Consejos que ya sabes para no echar por tierra tu salud este verano

En verano es fácil modificar los hábitos saludables que intentamos mantener durante el invierno, especialmente los alimentarios, y esto sucede casi sin darse uno cuenta. Nuestra rutina diaria sufre cambios, los días se alargan y los momentos de ocio aumentan. El buen tiempo incita a pasar más tiempo en la calle y a hidratarnos no precisamente con agua, sino con bebidas refrescantes, muchas veces azucaradas, bebidas alcohólicas, zumos y helados. Además, muchas veces esas bebidas suelen ir acompañadas por algo para picotear y terminamos cenando o comiendo fuera de casa, rompiendo así nuestras rutinas alimentarias.

El verano es la época de las vacaciones, pero también de los excesos. Para intentar, en la medida de lo posible, llevar una alimentación saludable y una vida sana también en la época estival, aquí tienes algunos consejos y recomendaciones que seguro conoces, pero que siempre es positivo recordar.

Uno. Alimentación e hidratación

Es importante no saltarse las comidas principales e intentar mantener un horario de comidas, esto evitará picoteos innecesarios. Aumentar el consumo de frutas y verduras, que servirán como tentempié, plato principal o de postre, además de ser cómodas para llevar a la playa o a la piscina. Procura comer ligero y evitar comilonas, o al menos limitarlas. Las bebidas alcohólicas, la comida rápida y los snacks industriales no son aliados. Y los helados, por muy artesanos que sean, tampoco.

Dos. Ejercicio físico

Realiza ejercicio físico de manera regular como puede ser andar, nadar, montar bicicleta o jugar a las palas, pero evita hacerlo durante las horas de máximo calor, así evitarás deshidratarte con mayor facilidad. Aprovecha para disfrutar del aire libre, además así absorberás más vitamina D, importante para la salud ósea. La actividad física es beneficiosa para la salud y mejora la calidad de vida. Ayuda a prevenir enfermedades, mejora el estado de ánimo, disminuye el estrés, aumenta la autoestima y fomenta las relaciones sociales.

Tres. Descanso

Duerme lo necesario, como mínimo, 7 horas. Así conseguirás que las hormonas que regulan el apetito estén equilibradas. Además, hay alimentos que por su composición favorecen el descanso, debido a su contenido en triptófano (pavo, pollo, leche, queso, pescado, huevos, verduras de hoja verde o fresas).

Cuatro. Ropa transpirable y calzado adecuado

En verano, el cuerpo pone en marcha los mecanismos de regulación térmica o termorregulación para adaptarse a las altas temperaturas. Para ayudarle, es conveniente usar prendas transpirables. Las más recomendadas son las elaboradas con fibras naturales como el algodón o el lino. También es importante que la ropa sea cómoda y ligera. En cuanto al cuidado de los pies y el calzado, los podólogos recomiendan tomar precauciones especiales en esta época del año, ya que son los meses en que los pies están más expuestos a desarrollar infecciones, verrugas o hongos. Es importante usar chanclas en la piscina, en la playa y en las duchas de los gimnasios para evitar el contagio de hongos, además de secarse bien los pies. En paralelo, se aconseja usar sandalias que no sean totalmente planas, ya que esto puede producir dolores de espalda y de rodilla.

Cinco. Protección solar

Para cuidar la piel, es imprescindible utilizar crema de protección solar todos los días, sobre todo los meses de verano, cuando los rayos del sol son más peligrosos, y no sólo cuando se vaya a la playa o a la piscina. Los dermatólogos recomiendan usar un factor de protección alto (mínimo FPS 30) para proteger la piel de las agresiones solares. Las consecuencias de una mala exposición al sol son el envejecimiento prematuro de la piel, arrugas, aparición de manchas y un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Ceuta 2021: Una operación de SAMU sin precedentes

Los grandes problemas requieren soluciones a la altura. La crisis provocada en Ceuta del 17 al 19 de mayo, tras la llegada de unos 8.500 migrantes, entre ellos alrededor de 1.500 menores, ha dado un lugar a un despliegue sin precedentes por parte de Fundación SAMU. Se trata de “la mayor operación llevada a cabo hasta ahora por SAMU”, según Carlos González de Escalada, director general de SAMU.

Un esfuerzo descomunal y a contrarreloj para atender las necesidades urgentes de más de 800 niños y niñas que permanecen en Ceuta y necesitan un techo, cama, ropa, comida y un entorno adecuado a su edad. Este esfuerzo llega apenas seis meses después de que SAMU desplegara en las Islas Canarias un dispositivo extraordinario para atender a los menores no acompañados que llegaron de forma masiva.

Javier Olier dirige el dispositivo de Ceuta, y destaca la adaptabilidad que ha demostrado SAMU en esta crisis, en la que las expectativas se han visto reiteradamente superadas por la realidad. “Desembarcamos seis personas a las ocho y media de la tarde del 19 de mayo para ayudar a Cruz Roja a repartir bocadillos, y nada más bajar del barco nos hicimos cargo de un centro para 250 menores, de los cuales veinte eran positivos en Covid”, relata.

Piniers I fue el primero de los recursos de emergencia que gestiona Fundación SAMU en Ceuta. El 21 de mayo, SAMU abrió Santa Amalia, con capacidad para otros 250 menores, y el 24 hizo lo propio con dos nuevos recursos en el polígono de El Tarajal: uno con capacidad para 300 menores y otro para ingresos en aislamiento preventivo por posible contagio de coronavirus. Por último, abrieron un tercer recurso en El Tarajal, destinado exclusivamente a alojar positivos: “Hemos llegado a tener 250 menores en la nave verde de El Tarajal, 160 en aislamiento y 80 positivos”.

Posteriormente, SAMU ha abierto Piniers II, donde ha colocado diez iglús, contenedores ablatorios, una oficina, un almacén y una carpa de 600 metros. “Todo eso lo hemos hecho en cinco días”, comenta Olier con satisfacción. Mientras explica su trabajo, atiende media docena de llamadas, da instrucciones a operarios, gestiona la llegada de nuevos contenedores y módulos, señala dónde deben colocarse. Este trabajo no ha terminado. Al contrario. A finales de junio SAMU sigue atendiendo a alrededor de 800 niños y niñas llegados sin nada a Ceuta. En la calle sigue habiendo varios centenares, y SAMU registra nuevos ingresos cada día.

Prioridad: salir de las naves

Lo más urgente ahora es dar a esos niños un propósito, algo que hacer y un espacio adecuado para ello. Una nave industrial es un techo de emergencia, no un recurso sostenible a medio plazo. “Tienen talleres de manualidades y educativos, se practica algún deporte dentro de la nave, pero no es al aire libre”, explica Olier. Este tipo de espacios facilita la aparición de conflictos entre los menores.

Por eso, la hoja de ruta tiene como prioridad sacar los niños de las naves a módulos prefabricados instalados en espacios abiertos y posteriormente, a casas style framing. “Nuestro esfuerzo se dirige a sacarlos a espacios donde tengan la posibilidad de ejercitarse y recrearse en exteriores”, señala Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU. SAMU está inmersa en una obra de 14 habitaciones con capacidad para 120 niños, en un espacio de cuatro mil metros. Actualmente, un equipo de diez personas trabaja en la fabricación de módulos propios para reforzar la capacidad de dar alojamiento y aseo a los menores atendidos.
Un despliegue logístico de veinte toneladas.

Desde Sevilla, González de Escalada está al frente de un gabinete de crisis para identificar las necesidades del operativo y cuidar de que a Ceuta llegue todo lo necesario para atender a los menores. SAMU ha diseñado un sistema para sistematizar la realización de un par de envíos semanales a Ceuta, que presenta una dificultad añadida: no forma parte del territorio aduanero de la Unión Europeo.

Hasta el cierre de esta edición de Revista SAMU, se habían enviado a la ciudad autónoma más de veinte toneladas de material sanitario, ropa, módulos… “El esfuerzo logístico que se hace en Sevilla es crucial para que este proyecto salga adelante. Es de una dimensión difícil de abarcar”, admite Olier.

SAMU ha puesto toda su capacidad para atender una necesidad excepcional: atender a cerca de un millar de niños y niñas solos en una ciudad española. “Haz el bien y no mires a quién”; “el genio es un 1% de talento y 99% de trabajo duro”; “al final todo irá bien, si no está bien es que no es el final”. Son frases que se leen, en español, francés, inglés y árabe, en los módulos que estos días cobijan a cientos de niños y niñas solos en Ceuta.

Hay que tener en cuenta que el servicio de Fundación SAMU tiene un carácter integral, que persigue no sólo la atención asistencial de los menores extranjeros no acompañados, sino también su desarrollo social, psicológico y laboral en un entorno de máxima profesionalización y capacidades.

Educadores, operarios, técnicos y personal administrativo de Fundación SAMU trabajan con un objetivo común, aun en situaciones de emergencias como la que atraviesa Ceuta: garantizar un presente digno a estos menores, para que puedan aspirar a un futuro mejor.

Un espacio seguro para víctimas de violencia machista de la mano de SAMU en la Comunidad de Madrid

SAMU incorpora un nuevo programa a los servicios que presta en la Comunidad de Madrid. Se trata de un servicio de alojamiento y manutención para víctimas de violencia de género y sus hijos, con el que se presta una ayuda indispensable a mujeres y niños en situación de emergencia por haber sufrido una situación de violencia de género en su domicilio. SAMU gestiona la asignación de una plaza en un hotel, como último recurso para alejar a las víctimas del agresor.

El recurso que ofrece SAMU en varios alojamientos hoteleros es, en realidad, la última solución, pero constituye un recurso indispensable en situaciones de máxima urgencia. “Son casos muy recientes de violencia de género, que han tenido que salir prácticamente corriendo. A veces llegan con estrés postraumático”, señala Nadia García, responsable del programa.

En ocasiones, la Comunidad de Madrid dispone de inmediato de pisos de emergencia para mujeres y niños víctimas de violencia de género, pero en ocasiones estos recursos habitacionales están ocupados, o los que hay disponibles no permiten cumplir con el necesario alejamiento del agresor. En esos casos, SAMU ofrece a las víctimas una habitación en un hotel. “Son alojamientos reservados y discretos”, apuntan desde la entidad.

Los hoteles, que han sido seleccionados por su sensibilidad social, están ubicados en todas la zonas de la ciudad y aplican unos protocolos muy específicos. “Las personas que intervienen, desde el comedor hasta la recepción, intentan tratarlos como unos huéspedes más, si acaso un poco especiales”, señala Nadia García. Se trata de mantener la discreción, siendo conscientes de que esos huéspedes están atravesando una situación de gran estrés emocional. García pone un ejemplo: “Hace poco se alojó una mujer con su hija, y no querían ni bajar al comedor. Pero haciendo un gran esfuerzo, consiguieron que bajara y les atendieron de manera privada”.

Con todo, el objetivo es que pasen el menor tiempo posible en el hotel. La estancia suele rondar los siete o diez días. “En cuanto pueden salir salen, porque se trata de normalizar lo más posible la vida de estas mujeres”. El objetivo es que en el menor tiempo posible dispongan de una vivienda en la que poder continuar con su vida alejadas de una situación de violencia machista.

Esta es una nueva muestra del interés de la empresa por consolidar su expansión en la Comunidad de Madrid. A finales de 2019, se inauguró en la capital una nueva sede institucional, con Alberto San Juan al frente, y desde la que se están coordinando diversos proyectos.

San Juan detalla que la delegación acaba de poner en funcionamiento dos nuevos proyectos. El primero de ellos comprende la gestión del servicio de psicología en los centros juveniles del Ayuntamiento de Madrid. “Este servicio consiste en dar apoyo psicológico a personas entre 14 y 30 años de los centros juveniles”, explica San Juan. También acaba de echar andar un proyecto para el apoyo auxiliar y la mediación intercultural en residencias públicas de protección de menores de la Comunidad de Madrid.

Este último recurso está en la línea de varios proyectos de atención a menores extranjeros que funcionan desde hace meses en la Comunidad. SAMU gestiona tres viviendas compartidas en los municipios de Colmenar Viejo, Rivas y Madrid, con capacidad para 40 chicos de entre 12 y 17 años. Además, en 2021 se han puesto en marcha nuevos recursos. Es el caso de un servicio de acogida residencial de chicas menores de edad procedentes del sistema de protección de Melilla y otro servicio de acogida residencial de menores extranjeros con dificultades de adaptación, con 26 plazas para chicos y chicas de 12 a 17 años.

Otra área de trabajo está centrada en la satisfacción de las necesidades de personas sordas o con discapacidad auditiva. SAMU está ayudando a estas personas de la Comunidad de Madrid a relacionarse con la administración, ofreciendo gratuitamente un servicio de acompañamiento para hacer cualquier gestión. Además, en Móstoles presta un servicio municipal para que cualquier acto público cuente siempre con un intérprete de lengua de signos.

Este curso también ha prestado servicios de interpretación en lengua de signos a alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. El proyecto “asesores sordos” ha permitido trabajar el aprendizaje de la lengua de signos a edades tempranas. Por último, SAMU presta servicios de auxiliares infantiles en Mejorada del Campo, algo esencial en el curso lectivo que ahora acaba, marcado por la pandemia y las medidas de prevención de los contagios.

Alianza entre la Escuela de Oficios de SAMU y el Ayuntamiento de Coria del Río

El Ayuntamiento de Coria del Río y la Fundación SAMU han suscrito un convenio de colaboración que permitirá a los alumnos de su Escuela de Oficios (EOF) que cursan estudios relacionados con jardinería recibir formación práctica por parte del Consistorio coriano. Esta formación se impartirá en los centros de trabajo del Ayuntamiento de Coria del Río, y los alumnos estarán en todo momento tutorizados por personal de Fundación SAMU, quienes evaluarán sus progresos.

El convenio ha sido suscrito por el alcalde de Coria del Río, Modesto González, y por la gerente de administración de Fundación SAMU, Emilia García, y tendrá una vigencia de cuatro años.

La Escuela de Oficios SAMU surgió en 2019 para atender las necesidades con las que se encuentran los jóvenes que residen en los centros de Fundación SAMU, menores no acompañados. Una vez cumplidos los 18 años, estos jóvenes deben aprender a desenvolverse por sí mismos laboralmente, algo muy complicado debido a su falta de recursos y habilidades profesionales.

En el marco de la estrategia de gestión de los centros de menores por parte de Fundación SAMU, que busca proporcionar a estos jóvenes las herramientas necesarias para que puedan llegar a ser adultos responsables y autónomos, la Escuela de Oficios dota a sus alumnos de habilidades y herramientas profesionales, en colaboración estrecha con empresas que los acogen en régimen de prácticas.

La Escuela de Oficios se centra en sectores donde existe una alta demanda laboral, tales como la construcción, la agricultura, la hostelería, los servicios sociales u otros muchos, y siempre con un enfoque muy práctico dinámico y participativo, orientado a la inserción.

Aunque inicialmente esta escuela se centró en los menores no acompañados asistidos por Fundación SAMU, este centro de formación ha abierto también su oferta a otros jóvenes que no pertenecen a los programas de la entidad pero que pertenecen a colectivos en riesgo de exclusión social, formando durante su primer año a un total de 595 personas.

Con este proyecto, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarlos a incorporarse con éxito al mercado laboral para que, en definitiva, puedan llegar a ser personas adultas y responsables; incrementar las competencias y habilidades sociales de los destinatarios del programa; y apoyar la contratación a través de empresas colaboradoras.

Un acercamiento a la neuropsicología

Cuando cursaba la carrera de Psicología, siempre me llamó la atención la parte biológica que explicaba cómo los circuitos neuronales se terminaban traduciendo en una conducta u otra. Existe un caso clínico de daño cerebral sobrevenido muy conocido en la literatura neuropsicológica, el llamado Caso de Phineas Cage. Éste fue un obrero estadounidense de ferrocarriles que, debido a un accidente, sufrió daños severos en el cerebro, concretamente en la parte del lóbulo frontal. Cage sufrió cambios notorios en su personalidad y temperamento, lo que se consideró una prueba de que los lóbulos frontales son los encargados de los procesos relacionados con las emociones, la personalidad y las funciones ejecutivas en general.

Ante esta clase de estudios tan relevantes, uno se queda con ganas de formarse en neuropsicología y profundizar más sobre cómo ciertas modificaciones en los circuitos neuronales puede desembocar en cambios en la personalidad de una persona. De esto se hace cargo la neuropsicología.

Si buscamos una definición general de neuropsicología, ésta podría ser la siguiente: “Es una rama de la Neurociencia que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta tanto en sujetos sanos como en los que han sufrido un tipo de daño cerebral. Su objetivo de estudio es el conocimiento de las bases neuronales de los procesos mentales complejos”.

Cuando hablamos de los procesos mentales superiores, nos referimos al lenguaje, atención, memoria, percepción, praxias, funciones ejecutivas y emoción, dominios que nos hace ser quienes somos y cómo nos enfrentamos al mundo. La neuropsicología clínica tiene como objetivo identificar los déficits cognitivos y sus efectos en la vida diaria de los pacientes que tienen daño cerebral.

¿Cuál es la labor del neuropsicólogo en una residencia de daño cerebral?

La intervención neuropsicológica en un centro de daño cerebral se centra en un perfil de usuario específico: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, tumores cerebrales, anoxia e hipoxia y encefalitis de diversa etiología, entre otros. Además, estos usuarios padecen alteraciones en el funcionamiento cognitivo: lenguaje, memoria, praxias, atención, cognición social u orientación visoespacial, así como en la capacidad para regular la conducta, emociones, y los aspectos funcionales en la vida diaria.
Voy a describir cada uno de estos ámbitos, para entender mejor la intervención del neuropsicólogo.

Intervención de las alteraciones emocionales y de conducta

Los problemas más frecuentes que presentan las personas con daño cerebral se pueden clasificar por el criterio de excesivo (ocurre con demasiada frecuencia), deficitario (no se da con la frecuencia deseada) o inadecuado (no ocurre en el contexto apropiado).

— Excesivo: verborrea, desinhibición, agresividad, impulsividad, acumulación de objetos, hipersexualidad, perseveración, conductas antisociales.
— Deficitario: autocontrol, habilidades sociales, motivación, autonomía personal, autonomía social, dependencia, iniciativa.
— Inadecuado: comunicación y conducta social inapropiada.

La conducta agresiva de tipo verbal o física se da con una alta prevalencia en el daño cerebral. El neuropsicólogo tiene un papel relevante en discernir la agresividad de carácter orgánica de la funcional, ya que el modelo de intervención terapéutico es diferente. Uno está encaminado a un tratamiento más psicofarmacológico y/o manipulación de variables del entorno (enfoque más ecológico) y el otro está más centrado en la intervención cognitivo-conductual.

Hay que tener en cuenta que, con frecuencia, en la etiología de la conducta agresiva secundaria en personas con daño cerebral coexisten factores orgánicos y funcionales, resultando difícil delimitar la distinción entre ambos tipos.

Este tipo de alteraciones conductuales generan un gran malestar psicoemocional entre el personal de atención directa. Es por ello que el neuropsicólogo debe proporcionar apoyo continuo, reuniones formativas para esclarecer dudas y un espacio de escucha donde se validen las emociones del usuario.

Autonomía y cognición

Promover la autonomía de los usuarios en las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales, es una labor importante para el neuropsicólogo. La valoración de los procesos cognitivos (funciones ejecutivas, lenguaje, memoria…) son claves para entender la pérdida de la funcionalidad y nos ayudará a conocer cómo debemos intervenir.

La intervención neuropsicológica en este campo implica una serie de estrategias y herramientas terapéuticas que tienen como objetivo favorecer tanto la recuperación de estas funciones como la adaptación funcional del individuo en su entorno.

Las estrategias básicas de esta intervención implican la restauración de la función deficitaria o perdida, la compensación con otras funciones cognitivas preservadas y/o la sustitución o el empleo de ayudas o mecanismos externos para el desarrollo eficaz de las tareas.

Las intervenciones están dirigidas a que el usuario sea lo más independiente funcionalmente hablando para disminuir la sobrecarga de los cuidadores y familiares, con el fin de mejorar la calidad de vida del usuario y su entorno familiar.

La atención a los familiares de personas con daño cerebral

M. Lezak en 1988 escribió un artículo titulado El daño cerebral es un asunto de familia. Efectivamente, el impacto emocional que el daño cerebral supone para los miembros de la familia puede desequilibrar la estructura familiar.

Por esta razón, los enfoques actuales de intervención neuropsicológica prestan cada vez mayor atención a las necesidades de atención, educación, orientación y ayuda a las familias. El daño cerebral no solo afecta al propio usuario, sino también a la propia familia, que también sufre un cambio radical en su vida.

Autora: MAYTE PAREDES MATA.
Psicóloga de la Residencia Santa Ana (Sevilla)

ISL Las Cabezas: El alegre, responsable y mecánico Zakaria El Haimer

Cualquier persona, al llegar a la edad adulta, sueña con la posibilidad de encontrar un buen trabajo y poder realizarse profesional y personalmente, pero no todas las personas tienen el privilegio de conseguirlo. Lograr este sueño depende, en gran parte, del lugar en el que te encuentres, de las personas que te rodean, de la formación que recibas, y, por supuesto, de coincidir o no con el momento apropiado.

Zakaria El Haimer llegó a España como muchos otros chicos inmigrantes: en patera y en busca de un futuro mejor, una mejor calidad de vida y un trabajo digno que le diera la oportunidad de desarrollarse profesionalmente. Si es cierto que “quien la sigue, la consigue”, Zakaria va por el buen camino para conseguir este sueño.

Zakaria es un chico alegre, educado, responsable, optimista y comprometido que pertenece a una familia humilde y trabajadora. Su padre se dedica a la recogida de basura en Marruecos. Él es el mediano de cinco hermanos. La situación económica de su familia sólo le permitió estudiar hasta los 16 años. Además, desde que cumplió edad para trabajar, tuvo que compaginar su educación con diferentes empleos, como el de pescador o dependiente en una tienda de comestibles, para poder ayudar a su familia.

Con el claro propósito de buscar un futuro mejor, Zakaria decidió emigrar y emprender su viaje hacia España a los 17 años. El joven tenía la creencia de que “todo sería maravilloso”, pero esta falsa ilusión se desvaneció nada más empezar su aventura y tras experimentar un viaje en patera bastante duro. Su llegada al centro ISL Las Cabezas ha sido muy positiva. Su persistencia, su alegría y compromiso con el centro y sus compañeros han dado como resultado que Zakaria pueda cumplir su sueño más preciado: un contrato de trabajo como mecánico en la ciudad de Dos Hermanas.

Antes de este contrato laboral, el joven realizó prácticas formativas en un taller de mecánica del municipio de Las Cabezas. Estas prácticas le dieron la oportunidad de aprender un oficio y de adquirir experiencia en un sector profesional que le entusiasma y en el que se siente cómodo.

Gracias al contrato de trabajo que ha firmado, Zakaria está más cerca de alcanzar el sueño que le motivó a marcharse de su país. Ahora empieza un nuevo viaje. Desde el ISL Las Cabezas estamos convencidos de que todo sueño se puede cumplir con perseverancia, actitud y trabajo y Zakaria es un ejemplo de ello.