Grande-Marlaska visita a los menores de El Bosque

La comitiva de vehículos que acompañaba al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, alteró la rutina del pequeño municipio gaditano de El Bosque, con poco más de 2.000 habitantes, y más aún la dinámica del centro de acogida de menores extranjeros no acompañados (menas) gestionado por Fundación SAMU en esta localidad. Allí, una treinta de jóvenes aspiran a conseguir su inserción sociolaboral en España y superar complejos procesos migratorios.

El ISL El Castillejo fue el elegido por el equipo del ministro, cabeza de lista del PSOE para las Elecciones Generales por Cádiz, el 5 de noviembre para conocer in situ cómo es el funcionamiento de un centro de estas características, “ver el trabajo real que están desarrollando”, apuntó. La visita también representaba un esfuerzo por contraponer la postura del Gobierno en la atención a estos menores frente a la de VOX, que en la jornada previa había organizado un acto electoral en la puerta de un centro de menores en el barrio de La Macarena, en Sevilla, para rechazar la presencia de estos jóvenes.

Los responsables del centro El Castillejo y los chicos prepararon todo para esta ilustre visita, que finalmente fue fugaz debido a la agenda llena de compromisos del representante del Gobierno.

Acompañado por la alcaldesa de El Bosque, Pilar García, la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, y el alcalde de Villaluenga y nuevo senador, Alfonso Moscoso, entre otros, Marlaska conoció las instalaciones de la mano del director de operaciones de SAMU, Juan González de Escalada, y del propio director del centro, Javier Olier.

Es un gran edificio a las afueras del pueblo que servía como alojamiento juvenil antes de pasar a desempeñar esta nueva labor como centro de inserción sociolaboral, a iniciativa del Ayuntamiento de El Bosque y la Junta de Andalucía. Sus dos plantas albergan una veintena de habitaciones dobles, amplias estancias comunes y hasta un huerto en el que los jóvenes y sus monitores ya están recolectando sus primeros vegetales.

González de Escalada explicó al ministro y sus acompañantes que el reto de SAMU es que estos chicos puedan valerse por sí mismos y que, antes de alcanzar la mayoría de edad, su situación administrativa en España esté resuelta y ya hayan establecido lazos con el mundo laboral formándose en oficios como el mantenimiento, la cocina o la jardinería. Puso como ejemplo del trabajo de este ISL los acuerdos establecidos con empresas de la zona para facilitar oportunidades de hacer prácticas y aprender un oficio a estos chicos. “Muchos acaban siendo contratados”, señaló.

El director de operaciones también recordó la complicada logística a la que ha tenido que hacer frente la organización para atender las necesidades de las administraciones ante el incremento de la llegada de menores y, sobre todo, cuando estas llegadas se producen en oleadas, obligando a la apertura de centros “casi cada semana”.

Fundación SAMU gestiona más de 30 centros en todo el país. González de Escalada recalcó que estos espacios también son motores de riqueza y empleo en las zonas en las que se ubican, creando oportunidades de trabajo para traductores, educadores, animadores culturales, y todavía más de forma indirecta.

La alcaldesa de El Bosque explicó que el pueblo “se ha volcado con los niños para que no se queden aquí arriba”. Se refería así a su trabajo para que los jóvenes se integren en las actividades del municipio, como unos vecinos más, en lugar de quedar aislados en el centro de El Castillejo, situado algunas calles más arriba del centro de la localidad. Uno de los menores, de hecho, ganó la yincana celebrada en el pueblo unas semanas antes, recordaron los visitantes.

Grande-Marlaska saludó afectuosamente a los jóvenes durante sus clases de informática y tuvo la oportunidad de firmar en el libro de visitas del centro antes de continuar su ruta. “Es nuestro deber ético y moral cuidar del bienestar de estos chicos y que puedan afrontar el futuro con la dignidad que otros trataron de arrebatarles. He visto y percibido miradas de agradecimiento, de confianza en el futuro, algo que les era ajeno, y eso es consecuencia de vuestros esfuerzos”, escribió.

Antes, en declaraciones a los medios de comunicación que se reunieron en la puerta del centro de menores, el ministro del Interior en funciones reiteró la importancia de la defensa de estos jóvenes migrantes desde las administraciones públicas: “Todos compartimos que lo relevante es el interés superior del menor en una democracia, porque son personas vulnerables. Los menores exigen una protección máxima de los poderes públicos”.

Cerca de 300 personas convierte a Cantillana en capital del deporte inclusivo

Más de 280 personas han participado hoy en Cantillana (Sevilla) en una gran fiesta de inclusión deportivo-social, con la colaboración de ocho entidades del entorno. Denominada Jornadas Deportivas Inclusivas Estación de Invierno, es un proyecto nacido en 2015 y promovido por la Fundación SAMU, que busca fortalecer el compromiso social con la inclusión de personas con discapacidad. Gran parte de los participantes fueron usuarios de las residencias San Sebastián (Cantillana) y Santa Ana (Triana), que ofrecen servicio integral a personas con discapacidad intelectual de leve a moderada, además de la UED San Lucas y los centros de menores tutelados por Fundación SAMU. La jornada fue inaugurada por Ángeles García Mejías, alcaldesa de Cantillana, y Diego Gallardo Godoy, gerente de SAMU.

De esta manera se fomentaron la interacción y la inclusión mediante la práctica deportiva de numerosas personas con discapacidad intelectual y un amplio abanico de entidades de diferente ámbito social. Las entidades colaboradoras en esta actividad fueron el Ayuntamiento de Cantillana, Fundación San Pablo Andalucía CEU, Cardenal Spínola CEU, el C.O. Nuestra Señora de la Soledad, APDEDIS, ASAS y CAFFA, entre otros.

En este caso, la Estación de Invierno consistió en la realización de un circuito deportivo inclusivo con 10 actividades diferentes. Se llevaron a cabo de manera sucesiva y simultánea, con la participación en grupos de 10 de personas con discapacidad física o intelectual de las distintas asociaciones y fundaciones de Cantillana y la provincia de Sevilla, entre ellos la Residencia San Sebastián (Cantillana) y Santa Ana (Triana), alumnos y docentes de 4º de la ESO del IES Cantillana y alumnos del Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Fundación San Pablo Andalucía CEU y alumnos del Ciclo de Grado Superior del Técnico en Animación y Actividades Físico Deportivas de la Cardenal Spínola CEU.

Los juegos y deportes de la actividad fueron accesibles y sin barreras, para facilitar la interacción entre los participantes salvando cualquier problema de accesibilidad. El circuito estuvo compuesto de las siguientes actividades: el embutido del lobo, el escultor, el arca de Noé, voleikinball, la bomba, rellena la taza, ¡que no caiga!, las canaletas, la patata caliente y al hoyo

Fundación SAMU convierte a Villafanca de los Caballeros (Toledo) en capital del Deporte Inclusivo

Más de 250 personas han participado este martes en Villafranca de los Caballeros (Toledo) en una gran fiesta de inclusión deportivo-social, con la colaboración de más de una decena de entidades del entorno. Denominada Jornadas Deportivas Inclusivas Estación de Otoño, es un proyecto nacido en 2015 y promovido por la Fundación SAMU, que busca  fortalecer el compromiso social con la inclusión de personas con discapacidad.

Gran parte de los participantes han sido usuarios de la Residencia Santa Teresa, que ofrece servicio integral a personas con discapacidad intelectual de leve a moderada. La jornada ha sido inaugurada por Julián Bolaños Pozo, alcalde de Villafranca de los Caballeros (Toledo); Diego Gallardo Godoy, gerente de SAMU; y tres directores generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: Ángeles Marchante Calcerrada, directora general de Inclusión Educativa y programas de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte; Noelia Pérez González, Directora General de Juventud y Deportes; y Javier Pérez Fernández, Director General de Mayores y Personas con Discapacidad de la Consejería de Bienestar Social.

De esta manera, se ha fomentado la interacción y la inclusión mediante la práctica deportiva de numerosas personas con discapacidad intelectual y un amplio abanico de entidades de diferente ámbito social.

Las entidades colaboradoras en esta actividad han sido el Ayuntamiento de Villafranca de los Caballeros, el Club Deportivo Asodisal, el Centro de Día de Asodema, el Centro de Educación Especial Mingoliva  (Madridejos), el Centro Ocupacional ‘Picazuelo’, el Centro ‘Carpe Diem’ de Herencia, la Asociación de Discapacidad APANAS, el Centro Ocupacional y de Mayores Rogelio Sánchez, el IES La Falcata, el Club de Esgrima La Falcata, el Club de Ajedrez Villafranca de los Caballeros y Protección Civil, entre otros.

En este caso, la Estación de Otoño ha consistido en la realización de un circuito deportivo inclusivo con 10 actividades diferentes. Se han llevado a cabo de manera sucesiva y simultánea, con la participación en grupos de 10 de personas con discapacidad física o intelectual de las distintas asociaciones y fundaciones de Toledo, entre ellos la Residencia Santa Teresa, alumnos del primer y segundo ciclo de Secundaria del IES La Falcata y alumnos del Ciclo de Grado Medio del Técnico en Conducción de Actividades en el Medio Natural de Villafranca de los Caballeros.

Los juegos y deportes de la actividad han sido accesibles y sin barreras, para facilitar la interacción entre los participantes salvando cualquier problema de accesibilidad. El circuito ha estado compuesto de las siguientes actividades: voleibol adaptado, boccia, petanca adaptada, actividades musicales y expresión corporal, fútbol 7, baloncesto, balonmano, esgrima, golbol, ajedrez humano y acrosport. En todas ellas se han trabajado capacidades físicas como la velocidad, la fuerza, la resistencia y flexibilidad, y cualidades motrices como equilibrio, coordinación, agilidad y lateralidad.

El Hogar San Lázaro reabre sus puertas gracias al impulso de la Fundación SAMU

SAMU Hogar San Lázaro, centro especializado en Santa Cruz de Tenerife en atención a pacientes con discapacidad intelectual y/o trastorno mental grado 1 y 2, ha reabierto sus puertas tras hacerse la Fundación SAMU cargo de su titularidad, después de las circunstancias personales que obligaron a los anteriores responsables a decretar su cierre, dejando desasistidos a 16 pacientes.

Actualmente, SAMU Hogar San Lázaro puede acoger de manera inminente de 16 a 18 usuarios, y, además, está a la espera de recibir la acreditación del concierto de plazas con el gobierno de Canarias. El proyecto está avalado por la experiencia y fiabilidad de SAMU Wellness, entidad de referencia a nivel nacional en salud mental y bienestar emocional.

Después de reunirse hace unas semanas con el diputado del Común, con el ánimo de desbloquear la situación, la Fundación SAMU se comprometió a hacerse cargo del centro, en el que ha realizado una inversión de 20.000 euros destinada a remodelación de la sede y mobiliario nuevo para adaptar las instalaciones a las necesidades de los usuarios.

El perfil del paciente de SAMU Hogar San Lázaro es el de personas adultas dependientes (grado I y II -Ley 29/2006) con discapacidad intelectual y/o trastorno mental con edades comprendidas entre 16 y 64 años, de gran autonomía, sin necesidad de apoyos médicos constantes y que no tenga trastornos de conducta o personalidad graves. Es decir, que precisan de ayuda, control y supervisión en el desarrollo de las actividades de la vida diaria (alimentación, higiene, tratamiento y desarrollo personal) y que no pueden ser atendidos por sus familias o tutores por cualquier tipo de circunstancia.

Con este nuevo proyecto, SAMU implanta en este centro un nuevo modelo asistencial para la salud en Tenerife centrado en las personas, con el objetivo de dar apoyo en la normalización e integración social, la mejora de la autonomía personal y la potenciación de las habilidades sociales. Este modelo se caracteriza principalmente por la continua colaboración con equipos de salud mental, telemedicina, vida normalizada, apoyo de las familias, convivencia y desarrollo personal a través de excursiones y saludas, integración comunitaria y calidad asistencial. Para ello, SAMU Hogar San Lázaro cuenta con una experimentada plantilla de cuidadores que trata cada caso de manera especializada apoyado a través de la telemedicina por un diverso equipo de profesionales compuesto de psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales y colaboraciones con equipos privados de psiquiatría en Tenerife.

SAMU, a través de su Fundación, cuenta con una amplia experiencia en atención a personas con discapacidad desde hace más de una década a través de varios centros especializados: Residencia Santa Ana (Sevilla), Residencia San Sebastián (Cantillana, Sevilla), Residencia Santa Teresa (Villafranca de los Caballeros, Toledo), UED San Lucas (Sevilla), y Centro El Alfar (Gijón. En cuanto a las cifras propias de SAMU, es pionero en España en el sector salud, acción social y emergencias, en el que acumula 37 años de experiencia. Tiene 52 centros de trabajo en 8 comunidades autónomas y presencia internacional en Marruecos y Estados Unidos, cuenta con una plantilla de más de 1250 profesionales y ha formado a más de 11.000 alumnos en salud y emergencias.

Concluye el I curso de Desarrollo Directivo de SAMU: Preparados para liderar

Escuela SAMU ha finalizado la primera edición del curso de Desarrollo Directivo, dirigido a los directores de los centros de SAMU y Fundación SAMU. Este programa formativo, de carácter presencial, arrancó el 27 de marzo y concluyó el 9 de octubre. En él han participado un total de 21 alumnos.

El objetivo de este curso, dividido en nueve módulos y con clases cada quince días, era que los alumnos adquiriesen las habilidades directivas necesarias para su desarrollo en SAMU. De este modo, se ha realizado una formación teórica-práctica, donde se ha utilizado el método del caso, que ha permitido a los alumnos conocer y trabajar problemas reales de la empresa, además de analizar información, trabajar en equipo y tomar decisiones. Este método traslada al aula situaciones reales que enfrenta a los alumnos a dilemas habituales de los directivos, y permite un intercambio de conocimiento entre todos los profesionales del curso.

Entre las competencias generales de este programa destacan conocer la empresa y sus protocolos institucionales, conocer estrategias de marketing, identificar los procedimientos de la gestión jurídica y financiera, desarrollar habilidades de liderazgo, gestionar el estrés y la frustración, aplicar técnicas de resolución de conflicto y mediación, conocer la función del compliance en la institución, gestionar el conocimiento e identificar las nuevas áreas de innovación, sostenibilidad e igualdad.

Entre los docentes del curso destacan Carlos González de Escalada, director general de SAMU; Carlos Álvarez Leiva, presidente de Fundación SAMU; Almudena Chávez, directora de Innovación; Enrique Yrazusta, del departamento Jurídico; y Ángela Palomares, del departamento de Laboral, entre otros.

Carta abierta de Koroma: De Guinea a Guillena

Nací y estudié en Guinea. Allí está toda mi familia. Un día decidí cambiar mi vida y, con solo una mochila, viajé a Argelia para trabajar y ayudar a mi familia. Llegué hasta Mali en autobús y, tras sufrir el maltrato de los rebeldes, me escondí bajo un camión con destino a Argelia. Al llegar, encontré trabajo durante tres meses, pero aquella ciudad no era como yo esperaba. Así que de nuevo cogí mi mochila y crucé la frontera de Marruecos con un solo sueño: poder llegar a España.

En Marruecos trabajé durante un largo tiempo para sobrevivir, bajo el maltrato y las agresiones físicas. Tras sufrir una grave agresión, mi madre y sus hermanos recaudaron todo el dinero posible para que regresara a casa. Yo me negaba a volver. Tenía que seguir mi camino, y este camino me dirigía a España. Me monté en una patera sin mirar atrás y, tras 15 horas de viaje, pude pisar Málaga. Estaba enfermo y cansado, pero tenía algo nuevo en mi corazón: esperanza.

Mi nueva vida empezó viajando a Cádiz. Pasé por La Línea, por Bornos y por Guillena (Sevilla). Ahora vivo en el centro de Fuentequintillo (Sevilla). Por suerte, tengo educadores que me tratan con cariño y me dan esperanza para luchar por una vida mejor. Somos veinte chicos en el centro y nuestra directora me eligió para hacer prácticas en una empresa, lo que ha sido un nuevo aliciente.

Mi vida no es perfecta, pero mis sueños se están empezando a cumplir. Me he formado en mantenimiento de edificios, y he estudiado día y noche español, por lo que ahora se hablar y escribir de forma fluida.

Todas las mañanas, durante dos meses, me he levantado a las seis menos cuarto de la mañana para trabajar de ocho a dos. Mi empresa se dedica a la limpieza, así que he podido aprender a limpiar cristales, mesas, servicios, y a lavar y planchar las cortinas de los centros de mayores de Sevilla y comarca. Mi jefe me trataba con cariño y respeto, bromeaba conmigo y se reía de mis chistes. De él he aprendido muchas cosas, desde la historia de Sevilla hasta la magia de sus calles.

En este momento puedo decir que estoy muy feliz conmigo mismo y muy satisfecho por la oportunidad de poder escribir estas líneas y explicar con mi propia voz cómo ha sido mi vida. Debo agradecerlo a mis educadores y a todo el equipo de SAMU por la educación y la formación que me proporcionan y, sobre todo, a la jefa de unidad de mi centro por el cariño y la confianza que tiene en mí.

Los Defensores del Pueblo visitan el centro de menas de El Bosque

«El niño es una persona, no un extranjero ni un migrante. Es un niño”. El Defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu, recordó con estas palabras la obligación legal y moral de ofrecer una atención adecuada a los niños migrantes que llegan a España durante la reunión de sus homólogos de todo el país celebrada entre Sevilla y Tarifa en octubre. Esta cumbre, en la que Fundación SAMU ha jugado un papel destacado a través de su experiencia directa en la gestión de centros de acogida, finalizó con la firma de la Declaración de Tarifa, un documento de diez puntos en defensa de estos menores.

Los Defensores del Pueblo de España y de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Canarias, Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Navarra, Castilla y León y Cataluña respaldaron este documento, una voz que se ha alzado para reclamar a los poderes públicos un plan estratégico nacional de atención a menores extranjeros no acompañados (menas) que garantice su protección.

Estas 34 Jornadas de Coordinación de los Defensores del Pueblo estuvieron dedicadas a la atención a estos niños y, por ello, han contado con una destacada participación de SAMU, cuyos responsables han compartido la experiencia directa de la organización en la gestión de centros y en el trato con los menores. Los defensores visitaron el centro de El Bosque, donde pudieron conocer de primera mano cómo es el día a día de un centro de atención a menas. Al igual que en la visita de Maeztu en octubre al centro de la Macarena, en Sevilla, junto a la consejera de Políticas Sociales, Rocío Ruiz, y el grupo de parlamentarios de la comisión de Infancia, los representantes institucionales pudieron charlar con los jóvenes residentes en El Bosque y conocer sus historias e inquietudes.

En su declaración conjunta, los defensores del pueblo reivindican que “todas las decisiones que se adopten con los menores extranjeros no acompañados respondan al interés superior de los mismos, primando la condición de niños frente a la condición de extranjeros”.

Además, reclaman que se elabore un plan estratégico de atención a los menores y la elaboración de planes para los jóvenes extutelados, aquellos que cumplen 18 años y quedan fuera de los centros, para evitar que puedan caer en la exclusión social. Desde Fundación SAMU se ha insistido a representantes políticos e institucionales en la necesidad de abordar la frustración y el desamparo que sufren estos niños cuando se asoman a la mayoría de edad.

En la Declaración de Tarifa, los defensores han pedido un refuerzo de la protección de los menores que han sufrido la trata de seres humanos sin referentes familiares, y han recordado la responsabilidad de la Unión Europea y de las administraciones nacionales de “establecer un sistema de protección garantista”. El fin último de ese sistema debe ser, para aquellos que quieran permanecer en el país, lograr su plena integración.

“Estamos convencidos de que la presencia de menores extranjeros sin referencias familiares no es tanto una carga para los sistemas de protección sino que, por el contrario, supone una aportación de gran valor para el desarrollo de la sociedad de acogida”, señaló Maeztu.

La declaración también reivindica la cooperación con los países de origen para prevenir la inmigración insegura y reclama respeto a los derechos de los menores, pronunciándose contra su criminalización.

La visita de los defensores a Tarifa sirvió para inaugurar en la Isla de Las Palomas una escultura de Alejandro Pedrajas como homenaje a la solidaridad de los pueblos del Campo de Gibraltar, y para hacer un reconocimiento a la sociedad civil e instituciones de la comarca en el que participaron varios menores bajo tutela de Fundación SAMU.

Yassine, un artista en el centro de menores de El Bosque

El artista de El Bosque. Así es como, desde su llegada al ARB El Bosque, llamamos con cariño a Yassine G., un menor procedente de Castillejo muy creativo y con cualidades para la pintura que llegó a España de manera un tanto inusual. Fue de los pocos que logran trepar por los cabos de amarre de un ferry para subir como polizones. Él relata su dramática aventura de la mejor manera que conoce, a través del dibujo: cómo, tras subir al barco, logró esconderse en uno de los botes salvavidas para llegar finalmente a su destino y bajar de la embarcación como si de un tripulante más se tratase.

Yassine G. comenzó a pintar a los ocho años en su colegio. Él mismo recuerda con orgullo el dibujo que realizó en el techo de una de las clases de su escuela en Marruecos. A los diez años dejó la escuela y la pintura para dedicarse a estudiar cómo llegar a España de la manera más económica y segura posible. Tramitó el pasaporte para pasar la frontera de Ceuta. Allí pasó 25 días interno en el centro de menores hasta que consiguió llevar a cabo el plan que con tanta meticulosidad había planeado.

Desde el equipo educativo del Residencial Básico El Bosque nos fuimos percatando de la habilidad artística del chico a través de los dibujos que realizaba en los talleres impartidos en el centro, aunque también nos lo habían advertido desde su anterior residencia en Bornos. Por eso comenzamos a animarle para que volviera a pintar y así lo hizo, tal y como se puede comprobar en las imágenes que ilustran este reportaje.

Nos parece interesante destacar que la esencia de una persona creativa es la singularidad de sus ideas y, por supuesto, su conducta. La personalidad de Yassine es cuanto menos singular. Además de ser muy independiente, ordenado y con un estilo muy propio, sabe sacar lo mejor de él a través de la pintura. Su hermano mayor (Yassine es el cuarto de ocho hermanos) nos confirma que desde siempre ha destacado por su ingenio y habilidad para construir cosas.

Con Yassine G. el equipo educativo tiene un gran trabajo que realizar. Debemos incentivar este área para trasformar y materializar la creatividad en un logro real. Es uno de nuestros objetivos para con el menor.
El primer mural pintado por Yassine fue un mapamundi que representa sus ganas de “comerse el mundo” haciendo lo que más le apasiona, relajarse y evadirse a través de la pintura.

Autora: Macarena Coronil. ARB El Bosque

Un afán insuperable de aprender y trabajar

Tres jóvenes, tres historias, tres sueños y una meta común. Una meta que sólo es posible alcanzar con esfuerzo, con perseverancia, con espíritu colaborador y con afán de aprender y superarse cada día. Ese objetivo vital no es otro que lograr una inserción laboral que les permita su completa autonomía y emancipación.

Hace ya casi un año que estos tres menores, Mohamed F., Abdolay N. y Aboubakar K. llegaron al centro SAMU de estudio y diagnóstico Cortijo, en Jimena (Cádiz). Guinea es el país de origen de Mohamed y Abdolay. Desde Costa de Marfil llegó Aboubakar Keita. Para ellos, llegar a España no fue un camino de rosas. Fue una larga y dura travesía en la que pasaron hambre, frío, soledad y miedo. Cruzaron países en conflicto, sin leyes laborales, en los que eran obligados a trabajar incontables horas al día por un ínfimo sueldo. Todo eso y más tuvieron que soportar para poder por fin conseguir llegar a Europa.

Desde su llegada al centro mostraron un gran interés por aprender y una motivación excepcional por dominar el idioma, esforzándose día a día por mejorar. También mostraron un trato amable y cariñoso, y un espíritu colaborador, educado y alegre. Son un ejemplo para todos los menores que conviven en el centro.

Si todo esfuerzo tiene su recompensa, estos menores se la han ganado. Desde agosto, Mohamed, Aboubbakar y Abdolay están realizando prácticas profesionales no remuneradas en tres empresas de la zona.

Los dos primeros realizan sus prácticas en dos talleres de automoción. Abdolay lo hace en el sector de hostelería, en un hotel en el pueblo. Los tres empresarios acogieron entusiasmados la iniciativa del Centro ED Cortijo para dar una oportunidad laboral a estos jóvenes.

Los menores realizan diferentes actividades, tanto teóricas como prácticas, permitiéndoles desarrollar laboralmente lo aprendido y brindándoles una magnífica oportunidad para su desarrollo personal. Ellos se muestran entusiasmados con sus progresos y, sobre todo, con el trato que reciben de sus compañeros. Se sienten parte del equipo.

Los empresarios colaboradores quisieron tener un gesto de agradecimiento con estos tres jóvenes que han mostrado compromiso, implicación y un afán insuperable de aprender y trabajar. Por ello, fueron invitados a disfrutar de un día en el circuito de karts de Tarifa. Acompañados por una trabajadora del centro, disfrutaron de una jornada inolvidable. Emocionaba ver la sonrisa que se dibujaba en sus caras.
Desde estas líneas, queremos mostrar el agradecimiento a los empresarios que de forma tan amable y generosa han dado esta oportunidad a tres de nuestros menores, impulsándoles en este gran paso en su camino a la emancipación.

Autor: AI Cortijo San Román

Dos jóvenes del centro Miguel de Mañara logran sacarse el título de ESO en un tiempo récord

Samuel y Bader llegaron al centro de menores Miguel de Mañara de Montequinto (Sevilla) en agosto de 2018 con un claro propósito: formarse y labrarse un futuro mejor. Así lo están haciendo, y ambos han logrado sacarse el título de Educación Secundaria Obligatoria en sólo un año. Bader, incluso, a sus 15 años, va un curso adelantado y ya ha comenzado un grado medio de Carrocería, mientras que Samuel, de 17 años, estudia un grado medio de Instalaciones Eléctricas y Automáticas, ambos en Dos Hermanas.

Éste también ha sido un gran reto para el equipo de educadores de Miguel de Mañara, que ha ayudado a ambos chicos a obtener el título de ESO. “Su esfuerzo era muy grande. Por ello, se les ofreció una atención más profunda y se les dio la oportunidad de acudir a una academia con profesionales cualificados que les ayudaron en sus estudios”, explica Marina Duque, educadora de ARB Miguel de Mañara.

“La actitud de estos dos menores durante el curso ha sido brillante. Siempre tenían ganas de aprender y ponían todo su esfuerzo para poder estar al mismo nivel que sus compañeros de clase”.

Hemos conversado con ellos para conocer mejor su historia, sus motivaciones y sus objetivos.

Bader: “Mi sueño es ser un buen carrocero”

—¿Cómo era tu vida en tu país?
—Iba al colegio, hacia una vida normal. Vivía con mi familia, que era muy trabajadora. Cuando salí de Casablanca y decidí cruzar la frontera para emigrar a España empezaron los problemas. Estuve un año trabajando limpiando coches para poder sobrevivir e intenté varias veces meterme debajo de los camiones para venir, pero no pude. Varios compañeros y yo tuvimos la idea de comprar una patera para poder llegar a España. Vendimos nuestros móviles y recaudamos dinero trabajando. Yo puse 300 euros. Cada uno entrego el dinero que pudo.

—¿Cómo fue el viaje a España?
—Muy duro. Pasé mucho miedo. No sabía si iba a llegar a España, pues hay mucha gente que muere en el mar y yo podía ser uno de ellos. Salimos sin rumbo, ninguno sabíamos hacia dónde había que navegar. No sabíamos dónde estaba España y no tuvimos ninguna ayuda de aparatos electrónicos. Estuvimos perdidos hasta que vimos un barco de la policía marítima y le pedimos ayuda.

—¿Por qué quisiste sacarte el título de la ESO?
—Emigré a España para poder tener un futuro mejor, y para eso hay que estudiar y formarse. Mi sueño es ser un buen carrocero.

—Lo hiciste en tiempo récord, ¿te resultó muy difícil?
—Sí, me ha costado mucho trabajo y esfuerzo, sobre todo aprender en tan poco tiempo el idioma y poder aplicarlo en el instituto.

—¿Cuál ha sido tu asignatura favorita? ¿Y la que menos?
—Mi asignatura favorita ha sido matemáticas. La asignatura que menos me ha gustado ha sido lengua castellana.

—¿Cómo ha sido la convivencia?
—Los primeros días lo pasé muy mal, estaba solo porque no conocía a nadie, pero poco a poco hice muchos amigos y amigas. Los profesores me han apoyado y tratado muy bien.

—Ahora has entrado en un grado medio de carrocería. ¿Cuáles son tus objetivos?
—Desde chico me llaman mucho la atención los coches, siempre quería saber todo sobre ellos, cómo se montan, cómo se arreglan. Ahora quiero aprender todo sobre los coches y sacarme tanto este curso como el siguiente para obtener el título y poder ejercer esta profesión que tanto me gusta. Quiero llegar a ser uno de los mejores carroceros.

Samuel: “Quiero ayudar a mi familia”

—¿Por qué decidiste marcharte de Camerún y emigrar a España?
—Mi ciudad natal, Bamenda, está en guerra. Perdí a mi madre cuando ella tenía 40 años y a mi hermano pequeño, de 12. La guerra se ha llevado todas las oportunidades de tener una vida digna en mi país.

—¿Cómo fue el viaje?
—Bamenda tiene frontera con Nigeria. Una noche, los rebeldes provocaron mucho tumulto y la gente salió corriendo de sus casas. Yo aproveché la situación de caos y me subí a un coche junto a otras personas que huían hacia el país vecino. Allí pasé dos semanas, y luego viajé a Níger, donde estuve cuatro meses. Gracias a un traficante llegué a Argelia, donde pasé un año trabajando de albañil. Conseguí ahorrar dinero para viajar a Marruecos y, de ahí, a Tarifa.

—¿Por qué decidiste sacarte el título de la ESO?
—Uno de los objetivos cuando llegara a España era seguir estudiando y formándome. Sabía que con el título de ESO podría acceder a una formación profesional, y, más tarde, al mundo laboral.

—¿Te ha resultado difícil?
—Nada ha sido fácil, pero todo mi pasado y la muerte de mi madre y mi hermano me daban fuerza para seguir.

—¿Qué ha sido lo que más te ha gustado del instituto?
—Los ordenadores. En Camerún no teníamos salas de informática en la escuela. También me ha gustado mucho el esfuerzo que hacen los profesores para ayudar a sus alumnos, facilitándoles los recursos necesarios para que estudien en las mejores condiciones posibles.

—¿Qué vas a estudiar ahora?
—He entrado en un grado medio de Instalaciones Eléctricas y Automáticas. Estoy muy ilusionado.

—¿Cuáles son tus objetivos?
—Hablando con mi familia por teléfono, siempre me preguntan que qué cosas importantes he conseguido. Sé muy bien que detrás hay muchas cosas ocultas y siento que ellos están esperando mucho de mí. Todo ello me lleva a pensar día y noche qué cosas todavía no he conseguido. Puedo decir que mi preocupación es seguir formándome en instalaciones eléctricas y automáticas y tener la oportunidad del dar el salto al mundo laboral. Poder trabajar con un contrato, labrarme un futuro y poder ayudar al resto de mi familia en el país de origen y a todos los que me han echado una mano para llegar hasta aquí.