SAMU busca mentes brillantes que puedan cambiar vidas

SAMU ha lanzado un desafío único a sus trabajadores, el primer concurso interno para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de esta competición interna ha sido promover la creación de proyectos innovadores de corte social, suponiendo ésta una gran oportunidad para la intervención con colectivos vulnerables en territorio estadounidense y para el desarrollo individual y profesional del personal de las diferentes áreas de SAMU.

«El I Concurso de Grant Writing partió de una iniciativa de la directiva y gerencia de SAMU, con la intención de promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa, desde el personal más vinculado a la labor administrativa como a la más asistencial. La idea nació de querer escuchar a todos los que componían y componen SAMU, dándoles el apoyo desde la más alta dirección, para que aquellos proyectos que tuvieran en la cabeza pudieran hacerse realidad en uno de los puntos clave principales de la empresa actualmente, Estados Unidos», explica Santiago Llop, director del departamento de Desarrollo de SAMU.

«Buscamos mentes brillantes para presentar ideas que puedan cambiar las vidas de colectivos vulnerables en territorio internacional. Queremos fortalecer el apoyo a los más necesitados, rompiendo barreras en territorio internacional», continúan desde la organización.

Finalmente, el 31 de mayo finalizó el plazo para la presentación de ideas. En total se presentaron seis propuestas, de las cuales tres fueron las ganadoras.

El primer premio fue para Rolando Delgado, miembro de la plantilla de SAMU First Response. Su idea, SAMU Kids (Emergency Welcome Respire), es una iniciativa que replica el proyecto que ya se lleva a cabo en el Respite Center de Washington D.C. y Maryland, un centro de bienvenida a población migrante, especialmente dirigido a menores y familias que cruzan la frontera de Estados Unidos por Arizona. Este programa integral aborda las necesidades urgentes de estos menores, ofreciendo evaluaciones médicas, apoyo psicológico y alojamiento temporal. Además, facilita el acceso a educación, asistencia legal y actividades de integración social. El objetivo es garantizar la seguridad inmediata y el bienestar a largo plazo de más de 1.000 menores anualmente, promoviendo su integración exitosa en la sociedad estadounidense.

Este primer premio cuenta con una remuneración económica de 1.500 euros para el autor del proyecto y su participación en el equipo e implementación en la zona del proyecto.

El segundo premio fue para Jara Díaz, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, y su Programa Nido (Nest Program), que ya se desarrolla en Andalucía con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Este proyecto tiene como objetivo apoyar a mujeres migrantes solicitantes de asilo que están embarazadas o tienen hijos pequeños (0-6 años) y han sido expuestas a situaciones de violencia de género. El programa ofrece alojamiento temporal y atención integral durante un máximo de 12 meses, enfocándose en el empoderamiento de las mujeres y la inserción socio-laboral, así como en el desarrollo integral de sus hijos. A través de una serie de servicios que incluyen apoyo psicológico, asesoramiento legal, formación laboral y cuidado infantil, el programa busca proporcionar un entorno seguro y de apoyo para que estas mujeres puedan reconstruir sus vidas con dignidad y seguridad.

Por último, el tercer proyecto premiado en el concurso ha sido el denominado Co-Housing Program, presentado por Paola Toro, alumna en prácticas del departamento de Desarrollo de SAMU. Este programa de co-vivienda intercultural para migrantes en Nueva York busca proporcionar una solución de vivienda asequible y segura para migrantes en el distrito de Queens. Este programa no solo ofrece alojamiento, sino que también promueve la integración social y cultural mediante la convivencia con residentes locales. Incluye servicios educativos, apoyo legal y psicológico, y actividades culturales para facilitar la adaptación y el bienestar de los migrantes. Además, se enfoca en la sostenibilidad a largo plazo a través de modelos de autofinanciamiento y alianzas estratégicas con organizaciones locales y gubernamentales.

«Son varios los proyectos presentados al concurso que, en cuestión de meses, han servido de base para programas clave que están en proceso de implementarse, concretamente en Puerto Rico. Si bien, hay otras iniciativas que, aunque permanecen en la recámara, por el momento, se tendrán en cuenta para futuras licitaciones, subvenciones o proyectos nacionales o internacionales, ya sea por su metodología novedosa o la ampliación de potenciales servicios, como es la creación de espacios de Co-housing o Co-living para familias migrantes», explica Santiago Llop.

Uno de los proyectos presentados al concurso y que se ha puesto en marcha en septiembre en Puerto Rico ha sido Smile (Support, Mobility, Inclusion, Learning and Enjoy). Este programa utiliza una furgoneta para visitar centros de acogida y ofrecer a los niños actividades de intervención especializada y apoyo emocional. Incluye talleres de psicología grupal, cohesión, habilidades sociales, detección de necesidades individuales y cuestionarios psicológicos. Además, proporciona apoyo en los primeros pasos con el idioma, y actividades de juegos, dinámicas y arteterapia como música, pintura, juegos tradicionales y deportes.

Los otros dos proyectos que se presentaron fueron Bridge Project y Boosting Early Minds. El primero de ellos tiene como objetivo facilitar la integración social y laboral de las familias migrantes en el condado de Montgomery, Maryland. El proyecto aborda la crisis migratoria proporcionando asistencia integral que incluye orientación legal, cultural y lingüística, así como apoyo en el cuidado infantil para que los padres puedan asistir a capacitaciones y buscar empleo. Además, se enfoca en la inclusión social a través de actividades comunitarias y un programa de mentores. En resumen, el proyecto busca cerrar la brecha entre la llegada de los migrantes y su integración plena en la comunidad, mejorando sus oportunidades laborales y condiciones de vida.

El otro proyecto presentado, Boosting Early Minds, de SAMU First Response, tiene como objetivo mejorar el desarrollo cognitivo de niños menores de 6 años en Maryland, utilizando la metodología Vroom de la Fundación Bezos. Este programa se centra en proporcionar estimulación temprana y aprendizaje del inglés a niños inmigrantes y sus padres, facilitando su integración social y educativa. El proyecto incluye sesiones individuales y comunitarias, evaluaciones del desarrollo infantil y formación para padres, con el fin de preparar a los niños para la educación formal y mejorar las habilidades lingüísticas de las familias.

«En este concurso, se han ofertado premios de gran interés, como han sido 1.500 euros para el ganador, un viaje para dos para el segundo y una cena para dos para el tercero. No obstante, creemos que el valor ha radicado en el compartir del know how y en la plataforma que ha supuesto para el apoyo de grandes ideas», destaca Llop.

A pesar de la acogida discreta de esta primera edición, sus organizadores creen que, por todo lo que le han transmitido los participantes, que «ha sido una iniciativa que ha aportado significado al trabajo que se realiza en la casa». Por todo ello, SAMU no descarta celebrar una segunda edición en 2025.

 

Recursos contra la adversidad para jóvenes de Puerto Rico

La entidad continúa avanzando en su proceso de internacionalización con la puesta en marcha en septiembre de un programa integral de apoyo emocional, social y académico dirigido a preadolescentes y adolescentes en Puerto Rico: Smile. Este proyecto está orientado a mejorar la salud mental, el rendimiento académico y la inclusión social de los estudiantes y se realiza aunando esfuerzos con la Fundación Atención-Atención.
Se trata de una iniciativa de SAMU First Response para complementar las labores ya prestadas por el proyecto C.A.S.A. del departamento de Educación y el Gobierno de Puerto Rico, dirigido a atender las necesidades de la población en alto riesgo de abandono escolar. Smile, originalmente planteado como un proyecto de intervención itinerante, busca abordar las necesidades críticas de salud mental, neurodesarrollo y bienestar emocional de los jóvenes y adolescentes en Puerto Rico.

«La situación socioeconómica y demográfica de la isla, exacerbada por recientes desastres naturales, ha creado un entorno en el que los menores enfrentan desafíos significativos que requieren intervenciones efectivas y sostenibles en el ámbito educativo y extraescolar. De este modo, Smile se presenta como una oportunidad para, de la mano de la Fundación Atender-Atender, prestar servicio en colegios, con los que esta formación ya presenta acuerdos firmados. De este modo, Atención-Atención centra sus esfuerzos en atender a menores en etapa escolar de atención temprana o Primaria (3-10 años), mientras que Fundación SAMU hace lo mismo con menores en etapa preadolescente y adolescente (de 10 a 18 años)», explican desde Fundación SAMU.

El programa Smile está diseñado para combatir la pobreza infantil, abordar el trauma causado por desastres naturales, así como por la negligencia, la pobreza familiar y comunitaria en la infancia; mejorar el rendimiento académico y promover el bienestar emocional y social de los jóvenes en el entorno escolar. La intervención integral propuesta incluye evaluaciones psicológicas, talleres de apoyo emocional y académico, actividades de inclusión social a través del juego, y el apoyo o asesoramiento externo al personal de las escuelas que tienen convenio con la Fundación Atención- Atención. Todas estas acciones están dirigidas a proporcionar a estos niños y adolescentes las herramientas necesarias para superar sus circunstancias adversas y construir un futuro mejor.

Las intervenciones están dirigidas por un psicólogo y un terapeuta ocupacional, con sesiones grupales de 60 minutos de duración. Si se requiere, se asigna tiempo específico para el trabajo individual, lo que permite evaluar y abordar casos concretos de manera personalizada.

Fundación SAMU ha puesto en marcha ya este programa, de un mes de duración, en tres centros educativos de Puerto Rico: las escuelas Angélica Gómez y Luis Muñoz Marín, en el municipio de Arecibo, y en la escuela Juanita Ramírez, en Florida.

Como formación adicional, se ofrecen dos webinars diseñados para brindar apoyo tanto a padres como a profesionales. Estos webinars proporcionan un espacio para alinear objetivos educativos y de crianza, creando un entorno de apoyo mutuo. Esto beneficia también al desarrollo integral de los niños y jóvenes, tanto en casa como en la escuela.

A través de este programa se pretende lograr una reducción de la deserción escolar mediante apoyo emocional y motivación académica; una mejora del rendimiento académico al abordar problemas emocionales y sociales; y el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación a través de talleres grupales.

El proyecto Smile fue una de las seis iniciativas presentadas en el I Concurso de Grant Writting, el primer concurso interno de SAMU para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de este concurso es promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa.

El equipo de SAMU First Response desarrolla su mayor simulacro de respuesta inmediata

El equipo de SAMU First Response llevó a cabo el 22 de julio su mayor simulacro de respuesta inmediata hasta la fecha: el equipo de gestión de desastres organizó y completó un despliegue de emergencia tras un capítulo de graves inundaciones en el que debía atender y reubicar a más de 400 personas afectadas.

La singularidad de este ejercicio, además de su propia dimensión, es que el equipo tuvo que reaccionar sin aviso ni preparación previa, solo alerta en la jornada anterior, activación y despliegue. «Me ha impresionado vuestra energía y dedicación en este primer ejercicio de despliegue inmediato. La jornada ha ido a más y habéis brillado a gran altura», subrayó Carlos González de Escalada, presidente-director general de SAMU, que evaluó este ejercicio sobre el terreno.

El simulacro se realizó durante toda la jornada en el parque Prince William Forrest, ubicado en la periferia de Woodbridge, unos 15 kilómetros al sureste de Washington D.C. El despliegue de más de una veintena de efectivos se enfrentó a una situación en la que debía asumir la atención a entre 400 y 500 personas afectadas por fuertes inundaciones, que necesitaban ser reubicadas. Su evacuación y reubicación debía producirse en varios refugios diferenciados para hombres no acompañados, mujeres no acompañadas, familias y menores no acompañados. La misión contemplaba la asistencia inmediata, la habilitación de albergues y la logística para atender a los afectados. Los figurantes recrearon situaciones de todo tipo, incluyendo ataques de pánico al ser recibidos por el equipo de SAMU First Response.

Con este ejercicio, el equipo de Estados Unidos sigue desarrollando y perfeccionando sus capacidades de atención inmediata en casos de catástrofes. Como entidad con amplia experiencia en cooperación internacional, ayuda humanitaria y emergencias sanitarias, SAMU First Response también quiere posicionarse como entidad disponible en casos de catástrofes en los ámbitos nacional e internacional.

El objetivo principal del ejercicio desarrollado en el parque de Woodbrige era demostrar las capacidades logísticas y asistenciales como equipo de emergencia. Además, se plantearon como objetivos secundarios asegurar una dotación de estructuras adecuada al tipo de demanda operativa que se pretende cubrir; garantizar un suministro eléctrico para cubrir todas las necesidades energéticas durante el despliegue; establecer un mecanismo de flujos de trabajo que mantenga la operatividad de las actividades y demandas de la situación; identificar las necesidades de la población a atender, trazar las rutas de trabajo para responder a estas necesidades y garantizar la acogida hasta su relevo; y asegurar una zona de vida y de avituallamiento para el personal interviniente, entre otros. Todos los objetivos se cumplieron de forma satisfactoria.

SAMU First Response: dos años al servicio de los más vulnerables en Estados Unidos

SAMU First Response continúa su compromiso incansable con la asistencia y el apoyo a personas solicitantes de asilo y migrantes que llegan a Estados Unidos y, tras dos años de duro trabajo, la organización se plantea ahora nuevos horizontes para brindarle su ayuda a poblaciones vulnerables en el campo de los servicios sociales y las emergencias, como por ejemplo, los desastres naturales.

El 21 de junio se cumplieron dos años del inicio de la operación de recepción y acogida de migrantes desarrollada por SAMU First Response (SFR) en el Centro Respiro de Montgomery Country, en el estado de Maryland, y en las calles de Washington D.C., lo que ha permitido una evolución y un crecimiento exponencial de la organización hasta llegar a lo que es hoy.

Estados Unidos sufre una crisis migratoria constante en su frontera con México desde la primavera de 2022. El 6 de abril de ese mismo año, el Gobernador de Texas anunció el envío masivo de personas migrantes en autobuses hasta la Estación Central de Washington D.C. (Union Station). Dos meses después ya habían llegado a este punto más de 2.000 personas procedentes, principalmente, de Colombia, Venezuela, Cuba y Nicaragua.

A estas personas se les permitió entrar en EEUU mientras sus casos eran procesados por el Servicio de Aduanas e Inmigración de Estados Unidos. Generalmente, carecían de acceso a los sistemas de transporte y comunicación y, por tanto, necesitaban ayuda y recursos para llegar con seguridad a sus destinos y comenzar una nueva vida.

Durante este proceso, las organizaciones locales de asistencia de Washington D.C. se vieron colapsadas por la gran afluencia de personas. Además, a medida que pasaba el tiempo, la frecuencia y el número de autobuses aumentaban, lo que ponía de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada a gran escala.

Fue en este contexto cuando nació la operativa dirigida por SFR con el objetivo de dar atención primaria a los migrantes y solicitantes de asilo que llegaban a Washington D.C. en autobús.

El origen

SAMU First Response es la evolución de SAMU Foundation, que abrió su primera oficina en Washington D.C. en 2018 con el fin de captar fondos para sus misiones humanitarias internacionales. Tres años después, la entidad logró hacerse un espacio en EEUU a través de SAMU First Response, que empezó su labor centrándose en los menores.

En abril de 2022, ante la importante crisis migratoria que sufría EEUU, las tres personas que formaban entonces el equipo de SFR empezaron a trabajar de manera voluntaria en la acogida de familias que cruzaban las fronteras de manera irregular en apoyo a otras asociaciones como Carecen y Caridades Católicas.

Gracias a financiación externa, SAMU First Response abrió el 21 de junio de 2022 el Centro Respiro en Montgomery Country, en el estado de Maryland, en el que los migrantes podían permanecer hasta 30 días. La apertura de este recurso fue el inicio de la operación de acogida de migrantes y el punto de partida del crecimiento exponencial que ha experimentado la organización.

Recepción y acogida de migrantes en Washington D.C.

La llegada masiva de migrantes hizo que se ampliara el equipo de SFR y que éste desarrollara también su misión de recepción y acogida en la estación principal de autobuses de Washington D.C. y en las propias calles de la ciudad, ya que los autobuses llegaban a diferentes puntos de la ciudad.

El primer autobús al que dio la bienvenida SFR en Union Station llegó desde Texas con 28 personas. Y en el primer mes, la organización proporcionó servicios directos a un total de 1.325 personas, comidas calientes a 1.612 y alojamiento nocturno a 380. También se ofrecieron talleres y sesiones de información a 103 migrantes.

“Los autobuses llegaban entre las cinco de la mañana y las once de la noche, y cada semana el horario variaba. Al principio, el equipo de SAMU First Response estaba formado por cinco personas, dedicadas a coordinar la operación, junto con la asistencia de cuatro voluntarios de España que ayudaron como apoyo adicional. En los meses siguientes, la organización pudo contratar personas adicionales dedicadas y apasionadas y el equipo creció hasta alcanzar unas 20 personas que integraron los equipos de admisión, logística y soporte de servicio. En ese momento, la operación tenía un centro de relevo que se llenaba muy rápidamente cada pocos días y un equipo de admisión móvil que se reunía y daba la bienvenida a los autobuses dondequiera que llegaran dentro de los límites de la ciudad”, explican desde la organización estadounidense.

“Durante este tiempo, trabajamos muy de cerca con la comunidad y otras organizaciones que compartían pasiones similares a las nuestras para ayudar a las familias y personas individuales migrantes que llegaban al área de Washington D.C. Hubo una gran dependencia de las donaciones comunitarias de ropa, kits de higiene y alimentos de restaurantes locales para ayudarnos a apoyar nuestra misión de ayudar a la comunidad de inmigrantes. Con el tiempo, el equipo de admisión pudo mudarse a ubicaciones más seguras dentro de las iglesias de la ciudad, lo que creó un espacio más seguro para todos y un flujo más constante de recursos que pudimos brindar a quienes llegaban en autobuses desde Arizona y Texas”, continúan.

En mayo de 2023, el programa de Recepción y Centros de Respiro para Migrantes de SAMU First Response experimentó una transformación. La organización trasladó su operación de recepción desde la principal estación de autobuses en Washington D.C. (Union Station) y, posteriormente, en varias iglesias de la ciudad, a un nuevo centro de recepción y acogida ubicado en el noreste de Washington D.C. Este nuevo centro de recepción, que también ha servido como espacio de respiro, duplicó la capacidad de la organización para brindar una recepción segura y digna a las personas que llegaban a Washington D.C.

Este nuevo centro ha resultado un apoyo y complemento a los esfuerzos que desde junio de 2022 se viene realizando en el otro centro que SAMU tiene en Montgomery Country (Maryland).

En este nuevo recurso de Washington D.C., las familias migrantes pueden permanecer un mayor tiempo (hasta seis meses), a la vez que reciben una amplia gama de servicios que incluye la gestión de casos y el apoyo de otras organizaciones como Carecen y Caridades Católicas. Aquí, no sólo se atienden a las personas que llegan en autobús desde Texas o Arizonas, sino que las familias y las personas que llegan a Washington D.C. por sus propios medios pueden entrar directamente y pedir ayuda.

“Este nuevo espacio ha cambiado la trayectoria de la misión y a lo que SAMU puede aspirar en su misión de salvar vidas. Ahora podemos ofrecer servicios inmediatos con acceso a instalaciones para almacenar agua fría o café caliente, cocina para preparar comidas, opciones de ropa y un lugar seguro para cambiarse, y un área de juegos para que los niños vuelvan a tener imaginación”, apuntan desde EEUU. “La organización ha pasado de atender a los migrantes que llegaban al país en las calles y en las mesas de Union Station a poder brindarles un espacio seguro y cálido mientras se les da la bienvenida a la ciudad junto con todos los recursos que están al alcance de la mano”.

A todo eso se añade la creación en enero de 2024 de un nuevo proyecto de apoyo y asistencia humanitaria a migrantes y solicitantes de asilo en el estado de Maryland, una iniciativa que en los últimos meses se ha extendido al resto de Estados Unidos y hasta ahora ha completado varias misiones. Este equipo de despliegue está listo en cualquier momento para ayudar cuando ocurre un desastre o cuando se solicita apoyo de otras organizaciones en Maryland.

Apoyo y asistencia humanitaria a migrantes y solicitantes de asilo

Dentro de este proyecto de apoyo y asistencia a migrantes y solicitantes de asilo, SFR, en colaboración con otras organizaciones, ha participado en varios eventos de apoyo en clínicas legales, actividades comunitarias y de extensión, actividades en iglesias o programas de familias saludables, reparto de kits de higiene, ropa, teléfonos móviles o alimentos, entre otros.

En tres meses, de abril a junio, SAMU ha colaborado con unas 14 asociaciones y ha implementado con éxito una decena de eventos diseñados para satisfacer las diversas necesidades de la comunidad. En total, estas actividades y eventos de divulgación han beneficiado a 2.482 personas en Maryland (al margen del programa de recepción y respiro en el condado de Montgomery). Sólo a través de las clínicas legales se han ofrecido servicios críticos, asistencia y orientación a 886 migrantes con bajos ingresos; se han distribuidos 200 kits de higiene y 156 teléfonos móviles; y se han repartido más de mil prendas para bebés y más de 2.300 comidas.
Baltimore, Wheaton, Silver Spring, Rockville, New Carrollton, Laurel, Shady Grove, Chevy Chase, Burtonsville, Gaithersburg y Annapolis han sido los lugares en los que se han desarrollado hasta el momento estas actividades en las que se brindó asistencia legal, apoyo de salud y servicios esenciales a miles de personas migrantes.

“Este proyecto ha fortalecido la resiliencia y la autosuficiencia de la comunidad migrante, y se les ha preparado para acceder a recursos vitales y mejorar su estabilidad y bienestar”, apuntan desde SFR.

De manera paralela, SAMU ha desarrollado también otros proyectos como Relief and Support (Mitigación y Apoyo), que consiste en atender situaciones de emergencia y/o catástrofes naturales a través del registro de víctimas y manejo de donaciones y voluntarios tanto a nivel nacional como internacional; y Smile, que ha llevado a la organización a expandir su trabajo a otros lugares como Puerto Rico.

Más de 15.000 beneficiarios en dos años

SAMU First Response es hoy una organización muy diferente a la que era hace dos años, pero tiene los mismos valores, pasión y dedicación para ayudar a cerca de 15.000 personas de la comunidad migrante. Actualmente, cuenta con un equipo de más de 90 personas que trabajan incansablemente en múltiples equipos en toda la organización para apoyar la misión.

En concreto, en estos dos años 14.922 personas, entre ellas 3.227 familias, se han beneficiado de los servicios y programas de SAMU First Response. En este tiempo, la organización ha dado la bienvenida a 287 autobuses, la gran mayoría procedentes de Texas y Arizona; y ha repartido más de 200.000 comidas.

El 47,5% de estos migrantes y solicitantes de asilo proceden de Venezuela. Le sigue Colombia (11,5%), Perú (9,5%) y Ecuador (9%). Otras personas llegan desde Honduras, Nicaragua, Guatemala, México, Mauritania, Senegal o Cuba.

“Día a día, la plantilla de SAMU First Response trabaja arduamente para encontrar constantemente formas nuevas e innovadoras de cambiar las vidas de aquellos a quienes sirven y ayudan. Amamos la comunidad a la que servimos y el hecho de que podemos marcar la diferencia en las vidas de tantas personas que se han cruzado en nuestro camino. En SAMU First Response estamos emocionados de celebrar dos años salvando vidas y esperamos continuar la misión en los años venideros”, señalan desde la propia organización.

SFR tiene su mirada puesta en el futuro y se enfrenta a desafíos significativos. El equipo de Estados Unidos confía en que, con una visión de crecimiento sostenible y una sólida red de colaboradores, la organización esté preparada para abordar los desafíos que el futuro presenta, manteniendo siempre su compromiso con las misiones y su objetivo fundamental de ayudar a quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.

 

Andrea Gallegos-Montilla, managing director de SAMU First Response: «Impactamos en la vida de las personas»

Andrea Gallegos-Montilla (Bogotá, Colombia, 1986) comenzó a trabajar en SAMU First Response en 2022, en plena crisis migratoria en EEUU y ahora es directora general de la organización. Es politóloga con más de 15 años de experiencia en relaciones internacionales, gestión de programas y ayuda humanitaria.

—Toda su trayectoria profesional se centra en las relaciones internacionales, la ayuda humanitaria y los servicios sociales. ¿Cuándo comenzó su vocación por ayudar a los demás?
—Mi pasión por el trabajo social comenzó a una edad muy temprana. Cuando era adolescente colaboré como voluntaria con varias organizaciones que se dedicaban a ayudar a poblaciones desplazadas y vulnerables, y he formado parte de diferentes iniciativas en América Latina, África Oriental, Europa y Estados Unidos para asistir a poblaciones vulnerables.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en SAMU First Response (SFR)?
—Llegué a principios de julio 2022 como gerente del centro de respiro ubicado en el estado de Maryland. El objetivo que tenía entonces era gestionar y liderar este centro que sirve para dar alivio y atención a migrantes que llegan a este estado procedentes de los estados fronterizos del sur. Más tarde me promocionaron a directora general de la organización, posición que se hizo oficial en 2024.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo actual?
—Que impactamos en la vida de las personas. Me hace feliz poder tener un impacto tan importante en la vida de muchas familias especialmente vulnerables y seguir construyendo proyectos que mejoran la vida de las personas en situaciones de crisis a las que apoyamos.

—¿Cuáles son los principales retos a lo que se enfrenta en su día a día?
—Como todas las organizaciones sin fines de lucro, la financiación y conseguir sostenibilidad económica es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos. Sin embargo, SAMU First Response inició su operación hace dos años y me siento muy orgullosa de las capacidades internas que hemos construido a lo largo de este tiempo para lograr oportunidades de financiación para la organización. Tenemos un equipo con experiencia en implementaciones de programas sociales, un equipo multifacético, muy versátil, flexible y dispuesto a asumir roles de acuerdo a las necesidades que presente la organización.

—¿Qué proyectos tiene SAMU en estos momentos en marcha en Estados Unidos?
—Actualmente tenemos abiertos dos centros de descanso dirigidos a migrantes que llegan a Washington D.C., Maryland y Virginia. Aquí se les ofrece una primera respuesta en términos de atención básica: ropa limpia, duchas, kits de higiene, comida caliente, camillas para dormir, conexión a internet y compra de tickets para continuar su viaje, como principales puntos de atención. En estos centros también ofrecemos, gracias a nuestro equipo de especialistas, recursos informativos y una guía ajustada a cada situación con el fin de ayudar a estas personas a insertarse de la mejor manera posible en Estados Unidos. Por otro lado, tenemos un programa de formación en emprendimiento en el que utilizamos realidad virtual para ayudar a las personas migrantes a concretar su idea de negocio y así contribuir a que puedan ponerlo en marcha y consigan su libertad financiera. Otro de los programas puestos en marcha en 2024 es Relief and Support, que consiste en atender situaciones de emergencia y/o catástrofes naturales a través del registro de víctimas y manejo de donaciones y voluntarios.

—¿Cómo ha evolucionado la organización en estos últimos dos años?
—SAMU First Response ha experimentado un crecimiento exponencial y muy rápido en un breve periodo de tiempo. En apenas dos años, hemos pasado de tener una plantilla de tres personas a tener un equipo de 96 trabajadores más seis consultores. La organización es hoy mucho más compleja en términos humanos y profesionales y con necesidades muy variadas.

—¿Cuál es el perfil de los trabajadores?
—Los perfiles son diversos, pero estamos muy orgullosos de contar dentro de nuestro equipo con personas bilingües, que pueden comunicarse en inglés, español, francés, criollo y portugués. Además, todos cuentan con experiencia en el ámbito humanitario e implementación de programas sociales para poblaciones vulnerables.

—¿Cuántas personas o familias se han beneficiado de estos proyectos en los últimos dos años?
—Desde junio 2022 hasta junio de 2024 hemos atendido a 14.838 migrantes, entre los que se contabilizan 3.205 familias provenientes de Venezuela (47,49%), Colombia (11,55%), Perú (9,5%) y Ecuador (8,9%). Adicionalmente, se han repartido 197.287 comidas, hemos recibimos a 287 autobuses que han llegado de Texas y Arizona. También hemos comprado alrededor de 6.706 boletos en medios de transporte para que las familias continúen su viaje y lleguen a su destino final, y le hemos ofrecido refugio a 6.299 migrantes. En cuanto a migrantes que venían de manera individual, solos, hemos atendido a 4.749.

—¿Hacia dónde se dirige ahora la organización?
—Ahora estamos trabajando en la inclusión de la organización en varios VOADs (Voluntary Organizations Active in Disaster). Ya estamos registrados en los VOADs de Washington D.C., Maryland, Virginia, Puerto Rico y West Virginia; y estamos en proceso de que aprueben nuestra incorporación en dos VOADs más: Arizona y Pensilvania. Todo esto forma parte del proyecto Relief and Support.

—¿Qué son los VOADs?
—Son asociaciones voluntarias de organizaciones con experiencia en situaciones de emergencia y que ofrecen sus servicios en momentos de catástrofe. En cada estado de Estados Unidos, el VOAD se coordina con las autoridades de emergencias en caso de desastres o incidentes locales o federales. Por ejemplo, en caso de alerta de huracanes, tornados, inundaciones, incendios u otras situaciones de emergencia que tengan un impacto comunitario, las autoridades tanto locales como nacionales llaman a estos VOADs para solicitarles apoyo y colaboración. Hasta ahora, la participación de SAMU en los VOADs había sido muy limitada, pues nuestro papel el año pasado era el de invitados especiales en las reuniones. Pero ya este año hemos logrado registrarnos oficialmente como miembro de cinco VOADs y queremos tener un rol importante dentro de ellos como entidad de referencia y plena operatividad.

—¿Tenéis algún proyecto más en mente para este 2024?
—Sí, estamos trabajando en un programa de talleres de formación y creación de empresas con realidad virtual. Ojalá salga adelante, ya que es un proyecto estratégico que nos gustaría poner en marcha en octubre de este año en Aruba, en El Caribe.

—¿A qué se debe esta diversificación de SFR?
—La financiación y la operación con migrantes y poblaciones vulnerables puede cambiar de un día para otro por motivos ajenos a nosotros, por esa razón estamos diversificando nuestro trabajo hacia proyectos de emergencias, despliegue y misiones especiales más allá de Maryland y Washington. Espero que tras las elecciones de noviembre nada cambie, pero, evidentemente, existe un riesgo alto de un cambio drástico a nivel político y de financiación y tenemos que estar preparados. De ahí mi afán por la diversificación.

—¿Cuáles son entonces los objetivos de SAMU First Response ahora?
—Tenemos cinco objetivos generales para este años 2024: mejorar el sentimiento de pertenencia, identidad e imagen de la organización; impulsar políticas activas de mejora de la productividad y mantenimiento de la calidad; promover un liderazgo institucional y crecimiento sostenible en el tiempo; la diversificación de proyectos y actuaciones en campos sociales y de emergencia; y mejorar los procesos internos y estructurales.

Oxígeno para 53 niños en Santa Cruz (Bolivia)

El proyecto impulsado por Fundación SAMU y la Fundación Alirio Henao, con apoyo del Ayuntamiento de La Rinconada (Sevilla), Apoyando el derecho a vida digna y desarrollo integral de niños y niñas con discapacidad múltiple del Hogar San José en Bolivia, finalizó en junio con éxito. Este proyecto, dedicado a mejorar el servicio de terapia respiratoria del Hogar San José, en Warnes (Santa Cruz, Bolivia), ha beneficiado directamente a 53 niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad, y ha propiciado un impacto positivo y duradero en sus vidas y en la de sus familias.

El proyecto tuvo dos ejes principales: el equipamiento de la sala de terapia respiratoria y la capacitación del personal del centro en maniobras respiratorias para atender contingencias. Gracias a la subvención de La Rinconada se logró dotar al centro de los equipos necesarios, que incluyen nebulizadores, concentradores de oxígeno, ultrasonido, autoclave, sillas de rueda, camillas y otros equipos esenciales para la terapia respiratoria. Este equipamiento permitió llevar la capacidad de atención del centro al 70% de la demanda, quedando el 30% dependiendo del personal dedicado a este servicio, que requiere ser incrementado.

Además del equipamiento, uno de los logros más significativos fue la capacitación integral del personal del centro. Diez profesionales, entre enfermeras, cuidadoras, terapeutas y voluntarias, participaron en un programa de formación, que fue extendido a otras doce madres de los niños con discapacidad que asisten al Centro de Día. Este programa, diseñado por expertos en terapia respiratoria de Fundación SAMU, se centró en las técnicas más avanzadas para el manejo de emergencias respiratorias y la optimización del uso del nuevo equipamiento.

«Ahora, contamos con recursos y más conocimientos para ofrecer una atención de mayor calidad, lo que nos ha permitido mejorar significativamente la calidad de vida de nuestros chicos y chicas. Estamos profundamente agradecidos al Ayuntamiento de la Rinconada y a Fundación SAMU, que hicieron posible este anhelo. Su apoyo nos ha permitido continuar con nuestra misión de mejorar las vidas de nuestros chicos y sus familias”, ha señalado Yanine Montero, directora del Hogar San José.

Los beneficios del proyecto, que contó con una subvención de 5.283 euros del Ayuntamiento de La Rinconada, ya se están notando. La capacidad de respuesta ante emergencias respiratorias ha mejorado notablemente, reduciendo el riesgo de complicaciones graves para la población atendida. Las familias también han expresado su gratitud y destacan la tranquilidad que sienten al saber que sus hijos están en manos de un personal capacitado y con acceso a tecnología avanzada. «Este proyecto ha transformado la forma en que podemos atender a nuestros hijos. Además, ahora estoy tranquila de que cuando viene al Centro de Día recibirá una mejor terapia», ha comentado una de las madres de un chico beneficiario.

La culminación de este proyecto no marca el fin del compromiso de Fundación SAMU con el Hogar San José. Al contrario, sienta las bases para futuras iniciativas que continúen mejorando los servicios que allí reciben los 33 jóvenes con discapacidad que viven en el hogar y los 20 que asisten a través del Centro de Día.

Para Roxana Pintado, coordinadora del área de Cooperación Internacional de Fundación SAMU, este proyecto abre un camino sólido para la alianza de ambas organizaciones: “Nuestra organización está comprometida a seguir trabajando mano a mano con la Fundación Alirio Henao para garantizar que todos los niños, independientemente de sus capacidades, tengan acceso a la mejor atención posible. Este proyecto es la muestra de que, con pocos recursos, usados de manera eficiente, se pueden conseguir grandes cambios. Nuestro agradecimiento al pueblo de La Rinconada por su solidaridad”.

Los socios de Fundación SAMU en cooperación internacional

Fundación SAMU, a través del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria, celebró el 27 de junio la reunión anual de directores y directoras de las organizaciones locales con las que la entidad trabaja sobre el terreno en los diferentes proyectos de cooperación que tiene en marcha en todo el mundo. Durante la reunión se estableció el propósito de compartir ideas sobre la estrategia de Fundación SAMU y se dieron a conocer las prioridades de cada organización para el año 2025.

Roxana Pintado, coordinadora del área de Cooperación Internacional de Fundación SAMU, presentó la labor de la organización en la cooperación internacional y el desarrollo, resaltando la presencia de la organización en varios países y su enfoque en la ayuda humanitaria. También se presentó la estrategia de cooperación internacional de Fundación SAMU, que se basa en cuatro objetivos estratégicos principales que incluyen el fortalecimiento institucional, el aumento del impacto de los proyectos, la ampliación de fuentes de financiamiento y la sensibilización de la sociedad. También destaca los sectores de acción prioritarios y las áreas geográficas de enfoque para la cooperación internacional.

Además, se proporcionaron detalles sobre la aprobación y captación de fondos de proyectos gestionados por el departamento de Cooperación Internacional de Fundación SAMU. En este sentido, destaca que en 2023 se aprobaron un 42% más de proyectos con respecto al año anterior. También se presentó la estrategia de cooperación para el desarrollo y la ciudadanía global, enfocada en la comprensión del mundo globalizado, la actitud crítica, el compromiso en la lucha contra la pobreza y los valores ciudadanos en España.

En la reunión estuvieron presentes los máximos representantes de Agroverde, Asociación Alkaram, Asociación Hanane, Asociación Tadamon, Caritas Coroico, Centro de Iniciativas para el Desarrollo, Corporación Infancia y Desarrollo, Fundación Alirio Henao – Hogar San José, Fundación ATIL, Fundación Alto Atlas, Fundación Pies Descalzos, Global Development Community Burundi y Fundación SAMU. Todas estas organizaciones locales expusieron sus estrategias, perspectivas y expectativas para los años 2024 y 2025.

Laura G. Rebolo: “La protección a la infancia es mi estilo de vida”

Laura García Rebolo (Minas de Riotinto, Huelva, 1974) comenzó a trabajar en Fundación SAMU hace tres años. Hoy es directora del CPM Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, tiene funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de SAMU y coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en Fundación SAMU?
—Fui subrogada hace tres años. Provenía de una entidad que yo misma había fundado junto con unos compañeros cuando estaba en la facultad. En ella comencé mi trayectoria profesional en el año 1995 como educadora y terminé siendo vicepresidenta y coordinadora general de todos los proyectos de la entidad.

—¿Cómo ha sido su evolución dentro de la organización?
—Yo la definiría como serpenteante. Cuando llegué a SAMU perdí toda mi categoría profesional y tuve que comenzar desde cero con 47 años como educadora en el turno de noche. Me he tenido que esforzar mucho para demostrar mi experiencia y valía en una macro organización donde no me conocía nadie. Todavía lo hago a día de hoy.

—¿Cuáles son sus funciones actuales dentro de SAMU?
—Actualmente soy la directora del Centro para Menores en Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla, pero también tengo funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, coordiné el proyecto de educación para el desarrollo El Cerezo y ahora coordino el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome. Eventualmente, cocino y pinto habitaciones. Pero lo que más me gusta es poner a gente en contacto, establecer vínculos y colaboraciones, como por ejemplo con Red Pencil Internacional en Bruselas o con la Fundación Enmmanuelle en Italia.

—¿Cómo se organiza para poder estar al frente de tantos proyectos?
—No sabría contestar bien a esta pregunta. Digamos que mi cerebro es lo suficientemente neurodivergente como para concentrarme aunque caigan morteros sobre el cabecero de mi cama al mismo tiempo que me intereso por las 95 lunas de Júpiter.

—¿Cómo es su día a día con los chicos del centro de menores que dirige?
—Soy pedagoga de vocación y de formación y siempre he sostenido que con la represión se consiguen muchas cosas, pero con el afecto se consiguen muchas más. Firmeza y amor, ese ha sido siempre mi lema y con él moriré en las trincheras. Desde muy pequeña, en mi comunidad religiosa, aprendí que la entrega al prójimo es la base de la transformación. No soy amiga de la caridad, prefiero la justicia y la solidaridad. La protección a la infancia es mi estilo de vida. Los que están cerca de mí lo saben. Y esto solo se consigue estando cerca y disponible. Algunos me regañan porque soy un sí a todo, pero lo cierto es que, cuando esté muerta, ya nada podré hacer. Hacer es mi palabra favorita. Hagámoslo posible, una construcción gramatical perfecta.

—¿Qué es lo que más le gusta del contacto directo con estos chicos?
—Este trabajo es bidireccional. Te enseña, se aprende cada día de ellos. Se aprende mucho de este mundo hostil y bello al mismo tiempo. Creo que lo que más me gusta del trabajo con los niños y niñas que están en situación de desprotección es haberme convertido en una persona con conciencia, no solo con conciencia social, sino también con conciencia de mí misma, de lo afortunada que soy de ser una mujer blanca en Occidente que genera plusvalía y que jamás ha hipotecado su emancipación. Soy una privilegiada y me debo a mi profesión de fe.

—¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta en el centro para menores en conflicto social?
—El dolor ajeno, en primer lugar. Las personas que estamos muy cerca de niños y niñas altamente traumatizados, con historias de vida que ni los libros son capaces de contar, estamos expuestos a unas dosis altísimas de dolor por ósmosis y, ante eso, tienes dos opciones, o sucumbes o te haces fuerte. Fuerte por ellos. A mí, incluso, me ha enseñado a ser mejor madre, mejor compañera. Luego aparecen las dificultades estructurales, la administración y su burocracia, los recursos materiales y humanos. No hay que restarle importancia a lo complicado que es eso de gestionar también.

—Además de directora de un centro de menores, también coordina el proyecto europeo K2 Languages of Welcome. ¿Cómo se embarcó en este proyecto y por qué?
—Primero le contestaré al por qué: porque si yo me quedo quietecita reviento por un ojo. Es así desde que soy pequeñita. Luego le diré que soy amante de los pequeños proyectos, los que dan vida, los que te hacen estar muy cerca de un grupo pequeño de personas y te sientes útil y al mismo tiempo feliz. Esos proyectos te vinculan con personas de diferentes condiciones, religiones, ideologías. Y eso es bien. El proyecto Languages of Welcome se me ocurrió cuando coordinaba el recurso de inserción sociolaboral para jóvenes de SAMU DISL Alcalá. Allí todos son muy jóvenes y entusiastas, unos compañeros maravillosos. Yo tengo muchos contactos. Después de tantos años en la intervención social, siempre he dicho que mis ejércitos son enormes. Solo tuve que escribir un par de emails, conseguir la aprobación de la dirección del área de Infancia y Familia de SAMU y voilá… nos vimos en Italia con personas de Grecia, Portugal, Irán, Colombia, Argentina, México. Y nos trajimos muchos contactos para Fundación SAMU.

—¿Cuál es el objetivo principal de este proyecto?
—Hace años que la Comisión Europea tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migrantes desde un enfoque innovador que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito.

—¿Por qué Fundación SAMU decidió participar en este proyecto junto a socios de otros países?
—Las iniciativas K2 están relacionadas con el intercambio de buenas prácticas. Mediterráneo norte y frontera sur tienen muchas cosas en común y distintos lenguajes que se deben interconectar para construir un corpus integrado de intervención. No hay mucha diferencia entre Lampedusa y Algeciras cuando se trata de abordar a la persona que migra, pero si no compartimos esos saberes, seguiremos siendo francotiradores. A mí esto último se me da bien, puedo ser certera, pero en equipo se consigue mucho más. Languages of Welcome culminará con un Manual de Buenas Prácticas Internacional. Esto es todo un reto y un gran éxito que genera corpus de conocimiento colectivo.

—¿Por qué es importante un intercambio de buenas prácticas a gran escala?
—Porque la colaboración es la única esperanza que nos queda. A nuestros hijos pequeños solemos decirles: si solo no puedes, con amigos, sí. Todos conocemos la teoría darwiniana de la selección natural, pero muchos desconocen los estudios de Peter Kropotkin sobre el apoyo mutuo. Realmente, las especies que sobreviven son aquellas que colaboran entre ellas. La colaboración es la base de mi enfoque en la intervención social, y con mucho amor, aunque algunos se rían de esto último.

—¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado dentro de este proyecto internacional?
—Es un proyecto pequeño, tiene poco presupuesto, requiere que todos los agentes de Fundación SAMU le pongan mucho cariño e intención porque no es precisamente la gallina de los huevos de oro. Pero, visto a largo plazo, esta iniciativa engloba un montón de proyectos futuros mucho más rentables y relevantes. Me siento afortunada en ese sentido. Los compañeros de Fundación SAMU de otras áreas me abren los brazos. Somos un equipo pequeño constituido por cinco personas, y entre los cinco tenemos que hacer magia. Pues la hacemos, y nos reímos. La risa que no se pierda nunca, por favor.

El proyecto internacional ‘Languages of Welcome’ llega a Sevilla para humanizar la migración

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

El objetivo principal de este tipo de iniciativas es el de establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.

Italia es el socio principal del programa (Fundación Enmmanuel) y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades procedentes de Portugal, Grecia, Albania y Túnez.

Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025. La primera de ellas consistió en un entrenamiento para profesionales que tuvo lugar en la ciudad italiana de Lecce. El equipo español enviado por Fundación SAMU estuvo constituido por tres personas: Laura García Rebolo como líder de grupo, Sofía Álvarez y María Arcas. Todas ellas profesionales especializadas en atención y protección a la infancia, sobre todo en intervención con jóvenes extranjeros.

En la segunda fase parte del proyecto, cada uno de los países participantes llevará a cabo una actividad local centrada en el desarrollo de buenas prácticas y metodologías de innovación en intervención educativa y social con población joven migrante.

En el caso de Fundación SAMU, su actividad se celebró el 6 de junio en las instalaciones del DISL Alcalá, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). En el evento participaron más de cincuenta personas entre jóvenes de diferentes centros de menores de Fundación SAMU y profesionales. Además, se puso en práctica una de las técnicas que el equipo de SAMU aprendió en el curso de Lecce, en concreto el collage con perspectiva social. “Nos divertimos mucho. Los chicos hicieron unos collages preciosos”, señala Laura García Rebolo, directora técnica de calidad del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU y coordinadora del proyecto Erasmus + K2 Languages of Welcome en España.

“Para esta actividad, hicimos uso de la técnica de collage que aprendimos de las compañeras de la entidad Fractals cuando estuvimos en el training course en Lecce. A través de esta técnica trabajamos con nuestros chicos migrantes el significado de la acogida, de la inmersión en otra cultura, del reto que supone migrar y forjarse una nueva vida, de los miedos que eso conlleva. Porque la barrera idiomática es uno de nuestros grandes talones de Aquiles, y el arte nos facilita esa inmersión en el otro. Fue un día de muchísimo calor, por cierto, donde la logística se hacía complicada”, continúa Laura García Rebolo.

Los principales objetivos que se perseguían con este evento fueron concienciar socialmente de las características que presentan los jóvenes migrantes no acompañados y sus necesidades en los países de la UE, además de sus condiciones como protegidos bajo la legislación internacional; generar foros de debate sobre estrategias y recursos para la adecuada acogida e intervención con estos menores; y crear estrategias sinérgicas con otros profesionales que permitan mejorar la intervención y la atención en materia de protección de menores extranjeros no acompañados.

Los contenidos y metodologías de innovación que aporta Fundación SAMU desde una posición de trayectoria y también de innovación en la intervención social se articulan en torno a las siguientes áreas: guías y proyectos educativos de gestión e intervención en centros de protección de menores y, en particular, dispositivos de inserción sociolaboral para jóvenes migrantes no acompañados; estilos de liderazgo y dirección de áreas y centros de protección para jóvenes migrantes no acompañados; parámetros de calidad técnica y efectiva en la actuación, recepción, intervención y protección de menores; actuaciones en emergencia social; y procesos de formación interna y capacitación profesional.

“La Comisión Europea hace años que tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migradas desde un enfoque innovador, que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito”.

K2 es un evento que persigue el intercambio de buenas prácticas y ampliar la red de contacto con otras entidades no gubernamentales en el ámbito europeo y de países fronterizos. Es un paso importante para ir afianzando relaciones con posibles activos que permitan a SAMU crecer en red. Además, Languages of Welcome culminará con la publicación de un Manual de Buenas Prácticas Internacional.

“Buenas prácticas hay de muchos tipos, desde las más institucionalizadas y difundidas hasta las más periféricas. En este proyecto apostamos por las buenas prácticas innovadoras centradas en la creatividad y el arte como metodología de expresión del dolor, de la construcción de una nueva identidad colectiva. Por ejemplo, la arteterapia nos permite expresar con las manos, el cuerpo o el arte, en general, aquello para lo que no tenemos palabras. El cuerpo, la danza, nos permite acercarnos a culturas que desconocemos o sobre las que tenemos prejuicios. Cuando ponemos en práctica Human Library, por ejemplo, que es una de nuestras técnicas, rompemos con nuestras ideas previas y nos acercamos al otro a pecho descubierto. ¿Qué eres? ¿Qué soy yo? ¿Qué somos juntos? Así podemos iniciar un espacio de convivencia desde el uno contra uno”, explica Laura G. Rebolo.

La tercera parte del proyecto K2 es un evento multiplicador que se celebrará en Sevilla en 2025 y en el que SAMU será el anfitrión y se pondrá en común todo lo aprendido durante los dos últimos años.

Oxígeno desde La Rinconada hasta Hogar San José (Bolivia)

Fundación SAMU puso en marcha en enero, de la mano de la Fundación Alirio Henao-Hogar San José, el proyecto Apoyando el derecho a vida digna y desarrollo integral de niños y niñas con discapacidad múltiple del Hogar San José (Bolivia). El objetivo es mejorar el servicio de terapia respiratoria de los 53 niños y niñas con discapacidad que atiende el centro.

Este servicio venía siendo prestado en condiciones muy limitadas, pues el equipamiento obsoleto no permitía atender a todas las personas que lo necesitaban diariamente. A ello se suman los insuficientes recursos humanos especializados que tiene el centro.

A finales de marzo comenzaron a llegar al Hogar San José los nuevos equipos (nebulizadores, aspiradores, equipo de ultrasonido, autoclave, camillas, sillas de ruedas), que resolvieron algunos de los problemas que atravesaba el centro y permitieron garantizar el servicio diario. La calidad de los equipos también ha permitido reducir el tiempo dedicado a la terapia de cada menor, optimizando así la jornada del escaso personal.

“Nuestros niños y jóvenes con discapacidad múltiple del Hogar San José presentan dificultades respiratorias por muchas causas. Algunos de ellos tienen parálisis cerebral de tipo espástica, donde los músculos que se encargan de la respiración están comprometidos, por ello requieren esta atención permanente y continua que les permita poder respirar adecuadamente. Otro niños y niñas que atendemos por bajas defensas están expuestos a continuas infecciones de tipo respiratorio. Este equipo nos permite prestarle la atención preventiva y asistencial a tiempo y evitar mayores complicaciones que puedan representar un peligro para sus vidas”, señala Diana Cotacio, coordinadora del proyecto.

El equipamiento adquirido, cuyo costo asciende a 4.970 euros, ha sido financiado por el Ayuntamiento de San José de La Rinconada (Sevilla), un aliado de Fundación SAMU en su trabajo a nivel internacional. Esta es una muestra de que, con pocos recursos, bien utilizados, se pueden resolver problemas muy significativos en los países en desarrollo.