Borrasca Filomena: Arrimando el hombro

El 31 de diciembre, la sociedad española despedía el fatídico 2020 con una fuerte patada y con la esperanza de comenzar un nuevo año sin grandes sobresaltos. Pero, apenas unos días después de la entrada del 2021, el temporal Filomena irrumpió en el país, dejando nevadas históricas en buena parte de la Península y provocando la primera crisis del nuevo año: centenares de carreteras cortadas, incluidas la M-40 y la M-30, personas atrapadas en sus coches, el aeropuerto internacional de Barajas cerrado, fuertes lluvias en la Costa del Sol, comunicaciones ferroviarias cortadas, problemas de acceso a los hospitales, poblaciones aisladas….

Ante este panorama, un equipo de profesionales de SAMU liderado por Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, se desplazó hasta la Comunidad de Madrid para atender las necesidades de la población afectada por el temporal Filomena. Concretamente, la expedición se centró en primer término en labores de accesibilidad y restablecimiento de la normalidad en el municipio de Boadilla del Monte, uno de los más afectados por el temporal Filomena.

El contingente, de carácter voluntario, estaba formado por ocho Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES) y expertos en Protección Civil, así como tres vehículos 4×4, dotados con diverso material de obras y desbroce, y de visibilidad y rescate. La tracción de estos vehículos 4×4 los ha convertido en decisivos durante el temporal, cuando era imposible circular por las carreteras nevadas sin patinar y poner en riesgo la seguridad propia y la de otros vehículos.

El objetivo del dispositivo de voluntarios de SAMU fue el de desbrozar árboles desplomados sobre las carreteras, despejar calles y caminos de acceso al centro urbano y urbanizaciones de la localidad mediante elementos de corte, tala y desforestación, así como el transporte de paciente a centros sanitarios en unas condiciones extremas.

Con un espesor de nieve de más de 50 centímetros, turnos de 12 horas de trabajo y con temperaturas de 14 grados centígrados bajo cero, estos voluntarios hicieron frentes a las adversidades de esta borrasca en uno de los centros urbanos más afectados de la Comunidad de Madrid.

Inma Bohórquez, natural de Arahal (Sevilla), fue una de las voluntarias que formó parte de este contingente. La joven reconoce en una entrevista publicada por Medial TV que, a pesar de las adversidades, ha resultado ser una experiencia muy enriquecedora. “Esto es una parte más del trabajo de los técnicos en emergencias sanitarias, pero hay mucho más allá y pocos lo saben”.

La joven recuerda que, cuando la expedición llegó a Boadilla del Monte, se encontró con vecinos que llevaban entre cuatro y cinco días aislados en sus casas a causa de la acumulación de nieve e hielo. Tras conocer la ayuda de los voluntarios de SAMU y poder salir de sus casas, los vecinos se mostraban enormemente agradecidos. “Nos ofrecían de todo, jamón, vinos, dulce…”, recuerda Bohórquez.

Con este dispositivo, SAMU ha querido atender las necesidades de la población de Boadilla del Monte, municipio especialmente castigado por las nevadas de los primeros días de enero, y donde también estuvieron alojados los efectivos de la entidad que participaron en los dispositivos de atención al Covid-19 desplegados por la Comunidad de Madrid durante el peor momento de la pandemia, a mediados del año pasado.