Formación en acción humanitaria con la mirada en Andalucía y Ecuador

Fundación SAMU y la Asociación por la Paz y el Desarrollo unen fuerzas a través de la firma de un convenio marco de colaboración para trabajar por la consecución de objetivos comunes en materia de sostenibilidad, accesibilidad universal y desarrollo a través de la formación y el voluntariado nacional e internacional.

El objetivo de esta colaboración es impulsar un proyecto de formación y promoción del voluntariado en acción humanitaria con entidades públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil de Andalucía y Ecuador vinculadas a emergencias y desastres naturales (Forvol–Andec), donde destaca la participación de Paz y Desarrollo y sus más de 12 años de trabajo en Ecuador. Las zonas de acción serán Andalucía y algunos puntos de Ecuador situados en la provincia del Guayas. “Trabajamos en la puesta en marcha de este convenio que va siendo ya una realidad. De hecho, ya tenemos proyectos conjuntos en Ecuador, entre otras iniciativas”, resalta José Antonio Trujillo, adjunto a la dirección de SAMU

Durante la firma de este convenio, Carlos Álvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU, y Francisco Pineda Zamorano, director de la Asociación por la Paz y el Desarrollo, destacaron la importancia de compartir los más de 40 y 30 años de experiencia de ambas organizaciones en materia de intervención, acción humanitaria y desarrollo para seguir trabajando conjuntamente por la paz y el desarrollo global.

El contenido de estos cursos de formación conveniados se elaborará a partir de la recopilación de información sobre buenas prácticas del voluntariado en acción humanitaria de organizaciones público-privadas de carácter local que trabajan en el sector de las emergencias y los desastres naturales en Andalucía y Ecuador, todas ellas abordadas desde una perspectiva de género.

Una vez recopilada la información, se elaborará el material didáctico destinado a capacitar a los voluntarios que desempeñan labores dentro de proyectos de acción humanitaria de Andalucía y Ecuador. Esta formación se realizará de forma semipresencial. La parte práctica se llevará a cabo en Andalucía y Ecuador.

“Nuestra especialización es el género. Si la mujer no se incorpora a los elementos de producción familiar comunitaria, a la toma de decisiones de la propia comunidad, si no participa en igualdad con el hombre en la gestión de la economía familiar, como comunitaria, como la proyección y demás, no conseguiremos nada. Conseguir la incorporación a una igualdad real de la mujer en su propio desarrollo para nosotros es fundamental”, explica Francisco Pineda Zamorano, presidente de la Asociación Paz y Desarrollo.

El enfermero Andrés Rodríguez Holst, instructor de Escuela SAMU y coordinador del módulo de Acción Humanitaria del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofe y Acción Humanitaria de SAMU, recuerda que “la experiencia de SAMU se centra en la parte de acción humanitaria y las emergencias, la fase aguda”: “La cooperación al desarrollo y la educación para el desarrollo son pilares muy importantes que tienen que nacer desde esa fase aguda porque la intención es que exista una rehabilitación y una reconstrucción que esté planteada desde el principio de una crisis”, concluye.

Fundación SAMU y Paz y Desarrollo podrán establecer programas para el fomento de la inclusión educativa, el desarrollo de iniciativas en el ámbito de la economía social, para fomentar la inclusión laboral y para el desarrollo de negocios sostenibles. En este sentido, los principales ámbitos de actuación son la participación conjunta en convocatorias de cooperación internacional y acción humanitaria para América, África, Asia y Europa; el desarrollo de proyectos de desarrollo local, participación ciudadana y Derechos Humanos; la constitución de equipos de investigación; y la participación en conferencias y exposiciones, entre otros.

Fundación SAMU participa junto a la Asociación Zaqueo en los talleres de Justicia Restaurativa del centro penitenciario Sevilla I

Fundación SAMU ha participado durante los seis primeros meses del año, junto a la Asociación para la Reinserción Social Zaqueo, en los talleres de Justicia Restaurativa que se imparten desde 2019 en el centro penitenciario Sevilla I. Esta colaboración ha sido posible gracias a un convenio que firmaron ambas entidades el 1 de diciembre de 2021 a través del cual las dos organizaciones se comprometían a trabajar de forma conjunta en el desarrollo de talleres de formación y actividades de reinserción sociolaboral. Estas actividades están encaminadas a la disminución de la posibilidad de reincidencia delictiva de los internos que se encuentran actualmente en prisión y libertad condicional.

Desde febrero, y durante seis meses, Concepción Lissen, por parte de Fundación SAMU, y cuatro voluntarios más de Zaqueo han trabajado con un grupo de unos 20 internos del Módulo de Respeto del centro penitenciario Sevilla I que acudían a los talleres de manera voluntaria. Juntos han tratado temas como los valores, el miedo, la superación de estereotipos, la pareja, el reto del reciclaje personal, el odio, la aceptación, el fracaso y la automotivación.

“Cuando llegas el primer día es inevitable pensar qué habrán hecho estas personas para estar allí. Personas como tú o como yo, que guardan su turno para hablar, se respetan entre ellas, son participativas, se expresan con cierta soltura… Tratas con ellos, pero no sabes por qué están en prisión o cuánto tiempo más tienen que estar en ese lugar. Gracias a los temas que abordamos en los talleres, algunos de ellos se abren, se sienten cómodos y te cuentan su historia o, simplemente, encuentran un espacio en el que desahogarse. Nuestra misión es hacerles ver que hay vida más allá de la prisión, que no están solos”, explica Concepción Lissen. “Estas personas se sienten tan solas en la prisión que cualquier proyecto o iniciativa resulta beneficioso para ellas, ya que se sienten apoyados. A veces, simplemente necesitan que les escuches”.

Lissen reconoce que ha aprendido mucho de este grupo de 20 internos. “Cuando pasas tiempo con ellos y les conoces, se rompen muchas barreras y perjuicios. Te das cuenta de que son personas como tú o como yo. Te hace pensar que cualquier persona puede en algún momento de su vida equivocarse. Nadie está libre”.

La voluntaria de SAMU explica cuál es la dinámica de los talleres: “Cuando llegamos, habilitamos la biblioteca con el apoyo de los internos y colocamos las sillas en círculo para poder vernos bien. Primero, durante cinco minutos, hacemos técnicas de relajación con música. Después, exponemos el tema que vamos a tratar ese día y se abre el debate. Si vemos que no fluye, hacemos preguntas sobre el tema. Al finalizar la sesión, se reparten unas cartas que invitan a la reflexión y que los internos pueden cumplimentar si lo desean con el objetivo de exponerlas en el próximo taller de forma colectiva o de manera individual”. Estos talleres se realizan dos veces al mes. Y todos los participantes son hombres de entre 30 y 50 años.

El programa Justicia Restaurativa, impulsado por el Gobierno central, surgió como complemento al sistema de Justicia ordinaria con la idea de ofrecer, tanto a víctimas como a victimarios, la posibilidad de dialogar sobre el delito y sus consecuencias, profundizar en la asunción de responsabilidad de quienes lo cometieron y acordar la reparación del daño causado de forma real o simbólica.

Según las experiencias realizadas en este ámbito, son “múltiples” los beneficios para las víctimas, como la posibilidad de explicar su vivencia del delito y sus consecuencias, facilitar la oportunidad de la petición de perdón, la reparación del daño o de cerrar el proceso interior. También supone un “importante avance” en el proceso de reinserción de los condenados, aunque la participación en el programa de Justicia Restaurativa no suponga, sin embargo, efectos sobre la pena impuesta ni beneficios penitenciarios, según aclaran desde el Gobierno.

Los talleres Diálogos Restaurativos comenzaron a impartirse en 2016, pero solo para aquellos penados a condenas alternativas a la prisión o los que se encontraban en la última fase de la ejecución de la condena privativa de libertad, es decir, en el tercer grado.

Según el Gobierno, en 2019 se produjo un “salto cualitativo” al introducir la mediación en el interior de las prisiones para delitos de carácter grave. Los talleres de Justicia Restaurativa comenzaron aquel año en los centros penitenciarios de Sevilla, Valladolid y Burgos. Y a finales de 2021, ya estaba presente en los centros de 14 comunidades autónomas, además de las prisiones de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

 

 

Premio eCity+ al vehículo Triple Zero por ser un avance en movilidad sostenible

El proyecto Triple Zero de SAMU ha sido uno de los premiados en los primeros galardones que ha otorgado eCitySevilla a las actuaciones de sostenibilidad implantadas por las entidades adheridas al proyecto en 2021 en el ámbito de la energía, los edificios, la movilidad sostenible y la digitalización, dentro de su iniciativa eCity+. Junto a SAMU también han sido premiados Inerco, la Agencia Andaluza de Medio Ambiente y Agua (Amaya), Telefónica y Puerto Triana.

El acto, que se celebró el 22 de junio, contó con la asistencia del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz Martínez; el secretario general de Empresa Innovación y Emprendimiento de la Junta de Andalucía, Pablo Cortés Achechad; el director gerente de la Agencia Andaluza de la Energía, Francisco Javier Ramírez García; el director del Parque Científico y Tecnológico Cartuja (PCT Cartuja), Luis Pérez Díaz; y el director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán.

El director de Escuela SAMU, Thomas Couyotopoulo, fue el encargado de recibir el premio concedido a SAMU por su proyecto de I+D+i Triple Zero, el primer coche eléctrico alimentado por placas solares que SAMU ha incorporado a su dispositivo de emergencias.

Los objetivos específicos de SAMU con Triple Zero eran crear un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) de cero emisiones; reducir el impacto ecológico de Escuela SAMU, gracias a la instalación de placas fotovoltaicas en su aparcamiento; reducir el impacto ecológico de los vehículos de intervención en emergencias; y reforzar la imagen de marca responsable de SAMU.

El vehículo elegido para diseñar Triple Zero, un Renault Twizy 80, se alimenta por placas solares durante el día y se abastece de electricidad proveniente de energías renovables el resto del tiempo. Con 80 kilómetros de autonomía y una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, el equipo de I+D+i de SAMU eligió el modelo Renault Twizy 80 por sus reducidas dimensiones, que confieren a este vehículo una maniobrabilidad excelente, permitiendo mejorar la atención sanitaria en lugares o situaciones de difícil acceso para una ambulancia.

El proyecto #eCitySevilla es una red que visibiliza los avances en materia de energía, de tecnología y de innovación en todo el mundo, que impulsa nuestra marca de ciudad y “que adelanta nuevas soluciones que pueden aplicarse a los barrios de la ciudad”, según destacó el alcalde de Sevilla durante el acto.

El apoyo necesario cuando se es mujer, menor y migrante

Cuando elegimos una profesión y, además, lo hacemos de forma vocacional, la decisión suele basarse en que confías en los valores que inspiran dicha actividad profesional, además de compartir los objetivos de la misma. En el caso de la psicología, estos valores pueden resumirse básicamente en ayudar a los demás y promover el bienestar de las personas. A lo largo de los nueve años que llevo dedicándome a la psicología, he podido observar que la mayoría de los psicólogos con los que he trabajado, incluyéndome a mí misma, se identifican con estos valores, poniéndolos por delante de los intereses personales. Es por ello que puedo decir en voz alta que me siento orgullosa de la profesión a la que pertenezco y, por supuesto, de poder ejercer como tal.

Pero aunque se trate de una realidad cotidiana, hay ocasiones en las que esta vocación de ayuda se hace más palpable, por ejemplo, cuando trabajo con colectivos sumamente vulnerables y donde rendirse no cuenta como opción. Hablamos de menores extranjeros no acompañados que, por un motivo u otro, vienen encadenados a sucesos traumáticos. Todo ello con el agravante de que se trata de acontecimientos vitales estresantes de larga duración, por lo que sus efectos sobre su salud en general, y la salud mental en particular, son mucho mayores.

Nadie mejor que la propia persona que experimenta el proceso de migración sabe lo que significa la palabra refugiado. Nadie conoce su realidad y lo que implica dejar atrás lo más querido, pasar miedo e, incluso, terror por no saber lo que le deparará el futuro desde el mismo día en que parte de su país de origen.

Actualmente, me encuentro sumida en esta realidad, en la cual, no solo es necesario contar con competencias profesionales para garantizar el bienestar de nuestros menores, si no con competencias personales que ayuden al profesional día a día a lidiar con esta realidad. Y esto debe hacerle junto al resto de profesionales del equipo que se encuentran al pie del cañón y que son, cada día, un apoyo imprescindible para que, de manera conjunta, podamos hacer que estas personas forjen nuevas realidades y tengan oportunidades.

Mi trabajo como psicóloga

Me gustaría hacer hincapié en la situación de las menores atendidas en el DISL Valencina, recurso gestionado por Fundación SAMU en la provincia de Sevilla. En este caso, a todo lo ya expresado, hay que sumar el factor de género y que, por su condición de mujeres y de raza, están más expuestas a todo tipo de abusos y malos tratos tanto en los países de origen como en los de tránsito y destino. Es en este punto donde la labor de la psicóloga en la intervención con menores que presentan un proyecto migratorio adquiere una especial importancia.

En el DISL Valencina atendemos a chicas menores de edad que, no solo les motiva para emigrar la creencia de que solo en Europa tendrán una oportunidad para acceder al mercado laboral, sino, también, la intención de alejarse de un pasado y una situación conflictiva que son consecuencias de roles de género muy marcados en sus países de origen. Esto, en la mayoría de los casos, desencadena alteraciones en la salud mental y un desequilibrio emocional.

Durante las primeras intervenciones con las menores, he podido observar, principalmente, sentimientos de frustración, incomprensión e impotencia. Estos sentimientos nacen de la incapacidad de comunicarse. Y no me refiero únicamente a la barrera idiomática, sino porque también se sienten presas de su espacio de origen y agredidas por un pasado que les corta la palabra y les impide actuar. Ahí es cuando te das cuenta que ese silencio continuo esconde una historia dolorosa. Quizás, el aspecto más relevante como generador de angustia sea el ser víctimas de trata y de contratos maritales, situaciones que anula absolutamente su capacidad de decisión por el hecho cultural de ser mujer.

En el proceso de este duelo, las chicas suelen generar emociones agresivas que se canalizan en forma de sentimientos como la tristeza, la frustración o la ansiedad. Y, si además, estas jóvenes han sido educadas culturamente para enmascarar estas emociones y resistir o soportar una situación desagradable de manera pasiva sin luchar o presionar para cambiar esta situación, el bloqueo mental es mayor y la intervención con ellas se vuelve más compleja. El hándicap está en que, debido a la transición a la mayoría de edad, vamos a contrarreloj para poder ofrecer una intervención completa antes de que se emancipen.

Actuación

En este sentido, generar herramientas psicosociales y de empoderamiento a la hora de abordar el duelo migratorio se convierte en el objetivo principal cuando en el centro trabajamos con ellas. Esto lo logramos a través de terapias individuales y grupales, donde se sienten comprendidas.

Psicológicamente, estas menores sufren inestabilidad emocional, tienen una gran dificultad para expresar sentimientos y emociones e, incluso, en ocasiones, padecen una depresión latente. Además, suelen ser menores altamente influenciables por su grupo de iguales y con una fuerte necesidad de recompensa inmediata. Viven el día a día sin planificación futura, en busca constante de sensaciones nuevas y la adquisición de dinero fácil para poder llevar una vida utópica.

Las técnicas de relajación, la reestructuración cognitiva, el autoconocimiento, la gestión de emociones, el empoderamiento, la resolución de conflictos, el abordaje de la ansiedad, el desarrollo de habilidades sociales, el conocimiento de los derechos de la mujer y los talleres sobre enfermedades de transmisión sexual son los principales puntos que debemos trabajar con ellas.

De igual manera, poder acceder a entidades que ofrecen una atención más especializada a través de programas de apoyo psicoterapéutico en violencia de género o explotación nos ha servido para poder ofrecerles una intervención más completa.

La importancia de la figura del psicólogo

Por todo lo expuesto anteriormente, me gustaría resaltar la importancia de la figura del psicólogo o la psicóloga de los centros dirigidos a niños, niñas y adolescentes. Hasta hace menos de un año, esta figura no era obligatoria. Contar con un profesional con herramientas para poder evaluar las necesidades y las carencias que impiden su desarrollo personal y social, y diseñar un programa de intervención individual para abordar el bienestar emocional que supone el duelo migratorio de estos niños es fundamental y necesario.

Antes de finalizar, me gustaría compartir algunos mensajes claves que han favorecido el bienestar emocional de nuestras menores:

  1. Las personas sentimos y tener sentimientos negativos no es algo negativo. Es normal sentir sufrimiento, malestar, y dolor ante condiciones de vida que consideramos difíciles y duras.
  2. Hay cosas que puedo hacer para sentirme mejor. Me puedo sentir mejor si reconozco mis virtudes y perdono mis defectos, conozco los pensamientos que me hacen daño y busco pensamientos alternativos menos dolorosos.
  3. Si cuento con otros para compartir o afrontar los problemas, probablemente antes podré toman las riendas de mi vida.
  4. Tenemos derecho a disfrutar de tiempo para nosotras. El pasado se fue y el futuro no ha llegado. Centrémonos en el aquí y ahora.

Espero haber otorgado una breve visión de lo que, desde nuestro centro, desde el punto de vista psicológico y, de manera conjunta con todo el equipo profesional, supone la atención a este vulnerable colectivo y la necesidad de que sean acompañadas en su proceso hasta alcanzar las herramientas suficientes que favorezcan el empoderamiento de las mismas y así poder vivir conforme a sus ideales y principios.

Por BERTA MARTÍN GUTIÉRREZ.
Psicóloga de ISL Valencina (Sevilla)

Ikram Ben Chama: “El personal de SAMU ha hecho todo lo posible por ayudarme”

Ikram Ben Chama llegó a Ceuta nadando desde Marruecos en mayo de 2021. Su único propósito era formarse y encontrar un trabajo para poder ayudar a su madre, objetivo que está poco a poco cumpliendo, de la mano del equipo de SAMU Clarín (Madrid).

—¿Por qué decidió venir a España?
—Tengo recuerdos malos de mi infancia allí. Además, por la mentalidad de los chicos marroquíes y por poder ser libre en este país. Y, por último, para labrarme un futuro en España, conseguir un trabajo y poder ayudar a mi madre.

—¿Cómo y cuándo llegó a España?
—El lunes 17 de mayo de 2021 a las siete de la tarde. Decidí nadar en la playa, desde Castillejos hasta Ceuta. Está cerca, pero fue difícil. No le dije nada a mi madre. Cuando vi que estaba abierta la frontera, entré. Sabía que en Ceuta ayudaban a las menores que llegaban sin familia.

—¿Cómo ha sido su paso por los diferentes recursos dirigidos a menores migrantes?
—Primero estuve en un centro mixto en Ceuta. No me gustó. No podíamos hacer gran cosa. Sólo comíamos y dormíamos. Después estuve en otro recurso donde solo había chicas. Allí estuve mucho mejor porque estudié un curso para ser camarera de restaurante. En Ceuta hice lo imposible por portarme bien para poder irme a Madrid. Fue entonces cuando conocí a SAMU.

—¿Cómo valora su estancia en el piso tutelado de SAMU Clarín, en Madrid?
—Estoy muy contenta. He conseguido mi sueño. Primero, hice un curso de Camarera de Piso y Ayudante de Cocina. Luego, realicé dos meses de prácticas de cocina y un mes de camarera de piso en un hotel. Después conseguí un contrato de trabajo en un hotel porque lo hice muy bien.

—¿Qué significa para usted conseguir un empleo?
—Mucho. Si no tengo trabajo no tengo nada. No podría ayudar a mi familia, no podría quedarme en España porque no conseguiría cambiar mi documentación. A mí me gusta mucho España y quiero quedarme aquí. Los españoles no quieren gente que no quiera trabajar, cosa que entiendo perfectamente.

—¿Cómo le ha ayudado SAMU?
—Desde SAMU sé que han hecho todo lo posible por ayudarme. Me han puesto en contacto con Extranjería, me han buscado cursos y prácticas, me han enseñado a formalizar un contrato, a ahorrar… Estoy muy agradecida. Ahora solo quiero trabajar y ahorrar para poder alquilar una habitación. También me gustaría volver a Marruecos a ver a mi madre y viajar a Málaga para ver a mis antiguos educadores de Ceuta y alguna amiga que se quedó allí.

El presidente del Gobierno conoce in situ la misión de SAMU en Moldavia

Después de tres meses y medio atendiendo a los miles de refugiados ucranianos que han huido de sus hogares ante la invasión de Rusia, SAMU ha replegado a sus últimos voluntarios que aún estaban en Moldavia con la intención de retomar la misión en septiembre. Días antes de pausar esta acción humanitaria, el equipo de SAMU recibió la visita del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que conoció de primera mano la labor de estos voluntarios y puso de relevancia esta misión internacional.

Hasta la fecha, SAMU ha enviado a la zona cinco contingentes de voluntarios, que suman un total de 48 profesionales sanitarios, entre los que se encuentran médicos, enfermeros y técnicos de emergencias sanitarias (TES). Éstos han mantenido activa durante más de tres meses la atención a refugiados en dos puntos fronterizos: Tulcea (Rumanía) y Chisináu (Moldavia).

Siempre bajo la dirección de Carlos Álvarez Leiva como director de operaciones, las asistencias totales realizadas por SAMU en ambos puntos fronterizos han sido más de 1.500 en total, entre atención a patologías no infecciosas (descompensación de enfermedades crónicas), enfermedades infecciosas (patologías respiratorias y gastrointestinales en su mayor parte) y patologías traumatológicas.

Entre marzo y mayo, se han venido sucediendo los reemplazos de voluntarios sobre el terreno, con el envío de cinco contingentes. Así, el primer contingente partió el día 3 de marzo; el segundo, el día 23 de ese mismo mes; el tercero, el 11 de abril; el cuarto, el más numeroso, con 15 voluntarios, el día 2 de mayo; y el quinto, el día 20 de mayo.

Tulcea, en Rumanía, fue el primer destino de la misión humanitaria de SAMU. Situada en plena Reserva del Delta del Danubio, a tan solo una hora en línea recta a pie de la frontera con Ucrania, cuenta con un campamento donde SAMU ha gestionado un hospital de campaña abastecido por diverso material sanitario.

En Chisináu se localiza el Centro de Tránsito de Refugiados. En toda Moldavia se contabilizan más de 400.000 desplazados ucranianos, siendo uno de los países que más tensiones migratorias está soportando, y que está especialmente necesitado de dotaciones y recursos de asistencia sanitaria.

SAMU en Moldavia

SAMU en Moldavia

En ambos casos, la labor de SAMU sobre el terreno ha consistido en atender a las personas que llegaban a los campamentos a través de las fronteras con el país ucraniano. Las patologías más atendidas por parte de los voluntarios, que han prestado ayuda a refugiados de todas las edades, son los problemas de hipertensión, episodios de infarto o hipotermias.

SAMU ha decidido pausar esta acción humanitaria durante los meses de verano y retomar la misión en septiembre. Para continuar con el dispositivo, la organización mantiene una línea abierta de solicitud de voluntarios. Asimismo, también está abierta a la realización de donaciones de medicación y/o material fungible y a las donaciones económicas.

Pedro Sánchez muestra su apoyo a SAMU

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó a principios de junio Moldavia para mostrar el apoyo de España al país y a su gobierno proeuropeo en un momento político, económico y social muy difícil. Se trata de la primera visita de un presidente español al país.

El mandatario mostró la solidaridad y el apoyo del pueblo español con el país y visitó el centro de refugiados ucranianos en el que SAMU ha trabajado durante estos más de tres meses.

La crisis humanitaria de refugiados ucranianos que huyen de la guerra ha provocado un éxodo masivo de casi siete millones de ucranianos. De ellos, cerca de 400.000 llegaron a Moldavia, de los que se habrían quedado unos 82.000, la mayoría menores. Es el país que mayor número de refugiados ha recibido, proporcionalmente a su población, que es de 2,7 millones de habitantes.

Por este motivo, el presidente visitó en Chisináu uno de los centros de refugiados que este país ha puesto en marcha desde el inicio de la guerra en Ucrania para hacer frente a la crisis de refugiados. En este lugar, ha estado desarrollando SAMU gran parte de su misión humanitaria.

El doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador de SAMU, mostró al presidente del Gobierno las instalaciones del puesto médico de SAMU y pudo explicarle la labor y el papel que ha estado jugando la organización española en Moldavia y en Rumanía.

“Debemos hacer frente juntos al impacto de la guerra, desde el punto de vista humanitario, pero también desde el económico. Toda Europa está afectada, porque los valores europeos están siendo amenazados. Y toda Europa está unida en la respuesta de manera solidaria; es nuestra principal fortaleza para construir juntos el futuro que quieren nuestros ciudadanos de paz, estabilidad y prosperidad”, destacó Sánchez, que con su visita ha puesto de relevancia la misión de SAMU a nivel internacional.

Escuela SAMU: Hasta el último minuto

En Escuela SAMU no hay tregua ni descanso. El curso 2021-2022 ya ha llegado a su fin pero el equipo directivo y docente del centro ya trabaja con la mirada puesta en el próximo curso 2022-2023 y, para ello, ha puesto en marcha una intensa campaña de promoción de su catálogo de cursos y difusión de las novedades previstas a partir de septiembre.

El centro formativo, ubicado en el término municipal de Gelves (Sevilla), ha ampliado su oferta académica y para el nuevo ejercicio ofrece importantes e interesantes novedades, haciendo gala de uno de sus mayores valores: una metodología multisensorial y vivencial que marca la diferencia.

El equipo directivo del centro ha trabajado con intensidad en los últimos meses para poder ofrecer a partir de septiembre hasta cinco nuevas titulaciones, que se suman a la oferta académica ya consolidada de la escuela. Estos nuevos ciclos de Formación Profesional son: Técnico en Emergencias y Protección Civil (Grado Medio), Técnico Superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil (Grado Superior), Técnico Superior en Anatomía Patológica y Citodiagnóstico (Grado Superior), Técnico Superior en Dietética (Grado Superior) y Técnico Superior en Documentación y Administración Sanitarias (Grado Superior).

Además de estos nuevos ciclos, Escuela SAMU oferta para el próximo curso otros ciclos ya consolidados en este centro de la familia profesional de la Sanidad y Servicios Socioculturales y a la Comunidad como el Grado Superior en Técnico en Integración Social, el Grado Medio en Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería o el Grado Medio en Técnico en Emergencias Sanitarias (en la modalidad presencial y semipresencial).

La oferta de posgrados se amplía con los cursos de Experto en Cuidados de Enfermería en Hospitalización y Centros Sociosanitarios y Experto en Atención Integral en Salud Mental, además del Máster en Emergencias Médicas, el Máster en Emergencias Pediátricas, y el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria.

Módulo de Rescate Acuático del Máster de Enfermería de Escuela SAMU

Módulo de Rescate Acuático del Máster de Enfermería de Escuela SAMU

“En Escuela SAMU nos comprometemos con la excelencia en la enseñanza. Fomentamos la investigación, la innovación y el desarrollo como medio para el crecimiento continuado de nuestra escuela. Garantizamos la calidad en la enseñanza creando una escuela viva, innovadora, abierta a los cambios, a las necesidades del momento y a la búsqueda continua de la mejora”, explican desde la dirección de Escuela SAMU. “Además, nuestros alumnos adquieren un papel activo en su formación, asimilando estrategias de resolución de problemas en situaciones de estrés, de trabajo en equipo multidisciplinar y trabajando sobre procedimientos actualizados. La formación más exigente tiene como fruto a los profesionales mejor preparados”.

Un helicóptero sanitario en la Escuela

Escuela SAMU es el mayor complejo europeo en simulación sociosanitaria y de emergencias. Es un centro educativo innovador que potencia el aprendizaje a través de la experiencia real del alumno. Cuenta con unas instalaciones de más de 17.000 metros cuadrados con numerosos escenarios de intervención en emergencias.
A la clínica de simulación existente, el avión, el tren, una zona con coches siniestrados, un edificio que permite realizar rescates en altura, una piscina donde se practican rescates acuáticos y otros muchos escenarios de simulación más, se ha sumado recientemente un helicóptero sanitario (HEMS) donde los alumnos del Máster propio de Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria ya han podido empezar a formarse en el traslado aéreo de pacientes.

“El personal sanitario que busca formación y especialización en la rama de Emergencias, necesita conocer el contexto en que va a asistir y trasladar a pacientes. El traslado aéreo en helicóptero sanitario (HEMS) es un medio de transporte que conlleva determinantes específicos y que cambia el habitual manejo de pacientes trasladados por medio terrestre. Todos los servicios de emergencias civiles de nuestro entorno disponen de equipos HEMS, con diferentes modos de acceso al equipo, capacidades y coordinación del recurso diversas, por lo que es relevante acercar esta información al alumnado diana”, explican desde la escuela.
Javier García, soldador, junto a Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU, y Pablo Simón, coordinador del módulo HEMS, han sido los encargados de diseñar y crear una réplica exacta de un helicóptero sanitario.

“La mayor parte de la estructura está construida con hierro galvanizado, el suelo es de madera y la cola del helicóptero es de policarbonato para que el peso fuera más ligero”, explica Javier García. “Hemos respetado las medidas reales de un helicóptero de estas características para que los alumnos puedan practicar en unas condiciones lo más reales posibles”.

Simulador HEMS Escuela SAMU

Simulador HEMS Escuela SAMU

Sin descanso hasta el último día

En Escuela SAMU no se regala nada, el título hay que ganárselo a pulso y, hasta el último día, nuestros alumnos no paran de aprender. Un ejemplo de ello es el taller de Conducción de Emergencias en el que participaron los estudiantes del ciclo de Grado Medio en Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y que se impartió el mismo día que recibieron sus notas.

Una de las principales funciones que el TES asume durante una asistencia sanitaria es la de asegurar el desplazamiento del vehículo de emergencia con sus ocupantes y material, hacia el lugar de la emergencia y luego hacia el centro hospitalario asignado. Esta función se debe garantizar con la máxima seguridad y en el menor tiempo posible. Para ello, además de estar en posesión de los carnets de conducir requeridos a nivel legal para cada tipo de vehículo de emergencia, el Técnico en Emergencias deber ser capaz de gestionar una gran variedad de situaciones de conducción, manteniendo la calma, la eficacia y el control del vehículo en todo momento.

El fin de esta actividad es complementar la formación del TES con el aprendizaje y la práctica de algunas técnicas de conducción específicas y avanzadas para poder entender y anticipar los imprevistos de este trabajo en mejores condiciones. Se hace particular hincapié en la consciencia de las limitaciones del vehículo y, sobre todo, del propio conductor.

Los alumnos del Máster en Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria tampoco pierden el tiempo y, recientemente, el equipo docente preparó un circuito de ejercicios no realizados hasta el momento dentro de módulo de Rescate Acuático. Este circuito constaba de tres ejercicios prácticos que tenían como escenarios la piscina, un zulo inundado y un túnel también inundado donde había un coche. Este módulo contó como instructor, además de los profesores de la escuela, con un bombero de Sevilla.

Módulo de Rescate Acuático del Máster de Enfermería de Escuela SAMU

Módulo de Rescate Acuático del Máster de Enfermería de Escuela SAMU

Virginia Alcaraz, profesora de la UPO: «Busco la inclusión social de todos a través del deporte»

Virginia Alcaraz (Sevilla, 1981) es profesora de la Facultad de Ciencias del Deporte en la UPO, donde imparte la asignatura Actividad Física y Deportiva en el Medio Natural. Desde 2016, colabora con Fundación SAMU en proyectos inclusivos en los que participa junto con sus alumnos universitarios

—¿Cuándo y cómo comenzó a colaborar con Fundación SAMU?
—Hace ya bastante tiempo que colaboro con Fundación SAMU. Mi primer contacto con la organización fue en 2016 a través de Francis Ruiz, educador de Fundación SAMU. En aquel momento yo era profesora en la Universidad de Sevilla y la idea de Francis era que colaborara con SAMU en la creación de la I Carrera Popular Inclusiva Aljarafe Integra, que finalmente se celebró en Mairena del Aljarafe en octubre de 2016. De forma conjunta, diseñamos todo el circuito. A raíz de esta primera colaboración, surgieron nuevos proyectos conjuntos, pero la pandemia nos obligó a parar.

—Tras la carrera popular, ¿qué tipo de actividades y colaboraciones llevó a cabo con SAMU?
—Cuando trabajaba aún en la Universidad de Sevilla (US), a través de una asignatura de expresión corporal, participé junto a mi compañera Nuria Castro Lemus, profesora del departamento de Motricidad Humana de la US, y a mis alumnos en actividades y montajes con SAMU Idilio, la compañía de teatro Idilio Escénico y otros grupos de artes escénicas de otras asociaciones. También, ya en la UPO, a través de mi asignatura de Actividad Física y Deportiva en el Medio Ambiente, realizamos de forma conjunta actividades deportivas diversas como orientaciones en el campo en el Parque del Alamillo, yincanas y otras actividades de diferente índole en el medio natural.

—En 2017, participó en el I Congreso Internacional de Discapacidad Intelectual, Actividad Física y Salud, en el que SAMU era uno de los organizadores.
—Cierto. Además de participar en su organización, presenté junto con un compañero una comunicación científica que formaba parte de un trabajo fin de carrera que se centraba en el estudio del estado anímico precompetitivo de las personas con parálisis cerebral que practican boccia, un deporte paralímpico. Se pretendía comprobar si estos deportistas se encontraban en óptimas condiciones psicológicas para afrontar la competición. Yo ya me he desvinculado de esta investigación, pero mi compañero Francisco Padilla continúa con ella.

—¿Sólo realiza colaboraciones con entidades especializadas en la atención de personas con discapacidad intelectual?
—No, también colaboro con otros colectivos o grupos vulnerables como personas con discapacidad, personas mayores, niños. Una de mis líneas metodológicas dentro de la docencia es el Aprendizaje-Servicio, que se basa en combinar los aprendizajes académicos con el servicio comunitario, en la intervención real, con colectivos sensibles. En mi caso, colaboro tanto con SAMU como con otras entidades dentro de esta línea pedagógica en la que mis alumnos participan y diseñan actividades en las que se puedan incluir a personas de diferentes orígenes o capacidades. Luego, en función de las necesidades de la persona o el colectivo, se hacen las adaptaciones o ajustes correspondientes. Pero la idea es siempre llevar a cabo una actividad física inclusiva desde una perspectiva participativa y formación consciente del alumnado universitario, que no se forme solo a nivel teórico, sino que se forme en intervención real.

—¿Qué objetivos persigue con este tipo de actividades?
—Son diferentes en función del participante y del destinatario. Para el alumnado, son actividades en las que buscamos formar a través de la experiencia y el contacto con la sociedad, formar a través de una concienciación y una atención a las necesidades sociales que nos encontramos. Y para los destinatarios de la actividad, el objetivo principal es la inclusión a través de la actividad física, recreativa, lúdica y, en algunos casos, competitiva. Disfrutar de la actividad física, ya sea en el medio natural adaptado, en parques urbanos o en un medio natural real, o en entornos más habituales como gimnasios o pabellones en el caso de actividades relacionadas con la danza o el teatro. El objetivo final no es otro que realizar una práctica inclusiva que nos lleva a una inclusión social a través de la actividad física y a unos beneficios tanto sociales como físicos y psicológicos.

—¿Cómo beneficia este tipo de colaboraciones a sus alumnos?
—Ellos lo valoran de forma muy positiva precisamente porque tienen mucha formación teórica. Al final se quedan con las características generales que marcan los autores sobre los diferentes colectivos, pero no tienen un contacto real con estos grupos ni una aplicación de ese conocimiento. Los alumnos agradecen estas actividades conjuntas porque ponen en práctica lo aprendido y corrigen, entre comillas, esas concepciones que van adquiriendo en las diferentes asignaturas. Es un aprendizaje más global e integrador.

—¿Y a las personas con discapacidad intelectual y al resto de colectivos con los que trabaja, cómo les beneficia esta colaboración?
—Diría que de forma muy positiva también porque todo el mundo repite. Las valoraciones que recogemos tras la actividad siempre son buenas y nos dicen que les gustaría que hiciéramos más actividades conjuntas. Por culpa de la pandemia, hemos estado mucho tiempo parados. Este curso, aunque no hemos podido tampoco estar al 100%, hemos podido empezar a retomar algunas actividades conjuntas a partir de febrero o marzo. Pero en años anteriores, antes de la pandemia, sí tuvimos experiencias muy positivas y resultados muy interesantes. El boca a boca nos ha permitido contactar con otras entidades y colectivos.

—Aunque hayan sido pocas, ¿qué actividades concretas habéis podido llevar a cabo junto con Fundación SAMU este curso?
—Este año sólo se ha llevado a cabo una pequeña actividad por el tema de la pandemia. Se hizo un circuito multiaventura en el campus de la Pablo de Olavide en el que los participantes hicieron equipos inclusivos en los que había personas con discapacidad y alumnos universitarios. Fue una experiencia muy positiva en la que tanto alumnos como participantes se mostraron muy contentos con la actividad, aunque nos hizo un día con muchísimo calor. No queríamos cerrar el año en blanco otra vez, por eso decidimos organizar esta actividad, un poco de manera simbólica. El objetivo era volver a entrar en contacto un poco con la naturaleza.

—Y para el próximo curso, ¿qué proyectos tiene en mente?
—Hay un proyecto por ahí pendiente que está metido en un cajón desde hace tiempo y que quizás retomemos. Supongo que el próximo curso reanudaremos las colaboraciones de forma progresiva, tanto con compañeros y alumnos de la Universidad de Sevilla como de la UPO y de la Escuela Universitaria de Osuna, donde también trabajo. A ver cómo se porta el año y la pandemia.

—¿Me puede adelantar algo de ese proyecto pendiente que ha comentado?
—Como no sé si vamos a poder retomarlo, prefiero no desgraciarlo.

La Universidad Pablo de Olavide y SAMU apuestan por la innovación social en el tercer sector

La Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla y SAMU han creado una cátedra para el impulso de la innovación social en el tercer sector. El convenio entre ambas instituciones fue firmado el 20 de junio por el rector de la UPO, Francisco Oliva, y el presidente-director general del SAMU, Carlos González de Escalada.
La nueva cátedra de la Universidad Pablo de Olavide, gracias a la financiación de SAMU, establecerá un marco de colaboración entre ambas entidades para el desarrollo del conocimiento en el área sociosanitaria a través de la innovación social. El objetivo es crear sinergias entre los 40 años de experiencia en el ámbito de la salud y la atención social de SAMU y el equipo investigador y académico del departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad. José Luis Sarasola, profesor titular de este departamento dirigirá la Cátedra.

La Cátedra SAMU de Innovación Social de la UPO permitirá llevar a cabo actividades de formación, tanto reglada como no reglada, y promoverá la cooperación educativa entre ambas entidades para la mejora de la empleabilidad de los estudiantes. Además, está prevista en el marco de la Cátedra la concesión de becas, ayudas y premios.

En el área de investigación, impulsará el desarrollo de nuevas líneas de estudios relacionadas con la innovación social del tercer sector y la elaboración de informes y estudios en los ámbitos de la salud y la acción social, promoviendo proyectos conjuntos de mejora. En divulgación y transferencia del conocimiento, se promoverán los valores y principios que fomenta la Cátedra a través de actividades culturales y de difusión, la publicación de los resultados de las investigaciones llevadas a cabo y la organización de congresos y conferencias.

Francisco Oliva destacó tras la firma del convenio cómo en la Universidad Pablo de Olavide se practica la innovación social tanto interna como externamente. De forma interna gracias a la labor del equipo investigador del área de Trabajo Social y Servicios Sociales; y, externamente, por el trabajo llevado a cabo desde el vicerrectorado de Cultura y Políticas Sociales para impulsarla a través de las actividades de la Universidad. “Es una oportunidad vincularse a una entidad de gran experiencia como SAMU, y la sinergia creada gracias a esta Cátedra traerá muchos beneficios, especialmente para las personas más desfavorecidas”.

Por su parte, Carlos González de Escalada, director general de SAMU, hizo hincapié en la importancia del papel fundamental que desempeñan las universidades y, en este caso, la UPO, en materia de desarrollo científico y académico. Además, destacó el compromiso férreo de SAMU con la UPO, mencionando la constitución del Instituto SAMU de Investigación Científica, una institución que aglutina el patrimonio investigador, académico y divulgativo que SAMU ha generado en los últimos 40 años y que servirá de impulso y soporte para la cátedra recién creada. “Desde SAMU vamos a realizar todos los esfuerzos necesarios para que esta cátedra sea un motor en la investigación y divulgación de nuevos métodos de atender a las personas que más lo necesitan”.

Las cátedras institucionales y de empresa constituyen un medio idóneo para canalizar la cooperación entre la Universidad e instituciones públicas y privadas. Para la comunidad universitaria, estudiantes, profesores e investigadores, este tipo de cátedras facilitan la relación con empresas y entidades, propiciando la colaboración en actividades de formación, la generación y divulgación de conocimiento, la transferencia tecnológica y la investigación.

Psicoterapia en el daño cerebral sobrevenido

El daño cerebral sobrevenido es una lesión cerebral que se produce en un momento concreto de la vida de una persona y que la transforma por completo. Tiene una triple afectación: física, cognitiva y emocional y conductual. Todas estas afectaciones provocan alteraciones en las actividades de la vida diaria y en cómo se relaciona con su entorno más próximo, como puede ser familiar y/o social.

Los cambios conductuales y emocionales pueden ser originados directamente por las lesiones en ciertas áreas cerebrales como son la amígdala, el giro cingulado, la ínsula, el globo pálido, el lóbulo temporal, el córtex orbitofrontal, entre otras. También pueden ser provocados por las modificaciones en la vida de la persona que provoca esa situación: cambio de hogar, pérdida de su trabajo, cambio de relaciones con su familia, amistades o disminución de la autonomía.

Los síntomas psicológicos después de un daño cerebral sobrevenido (DSC) pueden reflejar no solo un proceso cerebral disruptivo, sino también los esfuerzos adaptativos del individuo para afrontar las consecuencias de la lesión (Prigatano). El comportamiento tras el DCS depende de: tipo de gravedad, forma de aparición, localización y extensión de la patología cerebral; la naturaleza de la discapacidad; el significado otorgado a la discapacidad por el sujeto en función de sus experiencias y valores premórbidos; y el medio en el que el comportamiento se manifiesta.

La psicoterapia en DCS es, al fin y al cabo, psicoterapia adaptada a personas con déficits cognitivos y funcionales que además pueden encontrarse inmersos en un duelo patológico, debido a la pérdida de capacidades y los cambios experimentados en su vida.

La finalidad de la psicoterapia es principalmente la mejora de la calidad de las personas a través del alivio de su sufrimiento emocional en cualquiera de las formas en que se exprese: depresión, ansiedad, trastornos de conducta… A través de un adecuado procedimiento psicoterapéutico, conseguiremos mejorar el bienestar y el ánimo de la persona con daño cerebral sobrevenido, y facilitar el proceso de readaptación y de reintegración social y comunitaria. La base de las intervenciones, en un principio, es acompañarles en la redefinición de la identidad. Es importante ayudarles a identificar y a comprometerse activa y positivamente en el logro de sus metas.

Para llevar a cabo este tipo de intervención, los profesionales debemos servirnos de distintas técnicas y enfoques psicológicos adaptados a las necesidades de las personas con DCS. Adaptar implica el uso de apoyos para facilitar la comprensión de la información (imágenes, pictogramas, vídeos, contratos conductuales, esquemas, entre otros). También utilizar ayudas compensatorias para recordar la información dada en consulta (diarios, agendas, libretas o grabaciones). Además, implica adaptar las condiciones de consulta (eliminar distractores, cambios en el espacio), adaptar la velocidad del discurso a la VPI de la persona, comunicar de manera concisa y clara, simplificar explicaciones y adaptar nuestro vocabulario, buscar el contacto ocular, verificar que la información ha sido comprendida o dividir las tareas en pasos.

¿En qué medida una persona con daño cerebral sobrevenido puede beneficiarse de la psicoterapia? Es importante en una primera instancia valorar los distintos dominios cognitivos que tiene la persona, de ahí que la psicoterapia vaya unida a la neuropsicología. Identificar los puntos fuertes y débiles nos ayudará a determinar el tratamiento idóneo. No obstante, existen casos en los que, debido a sus rasgos premórbidos de personalidad (déficit deterioro cognitivo, alteraciones graves de la conducta desorientación, estado de conciencia, fabulaciones, anosognosia, alteraciones graves del lenguaje o memoria), la aplicación de una psicoterapia no es posible.

Cuando esto sucede es cuando debemos basarnos en intervenciones terapéuticas. Estas últimas se refieren a una amplia variedad de acciones (asesoramiento, modificaciones del contexto, talleres psicoeducativos, estrategias de sustitución, compensación) que el psicólogo valorará con la finalidad de abordar sus necesidades.

El terapeuta debe iniciar su trabajo por el área (emocional, cognitiva o conductual) de menor resistencia, facilitando la sensación de dominio. Así, por ejemplo, si planteamos ejercicios cognitivos que reflejen sus dificultades a una persona con dificultades en la gestión emocional, aumentaremos su nivel de angustia, por lo que las valoraciones cognitivas deben estar estratégicamente postpuestas.

La reestructuración del yo

Uno de los motivos principales de consulta en daño cerebral sobrevenido se basa en el proceso de aceptación de la reconstrucción de su “yo”. El duelo pone en marcha mecanismos de defensa y de afrontamiento que pueden estar deteriorados debido a zonas cerebrales vitales a funciones psicológicas necesarias para su correcta elaboración. El desafío en psicoterapia será afrontar de lleno la reestructuración del yo. Para ello debemos promover los siguientes facilitadores: Una buena alianza terapéutica, o cómo se logra, desde la propia honestidad, la aceptación incondicional de la persona, con psicoeducación y a través de las habilidades sociales de cada uno. También es crucial el deseo de cambio: es importante proponer un nuevo plan vital u objetivos de participación atractivos para la persona con DCS. Por último, entendemos como decisiva la colaboración activa de la familia: el deseo de cambio por parte de la familia y la colaboración con su familiar en el proceso es importante para alcanzar el bienestar psicoemocional de la persona con DCS.

MAYTE PAREDES. Psicóloga de la Residencia Santa Ana