Laura G. Rebolo: “La protección a la infancia es mi estilo de vida”

Laura García Rebolo (Minas de Riotinto, Huelva, 1974) comenzó a trabajar en Fundación SAMU hace tres años. Hoy es directora del CPM Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, tiene funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de SAMU y coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en Fundación SAMU?
—Fui subrogada hace tres años. Provenía de una entidad que yo misma había fundado junto con unos compañeros cuando estaba en la facultad. En ella comencé mi trayectoria profesional en el año 1995 como educadora y terminé siendo vicepresidenta y coordinadora general de todos los proyectos de la entidad.

—¿Cómo ha sido su evolución dentro de la organización?
—Yo la definiría como serpenteante. Cuando llegué a SAMU perdí toda mi categoría profesional y tuve que comenzar desde cero con 47 años como educadora en el turno de noche. Me he tenido que esforzar mucho para demostrar mi experiencia y valía en una macro organización donde no me conocía nadie. Todavía lo hago a día de hoy.

—¿Cuáles son sus funciones actuales dentro de SAMU?
—Actualmente soy la directora del Centro para Menores en Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla, pero también tengo funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, coordiné el proyecto de educación para el desarrollo El Cerezo y ahora coordino el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome. Eventualmente, cocino y pinto habitaciones. Pero lo que más me gusta es poner a gente en contacto, establecer vínculos y colaboraciones, como por ejemplo con Red Pencil Internacional en Bruselas o con la Fundación Enmmanuelle en Italia.

—¿Cómo se organiza para poder estar al frente de tantos proyectos?
—No sabría contestar bien a esta pregunta. Digamos que mi cerebro es lo suficientemente neurodivergente como para concentrarme aunque caigan morteros sobre el cabecero de mi cama al mismo tiempo que me intereso por las 95 lunas de Júpiter.

—¿Cómo es su día a día con los chicos del centro de menores que dirige?
—Soy pedagoga de vocación y de formación y siempre he sostenido que con la represión se consiguen muchas cosas, pero con el afecto se consiguen muchas más. Firmeza y amor, ese ha sido siempre mi lema y con él moriré en las trincheras. Desde muy pequeña, en mi comunidad religiosa, aprendí que la entrega al prójimo es la base de la transformación. No soy amiga de la caridad, prefiero la justicia y la solidaridad. La protección a la infancia es mi estilo de vida. Los que están cerca de mí lo saben. Y esto solo se consigue estando cerca y disponible. Algunos me regañan porque soy un sí a todo, pero lo cierto es que, cuando esté muerta, ya nada podré hacer. Hacer es mi palabra favorita. Hagámoslo posible, una construcción gramatical perfecta.

—¿Qué es lo que más le gusta del contacto directo con estos chicos?
—Este trabajo es bidireccional. Te enseña, se aprende cada día de ellos. Se aprende mucho de este mundo hostil y bello al mismo tiempo. Creo que lo que más me gusta del trabajo con los niños y niñas que están en situación de desprotección es haberme convertido en una persona con conciencia, no solo con conciencia social, sino también con conciencia de mí misma, de lo afortunada que soy de ser una mujer blanca en Occidente que genera plusvalía y que jamás ha hipotecado su emancipación. Soy una privilegiada y me debo a mi profesión de fe.

—¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta en el centro para menores en conflicto social?
—El dolor ajeno, en primer lugar. Las personas que estamos muy cerca de niños y niñas altamente traumatizados, con historias de vida que ni los libros son capaces de contar, estamos expuestos a unas dosis altísimas de dolor por ósmosis y, ante eso, tienes dos opciones, o sucumbes o te haces fuerte. Fuerte por ellos. A mí, incluso, me ha enseñado a ser mejor madre, mejor compañera. Luego aparecen las dificultades estructurales, la administración y su burocracia, los recursos materiales y humanos. No hay que restarle importancia a lo complicado que es eso de gestionar también.

—Además de directora de un centro de menores, también coordina el proyecto europeo K2 Languages of Welcome. ¿Cómo se embarcó en este proyecto y por qué?
—Primero le contestaré al por qué: porque si yo me quedo quietecita reviento por un ojo. Es así desde que soy pequeñita. Luego le diré que soy amante de los pequeños proyectos, los que dan vida, los que te hacen estar muy cerca de un grupo pequeño de personas y te sientes útil y al mismo tiempo feliz. Esos proyectos te vinculan con personas de diferentes condiciones, religiones, ideologías. Y eso es bien. El proyecto Languages of Welcome se me ocurrió cuando coordinaba el recurso de inserción sociolaboral para jóvenes de SAMU DISL Alcalá. Allí todos son muy jóvenes y entusiastas, unos compañeros maravillosos. Yo tengo muchos contactos. Después de tantos años en la intervención social, siempre he dicho que mis ejércitos son enormes. Solo tuve que escribir un par de emails, conseguir la aprobación de la dirección del área de Infancia y Familia de SAMU y voilá… nos vimos en Italia con personas de Grecia, Portugal, Irán, Colombia, Argentina, México. Y nos trajimos muchos contactos para Fundación SAMU.

—¿Cuál es el objetivo principal de este proyecto?
—Hace años que la Comisión Europea tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migrantes desde un enfoque innovador que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito.

—¿Por qué Fundación SAMU decidió participar en este proyecto junto a socios de otros países?
—Las iniciativas K2 están relacionadas con el intercambio de buenas prácticas. Mediterráneo norte y frontera sur tienen muchas cosas en común y distintos lenguajes que se deben interconectar para construir un corpus integrado de intervención. No hay mucha diferencia entre Lampedusa y Algeciras cuando se trata de abordar a la persona que migra, pero si no compartimos esos saberes, seguiremos siendo francotiradores. A mí esto último se me da bien, puedo ser certera, pero en equipo se consigue mucho más. Languages of Welcome culminará con un Manual de Buenas Prácticas Internacional. Esto es todo un reto y un gran éxito que genera corpus de conocimiento colectivo.

—¿Por qué es importante un intercambio de buenas prácticas a gran escala?
—Porque la colaboración es la única esperanza que nos queda. A nuestros hijos pequeños solemos decirles: si solo no puedes, con amigos, sí. Todos conocemos la teoría darwiniana de la selección natural, pero muchos desconocen los estudios de Peter Kropotkin sobre el apoyo mutuo. Realmente, las especies que sobreviven son aquellas que colaboran entre ellas. La colaboración es la base de mi enfoque en la intervención social, y con mucho amor, aunque algunos se rían de esto último.

—¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado dentro de este proyecto internacional?
—Es un proyecto pequeño, tiene poco presupuesto, requiere que todos los agentes de Fundación SAMU le pongan mucho cariño e intención porque no es precisamente la gallina de los huevos de oro. Pero, visto a largo plazo, esta iniciativa engloba un montón de proyectos futuros mucho más rentables y relevantes. Me siento afortunada en ese sentido. Los compañeros de Fundación SAMU de otras áreas me abren los brazos. Somos un equipo pequeño constituido por cinco personas, y entre los cinco tenemos que hacer magia. Pues la hacemos, y nos reímos. La risa que no se pierda nunca, por favor.

El proyecto internacional ‘Languages of Welcome’ llega a Sevilla para humanizar la migración

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

El objetivo principal de este tipo de iniciativas es el de establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.

Italia es el socio principal del programa (Fundación Enmmanuel) y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades procedentes de Portugal, Grecia, Albania y Túnez.

Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025. La primera de ellas consistió en un entrenamiento para profesionales que tuvo lugar en la ciudad italiana de Lecce. El equipo español enviado por Fundación SAMU estuvo constituido por tres personas: Laura García Rebolo como líder de grupo, Sofía Álvarez y María Arcas. Todas ellas profesionales especializadas en atención y protección a la infancia, sobre todo en intervención con jóvenes extranjeros.

En la segunda fase parte del proyecto, cada uno de los países participantes llevará a cabo una actividad local centrada en el desarrollo de buenas prácticas y metodologías de innovación en intervención educativa y social con población joven migrante.

En el caso de Fundación SAMU, su actividad se celebró el 6 de junio en las instalaciones del DISL Alcalá, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). En el evento participaron más de cincuenta personas entre jóvenes de diferentes centros de menores de Fundación SAMU y profesionales. Además, se puso en práctica una de las técnicas que el equipo de SAMU aprendió en el curso de Lecce, en concreto el collage con perspectiva social. “Nos divertimos mucho. Los chicos hicieron unos collages preciosos”, señala Laura García Rebolo, directora técnica de calidad del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU y coordinadora del proyecto Erasmus + K2 Languages of Welcome en España.

“Para esta actividad, hicimos uso de la técnica de collage que aprendimos de las compañeras de la entidad Fractals cuando estuvimos en el training course en Lecce. A través de esta técnica trabajamos con nuestros chicos migrantes el significado de la acogida, de la inmersión en otra cultura, del reto que supone migrar y forjarse una nueva vida, de los miedos que eso conlleva. Porque la barrera idiomática es uno de nuestros grandes talones de Aquiles, y el arte nos facilita esa inmersión en el otro. Fue un día de muchísimo calor, por cierto, donde la logística se hacía complicada”, continúa Laura García Rebolo.

Los principales objetivos que se perseguían con este evento fueron concienciar socialmente de las características que presentan los jóvenes migrantes no acompañados y sus necesidades en los países de la UE, además de sus condiciones como protegidos bajo la legislación internacional; generar foros de debate sobre estrategias y recursos para la adecuada acogida e intervención con estos menores; y crear estrategias sinérgicas con otros profesionales que permitan mejorar la intervención y la atención en materia de protección de menores extranjeros no acompañados.

Los contenidos y metodologías de innovación que aporta Fundación SAMU desde una posición de trayectoria y también de innovación en la intervención social se articulan en torno a las siguientes áreas: guías y proyectos educativos de gestión e intervención en centros de protección de menores y, en particular, dispositivos de inserción sociolaboral para jóvenes migrantes no acompañados; estilos de liderazgo y dirección de áreas y centros de protección para jóvenes migrantes no acompañados; parámetros de calidad técnica y efectiva en la actuación, recepción, intervención y protección de menores; actuaciones en emergencia social; y procesos de formación interna y capacitación profesional.

“La Comisión Europea hace años que tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migradas desde un enfoque innovador, que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito”.

K2 es un evento que persigue el intercambio de buenas prácticas y ampliar la red de contacto con otras entidades no gubernamentales en el ámbito europeo y de países fronterizos. Es un paso importante para ir afianzando relaciones con posibles activos que permitan a SAMU crecer en red. Además, Languages of Welcome culminará con la publicación de un Manual de Buenas Prácticas Internacional.

“Buenas prácticas hay de muchos tipos, desde las más institucionalizadas y difundidas hasta las más periféricas. En este proyecto apostamos por las buenas prácticas innovadoras centradas en la creatividad y el arte como metodología de expresión del dolor, de la construcción de una nueva identidad colectiva. Por ejemplo, la arteterapia nos permite expresar con las manos, el cuerpo o el arte, en general, aquello para lo que no tenemos palabras. El cuerpo, la danza, nos permite acercarnos a culturas que desconocemos o sobre las que tenemos prejuicios. Cuando ponemos en práctica Human Library, por ejemplo, que es una de nuestras técnicas, rompemos con nuestras ideas previas y nos acercamos al otro a pecho descubierto. ¿Qué eres? ¿Qué soy yo? ¿Qué somos juntos? Así podemos iniciar un espacio de convivencia desde el uno contra uno”, explica Laura G. Rebolo.

La tercera parte del proyecto K2 es un evento multiplicador que se celebrará en Sevilla en 2025 y en el que SAMU será el anfitrión y se pondrá en común todo lo aprendido durante los dos últimos años.

Una mañana mágica de teatro e inclusión

El I Festival de Arte Inclusivo Aplaudiendo la diversidad, organizado por Fundación SAMU y cofinanciado por la Junta de Andalucía, reunió el 16 de mayo a más de 400 personas en La Rinconada (Sevilla), además de numerosos artistas y asociaciones, en un esfuerzo común por utilizar el arte como herramienta de inclusión y cohesión social.

El festival contó con la participación del director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía, Pedro Calbó, y con la delegada de Igualdad, Diversidad y Mayores del Ayuntamiento de La Rinconada, Noelia Ramírez. En el transcurso del mismo, se brindó un homenaje a Danza Mobile por su trayectoria en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad.

La presentación del festival estuvo a cargo de Blanca Cárabe, educadora social de Fundación SAMU, que subrayó que “el arte inclusivo garantiza que todas las voces sean escuchadas y todas las formas de expresión sean valoradas, promoviendo la equidad y la diversidad en nuestra sociedad”. El director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía destacó la importancia de “aprovechar todas las herramientas a nuestro alcance para promover la vida autónoma de las personas con discapacidad”.

La jornada comenzó con la actuación del grupo de Bachillerato de Artes Escénicas del Instituto Carmen Laffón de San José de La Rinonada (Sevilla), que presentó una interpretación de El Garrotín. Esta pieza, rica en tradición y alegría, fue un ejemplo de cómo la educación artística puede ser un vehículo para la inclusión y el desarrollo personal y profesional.

Uno de los momentos más conmovedores fue la presentación del Grupo de Teatro Comunitario Castillo de Alcalá. Surgido de la colaboración entre la Asociación Entretierras y Dos Lunas Teatro, este grupo ha trabajado para recuperar y dignificar la memoria del barrio San Miguel-El Castillo de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Su obra De San Miguel al mundo reflejó el poder del teatro comunitario para transformar barrios y rescatar historias.
Fran Contreras, director de teatro social, presentó el cortometraje Soy barrio de mano de la Asociación Liman, conocida por su trabajo con personas en riesgo de exclusión social y la lucha contra las drogodependencias y otras problemáticas sociales. La obra abordó cómo el arte puede ser una vía de resistencia y superación.

El festival también otorgó un reconocimiento a Danza Mobile por su trayectoria desde 1995 en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad. Rafael Rueda, director del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU, y Carlos Álvarez Leiva, presidente-fundador de la entidad, destacaron la labor fundamental de Danza Mobile en la promoción de la inclusión artística de personas con discapacidad. Su esfuerzo ha sido reconocido con numerosos premios, entre ellos el Premio MAX Social y el Dionisios de la Unesco. Sara Barker, bailarina y docente de la compañía, recibió el galardón en representación de Danza Mobile.

El broche de oro lo puso la compañía de artes escénicas de Fundación SAMU Idilio Escénico, que cerró el festival con la pieza Estoy aquí, ¿me ves?. Es una obra que explora las emociones e identidades a cargo de las personas con discapacidad usuarias de las residencias sevillanas San Sebastián y Santa Ana, y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, de la mano de la docente y coreógrafa Rosa Gata. Su actuación no solo mostró el talento de sus integrantes, sino también el impacto positivo del arte en la promoción del bienestar y la inclusión.

Blanca Carabé destacó que el I Festival de Arte Inclusivo no solo fue una celebración del arte y la diversidad, sino también “una poderosa declaración de compromiso con la inclusión y el reconocimiento de todas las voces”.

El I Festival de Arte Inclusivo ha sido el culmen a un curso en el que, tras varios años en pausa, Fundación SAMU ha logrado recuperar el proyecto de Idilio Escénico.

Este proyecto nació hace casi ocho años en el seno de la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), entre los propios residentes del centro bajo la dirección de Alba Garrido, por aquel entonces educadora del centro.

A finales de 2017, tras un año de duro trabajo, montaje, muchas repeticiones para que los actores memorizaran sus movimientos y posiciones en el escenario, de nuevas incorporaciones y bajas inesperadas, de tardes buenas pero también de otras malas, Idilio Escénico debutó con la obra Sinergia en la Casa de la Cultura de Cantillana con motivo del Día de la Discapacidad. El debut fue un gran éxito. A partir de entonces no cesaron de representar la obra por diferentes puntos de la provincia de Sevilla.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus paró en seco el proyecto. La alerta sanitaria por el Covid-19 y otras circunstancias impidieron que la compañía continuara creciendo.

En febrero de este año, Idilio Escénico logró renacer con fuerza y se ha convertido en una iniciativa que va más allá de la mera expresión artística para erigirse como un faro de inclusión social para las personas usuarias de los centros de atención a personas con discapacidad de Fundación SAMU de la provincia de Sevilla. De hecho, en esta segunda etapa del proyecto, ya no sólo participan usuarios de la Residencia San Sebastián sino que también se han unido los de la Residencia Santa Ana y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, ambos centros situados en Sevilla capital. Además, las nuevas sesiones cuentan con la participación de personas voluntarias sin discapacidad.

 

 

Despertarse en pleno Crisis Task Force

Con todos los elementos en contra, el equipo de instructores de Escuela SAMU ha vuelto a dar todo de sí mismo para poder ofrecer a sus alumnos la mejor formación posible en una nueva edición de Crisis Task Force (CTF). Este ejercicio de gestión de crisis de grandes contingencias estaba previsto que se celebrara a principios de abril, pero las intensas lluvias caídas durante la Semana Santa en Sevilla anegaron los terrenos en los que se iba a celebrar esta acampada logística de cuatro días de duración en los que el trabajo duro y la convivencia son los principales protagonistas.

La lluvia provocó que estos terrenos estuvieran intransitables, y obligó al equipo de dirección de Escuela SAMU a cambiar de planes y posponer la actividad que se enmarca dentro del Máster de Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Fundación CEU San Pablo.

Finalmente, la acampada se celebró del 21 al 24 de mayo. A diferencia de años anteriores, los alumnos no sabían cuándo se iba a celebrar ni dónde. “Las circunstancias hicieron que tuviéramos que adaptar el calendario del máster y que algunos de los participantes externos a SAMU no pudieran acudir tras el cambio de fecha porque habían asumido otros compromisos. Un contratiempo del que hicimos una oportunidad, pues los alumnos fueron activados sólo doce horas antes y eso nos permitió que vivieran el ejercicio de manera más realista”, explica Andrés Rodríguez Holst, instructor y coordinador del Máster de Enfermería.

En condiciones normales, el gabinete de crisis que planifica esta acampada se activa con dos meses de antelación y los alumnos tienen todo este tiempo para organizarse. En esta ocasión, sólo se les informó de que debían estar disponibles la semana del 20 al 26 de mayo, pero no se les comunicó por qué. Así, los alumnos fueron activados el lunes 20 de mayo, por lo que el gabinete de crisis sólo se constituyó 12 horas antes de que comenzara la acampada. “Esto es lo real. Cuando te activan porque ha sucedido una catástrofe, sólo tienes 12 horas para salir con el petate, no dos meses, por lo que los alumnos vivieron la activación más intensamente y de manera más realista”, continúa el docente.

“Esta acampada logística representa una oportunidad clave para aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en un entorno controlado y seguro. Esta actividad está diseñada para simular escenarios de emergencia y catástrofe, proporcionando a los participantes una experiencia práctica y realista que fomente el desarrollo de habilidades esenciales en gestión de crisis, intervención en emergencias y coordinación de equipos multidisciplinarios”, destacan desde Escuela SAMU. “El objetivo principal de esta acampada es preparar a los estudiantes para enfrentar situaciones de alta presión y complejidad, donde la toma de decisiones rápida y eficaz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Durante esta actividad, los participantes se enfrentan a diversos desafíos que abarcan desde la atención médica de emergencia hasta la logística y la gestión de recursos en situaciones de catástrofe”.

La acampada se desarrolló en los terrenos de la antigua base militar americana de Sevilla, situada en el barrio de Sevilla Este, bajo el nombre de Operación Venecia. Este espacio cuenta con un conjunto de instalaciones abandonadas y derruidas donde los alumnos pueden poner en práctica todo lo aprendido a lo largo del año a través de diversos ejercicios y simulacros de la más alta exigencia.

En las jornadas de esta edición participaron los alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y los alumnos de segundo año de los ciclos de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico Superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil, además de un nutrido equipo de docentes con una amplia experiencia en este tipo de ejercicios entre los que se encontraban Thomas Couyotopoulo (director de Escuela SAMU), Andrés Rodríguez, Manuel Ángel Andrade, María Soto y Lidu Díaz, entre otros. También participaron otros profesionales del sector de las emergencias como bomberos y militares.

Las condiciones de austeridad y hostilidad se muestran impensables y lejanas a la realidad de nuestro entorno, sin embargo, no pasan desapercibidas en lugares donde sucesos como conflictos bélicos, terremotos, inundaciones o distintas enfermedades provocan desastres naturales que suponen pérdidas materiales y humanas. El trabajo del personal sanitario en estas situaciones se ve sometido a la falta de recursos, la gran cantidad de víctimas y la presión psicológica que envuelve el suceso.

Situaciones límite

“Escuela SAMU, bajo su lema Aprende haciéndolo, consigue cada año llevar a la práctica mediante simulaciones escenarios de catástrofe. Esto nos ayuda a comprender y conocer nuestras posibilidades y limitaciones que encontraríamos en la asistencia real. Durante esta actividad, el alumnado experimentó situaciones límites, adquiriendo de esta forma los conocimientos y habilidades necesarias para gestionar diferentes situaciones y coordinar recursos ante las mismas”, destacan desde el centro formativo.

Durante la acampada se realizaron varios talleres de diferente temática: tácticos, de fuego y agua, rescate, extracción de víctimas del interior de vehículos y detección de riesgos. También se llevaron a cabo dos simulacros, uno de ellos nocturno. Este último ejercicio que arrancó a las doce de la noche consistió en un circuito de cinco estaciones independientes que los alumnos debían superar en grupo de cuatro personas.

Andrés Rodríguez explica que este año han participado menos alumnos de la escuela por el cambio de fecha. Sin embargo, esto ha permitido desarrollar un CTF más personalizado e íntimo, es decir, más centrado en cada uno de los alumnos, lo que les ha permitido aprovechar mejor los talleres y que éstos hayan sido más dinámicos. Además, en ediciones anteriores, las tareas estaban más repartidas y, sin embargo, este año, todos hacían de todo. La implicación ha sido mayor.

Nueva ruta para promover la aeronáutica adaptada

Sevilla será escenario este año de la celebración de la I Jornada sobre Aeronáutica Adaptada de Andalucía, una iniciativa de Fundación SAMU y el Real Aeroclub de Sevilla, con la colaboración de la Asociación Tablada Centenaria, que tiene como objetivo acercar a las personas con discapacidad al mundo aeronáutico en su camino hacia la inclusión y la normalización social.

La celebración de esta jornada en otoño de este mismo año es uno de los puntos principales del convenio de colaboración rubricado en mayo entre el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el presidente del Real Aeroclub de Sevilla, José Luis de Augusto Gil. Este acuerdo une las vocaciones de ambas entidades: promover la inclusión social y laboral de todas las personas, especialmente aquellas que tienen discapacidades físicas o psíquicas y otros colectivos que puedan sufrir riesgos de exclusión social.

En las jornadas sobre aeronáutica adaptada se pretende hacer posible que usuarios de centros de Fundación SAMU con discapacidad física y/o intelectual puedan tener una experiencia directa con la aviación, incluso con bautismos de vuelo, de la mano del equipo del Real Aeroclub de Sevilla, sus instalaciones y su flota de aviones, y con la colaboración de la Asociación Tablada Centenaria, a través de su vicepresidente, el coronel Carlos Rivero. SAMU atendió el año pasado a más de 250 personas con este perfil en los centros que gestiona en la provincia de Sevilla.

Experiencias profesionales

Este programa de colaboración pionero también contempla el desarrollo de experiencias profesionales en mantenimiento y mecánica aeronáutica para los jóvenes usuarios de centros de Fundación SAMU, en su mayoría, menores extranjeros no acompañados. SAMU atendió el año pasado a un total de 637 menores en sus centros de Andalucía. La entidad trabaja en su inclusión social y laboral a través de programas específicos.

El Real Aeroclub de Sevilla, con casi 200 socios y que realiza más de 1.000 vuelos al año tiene como uno de sus principales objetivos la promoción de un enfoque inclusivo en el ámbito de la aviación para individuos con diferentes capacidades físicas y cognitivas. Al mismo tiempo, promueve la conciencia y la educación sobre las necesidades y capacidades de las personas con diversidad funcional en este sector.

Su presidente, José Luis de Augusto Gil, es, de hecho, uno de los pioneros de la aviación adaptada en el país. Este piloto e ingeniero aeronáutico era uno de los especialistas de ensayos en vuelo del avión A400M de Airbus que se estrelló en Sevilla el 9 de mayo de 2015. Sobrevivió al desastre y su vida cambió. Tras recuperar su licencia de vuelo, fundó Newwings, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en las actividades aeronáuticas del Aeroclub y se centra en el vuelo de aviones a motor adaptados para el uso por personas con movilidad reducida.

El programa impulsado por Fundación SAMU y el Real Aeroclub de Sevilla también contempla la creación de equipos de investigación y la producción y difusión de publicaciones conjuntas en los ámbitos de aviación e inclusión social. Ambas organizaciones ya trabajan en su desarrollo.

Tolerancia a través del viaje de ‘La barca de Hanielle’

Fundación SAMU se sumó a las celebraciones por el Día del Libro (23 de abril) de una manera muy especial. De la mano de Emilia Laura Arias, autora del libro La barca de Hanielle, el equipo de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU, a través de su trabajo en Educación para el Desarrollo Sostenible y Ciudadanía Global, acercaron a más de 70 estudiantes de Primaria y 15 docentes del Colegio Rural Agrupado (CRA) Cuenca del Najerilla en La Rioja una realidad desconocida para muchos.

En 2022, en la ruta migratoria hacia o a través de Europa, perdieron la vida 3.167 personas, la mayor parte de ellas en el Mediterráneo. La mitad de las personas migrantes del mundo proviene de países de ingresos bajos y emigran huyendo de la violencia, los conflictos armados, la pobreza o los desastres naturales. El viaje de la emigración ilegal, opción por la que optan la mayor parte de los migrantes porque no encuentran vías regulares para hacerlo, los enfrenta, además, a riesgos de trata, tráfico, violación y esclavismo, entre otros.

La barca de Hanielle relata una historia de migración con ilustraciones que funcionan en dos planos y muestran lo diferente que pueden ser dos vidas. Por ello, constituye un excelente vehículo para adentrar a niños y niñas en ese mundo y que logren comprender las causas de la migración irregular y los peligros a los que se exponen los niños y niñas que migran junto a sus padres (y en ocasiones solos). De esta manera, a la vez que cuestionan las desigualdades en el mundo, comprenden la importancia de la solidaridad y la empatía con las personas inmigrantes que llegan a sus comunidades.

El alumnado del CRA Cuenca del Najerilla, que lo componen siete centros en total, dio una excelente acogida a esta actividad, demostrando una implicación muy significativa. Gracias a las especiales gafas que el libro facilita, los estudiantes descubrieron las increíbles ilustraciones, dibujadas por Cintia Martín, que junto a la autora, Emilia Arias, les permitieron descubrir otro viaje, el del miedo en la travesía y la esperanza en una costa segura a la que arribar.

Este despertar de conciencia del alumnado quedó expresado en frases como: “Yo antes prefería que no vinieran a mi pueblo y ahora entiendo por qué están aquí. Ya entiendo que también vienen a convivir sin generar problemas”; “Hay personas que migran de otros sitios porque lo necesitan”; “Así nos damos cuenta de lo que tienen que pasar las personas inmigrantes, y que debemos tratarlas bien y aceptarlas”.
Los libros se quedaron en los centros educativos para que el alumnado pudiera llevarlo a casa, compartir la experiencia con su familia y continuar creando conciencia para construir, entre todos, un mundo más justo.

A estas jornadas llevadas a cabo el 23 y 24 de abril, se sumaron a otras actividades de Educación para el Desarrollo que, partiendo de un espacio intergeneracional, la delegación de Fundación SAMU en La Rioja, con sede en Alfaro, viene realizando en los últimos años con alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato de los centros educativos del municipio riojabajeño.

Nuestro agradecimiento profundo al equipo docente del CRA Cuenca del Najerilla y su directora por abrirnos las puertas, así como a los colegas de Sinergos, quienes nos acompañaron en estos dos días de charlas educativas.

Oxígeno desde La Rinconada hasta Hogar San José (Bolivia)

Fundación SAMU puso en marcha en enero, de la mano de la Fundación Alirio Henao-Hogar San José, el proyecto Apoyando el derecho a vida digna y desarrollo integral de niños y niñas con discapacidad múltiple del Hogar San José (Bolivia). El objetivo es mejorar el servicio de terapia respiratoria de los 53 niños y niñas con discapacidad que atiende el centro.

Este servicio venía siendo prestado en condiciones muy limitadas, pues el equipamiento obsoleto no permitía atender a todas las personas que lo necesitaban diariamente. A ello se suman los insuficientes recursos humanos especializados que tiene el centro.

A finales de marzo comenzaron a llegar al Hogar San José los nuevos equipos (nebulizadores, aspiradores, equipo de ultrasonido, autoclave, camillas, sillas de ruedas), que resolvieron algunos de los problemas que atravesaba el centro y permitieron garantizar el servicio diario. La calidad de los equipos también ha permitido reducir el tiempo dedicado a la terapia de cada menor, optimizando así la jornada del escaso personal.

“Nuestros niños y jóvenes con discapacidad múltiple del Hogar San José presentan dificultades respiratorias por muchas causas. Algunos de ellos tienen parálisis cerebral de tipo espástica, donde los músculos que se encargan de la respiración están comprometidos, por ello requieren esta atención permanente y continua que les permita poder respirar adecuadamente. Otro niños y niñas que atendemos por bajas defensas están expuestos a continuas infecciones de tipo respiratorio. Este equipo nos permite prestarle la atención preventiva y asistencial a tiempo y evitar mayores complicaciones que puedan representar un peligro para sus vidas”, señala Diana Cotacio, coordinadora del proyecto.

El equipamiento adquirido, cuyo costo asciende a 4.970 euros, ha sido financiado por el Ayuntamiento de San José de La Rinconada (Sevilla), un aliado de Fundación SAMU en su trabajo a nivel internacional. Esta es una muestra de que, con pocos recursos, bien utilizados, se pueden resolver problemas muy significativos en los países en desarrollo.

La celebración del Eid Al-Fitr, un festín de cultura y sabores

En el calendario islámico, el Eid Al-Fitr, la Fiesta de la Ruptura del Ayuno, marca el final del mes sagrado del Ramadán. Este año, ese día fue el 10 de abril. Además de ser una jornada de alegría, esta jornada tiene una gran importancia cultural y social para la comunidad musulmana, pues es una oportunidad para reunirse con familiares y amigos tras culminar un mes de sacrificio, autocontrol y reflexión espiritual.

Dado que los jóvenes beneficiarios del Programa JEM Córdoba de SAMU se encuentran lejos de sus familias y este día puede ser un momento de nostalgia y añoranza por las celebraciones familiares, el equipo de profesionales no quiso dejar pasar la oportunidad de organizar un evento para compartir y disfrutar de experiencias y tradiciones con los jóvenes, además de proporcionarles un espacio donde sentirse parte de una comunidad.

La actividad se celebró en el Mercado Victoria, un lugar gastronómico representativo de Córdoba que colabora estrechamente con Fundación SAMU y, en concreto, con el Programa JEM desde hace más de un año, pues proporciona prácticas formativas a nuestros jóvenes y ya ha contratado a tres de ellos.

Se organizó un taller de cocina donde los jóvenes pudieron disfrutar de una experiencia culinaria y cultural única. El objetivo era poder proporcionar a los chicos un espacio donde poder cocinar, compartir y degustar todos juntos una variedad de platos tradicionales asociados al Eid Al-Fitr. Tanto los jóvenes como el equipo profesional pudimos disfrutar de un día maravilloso. Fue una experiencia enriquecedora en un ambiente acogedor donde compartimos momentos y sabores exquisitos.

Los chicos expresaron su gratitud por la organización del evento, disfrutaron, lo compartieron con sus familias a través de videollamadas y fotos y, al mismo tiempo, fue un momento de encuentro y convivencia entre los jóvenes de distintas viviendas del programa.

LAURA CAÑUELO ROMERO
/ Coordinadora Programa JEM Córdoba

“A estas alturas, los alumnos ya no saben qué es el sueño”

Los alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofe y Acción Humanitaria de Escuela SAMU han recibido formación especializada en incidentes NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) dentro del módulo Gestión de Catástrofe y Múltiples Víctimas del propio posgrado. Además de las lecciones teóricas, dicha formación cuenta con diferentes ejercicios prácticos y simulacros, celebrados del 6 al 9 de mayo, en los que también participaron los alumnos de segundo curso del grado superior de FP de Técnico en Coordinación de Emergencias y Protección Civil.

La importancia de este tipo de formación es su complejidad y la escasa familiarización de los profesionales con los incidentes de este tipo. Hay que tener en cuenta que, antes de la crisis sanitaria del coronavirus, pocos servicios de emergencias eran capaces de aportar el material y las capacidades necesarias para ello, según explican desde Escuela SAMU.

“Esta formación se caracteriza por aspectos tan importantes como la descontaminación, la sectorización, el tratamiento de los pacientes víctimas de un incidente de este tipo o cómo se tienen que evacuar”, destaca Andrés Rodríguez Holst, instructor y coordinador del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofe y Acción Humanitaria de Escuela SAMU.

“Antes del Covid-19, Escuela SAMU llevaba años formando a sus alumnos en incidentes NBQ, algo en lo que Carlos Álvarez Leiva, fundador de SAMU, insistía mucho. Él le daba mucho valor a este tipo de formación a pesar de que muchos lo consideraban un loco, pues creían que algo así nunca iba a suceder. El Jefe insistía en la importancia de saber colocarse un EPI (Equipo de Protección Individual), de vestirse y desvestirse sin contaminarse, quizás el momento más crítico; de estar con el mono completo puesto varias horas, con la mascarilla, las gafas y la pantalla con el calor de Sevilla, montando y desmontando tiendas… La gente que pasaba por aquí y veían el despliegue que se montaba decían que todo esto era de locura e incluso una fantasía. Pero llegó el Covid-19 y todo cambió. Ya no estábamos tan locos”, continúa Andrés Rodríguez.

El instructor reconoce que, tras la pandemia del coronavirus, tanto la sociedad como los propios alumnos son más receptivos a la hora de recibir este tipo de formación porque son conscientes de que algo así puede pasar.

“Es muy importante que los alumnos aprendan a trabajar con los EPI puestos. Estos pueden llegar a ser un poco agobiantes, puedes sentir que te falta el aire y que tus movimientos se vean limitados. No es fácil trabajar con los guantes de estos equipos de protección puestos. Debes acostumbrarte a ellos antes de que realmente necesites usarlos”, explica otro instructor de Escuela SAMU. Por esta razón, en este módulo de incidente NBQ lo importante no es sólo aprender a gestionar una crisis o una situación de estrés, como ocurre en otros módulos del máster de Enfermería, sino también aprender a gestionar el cansancio.

En este sentido, en la etapa final de este módulo los alumnos participaron en un ejercicio práctico de incidente NBQ que arrancó por la tarde y finalizó a las once de la noche. “En esta actividad, algunos alumnos hacían de víctimas y otros, de sanitarios, y después rotaban. El ejercicio se centraba en la atención de las víctimas, así como en el proceso de vestido, desvestido y descontaminación”, explica Andrés Rodríguez.

Tras el repliegue, los estudiantes pudieron descansar y dormir un poco en un campamento instalado en la propia escuela, pero fueron activados de nuevo a la una de la mañana para un nuevo ejercicio práctico que se prolongó hasta las tres de la mañana. En este ejercicio, los alumnos tenían que enfrentarse a un vertido de residuos nucleares que eran trasportados en un tren que había descarrilado.

Después de finalizar la actividad, los alumnos pudieron nuevamente descansar, pero a las seis de la mañana se despertaron de nuevo para poder realizar el examen final, que consistió en un circuito con varias estaciones, cada una de ellas con un ejercicio diferente e independiente, y, a continuación, un examen práctico.

“A estas alturas del curso, los alumnos ya no saben lo que es el sueño”, bromea el profesor. “Detrás de esta falta de sueño y del cansancio hay una cuestión psicológica. Deben aprender a gestionar el cansancio porque un incidente NBQ o similar no se soluciona en un par de horas, se prolonga en el tiempo. Una cosa es gestionar el estrés y las emociones, algo que está muy presente a lo largo del Máster de Enfermería en módulos como el de IMV (Incidente con Múltiples Víctimas), pero en la formación NBQ o de Acción Humanitaria tiene más importancia la gestión del estado físico del sanitario. Estar muchas horas con un EPI puesto agota y agobia”, añade Rodríguez.

A pesar del esfuerzo realizado, el profesor asegura que los alumnos han disfrutado mucho de esta experiencia. “Esto es algo diferente que posiblemente no van a volver a hacer, por eso aprecian tanto este tipo de formación y de ejercicios prácticos”. El adiestramiento en NBQ responde a la filosofía y compromiso de Escuela SAMU con sus alumnos: Aprende haciéndolo.

La internacionalización de la acción social de Fundación SAMU

Fundación SAMU, a través de su área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria, organizó el 6 de mayo la jornada Es tiempo de cooperar, en la que la organización puso en marcha desde Sevilla la fase final de validación de su Estrategia de Cooperación Internacional para el Desarrollo 2024-2026.

En el encuentro, en el que participaron unas 50 personas, se consolidó la propuesta de este documento que pone el foco de atención en las personas y sus derechos, en concordancia con la Agenda 2030, y que recoge también las expectativas de vida digna de las poblaciones en los países donde la entidad coopera.
“La jornada Es tiempo de cooperar busca presentar y poner en común el documento de la Estrategia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de Fundación SAMU para enriquecer su contenido y asegurar la implicación de la organización. En los próximos meses tendremos como resultado una hoja de ruta para su validación final. Ha sido un buen momento para profundizar en el conocimiento sobre el trabajo de cooperación de las personas de reciente incorporación al equipo de Fundación SAMU y del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria”, señala la coordinadora de éste área, Roxana Pintado.

La jornada, en un formato de reflexión interna, reunió en Sevilla al equipo directivo de Fundación SAMU, encabezado por el presidente-director general, Carlos González de Escalada Álvarez, y el director general adjunto, José Antonio Trujillo; además de todas las delegadas y delegados territoriales en España, los técnicos de todas las áreas de la organización, y representantes de empresas del Grupo SAMU que son aliadas en el trabajo de cooperación internacional, como el Instituto SAMU de Investigación Científica y Escuela SAMU. También participaron, aunque a distancia, representantes de organizaciones locales de Bolivia, Burundi, Colombia y Marruecos con las que Fundación SAMU colabora.

La Estrategia de Cooperación Internacional de Fundación SAMU nace de un proceso de reflexión colectiva que tiene dos propósitos: continuar profundizando la práctica solidaria de la organización en los países en desarrollo, y poner en valor, más aún si cabe, toda la experiencia ganada por Fundación SAMU en la intervención social poniéndola al servicio de las comunidades del sur global en las que SAMU trabaja, contextualizándola y adaptándola a las condiciones locales.

“Esta estrategia se fundamenta en varios puntos. En primer lugar, el alineamiento con la Agenda 2030 y las políticas de cooperación española y europea. En segundo lugar, un análisis profundo de la realidad de los países en los que SAMU coopera, que se basa tanto en la información oficial como en las demandas expresadas por las familias y comunidades en nuestro acercamiento a ellas. En tercer lugar, una priorización sectorial coherente con los planes de desarrollo nacionales y locales y con la experiencia propia de nuestra organización. Otro punto es la adopción de enfoques transversales en todas nuestras acciones: el enfoque basado en derechos humanos, el enfoque de igualdad de género, el medioambiental y el intercultural, que garantizan un marco de actuación centrado en las personas y su bienestar sostenible. Y, por último, la integralidad de la intervención, al abordar la cooperación en el sur también a través de la Educación para el Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Global, generando conciencia sobre las causas de las desigualdades en el mundo en la sociedad española”, explica Roxana Pintado.

Durante la jornada se recorrió, en la misma dirección de la estrategia de SAMU, el panorama mundial y la situación de los principales sectores de intervención que se han propuesto; los países, líneas estratégicas y sectores priorizados; los principales resultados del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria en 2023 y de los primeros meses de 2024; las proyecciones para el resto del año y el arranque de 2025; y los principales desafíos que tiene la organización hacia adelante. “También hubo tiempo para, a través de un divertida dinámica, identificar cómo podemos implicar más a las áreas de servicios sociales de Fundación SAMU en España en los proyectos de cooperación internacional”, continúa Pintado.

Los principales proyectos

Entre los principales proyectos de cooperación para el desarrollo que Fundación SAMU tiene en marcha destacan uno en Bolivia y tres en Marruecos. Estos proyectos se enfocan en la mejora de servicios y condiciones para personas con discapacidad y en la atención psicológica a personas que sufrieron los efectos del terremoto de Marrakech de septiembre de 2023. Además, se ha implementado un proyecto de educación para el desarrollo en Sevilla que busca sensibilizar a la población sobre el aporte positivo de las comunidades migrantes en nuestros barrios.

De estos proyectos se benefician y participan 1.723 personas (1.065 mujeres y 658 hombres). Se trata de más de 170 personas con discapacidad a las que se atiende directamente, alrededor de 280 madres, otras 300 cuidadoras, 120 profesionales de los servicios de atención a personas con discapacidad y más de 573 padres y hermanos. Además, a estos datos hay que sumar otras 100 personas afectadas por el terremoto en Marrakech (Marruecos), fundamentalmente niños y niñas, que reciben atención psicológica.

El horizonte del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU es inmenso y muy ambicioso. “En lo organizacional, pretendemos concluir con la aprobación de los documentos rectores de la actuación. Es decir, además de la Estrategia, aprobaremos los planes estratégicos de Educación para el Desarrollo y de Acción Humanitaria para el período 2024-2027, que también fueron presentados en la jornada del 6 de mayo”, señala Roxana Pintado.

“En lo geográfico, queremos consolidar la presencia en los países priorizados, delegando personal expatriado para acompañar de manera más cercana aún los proyectos de desarrollo. Y en lo financiero, tenemos una gran cartera de proyectos que esperamos encuentre respaldo en las entidades con cuyo apoyo financiero podremos ponerlos en marcha, consolidando también la relación con los actores de la cooperación española. Nuestra meta de crecimiento para este año es superior al 100% respecto a 2023”.

Desde el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU informan de que la organización tiene grandes expectativas de crecimiento y consolidación, por lo que los desafíos no son menores. “Tenemos hacia adelante el reto de adaptar los procedimientos propios a un crecimiento tan significativo de la actuación en Cooperación Internacional. Por suerte, Fundación SAMU es una organización con procedimientos muy establecidos y seguros que facilitarán esta adaptación. También nos enfrentamos al desafío de articular la intervención internacional (distinta a la de Acción Humanitaria, en la que nuestra casa es pionera y ejemplo) a la intervención social en España, para expandir la solidaridad hacia todos los sitios donde trabajamos”, indica Pintado.

Fundación SAMU pone a las personas en el centro de su acción desde 1998. Ahora toca continuar abriendo ese centro de atención hacia distintas latitudes de manera sostenida para que nadie se quede atrás.