Misión Dominica: exportar lo aprendido contra el Covid-19
Un contingente de voluntarios de SAMU con amplia experiencia en asistencia y gestión sanitaria en Covid-19 ha participado durante 15 días en una misión de cooperación en la isla de Dominica, en el Mar Caribe, para reforzar la red de servicios de salud local y la capacidad de hospitalización a la población afectada por el Covid-19. Esta misión de SAMU responde a una petición de colaboración por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la crítica situación por la que están atravesando en estos momentos numerosos países caribeños.
Dominica, con una población de 70.000 habitantes, tiene una incidencia acumulada de 3.134 casos de Covid-19, por cada 100.000 habitantes, y, al igual que otros países del Caribe, está reforzando sus capacidades ante el incremento de casos.
“Las islas del Caribe están atravesando por una situación muy complicada actualmente. Hasta ahora, habían visto pasar ante sus ojos cómo el mundo sufría y hacía frente al Covid-19 sin ellos padecer demasiados contratiempos y ahora están sufriendo un brote muy notable que supera sus capacidades médicas”, explica el médico intensivista Alejandro Álvarez Macías, mando de esta misión de SAMU y que viajó de manera voluntaria junto a tres enfermeros más: Andrés Brigola, Ignacio Guerrero y Carlos García, todos ellos con una amplia experiencia en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de diferentes hospitales europeos y en dispositivos de Covid-19 desplegados por SAMU.
El equipo de SAMU partió de Sevilla el 23 de septiembre y permaneció en la isla hasta el 6 de octubre. Entre sus objetivos principales destacaban dar respuesta a las necesidades sanitarias generadas por la pandemia de Covid-19 y otras situaciones derivadas de la misma. Proporcionar atención sanitaria y apoyo al personal local, ofrecer formación a los profesionales locales sobre la atención de pacientes con coronavirus y reforzar o aumentar la capacidad de los centros sanitarios como equipo de atención especializada.
El ámbito de actuación del equipo de SAMU fue un recurso habilitado por el Gobierno local ante el aumento de casos llamado Saint James, una residencia de estudiantes medicalizada donde trasladaban a los pacientes de Covid-19 en estado moderado y severo, según explica Álvarez Macías.
“Durante nuestra estancia en Dominica hemos estado realizando labores de asistencia y docencia, así como reportar a la OMS las necesidades y carencias de recursos que veíamos”, destaca el mando de la misión. “A nuestra llegada pudimos observar que la formación que tenían los profesionales locales en el manejo del paciente con Covid-19 era escasa, dado que nunca hasta ahora se habían enfrentado a esta pandemia. Nosotros pudimos ofrecerles toda la experiencia que te da haber hecho frente a varias oleadas con pacientes de estas características, cómo hay que proceder o en qué momento sería más conveniente recurrir a una intubación y conectarlo a un ventilador”.
Alejandro Álvarez reconoce que, al principio, hubo, como suele ocurrir, cierta reticencia por parte de los profesionales de Dominica a aceptar los cambios iniciales que proponía SAMU en el manejo y atención de los pacientes, pero, tras una primera jornada “muy dura y crítica”, los sanitarios locales pudieron comprobar la efectividad de las técnicas de trabajo que proponía el equipo de SAMU. “Tras ese primer día, el personal local se fue involucrando cada vez más y, cuando empezamos con los talleres formativos, hubo muy buena actitud por su parte. Su acogida y disposición fue máxima”, apunta el médico.
Para Álvarez Macías, que ya participó en 2013 en otra misión humanitaria internacional de SAMU en Filipinas, uno de los principales problemas que tiene Dominica ante esta pandemia es que al ser un país pequeño que no tiene las capacidades económicas de otras islas del Caribe, la mayoría de los profesionales de la salud que se forman aquí y destacan suelen abandonar el país en busca de un futuro mejor, lo que deja a Dominica en una situación un poco comprometida a nivel de asistencia sanitaria.
El mando de la misión destaca también el buen trabajo en equipo llevado a cabo por los miembros de este contingente. “Trabajar con gente que se ha formado en SAMU es muy fácil porque estamos todos cortados por el mismo patrón de rigurosidad, disciplina, trabajo, coordinación y manera de pensar. Es muy fácil trabajar así, especialmente si se trata de personas veteranas y bien curtida en SAMU, aunque no hayas trabajado con ellos antes.
Hay que recordar que, en los últimos meses, SAMU ha coordinado dos misiones humanitarias internacionales contra el Covid-19, en El Salvador y Costa Rica. Asimismo, ha dirigido diversos dispositivos contra el coronavirus en España, entre las regiones de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha. En total, cinco dispositivos, entre los que destacan los del centro medicalizado del Hotel Ilunion Alcora, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), y el de la residencia de tiempo libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), en ambos casos fruto de un modelo de colaboración público-privada insólito en el sector sanitario en Andalucía.
Por otro lado, la entidad viene impartiendo cursos básicos en bioseguridad en centros para mayores de toda la geografía española, habiendo formado a más de 500 personas desde que se declaró el Estado de Alarma en España.