Proyecto de Fundación SAMU en Tetuán

Tejer redes de cuidado para las personas que cuidan

Fundación SAMU y la Asociación Hanan, en colaboración con otras siete organizaciones de la sociedad civil marroquí dedicadas a garantizar servicios y derechos para las personas con discapacidad, han concluido con éxito un proyecto destinado a mejorar la calidad de vida de las cuidadoras de personas con discapacidad intelectual y/o motora (PcDIM) en los barrios de Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha de la ciudad de Tetuán. Esta iniciativa, financiada por el Ayuntamiento de Sevilla, ha generado un impacto transformador en comunidades gravemente afectadas por la pandemia del Covid-19, especialmente en aquellas personas para quienes las tareas de cuidado se volvieron aún más desafiantes tras la crisis sanitaria.

Antes del inicio de este proyecto, las PcDIM y sus familias hacían frente a grandes desafíos: la falta de atención adecuada, recursos limitados y una carga desproporcionada sobre las cuidadoras, usualmente madres, quienes soportaban soledad, estrés y agotamiento emocional. Esta realidad, agravada por la escasez de profesionales capacitados, limitaba la autonomía y la integración de estas personas en su comunidad.

Por ello, los principales elementos del proyecto se han centrado en la creación de un gabinete de asesoramiento para el cuidado y la autonomía de personas con discapacidad intelectual y/o motora (PcDIM), la formación de alta calidad de más de 60 profesionales de ONGDs y servicios públicos y el diseño e implementación de planes de atención personalizados para 100 familias cuidadoras. Además, los profesionales formados desarrollaron 10 jornadas de enseñanza-aprendizaje para las cuidadoras, quienes participaron en otras cuatro sesiones con enfoque de género en los cuidados y en cuatro actividades de ocio. Todo esto se realizaba con el propósito de empoderarlas, dotarlas de herramientas para reducir la sobrecarga de los cuidados y fomentar la integración social de las PcDIM.

El éxito de este proyecto ha estado marcado por la realización de un diagnóstico al inicio. Esto permitió identificar las necesidades de formación de las y los profesionales de los servicios para PcDIM y las buenas prácticas en los cuidados, para, a partir de ahí, diseñar el programa de formación y las sesiones de orientación a las cuidadoras y familias.

Resultados que inspiran

A lo largo del proyecto, se alcanzaron importantes hitos que han sentado bases sólidas para el cambio. Así, 100 familias cuentan con planes personalizados de atención familiar, fortaleciendo su capacidad para enfrentar desafíos diarios desde un enfoque de género y derechos humanos. Más de 60 profesionales de ONGDs y servicios públicos participaron en 80 horas de formación semipresencial, adquiriendo herramientas prácticas para asesorar a las PcDIM y sus familias. Actualmente cuentan con 6 guías didácticas para mejorar su trabajo cotidiano. Además, 60 cuidadoras cuentan con herramientas para gestionar la sobrecarga de los cuidados e impactar en su propia salud mental y en la corresponsabilidad en el hogar, generando un espacio de empoderamiento y reconocimiento hacia ellas. Se les ha proveído de una guía con técnicas y herramientas prácticas para facilitar su labor.

Las actividades inclusivas de ocio y tiempo libre brindaron a 60 cuidadoras momentos de recreación y aprendizaje en entornos comunitarios, promoviendo su integración social. Y se creo un gabinete de asesoramiento para garantizar la sostenibilidad de estas acciones, fortaleciendo la red de apoyo en la región.

También se ha llevado a cabo un diagnóstico de situación que, además de facilitar información sobre las necesidades formativas del personal de servicios de atención a PCDIM, brinda elementos para adoptar medidas y diseñar políticas públicas más adecuadas, convirtiéndose en un instrumento de incidencia pública a nivel local.

Este proyecto ha evidenciado que mejorar los servicios profesionales dirigidos a las PcDIM es fundamental para aliviar la carga de sus cuidadoras. Profesionales capacitados en enfoques de género y derechos humanos pueden proporcionar atención más integral y efectiva, permitiendo a las cuidadoras enfocarse en su bienestar y desarrollo personal. La corresponsabilidad entre los servicios sociales y las familias es clave para crear un entorno donde las PcDIM puedan alcanzar su máximo potencial, mientras sus cuidadoras experimentan una disminución significativa del estrés y el agotamiento.

Un impacto humano profundo

Durante el evento de cierre del proyecto, desarrollado en diciembre en Tetuán, y que contó con la participación de Nadia Chadi, vicepresidenta del Ayuntamiento de Tetuán y coordinadora de Asuntos Sociales del mismo organismo; María José Tinoco, directora de Acción Social de Fundación SAMU; Abdeslam Bakouri y Fouab Benajiba, presidente y secretario general de la Asociación Hanane, respectivamente; organizaciones de la sociedad civil; miembros del Gabinete de Asesoramiento; profesionales de los servicios de atención a PCDIM, cuidadoras y personas con discapacidad, se tuvo constancia de que, para las familias beneficiarias, este proyecto no solo ha representado un acceso a recursos, sino también el inicio de un cambio cultural en torno a los cuidados de las personas con discapacidad.

Afia Samira, madre y cuidadora de dos niñas con discapacidad, una con Síndrome de Down y la segunda con trastorno del espectro autista, compartió con los asistentes al acto cómo el proyecto transformó su vida: “Conocí a Hanane a través de una profesora de este centro. Desde que hice los talleres con Hanane, me siento más incluida, más valorada y preparada para apoyar a mis hijas. Las salidas de ocio y los talleres con Sonia me han ayudado muchísimo. Gracias a eso, ya no me da vergüenza salir a la calle con mis hijas e ir a diferentes lugares. Antes lo reprimía muchísimo, pero ahora me siento mucho más segura y capaz».

Por su parte, Muna Harrachi, una joven profesional de los servicios de la Asociación Hanane resaltaba que “este proyecto ha servido muchísimo para las familias»: «Nos hemos dado cuenta de que las cuidadoras quizás necesitan más apoyo, porque es a través de ellas que llegamos a los niños. Tanto los talleres con enfoque de género como las formaciones para cuidadoras han sido fundamentales. Además, las salidas de ocio son un tiempo necesario para que las mamás puedan tener un espacio para ellas mismas, recargar energías y disfrutar. Eso les permite transmitir más energía positiva a sus hijos”.

La difusión posterior de los resultados y materiales del proyecto contribuirá a que las lecciones aprendidas sirvan como modelo para iniciativas similares en Marruecos. Este proyecto, enmarcado en la Agenda 2030, refuerza el compromiso con la justicia social y la promoción de los derechos humanos. Tal como aseguró María José Tinoco, directora de Acción Social de Fundación SAMU, en el acto de cierre: “Fundación SAMU está dedicada a apoyar el logro de las metas de la Agenda 2030 en todos los países donde tenemos presencia. Creemos firmemente en el anhelo de una vida buena para toda la humanidad, y trabajamos incansablemente para contribuir a este objetivo global. La Agenda 2030 nos proporciona un marco claro y ambicioso para abordar los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo».

La Fundación SAMU muestra su agradecimiento a todos los actores que hicieron posible esta transformación, principalmente al Ayuntamiento de Sevilla, la Asociación Hanan y a las organizaciones locales. Todos juntos han demostrado que la cooperación internacional puede ser un motor de cambio real y duradero, iluminando el camino hacia comunidades más inclusivas y solidarias.