Carta de despedida desde SAMU Rivas: “Todo lo que no pude deciros”

Cuando alguien se plantea trabajar con menores y además tiene una determinada edad, lo primero que piensa es: «¡Qué pereza!». Después de unos años sin que mi trabajo estuviese relacionado con adolescentes, volví con ellos. Y mi experiencia no ha sido nada parecida a lo que pensaba.

Llegaron a una nueva casa. Nueva era yo para ellos, y ellos para mí. Ahí estaban. Con su pequeña maleta cargada de rebeldía, de pensamientos inmaduros en la mayoría de ellos, de miedo y expectación. Pero también cargada de sueños, ilusiones y experiencias que vivir.

Quiero deciros que, aunque habéis sacado lo peor de mí en muchos momentos, y que en algunos otros os he odiado, todo hay que decirlo –odiar es una emoción pasajera y, por suerte, reversible, mis queridos chicos–, también he sentido mucha ternura y mucho cariño –porque también queréis–. Me he sentido muy acompañada –porque dais calor–. ¡Cuántas sonrisas me habéis robado, mis buenos ladrones!
Me habéis transmitido la emoción de ser joven. Esas risas disparatadas, esos juegos que después de una determinada edad es difícil que vuelvan. ¡Cuántos abrazos, besos y también lágrimas! Unas veces amargas y otras, tan dulces como vuestras sonrisas.

No ha sido mucho tiempo el compartido, apenas ocho meses, pero me llevo un trocito de todos y cada uno de vosotros. Un trocito que recordaré e intentaré cuidar. Un trocito que guardo en el cajoncito de las buenas cosas vividas.

Espero que la injusticia, la intolerancia, la falta de conciencia y de respeto hacia las personas no borren vuestra luz, y que podáis brillar más allá de prejuicios, estereotipos o trámites administrativos. Algunos ya lo estáis haciendo y otros lo conseguiréis. Ojalá se cumplan vuestros sueños. No os olvidéis nunca de ellos, os los merecéis.

Os deseo lo mejor y para vosotros es hoy mi mejor sonrisa, pero tenéis que permitirme que os diga por última vez: ¡Portaos bien! Hacedlo con vosotros mismos y con los demás, y jamás os dejéis de querer. ¡Corred! ¡Corred tras vuestros sueños, mis queridos niños!

Autora: Lola Piñero Vázquez. 
Exeducadora de SAMU Rivas.

Sueños en la Alhambra

Washington Irving escribió: “Estoy pisando una tierra encantada y me encuentro rodeado de románticos recuerdos. […] Fue siempre esta ciudad objeto que despertó mis sueños; mi fantasía recorrió con frecuencia las románticas estancias de la Alhambra. Y he aquí, por vez primera, realizado un sueño. Sin embargo, no doy crédito a mis sentidos y hasta dudo que habite el palacio de Boabdil o que contemple la hermosa Granada desde sus balcones”.

Con la misma fascinación del escritor estadounidense del Romanticismo, los menores de RB Motril de SAMU tuvieron la oportunidad de visitar este lugar mágico: la Alhambra, el Castillo Rojo, Fortaleza del Reino de Granada y corazón de la misma.

Algunos de ellos no conocían su historia, y quedaron asombrados al conocer las batallas, logros y sucesos que tuvieron lugar en esas paredes rojizas. Se sintieron muy cerca de sus orígenes en cada escritura árabe que adornaba sus rincones, compartiendo su significado con los compañeros que desconocían el idioma. Y a su vez, orgullosos, cuando escuchaban a los guías hacer hincapié en la riqueza que la civilización musulmana, en su paso por España, nos había dejado. Gracias a su pasión y culto por el agua, a la vegetación y a sus conocimientos arquitectónicos llenos de gran talento, minimalismo y perfección, podemos disfrutar hoy en día de lugares como la Alhambra, el Generalife, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla y la Alcazaba de Málaga, entre otros.

En Fundación SAMU intentamos dar respuesta a las necesidades de estos jóvenes. No sólo a las más básicas, sino también a las que intentan fomentar su diversión y aprendizaje, las cuales puedan recordar cuando sean mayores y les hagan crecer como personas.

Estos jóvenes llegan a nuestro país solos, con dudas, asustados. Y aunque desde nuestra fundación trabajemos a diario la integración, vivimos en una sociedad que, en ocasiones, no lo pone fácil. De ahí la importancia de que ocupen un lugar en ella.

Allí se sintieron parte de nuestra historia, parte de un todo que desemboca en el mismo lugar, las personas. Sin importar raza u origen, todos estaban allí, contemplando el arte, llenando su curiosidad con cuentos e historias de la Alhambra, y pudieron contemplar que hay mil motivos para seguir aprendiendo, para seguir confiando y obtener todo aquello por lo que un día arriesgaron, una nueva vida, llena de posibilidades.

Es fascinante cómo un detalle marca la diferencia. Cómo se puede cambiar ciertos pensamientos en un solo día de convivencia y de nuevas experiencias. Ellos comprendieron todo el esfuerzo que se realizó desde dirección para conseguir las entradas, de cuantas personas intentaban acceder ese día sin poder hacerlo, de la planificación y el cariño que pusimos para poder llevar a cabo este viaje tan especial.
En el residencial no somos conscientes de las habilidades sociales que les transmitimos hasta que no llevamos a cabo actividades como éstas, donde te sientes orgullosa de ellos y de todo el equipo.

Alhambra: Gracias por adornar un día de su vida; gracias por pintar en ellos una sonrisa de esperanza.

 

Autora: Rebeca Sánchez García. RB Motril SAMU

Lucía y José Luis, familia de acogida: “Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos”

Desde el recurso RB Motril SAMU queremos contar la historia de dos de nuestros niños más pequeños. Gracias a todo el equipo, hemos logrado que puedan estar juntos en una familia de acogida, la familia de Lucía, José Luis y su hijo Sergio. Llenos de cariño e ilusión, comenzaron este viaje para poder ofrecer lo mejor que tenían. Y no, no era una cuestión de dar, sino de recibir, y mucho, porque, tras esta breve conversación con Lucía, nos hemos dado cuenta de lo feliz que se sienten, de cuánto les ha aportado esta experiencia, y de lo maravilloso que es dar sin esperar nada a cambio.

—¿Conocían la posibilidad de ser familia de acogida para menores en protección?
—No, no tenía ni idea de que existía esta posibilidad. Siempre hemos querido ser una familia numerosa, nos hemos criado con hermanos, y sabíamos de la importancia de una infancia con hermanos. Sin embargo, tras tener a nuestro hijo, tuvimos problemas y no pudimos tener más. Así que al ver que un familiar tenía a un niño en acogida permanente, me informé y descubrí que existía la posibilidad de disfrutar los fines de semana con alguno de estos niños en protección, así que no dudamos en dar un paso adelante.

—Ante la decisión de querer ser familia de acogida, ¿han sentido miedo?
—Nunca hemos tenido miedo, aunque a veces sí hemos sentido incertidumbre. Escuchábamos que se daban casos de robo y amenazas en los barrios cercanos a un centro de menores aquí al lado, pero quitando eso, estábamos muy ilusionados.

—¿Cómo son Sadja e Ismail? ¿Por qué dos niños en acogida?
—Nuestro primer menor en acogida estuvo muy poco tiempo con nosotros y le costaba relacionarse con la familia. Cuando conocimos a Sadja e Ismail, nos dimos cuenta de que eran dos niños muy cariñosos y bromistas. Son educados y respetan a todo el mundo. Sé que están muy unidos por su situación, y en ningún momento quisimos separarles. Así que aquí estamos, con estos dos peques formando parte de nuestra familia de una forma muy especial.

—¿Qué suelen hacer con ellos?
—Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos. Me acompañan cuando salgo a correr, hacen deporte conmigo, hablamos mucho en casa, paseando… Hacemos excursiones en familia, vamos al cine, hacemos deberes… Me hacen formar parte de su vida y eso es muy bonito, disfruto mucho de su compañía.

—¿Cómo han reaccionado las personas de su entorno?
—Tanto nuestra familia como nuestros amigos nos apoyaron en esta decisión. Están integrados con ellos, incluso con el resto de vecinos. No sentimos ninguna muestra de racismo por parte de nadie, al revés, todos quieren conocerlos.

—¿Qué palabra usarías para definir esta experiencia?
—Gratificante. Para mí ha sido un aprendizaje y además una ayuda para mi hijo. Está aprendiendo a compartir, a ayudar. Le encanta estar con ellos, jugar, conocer su cultura. Está siendo consciente de lo afortunado que somos al estar juntos, que hay muchas familias que por circunstancias no pueden. Todos estos valores tan humanos y tan necesarios son gracias a la experiencia de ser familia colaboradora, y con eso me quedo.

Autoras: Rebeca Sánchez y Miriam Núñez. RB Motril SAMU

SAMU Dúrcal guía a los Menas hacia su futuro laboral

El 29 de junio el equipo de SAMU Dúrcal (Granada) recibía una noticia de la mano de su responsable del área de menores en Andalucía Oriental, Juan Manuel Aveledo: Nuestro centro de Acogida Inmediata se convertía en un centro ISL, Centro de Inserción Social y Laboral. Un centro de Inserción Socio-Laboral, como su nombre indica, tiene como principal objetivo la integración social y laboral de un colectivo en riesgo de exclusión social.

En nuestro caso, se trata de un grupo de menores extranjeros no acompañados, de edades comprendidas entre 16 y 18 años. Es el mismo grupo de adolescentes con el que convivimos desde hace un año. Puede parecer un dato pueril, pero no lo es. Estos chicos seguirán viviendo en el mismo entorno, el que ya consideran su hogar; seguirán teniendo los mismos profesionales como personas de apoyo y referencia. El mismo equipo de profesionales que dio comienzo a su proyecto de integración en el país de acogida tiene ahora la oportunidad de dar continuidad y acompañamiento hasta su edad de emancipación. Conocemos a nuestros jóvenes, conocemos sus valores, sus actitudes y sus características personales. Disponemos de un trabajo previo del que partir.

Sabemos que nos enfrentamos a un gran reto. Nuestro objetivo de inserción laboral pretende, además de mejorar las oportunidades de acceso, intentar su permanencia en el mercado laboral.

En cualquier revisión bibliográfica de programas de intervención social podemos encontrar referencias a nuestro colectivo como un colectivo vulnerable. El ser humano no es un ser aislado, es un ser en continua interacción con el medio en el que vive, un medio con un amplio abanico de dimensiones a las que debe adaptarse.

La dificultad en ese proceso de adaptación al medio, ya sea social, laboral, comunitaria, de relación interpersonal, educativa, o cualquier otra, le confiere la condición de vulnerabilidad. Con orientación, asesoramiento y apoyos adecuados se pueden reducir los desajustes entre competencias y exigencias sociolaborales, minimizando así los factores de vulnerabilidad.

Por ello, trabajaremos desde el convencimiento de que proveer a nuestros menores de los apoyos, soportes y recursos adecuados y necesarios, en las áreas de desarrollo que lo requieran, les permitirá superar las limitaciones, dificultades y el riesgo de exclusión que la propia condición de vulnerabilidad les otorga.

El objetivo al que nos enfrentamos, con gran ilusión, es favorecer la integración social a través de su inserción laboral mediante itinerarios integrales y personalizados de intervención, asesoramiento y acompañamiento en todo su proceso de inserción. Las acciones que pretendemos llevar acabo comprenden programas de orientación, capacitación personal, formación ocupacional y profesional, formación prelaboral, prácticas formativas en empresas y fomento de la contratación.

Queremos trabajar con el propósito de identificar áreas de funcionamiento que requieran apoyo, qué tipo de apoyo y diseñar estrategias de intervención formativa para trabajar su adquisición, desarrollo y mejora.

El contexto laboral va a exigir a nuestros jóvenes competencias de carácter intelectual, afectivo, relacional y laboral necesarias para el desempeño de cualquier actividad profesional, competencias que van a requerir de los mismos un saber, un saber hacer y un saber ser y estar. La adquisición y desarrollo de estas competencias será el resultado de la adquisición y desarrollo de una serie de capacidades cognitivas, afectivas, psicomotoras y sociales que nuestros jóvenes deberán integrar y combinar de forma adecuada, para dar respuesta a cada una de las exigencias laborales que deberán afrontar.

Este proyecto apuesta por tejer redes de colaboración dentro y fuera del municipio de Dúrcal. Pretendemos construir una red de colaboración con los diferentes actores implicados en mercado laboral: empresarios, formadores y los jóvenes.

Potenciaremos las relaciones de cooperación con las empresas que ya colaboran con proyectos similares y con empresas que tengan asumidos estándares de responsabilidad social corporativa, así como el apoyo y orientación para el autoempleo a aquellos jóvenes que destaquen por ser potenciales emprendedores.

Hoy cobra mayor sentido, si cabe, el lema de Fundación SAMU: “Nuevos tiempos, nuevos retos”.

 

Autora: Siham Khaifa El Abdi. Auxiliar técnico educativo ISL SAMU Dúrcal.

“El que no tiene miedo en un incendio no es un valiente, es un inconsciente”

Eduardo Sánchez (Sevilla, 1971) trabaja como bombero desde hace 17 años tras abandonar su trabajo en una empresa dedicada a la organización de eventos y decidirse por cumplir su sueño de niño. Desde hace algunos años colabora con SAMU en el desarrollo de varios cursos de formación como el de rescate en altura y el de seguridad dirigido a la plantilla de la organización.

—¿Por qué decidió ser bombero?
—Era un sueño que tenía desde niño, pero, en un primer momento, me dediqué a otra cosa totalmente diferente: la organización de eventos. Un día conocí a un bombero que me animó a presentarme a las oposiciones y así lo hice. Tenía 28 años.

—¿El riesgo de ser bombero es mayor al de su empleo anterior?
—Todos los trabajos tienes cosas buenas y cosas malas. En mi antiguo trabajo yo era el encargado de que todo saliera adelante. Me encargaba de contratar el catering, la orquesta, el equipo de luces, de sonido, la carpa… Si alguna de esas cosas fallaba, el responsable era yo y esa presión me quitaba el sueño a veces. Como bombero, tengo otro tipo de presión. Hay situaciones que te crean mucho estrés, como por ejemplo cuando alguien se encuentra atrapado. En una ocasión, el brazo de una mujer se quedó atrapado en una maquina amasadora. Ver a esa persona consciente, llorando y suplicándote que la saques de allí te crea mucho estrés. Cuando la gente ve llegar a los bomberos piensa ‘ya está el problema resuelto’, pero no es así. Cada caso es único. De hecho, la primera y única vez que he desmontado una máquina de amasar fue esa. También es un trabajo muy gratificante cuando sale todo bien. Las pasadas navidades, una chica metió los dedos en una trituradora de papel. Era una oficina llena de gente y la chica no paraba de llorar y gritar. Fue muy estresante, pero cuando salvamos su mano todo el mundo aplaudió. Fue muy emocionante.

—¿Ha pasado miedo alguna vez?
—Muchas veces. El que no tiene miedo en un incendio no es un valiente, es un inconsciente. El valiente es el que tiene miedo y lo supera. Como bombero, sabes que existe un peligro, te da miedo, por supuesto, pero sabes que tienes que hacerlo y lo haces. Tampoco te paras mucho a pensar. Sabes que tienes que entrar en un incendio y entras. Siempre quieres pensar que no te va a pasar nada.

—¿Ha vivido alguna situación que no le gustaría volver a repetir?
—Sí, especialmente incendios con mucha temperatura o con mucho humo en los que sabes que la salida está muy lejos y no puedes respirar bien. Pero una de las situaciones más complicadas fue cuando tuvimos que rescatar a dos albañiles que estaban subidos en un andamio de tres pisos de altura. Estaban derribando una casa cuando una de las paredes cedió. Cuando llegamos, los albañiles ya llevaban entre 15 y 20 minutos sujetando la pared encima del andamio. Subimos dos a relevarles, los albañiles bajaron y ahora el marrón era nuestro. Si soltábamos, la pared nos aplastaba y nos tiraba al suelo desde una altura de tres pisos. Íbamos pensando qué hacer mientras sujetábamos la pared por turnos. Al final, conseguimos sujetarla y tirarla sin riesgo, pero hubo momentos en los que pensaba que la pared podía caerme encima.

—¿Cómo surgió su colaboración con SAMU?
—Un año fui como bombero voluntario al Crisis Task Force, experiencia que repetí varios años más. A raíz de ahí conocí a Juan González de Escalada, director de la Escuela SAMU. Más tarde, fui a conocer las instalaciones de la Escuela y surgió la oportunidad de colaborar impartiendo un curso de rescate en altura. Yo estaba muy liado y tenía mucho trabajo, pero al final accedí y empecé a venir los lunes por la mañana.

—¿Cómo fue la experiencia de ese primer curso?
—Muy buena. Me lo pasé tan bien que decidí reservar los lunes para SAMU. De hecho, dos de mis alumnos, Noelia y Pablo, ambos enfermeros, están trabajando actualmente en un helicóptero de rescate en Castilla y León. Para mí, eso es un orgullo. La primera vez que hicieron un nudo en una cuerda fue conmigo y ahora están rescatando a personas en un helicóptero.

—Actualmente imparte un curso dirigido a los trabajadores de SAMU sobre seguridad y cómo actuar en caso de incendio. ¿Cuáles son los objetivos de este curso?
—Los objetivos principales son saber qué hay que hacer en caso de incendio, tener conocimientos de cómo es un incendio en realidad y aprender a usar un extintor. El 90% de la población tiene una imagen distorsionada de lo que es un incendio. Lo que vemos en la tele y en el cine no es real, y eso causa mucho daño y da una falsa seguridad.

—¿A qué se refiere exactamente?
—Si cogiera a toda la población, la sentara en mi cama y le dijera: “Voy a encender un mechero abajo, en el salón, y por cada minuto que estéis sentados en la cama os voy a dar mil euros”. Estoy seguro de que el 80% no salía de mi casa. Las personas no conocen la velocidad real de un incendio interior. Ellos conocen el fuego que ven en la televisión, donde dos personas se pelean durante media hora rodeados por las llamas, o el fuego de la chimenea o un incendio exterior, que son muy diferentes.

—¿En qué se diferencian?
—En una chimenea, el 80% de la energía y el calor se van por el tiro; y en un incendio exterior, se va todo, por supuesto. Sin embargo, en un fuego interior, toda la energía se queda ahí y se retroalimenta. En un minuto y medio, una habitación queda totalmente en llamas, y en dos minutos, todo aquel que no haya salido de la casa se queda atrapado.

—¿Cree que no somos conscientes de los peligros que supone un fuego?
—En España existe muy poca cultura de la prevención. La gente piensa que los accidentes de tráfico y los incendios sólo los tienen los demás o las personas despistadas, y no es así. Un aire acondicionado o una tele, sólo por el hecho de estar enchufados, pueden salir ardiendo, aunque estén apagados. Tampoco somos conscientes del peligro del humo, que contiene monóxido de carbono y actúa como anestesia. Cuanto más monóxido respires, más te duermes. He ido a muchos incendios en los que te encuentras a personas muertas en sus camas sin que las llamas hayan llegado a la habitación. La población no es consciente de lo importante que es tener detectores de humo en casa. ¿Sabes cuánto cuesta un detector? Seis euros.

Escuela SAMU: En la élite de la formación en emergencias

La National Association of Emergency Medical Technicians (NAEMT), líder internacional en programas educativos de emergencias sanitarias, ha concedido a Escuela SAMU el título de centro oficial de entrenamiento y formación NAEMT. La escuela se convierte así en el primer centro de formación de España en conseguir este importante certificado.

Hasta ahora, Escuela SAMU acogía en sus instalaciones cursos de NAEMT dirigidos a profesionales del sector de las emergencias que buscan mantener el máximo nivel de especialización con una formación continua, como es el caso del curso cuyas fotografías ilustran este reportaje. A partir de ahora, Escuela SAMU no sólo cederá sus instalaciones y recursos, sino que pasa a ser un centro NAEMT de manera oficial, lo que le concede autonomía para gestionar, planificar y organizar dichos cursos.

“Lograr ser un centro acreditado NAEMT ha sido un gran reto. Gracias a este sello de calidad, quedan demostrados el nivel de exigencia y la calidad de enseñanza de SAMU”, explica Thomas Couyotopoulo, subdirector de Escuela SAMU.

Desde SAMU destacan la filosofía de trabajo y formación que existe en EEUU dentro del sector de las emergencias, muy diferente a la llevada a cabo en Europa, pero que cada vez es más demandada por profesionales del ámbito prehospitalario.

“Los americanos tienen mucha experiencia en el ámbito militar que han extrapolado al ámbito civil, como la medicina táctica. En EEUU el nivel de exigencia es muy alto, y se trabaja muy rápido y bien”, continúa Thomas Couyotopoulo. “En Escuela SAMU tenemos una forma de enseñanza un tanto peculiar, muy práctica, e intentamos ser muy eficaces y eficientes, por lo que estamos muy cerca de la filosofía de trabajo NAEMT, aunque aún tenemos muchos aspectos que mejorar”.

“Es un privilegio y un honor para SAMU tener esta certificación, y también supone un paso adelante en cuanto a nivel de exigencia y forma de enseñar”, destaca el subdirector de la Escuela. “Durante el proceso previo a la consecución del certificado, tanto el centro como los instructores fueron sometidos a unas auditorías que nos han permitido ser más exigentes con nosotros mismos, algo que nos ha ayudado a crecer como centro de formación”.

Cursos certificados por NAEMT

Escuela SAMU se estrenará como centro NAEMT con uno de los cursos más famosos y demandados de la organización americana, el Prehospital Trauma Life Support (PHTLS). Este curso de Soporte Vital en el Trauma Prehospitalario es el programa líder mundial (52 países) en el manejo prehospitalario de los pacientes politraumatizados. Se fundamenta en una filosofía de asistencia prehospitalaria al trauma que incide en el tratamiento multiorgánico del paciente traumático como una entidad única con unas necesidades específicas que requieren una valoración y tratamiento que difieren del manejo médico tradicional.

Este curso, cuya fecha aún está por determinar, se desarrollará de manera on line durante 30 días, y culminará con tres días de formación presencial en horario de mañana y tarde.

También está previsto que se impartan diferentes cursos de medicina táctica, como el TCCC (Tactical Combat Casuality Care), dirigido a personal civil y, fundamentalmente, militar que desarrolla su labor en zonas hostiles o desplegado en zonas de combate; y cursos pediátricos como el Emergency Pediatric Care (EPC), un programa educativo que proporciona una metodología de evaluación inicial del paciente pediátrico que permite al alumno profundizar en la fisiopatología y manejo asistencial de las principales urgencias pediátricas.

SAMU se encargará de la cobertura de emergencias sanitarias del Sevilla FC y todas sus categorías inferiores

SAMU ha llegado a un acuerdo con el Sevilla FC para asumir la cobertura de emergencias sanitarias del primer equipo del club , todas sus categorías inferiores ,personal técnico y los espectadores en las instalaciones tanto del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán como de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios durante la temporada que está a punto de comenzar, tanto en las competiciones nacionales como internacionales.

Es la tercera campaña en la que SAMU se encargará del dispositivo sanitario de los partidos del Sevilla FC, tras la experiencia de las temporadas 2016/2017 y 2017/2018. La empresa de emergencias, con sede en Sevilla, ofrecerá cobertura sanitaria de primera intervención ante posibles episodios de atención sanitaria, urgencias, emergencias y/o atención a múltiples víctimas tanto a los futbolistas,  espectadores y al propio personal del club.

SAMU, con 38 años de experiencia, es especialista en la planificación y organización de dispositivos sanitarios para acontecimientos y eventos deportivos que implican grandes concentraciones de personas. En el Sánchez Pizjuán, ofrecerá un despliegue de elementos organizativos, logísticos y asistenciales, con personal altamente cualificado y experto en la materia, a fin de poder resolver cualquier eventualidad.

 

Nuevos patrones para las singladuras de Disfrutamar

Cuatro trabajadores de SAMU recibieron el 5 de julio el título de Patrón de Embarcación de Recreo (PER) tras superar un curso de un total de 76 horas de formación teórico-práctica.

Este curso se enmarca dentro del desarrollo del programa Disfrutamar, impulsado por Fundación SAMU con la colaboración con Obra Social La Caixa. Esta formación tiene como objetivo habilitar a profesionales de SAMU para que puedan participar en las propias actividades del programa Disfrutamar y patronear las embarcaciones.

Disfrutamar es un proyecto pionero en el ámbito de la discapacidad intelectual enfocado a la mejora de la calidad de vida de las personas mediante la náutica y el deporte. A través de expediciones marítimas, las personas con discapacidad pueden adquirir nuevos aprendizajes referidos tanto a la comunicación con los demás como a la expresión y el reconocimiento de sus propias sensaciones.

“Gracias al apoyo de La Caixa, al que se han sumado varios propietarios de barcos, el programa Disfrutamar nos permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica, haciendo que los chicos vivan experiencias inolvidables”, explica Carlos González de Escalada, director general de SAMU e impulsor de la iniciativa.

Esta segunda edición del curso de PER empezó el 28 de enero y finalizó el 1 de abril, con clases todos los lunes en horario de tarde. Las clases teóricas se desarrollaron en las oficinas de SAMU y también se efectuaron 18 horas de prácticas con embarcación a motor en Chipiona.
El temario del curso incluye temáticas como nomenclatura náutica, elementos de amarre y fondeo, seguridad en la mar, legislación, balizamiento, maniobra y navegación, emergencias en la mar, meteorología, teoría de navegación y carta de navegación.
Para la obtención del título, los alumnos tuvieron que superar una prueba teórica que constó de 45 preguntas tipo test.

El sueño común de un joven excepcional

Dentro de este mar de historias que narran nuestros muchachos acogidos en centros gestionados por Fundación SAMU, ha llegado el momento de dar voz a Abdoulaye C., un joven que reside en la Unidad ISL SAMU Bornos (Cádiz). Abdoulaye es todo un ejemplo de perseverancia y superación.

Aquellos que conocen a Abdoulaye, por su forma de jugar al fútbol, le llaman Kanté, haciendo referencia al famoso jugador francés N’Golo Kanté, pero a él le gusta que le llamen cariñosamente Abdoul, como hacían desde que era pequeño. Y es que Abdoul muestra siempre un carácter afable y cercano.

En su historia encontramos un arduo viaje repleto de grandes dificultades y hazañas hasta llegar a nuestro país. Pero Abdoul no quiere mirar atrás, sino “salvar los obstáculos que le impiden jugar en la Primera División de nuestro fútbol”, como afirma el menor. Es su gran meta.

Abdoulaye, originario de Mali, no lo tuvo fácil desde los comienzos en esta afición. Sus padres no respaldaban su interés por jugar a fútbol y deseaban que, como los menores de su edad, se aplicara en la escuela para posteriormente buscar trabajo. Tampoco lo creían viable ya que su dedicación y entrega por el balón tenían como consecuencia, en muchas ocasiones, las lesiones. Él, sin embargo, siempre tuvo muy claro que su pasión era dedicarse a este deporte. Desde los once años, acudía asiduamente a una humilde pero exigente asociación deportiva donde podía seguir forjando su gran sueño. “No nos permitían jugar en la calle ya que tenían miedo a que nos hiciéramos daño y no pudiéramos jugar”, recuerda nuevamente Abdoul. Él quería llegar muy arriba y, a medida que iba creciendo, sentía cada vez con más fuerza que el camino hacía su meta se encontraba lejos de la tierra que le vio crecer.

Dificultades como éstas eran paliadas con pensamientos positivos que le llenaban, aun más si cabe, de ilusión. Pensaba en la difícil trayectoria que también han tenido otros grandes jugadores que se han convertido en estrellas, o se deleitaba viendo jugar a ídolos como Xavi Hernández. Abdoulaye sonríe mientras recuerda a este último y comenta que “el fútbol en España ha adquirido una nueva dimensión viendo jugar a Xavi Hernández”. “Es un jugador que ha marcado un estilo y podría decirse que se encuentra entre los mejores centrocampistas españoles. Los centrocampistas son quienes elaboran el juego y esto lo hacía Xavi como nadie lo ha hecho nunca”. Quizás por esta forma de amar y entender el fútbol al menor le gusta jugar en esta posición. Él disfruta más estructurando al equipo con su visión de juego que marcando goles.

Actualmente, este joven maliense juega en el primer equipo de la Unión Deportiva de Villamartín, que compite en la primera división andaluza con muy buenos resultados. Sin embargo, como otros chicos en su situación, no ha podido jugar ningún partido oficial con su equipo pues para hacerlo debe federarse y legalizar su situación España.

Es una circunstancia que vive resignado pero con el optimismo que le caracteriza y que contagia a quienes le rodean, como sus compañeros de equipo. Así lo corrobora Manuel, uno de sus entrenadores, quien ensalza estos aspectos afirmando que “Abdoul es un chico sobresaliente con aptitud y actitud para jugar”.

Todos los días sin excepción sale a correr con independencia de que llueva o haga frío. En su tiempo libre perfecciona varios idiomas después de asistir al CEPER de la localidad de Bornos. Este es el mensaje que transmite a diario a sus compañeros: “Detrás del esfuerzo y una rígida rutina puede haber una recompensa pero si sólo piensas en ello, no sucederá nada”. Así vive Abdulaye su gran sueño, con entusiasmo y dedicación, porque es perfectamente conocedor que las grandes cimas se alcanzan con grandes sacrificios.

Eco-SAMU: Pequeñas acciones para un gran cambio

Las diferentes cumbres internacionales sobre el cambio climático han puesto de manifiesto una realidad incuestionable: el mundo tal y como lo conocemos está amenazado. De la misma forma que existe consenso en la comunidad científica sobre esta realidad, vivimos el alzamiento de la ciudadanía, las instituciones y también las empresas para proteger de manera eficaz el espacio en el que convivimos. SAMU, a través de su departamento de Sostenibilidad, ya trabaja de forma específica en este objetivo.

La organización lo hace cuidando de aquellas zonas en la que estamos presentes y reduciendo el impacto ecológico de nuestras acciones. Bajo el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, el departamento de Sostenibilidad ha puesto en marcha el proyecto Eco-SAMU, a través del cual, los distintos centros se comprometen a contribuir directamente con la retirada de residuos de sus zonas de influencia, implicando no sólo a personas sino también a entidades públicas o privadas.

Los principales objetivos de este proyecto, según explica Rocío Álvarez, directora del departamento de Sostenibilidad de SAMU, son contribuir a la mejora medioambiental desde las pequeñas acciones, reduciendo la huella ecológica en nuestro desempeño; generar alianzas para la mejora del planeta; y fomentar la sensibilización sobre la importancia del medio ambiente. Con esta última meta se están realizando talleres previos al día de la recogida de residuos, que se llevarán a cabo en aquellas zonas donde SAMU esté presente.

Los menores del centro de Inserción Sociolaboral (ISL) de Motril (Granada) fueron los primeros en participar en este proyecto recogiendo residuos de la playa. También se han sumado a esta iniciativa el centro de El Bosque, cuyos usuarios realizaron una batida de limpieza por el sendero del Río Majaceite, en la Sierra de Cádiz, y la residencia Santa Teresa, en Villafranca de los Caballeros (Toledo), cuyos usuarios recorrieron las lagunas de la zona.

Los últimos en sumarse de momento a Eco-SAMU han sido los usuarios y trabajadores de la clínica de salud mental SAMU Wellness, con la recogida de plástico en el entorno natural del centro en Montequinto (Sevilla).