU hizo que al año Eva Fuentes recibiera una oferta de un contrato a jornada completa.

“He tenido mucha suerte. Me he sentido acogida y apoyada desde el primer día. SAMU no solo valora el lado profesional de sus trabajadores, también lo humano”, anota Eva Fuentes. “Mi idea es quedarme aquí hasta que me echen”.

“Siento que puedo progresar en la empresa”

Carolina Rubio, por otro lado, trabaja en SAMU desde hace cuatro años, concretamente, dentro del departamento de Contabilidad. “Menos el director financiero, Diego Gallardo, el resto de las personas que formamos el equipo de contabilidad y finanzas somos mujeres”, comenta Rubio. “Desde el primer día me sentí muy cómoda en esta empresa, que apuesta mucho por la mujer, especialmente en labores de gestión. Profesionalmente, me siento bastante realizada. En estos cuatro años, he experimentado un progreso profesional muy significativo y siento que puedo progresar dentro de la empresa”.

Carolina Rubio, madre de dos hijos, destaca la importancia que SAMU da a la formación de sus trabajadores. “En estos cuatro años he adquirido mucha experiencia y he recibido también mucha formación. Para mí, esto último es muy importante para no estancarme, y SAMU se preocupa por las necesidades formativas de sus empleados”.