Los chicos de El Castillo de las Guardas superan los primeros retos del curso

Después de un verano de piscina, de disfrute de las largas noches charlando entre compañeros de habitación sobre sus inquietudes y de tardes paseando por cada rincón del pueblo hasta la puesta del sol, los chicos del centro de menores de El Castillo de las Guardas (Sevilla) se han enfrentado a su incorporación al instituto con una ilusión desmedida.

La nueva etapa que arrancó en septiembre y ha terminado en diciembre ha supuesto un paso esencial más para su proceso de completa integración.

La casa se llenó de un sinfín de emociones (ilusión, alegría, miedo, curiosidad…) de cada uno de estos jóvenes al saber que, tras cuatro meses viviendo en este pueblo de la serranía sevillana, iban a comenzar a estudiar como el resto de menores de El Castillo de las Guardas.

Comenzaron los cambios en sus rutinas, con el instituto y sus clases convertidos en el eje central de sus días. Ha tocado adaptarse a los nuevos cambios y horarios. Y todos ellos, junto al equipo educativo que los acompaña en este nuevo camino, han conseguido planificar sus horarios de estudio, de ocio y tiempo libre con éxito.

Los chicos se sienten privilegiados y afortunados por tener la oportunidad de estudiar para obtener un título que les permita alcanzar un futuro digno, como cualquiera de nosotros. Nuestros menores, además de aprender español, necesitan también sentirse integrados y queridos como el resto de jóvenes de la sociedad.

Para ellos supone un gran esfuerzo cursar cada una de las materias que les imparten debido a la barrera lingüística y al contenido de cada una de ellas, puesto que éstas son completamente distintas a las que han podido estudiar en su país de origen. Este proceso de aprendizaje es todo un reto que ellos afrontan con muchas ganas y ante el cual están completamente implicados y plenos de motivación.

En los centros educativos, los chicos han sido recibidos con entusiasmo por parte de maestros y compañeros. Todos ellos se han mostrado muy ilusionados por la llegada de estos nuevos alumnos, a quienes recibieron con los brazos abiertos, y les han ofrecido todo su apoyo y ayuda estos meses.

Nuestros chicos se sienten agradecidos por la acogida recibida en este primer trimestre y por sentirse acompañados en esta nueva etapa, en la que el mayor reto es su completa integración para alcanzar sus proyectos de futuro.

La integración a través de la escuela es un camino necesario para estos menores que apenas hemos empezado a recorrer, juntos, no sin incertidumbre, pero con la certeza de que nos lleva hacia un destino ilusionante.