SAMU juega en la Champions League de las emergencias sanitarias de la mano del Sevilla FC. Y es que, por cuarto año, la entidad ha asumido la cobertura de emergencias del club, tanto del primer equipo como de todas sus categorías inferiores (masculinas y femeninas), del personal técnico y de los asistentes a los partidos de fútbol celebrados en las instalaciones tanto del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán como de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios durante la temporada recién terminada. El acuerdo firmado con el Sevilla FC a principios de la campaña 2020-2021 incluye tanto las competiciones nacionales como las internacionales.
La primera vez que SAMU pisó el césped del Sánchez-Pizjuán fue en la temporada 2016-2017. Dada la magnitud técnica de cada evento, en un estadio con 40.000 localidades, y su enorme dimensión social, aquella operativa fue una prueba de gran éxito para la entidad y para el equipo de 30 personas de SAMU que participaron en la misma bajo la coordinación de Victoria Galiani. La segunda campaña de SAMU con el Sevilla FC fue durante la temporada 2017-2018, para repetir de nuevo durante la temporada 2019-2020 y ésta que acaba de concluir.
La gran peculiaridad de este año ha sido la ausencia de público en las gradas. Las medidas contra el Covid-19 han impedido la presencia de espectadores durante los partidos, algo que ya ocurrió durante las últimas jornadas de la temporada anterior. Este cambio sustancial ha obligado al equipo de SAMU a reorganizar su trabajo y su logística. “No es lo mismo un dispositivo de emergencias para un evento en un recinto cerrado con 40.000 personas que en otro donde solo te tienes que centrar en los jugadores, el equipo técnico del club, los directivos, el personal de seguridad y algunos profesionales más, como prensa”, explica Carmen Espina Barrera, enfermera y responsable del dispositivo durante esta atípica campaña. “Los recursos necesarios son diferentes y la presión que tenemos durante nuestro trabajo, también”.
En condiciones normales, el dispositivo de emergencias del Sevilla FC lo forman entre 20 y 25 profesionales de SAMU. En esta ocasión, debido a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, el equipo ha estado formado por 10 personas. “Tenemos un equipo de asistencia completo formado por un médico, un enfermero y dos técnicos en emergencia sanitarias a pie de pista”, relata Carmen Espina Barrera.
Este equipo se encarga de atender a los futbolistas y cualquier circunstancia médica que ocurra sobre el terreno de juego. Los efectivos de SAMU tienen las camillas a su disposición para evacuar a los futbolistas hacia la banda o directamente a vestuarios. Trabajan en coordinación con el equipo médico del club, aunque, en caso de emergencias, es el director médico asignado a este equipo de pista quien se erige como máximo responsable de la estabilización y traslado del jugador hasta el hospital de referencia.
También hay un segundo equipo de asistencia en la clínica de estabilización, donde se atiende a directivos, personal de prensa y a todo aquel que lo necesite (incluidos espectadores, cuando los hay). La Unidad de Estabilización es también el punto de reunión del equipo de SAMU, de atención sanitaria y de acopio de material. Aquí operan un médico, dos enfermeros, y un técnico que realiza funciones de transmisiones. Este equipo está preparado para cualquier contingencia.
El dispositivo lo completa una octava persona que hace las labores administrativas y que lleva el control del número de asistencias, traslados, actas… , y un noveno profesional, en este caso un TES, que se encuentra en la Puerta de Emergencia 11 junto a una UVI Móvil preparado para actuar en caso de que sea necesario realizar un traslado de emergencia a un hospital. Carmen Espina Barrera, por último, ejerce como mando del operativo y enlace entre el Sevilla FC y SAMU.
“El Covid-19 ha cambiado radicalmente nuestra forma de trabajar. Cuando hay espectadores, la carga de trabajo en la clínica de estabilización es mucho mayor. Se atienden infartos, se activan códigos de ictus, hay muchos golpes de calor, lesiones traumáticas, desvanecimientos, caídas… Ahora estamos centrados en el aspecto más deportivo, en los jugadores”.
Espina reconoce que, en los partidos de las categorías inferiores, que se juegan en la Ciudad Deportiva, actualmente se realizan más asistencias que en el Estadio Sánchez-Pizjuán, ya que en estos partidos hay más contacto entre los jugadores y se producen más choques, lesiones y heridas.
Durante la mayor parte de esta temporada, SAMU también ha sido la encargada del dispositivo de antígenos en el Estadio del Sánchez-Pizjuán. “A todo aquel que entraba en el estadio se le realizaba una prueba de antígenos, excepto a los jugadores, cuyas pruebas se realizan a través de otro proceso. Directivos, prensa, sanitarios, personal de vigilancia y seguridad, policías…. Empezábamos a las nueve de la mañana y finalizábamos al terminar el partido”, comenta la jefa del dispositivo.
En condiciones normales, hasta siete profesionales se reparten por todas las coordenadas del estadio, con dos o tres personas (en función de la proximidad al centro de estabilización) para la atención más inmediata al público que llena el graderío.
Espina y el equipo que lidera han aprendido a identificar las grandes variaciones de tensión que se producen en un escenario como es un partido de fútbol: ¿Quién es el rival? ¿El equipo gana, o va perdiendo? ¿En qué momento del partido estamos? ¿Qué se juega el club? “Es algo que se respira en el ambiente y que hay que valorar en cada momento. En el derbi, por ejemplo, la tensión es altísima, lo mismo que en los partidos de Champions”, apuntan desde SAMU. Hay que tener en cuenta que SAMU es el responsable del dispositivo sanitario de los partidos de Primera División del primer equipo del club, Champions League, Copa del Rey y Copa de la Reina.
La responsable del dispositivo explica que, en condiciones normales, la peculiaridad principal del dispositivo en el estadio es que se trata de un recinto cerrado y con gran afluencia de público, en el que los patrones de evacuación son fundamentales. SAMU asume la labor asistencial frente a emergencias y es responsable del traslado de heridos a la zona de concentración de ambulancias, en el lateral del estadio, y la posterior coordinación con Emergencias. “Esto nos hace estar en una tensión constante. En una maratón tenemos a más de 20.000 personas repartidas en 42 kilómetros de recorrido en los que puede darse una situación de emergencia. Aquí estamos concentrados en este recinto, que además está cerrado, que tiene diferentes puertas, diferentes alturas, escaleras…”, explican desde SAMU.
En las últimas semanas se ha valorado la posibilidad de que los espectadores vuelvan a los estadios en los últimos partidos de la Liga. No hay nada decidido sobre la próxima temporada, aunque todo apunta a la normalización de estos eventos. “Evidentemente no es lo mismo un estadio vacío que un estadio con 43.000 personas. Pero si permiten la entrada de público, ya sean 10.000 ó 20.000 personas, volveremos a reforzar nuestros recursos, y nuestro protocolo de actuación será el mismo que ante un estadio lleno, ya que el recinto es el mismo y la dispersión del público también”.
La colaboración de SAMU con un club de máxima solvencia como es el Sevilla FC y con los distintos equipos de seguridad que forman parte del dispositivo organizativo de cada partido ha sido fluida y muy eficaz, algo que desde SAMU esperan repetir en próximas temporadas.