Diez historias para cambiar mentalidades
El Centro Social Polivalente Virgen de los Reyes de Sevilla ha acogida del 20 al 24 de noviembre la exposición organizada por Fundación SAMU Historias de vida: 10 historias reales de superación. La exposición consta de 10 póster con fotografías de los protagonistas, que son jóvenes migrantes de distintas partes de África, y un pequeño esbozo de su proyecto migratorio. Cada cartel incluye un código QR que dirige al ciudadano a la historia de vida completa de cada uno de estos 10 protagonistas.
Esta muestra, con vocación itinerante, se enmarca dentro del proyecto Barrio concienciado: juventud migrante en El Cerezo diseñado por el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU y puesto en marcha por el área de Infancia y Familia gracias a una convocatoria pública del área de Cooperación del Ayuntamiento de Sevilla.
“La motivación principal de este proyecto es la de ampliar el campo de acción de Fundación SAMU en lo referente a la intervención social y la atención a personas en situación de vulnerabilidad. Fundación SAMU tiene mucha experiencia en el trabajo con personas migrantes, ya que cuenta con dispositivos de atención primaria e inmediata y, también, con centros dedicados, principalmente, a la inserción social y laboral. Sin embargo, existe una cuestión importante que es, nada más y nada menos, la comunidad de acogida. Es muy importante abordar la inserción total de estos jóvenes desde su planteamiento holístico y sistémico. Solo a través de este tipo de acciones podemos romper las barreras culturales y las ideas preconcebidas para caminar hacia una sociedad inclusiva y respetuosa”, explica Laura García Rebolo, coordinadora del proyecto de SAMU.
Los principales objetivos del proyecto Barrio Concienciado son contribuir a la sensibilización de la ciudadanía de la barriada sevillana de El Cerezo en la lucha contra la xenofobia y las desigualdades que afectan a la población migrante a través de encuentros y campañas de concienciación; y contribuir al adecuado conocimiento de la situación desfavorecida de los países de origen de los jóvenes extutelados de las organizaciones de la sociedad civil de Sevilla a través de la transmisión de sus experiencias para la población de la barriada El Cerezo, facilitando su inserción sociolaboral con enfoque de género y respeto a la diversidad.
Los chicos y chicas cuyas vidas se relatan en la exposición Historias de vida provienen de recursos de mayoría de edad de la Fundación SAMU. Son Maho Abdel Hakim Zogo, Ayoub Alioua, Amadou Sadio Bah, Ahmed Khayati, Acharf Ourraqui, Abdessadek Mounir, Abd Ellah Safi, Mohamed Hatim, Said Zitouni y Ahlam Lahmani, la única mujer del grupo.
“Estos jóvenes han sido seleccionados específicamente porque se trata de un trabajo complicado y duro. Explorar en la trayectoria migratoria de una persona no es fácil, supone retrotraerse a momentos de dolor y sufrimiento, recordar situaciones traumáticas y hacer frente al hecho de que se encuentran solos en este país, muy lejos de su familia, y con la enorme carga y responsabilidad de hacerse un hueco en la sociedad española para poder contribuir económicamente con aquellos que dejaron atrás para que puedan acceder a una vida mejor”, comenta Laura García.
“Estos chicos viven actualmente en diferentes recursos de Fundación SAMU, tanto en centros de inserción sociolaboral como en los pisos tutelados JEM. Muchos de ellos han pasado previamente por otras instituciones, no solo en Andalucía, sino también en Cataluña, Navarra y País Vasco, por ejemplo. Sin embargo, se marcharon de esos recursos porque no encontraban el respaldo adecuado. Finalmente, fue Fundación SAMU donde encontraron la cobertura con la que se sienten realmente cómodos y protegidos, tanto a nivel documental, como social y laboral”, continúa Laura García Rebolo.
Los diez protagonistas de la exposición siguen vinculados a SAMU a través de alguno de sus recursos o programas de mayoría de edad, pero la coordinadora del proyecto asegura que son muchos los jóvenes que, tras finalizar su estancia en SAMU, continúan en contacto con la entidad y sus orientadores y educadores de algún modo. “Para estos jóvenes, muchos de los profesionales de SAMU son referentes, no solo a nivel de apoyo logístico y de la vida cotidiana, sino también de vínculo afectivo. Muchos de estos jóvenes nos llaman para pedir consejos cuando ya están independizados o para contar algún logro, incluso nos envían fotografías de sus hijos recién nacidos, lo cual constituye un acontecimiento muy emocionante para todas las partes”.
“Personalmente, este proyecto ha supuesto un reto y ha actualizado muchas de mis habilidades profesionales. Son muchos años los que llevo en la intervención directa, 25 para ser exactos, pero hacía bastante tiempo que no lo estaba en el enfoque comunitario”, reconoce Laura García Rebolo, coordinadora del proyecto.
“Al principio sentí un poco vértigo y una gran responsabilidad, era para mí muy importante estar a la altura con la Fundación, ya que éste es el primer proyecto de Educación para el Desarrollo que se realiza con el Ayuntamiento de Sevilla y había que dejar muy claro los niveles de profesionalidad y desempeño que nos caracterizan Por otro lado, el proceso de Historias de Vida ha sido duro, pues tener que bucear en recuerdos y vivencias tan duras como puede ser lanzarse al mar en mitad de la desesperación cuando se tienen 15 años no es algo sobre lo que se pueda pasar de puntillas. He tenido momentos en la redacción de las historias que me tenía que parar y levantarme para no llorar. Porque los conozco, porque he convivido con algunos de ellos, he visto día a día su sonrisa, sus enfados, sus enormes esfuerzos por mejorar, por integrarse con garantías a pesar de muchas dificultades, y todavía eso me dolía más. Claro que son historias de superación, dignas de ser gritadas a los cuatro vientos. Y me siento muy orgullosa de que SAMU haya confiado en mí para la coordinación de este proyecto”, relata García.
Así, a lo largo de los diez pósteres que componen la exposición, se cuenta cómo fueron los hermanos mayores de Acharf Ourraki los que, después de una dura decisión familiar, juntaron el dinero para pagar el transporte del joven hasta España. Emprendió el viaje desde Casablanca hasta Ksar Sghir donde después de esperar 12 horas escondido, junto a otros tres chicos más fue transportado oculto entre grandes paquetes hasta el puerto de Algeciras y, días después, fue detenido por la Policía mientras dormía en un parque de Sevilla a la intemperie.
También se habla de cómo el padre de Ahlam Lahmani la coló sin pasaje en una embarcación en la que también iba su hermano y le pidió que se ocultara la melena para que todos creyeran que era un chico y no una joven menor de edad, que, el miedo que sentía, la paralizó cuando llegó a las costas españolas. O cómo Abdesadek Mounir, después de lograr llegar a España tras varios intentos y decepciones (le robaron el dinero que tenía para pagar su hueco en la embarcación), se está formando como cocinero en la Fundación Cruzcampo.
Esta exposición ha estado abierta al público en el Centro Social Polivalente Virgen de los Reyes del 20 al 24 de noviembre. Éste último día se celebró un acto de clausura de la propia muestra y del proyecto Barrio concienciado: juventud migrante en El Cerezo en el que participaron, entre otros, José Antonio Trujillo, director general adjunto de SAMU; Juan Manuel Aveledo, director del área de Infancia y Familia de SAMU; y José Luis García, delegado del área de Cooperación del Ayuntamiento de Sevilla.
Durante el acto, Juan Manuel Aveledo realizó una breve presentación de la labor y acciones llevadas a cabo desde el área de Infancia y Familia de SAMU, y Laura García Rebolo presentó los resultados del proyecto que se clausuraba. Finalmente, uno de los protagonistas del proyecto de Historias de Vida y el presidente de la Asociación El Itihad leyeron un manifiesto a favor de la inclusión de los jóvenes migrantes.