Un círculo solidario entre SAMU y el Banco de Alimentos de Sevilla

Durante siglos, las personas han ejercido la solidaridad y el altruismo por medio de pequeños gestos con otras personas de su entorno, aunque no fue hasta mitad del siglo XIX cuando surgió el concepto de la ayuda humanitaria con la creación de la Cruz Roja. Poco a poco, fueron surgiendo otras instituciones y organizaciones que defendían los derechos básicos de aquellos a los que no se les respetaba.

El altruismo siempre ha formado parte del ser humano. Somos altruistas porque atisbamos una mejora desde el individuo hacia el grupo, la familia, la tribu, es decir, hacia quienes comparten nuestros mismos genes. Es la llamada selección por parentesco. El biólogo Richard Dawkins lo resume diciendo: “Los individuos son altruistas y los genes egoístas. Por eso, intenta enseñar compasión y altruismo, porque nacemos siendo egoístas”.

Al hilo de una de las líneas estratégicas del Plan de Sostenibilidad de SAMU propuesto para el periodo 2021-2022, se encuentra la consolidación de los enlaces alcanzados con entidades y organizaciones con el objetivo de mejorar el impacto en nuestras acciones empresariales y sociales en los próximos años.

Así, el pasado 26 de mayo, un grupo de menores tutelados por Fundación SAMU, acompañados por educadores, participaron en la Operación Kilo Primavera 2021, una actividad impulsada por el Banco de Alimentos de Sevilla.

Esta iniciativa, que se prolongará hasta el 11 de julio, se desarrolla cada año por esta época para poder garantizar la distribución de comida durante el resto del año, en esta ocasión, con el añadido de las mayores necesidades generadas por la crisis desencadenada por la pandemia sanitaria. “El 2020 fue un año muy duro para el Banco. En todo el año tuvimos que atender a más de 64.000 personas y aumentar el número de kilos distribuidos, que llegó a superar los siete millones. Podemos decir que ha sido un año en el que muchas familias han encontrado en el Banco de Alimentos las coberturas de su alimentación básica y, por supuesto, todo esto fue posible gracias a la ayuda de cada uno de vosotros”, manifestó al inicio de esta campaña el presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla, Agustín Vidal. El objetivo de esta campaña es recaudar alrededor de 600.000 kilos de alimentos para paliar los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19 en las familias sevillana, lo que suponen 100.000 kilos más que en la edición anterior.

Los menores se desplazaron hasta el almacén del Banco de Alimentos de Sevilla, situado en las instalaciones de Mercasevilla, donde tras recibir una visita guiada y una charla sobre el trabajo que los voluntarios desempeñan en estas instalaciones, colaboraron con el equipo de voluntarios apoyándole en la clasificación, empaquetado y etiquetado de un lote de alimentos pendientes de repartir.

Los jóvenes participaron en esta acción de manera voluntaria y altruista. Esto les llenó, al mismo tiempo, de un sentimiento de utilidad y orgullo, ya que en esta ocasión eran ellos quienes ayudaban a otras familias en situación de necesidad. Estas acciones voluntarias pretenden tan sólo ser una más dentro del área de Sostenibilidad que poco a poco irá incrementando sus líneas estratégicas abarcando más sectores, trabajadores, familias y usuarios.

Banco de Alimentos de Sevilla repartió durante el 2020 hasta 7.034.089 kilos de alimentos entre sus beneficiarios de toda la provincia a través de las más de 290 entidades colaboradoras de reparto y consumo.

Autora: BEATRIZ ESTRADA. Directora del
departamento de Sostenibilidad de SAMU

Doumbouya Fode Ansoumane: «Nunca olvidé el camino recorrido para estar aquí»

Dicen que quién siembra recoge sus frutos. En los centros de menores de Fundación SAMU trabajamos para convertirnos en el agua que hará posible que los chicos que con esfuerzo siembran se vean recompensados con un futuro sólido y provechoso. Esa agua sabe a convivencia, formación, educación.

En ISL Alcalá de Guadaira, en Sevilla, se encuentra un experto en sembrar, Doumbouya Fode Ansoumane. Fode, como cariñosamente le llamamos en el centro, se ha ganado poco a poco todos los privilegios y premios que con esfuerzo y persistencia ha alcanzado. Un contrato laboral, el conocimiento de un idioma fluido que no para de abrirle puertas o la confianza y el apego de un amplio círculo social.

Preguntado por la clave para lograr todos estos éxitos, Fode nos responde: “Yo nunca olvidé de dónde vine, nunca olvidé el camino que tuve que recorrer solo para estar aquí’’. Y es que la persistencia no es su única virtud destacada, también lo es la resiliencia. Ha tenido que superar los numerosos reveses que la vida le ha ido deparando. Por ejemplo, con el reciente fallecimiento de su padre: “Estoy en un momento de mi vida en el que me juego tanto que no puedo pararme a llorar por mi padre, solo puedo cumplir con lo que le prometí: cuidar de mi madre y hacer que se sienta orgulloso de mí’’.

Fode aún no ha llegado a su meta. Su mentalidad es tremendamente ambiciosa y se ha marcado un nuevo objetivo a largo plazo, un sueño: formar parte del equipo educativo de SAMU. Para ello tiene claro cuál es el camino a seguir: “Intento coger lo mejor de cada uno de mis educadores. Ellos son un referente para mí aunque también espero poder acceder a una formación que me capacite para esta labor”.
Mientras llega ese momento, Fode sigue trabajando sin descanso y siendo un ejemplo de superación para, el día que llegue la oportunidad, agarrarla con la fuerza que le ha dado cada piedra que ha quitado de su camino, haciendo su sueño posible.

Autor: J. M. CHACÓN. ISL Alcalá de Guadaíra

Programa Horizontes Sevilla de SAMU: Un camino junto a ellas

Desde el Programa de Autonomía Horizontes Sevilla se trabaja día a día para conseguir la plena inserción sociolaboral de las jóvenes beneficiarias de este recurso y así lograr la integración de estas jóvenes extuteladas procedentes del Sistema de Protección de Menores. La mayoría de estas jóvenes presentan diferentes dificultades que les impiden conseguir una satisfactoria emancipación por no tener apoyo familiar, económico y/o social.

En el Programa Horizontes Sevilla, dirigido exclusivamente a jóvenes mujeres, nos encontramos con distintos impedimentos que obligan a que el trabajo sea más constante. A esto se suma que numerosos sectores profesionales se han visto afectado por la crisis sanitaria que está viviendo desde el pasado año España, y el mundo en general. Esto complica la tarea de encontrar empleo, ya que muchas empresas están cerradas o requieren menos personal y la mayoría de estos jóvenes carecen de formación profesional, lo que dificulta aún más su propósito.

En este recurso se trabaja con jóvenes extranjeras que desean regularizar su documentación. Esto implica un importante trabajo con Extranjería que requiere un compromiso por parte de los empresarios. Sin embargo, con los cambios constantes de medidas a causa de la pandemia, es muy complicado encontrar un puente para que las jóvenes logren su inserción laboral. A los empresarios les cuesta comprometerse con los requisitos (duración y horas de contrato) que requieren desde Extranjería para lograr que las jóvenes obtengan el permiso de trabajo.

A esto hay que sumarle la dificultad añadida que supone encontrar trabajo siendo mujer. A pesar de parecer que vivimos en una sociedad igualitaria y plena de oportunidades, sin diferenciación de género, a la hora de la verdad, estas chicas encuentran muchas piedras en el camino.

Por otro lado, en España, los jóvenes se emancipan con una edad media de 29 años. En Fundación SAMU trabajamos con chicas de entre 18 y 20 años que vienen de centros de Protección de Menores. Estas jóvenes tienen que crecer y madurar antes de lo correspondiente, por ello es de vital importancia ese acompañamiento que les guíe por un camino correcto y responsable. Por esta razón, ahora más que nunca es cuando no se debe desistir. Y, si en algo se caracteriza SAMU, es en no decaer. Ésa es la clave de su éxito. Sabemos por y para quién trabajamos y sabemos la ayuda que necesitan. Ese acompañamiento en su autonomía plena no debe desistir. Ayudaremos a estas chicas a hacer frente a cualquier adversidad.

Trabajo en equipo en ISL Dúrcal

Los últimos meses han sido sinónimo de cambios en el centro ISL SAMU Dúrcal, unos cambios que se han llevado a cabo con mucho esmero por parte de todos los profesionales del recurso con el claro objetivo de garantizar la comodidad y el bienestar de nuestros menores.

Nuestras instalaciones han experimentado una importante reforma que ha dado lugar a un centro más saneado y en el cual nuestros jóvenes pueden disfrutar de nuevos o mejores espacios como, por ejemplo, la zona de estudio, donde pueden hacer uso de diversos ordenadores y libros de texto, o la zona de ocio, en el que pueden pasar su tiempo libre jugando al fútbol, al tenis de mesa, realizando manualidades o simplemente relajándose mientras ven la televisión.

Además, desde que comenzó la pandemia del coronavirus en la primavera de 2020, el equipo del ISL SAMU Dúrcal ha querido garantizar la seguridad de todos los convivientes. Así, el nuevo salón cuenta con un espacio mucho más amplio que antes. Esto permite que los desayunos, almuerzos, meriendas y cenas se realicen en mesas debidamente distanciadas unas de otras y cercanas a las entradas de aire, lo cual contribuye a que podamos disfrutar de momentos compartidos de manera segura.

Hasta el momento, todos los menores se han mostrado gratamente satisfechos con los cambios realizados, aunque no debemos olvidar que esto tan solo es el comienzo. Debemos seguir esforzándonos por mantener en buenas condiciones aquello que estamos creando con tanto esfuerzo e ilusión.

Para finalizar, me gustaría hacer mención al trabajo de equipo realizado por todos los profesionales del centro, bajo la coordinación de la directora, el cual se ha caracterizado por una actitud proactiva y colaborativa que sin duda nos ha fortalecido como equipo. Porque tal y como decía Ray Kroc (1902-1984), “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”.

Autora: Mª JESÚS PADIAL PÉREZ. ISL Dúrcal

Una acogida integral a los temporeros en Lérida de la mano de SAMU

SAMU se abre paso en Cataluña. Al proyecto SIAD desarrollado en el municipio de Esparraguera (Barcelona) y dirigido a mujeres víctimas de violencia de género o violencia doméstica, Fundación SAMU suma un segundo proyecto en Cataluña por encargo del Ayuntamiento de Lérida. Así, SAMU ha puesto en marcha en esta localidad un servicio integral de acogida social y atención a las necesidades básicas de las personas temporeras que llegan a Lérida en busca de trabajo, en el marco de la campaña agraria de verano.

El servicio, dirigido a mayores de 18 años, se activó el 1 de junio y estará vigente hasta el 15 de septiembre, en unas instalaciones facilitadas por el Ayuntamiento de Lérida con capacidad para un máximo de 122 personas.

Este servicio se presta de acuerdo con las directrices marcadas por el Ayuntamiento de Lérida, en estrecha coordinación con el responsable municipal del Plan de Atención a las Personas Temporeras, y siguiendo las indicaciones específicas de la Oficina Única Municipal de Atención Sociolaboral, encargados de dar el acceso al servicio de acogida y atención a las necesidades básicas.

De este modo, Fundación SAMU gestiona los servicios adecuados para la acogida, la estancia y el descanso de las personas temporeras con empleo o en búsqueda de él, así como la organización y gestión de los servicios de atención a las necesidades básicas, en estrecha coordinación con la autoridad municipal.

Se busca así garantizar una acogida social de calidad en el dispositivo, detectando y valorando las situaciones de riesgo o vulnerabilidad social y/o sanitaria y haciendo la correspondiente derivación a los recursos adecuados.

El servicio contempla las labores de acogida nocturna, así como el acompañamiento necesario en el día a día de las personas acogidas, con servicios tales como duchas, consigna, auto colada, almuerzo y cena. Además, se custodia el equipaje de las personas acogidas, de manera segura y ordenada.

El perfil de las personas asistidas por el servicio son ciudadanos en busca de trabajo llegadas a Lérida para la campaña agraria de verano, que no dispongan de alternativa habitacional y no tengan cubiertas el resto de las necesidades básicas. El servicio se concibe con carácter temporal, para que las personas recién llegadas tengan margen de maniobra y asistencia durante varios días antes de poder gestionar un alojamiento estable.

Fundación SAMU ha puesto al servicio de este dispositivo un total de diez profesionales, en su mayor parte grados superiores en integración social y educadores, según explica Rocío Álvarez, que, junto a Adrián Moreno, coordinan este proyecto desde Lérida.

“La mayoría de las personas que acuden a este servicio son originarias de Argelia, Rumanía, Ghana y Marruecos”, explica Rocío Álvarez. “Todas las personas que atendemos en este recurso son hombres, ya que las mujeres y menores que llegan al municipio y necesitan este tipo de servicios son dirigidos a otros dispositivos.

El servicio cuenta también con un protocolo específico en Covid-19, para detectar y tratar posibles casos de coronavirus, evitando los contagios al resto de personal acogido.

SAMU y el Ayuntamiento de Sevilla firman un convenio para la cesión de viviendas para fines sociales

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa, ha suscrito un convenio de colaboración con la Fundación SAMU, en el marco de la convocatoria abierta para la cesión del uso de viviendas para entidades orientadas a fines sociales y al fomento del empleo creada por la empresa municipal de la vivienda. El objetivo de este convenio es la cesión de viviendas para el desarrollo de programas orientados a que personas en riesgo de pobreza o de exclusión tengan la oportunidad de participar de manera plena en la vida social.

Al acto de firma de este convenio asistieron el delegado de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores; el director gerente de Emvisesa, Felipe Castro; y el gerente financiero de SAMU, Diego Gallardo; además de José Miguel Morales, secretario general de Andalucía Acoge, con el que el Ayuntamiento firmó también un convenio de colaboración de características similares al de SAMU.

Se trata de una iniciativa mediante la cual Emvisesa facilita viviendas de su propiedad en condiciones ventajosas de alquiler para que puedan servir de apoyo a proyectos sociales de entidades que, a su vez, fomentan el empleo y la actividad económica, convirtiéndolas así en instrumentos de dinamización sociolaboral, empresarial, económica y cultural.

En este caso, el objeto de estos convenios es la futura cesión en régimen de arrendamiento por parte de Emvisesa de tres viviendas como máximo a cada una de las dos asociaciones. La cesión ya ha sido aprobada por parte de la Comisión de Asignación de Viviendas para Proyectos Sociales. Cuando exista disponibilidad, Emvisesa ofrecerá a SAMU y Andalucía Acoge un máximo de tres viviendas que se ajusten a las necesidades de los programas a desarrollar, a cambio de una renta mensual máxima de 300 euros por cada una de las viviendas.

El delegado de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores, recordó que las entidades a las que se dirige este programa trabajan para facilitar la integración socio laboral de personas con discapacidad intelectual o trastornos del espectro autista; inmigrantes y refugiados; o personas en riesgo grave de exclusión social, entre otros ámbitos.

“Son entidades que acceden en condiciones ventajosas de alquiler a una vivienda pública y devuelven a la sociedad sevillana mucho más de lo que han recibido. Las que actualmente se benefician de este programa atienden en total cada año a más de 1.000 personas, aproximadamente”, señaló el delegado. Además, Flores destacó que estos programas generan empleo para numerosos profesionales que los implantan, supervisan y prestan apoyo a los beneficiarios.

46 viviendas para diferentes asociaciones

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa, ha cedido un total de 46 viviendas a diferentes fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro para atender a personas y colectivos en riesgo de exclusión social, 41 de las cuales mantienen contratos en vigor. Esto supone el 1,46% del parque total de viviendas en alquiler con el que cuenta en estos momentos Emvisesa, propiedades que suman un valor de más de cinco millones y medio de euros.

Actualmente, Emvisesa mantiene convenios de colaboración con Paz y Bien, Aturem, Acercando Realidades, Aspanri-Aspanri Down, la Asociación Sevillana Síndrome de Asperger, la Fundación Persán, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), CEPAIM, Sevilla Acoge, Atenea-Realidades, Asociación Síndrome de Down de Sevilla y provincia, Asociación Autismo Sevilla o la Asociación Abrázame, entre otras.

Además, buena parte de los convenios se han venido enmarcando en el Plan de Inversiones y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, que está permitiendo rehabilitar viviendas para fines sociales. Gracias a este Plan y, concretamente, a la aportación económica realizada por parte de la Delegación de Empleo y Bienestar Social, Emvisesa ha continuado cediendo viviendas a entidades sin ánimo de lucro, tras detectar el efecto positivo en el empleo directo e indirecto de dichas cesiones.

Misión humanitaria: Un equipo de sanitarios todoterreno en Costa Rica

El 2 de junio, un grupo de 11 enfermeros y 9 técnicos de emergencias sanitaria de SAMU partieron hacia Costa Rica en misión humanitaria bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst ante el aumento de casos de coronavirus en el país centroamericano. La alta presión hospitalaria y el incremento de la tasa de incidencia han obligado a prolongar la misión, que en un principio iba a durar 15 días.

Costa Rica está atravesando una situación de emergencias sin precedentes en el país. Los contagios por Covid-19 se incrementan a un ritmo exponencial, con más de 2.000 nuevos casos al día. Desde que comenzó la pandemia, se han registrado en Costa Rica más de 340.000 contagios y unas 4.500 muertes relacionadas con el coronavirus.

La nación centroamericana, que fue ejemplo a nivel mundial entre marzo y junio de 2020 por el control de los casos y la baja mortalidad por esta enfermedad, vive una verdadera crisis hospitalaria por la rápida expansión del coronavirus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, tras las vacaciones de Semana Santa. Todo ello ha llevado al Gobierno costarricense a aplicar restricciones de movilidad y a cerrar de manera temporal toda actividad económica no esencial. Además, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica analiza la posibilidad de decretar la alerta roja.

A mediados de junio, SAMU recibió una solicitud de ayuda por parte de la PAHO (Organización Panamericana de la Salud). De forma inmediata, SAMU puso en marcha su maquinaria y, en pocas horas, ya tenía en alerta a un equipo de 20 profesionales sanitarios bajo la dirección del enfermero Andrés Rodríguez Holst a la espera de finalizar los trámites administrativos para partir hacia Costa Rica.

“Nuestra misión consiste en aliviar la presión asistencial del Hospital San Vicente de Paúl de Heredia, a unos 10 kilómetros al noroeste de San José, y atender las urgencias que no estén relacionadas con el Covid-19. Para ello, contamos con la colaboración de un equipo médico de emergencias de Panamá. Ellos han levantado un hospital de campaña y nosotros apoyamos con personal”, explica Andrés Rodríguez, mando de la misión, durante su estancia en Costa Rica.

Entre los profesionales que han formado parte del equipo de SAMU se encuentran enfermos del Máster de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Universidad CEU San Pablo (promoción 2020-2021), algunos de los cuales ya participaron a finales de año en la misión humanitaria de SAMU en Honduras tras el paso de dos huracanes. Es el caso de Alexander Fernández o Gonzalo Soler.

Un sanitario de SAMU atiende a un paciente en Costa Rica

Un sanitario de SAMU atiende a un paciente en Costa Rica

“El equipo está formado por personas muy experimentadas y que me han acompañado en otras misiones, como la técnico en emergencias Carmina Casal, que ya estuvo conmigo en tres misiones anteriores, o la enfermera Erica Williams-Carricaburu. Pero también lo forman personas jóvenes con poca o ninguna experiencia en misiones humanitaria. Ambos perfiles enriquecen al grupo”, indica Rodríguez, que, con Costa Rica, cuenta con 18 misiones humanitarias internacionales a sus espaldas.

Los hospitales de campaña

Debido a la alta presión hospitalaria, finalmente, se han tenido que levantar dos hospitales de campaña en las inmediaciones del Hospital San Vicente de Paúl. “Uno de ellos está dedicado a casos de pediatría y cuenta con 8 camas, y el otro está dirigido a pacientes adultos, todos ellos urgencias no Covid. Este segundo hospital de campaña cuenta con 38 camas, pero en los próximos días se van a instalar 16 más”, explica el director de la misión.

“Estoy muy orgulloso de mi equipo, sobre todo de los técnicos, me han sorprendido mucho, ya que están realizando funciones más allá de las suyas propias y lo están haciendo muy bien. Los enfermeros también se han adaptado muy bien y de manera muy rápida, teniendo en cuenta que han tenido que aprender en un tiempo récord con un sistema que no es el suyo. La administración de los cuidados, los medicamentos, el sistema informático…. hay importantes diferencias con respecto a su día a día en España y se han adaptado a la perfección”, continúa Andrés Rodríguez.

Los profesionales de SAMU han trabajado en turnos de 12 horas, día y noche, y en ambos hospitales de campaña, en el de adultos y en el de pediatría. Todos los casos que han atendido durante su presencia en Costa Rica han sido urgencias no Covid-19, lo que implica una gran variedad de patologías, desde problemas gástricos, cardíacos, respiratorios, infecciones….

Durante su estancia en Costa Rica, el equipo de SAMU ha recibido dos importantes visitas que han alabado su trabajo y le han dado ánimos para continuar. Se trata de la embajadora de España en Costa Rica, Cristina Pérez Gutiérrez; y el fiscal del Colegio de Enfermeras de Costa Rica. Ambos visitaron los hospitales de campaña y pudieron ver in situ cómo trabajaban los profesionales de SAMU.

Para Andrés Rodríguez Holst, ésta es una misión especial, no sólo porque es su número 18 sino porque supone el regreso a su país de origen tras formarse en Europa. “Nunca pensé que regresaría a mi país en misión humanitaria. De hecho, ésta es la primera vez que Costa Rica solicita ayuda internacional”, reconoce el mando de la misión. “Ninguna de las personas que nos esperaban en Costa Rica sabía que al frente del equipo de SAMU iba una persona que nació aquí. Para algunos fue un poco sorprendente y cuando me escuchaban hablar pensaban que era un enlace local y no el mando de la misión de SAMU”, continúa el enfermero, que llegó a España en octubre de 2015.

“Para mí también ha sido un poco chocante porque conozco y he trabajado con anterioridad con algunas de las personas con las que he tenido que tratar estos días en Costa Rica, pero no ha sido ningún problema. Todo lo contrario. Todos están muy contentos del trabajo que SAMU ha realizado aquí y aceptan y aplican nuestros consejos y recomendaciones sobre la organización del trabajo, la logística y el espacio, pequeños detalles que ayudan a mejorar el trabajo diario”.

Una sanitaria de SAMU abraza a un familiar a su llegada de Costa Rica

Una sanitaria de SAMU abraza a un familiar a su llegada de Costa Rica

Tras dos semanas de duro trabajo, parte del equipo de SAMU regresó el 13 de junio a España, quedando en Costa Rica cinco profesionales de SAMU, entre ellos Andrés Rodríguez y Erica Williams-Carricaburu, ambos con una larga experiencia en misiones humanitarias. La situación en el país costarricense no ha mejorado en los últimos días y los contagios diarios por coronavirus suman cada jornada un récord. Esto llevó tanto a la dirección del Hospital San Vicente de Paúl como a la PAHO a solicitar a SAMU que prolongasen su misión varias jornadas más.

Así, la mayor parte del contingente llegó a Sevilla el 14 de junio, donde lo recibieron sus familiares y amigos. Tras un largo viaje, a su llegada a la Escuela SAMU y tras someterse todos ellos a test de antígenos, se celebró un acto de bienvenida en el que el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, les dedicó unas cariñosas palabras y alabó la labor llevada a cabo en Costa Rica. Todos los protagonistas de esta misión se mostraron bastante cansados pero muy satisfechos con el trabajo realizado. El resto del contingente regresó el 22 de junio.

Comunicaciones garantizadas desde el techo de Andalucía

SAMU y el conjunto inmobiliario Torre Sevilla han suscrito un convenio de colaboración que permitirá a SAMU ubicar en el rascacielos un repetidor de telecomunicaciones basada en tecnología VHF para garantizar el mantenimiento de la comunicación en toda el área metropolitana ante situaciones de catástrofe que impliquen la interrupción o el colapso del resto de tecnologías basadas en telefonía.

Este repetidor, que será instalado por SAMU en un espacio cedido por Torre Sevilla en la cubierta del rascacielos, nace con la pretensión de asegurar una respuesta ágil ante la circunstancia de una emergencia generalizada y la caída de los soportes de telecomunicaciones en el área metropolitana, de cara a poder coordinar equipos de respuesta frente a una situación de emergencias.

Juan González de Escalada, director del Área de Emergencias de SAMU, explica que “el VHF es una tecnología efectiva que en este caso se concibe para preservar uno de los aspectos esenciales en la gestión de emergencias, que es la coordinación. Ante el supuesto de que todas las telecomunicaciones sucumban, es una manera de garantizar el mantenimiento de los servicios de comunicación para poder coordinar la asistencia sanitaria ante grandes episodios de emergencia”.

La instalación del repetidor en la corona de Torre Sevilla, el rascacielos más alto de Andalucía, permitirá que el aparato disponga de máxima cobertura al minimizar las barreras físicas que interfieren en su funcionamiento, convirtiéndose así en una pieza clave para garantizar la atención de emergencias en toda la provincia. “Nos complace enormemente poner Torre Sevilla al servicio de la ciudadanía para mejorar la atención en emergencias, dotando a la provincia de un plus de seguridad en caso de fallar el resto de sistemas”, señala José Manuel Martínez Escobar, coordinador técnico en Torre Sevilla.

Esta actuación se inscribe en la estrategia del conjunto arquitectónico de fomentar las sinergias en los ámbitos local y autonómico, apoyándose en la colaboración con otras entidades. “Estamos muy comprometidos con nuestro entorno y, con nuestras actuaciones, buscamos impactar positivamente en la sociedad, ya sea desde el punto de vista medioambiental, de acción social o de seguridad. En este caso, además, lo hacemos de la mano de SAMU, un referente en la asistencia médica de emergencias”, concluye Martínez.

Agenda 2030: Conciencia ecológica, cultura de empresa

Vivimos en una sociedad que genera un volumen de residuos muy superior al que debería. Este hecho ha originado en las personas una conciencia ecológica y de reciclaje no sólo en nuestros hogares sino también en los espacios en los que trabajamos. Según los datos de Ecoembes, España generó en 2018 111 millones de toneladas de residuos de los que sólo fueron reciclados el 30%, datos que nos invitan a realizar una reflexión sobre la importancia de trabajar y vivir en un entorno más sostenible.

La creación de centros de trabajo sostenibles se ha convertido en una necesidad, y, por ello, el reciclaje en las empresas es una práctica que está creciendo y cuya finalidad se centra en cuidar el planeta para las futuras generaciones. Reciclar hace posible reutilizar los residuos que generamos para darles una segunda vida disminuyendo las emisiones de CO2 de nuestra atmósfera y, por tanto, la contaminación, y reduciendo el gasto energético.

El término CTS (Centros de Trabajo Sostenibles) hace referencia a entidades que cuentan con un punto limpio donde ubican los diferentes contenedores que organizan los residuos generados. Para ello deben tener claros los residuos que son susceptibles de ser reciclados.

“El concepto de sustentabilidad corporativa ha cobrado importancia en los últimos años debido a las presiones de diferentes grupos de interesados (ecologistas, consumidores verdes, gobiernos y de la sociedad en general), los cuales demandan que la empresa responda por los problemas sociales y ambientales que son ocasionados por el actuar empresarial”, según el autor Gómez Contreras J.L. Pero este concepto exige, además de modificaciones internas, transformaciones no sólo a nivel operativo sino en la actitud, los valores de la organización y sus miembros, así como de sus normas.

Tomando conciencia de esta situación, la dirección del área de Sostenibilidad de SAMU, al hilo de una de las líneas de estrategias marcadas por el Plan de Sostenibilidad presentado para este año a nivel de toda la entidad, se plantea conocer la realidad de los centros sobre cómo trabajan la gestión de residuos, de cara a crear unas buenas prácticas sobre el reciclaje. Para dar respuesta a esta primera necesidad se está trabajando en la elaboración de un cuestionario inicial donde podamos obtener los datos que necesitamos para conseguir un diagnóstico sobre la actividad del reciclaje en los mismos y adecuar las acciones que sean necesarias llevar a cabo.

Escuela SAMU es el primer centro donde hemos puesto en marcha esta iniciativa, pasando de gestionar residuos biosanitarios, pilas, papel, cartón y residuos electrónicos en un punto concreto, a ampliar esta gestión a envases, latas, plásticos, residuos orgánicos y restos, aumentando el número de contenedores en puntos estratégicos de la Escuela donde se generan residuos de un tipo concreto y dándoles visibilidad para que no pasen desapercibidos por nuestro equipo docente y alumnado. Esta reorganización se ha hecho de forma sostenible, ya que se evita el uso de bolsas de plástico en todas las papeleras de las oficinas que se cambiaban cada día, permitiendo una reducción de más de 2.000 bolsas al año. Esto supone un ahorro cuantitativo y de consumo de recursos.

La dirección de sostenibilidad asume que trabajar en esta línea tiene beneficios para nuestra entidad. Es un factor que favorece una imagen positiva de SAMU, puede repercutir en una mayor oportunidad de negocio, puesto que conecta con un público que siente cada vez más propia la responsabilidad social y el cuidado del planeta, reduce costes aumentando la eficacia ambiental y puede ayudar a fomentar el buen clima laboral porque favorece la pertenencia a un grupo.

Por Beatriz Estrada. Directora del departamento de Sostenibilidad de SAMU.

Área de discapacidad: Guía práctica y positiva para fomentar la inclusión

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, es la primera frase de la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Las personas con discapacidad tienen derecho a la igualdad de oportunidades y a la plena inserción social.

En esta sociedad en la que vivimos es necesario el compromiso, el conocimiento y la lucha para conseguir un mundo más justo para todos. Históricamente, la discapacidad siempre ha sido un tema incómodo para la sociedad y mucho más cuando le pedimos a la comunidad que acepte, respete y normalice la diversidad.

En cuanto a la discapacidad, hemos pasado recientemente de tener un modelo rehabilitador o médico a un modelo social. Es decir: de un modelo en el que la discapacidad era considerada como un defecto que debe curarse, repararse o eliminarse para tener una buena calidad de vida, y que plantea la posibilidad de normalización de las personas con discapacidad a través de un proceso de rehabilitación, a un modelo social donde se pone el énfasis en que las personas con discapacidad contribuyan a la sociedad en iguales circunstancias que las demás desde la valoración a la inclusión y el respeto a la diversidad.

Si reflexionamos nos daremos cuenta de que todos somos diferentes, de que vivimos en una sociedad rodeados de personas con rasgos físicos, habilidades y capacidades distintas. Hay personas que son muy hábiles reparando coches y carecen de cualquier capacidad para la música; hay personas que son increíbles con la pintura o tocando algún instrumento pero no tienen ninguna habilidad deportiva; hay personas muy capacitadas para la economía y con pocas o ningunas habilidades sociales. Podríamos seguir poniendo ejemplos simplemente al analizar a cualquier persona que se encuentre a nuestro lado.

En estos ejemplos hemos querido resaltar el uso de tres palabras: diversidad, capacidad y habilidad, para reflexionar sobre lo poderosas que son las palabras porque con ellas damos forma al pensamiento y condicionamos actitudes. Es muy importante el cuidado de las palabras cuando hablamos de discapacidad. Hay que usarlas en sentido positivo, centrándolas en la capacidad y habilidad, y no en etiquetas basadas en las limitaciones.

¿Qué terminología sería la más adecuada, integración o inclusión? ¿Significan lo mismo ambas palabras? La respuesta es no. La integración se basa en la normalización de la vida de las personas con necesidades especiales. La inclusión plantea el reconocimiento y valoración de la diversidad como un derecho humano, lo cual sitúa sus objetivos como prioritarios a todo nivel.

Una experiencia de diferencia

La discapacidad, entendida en su contexto social, es mucho más que una mera condición: es una experiencia de diferencia. Sin embargo, frecuentemente, es también una experiencia de exclusión y de opresión. Los responsables de esta situación no son las personas con discapacidad, sino la indiferencia y la falta de comprensión de la sociedad. La forma en que una comunidad trata a sus miembros con discapacidad es reflejo de su calidad y de los valores que realza. Las personas con discapacidad y sus organizaciones son un desafío para al resto de la sociedad, la cual debe determinar qué cambios son necesarios para promover una vida más justa y equitativa.

El modelo social actual se relaciona con los valores esenciales que fundamentan los Derechos Humanos como la dignidad de la persona, la libertad y la igualdad, propiciando la disminución de barreras y la inclusión social. La discapacidad es una construcción social creada que limita e impide que las personas con discapacidad decidan y diseñen con autonomía su propio plan de vida en igualdad de oportunidades.

Desde este punto de vista la sociedad debería poner su mirada en las capacidades y habilidades que todos tenemos y que también poseen las personas con discapacidad, y facilitar así su desarrollo e inclusión real permitiendo una vida plena y de bienestar para todos los ciudadanos sin diferencias ni etiquetas.

Para incluir a las personas con discapacidad en la sociedad hay que cambiar la mentalidad y, para ello, es necesario un compromiso social. El medio para poder llevar a cabo este objetivo es a través de la sensibilización.

La sensibilización es un proceso que ofrece a las personas información directa de situaciones sociales para conseguir que los individuos tomen conciencia, es decir, conozcan, conecten y se sientan identificados con esa realidad social, dándoles la posibilidad de participar e interactuar planteando acciones para mejorar esa realidad.

A través de la sensibilización podemos impulsar una evolución de la sociedad hacia la inclusión real de las personas con discapacidad, garantizando sus fines temporales (formación, trabajo, relaciones personales…). Veamos algunos ejemplos, aplicables a su vida cotidiana:

  • Cuando entable una conversación con una persona con discapacidad, diríjase directamente a ella y no a su acompañante.
  • Cuando indique un lugar o una dirección a una persona con discapacidad, adviértale sobre los obstáculos y las distancias que puede encontrar.
  • Prestar atención, pero no a la limitación; actuar con naturalidad y amabilidad.
  • No usar lenguaje infantilizado, proteccionista o paternalista.
  • Respete el tiempo que cada persona necesita para comunicarse o actuar.
  • Si desea ayudar a una persona con discapacidad, espere a que éste solicite asistencia.

Todas estas pautas son estrategias a usar con personas con discapacidad. Hay que ser consciente de que la sensibilización es un arma social poderosa para mejorar nuestra sociedad. Es una actividad que forma parte de la cultura inclusiva y promueve la creación de actitudes positivas de respeto, solidaridad, valoración y tolerancia frente a la discapacidad. Estas actitudes van a ayudar a fomentar la convivencia y la aceptación de estas personas en la sociedad.

Para llegar a tener concienciación social sobre la discapacidad se pueden realizar acciones de diversas índoles como charlas, exposiciones, formaciones grupales, eventos deportivos, y un largo etcétera.

Fundación SAMU está comprometida con la sensibilización de las personas con discapacidad a través de diversos proyectos como Idilio Escénico (dedicado al teatro), jornadas inclusivas deportivas (dando una visión al mundo de un deporte sin barreras), exposiciones fotográficas en los diferentes distritos (normalizando sus vidas y acercando a los ciudadanos momentos de trabajo, ocio o salidas de las personas con discapacidad) o charlas en los institutos (sensibilizando a los más jóvenes de nuestro entorno con el fin de conseguir un futuro más inclusivo para las personas con discapacidad).

También los profesionales de SAMU están comprometidos con la búsqueda de recursos y educación no formal fuera de sus centros, en el barrio y en el medio exterior más cercano. Realizar actividades propuestas por una entidad pública, por ejemplo, permite a los profesionales fomentar la inclusión social y las habilidades sociales incluyendo a las personas con discapacidad en grupos de trabajo con ciudadanos del barrio y generando un conocimiento de la discapacidad, empatía y actitud positiva y de inclusión.

Todo ello persigue un objetivo común importante: “darnos a conocer”. Es necesario hacer saber a la sociedad que estamos aquí, quiénes somos y cómo actuamos para que, poco a poco, esas miradas de desconfianza o, en ocasiones, de pena, esas barreras no solo arquitectónicas sino también psicológicas, y esa actitud social de minusvalorar las capacidades y habilidades de una persona desaparezcan.

“La única discapacidad realmente peligrosa está en el cerebro de quienes creen que ser diferente es menos”, Robert. M. Hensel.

Autoras: Susana Carrera Palacios y Ana Marrón García. Educadoras de la Residencia Santa Ana (Sevilla).