Intervención humanitaria en la crisis de Ucrania: El modelo de Fundación SAMU

La invasión de Ucrania demuestra, una vez más, la crueldad de la historia consigo misma. Rusia invadió impunemente Hungría en el 1956, mientras Europa miraba al Canal de Suez. En 2014 hizo lo propio con Crimea y hoy vivimos, con enorme impotencia, el horror y la crueldad con la que destroza un país moderno y democrático.

La crisis de Ucrania es un incendio delante de un polvorín. La indignación circundante es creciente. No creemos lo que no vemos. Cómo en un entorno digitalizado y moderno, recién apagadas las luces de Navidad, tras una Covid-19 implacable, se puede masacrar impunemente.

Tanque soviético destruido en Budapest durante la revolución de 1956.

Tanque soviético destruido en Budapest durante la revolución de 1956.

 

Paradigmas

  • Paradigma 1: Limitar el daño

En gestión de crisis, limitar el daño es la prioridad, por duro que parezca, aunque eso signifique el holocausto. Significa, además, incluir nuevos actores en el conflicto, aumentar el número de muertos y, sobre todo, de heridos. De ellos se habla poco y son los que sufren durante un tiempo más prolongado. Está claramente contraindicado implicar a otros países en el conflicto.

  • Paradigma 2: Profesionalizar la intervención

La intervención humanitaria se gestionará separada de las emociones. El proceso pasa por una acción logística estructurada, dirigida por profesionales que, además, por las competencias propias de su titulación, añaden manejo fluido de idiomas, buena salud física, equilibrio emocional y espíritu de sacrificio. Todos los profesionales son adecuados porque todos encuentran un papel si realmente tienen actitudes para ello. Están especialmente adecuados para este cometido sanitarios, incluyendo farmacéuticos, veterinarios, técnicos de emergencias, logistas e intérpretes, entre otros.

  • Paradigma 3: Aliviar el dolor

Recibir heridos de guerra es una de las grandes aportaciones que la comunidad internacional puede desarrollar ya que supone un alivio sin precedentes para el campo de batalla.

Sin duda, las capacidades de asistencia en el frente están limitadas a cirugía de daño corporal y preservación de la vida para, en un segundo tiempo (incierto), organizar un tratamiento reparador y funcional.

Seriamos capaces de volver a los trenes hospital de la Segunda Guerra Mundial, lo que supondría una gran alivio para los heridos y una forma de reconfortarnos como actores. Todo un reto de logística médica.

Personal de SAMU en Ucrania

Personal de SAMU en Ucrania

  • Paradigma 4: Evitar el tsunami humanitario

Las fronteras viven ahora un tsunami humanitario. La llegada indiscriminada, desorganizada y brutal de todo tipo de enseres, ropas, medicinas, alimentos y productos de primera necesidad aumentan la desorganización, colapsan los transportes y, lejos de resolver problemas, los agravaban. Entre otras cosas, porque esta crisis se da en Europa, donde la respuesta sanitaria tiene capacidades manifiestas de una atención provisional e inmediata.

La marea humanitaria debe ser reconducida a aportaciones en metálico a través de un modelo de crowdfunding.

Se mantiene la realidad contrastada que 1€ entregado aquí a una organización de garantías equivale a 100€ en la zona de crisis. La ayuda económica es realmente efectiva.

  • Paradigma 5: El transporte es el talón de Aquiles

El transporte supone el 90% del consumo ante de cualquier logística en situación de crisis. El movimiento de personal y material es más costoso que el propio contenido y se multiplica por diez si pretendemos introducirlo en la zona de guerra.

Mi experiencia es que más del 80% de las entregas de buena voluntad jamás llegan al usuario final y esto es algo muy serio. La gente debe saber que los caminos son largos y, personalmente, he visto naves llenas de productos sin entregar.

A esta situación hay que añadir, además, la crisis de transportistas actual, el precio disparatado de los combustibles y la inseguridad presente en los movimientos. La atención humanitaria no es un tema de emociones sino de realidades.

  • Paradigma 6: Las prioridades humanitarias

Desde el punto de vista que nos proporciona la atención general, las prioridades se establecen en función en el siguiente orden: seguridad, cobijo caliente, abrigo, agua, alimentos, combustibles y atención social.

Por otra parte, desde la perspectiva sanitaria encontramos las necesidades establecidas así: triage, atención primaria, atención a eventuales emergencias críticas y transporte medicalizado dirigido a la zona de interior.

Las patologías más frecuentes que podemos encontrar en este tipo de situaciones son: cuadros respiratorios, gastrointestinales, dermatológicos y desestabilizaciones metabólicas por interrupción de tratamientos.

Personal de SAMU en la misión humanitaria Ucrania 2022.

Personal de SAMU en la misión humanitaria Ucrania 2022.

Procedimientos

  • Logística médica

La logística médica es la disciplina que se ocupa del cálculo y abastecimiento de los recursos humanos y materiales suficientes para alimentar un proceso a largas distancias y en condiciones de especial dificultad.

La quinta esencia del esfuerzo logístico es el transporte. El movimiento de personas y recursos condiciona absolutamente el esfuerzo. Es lo más costoso, ya que implica gestionar permanentemente las incertidumbres de rutas, proveedores y transportistas.

Material sanitario SAMU. Misión El Salvador 2020

Material sanitario SAMU. Misión El Salvador 2020

  • Cadena logística de abastecimientos

La cadena logística de abastecimientos es el flujo permanente que se establece y mantiene entre el Centro Retrasado de la organización que presta la asistencia y la base avanzada responsable de los servicios sobre el terreno.

La cadena logística es el sistema circulatorio de la organización en el que el escalón retrasado es el corazón, el motor de la operación. Es como un brazo robótico que puede mover las capacidades sobre el terreno. Una vez más, el transporte es la clave fundamental.

  • Atención en las fronteras

Según nuestra experiencia, hoy en día, el ciudadano que traspasa la frontera es un individuo sano, con funcionalidad manifiesta, que precisa reposo y apoyo circunstancial para proseguir hasta llegar a su destino final. Por tanto, permanecen en los puestos fronterizos hasta que son transportados.

  • Ríos azules

Ya los montamos en Kurdistán. Los ríos azules son itinerarios predeterminados por los que los medios de transporte terrestre con refugiados transitan. En ellos se despliegan áreas asistenciales multifuncionales equipadas con WIFI, duchas con agua caliente, áreas de reposo, cocina caliente, asistencia médica, ropa, atención infantil, información de situación, etc. Estos centros son gestionados extraordinariamente por los voluntarios locales debidamente organizados. Disponer de WIFI es lo mas importante, no lo olviden. En los centros eventuales de acogida, lo normal es que tengan una estancia no superior a las 24 horas.

El modelo de Fundación SAMU

En Fundación SAMU contamos con un amplio recorrido en materia de intervenciones humanitarias. Nuestro procedimiento se basa, fundamentalmente, en la medicina militar y, por ello, dispone de una estructura fuertemente jerarquizada en el proceso logístico.

Nuestros principios están basados en la inteligencia humanitaria, la inmediatez en la intervención, la autosuficiencia de los equipos, la máxima explotación de los recursos de proximidad y el apoyo de autoridades locales, así como de organizaciones internacionales.

Contingente caravana solidaria (Marruecos 2019)

Contingente caravana solidaria (Marruecos 2019)

  • El Gabinete de Crisis (GC) como motor del proceso

Históricamente, desde el mismo momento que se tienen noticias de un acontecimiento catastrófico se activa un GC que monitoriza la situación sin solución de continuidad.

Si se prevé la posibilidad de una intervención se activa inmediatamente a los equipos profesionales en los que involucramos. Habitualmente. a los alumnos de los ciclos formativos de emergencias de Escuela SAMU (Gelves, Sevilla).

El GC está compuesto por cuatro secciones añadidas al jefe: personal, administración, recursos (humanos y materiales) y relaciones públicas. Desde el GC se elabora, junto con la dirección, puntos de situación que cuentan con una periodicidad predeterminada para poder modular de forma permanente la intervención.

  • Los profesionales

Los profesionales son seleccionados en concordancia con las normativas internacionales de intervinientes dictadas por Naciones Unidas. Para poder participar tienen que firmar un compromiso de voluntariado con la organización, en el que se incluye el seguro de repatriación y con el que, habitualmente, se corre con los gastos de transporte a la zona.

Contingente profesionales SAMU-Fundación SAMU.

Contingente profesionales SAMU-Fundación SAMU.

  • La comisión aposentadora

La comisión aposentadora es un equipo multidisciplinar de intervención y respuesta inmediata conformado por un equipo de entre seis y ocho profesionales cuya misión es facilitar la proyección del contingente principal.

Sus tareas son:

  1.  Buscar un centro logístico de abastecimiento en proximidad que evite los costos de transporte desde el escalón retrasado al escenario de intervención.
  2.  Contactar con las autoridades locales ofertando capacidades para su ponerlas a su disposición.
  3.  Establecer un listado con las capacidades locales que incluya todo tipo de abastecimientos (agua, combustibles, alimentos, medicamentos, transportes, alojamientos, etc.) que supongan un ahorro en el transporte desde el escalón retrasado.
  4. Establecer un Puesto Médico Avanzado (PMA) con capacidad de triage, atención primaria, box de estabilización y transporte medicalizado.
  5. Autonomía en energía, abrigo, agua, alimentos, medicación de socorro y combustibles durante un mínimo de 72 horas.
  6. Diariamente se emite un informe de situación (SITREP) al escalón retrasado para reordenar permanentemente la operación.
  • El contingente

El segundo equipo y sucesivos, si fuera menester, que marchan a la zona está conformado por un jefe, que cuenta con cuatro refuerzos, responsable de la asistencia sanitaria (JASAN), un responsable de logística, un responsable de las finanzas y otro de relaciones institucionales.

Cada mañana se celebra una prima matina para evaluar y distribuir las tareas, valorar el estado de ánimo de los integrantes y reforzar el equipo. Para ello se procura compartir los tiempos del desayuno y la cena.

Las misiones que hemos realizado en Fundación SAMU han sido muy variadas: atención medica directa, apoyo a hospitales, evaluación de capacidades, rescates difíciles, etc. En ella, el número y la capacitación de los profesionales se ha armonizado adecuadamente, procurando siempre que el tiempo mínimo de estancia en zona sea de tres semanas.

Contingente Misión SAMU Ucrania.

Contingente Misión SAMU Ucrania.

Ucrania nos preocupa a todos y solo los que se preparan para lo imposible podrán salir airosos de las crisis que se prevé. Profesionalizar las actuaciones es una forma rigurosa de garantizar la prestación de ayuda eficaz. La Fundación SAMU estará constantemente al lado de los más débiles y esto solo es posible gracias a los profesionales que siempre nos acompañan.

 

Texto: Carlos Álvarez Leiva, Juana Macías Seda, Carlos Glez. Escalada, Borja Glez. Escalada, Juan Glez. Escalada y Alejandro Álvarez Macías.

Tatiana Laborde, coordinadora de los proyectos de SAMU en EEUU: “Como inmigrante, sé lo difícil que es integrarse en EEUU”

Tatiana Laborde (Bogotá, Colombia, 1984) comenzó a trabajar con SAMU en 2018 gestionando las redes sociales para SAMU First Response. Hoy, lidera las operaciones que SAMU lleva a cabo en Estados Unidos, como el recién estrenado centro de acogida de menores Island Condos, en Washington DC

—En 2018, SAMU Foundation abrió su primera oficina en Washington D.C. (EE.UU.) con el fin de captar fondos para sus misiones humanitarias. Tres años después, la entidad ha logrado hacerse un hueco en EEUU a través de SAMU First Response y está gestionando su primer centro de acogida de menores. ¿Cuándo entró usted a trabajar en este proyecto internacional de SAMU?
—Comencé a trabajar con SAMU en febrero de 2018 gestionando las redes sociales para SAMU First Response, la filial que la entidad tiene en Estados Unidos. Mi papel inicial fue muy básico, pero gestionando las redes aprendí mucho sobre los proyectos que SAMU tiene en España. Desde un principio, me interesó muchísimo el trabajo que la entidad realiza con los menores no acompañados, sobre todo, porque existían muchas similitudes con las necesidades de apoyo que este colectivo tiene en Estados Unidos. Ahora, lidero los esfuerzos para abrir operaciones en Estados Unidos, diseñando la estrategia de servicios y recaudación de fondos.

—¿Cómo conoció SAMU y su labor?
—Conocí SAMU a través de Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, que es muy amigo de mi esposo. Recuerdo que en nuestro primer viaje a España en el 2009 visitamos Sevilla y conocimos las oficinas de la entidad en la Isla de la Cartuja. En ese viaje también me enamoré de Sevilla y su linda gente.

—Desde la pasada primavera, SAMU First Response trabaja en la posibilidad de abrir un recurso en EEUU para acoger a menores inmigrantes, un reto que ha logrado alcanzar a través de Island Condos. ¿Cómo surge este proyecto?
— Island Condos es el primer recurso de SAMU First Response y se encuentra en Washington DC. Es un edificio habilitado para atender las necesidades de menores no acompañados mientras trabajamos en el proceso para su reunificación familiar. Este proyecto ha sido impulsado por la dirección de SAMU, que vio la gran necesidad que existía en Estados Unidos de apoyo a los menores no acompañados en este país. A partir de ahí, se creó un equipo de trabajo para identificar oportunidades y cómo podíamos llevar a cabo operaciones en Estados Unidos. En ese momento, mis funciones eran gestionar y perfilar la web y las redes sociales de SAMU First Response para esta nueva misión, pero como éste es un tema de alto interés para mí, pedí ampliar mi papel dentro del proyecto y así llegamos a donde estamos hoy.

—¿Ya han llegado los primeros menores al centro?
—El proceso en Estados Unidos es bastante diferente al de España. Hay una serie de permisos que tienen que ser emitidos antes de recibir menores. Igualmente, tenemos que hacer un proceso de licitación con el Gobierno, el cual es muy minucioso y específico en cuanto al desarrollo y el funcionamiento del centro. En este momento estamos en la etapa final de la licencia en Washington y acabamos de pasar la solicitud de licitación con el Gobierno. Esperamos darles la bienvenida a los jóvenes en el segundo semestre del año.

—¿Cuál es el perfil de los menores a los que va dirigido este recurso?
—Esperamos recibir jóvenes entre 13 y 17 años. La gran mayoría llegan de lo que se conoce como northern triangle, que son Honduras, Guatemala y El Salvador.

—¿Cuál es la finalidad de este centro?
—Nuestro primer objetivo es lograr la reunificación familiar de estos jóvenes en el menor tiempo posible. Queremos que este tiempo no sea mayor a 30 días. Mientras los menores estén en el centro, van a recibir atención psicológica y médica, se comenzarán los procesos legales para su caso migratorio y recibirán escolarización dentro del centro. En el edificio hemos habilitado dos aulas para impartir clase y espacios para los trabajadores sociales y clínicos.

—SAMU First Response lleva meses trabajando para hacerse un hueco en EEUU. ¿Cómo se siente ahora que habéis conseguido el objetivo? 
—Este es solo otro hito en el camino. El recurso ya está listo, pero nos quedan un par de pasos más antes de poder comenzar a prestar servicios. Seguimos trabajando con mucha ilusión para llegar a ese punto.

—¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que os habéis encontrado?
—Ha sido un proceso lleno de momentos de aprendizaje y adaptación. Hemos conocido entidades muy importantes especializadas en la atención a los colectivos más vulnerables. Estas entidades y organizaciones nos han dado la mano y han compartido con nosotros conocimiento. En este proceso también ha sido muy importante la gran labor de SAMU en sus centros de menores de España y su gran capacidad de innovación.

—¿Cuál es el futuro de SAMU First Response?
—A corto plazo, queremos recibir al primer grupo de menores y dedicar un año a operaciones en nuestra primera iniciativa SAMU Island Condos. En el segundo año, esperamos abrir un segundo centro e ir creciendo de manera progresiva y sostenible. Al mismo tiempo, seguiremos explorando oportunidades para prestar servicios a comunidades vulnerables.

—¿Cuántas personas forman el equipo de SAMU en EEUU?
—El equipo de SAMU First Response en Estados Unidos lo formamos tres personas, aunque contamos con un gran equipo de apoyo de SAMU en España, que son nuestra roca en cuanto a conocimiento e implementación de proyectos en el país.

—¿Qué supone este proyecto para usted?
—Este proyecto es extremadamente importante para mí. Como inmigrante que soy, conozco las dificultades que estas personas encuentran durante su integración en la sociedad norteamericana, aunque es cierto que mi proceso fue muy privilegiado. Siempre me ha interesado mucho el trabajo con la comunidad inmigrante, en cuanto a educación, identidad y al conocimiento y defensa de nuestros derechos. La situación de los menores en los centros de detención en el país me ha afectado mucho y mi familia lleva tiempo buscando la manera de ayudar a esta población tan vulnerable.

—Tras la llegada masiva de inmigrantes este verano a EEUU, ¿cuál es la situación actual?
—La llegada masiva de inmigrantes a Estados Unidos es algo muy cíclico. Todas las primaveras hay un incremento importante en la llegada de inmigrantes al país. Esto responde mucho a la situación económica y política de los países de origen. Como ejemplo, en enero de este año llegaron a Estados Unidos mil menores más con respecto al mes anterior, por eso lo importante es estar listos para poder ofrecer el mejor servicio a esta población tan necesitada.

Nueva misión humanitaria: SAMU viaja a la frontera de Rumanía con Ucrania para atender a los refugiados afectados por la invasión de Rusia

Un contingente de voluntarios de SAMU ha partido este miércoles desde Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla),  con destino a la frontera de Rumanía con Ucrania, con el objetivo de poner en marcha un dispositivo de atención a los refugiados afectados por la crisis migratoria debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Concretamente, el contingente, liderado por Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, y formado por ocho personas, entre los que se encuentran enfermeros, médicos, técnicos de emergencias sanitarias y educadores sociales, ha partido para Tulcea, Rumanía, un municipio en la frontera con Ucrania.

Los objetivos de la misión serán proporcionar asistencia sanitaria a las personas desplazadas de Ucrania, respondiendo a las necesidades asistenciales generadas por la crisis humanitaria. Se pretende realizar una labor de análisis sobre el terreno y desarrollar capacidad de atención a un mínimo de 100 personas diarias, en una primera fase de reconocimiento y aposentamiento. El contingente permanecerá en la zona hasta finales del mes de marzo, sin que se descarte el envío de un contingente de refuerzo en los próximos días.

La ONU cifra en más de 500.00 el número de personas que han huido de Ucrania. La mayoría de estas personas son mujeres y niños, ya que los hombres entre 18 y 60 años están llamados a combatir en defensa de su país.

A Rumanía han llegado más de 67.000 personas, la mayoría de ellas personas mayores, mujeres y niños. Se trata de una crisis humanitaria que se ve agravada por la Covid-19, en la que buena parte de la población desplazada no tiene acceso a cobertura sanitaria, educación, electricidad o refugio. Además, se prevé un incremento en la oleada de refugiados en los próximos días.

Esta misión se produce después de que el pasado jueves 24 de febrero, SAMU constituyera un gabinete de crisis que ha trabajado de forma intensiva durante los últimos días, hasta que el dispositivo quedara totalmente configurado en la mañana del día de ayer.

Se trata de la segunda misión desarrollada por SAMU en pocos meses en la zona, ya que en noviembre de 2021 la entidad llevó a cabo una misión en la frontera de Polonia con Bielorrusia, para atender las necesidades de la población de Medio Oriente y África que se agolparon en la frontera tratando de entrar a territorio polaco.

La expedición que viaja a la frontera de Rumanía con Ucrania ha partido este miércoles a las 13:00 horas desde la Escuela SAMU de Gelves (Sevilla), donde han sido despedidos por sus familias y diversas autoridades.

En este dispositivo, SAMU volcará toda su experiencia en la gestión de misiones humanitarias. Sólo en el último año, SAMU ha coordinado cuatro misiones humanitarias internacionales en los países de Dominica, El Salvador, Costa Rica y Polonia. De igual modo, durante el periodo más crítico de erupción del volcán de Cumbres Viejas, SAMU desplegó en La Palma un dispositivo de atención a los afectados, y está participando activamente, desde el inicio de la crisis migratoria, en la atención a los menores que llegaron desde Marruecos en mayo de 2021, gestionando actualmente varios de estos centros de atención a los menores.

Asimismo, SAMU viene llevando a cabo desde hace más de treinta años proyectos de carácter humanitario en numerosos lugares del mundo, y desde 2018 cuenta con presencia en Washington DC (EE.UU.) a través de Samu First Response, cuyo objetivo es gestionar centros de menores en el país norteamericano y potenciar misiones internacionales de SAMU.

Despedida contingente de SAMU que viaja a la frontera de Ucrania

Despedida contingente de SAMU que viaja a la frontera de Ucrania

Nueva misión internacional de SAMU: Polonia

Un equipo sociosanitario de voluntarios de SAMU formado por cuatro personas de diversas disciplinas (trabajador social, pedagogo, técnico en emergencias sanitarias y enfermero) acudieron en noviembre a la frontera de Polonia con Bielorrusia para realizar una incursión en el terreno y detectar las necesidades existentes y así tomar las acciones correspondientes, debido a la situación de extrema precariedad en la que se encuentran miles de personas procedentes en su mayoría de Oriente Medio y África, especialmente de países en conflicto o con una difícil situación económica tras años de guerra, como Siria, Afganistán o Iraq. El objetivo de SAMU era poner en marcha un dispositivo de atención a los refugiados.

La crisis migratoria en la frontera oriental de la Unión Europea, que empezó la primavera pasada, se ha agravado desde noviembre. Miles de personas han quedado atrapadas en tierra de nadie, vagando en difíciles condiciones por los bosques de la región que separa Bielorrusia de Polonia.

Los días más tensos se produjeron durante la primera quincena de noviembre, días en los que hubo enfrentamientos con la Policía polaca, equipada con material antidisturbios. En sólo cuatro días, más de 30.000 personas intentaron cruzar la valla de alambre de espino que separa ambos países.

Varsovia y Bruselas han acusado al régimen de Minsk de orquestar el tráfico ilegal de personas para presionar a la Unión Europea en represalia por las sanciones económicas impuestas, debido a las graves violaciones de derechos humanos en el país tras las protestas por las elecciones celebradas en agosto de 2020, cuyo resultado no ha sido reconocido por la UE.

Las autoridades polacas están viendo que no pueden con la avalancha de migrantes que están atrapados en su línea divisoria y que llegan empujados por las tropas del régimen bielorruso. El endurecimiento de sanciones o las gestiones diplomáticas para intentar tapar vuelos con destino a Minsk para refugiados iraquíes, sirios y yemeníes se escapan de la influencia de Varsovia. Y esa labor la están llevando a cabo las instituciones europeas.

La Misión Polonia, como ha sido denominada la acción de SAMU, se puso en marcha el 15 de noviembre, escasos días después de la llegada de cientos de migrantes a la frontera. El día 16, martes, se activó un gabinete de crisis, y, finalmente, el 17 se producía la salida de la expedición. Esta misión de cooperación tuvo como objetivo brindar apoyo y colaboración a las autoridades, principalmente locales, así como a las entidades que estaban prestando sus servicios en esta zona a los colectivos atendidos. El contingente de SAMU elaboró informes diarios que recogían aspectos sanitarios y sociales de la situación, y prestaron asistencia sociosanitaria. También donaron materiales a las entidades que atendían a las personas refugiadas in situ y realizaron una agenda de contactos y afianzaron posibles cooperaciones futuras.

“Los niños no entienden lo que está pasando. Ellos están bien. Son críos y al final se adaptan a lo que ven. No están tristes, se les ve felices”, asegura Ángel Jesús Casares, sevillano de 31 años y uno de los cuatro trabajadores del equipo multidisciplinar de SAMU que se trasladó desde Sevilla hasta Bialystok para trabajar con los pocos refugiados que conseguían superar la frontera. Junto al psicopedagogo Ángel Casares viajaron también el trabajador social Adrián Moreno, el enfermero Juan Manuel Tallón y el técnico en emergencias sanitarias Jesús Romero.

“Hay familias que están sobreviviendo en condiciones nefastas y tienen muchas carencias”, comenta Jesús Romero. “Antes de viajar, sabíamos que nos íbamos a encontrar con una barrera militar pero teníamos claro que íbamos a intentar acercarnos a ellos para ofrecerles nuestra ayuda. Están pasando frío y apenas tienen alimentos. Están retenidos”.

Adrián Moreno explica que en Polonia “la situación es complicada y no llega mucha información”. Todo el mundo se imagina qué ocurre allí, en el bosque, pero prácticamente nadie lo puede afirmar con exactitud. Las cifras que se manejan estiman que hay entre cuatro y cinco mil personas en medio de esa nube de árboles, según informa El Confidencial. “Tú pasas de día y no se ve nada, imagínate de noche. Allí hay bisontes, alces… Es muy peligroso. Más aún con estas temperaturas”, señala Moreno.

Entre las personas que tratan de acceder a Polonia, hay grupos familiares completos con menores a su cargo y mujeres en cinta, que son los casos más vulnerables. Pero en su mayoría son hombres de entre veinticinco y cuarenta y cinco años de edad, explican desde SAMU. Los grupos de migrantes han instalado tiendas de campaña a pocos metros de la frontera polaca y han encendido hogueras, según cuentan diferentes activistas. Entre ellos hay muchas mujeres y niños pequeños y las condiciones son extremadamente peligrosas, con temperaturas bajo cero durante la noche. En los últimos dos meses, al menos ocho personas han muerto en la zona.

El jefe de la misión de SAMU, Adrián Moreno, explica en un artículo de El Confidencial que algunos activistas solidarios se juegan hasta 15 años de prisión por llevar a los refugiados comida y ropa. “No entiendo cómo Europa consiente esto. La culpa no puede ser de quien se muere en los bosques. En otras crisis humanitarias dejan que se ayude a las personas. Al final, nosotros nos trasladamos a estos puntos para echar un cable en lo que podemos. En este contexto es más complicado de lo normal. Por la tensión política, claro, y porque están impidiendo que las entidades humanitarias colaboren”, aseguran desde SAMU, refiriéndose a la negativa del Gobierno de Polonia a dejar que las ONG entren en la zona de exclusión.

En esta misión, SAMU ha volcado toda su experiencia en la gestión de misiones de cooperación. Sólo en el último año, la entidad ha coordinado tres misiones humanitarias internacionales en los países de Dominica, El Salvador y Costa Rica. Asimismo, recientemente, desplegó un dispositivo de atención a los afectados por el volcán de La Palma, y está participando activamente, desde el inicio de la crisis migratoria, en la atención a los menores que llegaron desde Marruecos en mayo de 2021, gestionando actualmente varios de estos centros de atención a los menores.

Asimismo, SAMU viene llevando a cabo desde hace más de treinta años proyectos de carácter humanitario en numerosos lugares del mundo, y desde 2018 cuenta con presencia en Washington DC (EE.UU.) a través de SAMU First Response, cuyo objetivo es captar fondos y recibir donaciones corporativas y a título individual para llevar a cabo dichas misiones.

Misión Dominica: exportar lo aprendido contra el Covid-19

Un contingente de voluntarios de SAMU con amplia experiencia en asistencia y gestión sanitaria en Covid-19 ha participado durante 15 días en una misión de cooperación en la isla de Dominica, en el Mar Caribe, para reforzar la red de servicios de salud local y la capacidad de hospitalización a la población afectada por el Covid-19. Esta misión de SAMU responde a una petición de colaboración por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la crítica situación por la que están atravesando en estos momentos numerosos países caribeños.

Dominica, con una población de 70.000 habitantes, tiene una incidencia acumulada de 3.134 casos de Covid-19, por cada 100.000 habitantes, y, al igual que otros países del Caribe, está reforzando sus capacidades ante el incremento de casos.

“Las islas del Caribe están atravesando por una situación muy complicada actualmente. Hasta ahora, habían visto pasar ante sus ojos cómo el mundo sufría y hacía frente al Covid-19 sin ellos padecer demasiados contratiempos y ahora están sufriendo un brote muy notable que supera sus capacidades médicas”, explica el médico intensivista Alejandro Álvarez Macías, mando de esta misión de SAMU y que viajó de manera voluntaria junto a tres enfermeros más: Andrés Brigola, Ignacio Guerrero y Carlos García, todos ellos con una amplia experiencia en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de diferentes hospitales europeos y en dispositivos de Covid-19 desplegados por SAMU.

El equipo de SAMU partió de Sevilla el 23 de septiembre y permaneció en la isla hasta el 6 de octubre. Entre sus objetivos principales destacaban dar respuesta a las necesidades sanitarias generadas por la pandemia de Covid-19 y otras situaciones derivadas de la misma. Proporcionar atención sanitaria y apoyo al personal local, ofrecer formación a los profesionales locales sobre la atención de pacientes con coronavirus y reforzar o aumentar la capacidad de los centros sanitarios como equipo de atención especializada.

El ámbito de actuación del equipo de SAMU fue un recurso habilitado por el Gobierno local ante el aumento de casos llamado Saint James, una residencia de estudiantes medicalizada donde trasladaban a los pacientes de Covid-19 en estado moderado y severo, según explica Álvarez Macías.

“Durante nuestra estancia en Dominica hemos estado realizando labores de asistencia y docencia, así como reportar a la OMS las necesidades y carencias de recursos que veíamos”, destaca el mando de la misión. “A nuestra llegada pudimos observar que la formación que tenían los profesionales locales en el manejo del paciente con Covid-19 era escasa, dado que nunca hasta ahora se habían enfrentado a esta pandemia. Nosotros pudimos ofrecerles toda la experiencia que te da haber hecho frente a varias oleadas con pacientes de estas características, cómo hay que proceder o en qué momento sería más conveniente recurrir a una intubación y conectarlo a un ventilador”.

Alejandro Álvarez reconoce que, al principio, hubo, como suele ocurrir, cierta reticencia por parte de los profesionales de Dominica a aceptar los cambios iniciales que proponía SAMU en el manejo y atención de los pacientes, pero, tras una primera jornada “muy dura y crítica”, los sanitarios locales pudieron comprobar la efectividad de las técnicas de trabajo que proponía el equipo de SAMU. “Tras ese primer día, el personal local se fue involucrando cada vez más y, cuando empezamos con los talleres formativos, hubo muy buena actitud por su parte. Su acogida y disposición fue máxima”, apunta el médico.

Para Álvarez Macías, que ya participó en 2013 en otra misión humanitaria internacional de SAMU en Filipinas, uno de los principales problemas que tiene Dominica ante esta pandemia es que al ser un país pequeño que no tiene las capacidades económicas de otras islas del Caribe, la mayoría de los profesionales de la salud que se forman aquí y destacan suelen abandonar el país en busca de un futuro mejor, lo que deja a Dominica en una situación un poco comprometida a nivel de asistencia sanitaria.

El mando de la misión destaca también el buen trabajo en equipo llevado a cabo por los miembros de este contingente. “Trabajar con gente que se ha formado en SAMU es muy fácil porque estamos todos cortados por el mismo patrón de rigurosidad, disciplina, trabajo, coordinación y manera de pensar. Es muy fácil trabajar así, especialmente si se trata de personas veteranas y bien curtida en SAMU, aunque no hayas trabajado con ellos antes.

Hay que recordar que, en los últimos meses, SAMU ha coordinado dos misiones humanitarias internacionales contra el Covid-19, en El Salvador y Costa Rica. Asimismo, ha dirigido diversos dispositivos contra el coronavirus en España, entre las regiones de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha. En total, cinco dispositivos, entre los que destacan los del centro medicalizado del Hotel Ilunion Alcora, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), y el de la residencia de tiempo libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), en ambos casos fruto de un modelo de colaboración público-privada insólito en el sector sanitario en Andalucía.
Por otro lado, la entidad viene impartiendo cursos básicos en bioseguridad en centros para mayores de toda la geografía española, habiendo formado a más de 500 personas desde que se declaró el Estado de Alarma en España.

Fundación SAMU da un paso más en su alianza con El Salvador

Fundación SAMU ha suscrito un convenio de cooperación con el Ministerio de Salud de El Salvador en virtud del cual expertos de esta entidad prestarán asistencia técnica a profesionales sanitarios de este país. Este convenio, firmado por la directora de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), Karla de Palma, y por el presidente de Fundación SAMU, Carlos Álvarez Leiva, se produce después de que el pasado año, concretamente durante el mes de agosto de 2020, en los meses más críticos del Covid-19, un contingente formado por 28 profesionales de SAMU llevara a cabo durante un mes una misión de cooperación en el Hospital de El Salvador. El acto contó con la presencia del ministro de Salud, Francisco Alabí.

Por medio de este acuerdo, ambas partes trabajarán en la promoción y transferencia de tecnologías, intercambio de experiencias, actividades de investigación científica y la organización de programas académicos. “El Gobierno del presidente Nayib Bukele ha puesto en primer lugar la vida de todos los salvadoreños, por ello se ha esforzado en generar un hospital, materiales y equipos de primer nivel para la atención de la pandemia. Es necesario que, a la par de la tecnología, contemos con la capacitación de las personas que estarán a cargo de la atención de nuestros pacientes para brindar un servicio más humano y empático, por ello, vemos con mucha alegría el establecimiento del programa que se implementará para profesionales de la salud”, indicó la vicecanciller Mira.

La diplomática destacó, además, que esta iniciativa permitirá fortalecer los lazos de solidaridad, igualdad y respeto mutuo que mantiene El Salvador con España. Asimismo, resaltó las gestiones realizadas por la embajada salvadoreña en España, “las cuales permitieron concretar este importante convenio que contribuirá a mejorar la calidad de vida de las personas”.

Por su parte, el ministro Alabí reiteró el agradecimiento a Fundación SAMU por este nuevo acompañamiento que brinda al país. “Fundación SAMU ha dejado una huella en el pueblo salvadoreño, en especial en los corazones de todos aquellos a los que, durante su estancia en el Hospital El Salvador, les ayudaron a luchar contra el Covid-19”, expresó el ministro. Agregó que el convenio “permitirá establecer programas de formación teórica y práctica, capacitación, evaluación y certificación de profesionales de la salud, tanto en la República de El Salvador como en el Reino de España”.

El presidente de Fundación SAMU, Carlos Álvarez Leiva, señaló: “en este país nuestros voluntarios se sintieron felices enseñando lo que saben con humildad”.

La Misión El Salvador, como SAMU denominó a la operación, se produjo después de que el Ministerio de Salud de El Salvador emitiera una solicitud de asistencia para dar apoyo a un nuevo hospital, el Hospital Nacional El Salvador, localizado en San Salvador, que abrió sus puertas el 21 de junio con 105 camas de UCI y 100 camas hospitalarias y está siendo adecuado de forma paulatina para poder ofrecer hasta 1.000 camas de UCI. La directora de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), Karla de Palma, señaló que “fue un verdadero acto de solidaridad por parte de la misión del grupo SAMU, puesto que en plena pandemia estuvieron dispuestos a estrechar sólidos lazos de cooperación con El Salvador”.

En los últimos dos años, SAMU ha llevado a cabo diversas misiones humanitarias y de cooperación en países como El Salvador o Honduras. Asimismo, ha dirigido diversos dispositivos contra el Covid-19 en España, entre las regiones de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha. Actualmente, participa en los dispositivos de acogida de los menores procedentes de Marruecos que provocaron la crisis migratoria reciente en Ceuta. En septiembre, además, envió un contingente de voluntarios para asistir a las personas desplazadas por el volcán Cumbre Vieja, en La Palma.

Asimismo, SAMU viene llevando a cabo desde hace más de treinta años proyectos de carácter humanitario en numerosos lugares del mundo, y desde 2018 cuenta con presencia en Washington DC (EE.UU.) a través de SAMU First Response, cuyo objetivo es captar fondos y recibir donaciones corporativas y a título individual para llevar a cabo dichas misiones.

SAMU Xsports regresa al desierto marroquí

SAMU, a través de su división SAMU Xsports, ha vuelto a desplegar el dispositivo de emergencias sanitarias de una de las pruebas ciclistas más duras y espectaculares del mundo, la Titan Desert, que celebró su 16ª edición entre el 10 y el 15 de octubre. Esta ultramaratón ciclista recuperó su escenario natural, el desierto marroquí, después de que su última edición se celebrara en Almería por las restricciones de la pandemia de Covid-19. 423 corredores acudieron a la llamada del desierto para enfrentarse a 640 kilómetros de recorrido y más de 7.600 metros de desnivel acumulado a lo largo de seis etapas. El equipo de SAMU veló por su bienestar como parte de la sobresaliente organización de la Titan Desert.

Alfredo Delgado, coordinador del dispositivo en zona, subraya que lo más importante de esta edición ha sido el retorno a los orígenes, con etapas de montaña, dunas y mucha navegación. En el puesto médico de SAMU se han realizado más de 600 asistencias, y, en carrera, unas 100, apunta Sergio Vitrian, responsable de SAMU Xsports. “Desde fracturas hasta gastroenteritis o lesiones cutáneas, además de todo tipo de asistencias, pero, por suerte, nada grave”, corrobora el mando de SAMU.

“Como marca nuestro ADN, ha sido un dispositivo de primer nivel, contando con excelentes profesionales, desde personal sanitario especializado en atención prehospitalaria y medicina intensiva, hasta personal de apoyo logístico. Todos ellos han mostrado un nivel de preparación para desenvolverse en entornos extremos a la altura de las exigencias de una prueba como ésta”, sostiene Vitrian.

El equipo desplegado ha estado formado por once personas, incluyendo personal de la estructura de SAMU Marruecos. Son Alfredo Delgado (mando del equipo médico); Patricia González (directora médica); Adnan Kenfaoui (médico); Paula Gil (enfermera); Andrea Rodríguez (enfermera); Juan Francisco Gutiérrez (Técnico en Emergencias Sanitarias); Erica Caroline Williams (Enfermera); Antonio Trani (enfermero); Irene Pérez (enfermera); Paola Mora (enfermera) y Alexander Cruz Hansen (enfermero). “El equipo ha demostrado ser excepcional, con unas capacidades pocas veces vistas en este segmento de eventos deportivos. Han trabajado de sol a sol y mucho más, y como siempre han dejado a la marca en el lugar que corresponde”, felicita Vitrian.

“No debemos olvidar que en la preparación de una prueba de este calibre también intervienen otras muchas personas, desde la propia dirección del área de Emergencias de SAMU, con Juan González de Escalada a la cabeza, pasando por José Antonio Vázquez (jefe de Operaciones), hasta el importantísimo equipo de logística, personal de apoyo de otras áreas, gabinete retrasado, o yo mismo; todos aportamos para que la maquinaria funcione”, sostiene el responsable de SAMU Xsports.

El nivel de entendimiento y coordinación del equipo de SAMU con la dirección de Titan Desert es cada vez mayor, tras varios años ya de colaboraciones en distintos escenarios. “Realmente formamos parte de la organización”, observa Vitrian.

En este último trimestre del año, SAMU Xsports participará en al menos dos pruebas más: la Non Stop Madrid Murcia en noviembre, y otra Titan Desert en Almería en diciembre.

Fundación SAMU prestará asistencia a la ciudad de Milagro (Ecuador) para la mejora de su sistema de gestión de las adicciones

Una delegación de responsables de la ciudad de Milagro (Ecuador) ha visitado Sevilla para conocer de primera mano el modelo de gestión de los centros de la Fundación SAMU en materia de adicciones. Esta visita se lleva a cabo en el marco del desarrollo de un proyecto de innovación para la puesta en marcha de un modelo de intervención específico para el municipio de Milagro conforme al diagnóstico de las necesidades de la región en este ámbito.

La visita ha estado encabezada por el alcalde de la ciudad de Milagro, Francisco Asán Wonsang, con la participación de varios técnicos del municipio, quienes han conocido las instalaciones de Fundación SAMU, así como la clínica de Salud Mental SAMU Wellness y la Escuela SAMU, localizada en Gelves (Sevilla). Asimismo, la comisión ha sido recibida en el Ayuntamiento de Sevilla por una representación del Gobierno municipal.

Las autoridades de Milagro están interesadas en introducir innovaciones en los procesos de gestión pública y de atención sanitaria a las conductas adictivas en su municipio, debido a su actual impacto social, familiar y humano, que está produciendo un gran problema en los costes de la atención en salud, seguridad pública, escolaridad, medio ambiente y productividad laboral en esta ciudad. El problema se ha agravado de tal modo que actualmente el consumo de sustancias psicoactivas en menores de edad es uno de los problemas de salud más graves en esta localidad.

La labor desarrollada por Fundación SAMU en distintos países de Latinoamérica ha favorecido el conocimiento de su actividad entre numerosas administraciones públicas de su entorno, lo que finalmente ha llevado al Gobierno del Cantón San Francisco de Milagro a solicitar la colaboración de dicha Fundación.

El proyecto se desarrollará conjuntamente entre la dirección de Desarrollo de la Fundación SAMU, la Clínica de Salud Mental SAMU Wellness y la Escuela SAMU, cuajando en un proyecto de innovación para abordar clínica y socialmente el problema de la adicción a sustancias psicoactivas que se registra en esta ciudad.

Su diseño incluirá un despliegue de acciones complementarias que incluirán desde la prevención de las adicciones hasta la participación de la comunidad y las organizaciones no gubernamentales en la reinserción social, haciendo hincapié en la incorporación educativa y/o laboral.

Asimismo, los responsables de Milagro quieren también impulsar la capacitación y mejora continua de sus profesionales, para lo que contarán con la Escuela SAMU y su cualificada oferta formativa en todos los ámbitos de la gestión sanitaria.

Milagro, también conocida como San Francisco de Milagro, es una ciudad ecuatoriana y cabecera cantonal del Cantón Milagro. Con casi 200.000 habitantes, es una de las ciudades más grandes y pobladas de la Provincia del Guayas.

La operación New Comfort USA coge fuerza: una expedición de SAMU viaja a Estados Unidos

La frontera con México sigue siendo el talón de Aquiles para la Administración Biden. Estados Unidos ha registrado 1,2 millones de arrestos de inmigrantes ilegales desde octubre de 2020 (inicio del año fiscal 2021) hasta junio de 2021, según datos publicados recientemente por El País. En junio, a tres meses para el cierre del periodo, el año ya había batido la barrera del millón, que no se había superado en 15 años.

SAMU, a través de su filial SAMU Foundation, con sede en Washington DC, trabaja desde hace varios meses con el objetivo de ofrecer sus recursos para hacer frente a la crisis migratoria que vive el país norteamericano, especialmente, en la atención de menores extranjeros no acompañados y sus familias a través de la operación New Comfort USA. El objetivo de SAMU Foundation es crear diferentes proyectos educativos residenciales. Para reforzar el trabajo que se está realizando desde España y la sede de SAMU en Washington DC, el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el director del área de Emergencias de SAMU, Juan González de Escalada, viajaron a Estados Unidos del 23 de agosto al 6 de septiembre. En concreto, visitaron Washington DC, Maryland, El Paso (Texas) y Las Cruces (Nuevo México).

Hemos ido para reforzar nuestro proyecto y para conocer en primera persona el entorno y los espacios que contemplamos para nuestros recursos dirigidos a menores, además de para reunirnos con distintas instituciones, posibles colaboradores y con los equipos técnicos que otorgan las licencias oportunas”, explica Juan González de Escalada tras el viaje.

A lo largo de estos 14 días, ambos directivos han mantenido reuniones con instituciones y redes de apoyo, como la entidad Aware, que se plantea ceder edificios propios en alquiler y actualmente vacíos para el proyecto de SAMU en EEUU. Según comenta el director del área de Emergencias de SAMU, también han celebrado reuniones con empresarios españoles en Washington DC y han visitado las instalaciones de un campamento para niños en Maryland que podrían ser utilizadas para la atención de menores, entre otras acciones.

No nos ponemos límites en el número de centros o recursos que podríamos abrir en Estados Unidos. En cuanto a su ubicación, barajamos tres puntos: Washington DC, Maryland y Nuevo México”, señala Juan González de Escalada. “Tenemos la convicción de que vamos a ayudar a niños que están en situación de desamparo allí de aquí a un año como mucho”.

Durante varios días, los directivos de SAMU, junto al colaborador de la entidad en Estados Unidos, visitaron también el muro fronterizo de Estados Unidos y México, una valla de seguridad de más de 1.100 kilómetros construida por el país norteamericano. Su objetivo es impedir la inmigración ilegal y el contrabando a los Estados Unidos. Su construcción se inició en 1994, en el gobierno de Bill Clinton, pero fue con el presidente Donald Trump, en 2017, cuando tomó más entidad y se convirtió en una auténtica realidad y, para muchos, en una gran vergüenza.

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales del año 2020 ha provocado un cambio en la política migratoria estadounidense, puesto que una de sus primeras decisiones como presidente fue ordenar el fin de la construcción del muro e, incluso, se planteó su demolición, aunque esto no ha sucedido aún.

“Ha sido muy ilustrativo ver esta obra tan impactante, nos ha dado una clara perspectiva de lo que viven los inmigrantes. Durante dos días, hemos recorrido esta valla, tanto al este como al oeste de El Paso. Fue impactante verla, por su magnitud. Tenemos fotos en las que no se ve el fin de la valla. Ésta es una valla que ha logrado domar a la propia naturaleza, ya que sube y baja colinas y montañas. Es impresionante.​ Nuestro colaborador en EEUU decía que no sabía si era ‘impressive o depressive’ (impresionante o depresivo)”, destaca González de Escalada. “La valla mide 16 metros de altura, pero hemos visto vídeos en los que chicos menores de edad logran saltar el muro a través de escaleras humanas, unos encima de otros, y saltan, como si de auténticos trapecistas se tratase. Nuestro compañero Alejandro Lerín lo llama el Circo del Sol de la vergüenza”.

“Durante el viaje, leímos un libro magnífico de la escritora, Jenny Torres Sánchez titulado We are not from here (No somos de aquí). La autora hace una descripción muy impactante de cómo cruzan los niños la frontera y de las vicisitudes y peligros que viven hasta llegar a EEUU. Es un libro muy ilustrativo que nos ha ayudado mucho a entender la situación que se vive allí”, continúa el director del área de Emergencias.

Procesos migratorios diferentes

SAMU cuenta con una larga trayectoria en la atención de menores inmigrantes no acompañados. La entidad tuvo su primer contacto con menores inmigrantes en 2007, cuando activó su primer dispositivo por petición de la Junta de Andalucía. Hoy, SAMU es una referencia en el sector con cerca de 40 recursos con unas mil plazas tanto para menores como para extutelados que acaban de cumplir la mayoría de edad en varias autonomías. No obstante, Juan González de Escalada ve importantes diferencias entre el proceso migratorio de los menores que llegan a España procedentes de África, y el de los chicos sudamericanos que intentar cruzar la frontera de EEUU.

“La gran diferencia entre los dos procesos es que los menores que nos llegan desde África vienen apoyados por sus familias, como una inversión familiar, para generar ingresos y enviar dinero a sus familiares. Esto se une al hecho de que el modelo europeo de gestión de estos niños se basa en una inserción sociolaboral”, explica González de Escalada. “En el caso de EEUU, son niños procedentes de países de Centroamérica y Sudamérica que huyen de situaciones de peligro y de carestía también. Además, el modelo de gestión allí se basa en la reunificación familiar. Nuestro empeño en España es que, cuando esos niños cumplan los 18, les hayamos dotado de herramientas para ser capaces de subsistir, que sean autosuficientes y sean ciudadanos de bien. La manera de cuantificar nuestro éxito es el número de niños que consiguen trabajo. Mientras que, en EEUU, el éxito de los recursos especializados en la atención de menores se mide por el número de días que pasan desde que el niño llega a las instituciones americanas hasta que localiza y se reúne con algún familiar que ya viva en EEUU y que lo acoge o lo adopta”. El 95% de los menores inmigrantes que llegan a EEUU logran esa reunificación familiar, pero hay un 5% que no. En julio, llegaron a EEUU 19.000 menores.

“Ambos modelos son distintos, pero los dos tienen cosas buenas. Creo que nuestro modelo se puede implantar allí, es totalmente compatible, ya que suma, no resta. A todas las organizaciones con las que hemos hablado les ha sorprendido nuestro modelo de inserción sociolaboral y les ha gustado. No queremos imponer nada. Nosotros somos capaces de adaptarnos al modelo de allí, pero estaremos encantados de abogar por nuestro modelo y enseñárselo al que quiera”, destaca el director del área de Emergencias de SAMU.

Éste asegura que el viaje a Estados Unidos ha sido “muy fructífero” y que las expectativas del proyecto New Comfort USA de SAMU son buenas. “Estoy convencido de que de aquí a un año vamos a atender a niños en EEUU. Avanzamos”, exclama Juan González de Escalada.

Mientras se resuelven los problemas administrativos con EEUU, SAMU continúa trabajando para que su proyecto sea una realidad, y ya ha seleccionado a un equipo de profesionales del área de Infancia y Familia al que está formando y preparando para que viaje a América lo antes posible. “Estamos trabajando en múltiples frentes”, destaca González de Escalada. “SAMU tiene futuro en EEUU”.

Ayuda más allá de cualquier frontera

El 14 de enero del 2010, un terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter arrasó el país caribeño de Haití. Fueron 36 segundos letales que provocaron más de 200.000 muertos y aproximadamente 1,5 millones de personas afectadas. Inmediatamente, tras conocerse la noticia, SAMU convocó un gabinete de crisis para acudir al auxilio de los damnificados.

Haití se convirtió de este modo en la primera misión humanitaria en la historia de SAMU. Desde entonces, la organización ha participado en 11 misiones humanitarias, 10 de ellas internacionales. La última fue en junio de 2021, cuando un grupo de 20 profesionales de SAMU viajaron a Costa Rica para apoyar a los sanitarios locales ante la incesante expansión del Covid-19.

Haití fue una de las misiones más largas emprendidas por SAMU, sólo superada por la misión en Filipinas, en 2013. En total, cinco contingentes diferentes formados por 45 personas (11 médicos, 25 enfermeros, 3 arquitectos, un psicólogo, un farmacéutico y una persona de logística) viajaron hasta el país caribeño. La misión arrancó el 14 de enero de 2010 con la creación de una comisión aposentadora y finalizó el 16 de abril de ese mismo año, con la llegada del quinto contingente a España, tres meses en total. SAMU se centró principalmente en atender a la población de Jimani y Puerto Príncipe. En total se asistieron a 9.973 personas.

En esta primera misión, SAMU contó con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla, BUSF (Bomberos Unidos Sin Fronteras), Farmamundi y Aecid (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

Un año después de Haití, SAMU actuó en Lorca (Murcia), donde la tarde del 11 de mayo de 2011 se produjo un terremoto de magnitud 5,1 que tuvo múltiples réplicas (131). Este sismo ocasionó 9 muertos y más de 300 heridos.

Dos días después del terremoto, SAMU recibió por parte del teniente coronel del EMAT (Escalones Médicos Avanzados de Tierra) del ejército de Tierra Félix Conde la solicitud de una célula de refuerzo de personal sanitario para asistir a las víctimas del terremoto. SAMU respondió a esta solicitud enviando cinco enfermeros y a un médico. Este personal se incorporó a las órdenes del teniente coronel, bajo los auspicios del Escalón Médico Avanzado, el día 13 de Mayo y permanecieron en el lugar hasta el 20 de Mayo del 2011.

La siguiente misión humanitaria de SAMU no llegó hasta 2013: Filipinas. El 7 de noviembre de 2013 el tifón Haiyan (también conocido como Yolanda) azotó la isla de Bantayan, causando muertes y dejando la isla devastada a su paso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 16 millones de personas sufrieron las consecuencias de este fenómeno a su paso por las islas del archipiélago de Filipinas.

Esta es la misión más larga que ha experimentado SAMU. En ella participaron 27 personas divididas en cinco contingentes. La misión duró cinco meses, del 15 de noviembre de 2013 al 25 de abril de 2014. Durante la estancia de SAMU en Filipinas se realizaron múltiples misiones sanitarias tanto en bases temporales como con equipos itinerantes, y se realizaron colaboraciones con otras organizaciones presentes en la zona en el reparto de alimentos y gestiones logística así como acciones de formación en materia sanitaria dirigido a la población local.

La misión arrancó en el norte de la Isla de Cebú y se acudió a más de 30 poblaciones distintas. En total se asistieron a más de 7.300 personas.

En 2015, SAMU participó en dos misiones humanitarias, Katmandú (Nepal) y Calais (Francia), ambas en colaboración con la Fundación británica Bridge 2.

Tras el grave terremoto de Nepal en abril de 2015, Fundación SAMU envió a un grupo de profesionales y alumnos de Escuela SAMU para atender a la población afectada. Esta intervención fue posible gracias a la colaboración de Obra Social La Caixa, Rotary Internacional, Menarini Responsable, Universidad de Sevilla, Instituto Municipal de Deportes de Sevilla y el Colegio Rural Agrupado El Carracillo de Segovia, así como a infinidad de personas que a título individual hicieron llegar a SAMU recursos para poder atender a la población nepalí.
Una vez en la zona, el equipo de Fundación SAMU se fusionó con voluntarios de la organización Bridge 2 Nepal, especializada en el reparto de víveres, kits de higiene y primeros auxilios. Esta colaboración reforzó las capacidades de ambas instituciones para mayor eficiencia de esta misión.

Ese mismo año, en noviembre, otro equipo de SAMU actuó en el campamento de refugiados de Calais, en el norte de Francia, bautizado como La Jungla. Aquí malvivían más de 6.000 inmigrantes a la espera de poder cruzar de manera irregular el Canal de la Mancha hasta Reino Unido ante la grave crisis migratoria.

En 2016 también se desarrollaron dos misiones de cooperación médica, ambas en Marruecos: El Aaiún y Tan-Tan. Entre los objetivos de estas dos acciones destacaban la formación a sanitarios locales en cirugía laparoscópica y en atención prehospitalaria, reforzar las relaciones con instituciones locales privadas y públicas del ámbito de la salud, talleres formativos dirigidos a la población y la atención sanitaria.

Con estas misiones, especialmente la de El Aaiún, existía el objetivo de explorar las posibilidades de implantación de un programa de urgencias y emergencias dentro del programa de salud del Reino de Marruecos. Estas acciones permitieron la apertura en 2017 de una base de emergencias en Tánger gestionada por SAMU, que se consolidó con la celebración de dos caravanas escolares solidarias en el norte de Marruecos en 2019.

En 2020, SAMU llevó a cabo dos misiones humanitaria: El Salvador y Honduras. En la primera de ellas, SAMU respondió en agosto a la solicitud de ayuda por parte del Gobierno salvadoreño ante el aumento de contagios en plena pandemia mundial de Covid-19. La misión marcó un hito por su repercusión mediática e institucional en ambos países. Ese mismo año, en diciembre, un equipo de SAMU acudió a Honduras para dar respuesta a las necesidades de la población tras el paso de dos fuertes huracanes.

Costa Rica ha sido la última misión humanitaria llevada a cabo por SAMU hasta el momento. En junio de 2021, una veintena de enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias acudieron al país centroamericano para apoyar a los sanitarios locales ante la incesante expansión del Covid-19. SAMU estuvo trabajando durante más de tres semanas en dos hospitales de campañas levantados en las inmediaciones del Hospital de San Vicente de Paúl de Heredia.