Plan 2030 de SAMU: una multinacional de la salud y la acción social

SAMU ha cerrado un ciclo de vida, un ciclo de 40 años que arrancó en un piso en el barrio sevillano de Los Remedios y con una ambulancia Volkswagen que el doctor Carlos Álvarez Leiva adquirió en Alemania a principios de los años 80. Hoy, SAMU cuenta con una plantilla que supera los 2.500 trabajadores, más de 90 recursos del ámbito sanitario y social y una presencia consolidada no sólo en España, sino también en Marruecos y Estados Unidos. La organización mira ahora hacia el futuro e inicia un nuevo ciclo, una nueva etapa que ha arrancado con un relevo generacional en el equipo de dirección y el desarrollo de un plan estratégico, una hoja de ruta que mira hacia el 2030. “En SAMU tenemos un lema. Nos enfrentaremos a todos los temporales que haga falta. Las olas serán muy altas, pero el rumbo tiene que estar claro. Este Plan 2030 es el rumbo a seguir”, señala Carlos González de Escalada, presidente y director general de SAMU.

“El objetivo de nuestro Plan 2030 es convertir a SAMU en una multinacional de la salud, los servicios sociales y las emergencias, siendo fiel a su herencia fundacional: compromiso y calidad, superior capacidad de organización y fortaleza logística. Este ambicioso plan se asienta sobre pilares realistas y un concienzudo análisis de nuestro entorno, teniendo presentes variables sociales, económicas, demográficas e institucionales, basándonos en la solidez y con el objetivo de adaptarse a las circunstancias de un entorno complejo, cambiante y difícilmente predecible”, explica José Antonio Trujillo, adjunto a la dirección de SAMU. “La marca SAMU, el equipo profesional multidisciplinar y su carácter innovador, así como la diversificación de servicios, llevarán a nuestra organización, junto a la excelencia demostrada, al salto cuantitativo que nos proponemos dentro y fuera de nuestras fronteras”.

Internacionalización

Tal como destaca González de Escalada, este Plan 2030 se basa en tres grandes pilares: “Potenciar los proyectos fuera de España; entrar en una dinámica de constante modernización tecnológica, humana y de procesos; y apostar por la formación tanto en nuestros valores como el talento que existe dentro de la propia organización. Estas son las tres matrices de trabajo”.

Con respecto al primer eje, la internacionalización, SAMU mira hacia otros países, principalmente, europeos y americanos. Desde 2017, la compañía trabaja en Marruecos y, poco después, comenzó su andadura en Estados Unidos, una aventura que ha ganado impulso durante 2021 con la acogida de menores inmigrantes. Además, el pasado año comenzó a trabajar en Iberoamérica.

“La marca SAMU es muy potente fuera de nuestras fronteras. No solo la marca, sino también el modo de trabajar y enfocar la acción social, sanitaria y en el ámbito de las emergencias”, explica Trujillo. “Esta vocación de internacionalización no surge solo porque se haya producido un cambio en la dirección de SAMU. En cierto modo, es un paso lógico, un paso natural que debe dar la organización dado su crecimiento”.

En esta internacionalización también hay que mencionar las misiones humanitarias. En los últimos tiempos, SAMU ha estado presente en Rumanía, Moldavia, Polonia, Costa Rica y Honduras. “SAMU lleva 30 años realizando misiones humanitarias, pero ahora, por primera vez, lo hace bajo el paraguas de las Naciones Unidas y con financiación”, apunta José Antonio Trujillo. Por otro lado, SAMU pronto contará con dos nuevas sucursales en Perú y Ecuador, y, actualmente, tiene en marcha varios proyectos formativos en El Salvador.

Dentro de nuestras fronteras, también continúa la diversificación de proyectos. Recientemente, se ha abierto un nuevo recurso de atención integral 24 horas dirigido a menores extranjeros en Mallorca, el primero que SAMU pone en marcha en las Islas Baleares. Y trabaja para la apertura de un centro dirigido a personas sin hogar en Ibiza, que, según adelanta Trujillo, estará funcionando dentro de un mes, aproximadamente.

Modernización

Con respecto al segundo pilar del Plan 2030, la modernización (financiera, transformación digital, procesos), Trujillo es claro: “Una organización que en el año 2022 no esté enfocada a sistemas, herramientas y métodos apoyados en la tecnología, no tiene todas las claves del éxito garantizadas. Por eso, nuestra apuesta en el Plan 2030 es ir poniéndonos a la vanguardia de la tecnología, tanto internamente como de cara a nuestros procesos y servicios fuera. Tenemos que dar la imagen de una empresa moderna y líder en el sector”.

Excelencia, tecnología, sostenibilidad, transparencia, investigación e innovación acompañarán el trabajo de SAMU en los próximos años. En este sentido, el departamento de Desarrollo de SAMU juega un papel importante. “El equipo de Desarrollo es una auténtica máquina de hacer proyectos y que explora constantemente tanto las oportunidades de nuestro ámbito como aquellas que supongan innovación o resulten transformadoras”, apunta Trujillo.

Actualmente, SAMU trabaja en proyectos europeos a través de partenariados y socios tecnológicos de primer nivel que le están dando apoyo en temas relacionados con las comunicaciones y herramientas tecnológicas.

Uno de los proyectos estrella de SAMU en este campo es la implantación de SAMS (SAMU Advanced Management System), un sistema de gestión integral desarrollado por la propia entidad que permite un registro sistematizado y exhaustivo de todas sus unidades de trabajo, además de una gestión preventiva y la posibilidad de generar conocimiento a través de procesos de investigación a partir de los datos registrados.

Otro de los proyectos en marcha es VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía), en colaboración con la Universidad Loyola, cuyo objetivo es el diseño de una herramienta de recogida de datos (Toolkit VRIME) que permita conocer los perfiles de riesgo de menores extranjeros no acompañados que se encuentran en entidades de acogida como Fundación SAMU y EMET-Arcoiris, así como identificar factores de protección o resiliencia en estos menores.

A estos dos proyectos se suman la firma próximamente de la Cátedra SAMU de Investigación Social con la Universidad Pablo de Olavide y SAMU Dis−Fit, la primera batería de valoración de condición física de personas con discapacidad intelectual en España, una iniciativa llevada a cabo gracias a la colaboración entre Fundación SAMU y el departamento de Motricidad Humana y Rendimiento Deportivo de la Universidad de Sevilla. Esta herramienta pretende orientar a profesionales de atención a la discapacidad sobre los parámetros físicos de personas con diversidad cognitiva, a través de tablas que por primera vez son el resultado de la actividad física de estas personas, y no una adaptación de tablas físicas de personas normalizadas.

“También hay que destacar la constitución del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC), del que dependerá la nueva Academia SAMU, que forma parte de la tercera pata del Plan 2030 y que versa sobre la gestión del talento. Este instituto está recién constituido y tenemos la esperanza de que sea un agente andaluz de conocimiento. Todas las grandes corporaciones tienen sus propios órganos de investigación científica y nosotros no podíamos ser una excepción”, señala Carlos González de Escalada.

Gestión del talento

Como ya se ha mencionado, la tercera y última pata del Plan 2030 es la gestión del talento. “En una organización como SAMU con 2.500 personas hay mucho talento, algunos visibles y conocidos y otros ocultos. En este sentido, desde el ámbito de Recursos Humanos, trabajamos para descubrir y fomentar que ese talento esté al servicio de la organización y que, además, no sea un talento estático, sino que es nuestra responsabilidad ir desarrollando y preparando a estas personas que son las que van a tirar del carro en 2030”, afirma José Antonio Trujillo. “Formar a estas personas desde el propio SAMU es una estrategia clave, es invertir en las personas que dirigirán esta casa dentro de 10 ó 15 años. Para ello, nos hemos dotado de un presupuesto muy ambicioso y de unos programas formativos muy potentes. La Academia SAMU es una de las iniciativas más exitosas y de mayor reconocimiento en toda la organización este año”.

“Actualmente ofrecemos un título de posgrado de Experto en Desarrollo directivo y también impartimos infinidad de cursos de formación en liderazgo, tecnología, formación financiera, nuevas tecnologías…”, añade Carlos González de Escalada. “Cuando estudias el recorrido de las grandes organizaciones, el mayor peligro que tienes es que se diluya tu esencia y esto nos preocupa mucho, sobre todo a la familia fundadora. No nos gustaría que la esencia fundacional, muy volcada en la prestación de servicios, en la logística, en la excelencia, en mimar todo lo que hacemos, se vaya perdiendo conforme vayamos creciendo. Y la única manera que tenemos de trasmitir esos valores es con programas específicos dirigidos al equipo directivo, formado por unas 120 personas”.

En este punto entra en juego Talento SAMU, una campaña para buscar el talento oculto que existe dentro de la organización, entre los trabajadores, con el objetivo de desarrollarlo y promocionarlo. Este proyecto tiene como objetivo que los propios empleados de SAMU puedan postularse en nuevos proyectos y optar a los puestos que se desarrollen dentro de la organización.

Alineados con los objetivos de la Agenda 2030

SAMU se proyecta como una organización líder a nivel nacional en la combinación de servicios de salud, de cobertura social y de acción ante emergencias. La combinación de las distintas áreas convierte a esta organización en un modelo inédito en España con enormes y demostradas posibilidades de replicar en el resto del mundo.

Alineados con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la proyección de SAMU en los próximos años estará marcada por el triple objetivo de ser una entidad sostenible económicamente, de carácter altamente social y enfocada a la globalidad. Todos ellos se sustentarán en el notable incremento de la responsabilidad social de la empresa, la promoción del crecimiento económico sostenido e inclusivo y por el empleo pleno y productivo.