Juana Macías, presidenta del ISIC y directora de la Academia SAMU: “Aquí he conocido a personas con talento y muy valiosas”

Juana Macías Seda (Sevilla, 1959) proviene del mundo universitario y está vinculada a SAMU desde sus orígenes. En febrero de 2021, la dirección general de la entidad le propuso liderar dos nuevos proyectos: el Instituto SAMU de Investigación Científica y la Academia SAMU.

— El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) acaba de cumplir tres años. ¿Por qué se decidió poner en marcha?
—SAMU tiene una larga trayectoria en la prestación de servicios sociosanitarios, pero su producción y divulgación científica no está acorde con esta larga trayectoria. Así, el Instituto SAMU de Investigación Científica surgió en 2021 con el fin de potenciar la investigación, promover las tesis doctorales entre los profesionales de SAMU y divulgar, difundir y dar una estructura científica a lo que se viene haciendo en la organización desde hace años. El ISIC intenta da respuesta al interés de tener un corpus científico en SAMU y, con ello, conseguir que SAMU consiga ser Agente del Conocimiento en Andalucía. Esto supondría un aval a la hora de solicitar proyectos científicos. Sin ser Agente del Conocimiento es muy difícil que a SAMU le concedan ningún proyecto de investigación como entidad independiente.

—¿Cuándo empezó SAMU a interesarse por la investigación?
—En realidad, SAMU empezó a investigar sobre temas de emergencias en el año 1981. La primera UVI móvil no era una UVI móvil sanitaria al uso, era una unidad de investigación operativa en emergencias. El jefe, don Carlos Álvarez Leiva, que es una persona visionaria, ya impulsó a principios de los 80 la investigación en temas de emergencias prehospitalaria provocando un cambio de paradigma y de modelos asistenciales que luego han dado lugar a la profesionalización en el sector de las emergencias.

—Además de convertir a SAMU en un Agente del Conocimiento, que es una meta a largo plazo, ¿cuáles son los otros objetivos del ISIC que permitirán lograr esa objetivo final?
—Los objetivos fundacionales del ISIC incluyen impulsar proyectos de investigación en los campos de la salud, bienestar social y educación; aglutinar y coordinar la actividad investigadora y de divulgación científica ya existente en SAMU; y publicar libros científicos y facilitar la publicación de artículos de SAMU en revistas indexadas. Además, contempla como objetivo potenciar la participación de sus miembros en grupos de trabajo relacionados con la investigación y el desarrollo, como por ejemplo el Comité de Innovación, la Cátedra SAMU de Innovación Social.

—¿Cuáles son las acciones que se han proyectado en estos tres años de vida del ISIC?
—Por un lado, está la activación de la Cátedra de Innovación Social de SAMU con la Universidad Pablo de Olavide (UPO), un proyecto de colaboración que tiene tres grandes líneas de trabajo: investigación, divulgación y acción social a través del voluntariado. Por otro lado, contamos con un programa de doctorando llamado Mentoring Doctorando, que tiene como objetivo principal incrementar el número de profesionales de SAMU con tesis doctorales. Consiste en un programa de acompañamiento y asesoramiento a aquellos profesionales de la organización que tienen perfil o interés para hacer su tesis doctoral. En 2022, en la primera edición de este programa de doctorado, unos seis profesionales mostraron interés, pero sólo uno de ellos entró en un programa doctoral en la Universidad Pablo de Olavide. En 2023, fueron 15 los profesionales de SAMU con interés en hacer su tesis. De ellos, nueve profesionales han accedido a un programa doctoral: seis en la UPO, dos en la Universidad de Sevilla (US) y uno en la universidad de Granada (UGR). Como ejemplos tenemos a María Casado, que está realizando su tesis en temas de salud mental y bienestar emocional; Alba Garrido Gata, que profundiza en el sinhogarismo y las soledades no deseadas; Jara Díaz en la temática de migraciones y perspectiva de género; o Roberto Alconada, psicólogo de la clínica de salud mental SAMU Wellness, que realiza sus tesis doctoral sobre el suicidio. Por otro lado, Juan Luque Pelegrin y Laura García Rebolo están trabajando en temas de migración y Almudena Chávez, directora de la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, que investiga sobre temas de discapacidad. Cabe señalar que al comienzo del ISIC, SAMU sólo contaba con cuatro doctores y actualmente ya contamos con ocho profesionales con tesis doctorales finalizadas.

—¿Qué otras acciones tiene en marcha el ISIC además de la Cátedra de la UPO y el Mentoring Doctorando?
—Hemos creado una Comisión Ética, pues identificamos que numerosos investigadores solicitaban a SAMU frecuentemente colaboración para acceder a muestras de personas migrantes o personas con discapacidad, principalmente. El carácter expansivo de la organización SAMU con el correspondiente incremento en la plantilla de profesionales, residentes y estudiantes conllevan una intensa actividad asistencial e investigadora. Ello genera un Big Data que resulta ser muy atractivo para un gran número de investigadores e instituciones académicas. Ante esta situación el ISIC activó la Comisión de Ética para dar cumplimiento a la legislación en materia de protección de datos personales. El objetivo es establecer pautas básicas de actuación destinadas a garantizar el derecho al anonimato y confidencialidad de los datos de los diferentes colectivos de profesionales, residentes y estudiantes que integran la organización SAMU. Esta Comisión actúa como un órgano consultivo multidisciplinar y funciona de forma protocolizada con la misión de emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación.

—Tengo entendido que otra de las grandes acciones del ISIC es la Alliance for Migration Research (Alliance 4).
—Sí, su objetivo es facilitar un espacio académico internacional para impulsar las investigaciones relacionadas con las migraciones alrededor del mundo y contrarrestar esa apreciación negativa que existe en torno a la migración. Este proyecto surgió después de que la American University mostrara interés en los datos que manejaba SAMU First Response con el fin de hacer un mapeo sobre la migración en Estados Unidos. Desde el ISIC hemos llamado a otras puertas como la Universidad Loyola o la Universidad de Granada y, tras varios reajustes, el próximo mes de noviembre vamos a celebrar una reunión de expertos en migración. Tenemos profesionales en Fundación SAMU que están llevando a cabo iniciativas muy innovadoras y de gran calado social y a las que no se le está dando luz. A través de este comité o reunión de expertos queremos compartir estas experiencias con otros expertos e investigadores de diferentes instituciones universitarias.

—¿Y dónde entra la Academia SAMU dentro de todo este entramado?
—La Academia SAMU nace en el 2021 vinculada al ISIC aunque con sus propios objetivos. En concreto, se plantea como espacio y agente de educación superior para la plantilla de SAMU. Su objetivo principal es contribuir a la capacitación de los directivos junior y los jóvenes talentos de la organización para que desempeñen un liderazgo que les permita abordar los retos actuales, como la humanización, la sostenibilidad, la innovación, el bienestar emocional, la excelencia en la calidad de los servicios, las finanzas y la digitalización.

—¿Qué diferencia la Academia SAMU del ISIC?
—Mientras que el ISIC se basa en la investigación, la Academia SAMU se centra en la formación. Además del Experto en Desarrollo Directivo que es la formación estrella, la Academia tiene un programa para instruir a los jóvenes talentos directivos dirigido a profesionales cuyos responsables de área o responsables de centro han identificado que tienen capacidad para gestionar pero no han ejercido como tal. Con este fin, organizamos por primera vez en marzo 2023 el curso intensivo de gestión del talento en formato durante tres días en un pueblo remoto de Huelva.

—¿Qué aspectos deben mejorar para que el ISIC y la Academia SAMU continúen avanzando?
—Es necesario mejorar la financiación presupuestaria para llevar a cabo la formación y la investigación y, sobre todo, la difusión y coordinación del talento pedagógico y científico de los profesionales de SAMU.

—¿Por qué decidió ponerse al frente del ISIC y de la Academia SAMU? ¿Qué le motivó a hacerlo?
—Yo procedo del ámbito universitario y, por otro lado, estoy vinculada a SAMU desde los inicios de la organización. Cuando la Dirección General de SAMU me planteó las necesidades existentes, tanto de formación como de investigación, la verdad es que me ilusioné con el proyecto. Me ilusiona poder trasladar mi experiencia como investigadora universitaria y poder contribuir para que en SAMU se vaya consolidando esta capacitación y este corpus científico. Además, tengo el valor añadido de conocer la institución muy bien desde dentro, así como sus necesidades académico-científicas.

—¿Qué le ha aportado el ISIC a nivel personal y profesional?
—Este proyecto me ha enriquecido y ha ampliado mi visión sobre SAMU porque, en los últimos años, he estado bastante desvinculada a la organización. El ISIC me ha permitido conocer la organización más a fondo y su versatilidad, así como colaborar con directores, responsables de áreas y centros que me han aportado vivencias y experiencias motivadoras a nivel personal y profesional. En estos tres años, me he encontrado con personas muy talentosas y tremendamente valiosa que me han mostrado una parte de SAMU poco conocida para mí, y también me han encauzado hacia nuevos proyectos. He conocido a personas muy capacitadas y con una gran experiencia en determinadas materias. En definitiva, he podido conocer a gente con mucho talento dentro de la organización, que incluso ellas mismas no eran conscientes o no tenían la percepción de su conocimiento y valor.