Las trabajadoras de SAMU destrozan el techo de cristal

Desde hace varios años, SAMU y su fundación se suman a la igualdad y al empoderamiento de la mujer, además de apostar porque sus directivas estén reconocidas profesionalmente y no sufran el denominado “techo de cristal”. Estas son palabras de Concepción Pérez, directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, el departamento más numeroso de la entidad, con más de mil empleados. Actualmente, el 74% de los trabajadores de SAMU y su fundación son mujeres y casi el 55% de los cargos directivos están ocupados también por féminas.

Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada año el 8 de marzo, el área que dirige Concepción Pérez junto a un grupo de trabajadoras de la entidad realizan un retrato de la figura de la mujer dentro de SAMU y el compromiso de la entidad por lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, tal como se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU.

Desde octubre de 2017, a raíz de la elaboración por parte de la empresa de un Plan de Igualdad, SAMU creó un Comité de Igualdad que desde entonces preside Maribel Álvarez Leiva. “SAMU está muy comprometido con la igualdad de oportunidades y era necesario establecer un instrumento que incorporara este compromiso en el funcionamiento y gestión diaria de la entidad”, comentaba en una entrevista publicada en Revista SAMU su presidenta, directora, además, del Área Hospitalaria.

“Lo primero que hice como presidenta de este comité fue realizar una encuesta entre los trabajadores que nos permitió saber qué opinaban sobre la igualdad en la institución y ver en qué debemos mejorar. Los resultados de esta encuesta mostraron una alta demanda en formación en igualdad por parte de los trabajadores”, señalaba Álvarez Leiva en dicha entrevista.

Recientemente, en enero, SAMU integró el departamento de la Mujer a sus áreas de intervención, creando así el área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, con el fin de dar un paso más en aquellos servicios vinculados a la violencia de género, el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género.

“Este proyecto nace con el firme propósito de abordar un campo en el que creemos necesario ese aporte SAMU para contribuir a esa transformación social tan necesaria”, señala Concepción Pérez. En este sentido, “Fundación SAMU despliega un amplio catálogo de prestaciones que buscan mejorar su satisfacción y reforzar su sentido de orgullo de pertenencia. El área de la Mujer en SAMU está incluida en nuestro día a día desde sus inicios, si bien ha sido a partir del incremento de las medidas de conciliación, protección e igualdad de oportunidades, cuando este área ha alcanzado un notable incremento en cuanto a actuaciones dirigidas a la verdadera igualdad entre hombres y mujeres. En la actualidad estamos elaborando un dossier y una memoria de abordaje sobre nuestra filosofía de trabajo, ejes de actuación y metodología específica en este ámbito”.

Según detalla Concepción Pérez, SAMU y su fundación trabajan el género en todos sus centros y servicios desde diferentes perspectivas: prevención de la exposición a situaciones sensibles para usuarias con historia de violencia de género (ejemplo: agrupaciones de usuarios mixtas o por género en las actividades para proteger la confidencialidad y sensibilidad de las usuarias); la detección y evaluación continua de necesidades de educación de género y necesidad de recursos complementarios o derivaciones de las personas usuarias a atenciones especializadas; formación continua de todos los profesionales en el Plan de Igualdad y Guía de Buenas Prácticas contra el Acoso Laboral y la Violencia de Género adaptados a cada colectivo que atiende la entidad; conocimiento y trabajo con el tejido asociativo y organizacional del entorno por la igualdad de género; atenciones médicas y sanitarias específicas para las usuarias, independientemente de si son minoría en el servicio; planes de atención individualizados con perspectiva de género y método de la interseccionalidad de distintos niveles de exclusión en la situación o riesgo de violencia de género (etnia, edad, ocupación, identidad sexual y de género); el uso de un lenguaje inclusivo en la comunicación visual, escrita y hablada de los centros; y penalizaciones por conductas discriminatorias estipuladas en los regímenes internos de cada servicio.

25 años al frente de la contabilidad de SAMU

Son varias las trabajadoras de SAMU que reconocen abiertamente haberse sentido apoyadas por la entidad en diferentes etapas de su vida profesional y personal, y destacan el espíritu familiar de la compañía. Rosario González Gutiérrez, Eva Fuentes o Carolina Rubio Jiménez son algunas de ellas.

Rosario González, más conocida como Chari, comenzó a trabajar en SAMU en 1995 con 25 años, de ahí que muchos compañeros utilizaran el apelativo de Charito para referirse a ella. “Me contrataron para tres meses como auxiliar administrativo. SAMU se estaba mudando a las instalaciones de Fuente del Rey (Base 7) y necesitaba una persona para organizar y archivar toda la documentación administrativa. También realicé guardias de coordinación sanitaria y trabajos de administración. Desde el primer día me involucré en todo”.

Después de estos primeros tres meses, la empresa seguía necesitando apoyo administrativo, y tras la renovación durante un año de su primer contrato, SAMU le ofrece un contrato fijo. “Al mismo tiempo, también me ofrecieron un contrato en la Diputación de Sevilla, pero decidí quedarme en SAMU y nunca me he arrepentido”, asegura Chari González. “Entré a formar parte no sólo de una empresa, sino de una familia. Así lo sentía y lo sigo sintiendo. Mi familia SAMU”.

González, hoy directora del departamento de Contabilidad de SAMU, tiene palabras de especial cariño a su “maestro, jefe y amigo” durante sus primeros años en SAMU, Ignacio Álvarez Leiva. “Nacho siempre estará en mi corazón. Él fue mi jefe en el departamento de Contabilidad durante unos tres o cuatro años, hasta que se marchó para montar su propio negocio fuera de SAMU. Fue entonces cuando quedé al frente del departamento de Contabilidad, siempre con el apoyo de la dirección financiera. Pese a mi juventud, no me dio miedo este reto, bueno un poco sí, pero siempre me he sentido apoyada por mis compañeros”.

Metódica, puntual y eficaz, estos son los adjetivos que caracterizan a Chari González. “Marca de la casa, como dice mi jefe”, señala esta mujer. “Desde que entré en SAMU he procurado involucrarme en todo: coordinación sanitaria, docencia, la revista SAMU, dispositivos sanitarios (como las guardias en Isla Mágica), ayudar en misiones humanitarias, mudanzas, muchas mudanzas…”

La directora del departamento de Contabilidad explica que durante estos 25 años se ha casado, ha sido madre y ha vivido importantes tragedias familiares, como la pérdida de un hermano. “En todos estos momentos, la familia SAMU, encabezada por el doctor Carlos Álvarez Leiva, mi jefe, ha estado conmigo, nunca me he sentido sola. En lo bueno y en la malo, como dije antes, es mi familia. Y yo he procurado también, aparte de en lo laboral, personalmente estar con ellos”.

“Como mujer luchadora, hay momentos en la vida que te hacen ser más fuerte. Recientemente, he pasado por un duro tratamiento de seis meses para combatir un cáncer de ovario y he intentado ser lo más fuerte posible, pero hay momentos de debilidad, quizás ahora más que en todo el proceso. Pese a mi enfermedad, he estado pendiente de mi trabajo en todo momento, ya que me servía de válvula de escape. Todo ha sido posible gracias a la ayuda de mi gran equipo, la gran mayoría mujeres. Estoy muy orgullosa de todos ellos”. El pasado octubre, Chari González volvió a su rutina laboral una vez finalizado el tratamiento: “Lo importante son las ganas porque mis ganas, ganan”.

Eva Fuentes y Carolina Rubio no son tan veteranas como Chari González, más bien lo contrario. La primera de ellas empezó a trabajar en SAMU en 2019, y la segunda, hace casi cuatro años, pero ambas destacan el apoyo recibido por parte de la empresa.

“Siempre digo que entrar a trabajar en SAMU fue una gran suerte, me tocó la lotería. Yo tenía 48 años y con esa edad es muy difícil que una empresa te contrate. Con esa edad, nadie apuesta por ti, excepto SAMU”, exclama Eva Fuentes, que trabaja en el ámbito de la justificación de proyectos y subvenciones dentro del departamento de Desarrollo de SAMU. Durante varios años, Fuentes trabajó en una consultoría que quebró en 2012. “Tras cerrar la empresa en la que trabajaba, tuve que buscarme la vida y emprender para seguir adelante. Fueron años muy duros y, en 2019, SAMU me ofreció un contrato a media jornada”. El incremento de actividad y proyectos por parte de SAMU hizo que al año Eva Fuentes recibiera una oferta de un contrato a jornada completa.

“He tenido mucha suerte. Me he sentido acogida y apoyada desde el primer día. SAMU no solo valora el lado profesional de sus trabajadores, también lo humano”, anota Eva Fuentes. “Mi idea es quedarme aquí hasta que me echen”.

“Siento que puedo progresar en la empresa”

Carolina Rubio, por otro lado, trabaja en SAMU desde hace cuatro años, concretamente, dentro del departamento de Contabilidad. “Menos el director financiero, Diego Gallardo, el resto de las personas que formamos el equipo de contabilidad y finanzas somos mujeres”, comenta Rubio. “Desde el primer día me sentí muy cómoda en esta empresa, que apuesta mucho por la mujer, especialmente en labores de gestión. Profesionalmente, me siento bastante realizada. En estos cuatro años, he experimentado un progreso profesional muy significativo y siento que puedo progresar dentro de la empresa”.

Carolina Rubio, madre de dos hijos, destaca la importancia que SAMU da a la formación de sus trabajadores. “En estos cuatro años he adquirido mucha experiencia y he recibido también mucha formación. Para mí, esto último es muy importante para no estancarme, y SAMU se preocupa por las necesidades formativas de sus empleados”.

SAMU, en el fragor de la maratón de Sevilla

Más de 140 profesionales de la sanidad y las emergencias sanitarias entre médicos, enfermeros, Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), fisioterapeutas y personal en formación en Escuela SAMU, además de 30 vehículos, formaron parte del dispositivo sanitario de SAMU en la XXXVII edición de la Zúrich Maratón de Sevilla, una de las pruebas más prestigiosas y multitudinarias del panorama nacional.

Una edición más, el equipo de SAMU estuvo al cuidado de los casi 11.000 participantes de la maratón, en coordinación con los servicios de emergencias del Ayuntamiento de Sevilla, para garantizar una rápida respuesta rápida y eficaz en las situaciones de emergencias en todo el recorrido por el centro de la ciudad, y ofrecer asistencia sanitaria a los propios corredores.

El dispositivo estuvo bajo el mando de Juan González de Escalada, director de área de Emergencias de SAMU. El objetivo del mismo era no solo intervenir en la atención a deportistas, sino también en cualquier escenario de emergencias que pudiera producirse, como una avalancha o un atentado terrorista.

Los objetivos específicos de esta misión eran: valorar, planificar y gestionar el dispositivo; asegurar la primera respuesta; establecer el marco organizativo y funcional con una adecuada coordinación; montar y operar un área de Puesto de Mando; disponer de recursos móviles a demanda; desarrollar una red de cardioprotección a través de todo el circuito; desplegar una malla de transmisiones; establecer un mecanismo de integración con otros servicios y diseñar una operativa especifica de SAMU.

Fuentes del dispositivo señalaron que no se produjeron incidentes de gravedad durante el transcurso de la prueba. A falta de la elaboración del informe final, se registraron alrededor de una decena de derivaciones hospitalarias que se resolvieron con éxito y con los deportistas de alta pocas horas después.
Como en pruebas de estas características, predominaron las hipotermias, la deshidratación, los síndromes gastrointestinales y los problemas musculoesqueléticos, todas ellas situaciones provocadas por el esfuerzo extremo al que se somete al organismo en una maratón, tanto en deportistas de alto nivel como en deportistas amateur.

Hospital de campaña

Los recursos materiales estuvieron organizados en dos grandes grupos. En primer lugar, el hospital de campaña instalado en el Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler de Sevilla para prestar asistencia sanitaria tanto a los corredores como al público del evento, y que se convirtió en epicentro de la operativa. En el segundo grupo, figuraba un enorme despliegue de recursos móviles repartidos a lo largo del circuito de 42 kilómetros, con hasta 30 vehículos de asistencia.

Dos años después de la anterior edición (pues el de 2021 no se disputó por la pandemia), el Zurich Maratón de Sevilla volvía esta edición con el propósito expreso de los organizadores de mejorar las dos plusmarcas de la prueba y los dos récords nacionales de la distancia, objetivos que finalmente se cubrieron casi en su totalidad.
Los etíopes Asrar Abderehman (2:04:43), en hombres, y Alemu Megertu (2:18:51), en féminas, se proclamaron campeones batiendo los registros de la prueba, mientras que el español Ayad Landassem acabó sexto y estableció una nueva plusmarca nacional de la distancia (2:06:25).

Equipo de SAMU en la maratón de Sevilla

Equipo de SAMU en la maratón de Sevilla

CAFD El Sauzal: Cuando la fisioterapia es imprescindible

Durante más de una década, he tenido el privilegio de formar parte del equipo de trabajo del CADF (Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física) El Sauzal, en Tenerife. En mi caso particular, desempeñando las funciones de fisioterapeuta. Todo este tiempo me ha permitido un enriquecimiento personal y profesional que ha dado importante forma y contexto a mi vida. Considero que las profesiones sanitarias –así como aquellas de profunda orientación vocacional y humanitaria–, terminan por constituir parte íntegra de la identidad de la persona. Esto es más cierto, si cabe, cuando el ejercicio profesional se desarrolla en un centro sociosanitario. El CADF de El Sauzal dirige su labor asistencial hacia personas con diversidad funcional de carácter predominantemente motor. Es en este entorno, donde todos los que en él trabajamos, aportamos un granito de arena para enriquecer y mejora la calidad de vida de las personas. En ocasiones, acompañando en los últimos momentos de la vida.

El CADF de El Sauzal acoge una población afectada por daño neurológico adquirido o congénito, así como por enfermedad desmielinizante, lesión medular, enfermedad neuromuscular genética e incluso síndromes sin un diagnóstico definitivo o específico. Lo que va a ser común a todas ellas es la presentación de una clínica relevante, amplia y diversa.

El regalo que la evolución nos ha dado al disfrutar de un sistema nervioso tan especializado, complejo y de tantísimas posibilidades, tiene un alto precio cuando la lesión incide directamente sobre él. Ante este hecho, se manifiestan afecciones físicas y funcionales altamente limitantes y potencialmente discapacitantes. Como consecuencia va a existir un grado variable de dependencia en terceros para el desarrollo de las actividades de la vida diaria. Si la enfermedad es, además, de naturaleza evolutiva y degenerativa –más allá del envejecimiento fisiológico–, nos enfrentamos a un enorme reto y acompañamos una situación de profundo drama humano.

Cuando observamos a una persona con diversidad funcional en la esfera motora, es el trastorno y limitación del movimiento el signo más evidente que llama nuestra atención. Pero tras éste, muchos otros aspectos pueden convivir sin resultar tan obvios. Los trastornos de la sensibilidad y de la postura, la incontinencia, las dificultades para lograr una alimentación e hidratación seguras, los déficits del lenguaje y comunicación, el dolor crónico, así como los déficits sensoriales, pueden estar presentes con mayor o menor influencia, conjuntamente o de forma aislada. Además, teniendo en cuenta que el ser humano no es solo una dimensión física definida exclusivamente por el cuerpo, los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales deberán ser contemplados y atendidos en la medida que requieran.

Todo esto dibuja la necesidad de un abordaje donde la composición e intervención de un equipo multidisciplinar en el que se integra el fisioterapeuta se hace indispensable. No entendería la labor que desempeño desde el área de fisioterapia sin la cohesión de un equipo de trabajo constituido por los departamentos de Terapia ocupacional, Enfermería, Psicología, Integración social, Educación, Trabajo social, Logopedia, así como el de Medicina física y rehabilitadora. Entre todos damos una respuesta integral, entendiendo a la persona usuaria como un ser biopsicosocial.

Este equipo no quedaría completo sin las compañeras auxiliares de enfermería y la coordinación, que nombro en último lugar no por tener menos importancia, sino por todo lo contrario. Merecen especial mención y reconocimiento pues, como más arriba comentaba, la necesidad de terceros para la realización de las AVD recae principalmente en este equipo de trabajo, cuya intervención abarca todo el día, todos los días del año. Siendo además imprescindibles para el desarrollo del plan de intervención de cada persona usuaria y de enorme valor por la información que recogen durante su desempeño.

Tomando ahora como ejemplo un nuevo ingreso, describo la organización del departamento. Tras la bienvenida al centro, hay una toma de contacto inicial, basada en la observación y la entrevista personal. De aquí se redacta un primer documento de ingreso, que recoge, entre otros: diagnósticos, tipo y capacidad de desplazamientos, hábito postural, deformidades ortopédicas más evidentes, coordinación motora, sensibilidad… Junto con este documento, se elabora una ficha descriptiva y de pautas orientada al equipo auxiliar. Esta ficha reúne información clínica cuyo conocimiento es necesario, aspectos físicos y funcionales, así como riesgos y cuidados específicos.

A lo largo del primer mes de estancia se realizará el informe de valoración de fisioterapia que recoge toda la información médica relevante y antecedentes personales. Se profundiza en la exploración física y funcional, ampliando las áreas valoradas en el primer documento de ingreso y se aplican las escalas que procedan (Daniels, escala modificada MRC, Tinetti, Asworth modificada,…). Las capacidades funcionales se describen con independencia de la aplicación de escalas. De la exploración y valoración, se determinan los objetivos y procedimientos que conforman el PAI. Tanto la exploración física, como la elaboración de los objetivos y procedimientos son compartidas y consensuadas con el médico rehabilitador. Los procedimientos se recogen además en una ficha de tratamiento, a modo de guía práctica. Se le propone a la persona usuaria un horario, que se ajustará y adaptará permitiendo la participación al resto de departamentos, actividades y talleres. Toda la documentación estará sometida a revisiones periódicas, que podrán ser adelantadas si hay algún cambio clínico, físico o funcional significativos. Ocasionalmente, será necesaria la comunicación con otros profesionales de la salud –MAP, atención especializada-, siendo el documento escrito el canal más habitual.

Los familiares tienen siempre a su disposición el departamento para recibir información relativa a la intervención de la persona usuaria, así como para aclarar cualquier duda que desde el área de la terapia física pueda ser resuelta. Igualmente, el departamento se pondrá en contacto con los familiares, cuando se requiera consultar o intercambiar alguna información.

Dentro del departamento, son muchos los retos y dificultades que encuentro en el día a día, tanto relacionados con el ejercicio profesional, como con aspectos organizativos y de funcionamiento. Comparto solo algunos de ellos, por la gran extensión que requeriría abordarlos todos.

En primer lugar, destacaría la adhesión al tratamiento así como el cumplimiento de pautas y consejo terapéutico. Los motivos no son exclusivos de las personas con diversidad funcional. Podemos experimentarlos nosotros mismos cuando tratamos de modificar hábitos para adquirir estilos de vida más saludables: falta de interés y motivación, dificultad para lograr una disciplina, delegar la promoción y el mantenimiento de la salud y bienestar o desánimo por expectativas no satisfechas. Y un motivo que observo directamente relacionado con la experiencia de convivir con una situación de gran dependencia, como el caso de las enfermedades neurodegenerativas, es la frustración ante la falta de tratamientos curativos.

Consolidar la participación

Relacionada con la anterior, nos encontramos con dificultad para consolidar la participación, por la irregularidad en la asistencia, la presencia de periodos de absentismo, falta de puntualidad u otras priorizaciones de la persona usuaria.

Dentro del área física-funcional, una de las dificultades que encontramos es la presencia de espasticidad (o hiperresistencia, empelando el término actualmente consensuado). Útil en ocasiones, pero de muy difícil abordaje y con importantes repercusiones cuando se trata de hiperresistencia moderada o peor aún, severa. Tal situación compromete la calidad de vida de la persona usuaria, al interferir y dificultar las labores asistenciales, el correcto posicionamiento, aumentar el riesgo de estructuración de contracturas y deformidad ortopédica, añadir un factor de riesgo para el desarrollo de UPPs y ser consecuencia de dolor somático. Paralelamente, la labor asistencial por parte del equipo auxiliar se ve seriamente afectada. El manejo de esta entidad es compleja e implica a otros profesionales del equipo multidisciplinar y de la atención especializada. A pesar de la terapia física, los fármacos y los tratamientos más agresivos, el resultado en ocasiones no llega a ser del todo satisfactorio.

También debemos destacar la limpieza bronquial, cuando hay patología respiratoria acompañada de mal manejo de las secreciones. Situación que se agrava cuando las técnicas de fisioterapia respiratoria se ven limitadas ante condiciones físicas y/o cognitivas de la persona, que dificultan su colaboración.

Debemos hablar aquí del dolor, una entidad muy habitual cuyo abordaje nuevamente se apoya en otros profesionales del equipo multidisciplinar y de la atención especializada. De variada naturaleza, en ocasiones supone todo un reto para lograr un manejo satisfactorio como en el caso del dolor crónico, el neuropático o el asociado a enfermedad oncológica. Un aspecto importante a incluir en su intervención, es la pedagogía sobre el mismo, entendiendo que el dolor no solo es un mecanismo de información y protección ante el daño tisular, sino una experiencia subjetiva que se alimenta además de experiencias previas. Y por supuesto, fomentar y promover el movimiento y la actividad, adaptada a las posibilidades y capacidades individuales como importante estrategia de abordaje.
Siendo profesionales de la salud, hay un aspecto que no podemos olvidar, por evidente que nos parezca. Es el propio autocuidado, entendiéndonos igualmente como seres biopsicosociales. Estar bien, para poder trabajar bien, disfrutando de nuestro hacer profesional.

Termino estas líneas comentando que la intervención hacia las personas usuarias de este centro es un proceso individualizado y dinámico, cambiante en el tiempo, según las necesidades. En este proceso, la persona es el eje central, quien manifiesta sus deseos y preferencias. Somos los distintos profesionales quienes apoyamos su proyecto de vida, consensuando y mediando cuando sea necesario.

Aunque a veces el desánimo también hace mella en nosotros, creo firmemente que los objetivos y resultados por modestos que sean, contribuyen a mejorar la calidad de vida de la persona. Siempre podremos hacer y aportar algo para que esto sea así.

LUCIO RUIZ MARTÍN. Fisioterapeuta del CAFD El Sauzal

Una alternativa para los menores de Piniers (Ceuta)

Fundación SAMU, a través de Escuela de Oficios (EOF), ha puesto en marcha un programa de formación en oficios de alta empleabilidad para los menores no acompañados acogidos en los centros que esta fundación gestiona en el complejo de Piniers por encargo del Gobierno de Ceuta. El programa ha comenzado con un curso básico de mantenimiento de edificios en el que hay diez menores inscritos y del que se prevé un total de 10 ediciones que tienen como objetivo formar, al menos, al 50% de los menores acogidos en Piniers.

El curso persigue la adquisición de competencias básicas en oficios transversales dentro del marco de mantenimiento de edificios. Así, la formación aborda desde un punto de vista teórico y práctico tareas de albañilería, pintura, fontanería, electricidad o montajes de módulos prefabricados, introduciendo a los alumnos en el conocimiento sobre medidas de prevención de riesgos laborales. El curso, impartido en español, supone un refuerzo lingüístico del idioma.

Este módulo formativo cuenta con un total de 128 horas de duración, es impartido por la Escuela de Oficios SAMU (EOF) y tiene como objetivo dotar a los menores acogidos en los centros gestionados por Fundación SAMU y, en general, a todos los jóvenes con necesidades, de herramientas y conocimientos para favorecer su inclusión laboral en oficios tradicionales y también en oficios emergentes.

Así, la EOF centra su actividad en sectores donde existe una alta demanda laboral (construcción, agricultura, hostelería, servicios sociales, etc.) con el fin de ofrecer siempre un enfoque orientado a la inserción desde una perspectiva práctica, dinámica y participativa.

Además del curso de Mantenimiento de Edificios, la EOF SAMU está trabajando en el diseño de otros módulos educativos con el objeto de que sean incluidos dentro de la oferta formativa destinada a los menores de Piniers, destacando aquellos relacionados con medio ambiente y sostenibilidad.

Etapa previa a la emancipación

Actualmente, la gran mayoría de menores migrantes que Fundación SAMU acoge en Ceuta se encuentra en la etapa previa a la emancipación. Por ello y debido a la inexistencia de recursos de acogida para mayores de edad, Fundación SAMU busca ofrecerles, junto con el esfuerzo conjunto que lleva a cabo con el gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, las herramientas necesarias para que puedan llegar a ser personas adultas responsables y autónomas.

Esta acción forma parte de la Fase 4 del proceso de implantación del Centro de Recepción de Emergencias de Piniers. Junto a las clases de inmersión, Fundación SAMU está trabajando en el desarrollo de programas de cualificación profesional ofrecidos por su Escuela de Oficios (EOF). Ya se ha realizado una prueba piloto con unos 10 menores que han colaborado con personal de mantenimiento y educativo.

En todo caso, la voluntad de Fundación SAMU, tal y como expresó hace unos días su presidente, Carlos González de Escalada, es desarticular Piniers en cuanto sea posible, de acuerdo con lo previsto por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta.

Tatiana Laborde, coordinadora de los proyectos de SAMU en EEUU: “Como inmigrante, sé lo difícil que es integrarse en EEUU”

Tatiana Laborde (Bogotá, Colombia, 1984) comenzó a trabajar con SAMU en 2018 gestionando las redes sociales para SAMU First Response. Hoy, lidera las operaciones que SAMU lleva a cabo en Estados Unidos, como el recién estrenado centro de acogida de menores Island Condos, en Washington DC

—En 2018, SAMU Foundation abrió su primera oficina en Washington D.C. (EE.UU.) con el fin de captar fondos para sus misiones humanitarias. Tres años después, la entidad ha logrado hacerse un hueco en EEUU a través de SAMU First Response y está gestionando su primer centro de acogida de menores. ¿Cuándo entró usted a trabajar en este proyecto internacional de SAMU?
—Comencé a trabajar con SAMU en febrero de 2018 gestionando las redes sociales para SAMU First Response, la filial que la entidad tiene en Estados Unidos. Mi papel inicial fue muy básico, pero gestionando las redes aprendí mucho sobre los proyectos que SAMU tiene en España. Desde un principio, me interesó muchísimo el trabajo que la entidad realiza con los menores no acompañados, sobre todo, porque existían muchas similitudes con las necesidades de apoyo que este colectivo tiene en Estados Unidos. Ahora, lidero los esfuerzos para abrir operaciones en Estados Unidos, diseñando la estrategia de servicios y recaudación de fondos.

—¿Cómo conoció SAMU y su labor?
—Conocí SAMU a través de Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, que es muy amigo de mi esposo. Recuerdo que en nuestro primer viaje a España en el 2009 visitamos Sevilla y conocimos las oficinas de la entidad en la Isla de la Cartuja. En ese viaje también me enamoré de Sevilla y su linda gente.

—Desde la pasada primavera, SAMU First Response trabaja en la posibilidad de abrir un recurso en EEUU para acoger a menores inmigrantes, un reto que ha logrado alcanzar a través de Island Condos. ¿Cómo surge este proyecto?
— Island Condos es el primer recurso de SAMU First Response y se encuentra en Washington DC. Es un edificio habilitado para atender las necesidades de menores no acompañados mientras trabajamos en el proceso para su reunificación familiar. Este proyecto ha sido impulsado por la dirección de SAMU, que vio la gran necesidad que existía en Estados Unidos de apoyo a los menores no acompañados en este país. A partir de ahí, se creó un equipo de trabajo para identificar oportunidades y cómo podíamos llevar a cabo operaciones en Estados Unidos. En ese momento, mis funciones eran gestionar y perfilar la web y las redes sociales de SAMU First Response para esta nueva misión, pero como éste es un tema de alto interés para mí, pedí ampliar mi papel dentro del proyecto y así llegamos a donde estamos hoy.

—¿Ya han llegado los primeros menores al centro?
—El proceso en Estados Unidos es bastante diferente al de España. Hay una serie de permisos que tienen que ser emitidos antes de recibir menores. Igualmente, tenemos que hacer un proceso de licitación con el Gobierno, el cual es muy minucioso y específico en cuanto al desarrollo y el funcionamiento del centro. En este momento estamos en la etapa final de la licencia en Washington y acabamos de pasar la solicitud de licitación con el Gobierno. Esperamos darles la bienvenida a los jóvenes en el segundo semestre del año.

—¿Cuál es el perfil de los menores a los que va dirigido este recurso?
—Esperamos recibir jóvenes entre 13 y 17 años. La gran mayoría llegan de lo que se conoce como northern triangle, que son Honduras, Guatemala y El Salvador.

—¿Cuál es la finalidad de este centro?
—Nuestro primer objetivo es lograr la reunificación familiar de estos jóvenes en el menor tiempo posible. Queremos que este tiempo no sea mayor a 30 días. Mientras los menores estén en el centro, van a recibir atención psicológica y médica, se comenzarán los procesos legales para su caso migratorio y recibirán escolarización dentro del centro. En el edificio hemos habilitado dos aulas para impartir clase y espacios para los trabajadores sociales y clínicos.

—SAMU First Response lleva meses trabajando para hacerse un hueco en EEUU. ¿Cómo se siente ahora que habéis conseguido el objetivo? 
—Este es solo otro hito en el camino. El recurso ya está listo, pero nos quedan un par de pasos más antes de poder comenzar a prestar servicios. Seguimos trabajando con mucha ilusión para llegar a ese punto.

—¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que os habéis encontrado?
—Ha sido un proceso lleno de momentos de aprendizaje y adaptación. Hemos conocido entidades muy importantes especializadas en la atención a los colectivos más vulnerables. Estas entidades y organizaciones nos han dado la mano y han compartido con nosotros conocimiento. En este proceso también ha sido muy importante la gran labor de SAMU en sus centros de menores de España y su gran capacidad de innovación.

—¿Cuál es el futuro de SAMU First Response?
—A corto plazo, queremos recibir al primer grupo de menores y dedicar un año a operaciones en nuestra primera iniciativa SAMU Island Condos. En el segundo año, esperamos abrir un segundo centro e ir creciendo de manera progresiva y sostenible. Al mismo tiempo, seguiremos explorando oportunidades para prestar servicios a comunidades vulnerables.

—¿Cuántas personas forman el equipo de SAMU en EEUU?
—El equipo de SAMU First Response en Estados Unidos lo formamos tres personas, aunque contamos con un gran equipo de apoyo de SAMU en España, que son nuestra roca en cuanto a conocimiento e implementación de proyectos en el país.

—¿Qué supone este proyecto para usted?
—Este proyecto es extremadamente importante para mí. Como inmigrante que soy, conozco las dificultades que estas personas encuentran durante su integración en la sociedad norteamericana, aunque es cierto que mi proceso fue muy privilegiado. Siempre me ha interesado mucho el trabajo con la comunidad inmigrante, en cuanto a educación, identidad y al conocimiento y defensa de nuestros derechos. La situación de los menores en los centros de detención en el país me ha afectado mucho y mi familia lleva tiempo buscando la manera de ayudar a esta población tan vulnerable.

—Tras la llegada masiva de inmigrantes este verano a EEUU, ¿cuál es la situación actual?
—La llegada masiva de inmigrantes a Estados Unidos es algo muy cíclico. Todas las primaveras hay un incremento importante en la llegada de inmigrantes al país. Esto responde mucho a la situación económica y política de los países de origen. Como ejemplo, en enero de este año llegaron a Estados Unidos mil menores más con respecto al mes anterior, por eso lo importante es estar listos para poder ofrecer el mejor servicio a esta población tan necesitada.

Nueva misión humanitaria: SAMU viaja a la frontera de Rumanía con Ucrania para atender a los refugiados afectados por la invasión de Rusia

Un contingente de voluntarios de SAMU ha partido este miércoles desde Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla),  con destino a la frontera de Rumanía con Ucrania, con el objetivo de poner en marcha un dispositivo de atención a los refugiados afectados por la crisis migratoria debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Concretamente, el contingente, liderado por Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, y formado por ocho personas, entre los que se encuentran enfermeros, médicos, técnicos de emergencias sanitarias y educadores sociales, ha partido para Tulcea, Rumanía, un municipio en la frontera con Ucrania.

Los objetivos de la misión serán proporcionar asistencia sanitaria a las personas desplazadas de Ucrania, respondiendo a las necesidades asistenciales generadas por la crisis humanitaria. Se pretende realizar una labor de análisis sobre el terreno y desarrollar capacidad de atención a un mínimo de 100 personas diarias, en una primera fase de reconocimiento y aposentamiento. El contingente permanecerá en la zona hasta finales del mes de marzo, sin que se descarte el envío de un contingente de refuerzo en los próximos días.

La ONU cifra en más de 500.00 el número de personas que han huido de Ucrania. La mayoría de estas personas son mujeres y niños, ya que los hombres entre 18 y 60 años están llamados a combatir en defensa de su país.

A Rumanía han llegado más de 67.000 personas, la mayoría de ellas personas mayores, mujeres y niños. Se trata de una crisis humanitaria que se ve agravada por la Covid-19, en la que buena parte de la población desplazada no tiene acceso a cobertura sanitaria, educación, electricidad o refugio. Además, se prevé un incremento en la oleada de refugiados en los próximos días.

Esta misión se produce después de que el pasado jueves 24 de febrero, SAMU constituyera un gabinete de crisis que ha trabajado de forma intensiva durante los últimos días, hasta que el dispositivo quedara totalmente configurado en la mañana del día de ayer.

Se trata de la segunda misión desarrollada por SAMU en pocos meses en la zona, ya que en noviembre de 2021 la entidad llevó a cabo una misión en la frontera de Polonia con Bielorrusia, para atender las necesidades de la población de Medio Oriente y África que se agolparon en la frontera tratando de entrar a territorio polaco.

La expedición que viaja a la frontera de Rumanía con Ucrania ha partido este miércoles a las 13:00 horas desde la Escuela SAMU de Gelves (Sevilla), donde han sido despedidos por sus familias y diversas autoridades.

En este dispositivo, SAMU volcará toda su experiencia en la gestión de misiones humanitarias. Sólo en el último año, SAMU ha coordinado cuatro misiones humanitarias internacionales en los países de Dominica, El Salvador, Costa Rica y Polonia. De igual modo, durante el periodo más crítico de erupción del volcán de Cumbres Viejas, SAMU desplegó en La Palma un dispositivo de atención a los afectados, y está participando activamente, desde el inicio de la crisis migratoria, en la atención a los menores que llegaron desde Marruecos en mayo de 2021, gestionando actualmente varios de estos centros de atención a los menores.

Asimismo, SAMU viene llevando a cabo desde hace más de treinta años proyectos de carácter humanitario en numerosos lugares del mundo, y desde 2018 cuenta con presencia en Washington DC (EE.UU.) a través de Samu First Response, cuyo objetivo es gestionar centros de menores en el país norteamericano y potenciar misiones internacionales de SAMU.

Despedida contingente de SAMU que viaja a la frontera de Ucrania

Despedida contingente de SAMU que viaja a la frontera de Ucrania

XI Olimpiadas Sanitarias para TES de SAMU: La gran competición de las emergencias

Los alumnos de Técnico en Emergencias Sanitarias de la Escuela SAMU (tanto los matriculados en la modalidad presencial como en la semipresencial) y profesionales invitados de distintas empresas del sector participaron el 28 de enero en las XI Olimpiadas Sanitarias para TES que organiza SAMU, una singular competición que se celebra desde 2014 y que se han convertido en una marca de la casa.

Este evento académico deportivo consiste en una serie de pruebas en la que los alumnos y profesionales, divididos en equipos de tres personas, deben poner a prueba todas sus habilidades para saldar dichos ejercicios. Con ello, lo que se consigue es demostrar todo lo aprendido, ser capaz de trabajar con los distintos tipos de profesionales y tener una gran experiencia. Su fin es impulsar el trabajo en equipo de futuros profesionales en situaciones hiperrealistas y en competencia.

Entre las cualidades que deben demostrar se encuentran: control de estrés, del miedo, dotes de mando, capacidad para tomar decisiones, controlar las emociones durante situaciones de crisis, manejo y conocimiento de técnicas sanitarias específicas, entre otras. Todo esto unido a una serie de valores humanos como es el trabajo en equipo, la educación, el respeto y el compañerismo.

El día 28 de enero se celebraron las pruebas eliminatorias en la que participaron ocho equipos de tres miembros cada uno, y el 4 de febrero se llevó a cabo la final entre los equipos con las tres mejores puntuaciones de las eliminatorias.

El primer día, los participantes recorrieron un circuito donde todos los grupos pasaron por un total de siete pruebas teórico-práctico, simultáneamente y rotando secuencialmente por todas las pruebas, con una parada de 30 minutos. La duración total del circuito fue, aproximadamente, de cuatro horas.

Estas siete pruebas consistían en realizar una RCP (Reanimación Cardiopulmonar) por equipos; atender un caso de SVA (Soporte Vital Avanzado) de alta complejidad en los que debían utilizar habilidades de acercamiento y contención verbal (prueba de apoyo psicológico); identificar y solucionar problemas mecánicos en un vehículo rápidamente; asistir a un escenario que ponía en riesgo su seguridad sin descuidar al paciente ni al agresor (prueba de IMV/ambiente hostil); también se evaluó la capacidad del equipo para resolver un caso propuesto y lograr salir de la habitación (Escape Room); demostrar habilidades de conducción con carga y en circunstancias particulares; y cruzar una pista de obstáculos que demuestra la capacidad física del equipo.

Los tres equipos con la mejor puntuación pasaron íntegros a la final, así como los tres miembros de cuarto grupo con mejor calificación. Este último plantel se desintegró y sus miembros pasaron a formar parte de los otros tres equipos de manera individual. De este modo, los grupos de la final, en lugar de tres miembros, contaron con cuatro personas cada uno.

La final, según explica el enfermero y docente Andrés Rodríguez Holst, responsable de la actividad, también consistió en un recorrido, pero, a diferencia de la eliminatoria, donde dos equipos tenían 20 minutos para resolver cada prueba y no podían pasar la siguiente hasta que transcurriera este tiempo, en la final, ganaba aquel grupo que antes llegara a la meta tras completar las diferentes pruebas en el menor tiempo posible. Mecánica, conducción, evacuación de víctimas de un vehículo siniestrado, RCP…

El equipo ganador fue el formado por Manuel Fernández Largo, Francisco Javier Domínguez, Pablo Lombardo y Rafael Álvarez, todos ellos alumnos del segundo curso de TES en la modalidad presencial. Este grupo participará en octubre en las olimpiadas nacionales que se celebrarán en Calatayud (Zaragoza). Esta competición nacional tiene lugar cada dos años. A este evento también acudirá el equipo de exalumnos de SAMU que ganó las olimpiadas de la Escuela que se celebraron el año pasado.

“Las olimpiadas nacionales de 2020 y 2021 se suspendieron a causa de la pandemia del Covid-19, por lo que las últimas se celebraron en 2018. Aquel año, los dos equipos de SAMU que participaron quedaron en primer y tercer lugar”, cuenta Andrés Rodríguez. El evento, que congrega a profesionales sanitarios, bomberos y otros especialistas del sector de las emergencias de toda España, está organizado por la Unidad Rescate Extrahospitalaria Multidisciplinar de Emergencias (UREM) y se centra en el desarrollo de actividades de rescate y evacuación de víctimas, principalmente.

Aquel equipo de SAMU que ganó en 2018 la V edición del Gran Prix de las Emergencias estaba formado por Thomas Couyotopoulo (hoy, director de Escuela SAMU), Noelia Luque, Coral Espadero y Francisco Díaz, tres graduados en Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) y una enfermera del Máster en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad de Sevilla. Estos terminaron el circuito en 1 hora y 14 minutos (el tiempo máximo eran dos horas). El segundo equipo de SAMU, que logró la tercera posición, lo constituyeron José Carlos León, Virgilio Sánchez, Vanesa Peinado y Ángel Flores de la Fuente, todos, entonces, alumnos de segundo año del grado superior en TES de la Escuela SAMU. Estos completaron las seis pruebas del circuito en 1 hora y 21 minutos. El segundo premio fue para un equipo procedente de Andorra del ámbito prehospitalario.

En total participaron 10 equipos de entre cuatro y cinco miembros, procedentes de la Comunidad Valenciana, Madrid, País Vasco, Aragón, Islas Baleares y Andalucía.

“Creo que el equipo de este año también tiene muchas posibilidades de ganar las olimpiadas nacionales. Son alumnos muy potentes y aplicados, tienen mucha agilidad mental a la hora de resolver problemas, conocen muy bien los escenarios y cuentan con una importante resistencia física”, reconoce el profesor Andrés Rodríguez. “Estoy seguro de que Manuel, Francisco Javier, Pablo y Rafael realizarán un gran trabajo en Calatayud”.

 

El éxito de Idilio Escénico llega a la Universidad de Sevilla

SAMU, a través del área de Dependencia e Inclusión Social, participó el 14 de febrero en la jornada Subvirtiendo la expresión corporal en la Educación Física, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla. La educadora Alba Garrido, directora de la compañía de teatro Idilio Escénico, fue la encargada de pronunciar la ponencia de SAMU.

Los discursos de esta jornada, impulsada por la profesora Nuria Castro Lemus, se centraron en ofrecer una reflexión sobre la importancia que tiene la expresión corporal en la Educación Física. Así, esta jornada tenía como principal fin dar visibilidad a la sinergia que existe entre expresión corporal y la Educación Física desde la docencia porque la persona es un ser social que necesita relacionarse, para lo cual utiliza diferentes instrumentos (sonidos, palabras, gestos); porque la personalidad comienza a estructurarse a partir de las experiencias corporales y se modifica con las experiencias relacionales; y porque constituye una vía de bienestar y satisfacción personal.

La expresión corporal surge como corriente de la Educación Física en la década de los 60, orientada hacia la creatividad y libre expresividad del cuerpo, promoviendo otra forma de tratar el movimiento en donde se aglutinasen cuerpo, espacio y tiempo, que confluyen e interactúan manifestándose en el movimiento.
Como cierre final de la jornada, Alba Garrido explicó su trayectoria en Fundación SAMU y dio a conocer el trabajo que ella viene realizando con el proyecto de inclusión social a través del teatro Idilio Escénico dentro de la Fundación.

La intervención educativa a través de la expresión corporal nace en el año 2017, consolidándose como Idilio Escénico en el año 2018, representando sus obras en más de 10 ocasiones a lo largo de la corta vida del grupo.

Unida a su presentación, el grupo de teatro Idilio Escénico contactó en directo mediante videoconferencia desde la Residencia San Sebastián (Cantillana) con la mesa de la ponencia para presentar al grupo. También quisieron pronunciar unas palabras de agradecimiento a todos los presentes, ya que no pudieron representar su obra como estaba programado debido a las indicaciones por parte de las autoridades sanitarias de la imposibilidad de salir del centro a causa de la pandemia.

Pepe, el técnico de SAMU que le salvó la vida a un niño de siete años

Dicen que todos tenemos un ángel de la guarda que vela por nosotros. El de Hugo, un niño de siete años de Castilleja de Guzmán (Sevilla), se llama Pepe Delgado Rodríguez de Almansa, un Profesional Técnico de Integración Social (PTIS) de SAMU que trabaja en su colegio y que el pasado 18 de enero le salvó la vida al menor tras recordar los consejos que su madre le dio en caso de que Hugo sufriese algún problema y a la formación recibida por SAMU.

Hugo sufre un tipo de mitocondría que afecta a la musculatura de sus órganos (como los pulmones y el estómago), esto le produce insuficiencias respiratorias, por lo que tiene realizada una traqueotomía y, además, lleva un botón gástrico. Hace unos días tuvo una crisis y perdió la conciencia. En concreto, tal como recuerda Pepe Delgado, el PTIS que se ocupa de vigilarle y ayudarle en sus necesidades básicas, tras la clase de Inglés, se percató de que el menor “tenía el pecho cargado y se sentía mal”. “A veces los mocos propios de esta época del año obstruyen sus vías respiratorias, pero, de repente dio un golpe en la mesa, no podía respirar bien”. El PTIS se llevó al menor a una sala del colegio donde se encuentra el material sanitario del niño en caso de necesidad mientras avisaba a sus padres. En pocos minutos, el menor perdió la consciencia y el hombre dio la voz de alarma. Afortunadamente, la directora del centro, la jefa de estudios y el presidente del AMPA estaban cerca y pudieron ayudarle.

“Lo tumbé y le coloqué la cabeza hacia atrás para conectar el ambú (un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva a aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente). El niño no respondía. Le administré suero y utilicé un aspirador para absorber los mocos. A los dos minutos empezó a mover la nariz, pero no abría los ojos. Fueron solo dos minutos, pero para mí fue una eternidad”, cuenta Pepe Delgado, que mantuvo al menor con vida hasta que llegó su padre y le practicó la técnica fisiológica que le hizo expulsar el tapón de mucosidad que le impedía respirar, y la ambulancia. “Mantuve la calma y actué con rapidez porque sabía lo que tenía que hacer, pero cuando pasó todo y vi que el niño estaba bien, me vine abajo”, reconoce el monitor, que atiende a Hugo desde hace cuatro años, cuando el menor entró en el ciclo de Infantil.

Los PTIS reciben por parte de SAMU formación específica sobre primeros auxilios, técnicas de RCP o cómo usar el ambú. Además, en el caso de Hugo, sus padres mantienen a Pepe Delgado informado sobre los cambios en la salud del menor y cómo actuar en caso de necesidad.

Escuela SAMU, escuela sostenible

Escuela SAMU ha estrenado en 2022 un nuevo edificio en sus instalaciones de Gelves (Sevilla) que facilitará la incorporación de nuevas formaciones a la cartera actual. El edificio ha conseguido la calificación energética AA (la máxima calificación existente en edificios energéticamente eficientes y sostenibles) por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía.

La Calificación Energética de los Edificios es el mecanismo oficial, tanto a nivel nacional como europeo, para la evaluación y comparación de la eficiencia energética e integración de energías renovables en los edificios. Esta calificación permite asignar a cada edificio de una etiqueta que da información específica sobre su Consumo de Energía y las Emisiones de CO2 que emite anualmente por metro cuadrado, clasificándolo dentro de una escala.

La estructura que se eligió para el nuevo aulario es un sistema Steel Framing, por su rapidez de montaje e incluso un fácil desmontaje entre otras ventajas, y por la posibilidad de disponer de un doble aislamiento que garantice el aislamiento térmico del edificio.

Entre las características de diseño y construcción del nuevo aulario destaca el empleo de materiales y composición de formas, la optimización de todos los recursos disponibles a través de técnicas pasivas (que ha reducido la superficie en contacto con el exterior para disminuir las necesidades de climatización), una orientación correcta de las ventanas para aprovechar o protegerse del sol y la ventilación natural al abrirlas, o el diseño de elementos de sombra que impiden un sobrecalentamiento en verano.

El nuevo aulario modular de 1.027 m2 construidos, dispone de 8 aulas de 60 metros cuadrados, tres de ellas con posibilidad de comunicación mediante el uso combinado de dos de ellas o tres en función de las necesidades de espacios. Se ha elegido un sistema pasivo de altas prestaciones con el objeto de reducir los consumos de energía, aunque también se ha previsto y dejado en previsión la futura instalación de generación de energía eléctrica para consumo propio de energía eléctrica que satisfagan las necesidades de la Escuela SAMU.

El edificio dispone de un vestíbulo que será futuro nexo de unión con una prevista segunda fase y que tiene como objetivo aportar más medidas de sostenibilidad ambiental y ahorro energético al edificio.

SAMU está comprometido con la visión, espíritu y puesta en marcha de la Agenda 2030 y con la voluntad de convertir los ODS en una realidad. Por ello sigue dado pasos firmes, ambiciosos y sostenidos para transformar sustancialmente sus estrategias, hábitos y políticas a largo plazo, para avanzar así hacia las metas de la Agenda, clave inequívoca del éxito propio que lo será por tanto colectivo.

Beatriz Estrada, Área de
Sostenibilidad de SAMU