Las entidades asistenciales líderes de Andalucía alertan de que la subida salarial del nuevo convenio aboca al sector a la quiebra

Un grupo de entidades líderes en el sector de la atención a personas con discapacidad en Andalucía, entre las que se encuentran Fundación SAMU, Auxilia, Fundación Auxilia Sevilla, Aspadifis, Fedema y Federación Predif Sevilla, que suman más de 22.000 personas beneficiarias de forma directa e indirecta, han expresado su “preocupación extrema” por el modo en el que afectará a su futuro y al de las personas que están bajo su responsabilidad la aprobación del nuevo convenio colectivo del sector.

En un comunicado conjunto reclaman a la Junta de Andalucía un incremento del coste por plaza para estos centros asistenciales que evite la quiebra generalizada de todo el sector privado. Estas entidades privadas asumen la atención de más del 80% de las personas con discapacidad en Andalucía en plazas residenciales, centros de educación especial y centros de estancia diurna, entre otros.

El XV Convenio Colectivo General de Centros y Servicios de Atención a Personas con Discapacidad incluye un incremento medio ponderado de los salarios del 15%. En algunas categorías profesionales, este aumento se sitúa por encima del 20%. Su aplicación deberá producirse en un plazo de tres meses desde la publicación del texto, que es inminente.

A esta subida de los costes salariales derivada del convenio colectivo se suman las consecuencias del incremento del Salario Mínimo Interprofesional.

Las entidades firmantes del comunicado defienden la importancia de que sus trabajadores tengan unas mejores condiciones laborales, pero denuncian que este incremento de los costes salariales es “inasumible” en el escenario que existe en Andalucía sin un incremento en paralelo de la financiación pública.

Las entidades privadas asumen la mayor parte de la prestación de servicios asistenciales a la población en Andalucía, que son responsabilidad de la Administración. Lo hacen con un coste que es muy inferior al asignado para los centros públicos y, para colmo, esas cuantías sufren un desfase del 4% con respecto al IPC desde 2012.

Estas entidades sostienen que, tras la entrada en vigor del convenio colectivo, solo tienen tres alternativas: la declaración masiva de inaplicabilidad de las tablas salariales; el reconocimiento por parte de la Junta de Andalucía de que es necesario reconsiderar el coste plaza de los centros asistenciales en un periodo razonable de tiempo; o el cierre de las empresas y entidades ante la imposibilidad de asumir estos nuevos costes con los ingresos actuales.

Las entidades lamentan la falta de previsión de la patronal sobre las consecuencias reales del convenio, que aboca a la quiebra a los centros, y piden, tal y como ha hecho el propio sindicato UGT-A, que la Administración asuma la responsabilidad no ya con las entidades asistenciales, sino con los propios trabajadores del sector y, en último término, con la calidad de la atención a las miles de personas con discapacidad que dependen de estas entidades.

Trabajo y futuro: el sueño de Issa y El Mehdi

Cuando eran unos críos, El Mehdi Zekrauoi e Issa Bakayoko dejaron atrás a su familia, sus amigos y su tierra para buscar su futuro en España. Encontraron un hogar y una nueva familia en el centro de acogida Miguel de Mañara, gestionado por Fundación SAMU en Montequinto (Sevilla), donde aprendieron un oficio y se esfuerzan por integrarse plenamente en la sociedad.

Los centros de Fundación SAMU como el de Miguel de Mañara disponen de un programa de inserción sociolaboral que se aplica a los menores a quienes les falta un año para cumplir la mayoría de edad. En la primera fase, los educadores les ayudan a preparar su currículum, simulan las entrevistas de trabajo y les dotan de herramientas para buscar un empleo.

La segunda fase es, según Alejandro Cala, coordinador del centro de Miguel de Mañara, la más importante: se trata de encontrar unas prácticas teniendo en cuenta la formación y las preferencias laborales del menor. Después, se realiza un seguimiento que permite comprobar el progreso del menor y las posibilidades de una futura incorporación al puesto de trabajo.

“Debido al problema de los permisos de residencia no lucrativos [la imposibilidad de que el menor trabaje mientras no cumpla la mayoría de edad], la importancia de las prácticas para nuestros chicos es enorme. Facilita mantener un contacto con la empresa hasta que, si todo es favorable, se considera la posibilidad de contratación, y después, se resuelve en Extranjería el permiso de trabajo”, comenta Sofía Álvarez, trabajadora social del centro.

Issa Bakayoko es uno de los Menas que han podido beneficiarse de este programa. El joven llegó a España en mayo de 2018 y, pese a la dificultad de adaptarse a otro idioma y otras costumbres, explica que estos meses han sido mucho mejores que los que vivió en su país y en su periplo que lo trajo desde Costa de Marfil. “Por lo menos estoy en Europa”, dice. Sus padres pagaron su viaje y eso, para estos chicos, puede ser una presión añadida. Deben responder a las expectativas de aquellos que quedaron atrás.

Ahora Issa se prepara para ser electricista. Ya ha realizado unas prácticas de cinco meses en una empresa local, donde dejó una impresión inmejorable: “Mi jefe me lo puso muy fácil para que aprendiera el oficio, y yo desde el principio me he sentido muy cómodo con él. Se ha convertido en un gran amigo”, relata. Todo parece indicar que será contratado en esta empresa en cuanto cumpla la mayoría de edad. De hecho, ya dispone de la oferta de trabajo.

Para estos jóvenes, el futuro representa algo más concreto y palpable que lo que pueda ser para un chico español de su edad. Si no tienen una oferta de trabajo un año después de cumplir los 18, se decretará su expulsión del país. Sin embargo, Mehdi lo tiene claro: “No me preocupa la mayoría de edad, sé que voy a conseguir un trabajo y un piso donde pueda vivir con mis amigos”.

De momento, y tras formarse, está acumulando experiencia: ha realizado prácticas de ayudante de cocina en un restaurante y en una cafetería, y, gracias al trabajo del servicio de orientación laboral de su centro, ahora está realizando prácticas de camarero.

“Los primeros meses en España fueron malos. No sabía hablar español, echaba de menos a mi familia y no conocía las costumbres de aquí, que son muy diferentes a las de Marruecos. Pero con esfuerzo me adapté. No me costó mucho trabajo aprender español porque tenía ganas de comunicarme con la gente”, señala Mehdi, que en mayo cumple la mayoría de edad.

Ambos jóvenes están más cerca que nunca de lograr su sueño, el mismo que persiguen todos los menores que llegan a Europa buscando lo que en sus países a veces no tienen: un trabajo y un futuro.

Menas en Dúrcal: La educación como parte de la migración

En el Centro de Atención Inmediata (AI) SAMU Dúrcal trabajamos desde el convencimiento de que la educación es la herramienta clave para el desarrollo integral de nuestros menores acogidos. Con la educación no sólo nos referimos a la formal, la que es planificada y reglada, la que conocemos como enseñanza obligatoria y postobligatoria. También nos referimos a la educación no formal, una educación organizada pero no totalmente institucionalizada, la que tiene lugar en un contexto extraescolar. Una educación complementaria, opcional y flexible.
El acceso a la educación, un derecho fundamental, constituye, en el caso de los menores, un paso clave para su integración en el país de acogida, y una de las vías de promoción social y laboral.

Los proyectos migratorios de nuestros menores tienen un denominador común: mejorar su vida y la de sus familiares a través de su inserción laboral. Si bien es cierto que el colectivo Menas, Menores Extranjeros No Acompañados, comparte características en cuanto al periodo evolutivo al que pertenece, países de origen, etcétera, no se puede considerar un grupo homogéneo. Los menores acogidos presentan características individuales que requieren una intervención individualizada.

En cuanto a la educación formal, los menores acogidos en el centro de AI Dúrcal presentan diferencias significativas. Una de las principales es el nivel de educación alcanzado en el país de origen. En la mayoría de los casos, nuestros menores han tenido una vida académica marcada por un fuerte absentismo escolar. Otra diferencia significativa está en la construcción de los proyectos migratorios. La mayoría de las migraciones son concebidas como migraciones laborales no académicas.

Ante esta situación, uno de los retos del equipo educativo del centro es lograr que nuestros menores tomen conciencia de que la educación es la base de cualquier proyecto migratorio. Y con esta premisa se trabaja desde el primer día de acogida.

Tras el ingreso de un menor, automáticamente es escolarizado en el Centro Público de Educación de Personas Adultas Valle de Lecrín, en el municipio de Dúrcal, Granada, para recibir, de lunes a viernes, clases de español por parte del profesorado perteneciente a ATAL y del profesorado propio de dicho centro.

Las Aulas Temporales de Adaptación Lingüística (ATAL) son programas de acogida y de enseñanza del español dirigidas a la integración del alumnado de origen extranjero con desconocimiento de la lengua y que garantizan la escolarización de los menores inmigrantes permitiendo su incorporación a los ritmos y las actividades de aprendizaje del nivel educativo correspondiente a su edad.

Nuestros profeses de ATAL, Manuel Morales Martín y Antonia María Torres Martos, son los encargados de esta labor desde septiembre de 2018. Es el profesorado de referencia de nuestros menores el que, en comunicación con el equipo educativo y directivo del centro, plantea los objetivos y es el encargado de la evaluación continua y la evaluación final previa, y de la determinación de la derivación de los menores a los Institutos de Educación Secundaria.

El profesado del Centro Público de Educación de Personas Adultas Valle de Lecrín, formado por Concepción Toquero Lupión, Esther Garzón Artacho y Antonio García Villena, complementa de manera encomiable la labor del profesorado de ATAL, siendo liderado por su director Eloy Roldán Aguilera.

Éste es el itinerario por el que han pasado todos nuestros menores. Hasta la fecha, en la unidad de AI Dúrcal se han matriculado un total de 30 menores en los institutos de los municipios de Dúrcal y Padul.

En la actualidad, 13 se encuentran escolarizados. Tres de ellos lo hacen en el IES Valle de Lecrín y dos en el IES Alonso Cano, ambos en el municipio de Dúrcal. Otros ocho menores se encuentran escolarizados en el IES La Laguna del municipio de Padul, Granada.

El resto han sufrido bajas por derivaciones a diferentes COISL (Centro Orientación Inserción Social Laboral), derivaciones por mayoría de edad y por abandonos voluntarios del centro.

Nuestros jóvenes sueñan con una vida mejor, y para conseguirlo, han llegado a la primera etapa, la educación. Algunos de nuestros ejemplos son: Fassine Camara, natural de Guinea, que cursa 4º de la ESO y cuyo sueño, desde la infancia, es ser profesor. Alhassan Diallo, de Guinea Conakry, cursa 4º de la ESO, y su sueño es ser sociólogo o trabajador social. Mohamed El Jedaoui, de Marruecos, cursa 4º de la ESO y también sueña con ser profesor. A Mohamed Mallouli, de Marruecos, que cursa 4º de la ESO, le encantaría dedicarse a la restauración. Éstos son solo algunos ejemplos.

Nuestros menores están viviendo, de una manera u otra, la experiencia de seguir construyendo su historia de vida. La escolarización está suponiendo para ellos una experiencia personal que va más allá de la adquisición de competencias. Está siendo una oportunidad para su educación en valores del país de acogida, una manera de relacionarse con otros adolescentes, ampliando así su red social. En definitiva, una experiencia intercultural enriquecedora.

No menos importante para nuestro centro es la educación no formal. El centro ofrece a los menores un amplio abanico de actividades extraescolares a las que acuden semanalmente. Los menores acuden todos los jueves a un curso de Iniciación a la Informática en el Centro Guadalinfo, donde se potencia el uso de las TICs como herramienta de aprendizaje. Otro grupo de menores acude a clases de inglés. Dentro de esta oferta formativa también contamos con la Asociación VALE, situada en nuestro municipio, donde algunos menores acuden semanalmente a una Batucada Inclusiva dirigida por el grupo BloCo Suca, cuyo objetivo es crear un espacio de ocio compartido entre personas diversas, fomentando la solidaridad y el respeto por la diferencia.

También hay tres menores que participan todos los jueves en un taller de cerámica dirigido por Miguel Ángel Lorente Fernández y desarrollado en las instalaciones de la Asociación VALE de Dúrcal.

La unidad de AI Dúrcal ha conseguido esta oferta formativa fruto del esfuerzo del equipo de SAMU Dúrcal y contando con la colaboración de los municipios colindantes y con el tejido asociativo. Sólo así podremos avanzar en la inclusión de nuestros menores en su país de acogida, garantizando su participación comunitaria de manera activa.

 

Autor: Siham Khalifa El Abdi. Auxiliar Técnico Educativo de la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal.

 

Said, el pichichi de Arcos

El Patronato Municipal de Juventud y Deportes de Arcos de a Frontera (Cádiz) organiza cada año la Liga Local de Fútbol 7, en la que esta temporada 2018-2019 han jugado un total de 9 equipos de la localidad, entre ellos SAMU Arcos, un grupo formado por menores entre 14 y 17 años del centro de Atención Inmediata SAMU Arcos. La implicación y técnica de este equipo en el campeonato han sido tan grandes que uno de sus jugadores se ha alzado como pichichi de la liga: Yasaid Koakau, un joven de 17 años natural de Costa de Marfil que, gracias a su destreza con el balón, ha sido seleccionado recientemente para jugar en el C.D. Jédula.

“En el primer momento que vi tocar el balón a Said supe que este chico tenía talento, era especial”, comenta Gonzalo, entrenador de SAMU Arcos. “Es un jugador con mucha técnica y regate en el uno contra uno, que destaca por su gran velocidad. Ha conseguido un total de 18 dianas en 16 encuentros, dos de los cuales no pudo disputar por una lesión. Esta cifra es bastante buena teniendo en cuenta que Said, por circunstancias de los partidos, ha retrasado su posición al mediocampo en numerosas ocasiones para poder ayudar al equipo en la salida del balón, no pudiendo jugar así de delantero”, continúa el míster. “En lo personal, Said es un chico ejemplar, es muy buen compañero y tiene muy claro su objetivo en España: ser jugador profesional. Por ello y por su talento, decidí contactar con el entrenador del C.D. Jédula para ofrecerle la oportunidad de realizar unas pruebas y poder así abrirse puertas en el fútbol profesional. Estoy muy feliz por ello”.

Said nació en Bouaké, una de las ciudades más grandes de Costa de Marfil, pero poco después se mudó con su familia a San Pedro, donde empezó a jugar al fútbol en la calle. Tenía seis años. En 2009 falleció su padre y se fue a vivir con su hermano mayor a la capital, Yamusukro, donde jugó por primera vez en un equipo profesional.

“Ahora juego de delantero, pero en mis comienzos, cuando era pequeño, jugaba de defensa porque me gustaba mucho Kolo Toure, un exfutbolista marfileño que entonces jugaba en el Arsenal. Poco a poco empecé a jugar de extremo, en la banda derecha, porque me encantaba ver jugar a Cristiano Ronaldo. Me gustaba su velocidad, su técnica y su regate, yo quería ser como él”, explica el joven. “Me siento muy feliz por la oportunidad que me han dado en el C.D Jédula aunque estoy un poco triste porque aún no he podido jugar ningún partido oficial con el equipo. Para poder hacerlo tengo que federarme y para eso necesito la documentación y legalizar mi situación en España. Por ahora solo he podido entrenar con el C.D. Jédula. No obstante, sé que esto es positivo para poder tener una mejor preparación física pero quiero jugar con ellos”.

El equipo SAMU Arcos ha acabado quinto en la clasificación con 21 puntos, a 19 del último, un gran éxito si se tiene en cuenta que todos los jugadores del resto de equipos son mayores de edad (requisito para jugar en esta liga pero que con los jugadores de SAMU el Ayuntamiento hizo una excepción para fomentar su integración en el municipio), y que los jugadores no son fijos. “Cada semana hemos tenido que ir adaptándonos a la disponibilidad de nuestros jugadores supliendo las bajas por nuevos menores que llegaban al centro y que mostraban interés en participar”, explica el entrenador del equipo. Pese a este hándicap, SAMU Arcos ha contado con una gran aceptación entre el público, tanto que un grupo de menores de la localidad crearon un club de fans que acompañaba y animaba con cánticos y pancartas cada semana al equipo de Said, celebrando sus goles como si de la Champions League se tratase.

Jesús Lamia, delegado de la Real Liga Naval: “Somos un país formado y ligado al mar desde sus orígenes”

Jesús Lamia Gómez (Sevilla, 1969) es, además de abogado, delegado en Sevilla de la Real Liga Naval Española desde febrero de 2016, institución que colabora con Fundación SAMU en el proyecto Disfrutamar.

—¿Qué motivos impulsaron la fundación de la Real Liga Naval Española?
—La Real Liga Naval Española (RLNE)se fundó en 1900 y tiene como objetivo aglutinar las diferentes marinas que existen en España: mercante, armada, deportiva y pesca. El fin es divulgar y promover el amor por el mar y el mundo náutico. Se fundó en una difícil etapa de la Marina Española, tras la pérdida de las colonias y la interrupción del comercio marítimo y pérdida de grandes compañías navieras, además de la casi destrucción de la Armada tras la Guerra de Cuba. Su objetivo era y es mantener y fomentar el pasado marítimo de España mirando al futuro, impidiendo que dicho pasado desaparezca completamente.

—¿Quién forma parte de esta institución?
—Esta organización está formada por personas de toda índole profesional con un especial amor al mar y al mundo marino. Por ejemplo, entre nuestros socios contamos con oficiales de la Armada y de otros cuerpos del Ejército, miembros de las Fuerzas Armadas, capitanes de yate, profesionales del Derecho o de la Medicina. Para ser miembro no es necesario poseer un título o carrera náutica, por lo que el espectro de miembros no es limitado. Al contrario, cualquier persona que tenga interés por el mar y el mundo náutico y ganas de pasar buenos ratos conociendo a otras personas y realizando actividades relacionadas con el mar, tiene cabida en la RLNE.

—¿Cómo acaba un letrado como usted en la RLNE?
—Entré a formar parte a través de un gran amigo y compañero de profesión, quien en el año 2010 me animó a ello tras obtener el título de patrón de yate. Animo a quienes tengan cierta curiosidad a entrar en la página web de la esta institución y contemplar las diferentes áreas de actividad: cultura, oficina técnico marítima, modelismo naval, arqueología submarina y archivo, entre otras.

—¿Cuál es su labor como delegado de esta institución en Sevilla?
—La labor del delegado, además de representar la entidad a nivel institucional, consiste en divulgar, dentro de su ámbito de actuación, la labor de la RLNE a nivel provincial, nacional e internacional, la gestión de los socios provinciales y el posible aumento del número de los mismos. Además, asumo la gestión, tanto a nivel provincial como con la participación con otras delegaciones, de cuantas actividades lúdicas o culturales sean precisas a fin de mantener la actividad y labor en la delegación.

—Hace más de un año, Fundación SAMU puso en marcha el proyecto Disfrutamar, que pone en contacto a personas con discapacidad intelectual y/o en riesgo de exclusión social con el mar y los deportes acuáticos. ¿Qué le parece esta iniciativa?
—Conozco la gran labor que la Fundación SAMU está realizando con el programa Disfrutamar y me parece maravilloso que se esté desarrollando algo así por lo que significa para estas personas y lo que implica respecto a la difusión del mar y los deportes náuticos en un país como España, rodeado de costas y mar. Esto lleva a considerar como imprescindible que toda persona tenga la posibilidad de interactuar con el mundo marino, con independencia de otros factores físicos o intelectuales. Sinceramente, me parece un magnífico proyecto. Somos un país formado y ligado al mar desde sus orígenes.

—¿Cómo cree que el mar y los deportes náuticos pueden beneficiar a las personas con discapacidad intelectual como las que participan en el proyecto Disfrutamar?
—Creo que la amplitud de posibilidades que ofrece cualquier experiencia marina, bien a través de la navegación, bien participando en algún deporte náutico, ayuda a la integración y desarrollo personal ampliando el horizonte vital y poniendo de manifiesto que el mar está abierto a cualquier persona y que se adecua a sus posibilidades.

—¿Qué tipo de colaboración existe en la actualidad entre la Real Liga Naval Española y SAMU?
—La RLNE y Fundación SAMU han iniciado una relación que consiste en la gestión de actividades para los participantes en el programa Disfrutamar mediante la solicitud de colaboración e intermediación con aquellas entidades e instituciones con las que nosotros colaboramos de forma activa. Por ejemplo, tenemos concertadas visitas a la Comandancia Naval para participar en las exposiciones que organiza de difusión de su trabajo y dedicación, e igualmente, estamos gestionando visitas a buques que puedan venir a Sevilla. También se están gestionando jornadas de navegación con salida desde Puerto Gelves. Desde la RLNE nos ponemos a disposición de SAMU y, por supuesto, del programa Disfrutamar para colaborar en todo aquellos que pueda surgir, deseando que nuestra relación sea duradera y fructífera.

El primer contrato de Ismael Yazidi

Empujado por la necesidad de su familia y con la firme idea de cambiar su destino lejos de la tierra que lo vio crecer (Beni Melal – Marruecos), Ismael Yazidi llegó a las costas de Tarifa a finales de 2017, con sólo 16 años. Tras pasar por diferentes centros de menores, Ismael finalmente se estabilizó en el Residencial El Bosque, en Pelayo (Algeciras), donde comparte alojamiento con otros 30 menores.
De carácter tímido e introvertido, siempre ha destacado por su amabilidad, predisposición al trabajo, colaboración y respeto hacia sus compañeros y educadores. Hoy por hoy, constituye uno de los pilares de nuestro centro y es un ejemplo a seguir por los menores recién llegados, a los que recibe con agrado y ayuda en su proceso de adaptación.

El buen hacer de Ismael ha quedado patente en su primer período de prácticas en el área de hostelería y restauración donde, una vez más, ha demostrado la importancia de la voluntad, el empeño y la constancia con la que este chico persigue su objetivo: formarse para conseguir un trabajo cuando le llegue el momento de abandonar el centro en su mayoría de edad.

“Para eso vine a España y mi objetivo está cada vez más cerca. No se puede perder el tiempo en otras cosas. Se trata de trabajar y aprovechar las oportunidades que nos ofrecen. Siento que la recompensa a mi esfuerzo y el de mi familia, llegará más pronto que tarde”, enfatiza Ismael. Y tanto es así que, tras finalizar sus prácticas, José (empresario y dueño del establecimiento que emplea a Ismael), se ha comprometido a ofrecerle su primer contrato de trabajo. Compromiso que, con tremendo orgullo y merecido esfuerzo por su parte, queremos compartir con los lectores y compañeros de SAMU en este artículo, mostrando el instante en el que se materializa la firma de su precontrato.

Como Ismael, son muchos los menores de nuestro centro que actualmente desarrollan programas de inserción laboral en pequeñas y medianas empresas de la zona, hecho que perfila un horizonte esperanzador para nuestros chicos y que da sentido a su decisión de emprender el camino hacia Europa en la búsqueda de un futuro digno para ellos y sus familias.

Me gustaría aprovechar estas líneas para agradecer y ensalzar la encomiable labor de mis compañeros del Residencial Básico El Bosque, quienes día a día demuestran su compromiso en la defensa y continua construcción de la profesión, la cual está dando unos resultados excepcionales en términos de inclusión escolar, social y laboral de los menores que están bajo nuestra responsabilidad.

Autor: Jesús Pérez López