Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

El primer proyecto de cooperación al desarrollo que SAMU puso en marcha en Marruecos comenzó en diciembre de 2023 y finalizará en diciembre de este año, con financiación del Ayuntamiento de Sevilla. En colaboración con la Asociación Hanan, el proyecto, titulado ‘Fortalecimiento de los Actores Territoriales para Mejorar el Ejercicio de los Cuidados y la Autonomía de las Personas con Discapacidad más Vulnerables de los Barrios de Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha, de Tetuán, con Enfoque de Derechos Humanos y Atención a las Necesidades de sus Cuidadoras’, responde a la debilitación de los servicios sociales y sanitarios tras la pandemia de COVID-19, especialmente en lo que respecta al apoyo a las cuidadoras.

El objetivo del proyecto es mejorar la atención y los cuidados que reciben las personas con discapacidad a través del fortalecimiento de las capacidades de los actores locales, como el Ayuntamiento, la Universidad y diversas ONG. Además, se busca visibilizar el rol de las cuidadoras y promover su autocuidado.

El segundo proyecto, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), trata sobre la misma temática que el proyecto anterior, pero se centra en las zonas rurales de la provincia de Tetuán, que abarcan el 70 por ciento del territorio. A diferencia del entorno urbano, en las áreas rurales los servicios sociales y sanitarios están aún más deteriorados o son inexistentes, lo que deja a las cuidadoras y a las personas con discapacidad en una situación muy precaria.

Este proyecto, que comenzó en febrero de 2024 y finalizará en julio de 2025, tiene objetivos similares a los del proyecto urbano. Se presta atención a visibilizar el rol de las cuidadoras, haciendo énfasis en sus necesidades en el contexto rural, como el manejo de la ansiedad y el fortalecimiento de la autoestima.

El tercer proyecto, que comenzó en septiembre de 2024 y finalizará en julio de 2025, cuenta con financiación del Gobierno de las Islas Canarias y se ejecuta en colaboración con la High Atlas Foundation (HAF). Se centra en la rehabilitación de los sistemas de agua en las localidades de Wizemaran e Ikis, afectados por el terremoto que golpeó la región de Marrakech en 2023. Su objetivo es garantizar el acceso a agua potable, lo que permitirá desarrollar una agricultura sostenible que mejorará las condiciones de las comunidades. La rehabilitación de los sistemas hídricos no solo es esencial para la supervivencia, sino también para impulsar un desarrollo agrícola respetuoso con el medio ambiente y sostenible.

María Inmaculada Tinoco Aldana

Inmaculada Tinoco: «Quiero sentir que el trabajo que hago vale la pena»

María Inmaculada Tinoco Aldana (Badajoz, 1988) es licenciada en Ciencias Ambientales e ingeniera en Agronomía. Desde junio, vive en Marruecos como técnico expatriada en Cooperación Internacional al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Fundación SAMU.

—Tras más de diez años viviendo en Francia, en junio se mudó a Marruecos tras incorporarse a la plantilla del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU. ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?
—Intensos. En el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU no hay tiempo para aburrirse entre la formulación de proyectos, correcciones, seguimiento de iniciativas y la realización de actividades. Estoy adquiriendo y consolidando conocimientos en este sector, que era justo lo que buscaba al unirme a Fundación SAMU.

—¿Qué le motivó a trabajar en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo y la ayuda humanitaria?
—Desde muy joven me han conmovido profundamente las desigualdades e injusticias en el mundo, así como la forma en que tratamos al planeta. Como persona, sentí el deseo de contribuir a construir un mundo más equitativo, por eso siempre tuve claro que, tarde o temprano, quería trabajar en este ámbito.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—De lo que más disfruto es de poder trabajar en proyectos tan diversos como salud, agricultura, educación y discapacidad, y ver cómo cada uno de ellos tiene el potencial de generar cambios positivos en las comunidades. Es increíblemente motivador recibir mensajes de nuestros socios locales compartiendo historias de beneficiarios que, con lágrimas en los ojos, agradecen el material recibido, sabiendo que les permitirá mejorar su calidad de vida. Es en esos momentos cuando te dices que tu trabajo realmente vale la pena.

—¿Qué proyectos tiene en marcha actualmente SAMU en Marruecos?
—Actualmente, todos los proyectos que Fundación SAMU tiene en Marruecos se centran en la cooperación al desarrollo. Dos de ellos se desarrollan en la ciudad de Tetuán y su área rural y se enfocan en el ámbito de la discapacidad. Se llevan a cabo en colaboración con la Asociación Hanan y están financiados por el Ayuntamiento de Sevilla y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID). El tercer proyecto, en el Alto Atlas, en la región de Marrakech, se ha iniciado recientemente junto a High Atlas Foundation. Su objetivo es mejorar el acceso al agua e impulsar la agricultura en la zona. Está financiado por el Gobierno de las Islas Canarias.

—¿De cuál de estos proyectos se siente más orgullosa?
—Estoy orgullosa de cada uno de los proyectos que estamos llevando a cabo, ya que todos responden a necesidades muy específicas de las comunidades locales y, poco a poco, se están logrando importantes avances. No tengo un proyecto preferido, ya que cada uno aborda distintos desafíos y, sin duda, tendrán un impacto valioso tanto en las zonas urbanas como rurales de Marruecos. Los dos proyectos en Tetuán, por ejemplo, están siendo fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus cuidadoras. Estos proyectos también están ayudando a visibilizar el rol esencial que desempeñan las cuidadoras, lo cual es crucial para el bienestar de toda la comunidad.

—¿Qué papel juegan las mujeres en estos proyectos?
—En los dos proyectos que estamos desarrollando en Tetuán, las mujeres juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas con discapacidad. Son ellas quienes asumen la responsabilidad del cuidado, lo que implica una gran carga emocional, económica y de tiempo. A través de estos proyectos, buscamos no solo que las cuidadoras sean beneficiarias, sino también agentes de cambio dentro de sus familias y comunidades. Por otro lado, en las zonas rurales de Marruecos, las mujeres son las principales encargadas de suministrar agua a sus hogares y de cultivar los alimentos para sus familias. Son ellas quienes se desplazan continuamente a la fuente para buscar agua. Lograr que el agua llegue directamente a sus hogares y campos no solo mejora las condiciones de vida de toda la comunidad, sino que especialmente beneficia a las mujeres. Al integrarlas en la gestión de los recursos hídricos, el proyecto mejora el bienestar y seguridad de las mujeres, y también promueve la igualdad de género.

—¿Cuáles son las necesidades más urgentes que ha identificado en las comunidades con las que trabaja?
—Trabajamos con algunas de las poblaciones más vulnerables, por lo que las necesidades son muchas y muy variadas. Desde el acceso a recursos esenciales como el agua, hasta el acompañamiento de personas migrantes y la capacitación de profesionales de los servicios de salud y apoyo social. Cada comunidad tiene sus propias prioridades y desafíos, pero si tuviera que señalar una necesidad particularmente urgente hoy en día, sería la rehabilitación de infraestructuras sanitarias y viviendas tras el terremoto de septiembre de 2023. Un año después de sufrir los devastadores efectos del seísmo, esta región se ha enfrentado a fuertes inundaciones que han acentuado su vulnerabilidad. Las necesidades son muchas y el proceso de reconstrucción será largo y complejo. Por otro lado, las necesidades de la población no se suplen únicamente poniendo a su disposición recursos económicos para comprar materiales o equipos, sino mejorando las capacidades de los profesionales locales. Por ello, en nuestras intervenciones, apostamos por la formación y la sensibilización como pilar fundamental en el fortalecimiento de las competencias de los profesionales locales y de la población.

—¿Con qué otras organizaciones colabora Fundación SAMU en sus proyectos?
—En Tetuán, trabajamos con la Asociación Hanan, que se centra en la protección de niños con discapacidad, y con ATIL, cuya labor es prevenir la exclusión social de menores y jóvenes a través de la educación, la formación profesional y la inserción sociolaboral. En Marrakech, colaboramos con la High Atlas Foundation, cuyos proyectos abarcan la agricultura, el acceso a agua potable, saneamiento y educación. También trabajamos con Alkaram, que se dedica a ayudar a menores en situación vulnerable, especialmente aquellos que viven en la calle o que han sido víctimas de maltrato. Y en Tánger, colaboramos con Tadamon, que se centra en la protección infantil, especialmente de menores migrantes y refugiados, a través de la inserción socio-profesional, la educación y la formación.

—¿Cómo se financian los proyectos de Fundación SAMU en Marruecos?
—Los tres proyectos que estamos ejecutando en Marruecos cuentan con el respaldo de diversas subvenciones públicas que cubren entre el 85% y el 90% de los costes del proyecto. Gracias al Ayuntamiento de Sevilla, a la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y al gobierno de las Islas Canarias se garantiza que los proyectos aborden necesidades claves en el país, como el fortalecimiento de los servicios de atención a personas con discapacidad y la rehabilitación de sistemas de agua tras el terremoto de 2023. Además de estos tres proyectos, estamos trabajando en la gestión de al menos dos iniciativas más con potenciales financiadores como la Comunidad Autónoma de Madrid y el Gobierno de Aragón. Cada uno de estos proyectos nos permitirá ampliar aún más nuestro impacto en las comunidades vulnerables de Marruecos, tanto en las áreas urbanas como en las zonas rurales, donde la necesidad de intervención es evidente.

—¿Qué valoración hace del impacto de los proyectos que implementa SAMU en la zona?
—Todos nuestros proyectos en Marruecos están en fase de ejecución, por lo que el impacto real se podrá evaluar una vez hayan finalizado. Sin embargo, en lo que va de año, hemos logrado que alrededor de 120 cuidadoras participen en actividades recreativas que les permiten descansar y reducir la carga del cuidado de personas con discapacidad, ofreciéndoles alternativas para su propio bienestar. Además, 60 de ellas han asistido a sesiones de capacitación con enfoque de género, proporcionándoles herramientas para abordar el cuidado desde la perspectiva del autocuidado. También hemos capacitado a 60 profesionales del área urbana de Tetuán (en un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Sevilla), mejorando su capacidad para ofrecer atención a personas con discapacidad. En noviembre, en el marco del proyecto financiado por la AACID, capacitaremos a otros 60 profesionales en la zona rural de Tetuán para mejorar la atención en esas comunidades.

—Y a nivel personal, ¿qué espera lograr en un futuro en su carrera profesional?
—Lo que realmente me importa es sentir que el trabajo que hago vale la pena. Aunque llevo años soñando con trabajar algún día en la FAO, no es algo que me quite el sueño. Mi verdadera satisfacción es saber que estoy ayudando a las personas, que estoy aportando algo a la sociedad y que el trabajo que realizo me motiva lo suficiente como para dedicarle al menos ocho horas todos los días sin que me pesen. Para mí, es fundamental que mi trabajo esté alineado con mis valores y, además de apasionarme, me inspire cada día.

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

El estado de Florida, en Estados Unidos, sigue convertido en el patio de recreo de los más temibles huracanes del mundo. Tras el paso de Helene en septiembre, que dejó a su paso 227 personas muertas y dos millones de personas sin electricidad, el huracán Milton se convirtió a principios de octubre en una nueva amenaza letal para una población que ya estaba extenuada. Mientras los partes meteorológicos alertaban del nuevo desastre en ciernes, Fundación SAMU envió un equipo de cinco voluntarios, liderados por Juan González de Escalada, para sumarse a un contingente de profesionales de SAMU First Response y Project HOPE cuya misión era la de auxiliar a las comunidades afectadas por el desastre.

El 10 de octubre, el equipo formado por profesionales de las tres organizaciones ya estaba operativo en Estados Unidos y un día después ya habían alcanzado las zonas de impacto. Tres días antes, las autoridades de Florida habían declarado el estado de emergencia y habían ordenado la evacuación de miles de residentes de núcleos urbanos de la costa, con imágenes de carreteras atestadas de vehículos que daban la vuelta al mundo. “Nos preparamos para afrontar lo peor”, apuntaba Juan González de Escalada.

El equipo enviado desde España estaba formado por cuatro voluntarios, además del propio González de Escalada, entre Técnicos en Emergencias Sanitarias y técnicos en Emergencias y Protección Civil. Algunos de ellos, alumnos de Escuela SAMU, se enfrentaban a su primera misión. Estos voluntarios se unieron a tres profesionales estadounidenses de SAMU First Response, y tres más de Project HOPE, organización con la que SAMU colabora de forma habitual en misiones internacionales. Dos proyectos recientes son las misiones de Marruecos y de Turquía en 2023, ambas tras terribles terremotos.

El grupo desplazado hasta Florida estaba equipado con un puesto de mando avanzado, una zodiac, un Quad (ATV), dos vehículos 4×4 de alto tonelaje y una furgoneta equipada con material logístico y de ayuda humanitaria (además de material de comunicaciones, motosierras y equipamiento de corte para la poda y tala de árboles caídos por el huracán). Milton dejó el suelo de Florida lleno de árboles caídos y accesos inhabilitados, por lo que el equipo de SAMU se dedicó a labores de limpieza con motosierras y herramientas de poda para despejar las vías de zonas residenciales.

La misión recordó, en muchos aspectos, a intervenciones anteriores de SAMU tras crisis derivadas de desastres metereológicos, como en el temporal Filomena en Madrid o la ciclogénesis en Sevilla, donde también emplearon equipos de corte y poda para liberar zonas afectadas.
“Nuestra misión no es solo brindar apoyo logístico y operativo, sino también asegurarnos de que nuestras acciones fortalezcan el trabajo de quienes ya están sobre el terreno”, explica González de Escalada.

La unión con Project HOPE y la extensión estadounidense de SAMU, SAMU First Response, facilitó una respuesta eficaz y coordinada, y, sobre todo, un rapidísimo despliegue del equipo. SAMU First Response ya está inscrita en el National Voluntary Organizations Active in Disaster (VOAD) y trabaja en constante coordinación con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) en Estados Unidos.

La experiencia de SAMU en misiones internacionales garantiza que sus equipos están siempre preparados para operar de manera autónoma, sin convertirse en una carga adicional para las comunidades afectadas. Para esta misión, los voluntarios llevaron consigo 400 litros de combustible, comida, literas y hasta un generador de energía, conscientes de que la capacidad de abastecimiento sería limitada en los primeros días.

La misión finalizó el 17 de octubre, después de una semana de trabajo y más de 4.000 kilómetros recorridos. Según las autoridades de Florida, el paso del ciclón dejó al menos 16 muertos y unos 2,4 millones de hogares y negocios sin electricidad. Unas 80.000 personas tuvieron que pasar la noche en refugios. Sin embargo, también señalaron que los peores escenarios que se preveían por el paso del huracán no se cumplieron.

«Había muchísimo trabajo por hacer, y volver a la normalidad va a requerir meses. Lo primero fue restablecer los suministros de electricidad y combustible. Era espectacular ver a los camiones cisterna saltándose semáforos y cruces escoltados por la policía. Después el trabajo se centró en espacios públicos como parques y playas. Las casas particulares serán las que más tarden en recuperarse. Quizás algunas nunca lo hagan. Pero es de destacar el espíritu de resiliencia del pueblo americano y sus capacidades en cuanto a trabajar en sus casas y su comunidad. El conocido «Do It Yourself». Vimos infinidad de ancianos retirando ramas caídas de sus casas y jardines», relata Juan González de Escalada.

Las intervenciones de SAMU, respaldadas por una experiencia internacional que abarca misiones en Turquía, Ucrania, Marruecos, Chile y Haití, entre otros países, son testimonio del compromiso de la fundación con la ayuda humanitaria. Cada misión deja una marca en la comunidad y en los propios voluntarios, que regresan a casa con la satisfacción de haber contribuido a aliviar el sufrimiento en momentos críticos.

Para los jóvenes de Escuela SAMU, esta misión ha sido una lección vivencial que va mucho más allá de los conocimientos adquiridos en el aula. Cada desafío enfrentado, cada obstáculo superado, contribuyó a formar en ellos la resiliencia y el compromiso que caracteriza a un auténtico profesional en emergencias.

Alliance for Migration Research

Un ágora para la investigación sobre migraciones

Sevilla acogió el 16 de octubre la reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración (Alliance for Migration Research), un proyecto del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) y SAMU First Response, con la participación de varias universidades internacionales, para crear un entorno de colaboración que promueva investigaciones sobre la migración. La jornada fue todo un éxito por su espíritu colaborativo e innovador con el objetivo de avanzar hacia una mejor calidad y una mayor calidez en la atención a la población migrante.

«Alliance for Migration Research es una iniciativa que lleva planificándose más de dos años y que tiene hoy su sesión constitutiva. Nacemos», destacó Carlos González de Escalada, presidente de SAMU, durante la inauguración de la jornada, que se celebró en el Salón de Grados de la Universidad CEU Fernando III, en Bormujos (Sevilla). En el evento participaron cerca de 70 personas de manera presencial, a las que se sumó una treintena más de participantes online.

«SAMU está hoy apoyando la migración en seis zonas calientes del mundo: Estrecho de Gibraltar, archipiélago balear, archipiélago canario, en la capital de Estados Unidos y en la frontera de Arizona con México. Eso, por no mencionar los más de 60 centros para niños migrantes no acompañados que Fundación SAMU gestiona por toda España», continuó González de Escalada.

«Somos más de 3.000 profesionales a ambos lados del Atlántico. Tenemos una experiencia técnica muy arraigada como prestadores de servicios sociales esenciales. En un año cualquiera, SAMU apoya a más de 15.000 migrantes, incluyendo familias, mujeres y niños no acompañados. Hoy, gracias al afán loable de nuestro Instituto SAMU de Investigación Científica y al apoyo financiero de Fundación SAMU, generamos un espacio de transferencia gratuito, completamente abierto a la participación internacional».

La apertura del encuentro corrió a cargo del presidente de SAMU, Carlos González de Escalada; Myriam Navarro, coordinadora de postgrado de la CEU San Pablo; y el director general de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, Francisco Jesús Toronjo.

La conferencia inaugural, titulada Corrigiendo mitos sobre la migración, la pronunció Ernesto Catañeda Tinoco, director del Laboratorio de Inmigración de la American University USA. Castañeda compartió evidencias científicas para desmentir mitos sobre la migración. En su exposición, Castañeda destacó que los inmigrantes representan solo el 3,5% de la población mundial y que su impacto negativo es exagerado. Argumentó que la migración es crucial para contrarrestar el descenso de la población y mantener el crecimiento económico y cultural, especialmente en países como Estados Unidos.

A lo largo de la jornada, se desarrollaron diversas mesas de debate y ponencias. Estas se dividieron en dos grandes temáticas: Teoría y praxis en el abordaje de la migración. Proyectos y protocolos Fundación SAMU; y Teoría y praxis en el abordaje de la migración desde la Universidad.

En estas mesas y ponencias se trataron temas como los cambios más significativos en los últimos 20 años del fenómeno migratorio; la convención sobre los derechos del niño; jóvenes y migración desde la perspectiva de género; cómo mejorar la resiliencia de las poblaciones desplazadas; retos geopolíticos, económicos y sociales; el proyecto VRIME en Andalucía; el proyecto Immerse (Integration Mapping of Refugee and Migrant Children in Schools and Other Experiential Environments); el proyecto MadreUP; o el Programa Legalízate en EE.UU.; entre otros temas y asuntos.

«Como institución a la vez científica y técnica, SAMU estaba obligada a ejercer el liderazgo en investigación en migraciones. Lo hacemos con humildad y convicción con el único objetivo de ser útiles a los presentes. Somos una alianza de buena voluntad», expresó durante la jornada Carlos González de Escalada, que, a su vez, indicó como principales objetivos del evento «atraer a la comunidad científica internacional a un foro de intercambio abierto y bien intencionado; fomentar líneas de investigación colaborativas entre universidades e instituciones de todo el mundo; y crear oportunidades de transferencia tecnológica entre profesionales de los servicios sociales e investigadores del universo académico».

La conferencia de clausura estuvo a cargo de Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU, que trabaja en la europeización de los centros de acogida para menores migrantes no acompañados. Su enfoque se centra en adaptar y mejorar los procedimientos y servicios de estos centros para alinearlos con los estándares europeos, asegurando una atención integral y de calidad para estos menores.

La mesa de clausura estuvo formada por José Antonio Trujillo, director general de SAMU; Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU; y Miguel Antonio Guevara Quintanilla, cónsul general de El Salvador en Sevilla, que comunicó las dos candidaturas para los próximos encuentros de la Alliance For Migration Research: el primero en Washington DC (EEUU) y, el siguiente, en El Salvador.

Políticas de integración

En este encuentro de expertos en migraciones celebrado en Sevilla se expusieron evidencias sobre los retos y oportunidades que suponen los movimientos migratorios para la sociedades de acogidas siempre y cuando se fomente políticas de integración en temas de vivienda, educación, salud, formación y desempeño laboral y especialmente la integración sociocultural basada en la empatía y el respeto.

«La migración es un fenómeno global que presenta tanto oportunidades como retos. Los migrantes, al integrarse en nuevas sociedades, contribuyen significativamente a la economía local. Quieren trabajar y emprender negocios, demostrando una resiliencia notable, especialmente las madres migrantes, quienes a menudo se enfrentan a desafíos adicionales», apuntan desde SAMU. Además, «la inserción laboral de los migrantes ofrece múltiples oportunidades. Sin embargo, también supone retos significativos, como la necesidad de legalización para acceder a vivienda, trabajo y actividades socioeducativas». La legalización es crucial para garantizar que los migrantes puedan contribuir plenamente a la sociedad y beneficiarse de sus derechos.

I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

La I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU vuela alto

El Aeródromo La Juliana de Sevilla fue escenario el 8 de octubre de la I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla que tuvo como objetivo acercar a las personas con discapacidad física, psíquica o sensorial al mundo aeronáutico en su camino hacia la inclusión y la normalización social. Uno de los talleres fue un bautismo de vuelo que dio a más de 20 personas la oportunidad de experimentar, por primera vez, la emoción de volar. El evento fue todo un éxito de organización y de asistencia, con más de 200 personas participantes. «Ha superado nuestras expectativas», señaló Estela Garrido, responsable de SAMU Idilio.

La jornada se desarrolló por la mañana y contó con dos grupos de actividades, de tierra y de aire, por los que fueron rotando los participantes. Entre otras actividades, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse a diferentes aeronaves y visitar su interior; de ponerse a los mandos de un simulador de vuelo; de conocer los preparativos y recursos materiales necesarios de un paracaidista; de recorrer los hangares y disfrutar del despegue de un avión; y de experimentar un bautismo de vuelo.

En la jornada participaron usuarios de las residencias Santa Ana y San Sebastián y del centro de estancia diurna San Lucas, todos ellos ubicados en la provincia de Sevilla y gestionados por Fundación SAMU. También participaron alumnos con discapacidad física, psíquica y sensorial de diferentes colegios de educación infantil y primaria de Sevilla. Además, un grupo de diez menores extranjeros no acompañados, usuarios de los servicios de Fundación SAMU, realizaron funciones de voluntarios como recurso de apoyo a las personas con discapacidad.

El evento contó con un amplio respaldo institucional. Participaron Pedro Calbó, director general de Personas con Discapacidad de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía; María Nieves Valenzuela, directora general de Fomento de la Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; Clara Monrob, alcaldesa del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Manuel Varilla, concejal-delegado de Deportes del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Lucía González, concejala-delegada de Inclusión del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Juan José Arbolí, coronel jefe del ACAR Tablada y comandante militar aéreo del Aeropuerto de Sevilla; José Antonio Pereira, coronel jefe del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA); y Manuel Pérez, teniente coronel jefe del batallón de Helicópteros de maniobra nº IV.

La jornada aeronáutica fue posible gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía y de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Ejército del Aire, el Ejército de Tierra y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que trasladaron recursos y efectivos al Aeródromo La Juliana.

Con esta iniciativa se busca promover la igualdad de oportunidades y el acceso a actividades aeronáuticas a personas que, en términos generales, viven muy alejadas de este mundo. Estas personas tuvieron la oportunidad de experimentar las emociones que suscita volar, rompiendo barreras y desafiando estereotipos. «Es una novedad para todos, especialmente para ellos. Hacer cosas que salen de la rutina es algo emocionante para ellos, mucho más si es una actividad como ésta. Y, por supuesto, poder acceder. La palabra accesibilidad es muy importante en el mundo de la discapacidad», explicó María José Tinoco, directora de Acción Social de SAMU.

Promover la accesibilidad

“Estas jornadas contribuyen a la responsabilidad social de eliminar el asistencialismo en la atención a las personas con discapacidad. Queremos mejorar la adaptación de los entornos para que sean accesibles en el desarrollo de las actividades de la vida diaria, y promover la accesibilidad para todos en el ámbito de las actividades de ocio. Si las actividades aeronáuticas son más restringidas para la mayoría de la población, lo es en mayor medida para las personas con discapacidad. Este es el reto”, explican desde el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

José Luis de Augusto Gil, presidente del Real Aeroclub de Sevilla, ha sido una persona clave en la organización de estas jornadas. Este piloto e ingeniero aeronáutico era uno de los especialistas de ensayos en vuelo del avión A400M de Airbus que se estrelló en Sevilla el 9 de mayo de 2015. Sobrevivió al desastre y su vida cambió. Tras recuperar su licencia de vuelo, fundó Newwings, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en las actividades aeronáuticas del Aeroclub y se centra en el vuelo de aviones a motor adaptados para el uso por personas con movilidad reducida.

 

 I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

Transformación digital de SAMU: del papel a la realidad

Dentro del proceso de transformación digital de SAMU, englobados bajo la marca SAMU Orión, la organización trabaja en dos frentes principales. Por un lado, de la mano de OGA Data Driven Solutions, SAMU está ideando proyectos tecnológicos disruptivos y de alto impacto dirigidos a mejorar la atención y el cuidado de las personas.

Por otro lado, se han puesto en marcha iniciativa de mejora de procesos internos que ya han permitido avances en la gestión de departamentos como administración, finanzas y laboral. Estos proyectos en clave interna se desarrollan en colaboración con la empresa tecnológica Inside Business Advisor (INSIDE), que permite a SAMU trabajar hacia la mejora de la vida de las personas, tanto de sus trabajadores como de aquellas que se benefician de su acción.

Son los siguientes:

1. Matriz de calidad

La Matriz de calidad de SAMS (SAMU Advanced Management System), bajo el liderazgo de María José Tinoco, directora de Acción Social, es un sistema que permite evaluar la calidad de los centros y servicios sociales y sociosanitarios de SAMU.

Este modelo se fundamenta en tres ejes: la calidad de la gestión, las técnicas de liderazgo y el cumplimiento normativo, con la excelencia de servicio como objetivo central.

Gracias a su estructura basada en indicadores, esta herramienta permite identificar áreas de mejora y asegurar el cumplimiento de los estándares de calidad de la propia organización, lo que contribuye a una gestión más eficiente y a un mejor servicio y atención a las personas usuarias de SAMU.

2. App de selección de personal

La App de selección de personal es una aplicación web diseñada para centralizar todos los procesos de selección de personal de la organización.
Este sistema proporciona trazabilidad desde el contacto inicial con el candidato hasta su contratación, y facilita la colaboración entre centros y servicios SAMU y el área de Personas y Talento en las diferentes fases del proceso de selección: entrevistas, valoración del área, evaluación técnica del puesto de trabajo, contratación y seguimiento tras la incorporación.

Uno de los mayores aportes de esta aplicación es que proporciona un historial de las candidaturas anteriores y resultados obtenidos en entrevistas y evaluaciones de cada uno de los aspirantes.

La aplicación está prácticamente desarrollada, a expensas de ultimar algunos detalles.

3. Ficha de usuarios extendida

La herramienta para generar fichas de usuarios extendidas, liderada por Alba Garrido, del área de Dependencia e Inclusión Social como coordinadora de recursos sociales para personas sin hogar, tiene como objetivo mejorar la adquisición y gestión de datos de usuarios de SAMU optimizando la actual gestión del sistema digital SAMS, conectando la gestión de la entidad con las demandas de la Administración pública correspondiente y eliminando duplicidades.

Es un proyecto que pretende estar listo para finales de este año y optimizará la identificación de las necesidades de los usuarios.

4. KPIs (Key Performance Indicators o indicadores clave de rendimiento)

Son indicadores claves de rendimiento que, desarrollados a través de herramientas tecnológicas, suponen una optimización de las gestiones corporativas con gran impacto organizacional y económica.

Se han desarrollado cinco que ya están activos y pertenecen al ámbito de la gestión económica y laboral de SAMU . Por un lado, están los KPI de Pagos y gastos, de Deudas, de Ranking y de intereses, iniciativa liderada por Jose Antonio Trujillo y el equipo de finanzas SAMU.
Y por otro lado, el KPI de absentismo laboral, liderada por Macarena Moreno, directora del área de Personas y Talento, el cual proporciona un sistema de seguimiento en tiempo real de las tasas de absentismo de los centros de la organización, sus costes y su impacto en las cuentas de resultados.

Esta herramienta ya está operativa y permite a los equipos de SAMU gestionar de manera más autónoma y eficaz el absentismo, facilitando la identificación de patrones y la implementación de medidas correctivas que optimicen la gestión del personal, la productividad y la atención a los usuarios.

5. Proyecto de gestión de apertura y cierre de centros

Con el liderazgo de María José Tinoco, directora de Acción Social, este proyecto se centra en la creación de una aplicación para gestionar el proceso de apertura y cierre de los centros y servicios de SAMU, con todas las complejidades logísitcas y humanas que esto implica.

Al optimizar la logística y la comunicación interna, esta aplicación garantizaría que todos los procesos estén debidamente registrados y que se sigan los protocolos establecidos. Así, mejoraría la eficiencia operativa y se reducirían los riesgos de error.

Todos estos proyectos, enmarcados en la iniciativa SAMU Orión, son pasos relevantes en el camino de SAMU hacia un futuro digitalizado, donde la eficiencia, la calidad y la innovación son prioridades para la organización.

José Antonio Trujillo, director general de SAMU: «Trabajar en la acción social y el servicio a los demás es un regalo»

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa (IE). Ejerció cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en diciembre de 2019, donde, en un primero momento, fue director del departamento de Desarrollo. En diciembre de 2021, fue nombrado adjunto a la dirección general de SAMU. Un año después ascendió a director general adjunto, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

—Antes de empezar con la entrevista, me gustaría felicitarle por su nuevo nombramiento.
—Muchas gracias. Significa un reconocimiento enorme para mí. Es la primera vez en la historia de SAMU que una persona ajena a la familia fundadora accede a la dirección general.

—En los últimos años, SAMU ha experimentado importantes cambios en la dirección. De hecho, no hace mucho se produjo un relevo generacional. ¿A qué se deben estos cambios?
—A finales de 2021, Carlos González de Escalada, entonces director general de SAMU y ahora presidente de la organización, tomó la decisión de iniciar un proceso de profesionalización en SAMU de una forma pausada y con una serie de hitos y cambios. Aprovechábamos los viajes de trabajo juntos para hablar de cómo llevar a cabo este proceso, no lo hacíamos en la vorágine del día a día. Fue entonces cuando cambió mi figura, que había estado dos años vinculada a la dirección del departamento de Desarrollo y me nombró adjunto a la Dirección General. Al mismo tiempo, Carlos provocó una serie de cambios en las direcciones de las áreas más estratégicas. Yo también empecé a impulsar una serie de cambios tanto en lo relacionado con el personal como en las fórmulas de trabajo. En todo este proceso, siempre he ido de la mano de Carlos, aunque he de decir que he tenido la suficiente autonomía para impulsar los cambios necesarios en cada momento. Debo admitir que creí que en seis meses le iba a dar la vuelta a la organización y aún hoy no lo he conseguido.

—No es fácil cambiar las estructuras y los hábitos de trabajo de una empresa con más de 40 años.
—SAMU ha cumplido ya 43 años y siempre se han hecho las cosas desde la óptica del deber y basándose en la intuición, con pocos datos empíricos y estrategias empresariales. SAMU ha salido adelante porque han sido muy trabajadores, muy innovadores y valientes, pero en cualquier momento de esta trayectoria podía haber venido un vendaval y haberse llevado la organización por delante. Es en el momento en el que la empresa experimenta un gran crecimiento sin precedentes cuando trazamos el Plan 2030 con sus tres hitos troncales; la profesionalización, la internacionalización y la transformación digital. Son líneas de trabajo en las que ponemos mucho empeño. Pretendíamos y seguimos persiguiendo aportar seguridad y sostenibilidad a todo el proyecto.

—¿Es su nombramiento como director general el fin de esa etapa de profesionalización que inició e impulsó Carlos González de Escalada?
—Realmente es la consolidación de todo el proyecto de Carlos González de Escalada y su idea de que en 2025 él ya no sería el director general de SAMU. Es el fin de una etapa que se enlaza inmediatamente con la siguiente y continúa. El hecho de que su sucesor sea alguien externo a la familia no es casual, es un cambio intencionado. Él es un visionario. No da puntadas sin hilo. SAMU está viviendo la transformación de una empresa familiar a una empresa convencional que separa los intereses de la familia de los intereses del negocio y que mira al futuro con ambición.

—Y para usted, ¿qué significa este nombramiento?
—Para mí es un orgullo. He logrado algo que no todo el mundo consigue: aunar mi formación y capacidad de gestión con unos valores, vocación de servicio y acción social que han estado conmigo siempre. Tener un trabajo que aúna estas cuestiones, para mí es un regalo. Me levanto todos los días a las seis de la mañana entusiasmado, me encanta. Trabajar en algo que no te gusta es muy duro y desgraciadamente le ocurre a muchas personas. He tardado tiempo en lograr esto, pero cuando ha llegado el momento me he dado cuenta de que es lo que quiero.

—¿Qué recuerda de su primera etapa en el departamento de Desarrollo?
—Disfruté muchísimo. Llegué a un departamento que, al igual que el resto de la casa, funcionaba de manera un poco arcaica. Todo era en papel. Se guardaba la información en soportes inseguros, memorias locales, discos duros… Todo el proceso era manual. Yo venía de los expedientes de contratación pública, la licitación, de vender a la Administración pública desde los proyectos. Y desde el primer momento sentí que aporté mucho en SAMU. También tuve la suerte de encontrarme con un equipo entregado a los cambios. Y los resultados fueros espectaculares. En esa época lo ganábamos todo. He de decir que también ganábamos todo porque todo nos parecía una oportunidad, no veíamos los números tan bien como los vemos ahora. Pero disfrutábamos, trabajábamos mucho y el equipo estaba entusiasmado. Fue una etapa fantástica.

—Me llama la atención que no se haya mudado y que su despacho aún hoy continúe en el departamento de Desarrollo.
—Ahora cambiaremos, pero me gusta estar aquí porque sigo viendo al equipo con el que empecé. Y aunque era director general adjunto, he seguido participando de la transformación de este departamento para ajustarse a nuestra hoja de ruta. Por ejemplo, todo el equipo habla ya inglés, pues trabajamos en proyectos y expedientes tanto para España como para Estados Unidos y otros países de la Unión Europea. Otro avance ha sido la implantación del área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que, aunque está dentro de Desarrollo, funciona de manera autónoma pues ahora los proyectos no son estancos sino que implican siempre a más de un área. Los tiempos nos llevan a ser una organización transversal cada vez más.

—Ha mencionado antes el Plan 2030 de SAMU ¿En qué punto se encuentra esta hoja de ruta? ¿Está satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento?
—Debo decir categóricamente que sí. Vamos dentro de la hoja de ruta y estamos cumpliendo con los hitos establecidos. Aún queda mucho por hacer, pero también tenemos tiempo. En algunos ejes avanzamos más y más rápido y en otros un poco menos.

—¿En qué ámbitos se ha avanzado más?
—Sorprendentemente, hemos avanzado mucho en la internacionalización de SAMU. No estaba previsto tener ya una plantilla de más de 100 personas en Estados Unidos, por ejemplo. También intentamos con mucha fuerza estar presente en Perú y Ecuador. Tenemos muchos proyectos allí y hemos viajado mucho, pero la inestabilidad política en estos países ha frenado numerosas iniciativas. Nos hemos dado cuenta de que lo mejor es centrarnos en la Cooperación Internacional y la Ayuda Humanitaria en estos países. Ya no le presentamos proyectos a los gobiernos de locales sino a instituciones multilaterales, al Banco Mundial o al Banco Iberoamericano de Desarrollo, y gracias a ello empezamos a ver brotes verdes. El área de Cooperación Internacional también tiene proyectos en Marruecos, Burundi, Bolivia o Nigeria. Todo esto es internacionalización.

—En su discurso de despedida como director general, Carlos González de Escalada mencionó un posible proyecto en Suiza. ¿De qué se trata?
—Suiza es un país foco para nosotros al que hemos viajado varias veces para ver cómo funcionan allí los servicios sociales y los servicios de atención a la migración. Éste es un destino muy recurrente para los migrantes procedentes de Oriente Medio. En Suiza tienen un modelo de trabajo muy diferente al de España pero nos gusta mucho y queremos estar allí. Existe todo un proceso de acompañamiento que va desde aprender el idioma, formarse profesionalmente e ir cubriendo determinados hitos hasta conseguir ese estatus de refugiado y un permiso de trabajo. Como digo, queremos estar ahí y lo vamos a hacer a través de alianzas con entidades locales y con la experiencia de SAMU. En breve vamos a viajar de nuevo a Suiza para avanzar en este asunto.

—El crecimiento y la diversificación de la actividad de SAMU en la última década ha sido excepcional. Desde ambulancias y formación en el ámbito de las emergencias a acogida de menores, pasando por la atención a personas dependientes o migrantes, inserción laboral, salud mental, intervención socioeducativa, cooperación internacional, ayuda humanitaria, investigación… ¿Cómo es posible aunar todos estos ámbitos bajo un mismo logo y que todo funcione?
—SAMU no es una empresa al uso. Por lo general, una empresa se dedica a algo en concreto y diversifica en cuestiones cercanas. SAMU nació en una ambulancia y de ahí pasó a prestar determinados servicios médicos. Después se creó Fundación SAMU y llegaron los centros dirigidos a personas dependientes, con discapacidad o los centros de menores. Es entonces cuando empieza la diversificación, pero todo al final está enlazado. Quien ha impulsado este crecimiento ha sido Carlos González de Escalada durante su etapa de 14 años como director general. Como ya he dicho, ha sido un visionario, aunque es cierto que el crecimiento y la diversificación dejaron a veces atrás los sólidos cimientos para dar soporte a tantas cosas. Eso es lo que hemos logrado hacer ahora. SAMU no tiene una réplica exacta ni en España ni en ningún lugar, o al menos yo no la he encontrado. Esto es una gran orquesta que suena así de bien porque hay varios directores de orquesta que saben llevar a la perfección cada uno su parte. Es un hito haber logrado esta expansión y, también, darle solidez a todo después de haber construido el edificio. Considero que ha habido poco reconocimiento a la labor de Carlos González de Escalada durante los últimos 14 años y debe hablarse más de ello.

—Sus compañeros valoran de usted la templanza y la serenidad. ¿Se identifica con estos valores?
—Sí, pero no es cierto. Yo no me altero, o al menos no me suelo alterar. No levanto la voz, no sé dirigir así, tengo otro estilo. Sí tengo una enorme resiliencia porque mi padre me educó en la frustración y en la esperanza. Nada que ver con lo que usualmente se vive hoy con los hijos. Eso me ha hecho absolutamente resiliente. Yo lo llamo resistente. Me podré hundir tantas veces como sea pero siempre voy a salir a flote. Por otro lado, como se suele decir, la procesión va por dentro.

—¿Ha recargado las pilas este verano?
—No, este verano ha sido un disparate de trabajo salvo una semana que me fui a Asturias con mis hijos. He estado tres semanas yendo y viniendo de Canarias debido a la emergencia migratoria. Además de a Ceuta, Baleares…

—Tengo entendido que ha leído este verano El Quijote.
—Sí, era algo que tenía pendiente.

—No es precisamente una lectura ligera para desconectar en verano.
—Hay que leerlo con cierta mentalidad, sí. Tenemos muchos refranes y frases hechas que proceden de este libro. Es una aventura constante y tiene cosas muy divertidas y disparatadas. Además, podemos encontrar cierto paralelismo con SAMU en eso que nos enseña El Quijote de que hay una parte soñadora y otra con los pies en la tierra. Soy una persona muy con los pies en la tierra, que como a todos me gusta soñar y creer en los proyectos, pero sobre todo me gusta hacer y ver las cosas terminadas. Desde que llegué traigo conmigo mi vocación de servicio. Cada día pienso que vengo a aportar, a ayudar. Si no ayudo a la organización y a mis compañeros, no estaré haciendo bien mi trabajo.

«SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades»

Tal como destaca José Antonio Trujillo, «estamos en otros tiempos, todo evoluciona». Por esta razón, SAMU seguirá dando pasos hacia la profesionalización de la organización. «Intentar dar soluciones de ayer a los problemas de hoy siempre me ha parecido un error. SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades».

En este sentido, el nuevo director general propone como estrategia provocar «deliberadamente» un cambio en el enfoque del área de Dependencia e Inclusión. «Yo creo firmemente en la especialización y este área es muy genérica». «La cuota de mercado en dependencia en SAMU es mínima y el mercado y las necesidades de atención son inmensas. También es cierto que las dificultades son grandes, aunque no debemos desdeñar la evidencia de los factores demográficos, la prolongación de la vida y las necesidades presentes y futuras», señala Trujillo.

La inclusión, que hasta hace poco tiempo era un concepto social y doméstico vinculado a la diversidad o a la mujer, ahora ha cambiado y está muy vinculado a la migración. «Arduo trabajo el que queda por delante para el abordaje excelente de la inclusión social. Miles de migrantes seguirán llegando a nuestro territorio con miles de necesidades. ¿Por qué no está SAMU entre el selecto grupo de entidades acogedoras temporales de adultos? ¿Qué nos impide liderar de la mano de la Administración la formación para el empleo, la inserción social y laboral tan necesaria?».

Trujillo hace también hincapié en la necesidad de tomar conciencia de lo mucho que tiene que virar Infancia y Familia. «Tanto en la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia como en la Andaluza vemos la tendencia a buscar un cambio en el modelo de acogimiento residencial por debajo de los 13 años, fomentando el acogimiento familiar. Es el horizonte que vemos y que se irá implantando en las diferentes comunidades autónomas como un radical cambio de modelo en el sistema de protección de menores. Todo apunta a concienciar más sobre la necesidad de un mayor número de familias disponibles para acogimiento familiar en detrimento del actual sistema residencial de acogimiento, que seguirá siendo vital».

Para Trujillo, SAMU debe ir por delante y fortalecer sus recursos residenciales especializándolos con equipos muy profesionalizados. «En mi opinión, el futuro pasa por centros especializados en situaciones de conflicto social y por los de intervención en problemas de conducta, centros terapéuticos o de medidas judiciales además de los de atención a la diversidad».

 

SAMU es el nuevo ‘fichaje’ del Real Betis para esta temporada

SAMU, con más de 40 años de experiencia en el ámbito de las emergencias sanitarias, ha firmado un acuerdo con el Real Betis Balompié para encargarse del dispositivo de emergencias sanitarias del club en los partidos que dispute en su estadio, el Benito Villamarín, durante toda la temporada 2024/2025. Este convenio fue rubricado por el director general corporativo del Real Betis. Federico Martínez, y el director general de SAMU, José Antonio Trujillo.

El dispositivo sanitario se desplegará en el estadio Benito Villamarín, o en las instalaciones que el club designe en partidos como local, en los partidos de La Liga, la Copa del Rey, amistosos o competiciones europeas, garantizando la cobertura ante cualquier eventualidad sanitaria que pueda surgir durante estos encuentros. Estos dispositivos sanitarios estarán formados por cuatro médicos especializados en emergencias y catástrofes, seis enfermeros y 19 Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), además de cuatro ambulancias medicalizadas con Soporte Vital Avanzado.

SAMU atenderá las emergencias sanitarias de los jugadores y personal técnico, y a las decenas de miles de espectadores en las instalaciones del estadio de un club que cuenta con más de 50.000 abonados.

Las coberturas que asumirá la entidad contemplan la atención al paciente crítico y de riesgo; la asistencia de urgencias y emergencias médicas; la asistencia patológica banal sanitaria; el traslado medicalizado y no medicalizado de los pacientes atendidos a centros hospitalarios de referencia y la coordinación, gestión de recursos y alerta hospitalaria desde el centro coordinador de emergencias de Sevilla.

Este acuerdo con el Real Betis Balompié se suma a la experiencia de SAMU en dispositivos sanitarios en grandes eventos deportivos, como su trabajo con el Sevilla FC en las temporadas 16/17, 17/18 y 19/20, en la Maratón de Sevilla o en la Titán Desert, demostrando su capacidad para planificar y ejecutar operativos que aseguran la seguridad y bienestar de todas las personas implicadas en la celebración de grandes eventos.

SAMU aportará un equipo de profesionales de alta cualificación y con experiencia en emergencias sanitarias. Estarán respaldados por un despliegue logístico y asistencial de primer nivel que se activará 120 minutos antes de cada partido y se desactivará 30 minutos después de la finalización del mismo.

La entidad se compromete además a ofrecer un curso de formación en Soporte Vital Avanzado para el personal propio de los servicios médicos del Real Betis.

Con esta nueva colaboración, SAMU sigue consolidándose como un referente en la cobertura de emergencias en eventos de gran magnitud, y reafirma su compromiso con el deporte andaluz y el bienestar de la ciudadanía.

SAMU ya ha atendido a más de 370 menores en Ceuta en lo que va de año

Fundación SAMU tiene la misión institucional de gestionar la emergencia que implica la llegada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto a través de la frontera con Marruecos. La organización puso en marcha en febrero la Operación Ceuta 2024 con el objetivo de reactivar infraestructuras de acogida y reforzar el dispositivo de atención a menores existentes en la ciudad autónoma. Este verano, especialmente en agosto, la actividad se intensificó ante el incremento de la llegada de menores extranjeros no acompañados y se activó un dispositivo de emergencia.

«Ceuta es un enclave geográfico singularmente situado muy favorable al movimiento migratorio ininterrumpido entre África y Europa y especialmente favorable a la población marroquí por las circunstancias socioculturales que han determinado un mestizaje progresivo transfronterizo estable. Es obvio que las circunstancias demográficas son determinantes. Nada ni nadie puede parar los flujos migratorios globales cuando responden a desequilibrios de vida», explica Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU y responsable del dispositivo de emergencia de Ceuta.

«La gestión de un centro de menores es apasionante y solo se concibe así si eres capaz de asumir la enorme trascendentalidad del resultado esperado. Se trata de transformar una palpitante materia prima en elementos cruciales de alta demanda para una sociedad envejecida y con niveles de dependencia progresiva, en todos los servicios, ayudamos a ayudarnos. Esta visión más que romántica, es natural, está fundamentada en la consolidada experiencia que tiene Fundación SAMU en su trayectoria de acompañamiento y atención a más de 3.000 menores».

Durante el mes de septiembre, el dispositivo de emergencias de SAMU en Ceuta ha recibido la visita de la ministra de Juventud e Infancia de España, Sira Rego; y del nuevo director general de SAMU, José Antonio Trujillo.

Más atenciones que en 2023

En 2023, Fundación SAMU atendió a un total de 342 menores en la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia La Esperanza, cuya capacidad inicial era de 60 plazas. «A principios de 2024, el escenario migratorio en Ceuta experimentó un cambio drástico. La afluencia de menores migrantes aumentó significativamente, provocando una sobreocupación en el centro La Esperanza, que duplicó su capacidad. El número de menores acogidos en el primer semestre del año 2024 ya supera el total de menores atendidos durante el año 2023», explica Siham Khalifa, directora adjunta del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU.

A fecha de 19 de septiembre de 2024, Fundación SAMU había acogido en Ceuta en lo que va de año a 371 menores, 30 más que en todo 2023 y aún quedan tres meses para que finalice el año.

«La sobreocupación en el centro La Esperanza llevó a Fundación SAMU a habilitar nuevas instalaciones para gestionar la emergencia migratoria que vive la ciudad autónoma de Ceuta. El primer paso fue la apertura del Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, en marzo de 2024, con una capacidad para atender a 36 menores. Este centro tiene como objetivo principal la formación y capacitación de los jóvenes para prepararlos para una vida independiente, diseñando itinerarios personalizados de inserción sociolaboral», continúa Siham Khalifa.

Ante el aumento continúo del número de menores que llegaban a Ceuta, el 10 de mayo de 2024 se habilitó el Centro Aljarafe, con capacidad para 60 jóvenes. Este centro ayudó a descongestionar La Esperanza, trasladando 60 menores desde el centro inicial.

Además, el 11 de julio de 2024, se habilitó el Centro Nueva Esperanza, en el Tarajal, diseñado para la primera acogida de menores sin acompañante adulto, con capacidad para 60 menores. La apertura de este centro permitió cerrar definitivamente la Unidad de Acogida Temporal La Esperanza.
«En agosto de 2024, una nueva entrada masiva de menores intensificó la crisis, llevando a Fundación SAMU a habilitar más espacios. Se realizaron ajustes significativos en los recursos, como la ampliación del Centro Triana para acoger a 159 menores, incorporando 15 nuevos módulos. El Centro Aljarafe también aumentó su capacidad para 110 menores. Asimismo, Nueva Esperanza amplió su capacidad inicial para albergar a 108 menores, gracias a la habilitación de nuevos espacios», explica Siham Khalifa.

Tras estos cambios, en la actualidad, Fundación SAMU gestiona tres centros especializados en Ceuta para la atención de menores migrantes no acompañados: Centro Nueva Esperanza (Tarajal), con una capacidad de 108 plazas; Centro Aljarafe, con 110 plazas; y Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, con una capacidad para 159 menores.

«Estos centros brindan una atención integral adaptada a las necesidades de los menores en distintas fases de su proceso migratorio, desde la recepción inicial hasta la preparación para la vida independiente», comenta Siham Khalifa. «Uno de los pilares fundamentales en la atención a los menores migrantes es asegurar su acceso a la educación, tanto formal como informal. Fundación SAMU implementa programas educativos que incluyen clases de idioma y actividades de integración cultural y social, promoviendo la inclusión de los menores en la comunidad local».

En este sentido, Carlos Álvarez Leiva añade: «En la Fundación SAMU, trabajamos para identificar y desarrollar los talentos individuales de cada menor, fomentando en ellos una cultura de compromiso y responsabilidad. A través de una estructura organizada por niveles, se les instruye en competencias específicas que les preparan para contribuir activamente al funcionamiento del centro, al mismo tiempo que adquieren habilidades útiles para su integración social».

Todos los centros gestionados por Fundación SAMU operan en estrecha colaboración con instituciones y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esta coordinación garantiza una atención integral que abarca desde la protección básica hasta el desarrollo personal y la integración social de los menores.

La respuesta de Fundación SAMU ante la crisis migratoria de menores no acompañados ha sido clave para gestionar el creciente número de niños y adolescentes que llegan a Ceuta.

La ampliación de los centros y la implementación de programas de educación y formación han permitido ofrecer un entorno más seguro y preparado para afrontar las demandas de esta emergencia humanitaria.

«El trabajo coordinado entre diferentes actores y la constante adaptación de los recursos han sido esenciales para asegurar una atención eficaz y digna a los menores migrantes, contribuyendo a su desarrollo integral y futura integración social», concluye la directora adjunta del área de Infancia y Familia de SAMU. El trabajo no cesa en Ceuta.

Recuerdos y vino: un taller inolvidable para mayores en el Centro de Día Ciudad de Alfaro

En el corazón de La Rioja, donde el vino es mucho más que una bebida, el Centro de Día para Personas Mayores Dependientes Ciudad de Alfaro de Fundación SAMU ha llevado a cabo una experiencia inolvidable para sus usuarios: un taller de vendimia que no solo recupera una tradición local, sino que también ofrece a los mayores una conexión profunda con su pasado. Este evento no solo celebra la importancia de la vendimia en la región, sino que también subraya los beneficios significativos que tales actividades tienen para la población mayor.

La vendimia en La Rioja es una tradición que ha acompañado a la comunidad desde tiempos inmemoriales. Esta labor, esencial para la producción del vino, tiene un impacto cultural y económico considerable en la región. El proceso de cosecha de la uva, que antes se realizaba manualmente, ha evolucionado con los avances tecnológicos, como las modernas cosechadoras mecánicas que ahora facilitan esta ardua tarea. Sin embargo, para muchos residentes de Alfaro, la vendimia sigue siendo un símbolo de identidad y un momento de conexión comunitaria.

Durante el mes de septiembre, época en la que se realiza la recogida de la uva, el Centro de Día para Mayores Ciudad de Alfaro se sumergió en el mundo de la vendimia a través de un taller de reminiscencia. Esta actividad es una ventana al pasado, donde los mayores pueden revivir y compartir sus experiencias personales relacionadas con la vendimia.

Profesionales del Centro de Día destacan que, a pesar de la modernización del proceso, los mayores mantienen un profundo cariño por las épocas en que la recolección se realizaba manualmente. Para ellos, la vendimia era una oportunidad para socializar con vecinos, familiares y amigos, un aspecto que sigue siendo vital para la cohesión comunitaria.

Este taller en el Centro de Día se convierte en un espacio de encuentro y aprendizaje, donde los participantes rememoran cómo se realizaba la recolección con herramientas tradicionales como el «gabinete» o el «corquete», y cómo se almacenaban las uvas en cestos llamados «cunachos».
Los relatos sobre el cuidado meticuloso con el que se trataba la uva para evitar que se estrujase demasiado y la preparación del vino en las bodegas locales son narrados con gran detalle por los mayores del centro. Estos cuentan cómo se transportaba el vino a las bodegas, donde se pisaba con «garbo» y cómo se realizaba el proceso de fermentación y conservación en cubas de madera.

«Los racimos de uva eran cortados con un gabinete o corquete, herramientas que ayudaban en la recolección del preciado fruto. Se cortaban y depositaban en cestos o cunachos, pero eso sí sin estrujarlos mucho, ya que sino caía el caldo a la tierra y no valía. Era y es un producto muy valioso y delicado que se trataba con mucho mimo y esmero. Cuando se llenaba el cunacho, se cargaba al hombro y se vaciaba en un comportillo, una especie de cubo grande de madera, siempre cerca del carro o galera», explica los mayores del centro.

«Posteriormente, el vino se transporta a las bodegas, en las cuales era pisada con garbo, como decimos aquí. Cuando iban pasando los días, el caldo adquiría color e iba fermentando. Entonces se sacaba la raspa a la prensa y se juntaba todo en el tino. Tras un tiempo, se comprobaba con una vela que no había tufo. Finalmente, se trasegaba a las cubas para seguir su proceso. Luego, las bodegas del municipio entregaban unos vales a cada familia para luego coger el vino cuando estuviese preparado. La mayoría de las casas alfareñas disponían de bodega particular, para almacenar los garrafones en un lugar fresquito, ayudando así a su conservación. Y cuando necesitaban beber para comer, se bajaba a rellenar el porrón”.

Este tipo de actividad no solo revive la memoria colectiva, sino que también proporciona beneficios significativos para los mayores. La participación en talleres que evocan experiencias pasadas puede mejorar la salud mental y emocional de estas personas, ayudándoles a mantener una actitud positiva y un sentido de propósito. Además, las actividades grupales como éstas fomentan la interacción social y fortalecen los lazos entre los participantes, contribuyendo a su bienestar general.

La vendimia también tiene un papel importante en la economía de La Rioja. El vino es uno de los productos más emblemáticos de la región, y su producción genera empleo y fomenta el turismo. El Centro de Día para Mayores Ciudad de Alfaro reconoce esta conexión al involucrar a los usuarios en una actividad tan representativa de la identidad local, al tiempo que apoya la cultura vitivinícola de la región.

La experiencia de este año fue especialmente significativa. A pesar de las inclemencias meteorológicas que preocuparon a los mayores, el taller pudo llevarse a cabo con éxito. Gracias a la generosa colaboración de una familia alfareña (Charo, Bayo y Alfonso), los usuarios del centro tuvieron la oportunidad de participar en la recolección de la uva de la variedad tempranillo, realizando la actividad tal como se hacía hace décadas. La uva recogida fue llevada al centro para extraer el mosto, que luego fue degustado en un taller de cocina, proporcionando una experiencia sensorial completa.

La emoción y el entusiasmo de los mayores durante el taller fueron palpables. Sus relatos y recuerdos sobre la vendimia y la producción de vino reflejan un profundo apego a sus tradiciones y una celebración de su legado cultural.

«El éxito del taller no hubiera sido posible sin la colaboración desinteresada de Charo, Bayo y Alfonso», apuntan los profesionales del centro, que expresan su gratitud especial a esta familia, cuyo amor y dedicación hicieron posible que el taller se convirtiera en una experiencia memorable para todos los involucrados.

El taller de vendimia del Centro de Día para Personas Mayores Dependientes Ciudad de Alfaro fue mucho más que una simple actividad recreativa. Fue una celebración de la cultura vitivinícola de La Rioja, un medio para preservar y transmitir tradiciones y, sobre todo, una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la nostalgia y la socialización. Este tipo de iniciativas no solo honran el pasado, sino que también fortalecen el presente, ofreciendo a los mayores una manera de reconectar con sus raíces y disfrutar de la riqueza cultural de su tierra.