Un equipo preparado para la llamada de Estados Unidos

SAMU, a través de su filial SAMU Foundation, con sede en Washington DC, sigue trabajando con el objetivo de ofrecer sus recursos para hacer frente a la crisis migratoria que vive el país norteamericano, especialmente, en la atención de menores extranjeros no acompañados y sus familias a través de la operación New Comfort. El objetivo de SAMU Foundation es crear un proyecto educativo residencial cerca de Washington DC, pero la entidad está abierta a participar en cualquier otra iniciativa o proyecto que le permita ayudar a paliar el problema actual, según explica Francisco Moyano, director de la Operación New Comfort.

Mientras se solventan los trámites administrativos y burocráticos, y a la espera de obtener luz verde por parte de Estados Unidos, SAMU ya ha puesto su maquinaria en marcha y ha empezado a formar a un equipo de 15 personas, todos ellos profesionales del área de Infancia y Familia de SAMU de diferentes puntos de España, en la implantación de centros de menores en Estados Unidos.

“Desde el área de Infancia y Familia hemos seleccionado a 29 profesionales de SAMU que han mostrado su interés en participar en la Operación New Comfort si el proyecto sale adelante y trabajar durante unos tres meses en EEUU. A esas 29 personas las hemos dividido en dos grupos en función de su nivel de inglés y perfil profesional, y ya hemos empezado a formar al primer equipo”, señala Adrián Moreno, coordinador del curso y responsable del proyecto de implantación de un centro de menores en Estados Unidos.

Este curso, de 10 horas de duración, tiene como objetivo principal que los participantes adquieran toda la información necesaria sobre cómo implantar un centro de menores desde cero y fuera de España, así como la documentación y licencias requeridas, y el conocimiento sobre las diferentes tipologías de recursos dirigidos a menores, sus necesidades y gestión. “No es lo mismo poner en marcha un recurso de emergencias y acogida inmediata con 100 ó 150 plazas, que un centro residencial, con 30 ó 50 plazas. El funcionamiento del mismo y las necesidades de los menores son diferentes”, subraya Moreno.

En este curso de nivel avanzado, además de Adrián Moreno, también participan como formadores José Manuel Román, director del JEM Polanco (Sevilla); Laura Rodríguez, del departamento de Desarrollo de SAMU; y Karen Gil, directora del Recep Campo de Gibraltar. El 11 de mayo se celebró la inauguración del curso, acto al que acudieron Adrián Moreno; Nicolás Torres, director del área de Infancia y Familia de SAMU; Juan González de Escalada; director de Escuela SAMU y del área de Emergencias; y Francisco Moyano, director de la Operación New Comfort.

De forma paralela, este mismo día se inauguró el curso de Especialización en Centros de Menores dirigido a alumnos de Técnico en Integración Social y Técnico en Emergencias Sanitarias, así como a cualquier persona interesada en este campo profesional, con el fin de acercarles a la realidad laboral en los centros de menores y poder cubrir así las ofertas de empleo de Fundación SAMU en este campo. Este curso trata tanto aspectos culturales del colectivo en el que se van a sumergir, así como estrategias de resolución de conflictos emocionales tanto del educador como del residente. Todos ellos son contenidos decisivos para un primer encuentro con menores. El fin de esta formación es que el alumno adquiera los conocimientos, competencias y habilidades necesarias para trabajar en centros de menores.

El curso, que se divide por bloques, tiene una duración de 36 horas (11 sesiones), del 11 de mayo al 24 de junio, y cuenta con la acreditación de Escuela SAMU. El director general de SAMU, Carlos González de Escalada, se dirigió a los alumnos el primer día de clase junto con el director del curso y del área de Infancia y Familia de SAMU, Nicolás Torres. Este primer día, Abderrahim, mediador en el ARB Miguel de Mañara (Montequinto, Sevilla), fue el encargado de acercar a los alumnos a este colectivo por primera vez.

Otros instructores del curso son Daniel Cobos, director del COISL Motril (Granada), encargado de explicar a los alumnos cuál es el modelo de trabajo en un centro de menores; el bombero Pablo Álvarez, que aborda el tema de la protección personal, extinción de incendios y evacuación; Manolo Calvente, psicólogo del Centro El Bosque (Algeciras, Cádiz), que aborda los problemas conductuales de los menores; Laura Rodríguez, del departamento de Desarrollo de SAMU, que trata sobre la organización interna de un centro de menores y de temas relacionados con la legislación; Siham Khalifa El Abdi, responsable del PAI SAMU Motril, encargada de los temas relacionados con la inserción socio-laboral de los menores; Palma Díaz, directora del ARB El Bosque, que habla de los trámites administrativos y del trabajo social; Julia Roldán Mariscal, psicóloga del ARB Miguel de Mañara, que aborda la gestión de conflictos en el entorno de trabajo; Ana Solís Cuadrado, psicóloga y docente en Escuela SAMU, que aborda la gestión de emociones; y Lucía Gómez Herrero, pedagoga y docente en Escuela SAMU, que es la encargada de organizar la parte práctica del curso, que consiste en la visita a un centro de menores.

El objetivo general de este curso es mejorar la capacitación profesional del personal de nueva contratación en los centros de menores de Fundación SAMU, además de acercar a las personas interesadas de otros campos profesionales los conocimientos básicos necesarios para poder intervenir con personas en situación de riesgo de exclusión social. También se busca capacitar al alumnado con recursos y estrategias de intervención, resolución de conflictos y socialización de manera que se sienta seguro al desempeñar las labores propias de esta profesión; y transmitir conocimientos sobre los distintos colectivos, para que puedan empatizar y comprender su cultura, así como aquellos aspectos legales y protocolos de actuación que les afectan directamente.

Sanitarios de SAMU viajan a Costa Rica para apoyar las urgencias hospitalarias ante la presión de la pandemia

Costa Rica está atravesando una situación de emergencias sin precedentes en el país. Los contagios por Covid-19 se incrementan en el país centroamericano a un ritmo exponencial, con más de 2.000 nuevos casos al día. Desde que comenzó la pandemia, se han registrado en Costa Rica más de 300.000 contagios y 3.700 muertes relacionadas con el coronavirus.

La nación centroamericana, que fue ejemplo a nivel mundial entre marzo y junio de 2020 por el control de los casos y la baja mortalidad por esta enfermedad, vive una verdadera crisis hospitalaria por la rápida expansión del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, tras las vacaciones de Semana Santa. Todo ello ha llevado recientemente al Gobierno costarricense a aplicar restricciones de movilidad y a cerrar de manera temporal toda actividad económica no esencial. Además, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica analiza la posibilidad de decretar la alerta roja.

De forma inmediata, SAMU puso en marcha su maquinaria y en pocas horas ya tenía en alerta a un equipo de 20 profesionales sanitarios (11 enfermeros y 9 técnicos de emergencias sanitarias) bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst a la espera de finalizar los trámites administrativos para partir hacia Costa Rica.

“Nuestra misión es aliviar la presión asistencial del Hospital San Vicente de Paúl de Heredia, a unos 10 kilómetros al noroeste de San José, y atender las urgencias que no estén relacionadas con el Covid-19. Para ello, contamos con la colaboración de un equipo médico de emergencias de Panamá. Ellos van a levantar un hospital de campaña y nosotros vamos a apoyar con personal”, explica Andrés Rodríguez, mando de la misión.

Entre los profesionales que forman el equipo de SAMU se encuentran enfermos del Máster de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad CEU San Pablo (promoción 2020-2021), algunos de los cuales ya participaron a finales de año en la misión humanitaria de SAMU en Honduras tras el paso de dos huracanes. Es el caso de Alexander Fernández o Gonzalo Soler.

“Me llevo a personas muy experimentadas y que me han acompañado en otras misiones, como la técnico en emergencias Carmina Casal, que ya ha estado conmigo en tres misiones anteriores, o la enfermera Erica Williams-Carricaburu. Pero también a personas jóvenes con poca o ninguna experiencia en misiones humanitaria. Ambos perfiles enriquecen al grupo”, indica Rodríguez, que, con Costa Rica, cuenta con 18 misiones humanitarias internacionales a sus espaldas.

El equipo de SAMU parte este miércoles 2 de junio hacia Costa Rica con el propósito de comenzar a trabajar sobre el terreno el mismo 2 de junio en cuanto aterricen. Esta misión durará dos semanas.

Puertas abiertas al Polígono Sur

Representantes de la Oficina del Comisionado para el Polígono Sur visitaron en abril las instalaciones de la Escuela de Emergencias y la Escuela de Oficios de SAMU (EOF) con el claro objetivo de conocer en profundidad las posibilidades y capacidades de la entidad andaluza, que pretende en un futuro próximo colaborar en mayor medida con el desarrollo del Polígono Sur, un conjunto de barrios de corte obrero al sur de la ciudad de Sevilla con graves problemas sociales, económicos y cívicos.

En los últimos tiempos, SAMU ha participado en diferentes iniciativas desarrolladas en el Polígono Sur, como la Feria de Empleo y Emprendimiento del Polígono Sur y proyectos de innovación social llevados a cabo por la Residencia Universitaria Flora Tristán de la Universidad Pablo de Olavide, ubicada en el Polígono Sur.

SAMU, movido por su vocación social, pretende convertirse en uno de los agentes que ayuden y participen en la transformación social de este distrito sevillano que lleva décadas hundido en la miseria y cuyos vecinos luchan cada día por lograr una mayor calidad de vida y superar las carencias y problemas de exclusión que les aquejan.

Para ello, SAMU busca financiación y espacios en el Polígono Sur que le permita desarrollar cursos de formación en la zona dirigidos por la Escuela de Oficios de SAMU, en la misma línea de los cursos de albañilería, fontanería o electricidad que ya se imparten en las instalaciones que esta escuela tiene en Gelves, y en el que ya se han formado más de medio centenar de jóvenes.

Con el objetivo de conocer de primera mano el funcionamiento de Escuela SAMU y la Escuela de Oficios, el comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, visitó recientemente las instalaciones de la localidad sevillana de Gelves junto con Ángeles Fernández, responsable del área de Familia y Protección Social, y Ángeles Ramos, responsable del área da Igualdad, Cultura y Deportes, ambas de la Oficina del Comisionado para el Polígono Sur.

Los tres estuvieron acompañados durante la visita por Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU y de Escuela SAMU; Concepción Pérez y Lourdes Vázquez, directora y jefa de estudios de la Escuela de Oficios de SAMU, respectivamente.

Jaime Bretón destacó durante su visita la gran oportunidad que la Escuela de Oficios y sus cursos podrían suponer para el futuro de los jóvenes que residen en el Polígono Sur de Sevilla. La EOF, que nació en enero de 2020, es un pionero programa formativo dirigido especialmente a personas en riesgo de exclusión social con el objetivo de proporcionarles un oficio y favorecer su inclusión laboral.

Con este proyecto, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad para dotar a los jóvenes andaluces desempleados y en riesgo de exclusión social, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral para que, en definitiva, puedan llegar a ser personas adultas y responsables; incrementen las competencias y habilidades sociales de los destinatarios del programa; y apoyar la contratación a través de empresas colaboradoras.

Escuela SAMU: La importancia de la logística para salvar vidas

Los alumnos del primer año del ciclo de Formación Profesional del Grado Medio en Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) de Escuela SAMU participaron el 26 y 27 de marzo en una acampada logística con múltiples ejercicios prácticos, poniendo así punto y final al segundo trimestre del curso 2020-2021.

La Operación Rosito 2021, nombre con el que los propios alumnos bautizaron a la acampada, consistió en la realización del montaje y organización de un hospital de campaña ante un incidente de múltiple víctimas (IMV) provocado por un terremoto. La acampada se desarrolló en la Hacienda de La Rihuela, un enclave más conocido con el nombre de La casa de la Loca, en la población de Palomares, en la provincia de Sevilla.

“Esta es la primera vez que celebramos una acampada logística para técnicos en emergencias sanitarias (TES) en Escuela SAMU. La idea es ir más allá de las clases prácticas y de las diapositivas y espacios teóricos en el aula y que ellos aprendan de primera mano cómo es montar un hospital de campaña, con su almacén, su puesto de mando, camas, zonas de triaje, UCI, material sanitario…”, explica Andrés Rodríguez, enfermero e instructor de Escuela SAMU.

El foco de aprendizaje de esta acampada estaba más en el apartado logístico que en la propia asistencia sanitaria, algo menos habitual en Escuela SAMU. Así, se prestó especial atención a la gestión de los residuos, el suministro y gestión del agua, la energía y el material. En definitiva, todo aquello que resulta indispensable para poder ofrecer asistencia sanitaria. “Antes de ofrecer asistencia, es fundamental reconocer cuáles son las necesidades logísticas y organizativas para que funcione un punto asistencial. Este era el principal objetivo de esta acampada”, continúa Rodríguez.

Durante dos días, los 40 alumnos que participaron en el ejercicio junto a sus instructores, avalados con años de experiencia en situaciones de emergencia, llevaron a cabo diferentes talleres, entre los que destacan un taller de geolocalización, extinción de fuego, taller de nudos, de inmovilización de circunstancias y otro taller de rescate con cabrestante (Wincher).

“El fin de esta actividad es exprimir al máximo todos los conocimientos de nuestros instructores para así poder aprender y aumentar los nuestros. ‘Aprende haciéndolo’ es el lema de Escuela SAMU. Por ello realizamos talleres prácticos y simulacros que reproduzcan situaciones similares a las que los alumnos se puedan encontrar en su profesión el día de mañana”, detallan los propios alumnos.

La acampada de final de marzo arrancó antes incluso de llegar a la hacienda de la Rihuela con un ejercicio sorpresa. Los estudiantes tuvieron que ir andando desde las instalaciones de la Escuela hasta la Casa de la Loca camilleando. Es decir, en grupos de cinco personas, debían cargar con todas sus pertenencias y con un compañero en una camilla (uno en la camilla y cuatro lo portaban) durante una distancia de alrededor de un kilómetro y medio, un recorrido muy largo para este tipo de ejercicio y que tardaron dos horas y media en hacer.

“Para mí el camilleo ha sido lo peor de estos dos días pero al mismo tiempo lo que más me ha gustado”, confiesa la alumna Blanca Fernández de Peñaranda la mañana del segundo día de la acampada. “Creía que me iba a morir, sufrí muchísimo, pero lo repetiría sin dudarlo”.
Para Javier Armario, otro de los estudiantes participantes, la parte más interesante y divertida del ejercicio fue el taller de Wincher. “Debíamos rescatar y subir a un compañero inmovilizado por una zona totalmente en pendiente, aquello era una pared. Hemos tenido que aprender a actuar en situaciones de riesgo y velar no solo por la seguridad del paciente, sino también por la tuya propia y la de todo el equipo interviniente”.

Dos horas de sueño

A estos talleres se sumó, además, un simulacro nocturno que arrancó a las dos de la mañana y se prolongó durante toda la noche. Los alumnos apenas pudieron dormir dos horas antes de comenzar un segundo simulacro a primera hora de la mañana. En este ejercicio nocturno (cuyas imágenes acompañan a este reportaje), los TES debían de hacer frente a un terremoto que había ocasionado múltiples víctimas, que se encontraban atrapadas o bajo los escombros. Los estudiantes, además, tenían que hacer frente a traumas provocados por derrumbes.

“Han sido dos días muy duros, pero hemos aprendido mucho. Sobre todo, hemos aprendido a conocernos a nosotros mismos y descubrir que podemos hacer más de lo que pensábamos. Estamos muy cansados, pero merece la pena”, señala Blanca Fernández de Peñaranda, mando de planificación de la acampada.

“También hemos aprendido lo importante que es el compañerismo y trabajar en equipo para intervenir con éxito en cualquier operación de emergencias sanitarias”, continúa Javier Armario. “Confiar en la persona que tienes al lado y conocer sus límites”. Javier Armario, mando organizativo del segundo día, destaca también el papel de los instructores. “Han venidos muchos profesores a la acampada, eso es de agradecer ya que, a pesar de participar en misiones y dispositivos, nunca se muestran cansados y siempre están a nuestro lado para transmitirnos todo lo que saben”.

Escuela de Oficios de SAMU: entre cables y tuberías

La Escuela de Oficios de SAMU (EOF), en Gelves, puso en marcha en enero dos nuevos cursos, uno de fontanería y otro de electricidad, tras el éxito del primer taller de albañilería, en el que catorce jóvenes aprendieron labores auxiliares de este oficio con el objetivo de dar sus primeros pasos en el mercado laboral. En esta ocasión, la EOF cuenta con 23 alumnos, doce en el curso de fontanería y once en el de electricidad. La formación se imparte en la nave que SAMU tiene en el Parque Tecnológico Citec, instalaciones que en enero recibieron la visita de la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco, y otras autoridades.
El taller de fontanería comenzó el 12 de enero y concluye en 23 de marzo. José A. Rodríguez Velázquez es el encargado de impartir este programa dos tardes a la semana, martes y jueves.

Siete de los once alumnos proceden de un recurso de SAMU, en concreto, tres son del centro RB Miguel de Mañara, en Montequinto, y cuatro, del centro JEM Polanco, en Sevilla capital. Además, otro de los alumnos procede del programa Eracis (Estrategia Regional por la Inclusión 2019-2022), impulsado por la Junta de Andalucía con Fondos Europeos y en colaboración con el Ayuntamiento de Coria del Río (Sevilla), y un noveno cuenta con una beca de La Caixa. Los otros dos restantes son alumnos privados.

“Todos los alumnos del taller de albañilería trabajaron de forma conjunta y coordinada en un proyecto común, la construcción de dos aseos desde cero. Ahora, los alumnos del taller de fontanería deben acabar todo lo que concierne al tema de fontanería”, explica Concepción Pérez, directora de la EOF. “La formación que ofrecemos es esencialmente práctica, algo que consideramos fundamental para aprender un oficio y poder adaptarse a las necesidades del mercado laboral”.

De manera paralela, se desarrolla en las mismas instalaciones el taller de electricidad, que corre a cargo del profesor Luis Javier Villar Rodríguez. Este curso cuenta con 12 alumnos: cinco de ellos procedentes de recursos de SAMU (RB Miguel de Mañara, JEM Polanco y JEM Valencina), cuatro del programa Eracis de Coria del Río, dos del Programa La Caixa y un alumno privado.

En este taller la práctica es también el eje central de la formación. Así, los alumnos montan cuadros eléctricos, líneas eléctricas de toma de techo y conmutaciones de enchufes e interruptores, además de montar la parte eléctrica de los baños que iniciaron los estudiantes del taller de albañilería. Este curso comenzó el 11 de enero y acabó el 24 de febrero. Las clases se desarrollaron tres días a la semana y sus alumnos ya han recibido su diploma acreditativo.

“Estamos en conversaciones con diferentes empresas para que los alumnos puedan realizar prácticas pero la evolución de la pandemia está dificultando este propósito no sólo a nosotros, sino a todos los centros formativos”.

Por otro lado, la Escuela de Oficio de SAMU ya ha empezado a promocionar los cursos formativos que se impartirán a lo largo de esta primavera, entre los que destacan un curso de instalación eléctrica en edificios de viviendas y otro curso de operaciones auxiliares de albañilería de fábrica y cubierta.

Ambos talleres son una continuación de los cursos básicos de electricidad y albañilería celebrados durante el primer trimestre de 2021. También está previsto ofrecer un tercer curso de mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes, y otro de pinche de cocina. Este último se impartirá en Canarias y está dirigido a los menores inmigrantes de los centros de SAMU en esta comunidad.

“Es cierto que nuestros cursos no corresponden a una formación reglada pero estamos trabajando duramente para que nuestros alumnos adquieran todos los conocimientos necesarios para que, una vez finalizados nuestros cursos, puedan adquirir el Certificado de Acreditación de Competencias Profesionales del Ministerio de Educación y Formación Profesional, al que se puede acceder a través de la experiencia laboral o de vías no formales”, concluye Concepción Pérez.

Agua, barro y nieve en Escuela SAMU

En Escuela SAMU no hay descanso que valga. Ofrecer formación continua de máxima calidad es la prioridad de sus responsables, y febrero ha sido una muestra del nivel de intensidad y exigencia de los instructores y alumnos del mayor centro de simulación de emergencias del país. Entre todas las actividades llevadas a cabo durante el mes destacan la celebración de las tradicionales Olimpiadas de Técnico en Emergencias Sanitarias, el examen final del Máster de Emergencias Médicas de CEU San Pablo y SAMU (máster que coordina el instructor Juanje Díaz), la acampada de supervivencia de invierno en Sierra Nevada y un espectacular simulacro de rescate de inmigrantes en medio acuático en el que participaron varios miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a título particular.

Este último ejercicio, denominado Operación paso del Estrecho, se celebró el 19 de febrero desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde. Las instalaciones de la Escuela de Emergencias de SAMU en Gelves (Sevilla) acogieron un ejercicio integral de incidente con múltiples víctimas en el que se recreó la llegada de una patera con inmigrantes a las costas andaluzas y un posterior accidente de tráfico en el que estaba implicado el autobús que traslada a estas personas a un centro hospitalario.

Para la organización del simulacro, se conformó un gabinete de crisis, el cual se encargó de organizar, planificar y llevar a cabo la actividad.
El ejercicio, en el que participaron casi un centenar de alumnos de los cursos de Técnico de Emergencias Sanitarias, Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería y Técnicos en Integración Social, recreó la llegada de una patera a puerto con unos 35 inmigrantes, de los que 10 fueron atendidos en un primer momento en la patera, cinco saltaron y se escondieron y los 20 restantes se trasladaron en autobús a un centro hospitalario, sufriendo en el camino un accidente de tráfico en el que algunos quedaron atrapados en el interior del vehículo. En la acción se usó la piscina ubicada junto al edificio de rescate, una embarcación neumática y cuatro ambulancias, entre otros vehículos.

Escuela SAMU simulacro

Los alumnos que participaron en el ejercicio no sabían a qué se iban a enfrentar. Desconocían los detalles del ejercicio con el propósito de que pudieran enfrentarse a una situación lo más real posible. “Un simulacro es un modelo de situación estudiado y programado, que imita a un suceso real de forma controlada, y en el que se procura la máxima aproximación a la realidad. Esto hace que los alumnos se encuentren sometidos a presión real, lo que les obliga a gestionar y modular sus comportamientos en situaciones extraordinarias, aplicando sus conocimientos y demostrando sus habilidades resolutivas”, explican desde Escuela SAMU. “En una emergencia real, nunca sabes a qué te vas a enfrentar hasta que llegas al lugar. Eso es también lo que buscamos en nuestros ejercicios, por eso es tan importante el factor sorpresa”.

Durante el ejercicio, las instalaciones de la Escuela utilizadas para este fin se dividieron en tres áreas: zona de salvamento, compuesto por rescatistas, lesionados y curiosos; zona de socorro, donde se encontraba el punto de impacto, con personal sanitario, familiares y víctimas; y área de base, con personal de seguridad, espectadores, medios de comunicación y personal de apoyo.

Escuela SAMU prepara a sus alumnos para su actuación en situaciones de urgencias y catástrofes de magnitud considerable. “Un simulacro representa la realidad y es uno de los medios de los que disponemos los profesionales del sector de las emergencias para entrenarnos y vivir en nuestra propia piel una situación de tal complejidad. Este tipo de ejercicio nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a conocer nuestros límites, aprendemos cómo trabajan los demás equipos e instituciones, a cómo trabajar en equipos y podemos poner en práctica todo lo aprendido, además de analizar nuestros errores para aprender de ellos”, señalan desde Escuela SAMU.

Los objetivos específicos que se trabajan en simulacros de este tipo son la atención al mayor número de víctimas posible, la adecuada gestión de los recursos disponibles, el correcto despliegue logístico y el conocimiento de las funciones de la estructuras que se conforman, adecuado despliegue y activación de un puesto médico avanzado y de un puesto de carga de ambulancias, establecimiento del flujo de pacientes con sistema de norias, identificación del puesto que se ocupa dentro de la gestión de un incidente de múltiples víctimas, ejecución de la correcta evacuación de los pacientes hasta los hospitales, realización de las técnicas de inmovilización y traslado en camilla y conocimiento de los sistemas de triaje Start y Short.

“Escuela SAMU es única. Nunca antes había disfrutado de una formación de estas características. Es cierto que son muchas horas y acabas reventado pero merece la pena. Cada día de trabajo es un verdadero subidón de adrenalina”, comenta uno de los alumnos durante el ejercicio. “Los simulacros están tan bien organizados y planteados que realmente te metes en el papel y crees que estás en una situación de emergencias real”.

Este es el primer ejercicio que organiza Escuela SAMU que tiene la crisis migratoria como tema principal. El drama que se vive desde hace meses en Canarias y en las costas andaluzas en general obliga a estos futuros profesionales a formarse en este tipo de situaciones de emergencia. Hasta ahora, el tema principal de los ejercicios celebrados en la escuela de Gelves han estado vinculados con atentados terroristas, catástrofes naturales, incidentes NBQ e incidentes con múltiples víctimas en general.

VIII Olimpiadas TES: El ejército todoterreno

Escuela SAMU acogió en febrero las VIII Olimpiadas Sanitarias Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) de SAMU, evento que busca impulsar el trabajo en equipo de futuros profesionales en situaciones hiperrealistas y en competencia. La actividad consistió en siete pruebas en las que los alumnos, divididos en ocho grupos de tres personas, pusieron a prueba todas sus capacidades. Junto a los alumnos de segundo de TES también participaron unidades de Protección Civil de La Rinconada, La Algaba y Santiponce, además de un equipo de la asociación de rescate First de Santiponce. La pandemia ha obligado a adaptar el ejercicio y las pruebas no han sido eliminatorias ni ha habido una gran final. Este año, el equipo que logró una mayor puntuación estaba formado por David Villar, Juan Antonio Valladares y Pablo Rodríguez.

VIII Olimpiadas TES

‘Operación Valhalla’ en Sierra Nevada

Los alumnos del XXVI Máster de Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Ayuda Humanitaria y seis alumnos del curso de FP de TES participaron del 22 al 25 de febrero en la acampada de supervivencia de invierno de SAMU en Sierra Nevada (Granada). Bajo el nombre de Operación Valhalla, la acampada se llevó a cabo en una explanada situada al lado del Mirador Monte Ahí de Cara. La adquisición de habilidades para moverse en entornos con climatología adversa es esencial en un equipo de emergencias, así como tener conocimientos sobre las patologías que nos podemos encontrar en estas zonas. El último día de la acampada, como es tradición, un grupo de 14 ‘samuitas’ y tres instructores de Nevadensis subieron el Veleta, aunque las condiciones meteorológicas hicieron inviable que alcanzaran la cumbre.

Acampada Sierra Nevada 2021

Acampada Sierra Nevada 2021

Escuela SAMU: La fuerza del trabajo en equipo

Escuela SAMU, en su fiel propósito de ofrecer la más alta formación de calidad, ha celebrado, dentro de su plan de estudios, una actividad conjunta de seis horas de duración en el que han participado alumnos del Máster de Emergencias Médicas; del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria; y estudiantes del ciclo de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES).

El objetivo de este tipo de ejercicios, que suelen desarrollarse una vez al mes, es que los alumnos (médicos, enfermeros y técnicos) aprendan a trabajar en equipo junto a otros perfiles profesionales diferentes al suyo y conozcan la dinámica de trabajo que se van a encontrar fuera, una vez que se incorporen al mercado laboral.

En esta actividad se recrea el trabajo de una guardia en un servicio de emergencias en el que se suceden diferentes incidentes con múltiples víctimas. Así, los alumnos se dividen en un primer momento en dos grandes grupos: intervinientes y víctimas. El ejercicio se realiza dos veces (con casos diferentes), con los roles intercambiados, para que todos puedan participar y tengan las mismas oportunidades de aprender. A su vez, el grupo de intervinientes se divide por equipos: un equipo de Soporte Avanzado (UVI móvil) formado por un médico, un enfermero y un TES; un equipo de Soporte Intermedio, integrado por un enfermero y un técnico; y un equipo de Soporte Básico, formado por dos técnicos.

“Hay una sala de coordinación desde la cual se lanzan los avisos a los diferentes equipos, y estos deben salir a atender a las víctimas en los diferentes escenarios, situados en diferentes puntos de la Escuela”, explica Andrés Rodríguez Holst, instructor de Escuela SAMU. “Este tipo de ejercicios son muy beneficiosos para los alumnos porque tienen que aprender que son un equipo. Sí, cada uno, de manera individual, tienen sus propias competencias. Pero un trabajo de estas características no lo saca adelante una persona sola, hay que sacarlo entre todos. Deben aprender a coordinarse”, continúa el profesor. “No es lo mismo trabajar en un hospital que en una ambulancia. En un hospital hay 80 personas como tú, pero en una ambulancia de Soporte Avanzado solo hay un médico, un enfermero y un TES. La situación es mucho más tensa y es necesario organizarse mejor, organizar el material, gestionar el espacio… El trabajo en equipo y la coordinación es fundamental”.
Las situaciones a las que los alumnos deben enfrentarse a lo largo del ejercicio son de lo más variadas: lesiones menores, traumas leves, traumas graves, politraumas, casos pediátricos, paradas cardiacas o casos de obstetricia, entre otros.

Para la realización de este tipo de ejercicio también es necesario un equipo de instructores bien organizados. Ellos son los verdaderos ideológolos de estos simulacros. En esta ocasión, además de Andrés Rodríguez, también participaron Saray Toro, Rosa Agudelo, Cristian Estévez, Manuel Ángel Andrade, Liu Díaz, Juan Jesús Díaz, Alonso Naharro, Jaime Rodríguez y Manuel Vayón, todos ellos miembros del equipo docente de Escuela SAMU.

“Nuestra formación no se ha visto resentida en ningún momento a causa de la crisis sanitaria. Seguimos desarrollando simulacros y ejercicios de alta calidad. Es más, estamos convencidos de que ahora nuestra formación es más necesaria que nunca. Debemos preparar a nuestros alumnos lo mejor posible para que estén preparados para actuar en situaciones extremas como la que estamos viviendo”, señalan desde la dirección de Escuela SAMU.

Otro de los puntos fundamentales de esta formación es aprender a coordinarse en una situación de emergencia grave. Cuando ocurre algo así, la persona encargada de coordinar los efectivos en el lugar de los hechos es la persona con más experiencia del primer equipo que llega hasta el lugar, mientras no haya un equipo de mando específico. Por lo general, esta figura suele estar encarnada por un médico pero no siempre es así y, en algunas ocasiones, la persona de mayor experiencia puede ser un técnico de emergencias sanitarias, profesional, que, por lo general, no recibe formación en coordinación. Por esa razón, desde Escuela SAMU se hace especial hincapié en formar a todos los profesionales en la coordinación de efectivos y en el trabajo en equipo.

Construir un futuro en la Escuela de Oficios

Tres tardes por semana desde hace dos meses, Rafael Hernández cambia su papel de educador en el centro de menores Miguel de Mañara, en Montequinto (Sevilla), por el rol de profesor del taller de albañilería de la Escuela de Oficios de SAMU (EOF), en Gelves. Catorce jóvenes aprenden con él en una nave de SAMU en el Parque Tecnológico Citec labores auxiliares de albañilería con el objetivo de aprender un oficio y dar sus primeros pasos en el mercado laboral.

A las cinco de la tarde empiezan las clases. Todos los chicos se sientan en sus mesas y atienden a las explicaciones de Rafael antes de dirigirse a la nave donde ponen en práctica sus conocimientos por equipos. “El taller es muy práctico y la teoría es muy ligera. El objetivo es que los chicos adquieran unas nociones básicas sobre el oficio de albañilería, que conozcan los materiales, las herramientas y los procedimientos elementales. Es cierto que éste es un curso básico, pero muy ambicioso”, explica el profesor, que antes de ser educador en el centro de menores de SAMU ARB Miguel de Mañara trabajó durante varios años en la construcción. “Lo que más me gusta de ellos es su actitud y su voluntad. Tienen muchas ganas de aprender”, continua Rafael Hernández.

Seis de los alumnos de este taller de albañilería son residentes en algún centro de acogida de menores de SAMU o se benefician de algún recurso para exmenas de esta organización. Todos ellos son inmigrantes. Es el caso de Billal Siasse o de Lahsan, ambos originarios de Marruecos. “Me gusta mucho este curso. Yo tengo experiencia en el oficio, pero no formación”, señala Lahsan, que llegó a España hace más de dos años.

Desde la dirección de la Escuela de Oficios destacan el esfuerzo y la implicación de los profesionales de los centros de menores de SAMU para que estos jóvenes puedan participar en este taller, ya que son los propios monitores los que llevan y recogen en coche a estos jóvenes del Parque Tecnológico Citec para que puedan recibir sus clases.

El resto de alumnos son de nacionalidad española y proceden de zonas vulnerables o en riesgo de exclusión social. En concreto, forman parte de un programa de Cáritas y del programa Eracis (Estrategia Regional por la Inclusión 2019-2022), impulsado por la Junta de Andalucía con Fondos Europeos y en colaboración con el Ayuntamiento de Coria del Río.

“Lo que más me gusta de este curso son las prácticas, algo fundamental para mí. La teoría es muy comprensible y accesible y la mayor parte de la tarde estamos trabajando por equipos en el proyecto final”, comenta Abraham, un joven de 23 años de Coria del Río y perteneciente al programa Eracis.

Todos los alumnos del taller trabajan de forma conjunta y coordinada en un proyecto común, la construcción de dos aseos desde cero. “Estoy bastante orgulloso de ellos. No hacen demasiadas chapuzas, trabajan de manera muy coordinada y limpia. Miden muy bien. Trabajan con cabeza”, destaca el profesor del taller, Rafael Hernández.

La nave que Escuela SAMU dispone en el Parque Tecnológico Citec se divide en tres zonas, dos de ellas para los talleres de electricidad y fontanería que comenzarán a impartirse en enero, y una tercera, la más amplia, para el taller de albañilería.

El profesor divide a sus alumnos en tres equipos que van rotando cada día. Dos de ellos se sitúan en unas zonas que podemos llamar de entrenamiento, donde realizan las mezclas y levantan muros. Aquí practican los diferentes procedimientos que luego deberán llevar a cabo en su proyecto final, en el que trabaja el tercer equipo. “Son bastante autónomos. Están muy motivados, se nota que les gusta lo que hacen”, apunta Rafael Hernández.

Una vez finalizado el curso, que comenzó en noviembre, todos los alumnos realizarán prácticas en empresas.

La EOF ya trabaja para poner en marcha en 2021 nuevos talleres y cursos de formación, entre los que destacan hostelería, pintor, mediador intercultural, mozo de almacén o atención sociosanitario. Esta escuela cuenta también con la colaboración de la Fundación La Caixa que ha puesto en marcha un programa de becas dirigido a personas en riesgo de exclusión social.

Con la Escuela de Oficios, que nació en 2019, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a los menores de SAMU, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral con un enfoque práctico. Los programas de la Escuela de Oficios de SAMU favorecen la mejora de sus competencias y habilidades sociales, y les guían hacia el mercado laboral a través de contrataciones de empresas colaboradoras.

Escuela SAMU: Un ejercicio con quince escenarios distintos

Médicos, enfermeros y estudiantes de Formación Profesional participaron el 3 de diciembre en el primer gran simulacro integral del curso 2020-2021 de Escuela SAMU, en Sevilla. A pesar de la pandemia del coronavirus, la dirección de Escuela SAMU está realizando un esfuerzo titánico para ofrecerle a sus estudiantes la mejor formación en emergencias sanitarias y con la misma calidad de siempre a pesar de las circunstancias. La crítica situación sanitaria que atraviesa el planeta por el Covid-19 hace que la labor formativa de SAMU sea ahora más necesaria que nunca.

“Ofrecemos la calidad de siempre. Nuestra formación no se ha visto resentida en ningún momento a causa de la crisis. Seguimos desarrollando simulacros y ejercicios de alta calidad. Es más, estamos convencidos de que ahora nuestra formación es más necesaria que nunca. Debemos preparar a nuestros alumnos lo mejor posible para que estén preparados para actuar en situaciones extremas como la que estamos viviendo”, señalan los responsables de Escuela SAMU.

El gran simulacro de diciembre, de Procesos Asistenciales Continuados, contó con la participación de los alumnos de formación profesional en Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), además de los estudiantes del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y del Máster en Urgencias Médicas.

El ejercicio arrancó en un centro de coordinación de emergencias, donde se reciben avisos de diferente índole y se ofrece asistencia a diferentes pacientes tanto en el hospital, como en la calle y en los domicilios.

“Nuestros alumnos contaron con un Centro Coordinador de Urgencias (CCU), ubicado en el aula 8 de Escuela SAMU, que fue recibiendo las diferentes llamadas solicitando asistencia. Desde ese momento, los alumnos fueron acudiendo a los diferentes avisos y realizaron traslados al hospital, ubicado para este simulacro en la clínica de estabilización. Este punto funcionó durante el ejercicio como un hospital normal, al que acuden pacientes por su propio pie y otros trasladados en ambulancia”, relatan desde la escuela.

Los objetivos de este tipo de simulacros que se realizan de forma periódica en la escuela son trabajar de manera coordinada en un ejercicio multidisciplinar; coordinar los diferentes recursos para dar solución a las situaciones de emergencia que se van a simular; realizar la valoración primaria a los diferentes pacientes y decidir sobre qué hacer con el paciente en cada caso; tener capacidad de decisión bajo situaciones de presión; decidir qué acciones llevar a cabo para conseguir un bien común, y poner en práctica los resultados de aprendizaje que aportan los diferentes módulos.

“Normalmente, en SAMU, solemos hacer simulacro de un tema especifico. La mayoría de las veces organizamos incidentes con múltiples víctimas (IMV), pero en esta ocasión hemos creído necesario realizar un simulacro donde lo más importante sea el trabajo en equipo y la continuidad de la asistencia. Es decir, los alumnos viven de la manera más real posible todo el proceso que supondrá su trabajo en un futuro, desde la asistencia del paciente in situ, su traslado en ambulancia, la transferencia al hospital y la atención hospitalaria”, comenta Thomas Couyotopoulo, subdirector de Escuela SAMU.

“El ejercicio ha sido muy positivo para médicos, enfermeros, técnicos en emergencias y auxiliares de enfermería, ya que aprenden a trabajar en equipo y a asistir todo tipo de emergencias”, señala el instructor.

En total se simularon quince situaciones distintas en un mismo ejercicio y de manera continuada y coordinada. Entre estas situaciones destacan: un accidente de tráfico con dos vehículos implicados y cinco víctimas; la asistencia en domicilio de un paciente con 73 años con un edema agudo de pulmón; una madre que lleva a su hijo al hospital por un resfriado y que resulta ser una neumonía; una fractura de cadera; un accidente laboral de un obrero con un shock medular; un ictus; una pelea con cuatro víctimas, una de ellas con una puñalada en tórax e intoxicación etílica; la asistencia a un grupo de personas con disnea por reacción alérgica al marisco; un atropello a un peatón por parte de un motorista; y el derrumbe de un edificio, entre otras.

Escuela SAMU: Una nueva hornada de samuitas

Después de una pandemia, un confinamiento de más de tres meses, medidas restrictivas y limitaciones de movilidad, los 24 enfermeros que comenzaron en octubre de 2019 el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) de SAMU y la Universidad CEU San Pablo han finalizado su formación en las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla). Cuando iniciaron sus clases, algunos de sus profesores les advirtieron que no sería un curso fácil y que, tras la finalización del máster, no serían los mismo. Pero nadie se podía imaginar en aquel momento que iban a tener que enfrentarse a las consecuencias de un virus mortal hasta entonces desconocido.

En marzo, tras decretarse el estado de alarma, Escuela SAMU decidió suspender las clases del Máster de Enfermería y retomarlo cuando la situación sanitaria lo permitiera para poder ofrecer a sus alumnos una formación de gran calidad, basada en simulacros y grandes ejercicios integrales que ponen a los participantes al límite tanto a nivel profesional como personal.

En septiembre, estos enfermeros pudieron retomar sus estudios de posgrado concentrando toda la formación que quedaba por impartir en dos meses con un horario intensivo de mañana y tarde.

“Hemos realizado un esfuerzo enorme, tanto los alumnos como los profesores, pero lo hemos conseguido, estamos muy orgullosos”, explica Andrés Rodríguez Holst, instructor de Escuela SAMU. “Ha sido una locura. Hemos llegado a tener 200 alumnos en la Escuela de diferentes cursos y másteres a la vez, pero eso no ha hecho que decayera nuestro rendimiento, más bien todo lo contrario”.

Rodríguez destaca el esfuerzo llevado a cabo por el equipo de profesores, muchos de los cuales han participado durante estos meses en diferentes dispositivos llevados a cabo por SAMU para hacer frente al Covid-19. “Los instructores que han estado estos meses en activo estaban cansados pero han hecho un esfuerzo enorme. Venían todas las mañanas a la escuela con la mejor actitud a pesar de no haber dormido la noche anterior o haber salido de una guardia. También me ha impresionado mucho la actitud de los alumnos. Todos retomaron sus estudios, los 24, rechazando algunos de ellos ofertas laborales”.

A falta de la entrega del Trabajo Fin de Máster (TFM), a mediados de noviembre, estos jóvenes realizaron su examen final, un ejercicio plenamente práctico dentro del módulo de Procesos Asistenciales Integrales (PAI) que puso punto y final a su formación en SAMU.

“Hemos ofrecido la calidad de siempre. Nuestra formación no se ha visto resentida en ningún momento a causa de la crisis. Hemos desarrollado simulacros y ejercicios de alta calidad. Es más, estamos convencidos de que, ante la situación actual, nuestra formación es más necesaria que nunca. Debemos formar a nuestros alumnos lo mejor posible para que estén preparados para actuar en situaciones extremas como la que estamos viviendo”, explican desde Escuela SAMU.

A diferencia de las promociones anteriores, esta nueva horneada de samuitas no ha podido disfrutar de una gala de graduación a causa del coronavirus. No obstante, desde Escuela SAMU no quisieron dejar pasar la oportunidad de rendirles un pequeño homenaje a través de un acto simbólico que tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela para recordarles: “¡Suerte samuitas en vuestra nueva etapa! La sociedad os necesita”.