8M: La transformación del futuro

Mujer no se nace, se hace. Ya lo decía la legendaria filósofa francesa, escritora y activista feminista Simone de Beavoir en su libro El segundo sexo, publicado en 1949. “No se nace mujer, se llega a serlo”, escribió De Beavoir, unas palabras claves que iniciaron el movimiento feminista del siglo XX. Su reflexión, que se convirtió en el lema del feminismo, apunta que tanto mujeres como hombres son moldeados por la sociedad para cumplir determinados roles, mandatos y exclusiones. Como ella, numerosas mujeres a lo largo de la historia han alzado sus voces reivindicando la igualdad de género. Algo que muchas mujeres y hombres seguimos haciendo hoy reivindicando año tras año la importancia del 8M.

Hace dos años, cuando me nombraron directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, no sólo cumplí una de mis metas profesionales sino que también se abrió ante mí la oportunidad de liderar un proyecto personal en el que creía y con el que me identificaba. Tenía la necesidad de poder contribuir a hacer posible ese cambio social que durante toda mi vida había soñado; primero, como niña, y, luego, como mujer y madre. No siempre una persona tiene la oportunidad de crear y trabajar con libertad, y de contar con la confianza y el respaldo de tu empresa y tu equipo. Yo lo he logrado.

SAMU apostó por mí desde un primer momento y eso me hace sentir, profesionalmente, que soy una mujer afortunada, aunque esto no hace que me olvide de todos los obstáculos que me he encontrado por el camino.

Desde hace varios años, SAMU y su fundación realizan proyectos relacionados con la igualdad y el empoderamiento de la mujer, y, desde 2021, cuenta con un área que engloba e impulsa todas estas acciones.

Este compromiso por parte de SAMU nace en la propia organización y en el propósito de que sus trabajadoras y directivas estén reconocidas profesionalmente y no se topen con el denominado techo de cristal. Actualmente, el 74% de la plantilla de SAMU y su fundación son mujeres ,y el 48,6% de los cargos directivos están ocupados por féminas. Además, el 50% de los miembros de la comisión ejecutiva (máximo órgano de la dirección) son mujeres.

Desde el área de la Mujer de SAMU atendemos a mujeres víctimas de violencia de género ofreciéndoles alojamientos de urgencia para protegerlas de sus agresores. También, servicios de apoyo psicológico para ayudarles a gestionar y superar esa terrible experiencia. Además realizamos talleres formativos de alfabetización, empoderamiento femenino y formaciones en nuevas masculinidades, entre otros proyectos.

Pero si hay una iniciativa de la que me siento especialmente orgullosa es de la creación de las Guías Coeducativas para los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, dentro del proyecto El desafío de convivir en igualdad, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Igualdad.

Creo firmemente que es clave promover la igualdad en base al respeto a la diversidad, la valoración y la visibilización de lo femenino, y el impulso a la libertad de elección. Conocernos, desaprender y aprender para identificar nuestros propios sesgos, reflexionar sobre los modelos sociales que tenemos y cuestionar los valores que transmitimos son acciones decisivas para alcanzar la igualdad. Todos y todas tenemos la responsabilidad y el compromiso de educar a los niños y niñas de nuestra sociedad en igualdad para lograr que, en un futuro, vivan en una ciudadanía plena en derechos y libertades.
Trabajemos en el presente para lograr la transformación del futuro.

Por Concepción Pérez. Directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU

Turquía 2023: La vida y la muerte bajo los escombros

Alas cuatro horas y diecisiete minutos del 6 de febrero, cuando casi toda la población estaba sumida en el sueño profundo de la madrugada, dos terremotos consecutivos sacudieron las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los seísmos, de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter, tumbaron ciudades enteras en lo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, definió como la mayor tragedia sufrida en el país desde el terremoto de Erzincan, sucedido en 1939. La devastación fue similar en Siria, país que además cuenta con el agravante de estar sumido en una guerra civil desde hace más de diez años. Poco después del amanecer del mismo 6 de febrero, cuando ya se contabilizaban por miles los muertos y desaparecidos en ambos países, SAMU, en España, activó un gabinete de crisis para valorar su intervención inmediata en la catástrofe.

En la misma mañana se establecieron contactos con los financiadores habituales de la Fundación y con diversas instituciones para recabar apoyos para la puesta en marcha de la misión. SAMU también ofreció su estatus de “disponibilidad” a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa EMT tiene como objetivo priorizar y mejorar la capacidad de los equipos locales para responder a las emergencias y fortalecer la red para brindar apoyo en emergencias cuando sea preciso en contextos como el desatado por los terremotos.

Las primeras gestiones dieron como resultado el envío de un equipo cinológico a Turquía formado por tres personas: Juan Gutiérrez Zazo, como responsable del dispositivo, Juan Hidalgo Martínez, como jefe de rescate, y el guía canino Antonio Miranda Escudero. Junto a ellos, un elemento clave en la expedición: Homero, un pastor belga de seis años entrenado para labores de rescate desde que era un cachorro de dos meses. Partieron en dirección a Turquía desde Escuela SAMU (Gelves, Sevilla) en la mañana del 8 de febrero.

Unas horas antes, de forma paralela, Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, acompañado de efectivos de la ONG estadounidense Project Hope, colaboradora habitual de SAMU, había partido desde España con dirección a Turquía para valorar sobre el terreno la oportunidad de despliegue de una misión sanitaria de la entidad. El objetivo de ambas organizaciones era enviar con la mayor celeridad posible un equipo médico de primera intervención, en coordinación con las autoridades de emergencias locales e internacionales.

El escenario tras el desastre

Con la colaboración de Project Hope y Médicos del Mundo, el equipo cinológico se desplegó en Adiyaman, ciudad al sureste de Turquía con una población de alrededor de 330.00 personas que estaba completamente devastada tras los temblores de la tierra. El escenario, según relató desde allí Juan Gutiérrez Zazo, estaba formado por edificios convertidos en escombros; personas durmiendo en la calle o deambulando sin tener dónde ir después de haberlo perdido todo; hogueras en las calles para aliviar el frío extremo; desabastecimiento de agua corriente y electricidad; puestos callejeros improvisados repartiendo comida o botellas de agua potable, y equipos de rescate intentando mantener la esperanza de encontrar supervivientes en el desastre. “He visto unos niveles de solidaridad muy importantes”, subrayaría Gutiérrez Zazo.

Desde su llegada, la misión del equipo era “encontrar vidas”. “Íbamos allí a rescatar a personas. Nos iban dando avisos de dónde se escuchaban voces, lugares en los que podía haber supervivientes bajo los escombros. Dábamos orden al perro para que buscara dentro del edificio derruido, si es que era posible”, recuerda Zazo.

En medio de la devastación total, el equipo de SAMU solo pudo encontrar cadáveres. “Que no pudiéramos rescatar a personas con vida era una probabilidad que teníamos en mente. El tiempo allí juega en contra del rescate por la magnitud del seísmo y por las condiciones meteorológicas que nos hemos encontrado, que no eran nada favorables”, señala. “Son muchas las imágenes que se quedarán con nosotros, como el cuerpo sin vida de una mujer embarazada que encontramos en su cama junto a otra hija encima, el de una señora muy mayor… Son momentos que serán difíciles de olvidar”.

Tras el rescate, excavadoras

El equipo cinológico dividió sus cinco días de trabajo entre las ciudades de Adiyaman y Antioquía, gracias al soporte de Médicos del Mundo y Project Hope, y también “gracias al pueblo turco, que a pesar de que lo está pasando muy mal, se desvivía por agradecer todo lo que se está haciendo por ellos”, observa Gutiérrez Zazo. La misión finalizó el 13 de febrero, ya sin ninguna esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros, y cuando los equipos de rescate eran sustituidos sobre el terreno por las excavadoras y los camiones.

En paralelo al trabajo de este dispositivo, Borja González de Escalada, vicepresidente de SAMU, realizaba tareas de inteligencia a fin de detectar oportunidades para el despliegue de un equipo de sanitarios, en mitad de una ola de ayuda humanitaria. Recorrió zonas afectadas, ciudades “semifantasmas”, como Adiyaman y Antioquía, hasta reunirse con el dispositivo cinológico y unirse a las labores de búsqueda.

Pendientes de autorización

Borja González de Escalada, en contacto permanente con las autoridades locales y con el gabinete de crisis operativo en España, alargó su estancia unos días más en Gaziantep a fin de obtener la autorización para llevar un hospital de campaña con sanitarios españoles a las zonas más afectadas por el terremoto. Esa autorización, sin embargo, sigue pendiente, y todo apunta a que se postergará hasta marzo, aunque las necesidades de ayuda en el ámbito sanitario en el país se prolongarán durante meses.

Al cierre de esta edición de Revista SAMU, el número de víctimas del terremoto en Turquía superaba las 43.500 personas. El ministro del Interior, Süleyman Soylu, precisó que, en la provincia de Hatay, la más afectada por el seísmo, todavía había algunos edificios con personas bajo los escombros. En Siria el número de fallecidos supera los 6.000, pero la cifra está abierta.

Fundación SAMU, entidad especializada en emergencias sanitarias y acción social, ha desarrollado en las dos últimas décadas misiones humanitarias en países como Irán, Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras y República Dominicana.

El dorsal de SAMU en la maratón de Sevilla

Más de 100 profesionales de la sanidad, las urgencias y las emergencias, entre médicos, enfermeros, Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), técnicos de apoyo logístico, fisioterapeutas y personal en formación de Escuela SAMU, además de 31 vehículos, formaron parte del dispositivo sanitario de SAMU en la XXXVIII edición del Zurich Maratón de Sevilla, una de las pruebas más prestigiosas y multitudinarias del panorama nacional.

Una edición más, y ya van 37, el equipo de SAMU estuvo al cuidado de los casi 12.000 participantes de la maratón, en coordinación con los servicios de emergencias del Ayuntamiento de Sevilla, para garantizar una respuesta rápida y eficaz en las situaciones de emergencias en todo el recorrido por el centro de la ciudad, y ofrecer asistencia sanitaria a los propios corredores.

El dispositivo estuvo bajo el mando de José Antonio Vázquez, director de operaciones de SAMU. El objetivo del mismo era no sólo intervenir en la atención a deportistas, sino también en cualquier escenario de emergencias que pudiera producirse, como una avalancha o un atentado terrorista.

El Zurich Maratón de Sevilla 2023, organizado un año más por el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Sevilla y Motorpress Ibérica, se celebró el 19 de febrero y tuvo salida y meta en el Paseo de las Delicias a través de un nuevo recorrido de 42 kilómetros en el que destacó la reducción del número de curvas, lo que favoreció que fuera una carrera más rápida que otros años y que los participantes mejorasen sus tiempos. Los kilómetros finales discurrieron por el centro de la capital andaluza, recorriendo todos los principales monumentos de la ciudad y el centro histórico. Esto permite al público seguir más fácilmente la carrera y hace que los participantes se sientan más arropados. Todo esto obligó a SAMU a reestructurar la logística de años anteriores para atender las necesidades organizativas de una prueba que cuenta con 12.000 dorsales reservados.

El equipo de profesionales de SAMU se citó a las seis y media de la mañana en la sede central de la organización, en la Isla de la Cartuja, dos horas antes del comienzo de la prueba. Allí, José Antonio Vázquez y Juan González de Escalada, director de Emergencias de SAMU, dieron las últimas instrucciones a sus compañeros, se revisó el material y se organizaron los diferentes equipos. Antes de que cada profesional ocupara su posición a lo largo del recorrido de la carrera, todo el personal se concentró en una rampa fuera del edificio, junto a las ambulancias, para escuchar al doctor Carlos Álvarez Leiva, la voz de la experiencia.

Durante este briefing, el presidente de honor y fundador de SAMU recordó a cada uno de los asistentes la importante misión que tenían por delante y la gran responsabilidad que tenían como sanitarios. Después de estas palabras, cada equipo se marchó a sus puntos de referencia. Todos los profesionales estaban en sus puestos media hora antes del pistoletazo de salida.

El dispositivo sanitario para dar cobertura a la maratón estuvo compuesto por un total de 107 profesionales de la sanidad y de las urgencias y emergencias repartidos en cinco categorías profesionales con distintas funciones organizativas, logísticas y asistenciales (médicos, enfermeros, técnicos y auxiliares de enfermería): director del dispositivo (1), médicos expertos de emergencias (20), enfermeros expertos en emergencias (26), TES (26), fisioterapeutas (2), auxiliares de enfermería (4), técnicos de apoyo logístico (15), técnicos CECOP (2), enfermeros expertos en emergencias motorizados (6), un médico especialista en cardiología y un médico especialista en traumatología.

Los recursos materiales estaban organizados en dos grandes grupos. Los primeros eran las infraestructuras fijas montadas y distribuidas en la carrera. Así, se montó un hospital de campaña en el Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler de Sevilla para prestar asistencia sanitaria tanto a los corredores como al público del evento.

El segundo grupo incluía todos los recursos móviles repartidos a lo largo del circuito y distribuidos en 22 puntos. Éstos contaban con material de soporte vital, primeros auxilios y de desfibrilación temprana. Las UVIS móviles y puntos fijos, además, tenían un maletín polivalente y material para vía aérea.
Fuentes del dispositivo señalaron que no se produjeron incidentes de gravedad en la prueba. A falta del informe oficial, el equipo realizó más de 1.100 asistencias, siete de las cuales fueron traslados a hospitales de la ciudad y dos, al hospital de campaña. Como en el resto de carreras de estas características, predominaron las hipotermias, la deshidratación, los síndromes gastrointestinales y los problemas musculoesqueléticos, todas ellas situaciones provocadas por el esfuerzo extremo al que se somete al organismo en una maratón, tanto en deportistas de alto nivel como en deportistas amateur.

La XXXVII edición del Zurich Maratón de Sevilla es una de las primeras maratones del año y una de los más planas de Europa. Esta maratón pasó a la historia en 2022 después de que los etíopes Asrar Abderehman (2:04:43) y Alemu Megertu (2:18:51) batieran los récords masculino y femenino de la prueba y el español Ayad Lamdassem (2:06:25) batiera la plusmarca nacional.

Este año el más rápido fue el etíope Gadise Birhanu Shumie, que se quedó a un puñado de segundos del récord de la prueba. Ganó con un tiempo de 2:04.59 horas. No lo consiguió, pero cumplió con los objetivos de los organizadores de bajar de 2:05 horas y de paso le metió un tremendo bocado a su mejor marca personal, lograda en Montreal en 2022 (2:09.23). La keniana Jackline Chelal fue la primera en llegar a la meta en la categoría femenina en 2:20.28 horas. Su mejor registró acreditado era de 2:09.22 (Madrid, 2021), demostrando que las calles de la capital andaluza son inigualables a la hora de buscar la mejor marca personal.

La 38ª edición del Zurich Maratón de Sevilla se cerró con unas cifras de participación similares a los datos previos a la pandemia del Covid-19. Una cita en la que, además, el 37% de los participantes fueron corredores procedentes de otros países. La Maratón de Sevilla quiere seguir su imparable línea de crecimiento y ya hay fecha programada para celebrar la próxima edición. Será el 18 de febrero de 2024.

Graciela Martín, directora del Centro de Menores de Día de Maneje: “Mi objetivo es hacerle la vida más bonita a los niños”

Graciela Martín (1980, Arrecife, Lanzarote) lleva 23 años trabajando en centros de menores residenciales como auxiliar técnico educativa, educadora y en puestos de dirección. Actualmente, dirige el recurso de día Maneje, gestionado por Fundación SAMU desde 2022.

—Desde 2022, Fundación SAMU gestiona el Centro de Día Maneje, dirigido a menores, pero anteriormente ya estuvo en funcionamiento.
—Sí, el recurso abrió sus puertas por primera vez el 20 de noviembre de 2012, el Día Internacional del Niño. En aquella época, el centro era gestionado por el Ayuntamiento de Arrecife, pero, durante los dos años de pandemia, cerró forzosamente sus puertas. Tras la crisis sanitaria, el gobierno local sacó a concurso este recurso, y Fundación SAMU apostó por su gestión.

—¿Qué supuso para usted este cambio de gestión?
—Estoy agradecida a la Fundación SAMU, ya que apuesta por la promoción interna. Yo trabajaba en el Centro de Menores de Tinajo, en Lanzarote, y con este cambio de gestión, SAMU me propuso cambiar de recurso y empezar a gestionar el Centro de Día de Maneje. Para mí ha sido todo un reto, ya que empezábamos prácticamente desde cero, sin protocolos de ningún tipo ni gestión interna. De hecho, tuvimos que darle una vuelta a la decoración de las instalaciones porque eran muy infantiles y no tenían vida.

—¿De cuántas plazas dispone este recurso?
—El centro cuenta con 20 plazas para niños y niñas que están en situación de prevención y riesgo familiar.

—¿Cómo son seleccionados estos menores?
—Los trabajadores y educadores sociales del Ayuntamiento de Arrecife son quienes proponen y deciden, junto con el equipo educativo del Centro de Día de Maneje, qué niño, niña o grupo de hermanos entran en el recurso. A partir de este momento, ambos equipos trabajan en coordinación: el equipo educativo de Maneje trabaja con los niños, y el Equipo Municipal Especializado en la Atención a la Infancia y la Familia del Ayuntamiento de Arrecife (EMEAIF), con las familias.

—¿Cuál es el objetivo de este dispositivo?
—Nuestro objetivo principal es que la situación familiar de estos niños y niñas mejore y no acaben en un Centro Residencial Estable en un futuro.

—¿Cuántas personas trabajan en este recurso?
—El equipo de profesionales del Centro de Día de Maneje está formado por Desirée Renda Perera y Nereida Elvira Álvarez, ambas auxiliares técnicos educativo, y por mí, que soy la directora del recurso.

—¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo?
—Las actividades que realizamos con los menores van desde el apoyo educativo a talleres de higiene y autonomía personal, talleres lúdicos y de ocio, y actividades especiales con motivo, por ejemplo, del Día Universal del niño, el Día de la No Violencia y la Paz o el Día de Canarias. También realizamos excursiones por la isla e, incluso, dormimos fuera de casa, entre otras actividades. El equipo educativo siempre vela por una buena relación con las familias de los niños que acuden al centro. Les hacemos partícipes de la dinámica de sus hijos en el recurso. El objetivo es fomentar en ellos una mayor implicación. y que trasladen al contexto familiar lo que aprenden aquí. Damos la posibilidad a los padres, madres y otros familiares de que conozcan las instalaciones, al equipo y el funcionamiento diario del centro, pudiendo visitar el recurso cuando deseen.

—¿Cómo es el trato de los menores con los profesionales del centro?
—La relación del equipo educativo con los niños es muy cercana. Con el tiempo, los profesionales van creando vínculos afectivos con los menores que permiten que éstos se abran, que cuenten las experiencias positivas y negativas que viven en casa y que expresen sus sentimientos más profundos. Esto nos hace percibir que ellos sienten que somos una parte importante en sus vidas.

—¿Recuerda alguna anécdota divertida vivida en el centro?
—Una anécdota divertida y que aún hoy recordamos entre risas es aquella en la que un día un menor confundió un trozo de barro con chocolate. Aquella tarde, el chico estaba muy cansado porque no había dormido lo suficiente la noche anterior y se acostó durante un rato en el sofá. Al terminar la hora de apoyo educativo, empezamos un taller de barro. Una de las educadoras, despertó al menor para que participara en la actividad. El niño se sentó en la mesa junto a sus compañeros pero aún estaba un poco adormilado. La educadora le dio, entonces, un trozo de barro para la actividad, y el chico lo confundió con chocolate y fue a metérselo en la boca. La educadora se dio cuenta enseguida y evitó que se lo comiera. Aún hoy, tanto los menores del recurso como las educadoras recordamos aquella ocurrencia y nos reímos a carcajadas.

—¿Qué le aporta profesional y personalmente este trabajo?
—Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de pilotar un proyecto tan bonito y especial como éste. Profesionalmente, a lo largo de este año y medio, he aprendido a gestionar otro tipo de recurso que desconocía totalmente, ya que durante toda mi carrera había trabajado en centros residenciales estables. Tanto mi equipo como yo misma entendemos que es un recurso muy necesario en todos los municipios de la isla para poder trabajar desde la prevención y mejorar la situación de esos niños y niñas que se encuentran en contextos familiares desfavorecidos y con escasos recursos económicos.

—Y, por su experiencia y personalidad, ¿qué cree que le aporta usted a un recurso de estas características?
—Me considero, sobre todo, una persona alegre, dinámica, divertida, cariñosa y con mucha empatía. Esto ha hecho que mi trabajo sea mucho más reconfortante, agradecido y fácil. Mi objetivo principal, ya no solo profesionalmente sino como persona, es hacer la vida más bonita y llevadera a los niños y niñas que llegan al centro. Enseñarles que la vida consta de vivencias buenas y otras no tan buenas, darles herramientas para salir fortalecidos de las adversidades que puedan encontrarse a lo largo de sus vidas, de sus propias experiencias, y fomentar la resiliencia. Trabajamos con ellos para que adquieran unas adecuadas habilidades sociales, para que sepan gestionar sus relaciones familiares y sociales y, sobre todo, para que sean conscientes de que, como niños que son, tienen deberes, pero también tienen derechos. Derecho a una vivienda digna, a tener una familia, a la educación, a ir al médico si están enfermos o a ser respetados independientemente de su raza, sexo y religión.

Olimpiadas TES en Gelves: marca de la casa

Cuatro equipos formados por alumnos del ciclo de Grado Medio de FP de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) e instructores de Escuela SAMU participaron el 3 de febrero en la gran final de las IX Olimpiadas Sanitarias para TES que organiza SAMU, una singular competición que se celebra desde 2014 y que se han convertido en una marca de la casa. Previamente, el 27 de enero se celebraron las pruebas eliminatoria, y los tres equipos con mejores tiempos pasaron a la gran final.

Este evento académico deportivo consiste en una serie de pruebas en las que los alumnos y profesionales, divididos en equipos de cuatro personas, deben poner a prueba todas sus habilidades para superar dichos ejercicios. Con ello, lo que se consigue es demostrar bajo presión todo lo aprendido, ser capaz de trabajar con los distintos tipos de profesionales y tener una gran experiencia. El fin del ejercicio es impulsar el trabajo en equipo de futuros profesionales en situaciones hiperrealistas y en competencia.

Entre las cualidades que deben demostrar los participantes destacan el control del estrés y del miedo, las dotes de mando, la capacidad para tomar decisiones, el control de las emociones durante situaciones de crisis y el manejo y conocimiento de técnicas sanitarias específicas, entre otras. Todo esto se une a una serie de valores humanos como son el trabajo en equipo, la educación, el respeto y el compañerismo. “El aspecto físico cuenta, por supuesto, pero también la coordinación y el trabajo en equipo. En el equilibrio de estos tres factores está la clave del éxito”, observa Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU.

Este año, a diferencia de ediciones anteriores, durante la gran final los equipos competían al mismo tiempo, es decir, todos salieron a la vez. Los aspirantes debían superar un recorrido continuo de diferentes pruebas cargando en todo momento con material asistencial (mochila, tablero y material de inmovilización).

“El circuito incluía pruebas de resistencia y velocidad, localización de paciente a través de un mapa, rescate e inmovilización del mismo. Además, durante la mayor parte del ejercicio, los participantes debían de cargar con un paciente inmovilizado en una camilla, bajar y subir las escaleras de un edificio de cuatro plantas, sortear una pista anegada de agua y sacar al paciente de allí de manera vertical con cuerdas, o arrastrarse por un túnel, entre otras acciones”, relata Couyotopoulo.

Además de los 12 alumnos que participaron divididos en tres equipos, también compitió un cuarto grupo formado por instructores de la Escuela: María Soto, Manuel Ángel Andrade, Ignacio Salvador Picchi y Claudio Rodrigues. Todos estos equipos estuvieron supervisados en todo momento por profesionales de SAMU que velaron tanto por la seguridad de los propios integrantes del grupo como por los voluntarios que interpretaron el papel de paciente. El equipo ganador de las IX Olimpiadas para TES de SAMU fue el formado por José Enrique Bermudo, José Antonio Curado, Rubén Ayala y Juan Pablo Portillo.

Sobrevivir (y trabajar) en la alta montaña

Sierra Nevada, en la provincia de Granada, ha sido el escenario elegido un año más para la celebración de la segunda de las tres acampadas de supervivencia que organiza anualmente Escuela SAMU con el objetivo de que los estudiantes del Máster de Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria y los ciclos de Formación Profesional profundicen en sus conocimientos y aprendan a trabajar y a sobrevivir en entornos hostiles.

La acampada anual de nieve, que este año ha sido bautizada con el sobrenombre de Operación Olaf, se desarrolló del 6 al 9 de febrero en el municipio de Monachil. En concreto, el despliegue del campamento se realizó en el área recreativa Fuentealta, a 2.100 metros de altura, y tuvo como principales características tanto las bajas temperaturas registradas como la gran cantidad de nieve existente en la sierra.

El grupo de concurrentes estuvo formado por estudiantes del Máster de Enfermería, del ciclo de FP de Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) y del ciclo superior de Técnico en Coordinación de Emergencias y Protección Civil, además de un equipo integrante del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR), de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y de Protección Civil. Todos ellos estuvieron supervisados por el equipo de instructores de Escuela SAMU, liderado por Alfredo Delgado y Cristian Estévez.

En esta acampada se realizaron diversas actividades relacionadas con desplazamientos, rescate de personas y supervivencia en la nieve, además de la subida al pico Veleta, a 3.396 metros de altura. “Mediante esta experiencia se espera que el alumno adquiera los conocimientos, actitudes y aptitudes necesarias que le permitan desarrollar competencias profesionales para el despliegue, mantenimiento de estructuras y rescate en situación de climatología adversa y terreno de alta montaña. Para ello, se realizan distintas actividades orientadas a alcanzar estos objetivo”, explican desde Escuela SAMU. “Durante esta actividad, los alumnos experimentan situaciones que les llevan al límite, tanto físico como mental, adquiriendo de esta forma la capacitación necesaria para afrontar, a lo largo de su carrera profesional, situaciones reales en terreno hostil. Además de aumentar sus conocimientos, esta actividad permite que conozcan la dificultad real de cualquier actuación en la nieve, y la necesidad de coordinar recursos tanto asistenciales como sanitarios”.

Desde el equipo docente de Escuela SAMU explican que para los estudiantes es muy importante realizar prácticas en estas condiciones medioambientales, ya que se producen muchos aspectos particulares que los sanitarios deben tener en cuenta a la hora de trabajar. “En una asistencia en alta montaña hay que tener en cuenta muchas variables como, por ejemplo, la ventilación del paciente y la presión pulmonar cuando se realiza ventilación mecánica, así como su temperatura corporal. El metabolismo cambia en estas circunstancias y son cosas que nuestros alumnos tienen que aprender in situ”.

Entre los talleres llevados a cabo durante los tres días que duró la acampada destacan técnicas de supervivencia en alta montaña; progresión con crampones y piolets; autodetención y técnica de construcción de vivac; taller de anclajes de fortuna en montaña y técnicas de movilización y anclajes sobre camilla; inmovilización, movilización y rescate en las inmediaciones del campamento base; técnicas de movimiento de camilla sobre terreno de montaña; rapel, ascenso sobre cuerda fija y protocolo de autorescate de avalanchas; paciente en hipotermia y cura de congelación, y rescate con perros.

Antonio Sanz, consejero de la Presidencia: “Nos une un compromiso con las emergencias”

El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha visitado las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla) junto con buena parte de su equipo con el objetivo de poder conocer de primera mano la labor formativa que aquí se realiza en el campo de las emergencias, urgencias y la acción social y humanitaria, así como sus grandes posibilidades de proyección nacional e internacional.

La visita, que se produjo el 22 de febrero, comenzó a las diez y media de la mañana con un recorrido guiado por el centro formativo. La comitiva fue testigo directo de los ejercicios prácticos que en esos momentos realizaban los alumnos de los diferentes ciclos de Formación Profesional que allí se imparten. “Al gobierno andaluz y a Escuela SAMU nos une el compromiso con las emergencias. Invertir en seguridad y protección civil es apostar por un futuro mejor, por eso queremos buscar líneas de colaboración con entidades como SAMU para la transferencia de conocimientos y coordinación de actividades”, señaló el consejero.

Esta comitiva, liderada por Antonio Sanz, estuvo formada por Tomás Burgos Gallego, viceconsejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa; Lourdes Fuster Martinez, secretaria general de Interior; Agustín Muñoz Martín, director general de Emergencias y Protección Civil; y Juan Ramón Rodríguez Claudio, subdirector de Emergencias y Protección Civil.

Por parte de SAMU acudieron Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU; José Antonio Trujillo, director general adjunto; Borja González de Escalada, vicepresidente; Juan González de Escalada, director del área de Emergencias; y José Luis Benavente, relaciones institucionales de la zona sur.

Antes de mantener una reunión privada con la dirección de SAMU, Antonio Sanz atendió a los medios de comunicación que también acudieron a la convocatoria, momento que el consejero aprovechó para anunciar que Andalucía ha enviado más de cuatro millones de toneladas de material humanitario para los afectados por los terremotos de Turquía y Siria. Este primer envío responde a la petición de colaboración que el Mecanismo Europeo de Protección Civil lanzó a mediados de febrero al Centro Nacional de Emergencias (CENEM) a todas las comunidades autónomas.

La propia Fundación SAMU ha activado una misión para enviar un equipo de rescate a Turquía tras el desastre provocado por dos terremotos consecutivos el 6 de febrero. Además, ha ofrecido su estatus de disponibilidad a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud para intervenir.

“Esta catástrofe ha ocurrido en pleno invierno, dejando a cientos de miles de personas, incluidos niños pequeños, sin acceso a un refugio ni a calefactores en temperaturas bajo cero”, explicó Antonio Sanz, que valoró que “Andalucía demuestra siempre que es una tierra solidaria y está siempre dispuesta a ayudar a los que más lo necesitan”.

El consejero de la Presidencia avanzó que el gobierno andaluz y Escuela SAMU están explorando posibles líneas de colaboración público-privadas para mejorar la calidad y la respuesta en emergencias.

Gelves, sede de la Escuela y aliado estratégico

E l equipo de Gobierno de Gelves, liderado por la alcaldesa Isabel Herrera Segura, ha realizado una visita a las instalaciones de Escuela SAMU, ubicada en este mismo municipio de la provincia de Sevilla. Gracias a esta reunión, que se celebró el 15 de febrero, se han podido seguir afianzando las relaciones institucionales con el Ayuntamiento de Gelves, que es un socio estratégico de SAMU. La visita ha permitido dar a conocer las instalaciones a todo el equipo de Gobierno municipal e informar a sus miembros de la amplia oferta académica que ofrece este centro de formación. Así, los políticos pudieron acercarse a las diferentes actividades que se llevan a cabo en las instalaciones de Escuela SAMU y conocer de primera mano las necesidades que tiene actualmente el centro y cómo el Ayuntamiento puede colaborar a la hora de cubrir dichos requerimientos.

El equipo municipal que acudió a la escuela estuvo formado por la socialista Isabel Herrera, alcaldesa de Gelves; Pablo Cordero, delegado de Igualdad, Bienestar Social y Diversidad-Juventud y Comunicación; Miguel García Solís, delegado de Gobierno Interior, Planificación Urbana y Vivienda y Medio Ambiente; Sandra Domínguez Carretero, delegada de Infraestructuras y Obras Públicas, Parques y Jardines y Servicios Público; David Mir Solís, delegado de Hacienda y Gestión Económica y Educación; María Isabel García Cardoso, delegada de Empleo, Turismo, Comercio y Desarrollo Local; Alicia Oliveros Cordones, delegada de Cultura, Ciudadanía, Salud y Protocolo, y Juan José Pineda Guillén, delegado de Participación Ciudadana y Relaciones Institucionales.

Por parte de SAMU, acudieron Carlos Alvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU; Juan González de Escalada; director del área de Emergencias; y Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU; entre otros.

El equipo de Gobierno municipal llegó a la escuela en torno a las once de la mañana. Primero, todos juntos realizaron una visita guiada por el recinto, compartieron un desayuno, y asistieron a una exposición y proyección de vídeos po parte de SAMU. Posteriormente, se llevó a cabo un coloquio.

Una relación estrecha

La relación entre Escuela SAMU y el Ayuntamiento de Gelves siempre ha sido muy estrecha. En los últimos años, el teatro municipal de la localidad ha acogido el acto de inauguración del curso académico de Escuela SAMU, el último, en septiembre de 2022. Además, el Ayuntamiento de Gelves reconoció públicamente, en febrero de 2021, la labor de SAMU durante la pandemia de Covid-19 y otorgó a la entidad una de las 14 Medallas de Andalucía que ese año entregaba el Gobierno local con motivo del 28-F a personas o entidades que colaboraron desinteresadamente con el Consistorio durante los meses más críticos de 2020. Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU fue el encargado de recibir la medalla en nombre de la organización en un acto institucional celebrado en el Ayuntamiento.

SAMU también fue clave en la vacunación contra el Covid-19 de los vecinos de Gelves. Durante marzo de 2021, la entidad participó en la campaña de vacunación de las personas grandes dependientes de la localidad. La acción fue posible gracias a la coordinación del Ayuntamiento de Gelves y la colaboración de Escuela SAMU, que puso a disposición del proyecto un vehículo y un conductor para que la enfermera del centro de salud encargada de realizar esta tarea pudiera llegar a todos los domicilios.

La UPO y SAMU ponen en marcha una formación sobre voluntariado de emergencias

El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el vicepresidente de Fundación SAMU, Borja González de Escalada, inauguraron el 31 de enero el programa de formación para el Servicio de Voluntariado de Urgencia y Emergencia, una iniciativa del vicerrectorado de Cultura y Políticas Sociales a través de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO que cuenta con la asesoría de la Cátedra de Innovación Social SAMU. En la mesa inaugural también estuvo presente el director de la Cátedra, José Luis Sarasola Sánchez-Serrano.

El objetivo de esta iniciativa es atender situaciones de emergencia social, ecológica o económica que requieran de ayuda y colaboración voluntaria desde la comunidad universitaria. De esta forma, las acciones de este grupo están dirigidas a la atención de necesidades sociales y/o urgentes que puedan demandar las asociaciones que colaboran con la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO.

Francisco Oliva destacó el compromiso social de la Universidad Pablo de Olavide, una de cuyas señas de identidad es su Oficina de Voluntariado, que ya implica a más de 400 estudiantes y que comenzó su actividad al poco de crearse la universidad. El rector hizo hincapié en la importancia de incorporar el ámbito de la emergencia al voluntariado universitario pues “los cambios en el mundo actual son tan impredecibles que provocan que las crisis sean más habituales, generando situaciones con personas vulnerables”. Además, incidió en que, una vez que se tiene el imprescindible espíritu solidario, la formación es fundamental para afrontar situaciones de emergencia social.

Durante el curso, que se desarrolló del 31 de enero al 14 de febrero, los asistentes adquirieron competencias para colaborar, con perspectiva socioeducativa, en situaciones de crisis social y humanitaria.

Contenidos de la formación

El programa consistió en cinco sesiones de tres horas cada una. La primera de ellas corrió a cargo del personal de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO con el objetivo de afianzar conceptos como la solidaridad, el altruismo y el voluntariado. El resto de sesiones fueron impartidas por formadores especializados en la materia y abordaron temáticas como normativa, marco conceptual, enfoque psicosocial, recursos personales ante la acción voluntaria, gestión de emergencias sociales en situaciones de discapacidad y organización de dispositivos de emergencias. Entre los ponentes estaban María del Carmen Moreno, José María Morán, Gema Rico y Rocío Álvarez, todos ellos pertenecientes al Grupo de Intervención en Emergencias del Colegio Oficial de Trabajo Social de Sevilla, además de Andrés Rodríguez y María Casado, de SAMU.

Una vez finalizadas las sesiones, se creó un canal de información y formación continua. El último día del curso, durante el acto de clausura, también intervino el doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU.

Desde su creación, la UPO ha participado en diversas situaciones extraordinarias de estas características, como la ocupación de sus pabellones deportivos por personas migrantes en el 2001, el apoyo en la recogida de petróleo en las costas gallegas por el hundimiento del Prestige en 2002 o, más recientemente, las acciones emprendidas por la crisis sociosanitaria como consecuencia de la pandemia por Covid-19 y por la ocupación rusa de Ucrania.

El 061 distingue al fundador de SAMU por su colaboración

El Centro de Emergencias Sanitarias 061 ha celebrado un acto homenaje “al esfuerzo y dedicación” de profesionales del 061 de Sevilla y de otros servicios médicos que durante su carrera profesional han trabajado en el servicio de emergencias sanitarias y que han alcanzado la edad de jubilación. Entre ellos, se encuentra el doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU. El homenaje, celebrado el 9 de febrero en el Teatro Cajasol, estuvo presidido por el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía, Luis Martínez, y contó con la presencia de la delegada de Salud y Consumo, Regina Serrano, y el director gerente del Centro de Emergencias Sanitarias 061 de Andalucía, Fernando Ayuso.

Durante el acto, las autoridades, acompañadas por el director del Centro de Emergencias Sanitarias 061 de Sevilla, José María Villadiego, entregaron un reconocimiento por su colaboración permanente con el 061 al doctor Álvarez Leiva, que introdujo en España la primera UVI móvil y, con ella, la medicina prehospitalaria y de emergencias, creando una escuela y una filosofía de trabajo que 40 años después aún pervive.

Junto al presidente de honor de SAMU también recibieron un reconocimiento el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez; el director de seguridad, emergencias y operaciones del Sevilla C.F, Fernando Bernal; el coordinador de los servicios sanitarios de Real Betis Balompié, Javier Guillén; el jefe de sección del servicio de urgencias del Hospital Universitario Virgen Macarena, José Manuel Garrido, y el jefe del Servicio de Salud del Ayuntamiento de Sevilla, Fernando Martínez.

Este acto reunió a más de un centenar de asistentes entre familiares y compañeros que quisieron dar las gracias a los trabajadores del 061 por sus años de dedicación y compromiso con el servicio de emergencias sanitarias. En concreto, se homenajeó a seis médicos, un enfermero y cuatro técnicos de emergencias sanitarias, muchos de los cuales han ejercido toda su vida laboral vinculada a este centro. Además, se rindió un homenaje póstumo a Manuel Contreras y David García por su entrega y dedicación al 061.

Homenaje a Francisco Bonilla

Durante la reunión, se hizo mención especial a Francisco Bonilla, jubilado también en 2022 y que ha sido responsable regional de emergencias colectivas y catástrofe del 061. Bonilla recibió el reconocimiento a su trayectoria como profesional ligado a las emergencias sanitarias durante 31 años. Una distinción especial que fue entregada por el director gerente del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Ayuso.

Francisco Bonilla comenzó su trabajo en el 061 en el año 1991 como médico de emergencias y ha sido desde entonces director provincial del 061 en Huelva y en Sevilla y, en esta última etapa, ha desempeñado la labor de responsable de emergencias colectivas y catástrofe del Centro de Emergencias Sanitarias 061.

En representación de todos los profesionales del 061 homenajeados, Ramón Robles habló sobre su experiencia profesional como médico de este servicio en la provincia. Durante el transcurso del reconocimiento se proyectó un vídeo conmemorativo de los 30 años del servicio de emergencias y se escucharon piezas musicales a cargo de un trío de cámara acompañado al piano.