‘Aprende haciéndolo’ es el lema que ha caracterizado a Escuela SAMU desde sus inicios a finales de los 80 y que sigue vigente hoy más que nunca a pesar de las limitaciones provocadas por la pandemia de coronavirus. Al igual que todo SAMU, Escuela SAMU quiere ser sinónimo de calidad, en este caso, aplicada a la formación de profesionales en activo y de futuros profesionales sanitarios y de las emergencias, siempre a través de la práctica y la experiencia como base formativa.
Desde que nacieron SAMU y su servicio de asistencia médica, el doctor Carlos Álvarez Leiva (el ‘Jefe’, para muchos) ha impulsado la formación de todos los profesionales que forman parte de la nueva familia SAMU, así como de centenares de médicos, enfermeros y conductores de ambulancia que han desarrollado y mejorado su capacidad de respuesta sanitaria en el ámbito extrahospitalario, una formación que les ha permitido formar parte de diferentes servicios de emergencias sanitarias públicos (como EPES-061) y privados.
Los recursos humanos son una pieza fundamental en toda organización y, particularmente, en el sector de las emergencias, que requiere eficacia, coordinación y sangre fría para gestionar cada situación. La experiencia en medicina militar, logística y del orden implícito que trasmite el Dr. Álvarez Leiva está en el ADN de los grandes profesionales que han pasado por los másteres de Medicina y Enfermería de SAMU.
En estas tres décadas, más de 11.000 alumnos se han formado con SAMU, de los cuales más de 2.000 son médicos y enfermeros que han logrado superar un máster o curso intensivo. En Escuela SAMU, uno no se “saca un curso”, lo supera y lo consigue, porque los instructores de ayer y de hoy no regalan nada, ni en los aspectos teóricos ni mucho menos en los actitudinales y prácticos. Las profesiones de emergencias son vocacionales y deben serlo porque, en los momentos difíciles, la formación, capacidad y actitud del profesional marcan la diferencia y, en algunos casos, es lo que permite salvar vidas.
La exigencia heredada del Dr. Álvarez Leiva a todos los niveles es la que mantiene la reputación de los cursos impartidos por SAMU, principalmente en Andalucía, pero también fuera de la Comunidad e incluso fuera del país. Se aprende mucho asistiendo a un curso y participando activamente en los ejercicios prácticos pero también se aprende impartiéndolo. En SAMU, siempre se ha fomentado la participación de los profesionales de la casa como instructores para que transmitan sus conocimientos y experiencia a los alumnos y compañeros, al mismo tiempo que refuerzan sus propias capacidades.
Los alumnos coinciden en que su paso por Escuela SAMU les cambia como profesionales y como personas. La experiencia es vivencial, compartida, sufrida y deja huella, un sello SAMU tatuado en el recuerdo y la forma de actuar de los conocidos como ‘Phitos’ o ‘Samuitas’ y de sus compañeros. Eso sin olvidar que en los cursos impartidos se crean vínculos especiales, amistades e incluso parejas.
Tú te has formado en SAMU, ¿verdad?
La metodología y las exigencias marcan a los alumnos, y los profesionales del sector lo notan. No es raro que a un antiguo alumno de nuestra Escuela le digan en su trabajo “¿Tú te has formado en SAMU, verdad?”. Este comentario se ha dicho incluso en un hospital de Barcelona en una conversación sobre enfermeros de nuestro Máster que dejan el listón alto con su actitud, su eficacia y la famosa “reactivación” (ordenar, limpiar y verificar el material después de su uso, factor clave para garantizar su completa efectividad para la siguiente activación).
Los ‘megacodes’, ejercicios integrales y simulacros, que reúnen a distintos alumnos en duras actividades practicas, son la herramienta pedagógica principal que se utiliza desde los orígenes de Escuela SAMU y que aún hoy se siguen incorporando al programa mensual de actividades de la Escuela.
El concepto sigue intacto aunque los recursos cambian. Los veteranos de SAMU recuerdan la complejidad logística que requerían estos ejercicios durante los primeros años, cuando se desarrollaban en la Isla de la Cartuja, en concreto en el Charco de la Pava. Aquí se recreaban todo tipo de situación de emergencia y/o catástrofe. La imaginación no le falta al Jefe ni a los instructores y cualquier idea que permitiera simular con mayor realismo un accidente se integraba en el ejercicio, complicándolo aún más en función del nivel de los alumnos y del humor del instructor. Vehículos volcados, incendios, barro, pirotecnia, sonido estresante, sangre, humo o zulos acababan formando parte del entrenamiento diario de estos alumnos. El material se almacenaba entonces en Base-7, una nave en Dos Hermanas que alberga grandes recursos logísticos de SAMU y que el Jefe pedía con insistencia.
Tras un simulacro intenso y estresante, los alumnos exhaustos tenían que reactivar todo este material que se transportaba de vuelta a Dos Hermanas. Un esfuerzo físico y mental que ha marcado a muchos pero que les permite hoy estar preparados para asumir y gestionar las implicaciones logísticas que pueden tener los incidentes reales, en particular los de múltiples víctimas.
Maribel Álvarez, directora del área Hospitalaria de SAMU, y Juan José Barcelona, secretario de Escuela SAMU, recuerdan los principios de la formación en Cartuja cuando aún no existían las instalaciones de Gelves: “Teníamos dos aulas y una tercera de informática, pero ninguna tenía ventana. En el túnel de entrenamiento, Agustín Tomeno creó diferentes espacios para simulacros, con un coche volcado, una UCI de hospital, la habitación de un domicilio, la consulta de un centro de salud y, por ultimo, un decorado muy conseguido simulando el derrumbe de una mina”, comentan. “En esa época, los alumnos del Máster de Enfermería (Medicina a veces) tenían que realizar dos coordinaciones, que consistían en estar con el coordinador de SAMU que recibía las llamadas para ayudarle y aprender sobre los hospitales y patologías que requerían”.
Durante esta primera etapa, acompañando al Jefe, se sucedieron varios directores de la Escuela, que en su mayoría habían pasado por el Máster de Medicina de SAMU: Juan Antonio Daniel, Julia Núñez, Esperanza de la Paz Olano, Leo Miño, el militar Rafael Amazares, Juan Jesús Díaz Rodríguez y Maribel Álvarez Leiva. Teresa Quesada coordinó durante muchos años el Máster de Enfermería hasta que le relevó Maribel Álvarez. En 2017, SAMU y la Escuela lamentaron mucho la perdida de José Manuel Pérez Liñán, enfermero y docente de cualidades extraordinarias que dejó una huella indeleble en el equipo.
José Enrique Fernández, Pepe Cabeza y José Cañero, entre otros, lideraron la formación de los conductores de ambulancias, que pasaron a ser Técnicos en Emergencias Sanitarias e integrantes de los equipos de Soporte Vital Avanzado junto con los médicos y enfermeros. Caridad Vidal, Belén Jiménez y Mariló Vega gestionaban los cursos de Soporte Vital que siguen siendo un elemento indispensable de la formación sanitaria SAMU en 2021.
En 2012, SAMU instaló su centro de formación en Gelves, en una parcela de casi 18.000 m² que se ha convertido en el “parque de atracciones de las emergencias”, tal como lo definen algunos colaboradores ‘envidiosos’. Juan González de Escalada Álvarez, director de Escuela SAMU desde 2012 hasta septiembre de 2021, comenta: “Este recurso ha marcado un antes y un después en la exigencia que recaía en el equipo docente”. La logística es ahora mucho más eficiente y permite desarrollar actividades múltiples en un tiempo limitado. En estas instalaciones puedes encontrarte un fuselaje de avión, un autobús, un camión, un vagón de tren, un edificio de rescate, una piscina, y otros elementos que sorprenden a cualquiera que visita la Escuela.
Unas instalaciones diversas y originales
Estas instalaciones han supuesto un importante esfuerzo pero son aprovechadas con creces en cada promoción de alumnos e, incluso, por parte de colaboradores externos que participan y disfrutan de la diversidad y originalidad de estas instalaciones. Hasta los equipos cinológicos del Cuerpo Nacional de Policía y de los militares del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo se desplazan a la Escuela para entrenar a sus perros.
Lourdes Vázquez Rodríguez, pedagoga y ahora jefa de estudios de la Escuela de Oficios de SAMU, recuerda la inclusión en la Escuela de los ciclos de Formación Profesional en Gelves junto con su compañera y amiga Cristina Fernández Antorán, jefa de estudios y pilar fundamental del funcionamiento de la FP en SAMU: “Los alumnos empezaron a matricularse cuando aún no había ni aulas, no había nada que enseñar más que el aula piloto y una obra. La gente confío a ciegas en SAMU. El túnel podía servir para impartir clases o como salón de actos para hacer la inauguración o charlas de orientación laboral, con la logística que eso implicaba”. Vázquez reconoce que no puede olvidar “la construcción del circuito 4×4 que pudo acabar en tragedia cuando lo probó el jefe Borja” (en referencia a Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU y amante de la aventura).
El reconocimiento y la exigencia profesional del título reglado de FP en Técnico en Emergencias Sanitarias para los conductores de ambulancias generó un atractivo para esta profesión y se mezclaron durante varios años nuevos alumnos que descubrían esta vocación junto con profesionales del sector con años de experiencia pero que necesitaban actualizar su titulación.
Más tarde, la Escuela añadió también el ciclo de FP de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), profesionales sanitarios indispensables en todas las estructuras hospitalarias, centros y residencias. La inmensa mayoría de los instructores de FP eran antiguos alumnos del Máster de Enfermería, que trasmitían con energía todos sus conocimientos y las exigencias de SAMU: Inma Álvarez, Rocío Candida, Javier Carrera, Pablo Simón, Miguel Ruiz, Mariló Vega, Paola Mora, María Veguilla, Sonia Romero y muchos más. A ellos se sumaron profesionales de otras materias que se incluían en los ciclos de FP, como Carlos Casado (mecánica), Ana Solís y Mamen Gómez (apoyo psicológico) o Sainza y Enrique Yrazusta (formación y orientación laboral). Todos ellos han sumado experiencia, conocimientos y energía para sacar adelante el proyecto del centro de Formación Profesional.
El inexorable atractivo de la bolsa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) siempre ha generado movimientos en la plantilla de Escuela SAMU, pero ésta se ha seguido nutriendo de sus mejores alumnos, como Andrés Rodríguez, Lucía Sánchez, Saray Toro o Manuel Ángel Andrade, que en los últimos años han entrado a formar parte de la plantilla docente.
Y no podemos olvidar el clásico “Escuela SAMU, buenos días, le atiende Virginia”, de Virginia Morales Quintero, la voz y la sonrisa de Escuela SAMU, que atiende desde hace varios años con alegría y profesionalidad todas las solicitudes que llegan a nuestro centro.
Olimpiadas TES
Por otro lado, cada año se organizan las temidas Olimpiadas de Técnicos en Emergencias Sanitarias, ocasión que tienen nuestros alumnos para competir en equipos en pruebas de conocimientos, aptitudes físicas y técnicas y de enfrentarse a situaciones exigentes emocional y físicamente. Los mejores compiten luego a nivel nacional en representación de nuestra Escuela, que desde hace dos años ostenta el título de campeón de España.
Otro evento histórico es la Crisis Task Force (CTF), ejercicio de varios días que reúne a profesionales e instituciones del máximo nivel, favoreciendo el intercambio de conocimiento en la gestión de grandes contingencias. Son días y noches de ejercicios multidisciplinares para mejorar las capacidades de respuesta de los profesionales frente a catástrofes e incidentes de múltiples víctimas. Cada año, la temática de la CTF cambia, pero los esfuerzos de resistencia, gestión de la incertidumbre y estrés dentro de un régimen de gran austeridad son algunos de los ingredientes comunes en cada edición. Gracias a este tipo de ejercicio único, alumnos y profesionales sanitarios, militares, policías y bomberos se encuentran e intercambian talleres formativos y experiencias que crean vínculos.
El momento cumbre de la CTF es un simulacro nocturno de varias horas. A la luz de una hoguera, tras finalizar este simulacro a las seis de la mañana, se aprecian rostros marcados por el barro y el cansancio, pero también se forjan caracteres y se refuerzan capacidades individuales y colectivas. La edición 2020 de la Crisis Task Force prometía ser todavía más especial ya que se iba a desarrollar fuera de Sevilla por primera vez, en las islas Baleares, con una importante colaboración interinstitucional, pero el estado de alarma y las prioridades asistenciales reales desencadenadas por el coronavirus obligó a aplazarlo.
Nuevas opciones formativas
En 2018, gracias a los esfuerzos de Beatriz Estrada Vida, nueva responsable del departamento de Orientación, se abrió un nuevo ciclo de FP en Técnico Superior en Integración Social. Con este nuevo curso, la Escuela se alejaba un poco de la formación puramente sanitaria, pero también se adaptaba a una necesidad y emergencia social muy presente a la cual SAMU, y en particular Fundación SAMU, da respuesta.
Durante el verano de 2018, llegaron a coincidir un grupo de menas acogidos urgentemente en la Escuela con estudiantes estadounidenses de Medicina que participaban en una de las ediciones del curso PEAC (Prehospital Emergency Assistance Course), poniendo en evidencia unos contrastes culturales y demográficos sorprendentes y enriquecedores.
En 2019, la Escuela consiguió de la mano de Andrés Rodríguez Holst el reconocimiento y certificado como centro NAEMT, institución americana que representa a todos los EMT (equivalente de TES en España) y paramédicos. Desde entonces, Escuela SAMU imparte reconocidos cursos internacionales en el sector sanitario y táctico como son el PHTLS (Prehospital Trauma Life Support), TCCC (Tactical Combat Casualty Care), TECC (Tactical Emergency Casualty Care) y EPC (Emergency Pediatric Care), poniendo el enfoque en una medicina prehospitalaria rápida y eficaz.
Los ciclos de Grado Medio y Superior de Protección Civil son el siguiente paso a la diversificación de la Escuela, que podrá así ofrecer un título oficial a los futuros bomberos y técnicos de Protección Civil. Cristina Fernández lidera ahora los nuevos retos de la Escuela en el campo de la FPE, Formación para el Empleo, con la constancia y eficacia que siempre le ha caracterizado. Este proyecto abre horizontes orientados a formaciones regladas de personas sin empleo.
Escuela SAMU ha seguido evolucionando en los últimos años, añadiendo recursos tecnológicos a su pedagogía y creando una clínica de simulación que reproduce con gran exactitud múltiples espacios hospitalarios, aprovechados a diario por el alumnado. Fiel a sus orígenes, el equipo actual de Escuela SAMU sigue formando a sus alumnos con emociones, sudor e incluso lágrimas, pero a la vez adaptándose a los nuevos tiempos y nuevos retos.
Nuevas forma de enseñar
Las herramientas telemáticas forman ya parte integral de Escuela SAMU, tanto en FP como en formaciones de postgrado para adaptarse a las limitaciones del Covid-19 y dar posibilidades de acceso a la formación desde la distancia. En 2020, para dar respuesta a la situación sobrevenida a causa de la crisis sanitaria y ofrecer la opción de realizar la formación en centros de trabajo de forma virtual, se llegó a crear recursos exclusivos incluyendo grabaciones de guardias del área de SAMU Críticos.
Seguramente, hoy, el equipo de docentes sea menos exigente en algunos aspectos de lo que fue en su día el fundador y presidente de SAMU, el doctor Carlos Álvarez Leiva, pero desde Escuela SAMU, alumnos de todos los perfiles e instructores han sido actores clave este último año en la lucha contra el Covid-19, además de en misiones internacionales y en la participación en múltiples dispositivos deportivos y sanitarios.
El legado es grande, el nivel y las exigencias de los profesionales que han pasado por Escuela SAMU desde sus inicios son una referencia a respetar, pero este 2020 ha demostrado que las nuevas generaciones también saben estar a la altura de los retos que se les presenta y que la vocación se sigue trasmitiendo con fuerza.
Por Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU