Misión Dominica: exportar lo aprendido contra el Covid-19

Un contingente de voluntarios de SAMU con amplia experiencia en asistencia y gestión sanitaria en Covid-19 ha participado durante 15 días en una misión de cooperación en la isla de Dominica, en el Mar Caribe, para reforzar la red de servicios de salud local y la capacidad de hospitalización a la población afectada por el Covid-19. Esta misión de SAMU responde a una petición de colaboración por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la crítica situación por la que están atravesando en estos momentos numerosos países caribeños.

Dominica, con una población de 70.000 habitantes, tiene una incidencia acumulada de 3.134 casos de Covid-19, por cada 100.000 habitantes, y, al igual que otros países del Caribe, está reforzando sus capacidades ante el incremento de casos.

“Las islas del Caribe están atravesando por una situación muy complicada actualmente. Hasta ahora, habían visto pasar ante sus ojos cómo el mundo sufría y hacía frente al Covid-19 sin ellos padecer demasiados contratiempos y ahora están sufriendo un brote muy notable que supera sus capacidades médicas”, explica el médico intensivista Alejandro Álvarez Macías, mando de esta misión de SAMU y que viajó de manera voluntaria junto a tres enfermeros más: Andrés Brigola, Ignacio Guerrero y Carlos García, todos ellos con una amplia experiencia en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de diferentes hospitales europeos y en dispositivos de Covid-19 desplegados por SAMU.

El equipo de SAMU partió de Sevilla el 23 de septiembre y permaneció en la isla hasta el 6 de octubre. Entre sus objetivos principales destacaban dar respuesta a las necesidades sanitarias generadas por la pandemia de Covid-19 y otras situaciones derivadas de la misma. Proporcionar atención sanitaria y apoyo al personal local, ofrecer formación a los profesionales locales sobre la atención de pacientes con coronavirus y reforzar o aumentar la capacidad de los centros sanitarios como equipo de atención especializada.

El ámbito de actuación del equipo de SAMU fue un recurso habilitado por el Gobierno local ante el aumento de casos llamado Saint James, una residencia de estudiantes medicalizada donde trasladaban a los pacientes de Covid-19 en estado moderado y severo, según explica Álvarez Macías.

“Durante nuestra estancia en Dominica hemos estado realizando labores de asistencia y docencia, así como reportar a la OMS las necesidades y carencias de recursos que veíamos”, destaca el mando de la misión. “A nuestra llegada pudimos observar que la formación que tenían los profesionales locales en el manejo del paciente con Covid-19 era escasa, dado que nunca hasta ahora se habían enfrentado a esta pandemia. Nosotros pudimos ofrecerles toda la experiencia que te da haber hecho frente a varias oleadas con pacientes de estas características, cómo hay que proceder o en qué momento sería más conveniente recurrir a una intubación y conectarlo a un ventilador”.

Alejandro Álvarez reconoce que, al principio, hubo, como suele ocurrir, cierta reticencia por parte de los profesionales de Dominica a aceptar los cambios iniciales que proponía SAMU en el manejo y atención de los pacientes, pero, tras una primera jornada “muy dura y crítica”, los sanitarios locales pudieron comprobar la efectividad de las técnicas de trabajo que proponía el equipo de SAMU. “Tras ese primer día, el personal local se fue involucrando cada vez más y, cuando empezamos con los talleres formativos, hubo muy buena actitud por su parte. Su acogida y disposición fue máxima”, apunta el médico.

Para Álvarez Macías, que ya participó en 2013 en otra misión humanitaria internacional de SAMU en Filipinas, uno de los principales problemas que tiene Dominica ante esta pandemia es que al ser un país pequeño que no tiene las capacidades económicas de otras islas del Caribe, la mayoría de los profesionales de la salud que se forman aquí y destacan suelen abandonar el país en busca de un futuro mejor, lo que deja a Dominica en una situación un poco comprometida a nivel de asistencia sanitaria.

El mando de la misión destaca también el buen trabajo en equipo llevado a cabo por los miembros de este contingente. “Trabajar con gente que se ha formado en SAMU es muy fácil porque estamos todos cortados por el mismo patrón de rigurosidad, disciplina, trabajo, coordinación y manera de pensar. Es muy fácil trabajar así, especialmente si se trata de personas veteranas y bien curtida en SAMU, aunque no hayas trabajado con ellos antes.

Hay que recordar que, en los últimos meses, SAMU ha coordinado dos misiones humanitarias internacionales contra el Covid-19, en El Salvador y Costa Rica. Asimismo, ha dirigido diversos dispositivos contra el coronavirus en España, entre las regiones de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha. En total, cinco dispositivos, entre los que destacan los del centro medicalizado del Hotel Ilunion Alcora, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), y el de la residencia de tiempo libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), en ambos casos fruto de un modelo de colaboración público-privada insólito en el sector sanitario en Andalucía.
Por otro lado, la entidad viene impartiendo cursos básicos en bioseguridad en centros para mayores de toda la geografía española, habiendo formado a más de 500 personas desde que se declaró el Estado de Alarma en España.

Fundación SAMU da un paso más en su alianza con El Salvador

Fundación SAMU ha suscrito un convenio de cooperación con el Ministerio de Salud de El Salvador en virtud del cual expertos de esta entidad prestarán asistencia técnica a profesionales sanitarios de este país. Este convenio, firmado por la directora de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), Karla de Palma, y por el presidente de Fundación SAMU, Carlos Álvarez Leiva, se produce después de que el pasado año, concretamente durante el mes de agosto de 2020, en los meses más críticos del Covid-19, un contingente formado por 28 profesionales de SAMU llevara a cabo durante un mes una misión de cooperación en el Hospital de El Salvador. El acto contó con la presencia del ministro de Salud, Francisco Alabí.

Por medio de este acuerdo, ambas partes trabajarán en la promoción y transferencia de tecnologías, intercambio de experiencias, actividades de investigación científica y la organización de programas académicos. “El Gobierno del presidente Nayib Bukele ha puesto en primer lugar la vida de todos los salvadoreños, por ello se ha esforzado en generar un hospital, materiales y equipos de primer nivel para la atención de la pandemia. Es necesario que, a la par de la tecnología, contemos con la capacitación de las personas que estarán a cargo de la atención de nuestros pacientes para brindar un servicio más humano y empático, por ello, vemos con mucha alegría el establecimiento del programa que se implementará para profesionales de la salud”, indicó la vicecanciller Mira.

La diplomática destacó, además, que esta iniciativa permitirá fortalecer los lazos de solidaridad, igualdad y respeto mutuo que mantiene El Salvador con España. Asimismo, resaltó las gestiones realizadas por la embajada salvadoreña en España, “las cuales permitieron concretar este importante convenio que contribuirá a mejorar la calidad de vida de las personas”.

Por su parte, el ministro Alabí reiteró el agradecimiento a Fundación SAMU por este nuevo acompañamiento que brinda al país. “Fundación SAMU ha dejado una huella en el pueblo salvadoreño, en especial en los corazones de todos aquellos a los que, durante su estancia en el Hospital El Salvador, les ayudaron a luchar contra el Covid-19”, expresó el ministro. Agregó que el convenio “permitirá establecer programas de formación teórica y práctica, capacitación, evaluación y certificación de profesionales de la salud, tanto en la República de El Salvador como en el Reino de España”.

El presidente de Fundación SAMU, Carlos Álvarez Leiva, señaló: “en este país nuestros voluntarios se sintieron felices enseñando lo que saben con humildad”.

La Misión El Salvador, como SAMU denominó a la operación, se produjo después de que el Ministerio de Salud de El Salvador emitiera una solicitud de asistencia para dar apoyo a un nuevo hospital, el Hospital Nacional El Salvador, localizado en San Salvador, que abrió sus puertas el 21 de junio con 105 camas de UCI y 100 camas hospitalarias y está siendo adecuado de forma paulatina para poder ofrecer hasta 1.000 camas de UCI. La directora de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), Karla de Palma, señaló que “fue un verdadero acto de solidaridad por parte de la misión del grupo SAMU, puesto que en plena pandemia estuvieron dispuestos a estrechar sólidos lazos de cooperación con El Salvador”.

En los últimos dos años, SAMU ha llevado a cabo diversas misiones humanitarias y de cooperación en países como El Salvador o Honduras. Asimismo, ha dirigido diversos dispositivos contra el Covid-19 en España, entre las regiones de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha. Actualmente, participa en los dispositivos de acogida de los menores procedentes de Marruecos que provocaron la crisis migratoria reciente en Ceuta. En septiembre, además, envió un contingente de voluntarios para asistir a las personas desplazadas por el volcán Cumbre Vieja, en La Palma.

Asimismo, SAMU viene llevando a cabo desde hace más de treinta años proyectos de carácter humanitario en numerosos lugares del mundo, y desde 2018 cuenta con presencia en Washington DC (EE.UU.) a través de SAMU First Response, cuyo objetivo es captar fondos y recibir donaciones corporativas y a título individual para llevar a cabo dichas misiones.

Cara a cara con la pandemia que cambió el mundo, el Covid-19

Los años 2020 y 2021 están grabado a fuego ya para siempre en nuestra mente y en las páginas de nuestra historia más reciente. Estos funestos años marcados por la pandemia del Covid-19 han sacudido al mundo entero y han borrado de un plumazo los buenos propósitos que nos marcamos aquellos primeros días de 2020, cuando algunos veían con incredulidad y asombro, y otros con sorna, que los chinos se encerraran en sus casas o batieran un récord al construir un hospital en diez días. El motivo, un virus hasta entonces desconocido que a finales de diciembre de 2020 ya se había cobrado la vida de 1,8 millones de personas en todo el planeta y había provocado más de 100 millones de casos, además de un fuerte impacto socioeconómico en todo el mundo. 2020 ya se fue, pero 2021 no está siendo mucho mejor. Todas nuestras esperanzas están puestas en la vacunación.

La participación de SAMU en la lucha contra el coronavirus ha sido excepcional desde el primer día, situándose en la primera línea de batalla incluso antes de que se decretase el primer estado de alarma en España.

En enero de 2020, antes incluso de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la emergencia internacional por el brote originado en la población de Wuhan (algo que ocurrió el 30 de enero), SAMU constituyó una comisión de seguimiento del coronavirus ante el alto y latente riesgo de aparición de casos en España y, además, se revitalizaron protocolos dentro su propio equipo con diversas acciones. La primera se realizó el 27 de enero con la celebración de un simulacro de atención a posibles pacientes infectados por coronavirus en las instalaciones de Escuela SAMU en Gelves (Sevilla).

Varios técnicos e inspectores asistieron al despliegue de una estructura especial para aislar a posibles infectados hasta su llegada al centro hospitalario de referencia. Los equipos repasaron al detalle el protocolo específico que debe seguirse para actuar ante casos de pacientes que sufren patologías infecciosas. Tras la parte teórica y de planificación, pasaron a la acción con los trabajos de atención instalando una estructura con tres niveles de protección: la protección individual de los profesionales (EPI), el encapsulamiento de la UVI-Móvil (con un recubrimiento integral de la ambulancia con plásticos) y el aislamiento específico del paciente. El ejercicio contó con el seguimiento sobre el terreno de numerosos medios de comunicación y tuvo una amplia repercusión en distintas televisiones de alcance regional y nacional.

Apenas 15 días después de la declaración del primer estado de alarma por parte del Gobierno de España y la obligación del confinamiento domiciliario, SAMU ya prestaba cobertura a varios dispositivos por encargo de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, especialmente en la provincia de Málaga, y había desplazado a Madrid tres unidades medicalizadas (UVI móviles), un vehículo de alta capacidad y cuatro unidades de voluntarios compuestas por cerca de una veintena de profesionales, entre médicos, enfermeros y técnicos de emergencias, para colaborar en la operación que la Comunidad de Madrid estaba desarrollando para trasladar a mayores infectados por el Covid-19 desde residencias de ancianos hasta centros hospitalarios de la comunidad.

Ésta era una actividad muy exigente física y emocionalmente porque obliga a los sanitarios a trabajar durante horas con medidas de protección individual que le distancian del paciente y que son incómodas. Por si fuera poco, al terminar el servicio se añadía el proceso de desvestido y descontaminación, que exige el seguimiento de protocolos estrictos. “Es cuidar de ti para cuidar de los tuyos”, comentaba entonces Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU.

De manera paralela, SAMU también participó en el traslado de un total de 28 pacientes de una residencia de mayores de Alcalá del Valle, en la provincia de Cádiz. Esta misión, autorizada por la Junta de Andalucía, se puso en marcha tras detectarse un brote de coronavirus en dicha residencia, en la que se vieron afectados varios ancianos y profesionales.

En un primer momento, hasta esta residencia acudió un equipo de seis profesionales de SAMU formado por un médico, un enfermero, dos técnicos de emergencias sanitarias y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería. El equipo, liderado por el enfermero Andrés Rodríguez, realizó un reconocimiento de la situación y, tras valorar las diferentes opciones y el estado de los ancianos, se decidió trasladarlos a un hospital de campaña que el propio SAMU levantó y gestionó en la Residencia del Tiempo Libre El Burgo, en La Línea de la Concepción. Además, se procedió a la desinfección de la residencia de mayores.

En el traslado de pacientes participaron un autobús, seis ambulancias colectivas y dos ambulancias de Soporte Vital Avanzado, todos ellos recursos de SAMU. Durante el trayecto, de dos horas de duración, los sanitarios estuvieron escoltados por la Policía Nacional. Al mismo tiempo, otro equipo de cinco profesionales levantaban el hospital de campaña en La Línea. Unos 25 profesionales de SAMU participaron de forma directa en este dispositivo. “He estado en muchas misiones humanitaria en países como Siria o Libia, pero nunca pensé ni imaginé que iba a vivir una situación como ésta en Europa”, reconocía entonces Andrés Rodríguez, supervisor del hospital de campaña levantado en La Línea.

Al mismo tiempo, SAMU prestó servicio en Málaga, donde trasladó a los hospitales a una media de tres o cuatro pacientes al día. Además, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) pidió a SAMU que diseñase un plan de contingencia con hasta 150 trabajadores más, listos para trabajar en distintas escalas de gravedad. Afortunadamente, el personal de SAMU ha recibido formación en manejo de trajes de NBQ y muchos ya están acostumbrados a trabajar en entornos de posibles infecciones bacteriológicas, según Juan González de Escalada.

Hotel Alcora

En este contexto, en un tiempo récord, el equipo de SAMU logró levantar, por orden de la Junta de Andalucía, un centro asistencial el el Hotel Ilunion Alcora de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) con cinco salas medicalizadas, boxes de cuidados intensivos y habitaciones habilitadas para el descanso del propio personal sanitario. Este recurso tenía capacidad para 110 personas, todos ellos ancianos contagiados procedentes de diferentes residencias de ancianos de la provincia de Sevilla. La edad media de los pacientes rondaba los 84 años. Algunos eran totalmente autónomos y estaban orientados pero también había otro grupo de pacientes que eran grandes dependientes y que necesitaban asistencia para todas las actividades básicas del día a día.

En este dispositivo trabajaron 109 personas entre personal de mando y control, cocineros, técnicos de emergencias sanitarias (TES), técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), enfermeros, médicos, personal de limpieza, logistas y personal de bioseguridad. En los 40 días que estuvo activo este recurso, 64 ancianos superaron el coronavirus y regresaron a casa con sus familiares o a sus residencias de origen.

Sólo durante los peores momentos de la primera oleada de la pandemia, SAMU gestionó cinco dispositivos de urgencias y emergencias contra el Covid-19 en Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha, al tiempo que formaba a personal en bioseguridad, captaba y capacitaba a voluntarios de distintos perfiles y fabricaba material sanitario como mascarillas y equipos de protección individual en su propio taller.

Además, un gabinete formado por doce psicólogos de SAMU, principalmente de la clínica de salud mental SAMU Wellness, y de consultas privadas, todos ellos especializados en Psicología Clínica, ofrecieron apoyo psicológico a pacientes y familiares del Hotel Alcora y la Residencia de Tiempo Libre El Burgo. Estos profesionales también asistieron a trabajadores de SAMU que intervinieron en el traslado de pacientes en Madrid o en alguno de los centros medicalizados mencionados anteriormente. El trabajo de estos psicólogos se basaba principalmente en gestionar la angustia de los familiares de los pacientes ingresados, ofrecerles información sobre su traslado y estado de salud, contener las respuestas emocionales a la situación de crisis que se les presentaba por tener a un familiar positivo en Covid-19 y ofrecerles herramientas para afrontar la situación cuando la persona se veía desbordada. Todo ello, de forma telemática.

Una vez estabilizada la situación en España tras la primera ola, en agosto de 2020, un equipo de intervención de catástrofes de SAMU formado por 30 sanitarios viajaron a El Salvador en respuesta a la petición de ayuda que el propio Gobierno salvadoreño realizó a Fundación SAMU a principios de julio para poder hacer frente a la crisis sanitaria que estaba causando la Covid-19 en el país centroamericano.

Los objetivos principales de SAMU en esta misión eran responder a las necesidades de asistencia médica de todos los casos hospitalizados de Covid-19 que les fueron asignados, proporcionar capacitación a todo el personal de salud clínica local en el Hospital Nacional El Salvador y reforzar el diseño y despliegue logístico para los procesos de vestido y desvestido de intervinientes, así como para la descontaminación de pacientes e intervinientes de las instalaciones que les fueran solicitadas.

Durante la segunda, tercera y cuarta ola, SAMU ha seguido al pie del cañón luchando contra el coronavirus a través de diferentes acciones y dispositivos. Así, a finales de septiembre de 2020, un equipo de enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias de SAMU y SAMU Wellness bajo la dirección médica del doctor Carlos Álvarez Leiva actuaron de forma altruista durante más de un mes en el convento de Santa Paula de Sevilla, donde 14 de las 19 monjas que allí viven dieron positivo en coronavirus.

Más tarde, el 18 de enero de 2021, otro equipo de 25 profesionales de SAMU, entre médicos, enfermeros, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, técnicos en emergencias sanitarias y técnicos de bioseguridad, se desplazó hasta el Campo de Gibraltar con el objetivo de prestar asistencia sanitaria en cuatro residencias de mayores de esta comarca con varios casos de coronavirus entre sus residentes.

Y en junio de este mismo año, una veintena de enfermeros y técnicos de emergencias sanitarias de SAMU viajaron a Costa Rica bajo el mando del enfermero Andrés Rodríguez Holst en misión humanitaria ante el incremento incontrolado de los casos de Covid-19 para apoyar a los sanitarios del país. El equipo de SAMU permaneció en Costa Rica más de tres semanas atendiendo urgencias no Covid en dos hospitales de campaña instalados en las inmediaciones del Hospital de San Vicente de Paúl, en Heredia.

Afortunadamente, la vacuna ya ha llegado a SAMU. La Residencia San Sebastián de Cantillana (Sevilla) fue el primer recurso de Fundación SAMU en recibir las esperadas vacunas. Usuarios y trabajadores del centro recibieron la primera dosis el 7 de enero, como si de un regalo de Reyes se tratase. Cinco días después, el 12 de enero, fue el turno de la Residencia Santa Ana de Sevilla, el Alojamiento Tutelado El Alfar de Gijón (Asturias) y la Residencia El Sauzal, en Tenerife. Un día después, el 13 de enero, las vacunas llegaron a la Residencia Santa Teresa de Villafranca de los Caballeros (Toledo). Todos estos recursos residenciales están especializados en la atención a personas con discapacidad intelectual con o sin trastorno de conducta y forman parte de la primera fase del plan de vacunación nacional, en el que se incluyen sanitarios y residencias de mayores.

Cuando empezó la pandemia había un objetivo principal para todos los países del mundo: aplanar la curva de contagios. Con la llegada de la vacuna, la meta es acelerar la curva de la vacunación para inmunizar a millones de personas en tiempo récord: un desafío logístico y médico nunca antes realizado a escala mundial.

Misión humanitaria: Un equipo de sanitarios todoterreno en Costa Rica

El 2 de junio, un grupo de 11 enfermeros y 9 técnicos de emergencias sanitaria de SAMU partieron hacia Costa Rica en misión humanitaria bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst ante el aumento de casos de coronavirus en el país centroamericano. La alta presión hospitalaria y el incremento de la tasa de incidencia han obligado a prolongar la misión, que en un principio iba a durar 15 días.

Costa Rica está atravesando una situación de emergencias sin precedentes en el país. Los contagios por Covid-19 se incrementan a un ritmo exponencial, con más de 2.000 nuevos casos al día. Desde que comenzó la pandemia, se han registrado en Costa Rica más de 340.000 contagios y unas 4.500 muertes relacionadas con el coronavirus.

La nación centroamericana, que fue ejemplo a nivel mundial entre marzo y junio de 2020 por el control de los casos y la baja mortalidad por esta enfermedad, vive una verdadera crisis hospitalaria por la rápida expansión del coronavirus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, tras las vacaciones de Semana Santa. Todo ello ha llevado al Gobierno costarricense a aplicar restricciones de movilidad y a cerrar de manera temporal toda actividad económica no esencial. Además, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica analiza la posibilidad de decretar la alerta roja.

A mediados de junio, SAMU recibió una solicitud de ayuda por parte de la PAHO (Organización Panamericana de la Salud). De forma inmediata, SAMU puso en marcha su maquinaria y, en pocas horas, ya tenía en alerta a un equipo de 20 profesionales sanitarios bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst a la espera de finalizar los trámites administrativos para partir hacia Costa Rica.

“Nuestra misión consiste en aliviar la presión asistencial del Hospital San Vicente de Paúl de Heredia, a unos 10 kilómetros al noroeste de San José, y atender las urgencias que no estén relacionadas con el Covid-19. Para ello, contamos con la colaboración de un equipo médico de emergencias de Panamá. Ellos han levantado un hospital de campaña y nosotros apoyamos con personal”, explica Andrés Rodríguez, mando de la misión, durante su estancia en Costa Rica.

Entre los profesionales que han formado parte del equipo de SAMU se encuentran enfermos del Máster de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad CEU San Pablo (promoción 2020-2021), algunos de los cuales ya participaron a finales de año en la misión humanitaria de SAMU en Honduras tras el paso de dos huracanes. Es el caso de Alexander Fernández o Gonzalo Soler.

Un sanitario de SAMU atiende a un paciente en Costa Rica

Un sanitario de SAMU atiende a un paciente en Costa Rica

“El equipo está formado por personas muy experimentadas y que me han acompañado en otras misiones, como la técnico en emergencias Carmina Casal, que ya estuvo conmigo en tres misiones anteriores, o la enfermera Erica Williams-Carricaburu. Pero también lo forman personas jóvenes con poca o ninguna experiencia en misiones humanitaria. Ambos perfiles enriquecen al grupo”, indica Rodríguez, que, con Costa Rica, cuenta con 18 misiones humanitarias internacionales a sus espaldas.

Los hospitales de campaña

Debido a la alta presión hospitalaria, finalmente, se han tenido que levantar dos hospitales de campaña en las inmediaciones del Hospital San Vicente de Paúl. “Uno de ellos está dedicado a casos de pediatría y cuenta con 8 camas, y el otro está dirigido a pacientes adultos, todos ellos urgencias no Covid. Este segundo hospital de campaña cuenta con 38 camas, pero en los próximos días se van a instalar 16 más”, explica el director de la misión.

“Estoy muy orgulloso de mi equipo, sobre todo de los técnicos, me han sorprendido mucho, ya que están realizando funciones más allá de las suyas propias y lo están haciendo muy bien. Los enfermeros también se han adaptado muy bien y de manera muy rápida, teniendo en cuenta que han tenido que aprender en un tiempo récord con un sistema que no es el suyo. La administración de los cuidados, los medicamentos, el sistema informático…. hay importantes diferencias con respecto a su día a día en España y se han adaptado a la perfección”, continúa Andrés Rodríguez.

Los profesionales de SAMU han trabajado en turnos de 12 horas, día y noche, y en ambos hospitales de campaña, en el de adultos y en el de pediatría. Todos los casos que han atendido durante su presencia en Costa Rica han sido urgencias no Covid-19, lo que implica una gran variedad de patologías, desde problemas gástricos, cardíacos, respiratorios, infecciones….

Durante su estancia en Costa Rica, el equipo de SAMU ha recibido dos importantes visitas que han alabado su trabajo y le han dado ánimos para continuar. Se trata de la embajadora de España en Costa Rica, Cristina Pérez Gutiérrez; y el fiscal del Colegio de Enfermeras de Costa Rica. Ambos visitaron los hospitales de campaña y pudieron ver in situ cómo trabajaban los profesionales de SAMU.

Para Andrés Rodríguez Holst, ésta es una misión especial, no sólo porque es su número 18 sino porque supone el regreso a su país de origen tras formarse en Europa. “Nunca pensé que regresaría a mi país en misión humanitaria. De hecho, ésta es la primera vez que Costa Rica solicita ayuda internacional”, reconoce el mando de la misión. “Ninguna de las personas que nos esperaban en Costa Rica sabía que al frente del equipo de SAMU iba una persona que nació aquí. Para algunos fue un poco sorprendente y cuando me escuchaban hablar pensaban que era un enlace local y no el mando de la misión de SAMU”, continúa el enfermero, que llegó a España en octubre de 2015.

“Para mí también ha sido un poco chocante porque conozco y he trabajado con anterioridad con algunas de las personas con las que he tenido que tratar estos días en Costa Rica, pero no ha sido ningún problema. Todo lo contrario. Todos están muy contentos del trabajo que SAMU ha realizado aquí y aceptan y aplican nuestros consejos y recomendaciones sobre la organización del trabajo, la logística y el espacio, pequeños detalles que ayudan a mejorar el trabajo diario”.

Una sanitaria de SAMU abraza a un familiar a su llegada de Costa Rica

Una sanitaria de SAMU abraza a un familiar a su llegada de Costa Rica

Tras dos semanas de duro trabajo, parte del equipo de SAMU regresó el 13 de junio a España, quedando en Costa Rica cinco profesionales de SAMU, entre ellos Andrés Rodríguez y Erica Williams-Carricaburu, ambos con una larga experiencia en misiones humanitarias. La situación en el país costarricense no ha mejorado en los últimos días y los contagios diarios por coronavirus suman cada jornada un récord. Esto llevó tanto a la dirección del Hospital San Vicente de Paúl como a la PAHO a solicitar a SAMU que prolongasen su misión varias jornadas más.

Así, la mayor parte del contingente llegó a Sevilla el 14 de junio, donde lo recibieron sus familiares y amigos. Tras un largo viaje, a su llegada a la Escuela SAMU y tras someterse todos ellos a test de antígenos, se celebró un acto de bienvenida en el que el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, les dedicó unas cariñosas palabras y alabó la labor llevada a cabo en Costa Rica. Todos los protagonistas de esta misión se mostraron bastante cansados pero muy satisfechos con el trabajo realizado. El resto del contingente regresó el 22 de junio.

ISL/JEM SAMU Huelva: La sonrisa infinita de Mara

La madre de la casa, quien cuida de todas y todos”. “Una fuente de aprendizaje para la vida dentro y fuera del centro”. “Mujer amable, de sonrisa infinita”. “Persona de notas musicales en constante movimiento”.

Describir a una compañera puede resultar difícil. Por ello nos servimos de las impresiones que los mismos chicos del ISL/JEM SAMU Huelva tienen acerca de Ilmaria Santos, ‘Mara’, gobernanta del centro que durante casi dos años ha formado parte de este proyecto de inserción y acompañamiento.

Como todos los chicos con los que se trabaja a diario en este hogar, Mara es migrante. Brasil la vio nacer, y España la vio construir una nueva vida en el entorno rural de Aracena (Huelva). De ahí pasó a llenar el ISL Corteconcepción (ahora ISL/JEM SAMU Huelva) de alegría, amor y ternura.

Su implicación en el acompañamiento de los chicos deja su rol de gobernanta en una mera denominación contractual, pues Mara es una inversión diaria de cuidados y acompañamiento de los chicos. Ellos, tal como la perciben en las impresiones anteriores, la consideran familia, la consideran hogar.

“Yo también soy migrante”

El equipo recuerda con frecuencia la intervención tajante de Mara en uno de los episodios de más baja moral por parte de nuestros chicos. En un ambiente de desasosiego generalizado, Mara entró al salón donde se hablaba con ellos con un contundente: “Yo también soy migrante”. Así silenció al grupo y comenzó un discurso que cambiaría el porvenir de los oyentes.

Después de esto, no olvidamos que todos y todas somos complicados. Ninguno nos salvamos de este fenómeno. Por eso es difícil alcanzar cierta sencillez en la manera de vivir, algo que Mara sí ha conquistado y es capaz de transmitir. También tiene interiorizada la bondad como una manera de sencillez muy genuina, de ahí que podamos definirla como persona de ejemplo en la palabra y en la acción, una mujer que lo difícil lo hace sencillo desde la bondad auténtica, desde lo más suave.

Por último, desde el ISL/JEM SAMU Huelva queremos recalcar que, desde los sueños se construye la realidad, que siempre existen excusas para brindar, y que es una suerte formar parte del mismo equipo que Mara, la cual ve la belleza donde los demás ven rutina.

Sanitarios de SAMU viajan a Costa Rica para apoyar las urgencias hospitalarias ante la presión de la pandemia

Costa Rica está atravesando una situación de emergencias sin precedentes en el país. Los contagios por Covid-19 se incrementan en el país centroamericano a un ritmo exponencial, con más de 2.000 nuevos casos al día. Desde que comenzó la pandemia, se han registrado en Costa Rica más de 300.000 contagios y 3.700 muertes relacionadas con el coronavirus.

La nación centroamericana, que fue ejemplo a nivel mundial entre marzo y junio de 2020 por el control de los casos y la baja mortalidad por esta enfermedad, vive una verdadera crisis hospitalaria por la rápida expansión del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, tras las vacaciones de Semana Santa. Todo ello ha llevado recientemente al Gobierno costarricense a aplicar restricciones de movilidad y a cerrar de manera temporal toda actividad económica no esencial. Además, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica analiza la posibilidad de decretar la alerta roja.

De forma inmediata, SAMU puso en marcha su maquinaria y en pocas horas ya tenía en alerta a un equipo de 20 profesionales sanitarios (11 enfermeros y 9 técnicos de emergencias sanitarias) bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst a la espera de finalizar los trámites administrativos para partir hacia Costa Rica.

“Nuestra misión es aliviar la presión asistencial del Hospital San Vicente de Paúl de Heredia, a unos 10 kilómetros al noroeste de San José, y atender las urgencias que no estén relacionadas con el Covid-19. Para ello, contamos con la colaboración de un equipo médico de emergencias de Panamá. Ellos van a levantar un hospital de campaña y nosotros vamos a apoyar con personal”, explica Andrés Rodríguez, mando de la misión.

Entre los profesionales que forman el equipo de SAMU se encuentran enfermos del Máster de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad CEU San Pablo (promoción 2020-2021), algunos de los cuales ya participaron a finales de año en la misión humanitaria de SAMU en Honduras tras el paso de dos huracanes. Es el caso de Alexander Fernández o Gonzalo Soler.

“Me llevo a personas muy experimentadas y que me han acompañado en otras misiones, como la técnico en emergencias Carmina Casal, que ya ha estado conmigo en tres misiones anteriores, o la enfermera Erica Williams-Carricaburu. Pero también a personas jóvenes con poca o ninguna experiencia en misiones humanitaria. Ambos perfiles enriquecen al grupo”, indica Rodríguez, que, con Costa Rica, cuenta con 18 misiones humanitarias internacionales a sus espaldas.

El equipo de SAMU parte este miércoles 2 de junio hacia Costa Rica con el propósito de comenzar a trabajar sobre el terreno el mismo 2 de junio en cuanto aterricen. Esta misión durará dos semanas.

En acción para llevar la vacuna a grandes dependientes

Gelves ha comenzado en marzo una campaña de vacunación a domicilio para las personas grandes dependientes de la localidad. La acción ha sido posible gracias a la coordinación del Ayuntamiento de Gelves (Sevilla) y la colaboración de la Escuela de Emergencias SAMU, que ha puesto a disposición del Consistorio una ambulancia y un técnico en emergencias sanitarias para que la enfermera del centro de salud dependiente del SAS (Servicio Andaluz de Salud) encargada de realizar esta tarea pueda llegar a todos los domicilios.

El Ayuntamiento, que agradece la colaboración de SAMU, ha querido así agilizar el proceso para que estas personas no sufrieran más retraso en recibir sus dosis por parte del Servicio Andaluz de Salud, al ser de alto riesgo por sus dolencias, enfermedades, edad o limitaciones físicas, entre otros aspectos, según informan desde el Ayuntamiento de Gelves. La campaña arrancó el 19 de marzo a las nueve de la mañana y, durante dos jornadas, se visitaron más de 40 domicilios.

La semana anterior recibieron sus dosis los agentes de la Policía Local de Gelves, sumándose así a los colectivos prioritarios para vacunación marcados por las autoridades sanitarias andaluzas. Anteriormente, ya habían sido vacunados el personal de ayuda a domicilio y dependencia, personal docente y de apoyo de los centros educativos, y personal sanitario del centro de salud.

La vacunación avanza en Andalucía y, actualmente, las vacunas de ARNm, Pfizer y Moderna, además de las dosis de AstraZeneca recuperadas tras la aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento, son las que se encuentran bajo administración.

Andalucía ya ha superado el millón de dosis utilizadas de la vacuna frente al coronavirus (1.336.900), al mismo tiempo que crece el número de personas inmunizadas por completo, que ya roza el medio millón de andaluces (489.979). En esta Comunidad, la edad es el principal factor para recibir la vacuna contra el Covid-19.

Los grupos de población se dividen fundamentalmente por la edad. Una vez aprobado el uso de la vacuna de AstraZeneca en personas de hasta 55 años, éste es el criterio primordial a la hora de crear la ‘cola’ de vacunación frente a la Covid.

Así, mientras se va acabando la vacunación con los grupos 1 (personas que se encuentran en residencias, centros de mayores o centros de día), 2 (personal sanitario y sociosanitario) y 3A (personal que no está en la primera línea pero que trabaja en centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios), se ha empezado a suministrar las vacunas de ARNm, Pfizer y Moderna a las personas del grupo 4, grandes dependientes, y el grupo 5, personas mayores de 80 años.

A continuación, y siempre en función de las dosis recibidas, se seguirá con la vacunación del grupo 5B, correspondiente a la edad comprendida entre los 70 y los 73 años, y después el grupo 5C, personas de 60 a 69 años. Una vez terminado todo el grupo 5, se procederá al grupo 7, que corresponde a las personas menores de 60 años con patologías de alto riesgo.

Carla V. González, médico de SAMU Wellness: «Es muy difícil enfrentarte a la muerte y no poder hacer nada»

Carla V. González (1992, Caracas, Venezuela) trabaja desde 2019 como médico general en la clínica de salud mental SAMU Wellness, labor que compagina con el traslado de pacientes críticos en Málaga. A raíz de la pandemia del Covid-19, ha participado en diferentes dispositivos de SAMU, el último en el Campo de Gibraltar.

—¿Cómo acaba una médico venezolana como usted en Sevilla?
—Me formé como médico cirujano en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, graduándome en 2016. Luego, trabajé durante un año como médico rural en las comunidades más desfavorecidas y con menos acceso a la asistencia sanitaria de Caracas. La difícil situación y las malas condiciones en las que se vive en mi país me hicieron emigrar. Elegí España por el idioma y la formación que aquí podía tener, principalmente.

—¿Cómo empezó a trabajar en SAMU?
—En febrero de 2019, buscando trabajo, fui a Escuela SAMU, donde me informaron de que buscaban un médico general para la clínica SAMU Wellness, así que me puse en contacto con el doctor Álvarez Leiva, quien me entrevistó. En este último año con SAMU también he trabajado en diversos dispositivos haciendo frente a la pandemia. En marzo de 2020, formé parte de la medicalización de la Residencia del Tiempo Libre El Burgo, en la Línea de la Concepción (Cádiz), donde atendimos a personas con Covid-19. Y, recientemente, he participado en el último dispositivo que SAMU ha activado, en el Campo de Gibraltar.

—¿Por qué decidió participar en este último dispositivo frente al Covid-19?
—Sabíamos que la tercera ola de esta pandemia llegaría y que, una vez más, afectaría a nuestros abuelos, así que no me extrañó cuando me llamaron. Yo tenía experiencia, hacía menos de un año que había estado en La Línea. Recordé lo difícil que fue para los mayores estar lejos de sus familias, sufriendo la enfermedad. Sabía que no podía quedarme en casa sin hacer nada, sentía que tenía que ir. El dispositivo estuvo activo un mes, desde el 18 de enero hasta el 21 de febrero.

—¿Cuál fue su papel en este dispositivo?
—En primera instancia, hacer una primera evaluación de cada una de las residencias que atendimos, su estructura, conocer el número de contagiados, el estado de salud de los mismos, las medidas de bioseguridad de las que disponían estos centros y su gestión de residuos, algo muy importantes en estos casos, además de analizar las necesidades de recursos humanos y materiales. A partir de esa evaluación, brindar asistencia junto con enfermería, auxiliares y técnicos en emergencias sanitarias a todos los residentes.

—¿A cuántas residencias prestasteis asistencia?
—A cuatro. La residencia de mayores de Nuestra Señora del Rosario en Los Barrios, la residencia de Vitalia en San García (Algeciras), una tercera residencia en San Roque y el centro El Palmeral de La Línea de la Concepción.

—¿Cómo fueron los primeros días?
—Los primero días fueron los más duros. No sabíamos qué nos íbamos a encontrar y en algunas residencias reinaba el caos y el agotamiento físico y mental del personal, algo comprensible ante el auge de contagios en un corto periodo de tiempo.

—¿Cuáles fueron las mayores dificultades a las que os enfrentasteis?
—Cuando estudias en la universidad, te forman en prevención de la salud, en diagnóstico, manejo y control de enfermedades agudas y crónicas, además de en cuidados paliativos al final de la vida. Creo que esto último es lo más difícil. Este año me he tenido que enfrentar muchas veces directamente a la muerte, sin poder hacer nada por el paciente, sólo ayudarle a bien morir. Esto ha sido lo más fuerte que he vivido.

—¿Ha tenido o tiene miedo a contagiarse en el trabajo?
—Me daba más miedo contagiarme al comienzo de todo, cuando aún no sabíamos todas las maneras posibles de contagio. Hoy, gracias a la formación continua en bioseguridad que recibimos en SAMU, ese miedo ha disminuido. Como ejemplo de ello, tenemos la menor tasa de bajas laborales por contagios en personal.

—¿Qué lecciones ha aprendido de esta experiencia?
—Esta experiencia me ha enseñado a que, al salir de mi zona de confort, puedo adaptarme ante situaciones de crisis, dar lo mejor de mí, trabajar en equipo y de esta manera ayudar a quienes más lo necesitan. Me ha aportado satisfacción al ver que, cuando trabajas con compañeros con una gran calidad humana y profesional, que tienen tu misma visión, tus mismas ganas de aportar un grano de arena ante una situación tan crítica, el trabajo no se hace trabajo sino vocación.

San Juan reconoce el papel de SAMU en la primera línea

El Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) celebró el 26 de febrero el Día de Andalucía con la entrega del tradicional galardón al Sanjuanero del año. En esta edición, en la que no hubo festejos, ni actos culturales ni actuaciones debido al Covid-19, el Consistorio quiso homenajear a todos aquellos colectivos, entidades y organizaciones que han estado en primera línea durante la pandemia del coronavirus y han luchado para frenar su expansión, entre ellas SAMU.

El galardón de Sanjuanero 2020 ha sido para Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil y Centro de Salud, con una mención especial para el equipo de desinfección del Ayuntamiento coordinado por Miguel Ángel Loma y un reconocimiento para numerosos colectivos ciudadanos, todos ellos implicados en la lucha contra la pandemia, entre los que se encuentra SAMU.

“Este año hemos querido homenajear a colectivos ciudadanos que sumaron sus esfuerzos, de manera altruista y anónima para ayudar al pueblo a salir adelante durante los peores momentos de la pandemia. Esta crisis sanitaria ha demostrado una vez más el lado más humano y solidario de los sanjuaneros. Han sido muchos colectivos y ciudadanos los que se han volcado en ayudar a los demás, a los más vulnerables, a los que necesitaban de nuestra ayuda”, manifestó la secretaria del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache durante el acto, celebrado al aire libre, a las puertas del Consistorio.

Entre los cerca de 40 colectivos homenajeados se encontraba SAMU, que durante la primera ola logró levantar en un tiempo récord, por encargo de la Junta de Andalucía, un centro asistencial en el Hotel Ilunion Alcora Sevilla, en San Juan de Aznalfarache, con cinco salas medicalizadas, boxes de cuidados intensivos y habitaciones preparadas para el descanso del propio personal sanitario.

Este dispositivo dirigido a ancianos afectados por coronavirus y procedentes de diferentes residencias de mayores de la provincia de Sevilla estuvo activo durante más de un mes. SAMU se volcó en una de sus misiones más complejas y emotivas, en la que participaron 109 profesionales y se registraron 64 altas.

Valme López, adjunta a dirección general de SAMU, fue la encargada de recoger el diploma honorífico concedido por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache en nombre de la organización.

Entre el resto de colectivos reconocidos destacan asociaciones locales y entidades sociales, comunidades educativas, hermandades, militares, bomberos del Aljarafe, el Hotel Ilunion Alcora, voluntarios de San Juan de Aznalfarache, taxistas y trabajadores de comercios esenciales, entre otros.

Gelves entrega a SAMU la Medalla de Andalucía por su labor en la pandemia

El Ayuntamiento de Gelves (Sevilla) ha reconocido públicamente la labor de SAMU durante la pandemia de Covid-19 y ha otorgado a la entidad una de las 14 Medallas de Andalucía que este año ha entregado con motivo del 28-F a personas o entidades que colaboraron desinteresadamente con el Consistorio gelveño durante los meses más críticos de 2020.

Este año, el Ayuntamiento de Gelves ha conmemorado el Día de Andalucía rindiendo un homenaje a sectores de la localidad que han mostrado su entrega y solidaridad durante la actual pandemia. Por este motivo, el domingo 28 de febrero, el Consistorio gelveño presentó durante un acto institucional, que se celebró en el Teatro Municipal María José Jaramillo Ramírez, una mención especial a todas estas entidades en forma de un pergamino en el que se enumeran todos los sectores homenajeados y que se colocará los próximos días en la Casa Consistorial con el objetivo de que su labor se recuerde en el tiempo.

Estos colectivos son servicios de dependencia; personal sanitario; comercio local; servicio de limpieza y desinfección; servicio de ayuda a domicilio; atención y comunicación a la ciudadanía; hostelería; trabajadores autónomos; empresas y profesionales; policía local y cuerpos de seguridad; sector educativo; servicios sociales; ONGs; movimientos solidarios y de colaboración altruista; ejemplo individual y sectores poblacionales como la infancia y la tercera edad. “En definitiva, a todas las personas y sectores que han aportado y sumado para mejorar la situación en nuestro entorno”, señalaron desde el Ayuntamiento.

Además, en este tradicional acto institucional por el Día de Andalucía, el Ayuntamiento quiso dedicar los homenajes de esta edición a la conciencia social, entrega y solidaridad. Para ello, otorgó 14 Medallas de Andalucía y una Bandera de Andalucía. Las medallas se entregaron a 14 personas o entidades que colaboraron con el Consistorio durante los primeros meses de la pandemia, aportando todo tipo de productos y servicios que ayudaron a sobrellevar la situación.

Estas entidades son SAMU; Corazones Solidarios; OrtoAljarafe; RPG Net; Cáritas Parroquial de Gelves; Antonio Jiménez Velázquez; El Garaje de Gelves; Gelves Teje; Consejo Infantil Municipal; Tono Hípica; Manuel Jiménez Gómez (Chiqui); Ciro Melguizo; Danigraf y Gelves se mueve en Casa.

Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU y de Escuela SAMU, cuyas instalaciones se encuentran en Gelves, fue el encargado de recibir la medalla en nombre de SAMU en el acto institucional celebrado en el Consistorio.
La Bandera de Andalucía que otorgó este año el Ayuntamiento de Gelves recayó en Juan de Dios Corrales Gálvez, quien fuera párroco de la localidad durante más de 50 años, por su perfil solidario y una trayectoria vital dedicada a los vecinos del municipio de Gelves.