Escuela SAMU acoge cuatro cursos de referencia internacional de la mano de la NAEMT

La Escuela de Emergencias SAMU ha llegado a un acuerdo con la National Association of Emergency Medical Technicians (Naemt), con programas educativos de alcance internacional, para impartir a lo largo de 2018 en nuestras instalaciones de Gelves cuatro prestigiosos cursos dirigidos a profesionales que buscan una formación continuada en emergencias médicas. Estos son los cursos:

Advanced Medical Life Support (AMLS)

Fecha: del 8 al 10 de junio. Inicio de la parte on line, el 8 de mayo

El curso Soporte Vital Médico Avanzado (AMLS) es el primer programa de educación médica continuada que proporciona una manera integral de evaluar y tratar las urgencias médicas más comunes, ofreciendo una metodología de pensamiento crítico. Está dirigido a todos los profesionales de la salud con un fuerte compromiso con el cuidado del paciente, incluyendo técnicos en emergencias sanitarias, enfermeros y médicos.

El curso enfatiza el uso de la evaluación de la escena, la historia, el examen físico y la discusión en grupo sobre los diagnósticos diferenciales y tratamientos posibles en las urgencias médicas a las que se enfrentan los profesionales sanitarios. El AMLS es un curso teórico-práctico de 22 horas presenciales que aborda los siguientes temas: estado mental alterado y trastornos neurológicos, dificultad respiratoria, shock, malestar en el pecho, trastornos metabólicos endocrinos y ambientales, malestar abdominal, enfermedades.

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Tactical Combat Casuality Care (TCCC)

Fecha: del 6 al 8 de abril.

La asistencia del herido en un escenario de combate debe ser la mejor combinación posible de una buena medicina con una buena táctica militar. Los cuidados específicos en los escenarios tácticos dependerán de la situación táctica, de las lesiones que presente el herido, de los conocimientos y la destreza del primer interviniente y del equipo médico que se tenga a mano. A diferencia de en un hospital tradicional, donde el paciente es la prioridad, en el campo de batalla la prioridad es la misión y el herido es sólo una parte de la misma. Éstas son las principales premisas que aprenderán los alumnos en este curso de formación continuada.

El TCCC es un curso desarrollado por el Comité de Tactical Combat Casualty Care en colaboración con la National Association of Emergency Services (NAEMT) para el personal civil y fundamentalmente militar que desarrolla su labor en zonas hostiles o desplegado en zonas de combate. Este curso es complementario al PHTLS para los militares y los soldados que se están instruyendo para el despliegue en operaciones de combate.

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Prehospital Trauma Life Support (PHTLS)

Fecha: del 4 al 6 de mayo. Inicio de la fase on line, el 4 de abril

Este curso de Soporte Vital en el Trauma Prehospitalario es el programa líder mundial (52 países) en el manejo prehospitalario de los pacientes politraumatizados. Se fundamenta en una filosofía de asistencia prehospitalaria al trauma que incide en el tratamiento multiorgánico del paciente traumático como una entidad única con unas necesidades específicas que requieren una valoración y tratamiento que difieren del manejo médico tradicional. Este curso va dirigido a profesionales de la Medicina, Enfermería y Técnicos en Emergencias.

La Escuela SAMU desarrollará tres ediciones a los largo de 2018 de este curso dada su alta demanda. La primera edición se celebrará del 4 al 6 de mayo, la segunda, que se impartirá en inglés, del 25 al 28 de junio; y la tercera, a partir del 3 de octubre. Todos ellos irán precedido por una base on line que arrancará un mes antes de la fecha de inicio de la fase presencial.

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Emergency Pediatric Care (EPC)

Fecha: del 1 al 3 de junio. Fase on line, desde el 3 de mayo

Este programa, líder mundial, proporciona una metodología de evaluación inicial del paciente pediátrico que permite al alumno profundizar en la fisiopatología y manejo asistencial de las principales urgencias pediátricas.

El curso EPC es el resultado de los esfuerzos y métodos educativos más recientes en pediatría prehospitalaria. Ha sido diseñado como una herramienta docente dinámica que está sometida a revisiones y actualizaciones continuas, y brinda los conocimientos y habilidades necesarios para adquirir la confianza y competencia en la valoración y tratamiento de los pacientes pediátricos.

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“Hay monitores de educación especial en Jaén con hasta siete niños a su cargo”

Licenciada en Pedagogía y Psicología, Mª del Carmen Martínez López (1972, Jaén), trabaja desde hace casi un año y medio en SAMU como coordinadora de los monitores de educación especial de 44 colegios de Jaén, aunque lleva en el servicio APAE (Agencia Pública Andaluza de Educación), financiado por la Junta, desde 2005 .

—¿Cuál es su función en SAMU?
—Dentro del servicio APAE (antiguo ISE) de la Junta de Andalucía, coordino a los monitores de educación especial de los colegios asignados a través de un concurso público a SAMU. Son 47 trabajadores de 44 colegios de la provincia de Jaén. Yo soy su enlace con SAMU. Recurren a mí si necesitan algo de la empresa, como materiales, o si tienen dudas sobre sus funciones, obligaciones o cómo actuar con un niño. Me reúno con ellos al menos una vez al mes, veo la evolución de los menores a su cargo y también visito a los directores de los centros.

—¿Cuál es el perfil de los menores?
—Hay de todo. Niños con discapacidad intelectual, autismo, síndrome de Down, alguna discapacidad física… Algunos van en sillas de ruedas y tienen problemas motores. Los monitores son sus pies y sus manos. Los llevan de un lado a otro, les dan de comer, hacen juntos la tarea… A los que no controlan esfínteres ,les cambian los pañales. En definitiva, les ayudan absolutamente en todo.

—¿Cuántos monitores hay por centro?
—Depende del número de menores, la delegación concede un monitor por colegio o dos. SAMU tiene 44 centros y 47 trabajadores en Jaén, por lo que hay tres centros con dos monitores porque tienen muchísimos niños. Los monitores no paran, sobre todo los de Jaén capital y los de los pueblos grandes. Están bastante desbordados. Hay monitores que tienen un niño sólo a su cargo y hay otros que tienen seis o siete niños. Normalmente, la delegación de Educación asigna un segundo monitor a un centro a partir de ocho niños.

—¿Siete niños con necesidades especiales no son muchos para un único profesional?
—Muchos no, muchísimos. Imagínate que te juntas con seis niños en silla de ruedas, todos con pañales y que no saben comer solos. Algo tan simple como comerse un yogur. Se lo tienen que dar a todos y controlar que se lo coman bien y que no se atraganten. O, por ejemplo, un niño con autismo, que de repente tiene una crisis y le da por tirar cosas. Te llevas todo el día esquivando objetos o intentando que no se escape de clase.

—¿Qué solución propone?
—Se debería dotar al servicio de un presupuesto adecuado porque al final tenemos trabajadores descontentos y limitados a sacar el trabajo adelante y punto. Personalmente, creo que hay que estudiar los casos de los niños de manera individualizada. No es lo mismo un niño con parálisis cerebral que no se mueve y necesita atención constante las 24 horas del día a, por ejemplo, un niño ciego, cuya atención sí puedes compaginarla con dos o tres niños más. Deberían cubrirse los centros en función del perfil de los menores, no del número de niños que haya.

—¿Lleva mucho tiempo el convenio laboral congelado?
—Llevamos con el mismo convenio desde 2015. El precio que la Junta paga a las empresas por hora por cada monitor es muy ajustado. Por eso es de agradecer que SAMU haya aceptado sentarse con los sindicatos. SAMU es la primera empresa que se ha preocupado en darle a todos los monitores la categoría profesional que les corresponde por convenio y en reconocerles y pagarles la antigüedad a los trabajadores. Yo llevo en este servicio desde 2005 y cada empresa ha hecho lo que ha querido. No sé qué beneficio le saca SAMU a este servicio con los precios tan ajustados, pero sí sé que se ha molestado en arreglarles la situación a los trabajadores. La gente está contenta.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—Es muy satisfactorio ver cómo un niño de tres añitos llega al colegio en un carrito y al año siguiente se mantiene de pie, y al otro va solo, aunque con limitaciones, al patio. O un niño autista que llega y no dice media palabra y poco a poco empieza a utilizar un sistema de comunicación por pictogramas y, cuando quiere beber agua, coge el pictograma de agua. Cualquier pequeño avance es un logro tremendo. Para mí, eso es lo bonito de este trabajo, ver cómo los niños, dentro de sus posibilidades, van siendo más autónomos. Pero si tienes un niño con una enfermedad degenerativa es diferente, porque no avanza, al contrario, va para atrás, y eso es duro.

—¿Cómo les afecta esto?
—Uno aprende a aceptarlo. A una monitora se le murió una niña de cinco años con una enfermedad degenerativa y no pudo soportarlo, dejó su puesto. Es muy duro. Al principio impresionaba mucho más pero te acostumbras, es inevitable. Piensas: mientras estén aquí, vamos a hacer que estén lo más a gusto posible.

«No estoy solo». El relato de uno de menores acogidos por Fundación SAMU

«Dejo mi casa, mi familia, mi escuela, mis amigos. Lo dejo todo. Soy la única esperanza que tiene mi familia de llegar a ese nuevo mundo más civilizado, mejor. Me peino, me lavo y me pongo mi mejor camiseta para recibir a Europa con los brazos abiertos. Mi familia lo ha dado todo para que yo pueda escapar. No puedo fallarles. Pero estoy asustado.

Mi padre me susurra que sea valiente, que lo haga por mi hermana. Así que inhalo, me armo con la poca fiereza que soy capaz de reunir, y exhalo. Me monto en una barquita que parece estar a punto de hundirse y, con lágrimas en los ojos, me despido de mi familia. Llego a la otra orilla aterrado pero cargado de ilusión. Desembarco. Corro. Corro empapado de esperanza a refugiarme. Huyo lejos de la escena del crimen, del mar que se llevó a una madre y a su niño, pero me encuentran. Me preguntan mi edad y miento. Miento por mi familia… Vuelvo a tener miedo. Me llevan a un centro donde no conozco a nadie y pienso, con temor: “¿Esto es el nuevo mundo?”.

No. No estoy solo. Todos son como yo. Sus historias son parecidas a las mías. Algunos han perdido más, otros, menos. Los monitores me cuidan, me ofrecen un millón de posibilidades, me dan una educación y un techo donde refugiarme. Por ello, colaboro en la casa, comparto con los compañeros y cumplo las normas. Me siento a salvo, ya no tengo miedo. No creo que lo vuelva a tener nunca más».

SAMU lidera el dispositivo sanitario para los 14.000 corredores de la maratón de Sevilla

Sevilla acoge el 25 de febrero el XXXIV Zurich Maratón de Sevilla 2018, prueba catalogada en sus últimas ediciones como Silver Gold por parte de la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) por su calidad organizativa y servicios, que este año vuelve a contar con la participación de SAMU. Está previsto que, como en ediciones anteriores, la carrera vuelva a batir un récord de participación hasta alcanzar los 14.000 corredores en un mítico circuito de  42.195 metros por las calles de la capital hispalense.

SAMU es el responsable un año más del dispositivo sanitario de esta carrera, organizada por el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Sevilla y Motorpress Ibérica, además del desarrollo de un Plan de Autoprotección para asegurar la alerta, movilización y coordinación de los medios humanos y materiales disponibles a fin de garantizar una respuesta rápida y eficaz en las situaciones de emergencias, evitar improvisaciones y minimizar los efectos nocivos que puedan producirse sobre las personas y sus bienes.

En este documento indispensable se incluye información sobre el recorrido, un trazado alternativo en caso de necesidad,  los cortes de tráfico, el material sanitario desplegado, el protocolo de actuación en caso de emergencia, las vías de evacuación, los puestos de avituallamiento o los puntos de riesgo, entre otros temas.

Tanto la salida como la meta, en el Estadio de la Isla de la Cartuja, son dos de los puntos más conflictivos. En ambos lugares se aglomerará un alto número no sólo de participantes, sino también familiares y otras personas interesadas en la carrera.

Otro de los puntos negros es la calle Arjona, en concreto el túnel situado frente a la Estación de Autobuses de Plaza de Armas. “Es un paso estrecho en el que se concentra un importante número de corredores y puede haber caídas. Para evitar incidentes se permitirá a los participantes correr tanto por el paso subterráneo como por arriba”, explica Juan Antonio Tocino, responsable del Plan de Autoprotección. También preocupa el Parque de María Luisa en el caso de que haya alerta amarilla por viento. Si esto ocurre, el plan prevé cerrar el parque y propone un recorrido alternativo.

“Llevamos dos meses trabajando en los preparativos del maratón”, señala Tocino. “En su desarrollo intervienen muchos organismos distintos y debemos estar coordinados. Hay una reunión en el CECOP con más de 40 personas que dura entre cuatro y cinco horas para coordinarlo todo. Ahí están representantes de la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos, SAMU, Lipasam, Protección Civil, Parques y Jardines y el IMD, entre otros”.

Ignacio Ávila, jefe de operaciones de SAMU, es el encargado, por otro lado, del plan operativo, que incluye el personal y los recursos que se desplegarán para el maratón. Este plan aún no se ha cerrado, aunque el pasado año SAMU aportó cerca de 120 profesionales a una de las grandes maratones del país.

La cultura del buen cumplimiento en SAMU

Los actuales requerimientos legales establecen la obligación de disponer un proceso de cumplimiento, llamado compliance, a todas las entidades jurídicas, independientemente de su naturaleza mercantil o fundacional, e incluyendo a las públicas y privadas. Es una medida propia de la cultura del buen cumplimiento, en la que SAMU trabaja desde hace años y a la que ahora damos un nuevo impulso con la incorporación a nuestro equipo del abogado, doctor en Derecho y asesor financiero y jurídico Francisco José Fernández (Alcalá de Río, Sevilla, 1971). Como asesor externo, Fernández ya ha liderado la implantación del Compliance program de SAMU.

El compliance es un sistema de control general previo de infracciones penales, administrativas, discordancias, irregularidades y disfuncionalidades que puedan desarrollarse en el seno de cualquier actividad profesional de la mercantil o de la fundación. En ocasiones, estos incumplimientos pueden ocurrir solo por desconocimiento.

Este sistema nace en el mundo empresarial anglosajón, concretamente en el sector financiero, que tradicionalmente ha estado sometido a una regulación rigurosa. En estas entidades surge la necesidad de asegurarse el cumplimiento con toda la normativa, bastante compleja en ocasiones, y con sanciones muy altas en caso de incumplimiento, por lo que comienzan a emplear a departamentos dedicados en exclusiva a esta tarea.

Los principales objetivos del Compliance program de SAMU son: Identificar riesgos a los que se expone la organización debido a su actividad; evaluar los controles de prevención existentes; formar a la empresa acerca del protocolo de actuación en caso de detectar una conducta irregular, incorrecta o la posible comisión de un ilícito; establecer protocolos de seguridad que reduzcan la exposición reputacional; y desarrollar una cultura empresarial que aspire a afianzar prácticas relativas al buen gobierno corporativo, al control interno y a la transparencia.

Los requisitos del Compliance Program son, entre otros: Identificar las actividades en cuyo ámbito puedan ser cometidos las infracciones o los delitos que deben ser prevenidos; imponer la obligación de informar de posibles riesgos e incumplimientos al Compliance Officer, encargado de vigilar el funcionamiento y seguimiento del modelo de prevención; y establecer un sistema disciplinario que sancione adecuadamente el incumplimiento de las medidas que se establezcan en el modelo.

Con la implantación de este programa de buen cumplimiento, SAMU profundiza su dedicación para ser una organización excelente, con una cultura corporativa transparente y sana, y sigue afianzando en su compromiso de servicio a la sociedad y la ciudadanía.

 

Simulacro de atentado terrorista con explosivos y rehenes en Escuela SAMU

Más de 160 profesionales y estudiantes han participado esta semana en la operación Tango Alfa, un simulacro de atentado terrorista en un centro comercial con múltiples víctimas organizado por la Escuela de Emergencias SAMU, y que ha contado con la participación de efectivos de Bomberos de la Diputación de Sevilla, expertos en Formación Táctica Sanitaria y especialistas en Eliminación de Municiones y Artefactos Explosivos del Ejército del Aire.

Como respuesta a la proliferación de atentados terroristas en ciudades de todo el mundo, SAMU trabaja desde hace meses en la formación de sus alumnos y de personal sanitario de su propio equipo y también externo en atención de emergencias en entornos hostiles. Con simulacros integrales y extremos como el celebrado en Gelves, los profesionales adquieren conocimientos y destrezas para actuar en cualquier circunstancia.

Escuela SAMU

Atropello en un centro comercial

La operación Alfa Tango ha simulado un atropello con múltiples víctimas en un centro comercial. Un camión recorrió varios metros invadiendo los alrededores de este espacio público y arrollando a numerosas personas. Este vehículo, además, era un coche bomba en cuyo interior se encontraban dos terroristas que, tras el atropello, se refugiaron en el centro comercial tomando rehenes. Los dos terroristas abrieron fuego contra los civiles.

Durante el ejercicio se desplegaron bombas y una batea de fuego para la realización de detonaciones y fuegos controlados. Además, el equipo destacado del Ejército del Aire aportó dos robots para la desactivación de explosivos y un vehículo blindado.

Escuela SAMU

El centro de adiestramiento de Escuela SAMU en Gelves cuenta con instalaciones para recrear situaciones tan complejas como ésta, pero la participación de especialistas y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado es crucial para poder desarrollar el ejercicio.

En el simulacro han participado 117 intervinientes y 49 figurantes. Estos últimos, que han interpretado el papel de víctimas, son alumnos de Enfermería de la Cruz Roja. Entre los participantes, por otro lado, estaban los alumnos de SAMU del XXIII Máster de Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de la Universidad de Sevilla, y del Máster de Emergencias Médicas de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, alumnos de los cursos de Formación Profesional de Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), y Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE). También han participado en el ejercicio expertos en Formación en la Sanidad Táctica, efectivos del cuerpo de Bomberos de la Diputación de Sevilla y de la Unidad TEDAX del Ejército del Aire de la base de Morón (Sevilla), todos colaboradores habituales de Escuela SAMU.

Coordinación de todos los especialistas

El objetivo principal de esta actividad es proporcionar a los participantes las habilidades necesarias para la atención sanitaria en situaciones de ataque terrorista con múltiples víctimas, recreando un escenario lo más parecido posible a la realidad, según ha explicado Andrés Rodríguez Holst, instructor jefe de esta operativa.

Escuela SAMU

Otros objetivos más específicos son formar en la gestión de un gabinete de crisis, en el desempeño de roles de mando y subordinación dentro y fuera del gabinete, y en la gestión de la logística de los recursos. Además, es crucial la instrucción en el trabajo con distintas instituciones intervinientes tanto del ámbito civil como militar, creando planes de acción coordinados y exitosos para el salvamento de las personas.

Con esta actividad, SAMU prepara la celebración del simulacro más importante del curso y uno de los más relevantes de cuantos se celebran cada año en España. Es el Crisis Task Force 2018, programado para los días 21, 22 y 23 de marzo.