Almudena Chávez, directora de Innovación e Implantación Digital de SAMU: «SAMU Orión nos ha situado en una posición digital competitiva»
Tras 14 años como directora de la UED San Lucas, Almudena Chávez Peinado (Sevilla, 1980) lidera una de las áreas clave de la transformación digital de SAMU e impulsa proyectos innovadores como SAMU Orión y la implantación de la plataforma SAMS, que marcarán el futuro de la entidad.
—Llegó a SAMU hace ya 15 años. ¿Cómo describiría su paso por la entidad?
—Comencé en el año 2009 como trabajadora social en la Residencia Santa Ana, que atiende a personas con daño cerebral sobrevenido, y en la Unidad de Estancia Diurna (UED) San Lucas, que atiende a personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta. Por aquel entonces la entidad solo era una sombra de lo que hoy es. Los centros de atención social se podían contar con los dedos de una sola mano. En diciembre de 2010 comencé como directora del centro San Lucas, puesto que he ocupado casi 14 años. San Lucas ha sido mi casa, mi trabajo y mi refugio. Por la peculiaridad de las personas que atiende, me ha permitido crecer como profesional y persona. Estaba al mando de un equipo de primera que ha sido escuela de otros proyectos que han surgido en la entidad. Es cierto que, por mi carácter e inquietudes, he participado en muchos otros proyectos que hoy siguen en marcha, como la clínica de salud mental SAMU Wellness y el sistema de gestión SAMS. En 2018 comencé mis acciones como directora de Innovación, una labor que, en un principio, compagino con el resto de mis funciones en SAMU.
—¿Cuándo da el salto definitivo de la UED San Lucas al área de Innovación e Implantación Digital?
—En mayo de 2024 es cuando asumo la dirección de Innovación e Implantación Digital con dedicación plena. Esta nueva etapa la afronto con la ilusión que siempre me generan los nuevos y grandes retos.
—¿Por qué decidió dar este cambio de rumbo en su carrera?
—En realidad, lo que hago hoy tiene repercusión en mi mañana, y esto es lo que ha ido forjando mi carrera profesional. Un proyecto me llevó a otro y así sucesivamente. Mi mayor experiencia profesional es en el campo de los trastornos de conducta, sobretodo en personas con discapacidad intelectual. Hace tres años, la dirección de SAMU me animó a doctorarme y ya estoy en mi tercer año como doctoranda. Mi tesis versa sobre este sector al que siento que le debo al menos esa mirada.
—¿Qué supone este cambio de campo de trabajo para usted?
—El salto no es pequeño. Salgo de mi zona de confort en todos los sentidos y me adentro en un proyecto profesional donde la atención a las personas en situación de vulnerabilidad se afronta de forma indirecta. Y, además, con la responsabilidad que supone el impacto de acciones que van dirigidas a una organización en la que trabajan miles de personas que atienden a otras tantas. Estas son las encrucijadas que te trae la vida, o te montas o te quedas, y yo no me puedo estar quieta. El cargo me permite liberar esa parte creativa que siempre me acompaña y explorar otros ámbitos realmente interesantes.
—¿Cómo afronta el reto de liderar el área de Innovación e Implantación Digital?
—La transformación digital es uno de los grandes retos estratégicos de la entidad. La participación en muchas de las iniciativas de SAMU a largo de estos años me ha permitido conocer la organización en profundidad, y también a las personas que la componen. Creo que esto me ofrece ventajas a la hora de afrontar un reto tan relevante como éste. Es muy satisfactorio sentirse parte de proyectos que prometen un crecimiento positivo.
—Está liderando el nuevo plan de implantación de SAMS que le está llevando a trabajar cara a cara con los equipos de gran cantidad de centros. ¿Cómo está siendo la experiencia?
—Maravillosa. Poner caras a los compañeros y atender en persona sus dudas forma parte de este plan de implantación. También se ha realizado una campaña de formación de SAMS muy importante y se ha creado una red de mentores que están haciendo una labor estupenda. Debemos de ser conscientes de que estamos hablando de un cambio en tres niveles: uno, superar la gestión documental a papel; dos, definir procesos de trabajo digitalizados, que al fin y al cabo impone modelos de hacer las cosas; y tres, la gestión de muchos datos. El cambio sabemos que genera incertidumbre y miedo. La transformación digital está siendo el gran cambio que debemos afrontar los de esta generación y debemos hacerlo desde una perspectiva constructiva, pensando en lo que nos aporta y no en lo que nos quita.
—¿En qué momento está la implantación de SAMS?
—En diciembre finalizó el segundo plan de retos de implantación de SAMS. Esto ha permitido que se incorporen al sistema muchos centros y servicios nuevos, y otros lo han afianzado en su día a día. Este plan ha supuesto un esfuerzo a todos los niveles. SAMS forma parte de la casa y ha supuesto una de las innovaciones más importantes de la organización por su disrupción e impacto.
—¿Es ya una herramienta naturalizada en la organización?
—Sí, del todo. Hay que decir que hay tres funcionalidades que han sido clave: la gestión de jornadas y ausencias del personal, la gestión contable básica (que supuso la retirada de la factura a papel, entre otras) y el módulo diario de equipo, al centralizarse la coordinación de los equipos en una sola plataforma. SAMS sostiene la mayor base de datos de personas usuarias de toda la entidad y es el punto de encuentro digital de mayor impacto en trabajadores para la gestión de centros.
—Usted también coordina el comité de transformación digital bajo el emblema de SAMU Orión. ¿En qué momento está este proyecto?
—José Antonio Trujillo, director general de SAMU, me encomendó presidir este comité y desde entonces se han llevado a cabo siete reuniones en las que se han ido adquiriendo confianza y conocimientos. SAMU Orión ha sido el mayor impulso digital que ha tenido la entidad en su historia. Ha regularizado el uso de herramientas digitales en todas sus áreas, imprescindibles para una gestión actual y competitiva, y ha generado una dinámica imparable. Todas las actividades y soluciones que ha aportado el programa SAMU Orión han ofrecido un valor exponencial a la entidad.
—¿Qué proyectos enmarcados en SAMU Orión destacaría como transformadores para la organización?
—El apoyo de los socios tecnológicos ha sido clave para el buen curso del programa. Se pueden destacar cuatro líneas de acción. La primera es haber facilitado y estandarizado herramientas tecnológicas comunes a todos los trabajadores. La segunda es para el ámbito de la gestión contable y de finanzas, donde ha habido un impulso exponencial y transformador sin precedentes. El tercero, soluciones tecnológicas relativas a la gestión de personas trabajadoras. Y, por último, la optimización de la gestión de la atención a personas usuarias. Le digo otros ejemplos de gran impacto: estandarizar el paquete Microsoft 365; el establecimiento de más de 7 Kpis de gestión contable y otros tantos de gestión de personas; el desarrollo de aplicaciones de gestión de clientes, de actividad de centros y servicios, y la introducción de la Inteligencia Artificial en proyectos de gestión documental o en la elaboración de cuadrantes de trabajo.
—¿Cuál es el futuro de SAMU Orión?
—Tras un año muy intenso de trabajo de desarrollo e implantación de estas herramientas, nos queda otro año de afianzamiento de uso y definición de los nuevos procesos que se han generado. SAMU Orión ha llegado para quedarse y va a seguir creciendo. El programa nos ha situado en una posición digital competitiva, y pretendemos seguir avanzando en la generación de productos tecnológicos que empodere al sector. Nos encontramos en un momento donde Europa tiene especial interés en que las entidades innoven y transformen el mercado. SAMU se une a este movimiento con una gran carga de talento capaz de liderar grandes proyectos de calado para todos los ámbitos que atiende y también de explorar otros nuevos.
—¿Por que SAMU es una organización innovadora?
—Porque siempre ha demostrado su carácter inquieto y curioso, con un fuerte componente vocacional y también una gran ambición. La innovación la traen sus integrantes. Ha sido una característica destacable de sus dirigentes a lo largo del tiempo. Ellos han demostrado adentrarse en terrenos inestables con pies de plomo. La mirada joven, el gusto por lo diferente, la insatisfacción por la autoexigencia y la curiosidad por el futuro se encuentran en el ADN de SAMU. En mi opinión, configura una forma de entender y de hacer las cosas.
—¿Qué echa de menos de su etapa trabajando de tú a tú con personas con discapacidad?
—A quienes compartían ese trabajo conmigo: los compañeros y las personas usuarias. El verdadero sentido no está en lo que hacemos, sino en con quién lo compartimos.