130 menores al cobijo de SAMU

La continua llegada masiva de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas durante todo el verano ha puesto en alerta a todas las entidades sociales implicadas en este fenómeno, entre ellas la Fundación SAMU, que actualmente acoge a 130 menores de edad que han llegado de forma clandestina a España sin la compañía de de un adulto.

El pasado 17 de agosto, SAMU puso en marcha una nueva Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) en la provincia de Cádiz, concretamente en Tarifa, y así poder dar cobijo a los menores extranjeros que habían llegado días antes al país tras un duro viaje a través del mar. En total, la Junta de Andalucía envió a Tarifa 60 niños de entre 12 y 17 años y procedentes, principalmente, de Marruecos y Costa de Marfil.

Esta unidad se suma a los otros tres recursos puestos en marcha a finales de junio también por encargo de la Junta de Andalucía. En aquella ocasión fueron 70 menores de edad, que se distribuyeron entre la unidad creada en Motril (Granada) y las dos de Jimena de la Frontera (Cádiz).

Al igual que en los casos anteriores, el proceso de montaje y puesta en marcha de la UATE de Tarifa se realizó a contrarreloj. El personal de SAMU fue advertido el 17 de agosto a las diez de la mañana de la llegada de 60 menores. En este momento, todo el equipo de SAMU se movilizó, especialmente el presidente de la Fundación, Carlos Álvarez Leiva, y ocho horas después, a las seis de la tarde, ya llegaron los primeros niños.

La UATE de Tarifa dispone de tres carpas habilitadas con literas para la zona de descanso de los menores extranjeros, además de módulos que contemplan doce duchas, nueve lavabos y baños, un módulo para el almacén y otro habilitado como sala de educadores y coordinación. También hay acotado un terreno donde los menores pueden realizar deporte y actividades socioeducativas y ocio. Con ellos trabajan técnicos educativos, técnicos en emergencias, traductores y una mediadora.

Igualdad de oportunidades en el ADN de SAMU

La Fundación SAMU apuesta por la elaboración de un Plan de Igualdad propio que fomente el desarrollo de políticas que integren la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, sin discriminar, directa o indirectamente, por razón de sexo, además de medidas que permitan lograr la igualdad real en el seno de la organización, estableciendo las mismas oportunidades entre ambos sexos. Este plan incluye, también, un protocolo de actuación en caso de acoso y la creación de un comité para su prevención e investigación de los posibles casos denunciados.

Grupo SAMU pertenece al sector sanitario y está especializado en la asistencia de emergencias, la formación profesional en ciencias de la salud y la atención de personas gravemente afectadas (psicodeficientes) durante las 24 horas, así como residencias de día y atención a mayores, a inmigrantes y acogida de menores. Esta organización cuenta con cerca de 600 trabajadores y está presente en todo el territorio andaluz, además de en Valencia, Toledo, Alicante y Gijón. Fuera de las fronteras españolas, desde hace un año, SAMU también está presente en Marruecos con un equipo de profesionales en Tánger.

Actualmente, las mujeres en SAMU representan más del 65% de la plantilla. La presencia del colectivo femenino es especialmente significativa en determinados servicios como la Residencia Santa Ana, en Sevilla, en la que se atiende a personas con daños cerebrales, la Unidad de Día San Lucas, y las fundaciones de Cádiz y Jaén.

Entre los objetivos del Plan de Igualdad está promover procesos de reclutamiento, selección y contratación en los diferentes centros del grupo en condiciones de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, evitando desarrollar procesos que generen segregación horizontal y eliminando el lenguaje sexista de estos procesos. Con él también se persigue garantizar el acceso a la formación en igualdad de condiciones para fomentar el desarrollo de la carrera profesional de cada uno; facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de hombres y mujeres, sin que se vea afectada su promoción profesional; y establecer medidas efectivas de prevención y protección frente al acoso sexual y la violencia de género. Otro de los objetivos es integrar la perspectiva de género en la actividad de prevención de riesgos laborales y sensibilizar a toda la plantilla sobre la igualdad de trato y oportunidades mediante la comunicación periódica de las acciones que se lleven a cabo y otras medidas de sensibilización, con el fin de que todos se impliquen en el proceso.

El plan incluye la creación de un Comité de Igualdad, que estará integrado de forma paritaria por seis miembros de la Dirección de la Fundación SAMU y seis representantes de los trabajadores. Su fin, además de hacer un seguimiento del plan, es velar por la no discriminación por razones de sexo en el ámbito laboral.

En la selección y contratación de personal, por otro lado, garantizará que en las ofertas de empleo no se utilice un lenguaje sexista y a igualdad de condiciones, se contratará a la persona del género infrarrepresentado en el colectivo que se trate (menos del 40%).

Con respecto al protocolo de actuación en caso de acoso, éste se aplicará al conjunto de personas que prestan servicios en la Fundación SAMU en todo el país y albergará desde el acoso sexual (físico o verbal), al acoso por razón de sexo u orientación sexual y acoso psicológico (mobbing). Para prevenir y evitar estas situaciones, se divulgará el protocolo entre todos los trabajadores y se creará un comité de prevención, que será el encargado de estudiar, investigar y valorar cada uno de los casos denunciados, además de proteger a la víctima.

Juan Rodrigo Gil, educador: “En SAMU siempre estás en alerta”

JUAN RODRIGO GIL. Educador

 

El educador Juan R. Gil (Algeciras, Cádiz, 1979) dirige desde finales de junio los dos recursos de acogida temporal de menores extranjeros (UATE) puestos en marcha en Jimena de la Frontera (Cádiz) ante la llegada masiva de inmigrantes a través del Estrecho de Gibraltar

 

—¿Cómo fueron sus comienzos en SAMU?
—Empezé a trabajar en SAMU en 2009 como educador. Hasta el pasado curso, la Fundación SAMU, a través de un concurso de la Junta de Andalucía al que optó, cubría las necesidades educativas especiales de los alumnos de más de 130 colegios en la provincia de Cádiz. Yo era el coordinador de los educadores. Fue terminar el curso y empezar a poner en marcha la Unidad de Acogida Temporal de Emergencias (UATE) en Jimena.

—¿Dejará el cargo de jefe de la UATE de Jimena y volverá a los colegios en septiembre?
—Iré donde me necesiten. Ahora mismo, la urgencia está aquí, en Jimena. Con SAMU siempre estás en alerta.

—¿Cómo surgió la UATE en Jimena?
—En junio hubo una llegada masiva de inmigrantes, muchos de ellos niños sin la compañía de un adulto. Los centros de la Junta de Andalucía están desbordados, al 200% de su capacidad y no paran de llegar menores. SAMU ya había trabajado con la Junta en el pasado en una situación similar y nos pidieron que abriéramos un recurso para acoger a estos menores de manera temporal. Fue todo muy rápido, pero no nos cogió de imprevisto.

—¿Por qué?
—Sabíamos que iban a salir a concurso varias plazas para centros de acogida de menores, algunas de ellas para el Campo de Gibraltar, así que nos movimos para buscar un recurso, una vivienda, para optar a ellas. En ese momento, nos llamaron de la Junta pidiendo ayuda. Fue un viernes. Nos dijeron ‘prepararse que os vamos a mandar a 40 niños’ y en dos horas estábamos listos. Trabajamos a contrarreloj. Aún estábamos sacando la cosas de la casa que alquilamos y metiendo las literas, cuando llegaron los primeros niños.

—¿Cuántos recursos hay en funcionamiento en Jimena?
—Dos, con 20 menores cada uno de entre 13 y 17 años. Uno de ellos es un chalet con cinco habitaciones. Es bastante grande. Allí comemos todos juntos y se realizan las actividades. El otro es una casa más pequeña que está a unos 50 metros.

—¿Cómo es la convivencia con los vecinos de Jimena?
—Por ahora perfecta. Al principio me preocupaba un poco meter a 40 menores extranjeros en un pueblo pequeño como Jimena, pero lo primero que hice fue hablar con el alcalde, que nos ofreció todo tipo de facilidades, como acceso gratuito a la piscina municipal. También hay muy buena relación con el centro de salud y la Guardia Civil, ya que algunos de ellos se fugan.

—¿Por qué se fugan?
—Algunos vienen con una idea clara, tienen un destino fijado. Bilbao, Barcelona.En la mayoría de los casos porque tienen familiares allí. Ese es su objetivo y van a hacer todo lo posible por conseguirlo.

—¿Cómo se controlan esas fugas?
—Puedes controlarlas hasta cierto punto. Esto es un centro abierto, no una cárcel. La normativa me impide cerrar el centro con llave y el que tiene claro que quiere irse se va a ir. A veces viene alguien y dice que es familiar de algún niño. Yo le pido que lo demuestre, hay que seguir un protocolo, y en cuanto lo hagan, el menor podrá irse con ellos. Me dicen que vale, pero en cuanto me doy la vuelta, el menor se ha ido. Esto ocurre en todos los centros de este tipo.

—Éste es un centro temporal de emergencia. ¿Cuánto tiempo deben quedarse? ¿Y después, a dónde van?
—No puedo decirte hasta cuándo. El sistema está taponado. Los Centros de Acogida Inmediata de Menores (CAI) y los centros residenciales están a tope. No hay plazas libres. Ni siquiera nosotros tenemos plazas libres. Todas las mañana mando un registro de menores, tras contar las fugas, y al día siguiente ya tengo niños nuevos. Estamos hasta la misma bandera. Las administraciones tienen que buscar una solución.

Una odisea de 155 kilómetros hacia la vida

Con el objetivo de salvar la vida a una niña de tan solo 20 meses, efectivos de la Guardia Civil y de cuerpos sanitarios, entre los que figuraba SAMU Málaga, llevaron a cabo a principios de junio una misión extraordinaria cuyos protagonistas difícilmente olvidarán. Consistió en el traslado de la pequeña desde el Hospital Materno de Málaga hasta el Hospital Reina Sofía de Córdoba en una situación crítica, que requirió la máxima coordinación, un despliegue logístico con muy pocos precedentes en el traslado de críticos, y el mejor desempeño de todas las personas implicadas para dar una oportunidad a una vida que tan solo comienza.

La pequeña estaba ingresada en Málaga pendiente de unos estudios que debían determinar si necesitaba un trasplante cardíaco. En ese trance, sin embargo, su situación empeoró y pasó a la UCI. Allí tuvo que ser conectada a un complejo sistema capaz de mantenerla con vida sustituyendo sus funciones vitales (ECMO, Oxigenación por membrana extracorpórea), pero este equipo solo podía ser útil para la joven paciente durante unos días.

La niña requería su traslado urgente al Hospital Reina Sofía de Córdoba: primero, porque necesitaba un trasplante cardíaco que sólo se realiza en este centro; y, segundo, porque en el Reina Sofía disponen de otro equipo ECMO más sofisticado al que la pequeña podría estar conectada durante más un tiempo, mientras esperaba la llegada de un donante compatible.

Un procedimiento sin manual

Las circunstancias eran cualquier cosa menos rutinarias. El ECMO debía instalarse en una UVI Móvil, un procedimiento para el que no existe manual, que nunca se había realizado en Andalucía y que en España sólo había uno o dos antecedentes, y el traslado debía realizarse sin ningún parón, frenazo o contratiempo durante los 155 kilómetros del trayecto.

La responsabilidad logística recayó en el Técnico en Emergencias Sanitarias de SAMU Málaga Francisco Guerrero, especializado en traslado de pacientes críticos, que actuó con el apoyo de dos de sus compañeros Miguel Ángel Maisanaba (TES) y Tatiana Mérida (enfermera). “Nunca lo olvidaré. Ha sido mi mayor reto profesional y una responsabilidad enorme. Recuerdo la llamada de Ignacio Ávila [jefe de operaciones de SAMU] en la víspera diciendo que había que preparar el traslado YA”, recuerda Guerrero.

El TES de Málaga se reunió en el Materno con el equipo de la UCIP (Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos). “Estuvimos cinco horas reunidos intensivistas, perfusionista, enfermeros de UCIP y un cirujano cardiovascular para estudiar si era posible realizar un traslado con ECMO en una ambulancia. Desmontamos otro ECMO que tenían allí similar al que estaba conectado la niña y vimos dónde y cómo podíamos transformar la UVI para que todo se acoplara y para que su funcionamiento no se viera afectado en ningún momento durante el traslado”, relata.

dos

La problemática se acrecentaba porque todo el material electromédico debía estar conectado a la red eléctrica y ésta debía mantener el abastecimiento de energía durante el trayecto: “consola de la ECMO, calentador, filtros, alrededor de 15 bombas de perfusión, respirador, monitores y un largo etcétera”, enumera el especialista de SAMU Málaga. “Me vi rodeado de grandes profesionales a los que tenía que explicar cómo actuar en mi ámbito, una UVI Móvil, algo que desconocían”.

Además de la UVI Móvil titular, se movilizó una segunda por si la primera sufría problemas eléctricos. El dispositivo se replicó en esta segunda, en la que también se cargó el soporte físico de la ECMO, un carrito metálico, que quedó vacío después de que el equipo se desmontara “hasta todo lo desmontable” para mantener el soporte de la pequeña. “El mismo día del traslado tuvimos que dedicarle otras tres horas al montaje. No podía salir bien, tenía que salir perfecto. No había lugar para el error”, recuerda Guerrero.

tres

En la UVI que transportaba a la niña estaban operativos dos intensivistas, una enfermera de UCIP, un perfusionista controlando la ECMO, y la enfermera y el propio Francisco Guerrero de SAMU. En la otra unidad, otra enfermera de UCIP y un cirujano cardiovascular preparado para actuar en caso de urgencia. Además, participó el 061 Málaga a cargo de un VIR (Vehículo de Intervención Rápida) con un técnico, un enfermero y un médico.

A las 8:00 del 31 de mayo comenzó la operación en el Materno, con salida de los vehículos a las 11:00 y llegada al Reina Sofía alrededor de las 13:00 horas.

Desde Málaga, dos motos de la Guardia Civil abrieron paso a la comitiva a fin de garantizar que el transporte no sufriera ningún tipo de interrupción ni percance, y, ya en la provincia de Córdoba, dieron el relevo a un vehículo de la propia Benemérita que llevó a los sanitarios hasta la misma puerta del hospital cordobés.

En total, fueron 155 kilómetros en unas dos horas de máxima tensión que acabaron en un éxito gracias a la coordinación de todos los implicados. Para la pequeña, fue un paso más, impulsado por más de treinta especialistas de los servicios sanitarios y de seguridad, en su particular carrera hacia la vida.

cuatro

El 83% de los técnicos recién graduados en la Escuela de SAMU ya tienen empleo

Cada vez son más los estudiantes de la Escuela de Emergencias SAMU que acceden al mercado laboral. Solo dos meses después de la graduación de los alumnos de los cursos de Formación Profesional en Técnico de Emergencias Sanitaria (TES) y en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE), celebrada el 27 de junio, el 83% de ellos ya cuentan con un contrato laboral.

Ya en julio, la tasa de inserción superaba el 66%, un porcentaje muy significativo teniendo en cuenta el poco tiempo transcurrido desde la obtención del título por parte de los más de 70 alumnos matriculados. Ahora, un mes después, SAMU ha conseguido aumentar esta cifra gracias al esfuerzo de los estudiantes, su buena preparación y las colaboraciones permanentes de SAMU con las diferentes empresas del sector.

La incorporación al mercado laboral es una de las principales preocupaciones de los jóvenes ante la alta tasa de desempleo. Una formación completa y especializada, tanto en el campo teórico como en el práctico, es fundamental para conseguir un empleo en un país donde el paro juvenil supera el 40%.

SAMU es un referente para numerosas empresas del sector, una puerta hacia el empleo, como demuestran la alta tasa de inserción laboral de los alumnos de la Escuela.  Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Alicante son los principales destinos nacionales, a los que se suman Manchester (Reino Unido) y el sur de Portugal. Nuestros alumnos no sólo son valorados dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero. Ambulancias ASM, Ambulancias Tenorio, Ambulancias Pajares, el Ayuntamiento de Coria del Río, Asistencia Los Ángeles o el propio SAMU son algunas de las entidades que apuestan por nuestros alumnos.

La Escuela de Emergencias SAMU ofrece a sus estudiantes desde hace casi 30 años una  completa formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria.

El curso de Formación Profesional de Grado Medio de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) consta de 2.000 horas en total. Está dirigido a personal no sanitario, técnicos, teleoperadores, celadores y auxiliares. A través de este curso de dos años, los alumnos aprenden a trasladar a pacientes a los centros sanitarios, prestar atención básica sanitaria y psicológica en el entorno prehospitalario, llevar a cabo actividades de teleasistencia sanitaria y a colaborar en la organización y desarrollo de los planes de emergencia, de los dispositivos de riesgo previsibles y de la logística sanitaria ante una emergencia individual, colectiva o catástrofe. En total se ofertan 120 plazas para el próximo curso 2017-2018: 60 en horario de mañana, 30 en horario de tarde y otras 30 en la modalidad de semipresencial.

En el caso del curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), se ofertan 20 plazas de mañana y otras 20 en horario de tarde. Este título está dirigido a auxiliares de enfermería en hospitalización, auxiliares de enfermería en geriatría y auxiliares de ayuda a domicilio. En total son 1.400 horas donde los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para atender a colectivos con necesidades especiales como personas mayores, discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes.

SAMU renueva y amplía sus servicios sanitarios con el Sevilla FC

SAMU se encargará por segunda temporada consecutiva del dispositivo sanitario de los partidos que el Sevilla FC juegue en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. En esta nueva temporada 2017-2018, como novedad, se ha ampliado el acuerdo con el club y SAMU cubrirá también la asistencia de urgencias y emergencias en los partidos del Sevilla Atlético, el equipo juvenil y el primer equipo femenino de la entidad sevillista, además de otras actividades en la Ciudad Deportiva del club.

Después de la exitosa experiencia de la temporada 2016-2017, SAMU renueva y amplía este servicio con el Sevilla FC. En el Sánchez Pizjuán, el equipo de SAMU despliega un dispositivo para dar cobertura sanitaria de primera intervención a posibles episodios de atención sanitaria, urgencias, emergencias y/o atención a múltiples víctimas tanto a los jugadores como a los espectadores en el estadio y el propio personal del club.

Este servicio se ha convertido en una prueba de gran éxito para la organización dada la magnitud técnica de cada evento, en un estadio con 40.000 localidades, y su enorme dimensión social. La peculiaridad principal del dispositivo en el estadio es que se trata de un recinto cerrado y con gran afluencia de público, en el que los patrones de evacuación son fundamentales.

Desvanecimientos, caídas, cortes, golpes e infartos son los incidentes más habituales en este tipo de eventos, aunque el equipo de asistencia sanitaria tiene que estar, desde antes del partido y hasta que los espectadores abandonen el estadio, en situación de alerta y preparados para intervenir frente a cualquier eventualidad.

En el primer partido de la Liga, celebrado este sábado 19 de agosto contra el RCD Espayol, SAMU desplegó un dispositivo formado por 26 profesionales, con tres médicos, ocho enfermeras y 15 TES (Técnicos en Emergencias Sanitarias), dos UVI Móvil, una ambulancia convencional, un vehículo de apoyo logístico y 10 puntos de desfibrilación precoz. Nacho Ávila, Jefe de Operaciones de SAMU, está al frente de este operativo que representa una prueba de altísimo nivel para cualquier organización dedicada a las emergencias sanitarias.

Al igual que en la temporada anterior, en este dispositivo también participarán de forma voluntaria alumnos de la Escuela de Emergencias de SAMU, lo que les permitirá profundizar y afianzar sus conocimientos y participar en la asistencia de casos reales.

Fundación SAMU acoge en Motril y Jimena a 70 menores extranjeros

LA Fundación SAMU acoge desde finales de junio, a petición de la Junta de Andalucía, a 70 menores de edad que han llegado de forma clandestina a las costas andaluzas procedentes del continente africano tras un duro viaje a través del mar.

La presión migratoria por vía marítima se ha disparado con respecto al año pasado. Según datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía, la llegada de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas en junio se multiplicó por cinco con respecto al mismo mes de 2016. Sólo en las costas gaditanas, Salvamento Marítimo rescató a 900 personas, muchas de ellas menores de edad extranjeros sin acompañamiento.

La Junta de Andalucía hizo entonces un llamamiento a diferentes entidades sociales, entre ella SAMU, que puso en marcha tres unidades de acogida temporal de emergencia (UATE), una en Motril (Granada), con 30 plazas, y dos en Jimena de la Frontera (Cádiz), con 20 plazas cada una. La mayoría de estos menores, entre 12 y 17 años, proceden de Marruecos, aunque también los hay de otras nacionalidades como Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso y Chad.

La Fundación SAMU ya ha colaborado en otras ocasiones con el gobierno andaluz en la acogida de menores extranjeros de manera urgente, principalmente en Granada, Almería y el Campo de Gibraltar. La primera vez fue en 2007. Posteriormente, la Junta volvió a contar con los profesionales de SAMU en 2009, 2011, 2012 y ahora en 2017.

En las diferentes unidades de SAMU, a estos jóvenes se les ofrece una atención integral y aprenden hábitos sociales, de higiene personal y de alimentación sana. Participan en diferentes talleres de limpieza y organización del centro, cómo hacer una cama o cómo dejar de fumar, además de actividades deportivas, clases de español, fundamental para su integración, y excursiones a la playa o al campo. Desde SAMU se trabaja para que estos menores tengan una rutina que les de seguridad y puedan alejar de su mente lo que han sufrido y han dejado atrás.

Marta Ramos (fisioterapeuta): “Es gratificante ver cómo el paciente supera sus retos”

Marta Ramos García (Santa Cruz de Tenerife, 1989) trabaja desde hace un año como fisioterapeuta en la Residencia Santa Ana y está especializada en fisioterapia neurológica y terapias ecuestres.
—¿Qué tipo de pacientes trata en SAMU?
—Trabajo con todos los pacientes de la Residencia Santa Ana, 36 en total. La mayoría de ellos sufre daños cerebrales a causa de un accidente de tráfico o por el consumo de drogas. También hay pacientes con trastorno de conducta o con la enfermedad de Huntington, una patología neurogenerativa progresiva y hereditaria que se manifiesta a partir de los 30 ó 40 años. El usuario más joven de la residencia tiene 29 años, aunque la mayoría tiene entre 40 y 50 años
—¿Cómo es tu experiencia en SAMU?
—Es muy gratificante ver cómo los pacienten superan sus retos día a día y ellos te lo agradecen. Su recuperación requiere mucho esfuerzo físico y emocional y es muy satisfactorio ver cómo evolucionan personas que llegaron al centro en silla de ruedas con un diagnóstico negativo y ahora son capaces de ponerse de pie. A simple vista, en muchos casos son pequeños avances, pero para ellos son muy importantes porque mejoran su calidad de vida.
—Al ser una recuperación tan dura y lenta, supongo que algunos sentirán frustración cuando no consiguen sus objetivos.
—Sí. Quieren superarse a sí mismos pero no conocen sus limitaciones. Tengo un paciente que está en silla de ruedas y sólo quiere caminar. Yo le enseño ejercicios que pueden beneficiarle en su día a día y, a la larga, a deambular, pero él sólo quiere levantarse y caminar y caminar. Y al final nos frustramos los dos (sonríe). Muchos se comparan con otros usuarios que no tienen la misma afección física o quieren volver a ser tal y como eran antes. Esto se suma a que algunos sufren una afección cognitiva y no son conscientes de sus limitaciones. Es un quiero pero no puedo que les frustra.
—¿Cómo trabaja esta frustración?
—Aquí trabajamos todas las áreas en conjunto, de forma integral. En muchas ocasiones pido ayuda a los compañeros del área de psicología y juntos tratamos al paciente.
—Está especializada en fisioterapia neurológica en adultos, pero también realizó un máster en terapias ecuestres por la Universidad Pablo de Olavide. ¿Qué beneficios aportan estas terapias?
—Las terapias ecuestres aportan un beneficio tanto cognitivo como físico, porque el movimiento que hace el caballo es el mismo movimiento de caderas que hace el ser humano cuando camina. Para los usuarios que van en silla de ruedas, ir en un caballo es como si fueran caminando, porque sus caderas hacen el mismo movimiento y ejercitan mucho el tronco. Por otro lado, cognitivamente, el vínculo que se crea entre el animal y el usuario es muy fuerte y muy beneficioso para los niños autistas, por ejemplo. En otros casos como los pacientes con parálisis cerebral, no funciona tanto.
—¿Recomienda este tipo de terapia?
—Sí, mucho. Me gustaría llevar a un grupo de usuarios de la Residencia Santa Ana a una sesión de terapia ecuestre y a que conozcan mi caballo, Orballo, que significa chirimiri en gallego, y que ya es famoso en la residencia. Me preguntan constantemente por él. Lo adopté, era un caballo al que habían maltratado.

De la Universidad de Texas a la Escuela de Gelves para pasar a la acción

Cerca de una treintena de estudiantes norteamericanos de Premedicina de la Universidad de Texas, en Dallas (Estados Unidos), han participado este verano en la Escuela de Emergencias SAMU, situada en el municipio sevillano de Gelves, en un intenso y completo curso de emergencia prehospitalaria (Prehospital Emergency Assistance Course), como formación básica para la intervención en emergencias.

Estos alumnos norteamericanos han acudido al centro de formación de SAMU divididos en dos grupos y durante dos semanas diferentes, ambos durante el mes de julio. El primer equipo contó con once participante, y quince el segundo.

Durante cuatro días, los estudiantes han participado en un intenso curso de formación que incluía clases teóricas y numerosos ejercicios prácticos, siguiendo así el lema que fomenta la Escuela: aprende haciéndolo. “Son alumnos con una base teórica muy fuerte pero apenas han practicado con pacientes reales”, explica Juan González de Escalada, director de la Escuela SAMU. “Durante su formación en EEUU, acompañan a los profesionales, ellos le llaman hacer de sombra, pero no tocan al paciente. De ahí que este curso sea tan interesante y útil para ellos”, continúa el director. “El hecho de que tengan una importante base teórica nos ha permitido avanzar más rápido en este campo y poder hacer muchos más ejercicios, completando así su formación”.

Las jornadas han sido “maratonianas”, recuerda Juan González de Escalada. El equipo de SAMU recogía a los estudiantes de su residencia a las ocho de la mañana y regresaban a las diez o diez y media de la noche. El programa ha incluido lecciones y talleres de soporte vital básico y soporte vital avanzado, inmovilización de pacientes, asistencia a múltiples víctimas y cómo coger vías venosas a los pacientes, además de ejercicios de gestión integral en los que se simulaban accidentes de tráfico, entre otras catástrofes, y se le prestaba especial atención al trauma prehospitalario.

El sistema prehospitalario en EEUU, a diferencia del español, no cuenta con la participación de médicos, sino que son los paramédicos los encargados de salir a la calle y atender a las víctimas en una emergencia. “Este curso les permitirá a los alumnos, todos ellos médicos en formación, ser capaces de valorar en un futuro el servicio prestado por los paramédicos”, explica Juan González de Escalada.

Tras cuatro intensos días, el curso concluyó con un ejercicio integral final, en el que los alumnos pusieron en práctica todo lo aprendido. Así, se simularon accidentes de tráfico y ferroviarios con múltiples víctimas. Para hacerlo lo más real posible, se utilizaron efectos especiales de sonido y humo, y se caracterizó con maquillaje a las personas que voluntariamente participaron como pacientes, entre ellas el director de la propia Escuela, como se puede apreciar en la foto de portada de esta revista.

El curso, impartido íntegramente en inglés con personal bilingüe, ha contado con tres instructores, además de un profesional encargado de la logística y el director del centro. Éste ha sido muy valorado por los alumnos en todos los aspectos, desde los profesores hasta los recursos y las instalaciones disponibles, y le han otorgado una nota media de 4,78 sobre 5, lo que pone de manifiesto su alto grado de satisfacción.

Ésta ha sido la primera vez que se ha desarrollado un curso de verano de estas característica y duración en la Escuela de Emergencias SAMU. El pasado año, también acudió al centro un grupo de estudiantes norteamericanos pero sólo durante un día.

Estos jóvenes forman parte de un programa lúdico-educativo y cultural puesto en marcha por la organización Global Education and Career Development Abroad, que facilita a los estudiantes estadounidenses prácticas en el extranjero en las que integran rotaciones en hospitales, cursos formativos como el de la Escuela SAMU y excursiones y visitas culturales por los alrededores de Sevilla, además de clases de español. Estos programas tienen una duración entre las cuatro y las seis semanas, durante el verano.

Más del 66% de los alumnos graduados hace un mes en la Escuela de Emergencias SAMU ya tienen un contrato de trabajo

Más del 66% de los alumnos graduados hace sólo un mes en Técnicos de Emergencias Sanitaria (TES) y en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE) en la Escuela de Emergencias SAMU ya tienen un contrato de trabajo.

La incorporación al mercado laboral es una de las principales preocupaciones de los jóvenes ante la alta tasa de desempleo. Una formación completa y especializada, tanto en el campo teórico como en el práctico, es fundamental para conseguir un empleo en un país donde el paro juvenil supera el 40%.

La inserción es una realidad en SAMU, un referente para numerosas empresas del sector. La prueba está en que apenas un mes después de que los alumnos de los cursos de Formación Profesional en TES y TECAE se graduaran el pasado 27 de junio, el 66,19% ya tienen un contrato de trabajo. En concreto, de los 71 estudiantes que realizaron estos cursos, 47 tienen empleo.

Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Alicante son los principales destinos nacionales, a los que se suman Manchester (Reino Unido) y el sur de Portugal. Nuestros alumnos no sólo son valorados dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero. Ambulancias ASM, Ambulancias Tenorio, Ambulancias Pajares, el Ayuntamiento de Coria del Río, Asistencia Los Ángeles o el propio SAMU son algunas de las entidades que apuestan por nuestros alumnos.

La Escuela de Emergencias SAMU ofrece a sus estudiantes desde hace casi 30 años una  completa formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria.

El curso de Formación Profesional de Grado Medio de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) consta de 2.000 horas en total. Está dirigido a personal no sanitario, técnicos, teleoperadores, celadores y auxiliares. A través de este curso de dos años, los alumnos aprenden a trasladar a pacientes a los centros sanitarios, prestar atención básica sanitaria y psicológica en el entorno prehospitalario, llevar a cabo actividades de teleasistencia sanitaria y a colaborar en la organización y desarrollo de los planes de emergencia, de los dispositivos de riesgo previsibles y de la logística sanitaria ante una emergencia individual, colectiva o catástrofe. En total se ofertan 120 plazas para el próximo curso 2017-2018: 60 en horario de mañana, 30 en horario de tarde y otras 30 en la modalidad de semipresencial.

En el caso del curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), se ofertan 20 plazas de mañana y otras 20 en horario de tarde. Este título está dirigido a auxiliares de enfermería en hospitalización, auxiliares de enfermería en geriatría y auxiliares de ayuda a domicilio. En total son 1.400 horas donde los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para atender a colectivos con necesidades especiales como personas mayores, discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes.