Nuestros campeones: así fue el partido por la integración de Fundación SAMU

En una escena de la película Campeones, de Javier Fesser, minutos antes de disputarse un partido de baloncesto, el entrenador Marcos Montes, papel interpretado por Javier Gutiérrez, le dice a sus jugadores, todos ellos con discapacidad intelectual: “No preocuparos. Los jugadores del otro equipo son muy malos. Vamos a machacarlos”. A lo que Collantes (Gloria Ramos), la líder del equipo, contesta: “Vamos a salir a ganar, no a humillarlos”. Con ese espíritu salieron al campo de fútbol del Pabellón Municipal de Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla) los jugadores de los equipos de la Residencia San Sebastián, la UED San Lucas y sus monitores en el partido de fútbol inclusivo que la Fundación SAMU organizó el 7 de marzo con la colaboración del Ayuntamiento de Dos Hermanas.

Al igual que Collantes en Campeones, Celia, usuaria de la UED San Lucas, era la única mujer que había en el campo de juego, pero su integración en el equipo era total y su papel fue clave para sus compañeros.

“Este tipo de actividades beneficia mucho a nuestros chicos, que juegan en la Liga Aprose, en la que participan diferentes entidades y asociaciones especializadas en la atención a personas con discapacidad intelectual”, explicaba minutos antes del comienzo del partido Sergio Carayol, educador en la UED San Lucas, cuyo equipo de fútbol va segundo en la liga Aprose en su categoría. “A través de esta actividad, los chicos se relacionan entre ellos, forman equipo, salen de la rutina, se olvidan de sus problemas y dificultades y aprenden a ganar y, sobre todo, a perder”, continuaba su compañero Alejandro Sánchez-Quiñones. “Ellos se frustran mucho y se vienen abajo emocionalmente con facilidad. El deporte les ayuda a canalizar estos sentimientos”.

“Vamos a hacer todo lo posible para que este partido amistoso acabe en empate”, comentaba durante el descanso Francis Ruiz, trabajador de la Residencia San Sebastián, cuando el encuentro iba 2-2. “Este tipo de actividad les beneficia en todos los sentidos, y si es inclusiva, si participan personas con y sin discapacidad, más aún”.

Fuera del campo, varios usuarios de la Residencia Santa Ana animaban a los jugadores, entre ellos, Kone Yossodjo, joven promesa del atletismo y monitor de este centro que no dudó en colocarse un chaleco amarillo y saltar al campo de juego para igualar el número de participantes de ambos equipos.

“Chiquito, pasamos la pelota, siempre la pasamos”, le indicaba uno de los trabajadores de la Fundación SAMU a uno de los usuarios de la Residencia San Sebastián que antes, en una pequeña confusión, le había quitado la pelota a un miembro de su propio equipo. “Lo importante aquí es compartir, el trabajo y el juego en equipo y la generosidad”, señalaba Francis Ruiz.

Iban cuatro iguales cuando Chiquito le hizo falta a Kone. “Penalti”, gritaban algunos. Kone, del equipo de la UED San Lucas, se dispuso a tirar el penalti. Lanzó el balón y el portero, Paniagua, se tiró al suelo pero no consiguió evitar el gol que puso por delante a la UED San Lucas. El partido llegó a su fin con el resultado 5-4, aunque eso fue lo de menos cuando todos emprendieron el camino hacia el Parque de los Pinos para almorzar juntos.