Un corazón de 30 kilos y 850 watios

Un equipo de SAMU formado por un médico y una enfermera de Málaga y un técnico de Sevilla trasladaron en ambulancia en octubre a un hombre de 60 años que había sufrido un infarto y necesitaba un trasplante de corazón desde el Hospital Regional de Málaga hasta el Hospital Virgen de Rocío de Sevilla con un balón de contrapulsación intraaórtico. Éste es un traslado de mucha complejidad y que pocos servicios pueden realizar, debido a la inestabilidad del paciente, además del tamaño de la máquina y a la cantidad de energía y potencia que ésta necesita para funcionar.

El balón de contrapulsación intraaórtico (BIAC) está formado por un globo que se sitúa en la arteria aorta descendente (desde la salida de la arteria subclavia izquierda a las arterias renales), conectado a una consola que suministra el gas (habitualmente helio) para su inflado y desinflado, y que controla su sincronía con la contracción del corazón. De esta forma, durante la contracción del corazón (sístole cardiaca), el globo se desinfla activamente, facilitando la salida de sangre desde el ventrículo izquierdo a la aorta, y durante la relajación del corazón (diástole) se produce el inflado del globo, con lo que se mejora la perfusión del corazón por un mayor flujo de sangre a nivel de las arterias coronarias, mejorando la función cardiaca.

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La máquina, que pesa unos treinta kilos, está conectada al paciente con una serie de tubos, de ahí que sea tan complicado moverla”, explica Blas Alascio, médico de SAMU que participó en el traslado junto a la enfermera Tatiana Mérida y el técnico de emergencias sanitarias Tomás Couyotopoulus. Además, esta máquina necesita 850 watios para funcionar y las ambulancias no suelen tener un convertidor de tanta potencia. El vehículo con el que se realizó el traslado cuenta con un conversor de 1.000 watios, lo que hace posible esta maniobra. “Tuvimos que hacer malabarismos para que los todos los aparatos funcionaran durante el viaje y la batería de la ambulancia no se viniera abajo”, relata.

“Hace varios años, en 2005, se intentó realizar un traslado de este tipo, pero la ambulancia sólo disponía de una batería de 500 watios. El uso de una gran columna de bombas hizo necesaria la intervención del Ejército, pero éste tampoco pudo trasladar al paciente en helicóptero porque éste se venía abajo, no tenía potencia suficiente”, explica Alascio. “Hasta este año, este tipo de traslado era algo absolutamente excepcional. En los últimos 14 años, se habrán hecho tres o cuatro, no más. SAMU es uno de los pocos servicios que tiene recursos para hacerlo, y esta temporada ya hemos realizado unos cinco”.

La operación tenía además otra peculiaridad que complicaba más aún el traslado. El paciente sufría constantemente arritmias y había que desfibrilar con mucha frecuencia. “Cuando llegamos al hospital, junto a la camilla del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) había una enfermera sentada en una silla. Había desfibrilado al paciente más de 50 veces durante la noche. Había perdido hasta la cuenta. Su única función era chispar al paciente”, cuenta Blas Alascio. “Durante el traslado, usamos el desfibrilador hasta 54 veces. Incluso el técnico tuvo que chispar porque no dábamos abasto, y eso que se usaron todos los antiarrítmicos posibles”.

El doctor Alascio reclama la realización de cursos de formación sobre la utilización de estas máquinas dirigidos al personal de emergencias, que permitan adquirir unos conocimientos completos sobre el manejo de su consola.

Lecciones aprendidas en los atentados de Barcelona

El atentado terrorista del 17-A en Barcelona puso a prueba la capacidad de los servicios sanitarios de emergencias, que respondieron con una enorme eficacia y profesionalidad. En unas circunstancias excepcionales, capaz de romper los esquemas de trabajo de equipos especializados en actuar al límite, el dispositivo logró atender a las múltiples víctimas en menos de tres horas y salvar decenas de vidas. Aun así, aquella tarde aciaga estuvo llena de lecciones y aprendizajes, tal y como reconoce la directora del área operativa del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) Catalán. La doctora Judit Sánchez Castro, que estuvo al frente del dispositivo, y que compartió su experiencia con los alumnos del Máster en Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y Universidad de Sevilla.

“El terrorismo está cambiando completamente la forma en la que tenemos que trabajar”, apuntó Sánchez Castro, que reconoció que, en escenarios tan complejos y duros, los profesionales sanitarios tienen que estar preparados no solo para salvar vidas, sino a conseguir perder al menor número de heridos posible: “Surge un conflicto muy duro en el momento en el que no eres capaz de llegar a todo y tienes que priorizar. Es algo para lo que no nos han preparado y que es contrario a nuestro instinto de auxilio”, reflexionó.

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De la actuación del SEM, los estudiantes y profesionales que participaron en esta jornada inaugural del máster en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla pudieron extraer numerosas conclusiones relevantes. Como ejemplo, la activación inmediata de dos sectores en Emergencias: uno dedicado en exclusiva al atentado; y otro, completamente aislado, dedicado a seguir tomando el pulso a una ciudad en la que aquella tarde se siguieron produciendo emergencias médicas de todo tipo.

El número de recursos sanitarios se igualó al número de víctimas. 59 ambulancias participaron en la operación para atender a 139 heridos con diferentes consideraciones: 13 fallecieron en el acto, 16 estaban graves, 23 presentaban heridas leves y otros 50 resultaron prácticamente ilesos.

La red hospitalaria de alta resolución de la que dispone Barcelona influyó de forma decisiva en el éxito del dispositivo. En las 72 horas posteriores al ataque, que abarcan el periodo en el que se mide la eficacia y la capacidad de respuesta de un dispositivo, únicamente murió una de las víctimas, que llegó al hospital en estado crítico. “¿Qué hubiera ocurrido si el atentado se hubiese producido en otra ciudad con menos medios hospitalarios? Posiblemente estaríamos hablando de otra situación”, observó la directora.

El triaje en Las Ramblas fue de nuevo un punto complejo del dispositivo, debido a la dispersión de heridos a lo largo de más de 500 metros. Éste estuvo a cargo de un Vehículo de Intervención Rápida, que rastreó toda Las Ramblas. A partir de ahí, surgió la cuestión de cómo formar un área sanitaria en un espacio tan grande, “cómo adaptarse a una situación así”. Se estableció el Puesto de Mando Avanzado, en un principio, en Plaza de Cataluña, aunque, dada la dispersión de heridos, acabaron estableciéndose varias áreas sanitarias.

La doctora Sánchez Castro puso el acento en la seguridad de los propios sanitarios como una cuestión sobre la que hay que reflexionar. Admitió que su equipo entró en la “zona caliente” sin garantías de que no hubiera peligro, algo que quedó al descubierto cuando estallaron varios petardos que hicieron pensar en la existencia de uno o varios tiradores activos en el lugar. Hubo que trasladar el mando a El Corte Inglés. “Fue una falsa alarma, de lo contrario posiblemente no estaría aquí dando esta conferencia”, recordó. “Tenemos un procedimiento pero nuestras unidades tienen que adaptarse. No solo hablo de chalecos, cascos… Tenemos nuestro sistema de triaje, incluso en el más básico, pero debemos reflexionar sobre qué hacer en una situación en la que la seguridad no está garantizada. ¿Tal vez debamos mantenernos fuera? Nos han enseñado a cómo atender al crítico, a cómo salvar vidas, pero tal vez llegará un día en el que nos tengamos que mantener al margen porque tenemos que volver a casa”, reflexionó.

Otra de las lecciones cruciales aprendidas del atentado de Barcelona se refiere a la demanda de atención psicológica no solo de los heridos, sino de los damnificados, personas relacionadas con el accidente pero que son demandantes de atención (familiares, amigos, viandantes…), y, por supuesto, al propio personal sanitario que ha participado en el dispositivo, y que al día siguiente tiene que estar preparado para seguir enfrentándose a situaciones de emergencia.

La responsable del Servicio de Emergencias Médicas de Cataluña también se refirió a la trazabilidad de los pacientes como asignatura pendiente, sobre todo ante situaciones en las que la avidez de información por parte de las autoridades políticas es enorme. “Es un punto muy difícil de mejorar, pero cuando te piden información diaria, tres veces al día, de cómo están los pacientes, es complicadísimo. El recuento inicial de fallecidos en Las Ramblas fue una locura. En la zona caliente, un bombero, un médico y un policía tuvieron que hacer un barrido por la propia calle contándolos uno a uno. Es lo que al político le preocupa, porque lo tiene que decir él. La presión es brutal y es una situación complejísima para nosotros, con afectados de muchos países, y en la que no te puedes equivocar”.

Sánchez Casto advirtió que el sistema de emergencias tiene que estar preparado para estos “nuevos escenarios” que plantea el terrorismo. “Se hizo bien, pero nos queda mucho por aprender”, reflexionó, antes de admitir que, a pesar de lo «durísimo» de la experiencia, “no habría querido estar en otro lugar que no fuera allí”.

Qué hacer ante un accidente de tráfico

Ser testigo de un accidente de tráfico es una experiencia traumática. Lo normal es que no sepamos cómo actuar o temamos socorrer a las víctimas y perjudicar su vida por hacer algo mal.

Lo cierto es que, ante un acontecimiento de este tipo, todo ciudadano está obligado a prestar ayuda, aunque sea mínimamente. No solo se pueden salvar vidas si actuamos a tiempo, sino que las leyes españolas nos obligan a socorrer a los heridos.

Qué hacer si somos testigos de un accidente

Lo primero es aparcar en una zona segura, manteniendo por lo menos unos 50 metros de distancia del accidente, utilizando el chaleco reflectante si se decide bajar del vehículo. Luego se debe llamar al 112 o también se puede recurrir a las cabinas de S.O.S. situadas en varios puntos de las diferentes carreteras y decir su nombre, donde se encuentra y qué es lo que ha sucedido. Uno nunca se debe aproximar al accidente si no se está seguro de que la escena es segura, ya que esto podría hacer que la persona que intenta socorrer se convierta en otra víctima.

La mayoría de las personas, por lo general, no tienen nociones sobre primeros auxilios, por eso es necesario seguir las instrucciones que se reciban de los servicios de emergencias por teléfono antes de que lleguen al lugar del accidente.

Una vez que se ha contactado con los servicios de emergencias, estos harán preguntas sobre la situación, apoyando con instrucciones y facilitando la ayuda a las víctimas. No intente detener o redirigir el tráfico por su cuenta.

Nunca se debe intentar mover a las víctimas, ya que éstas podrían tener lesiones no visibles y su movilización podría comprometer su vida o incurrir en lesiones que produzcan algún daño permanente.

En caso de que el herido sea un motorista, bajo ningún concepto se le deberá quitar el casco, y probablemente desde emergencias indiquen que no se mueva a la víctima.

Tampoco deben arrancarse los objetos que haya podido clavarse el accidentado, a pesar de que le esté saliendo abundante sangre. Es posible que los servicios de emergencias indiquen por teléfono a la persona que está socorriendo a las víctimas que intente limpiar parte de la herida con una tela o gasa limpia, presionando la misma.

Los datos que deberán facilitarse a los servicios de emergencia

Los servicios de emergencias llevarán a cabo varias preguntas con respecto al accidente, algunas de las cuales estarán dirigidas al número de heridos que hay, el lugar exacto donde se produjo y ciertos aspectos necesarios para poder evaluar los primeros auxilios que se deben prestar en el mismo momento.

El apoyo a las víctimas es crucial, pues de éste depende que se salven vidas. Por esta razón, debe llamarse a los servicios de urgencias de inmediato. Ser testigos del accidente también favorecerá a las víctimas a la hora de hacer valer la cobertura de seguro para los gastos médicos posteriores.

 

Deporte inclusivo

Después de meses de trabajo, el primer Congreso Internacional de Discapacidad Intelectual, Actividad Física y Salud será una realidad entre el 16 y el 18 de noviembre, como una valiosa ocasión para conocer los avances y trabajos realizados en este ámbito. El congreso, organizado por Fundación SAMU, Universidad de Sevilla, Universidad Pablo de Olavide y Special Olympics España, pretende convertirse en un punto de encuentro para todos los profesionales interesados en la actividad física y el deporte como medio de mejora de la calidad de vida y la inclusión de las personas con algún tipo de diversidad funcional.
Desde la perspectiva de la actividad física inclusiva con personas con diversidad funcional intelectual, la organización espera que esta iniciativa permita conocer los diferentes factores que inciden en el aumento y la mejora de la actividad física y deportiva realizada por personas con este tipo de capacidades.

El programa arranca el 16 de noviembre con una sesión de carácter formativa a través de talleres dedicados a realidad virtual y rehabilitación, pádel adaptado, trabajo emocional mediante terapias lúdicas, juegos inclusivos y atención temprana en primera infancia con discapacidad intelectual.

El viernes 17, la inauguración del congreso correrá a cargo del deportista paraolímpico Dionibel Rodríguez Ramírez. El atleta de alto nivel, que compite en 400 metros lisos, ha sido campeón mundial y diploma olímpico en los Juegos de Río de Janeiro.

La temática del congreso incluye el entrenamiento y mejora del rendimiento en personas con diversidad funcional, el ocio y la recreación con estos colectivos, los nuevos programas de actividad física adaptada, la educación física inclusiva, la gestión de actividades físicas adaptadas, y la actividad física y salud en colectivos con capacidades diferentes.

El programa de ponentes elaborado por SAMU y las universidades de Sevilla y Pablo de Olavide incluye profesionales de profunda especialización. El viernes, participarán, entre otros, Julián Rebollo Martínez, presidente de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido; Titi Alberola, entrenadora del Club Deportivo Algar de Elche; Juan Carlos Pinalla Merlo, director del Club Baloncesto Inclusivo ALI UP de Bailén; Alba Gómez Cabello, de la Universidad de Zaragoza; Nuria Mendoza Láiz, de la Universidad de Castilla la Mancha: Ruth Cabeza Ruiz, de la Universidad de Sevilla, y Juan Antonio Moreno Murcia, de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
El sábado, Raquel Gervasini, de Special Olympics Andalucía, David Fernández, secretario de la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León, y Carmen Ocete Calvo, de la Universidad Politécnica de Madrid, abordarán en una mesa redonda la inclusión deportiva en el ámbito escolar. El titular de la Universidad de Lisboa Miguel Da Silva reflexionará sobre el alto rendimieto en deportistas con diversidad funcional.

Los días previos al congreso, se celebrarán las primeras Miniolimpiadas Inclusivas Pirotecnia, un encuentro deportivo entre estudiantes de tercer ciclo de primaria y chicos y chicas con algún tipo de diversidad funcional intelectual. La superación, el compañerismo y la integración son valores que la organización persigue difundir entre los más jóvenes.

Más información en https://samucongresos.es/

El director del Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña ofrece una conferencia en Sevilla sobre las ‘lecciones aprendidas tras el atentado de Barcelona’

Con motivo de la inauguración del Master en Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de Escuela SAMU, el profesor y director de Sistemas de Emergencias Médicas de Cataluña, Joan Sala Sanjaume, ofrecerá una conferencia en Sevilla bajo el título Atención Prehospitalaria Básica: Lecciones aprendidas tras el atentado de Barcelona.

Será el lunes, 16 de octubre, a las 11:30 horas en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla. La ponencia tiene como objetivo abordar los atentados del 17 de agosto desde la perspectiva de los servicios de emergencias médicas, desde la voz de uno de los máximos responsables del dispositivo que intervino en Las Ramblas.

Joan Sala Sanjaume será presentado por Carlos Álvarez Leiva, presidente de Fundación SAMU, como punto de partida a uno de los master más importantes de los impulsados por Escuela SAMU junto a la Universidad de Sevilla, el de Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria. Responsables de la Universidad y de SAMU participarán en la jornada inaugural.

Este curso, limitado a 26 plazas y que cuenta con una alta demanda en cada edición, habilita a los futuros profesionales a discriminar y resolver las situaciones de amenaza vital en todas las circunstancias, gestionar escenarios de crisis, enfrentarse de forma metodológica a emergencias individuales y colectivas, hacer uso racional de recursos disponibles, atender por orden de prioridad a las víctimas, y desarrollar actuaciones sanitarias de mando y control.

Conferencia: Atención Prehospitalaria Básica: Lecciones aprendidas tras el atentado de Barcelona.
Hora: 11:30
Lugar: Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla. Sala Petra de la Torre. Calle Avenzoar, 6.
Puertas abiertas: Confirmaciones a fp@samu.es
Más información: prensa@samu.es

Escuela SAMU acogerá el curso Prehospital Trauma Life Support (PHTLS), referencia en el ámbito internacional

La Escuela SAMU ha llegado a un acuerdo con la National Association of Emergency Medical Technicians para impartir el prestigioso curso Prehospital Trauma Life Support (PHTLS) en nuestras instalaciones de Gelves (Sevilla) los dí­as 1, 2 y 3 de Diciembre de 2017. Este curso vendrá precedido por una fase online desde el 2 de noviembre en la que el alumnado tendrá la oportunidad de asimilar los conocimientos teóricos básicos para la gestión del soporte vital en pacientes traumatológicos.

Este curso va dirigido a profesionales de la Medicina, Enfermería y Técnicos en Emergencias.

El nivel académico, el acercamiento a la realidad y las exigencias físicas de este curso son mundialmente reconocidos y se alinean perfectamente tanto con la filosofía formativa como con el lema de nuestra escuela «Aprende haciéndolo».

Rumbo fijo hacia la integración

La Fundación SAMU inauguró el 23 de septiembre, gracias al apoyo de la Obra Social La Caixa, el programa Disfrutamar, una iniciativa social que tiene como objetivo acercar el mar y las actividades náuticas a los residentes de los diferentes servicios de la fundación, muchos de ellos con discapacidad intelectual y trastornos de conducta.

“Con 8.000 kilómetros de costas, España es un país donde tenemos una gran orientación al mar, especialmente en Andalucía, gracias a su clima y a su instalación náutica de primer orden”, afirma Borja González de Escalada, vicepresidente de la Fundación SAMU. “Con esta iniciativa, queremos que las personas discapacitadas adquieran nuevos aprendizajes referidos tanto a la comunicación con los demás como a la expresión y el reconocimiento de sus propias sensaciones”.

Programa Disfrutamar 2

Un grupo de seis residentes del centro San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, fue el primero en disfrutar de la travesía inaugural a bordo de un barco de 10 metros de eslora, llamado Scheila, que partió del puerto deportivo de Mazagón (Huelva). Borja Gonzalez de Escalada, patrón de embarcaciones de recreo, actuó de capitán. Éste tuvo la ayuda a bordo de dos monitores de la residencia, Rafael Rueda y Juan Antonio Ruiz. Ambos están realizando, junto a otros compañeros de SAMU, un curso de patrón de embarcaciones con la escuela náutica Navegamás, con el objetivo de que el personal de SAMU que acompañe a los residentes tenga los máximos conocimientos posibles en esta materia.

La actividad comenzó en torno a las diez y media de la mañana. Pepito, José, más conocido como Chiquito, Gabriel, Pepe, Isidoro y Enrique escuchaban con atención las instrucciones de Borja antes de subirse a la embarcación. “Está prohibido caerse. Y si os caéis, tranquilos, mantened la calma”, indicaba el patrón del barco. “¿Hay tiburones?”, preguntó con preocupación Gabriel ya a bordo. “No, tranquilo, no hay tiburones”, le tranquilizaron.

Durante dos horas, el grupo navegó frente a la costa de Mazagón, sin alejarse demasiado del espigón. “Mirad, eso es un barco mercante. Ahora nuestro barco se moverá por las olas que provoca a su paso”, explicaba Borja.

Para los residentes, todo era una novedad y la satisfacción se reflejaba en sus caras. Lo curioseaban todo, tanto en el interior del navío como en cubierta. Algunos incluso se atrevió a llevar el timón, siempre bajo la supervisión del patrón de la embarcación o de alguno de los dos monitores. “Mira qué bien lleva Chiquito el timón. Totalmente recto”, exclamó uno de los monitores. “Me lo estoy pasando muy bien”, repetía una y otra vez Chiquito.

Los tripulantes de la embarcación saludaban con efusión a otros barcos y a los que le veían desde el espigón antes de arribar a puerto. La actividad se desarrolló sin ningún incidente y con nuevas ideas en mente. “Me gustaría llevar a los chicos a una regata, sin la intención de competir, sólo para que vean y disfruten del ambiente de una regata”, señaló el vicepresidente de la Fundación SAMU.

“Gracias al apoyo de La Caixa, al que se han sumado varios propietarios de barcos, el programa Disfrutamar nos permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica, haciendo que los chicos vivan experiencias inolvidables”, explica Carlos González de Escalada, director general de SAMU e impulsor de la iniciativa. “La mayoría de nuestros residentes nunca se han montado en una embarcación de recreo y sería insensato ignorar que Andalucía ofrece unas condiciones excepcionales para esta actividad, que además está especialmente indicada para personas con mayor deterioro cognitivo. Este programa me hace muy feliz y demuestra nuestra vocación de darlo todo por ellos. También quiero agradecer al equipo SAMU cómo se han volcado con la iniciativa. Cuando vi las fotos de la excursión inaugural me emocioné mucho”.

“Para SAMU la calidad de vida de sus residentes tiene prioridad absoluta. Somos inconformistas y pensamos que la actividad deportiva no puede ser sólo fútbol y gimnasia. Todos nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos para que disfruten de una vida plena y eso mismo quiere SAMU para sus usuarios”, subraya Carlos González de Escalada.

 

La contrarreloj de cuatro horas contra el ictus

Un hombre de 57 años estaba el 27 de septiembre viendo un partido fútbol en un bar de Sevilla cuando se le empezó a paralizar la parte derecha del cuerpo. Primero, el rostro, y luego, el brazo, hasta que se desplomó al suelo. No era capaz de hablar. Estaba sufriendo un ictus. Además, era diabético, por lo que su situación se agravaba. Minutos después, el equipo de SAMU Sevilla de guardia aquel día recibió el aviso desde el centro coordinador de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, EPES-061, y una ambulancia acudió a asistir al hombre inmediatamente.

Se había activado el Código Ictus, un protocolo de actuaciones diagnósticas y terapéuticas en el que participa todo el sistema sanitario, desde el primer profesional que aprecia los síntomas de un ictus hasta el médico encargado de extraer el trombo. La rapidez y la eficacia son fundamentales. “Las primeras cuatro horas desde la aparición de los primeros síntomas son claves, es una carrera a contrarreloj”, advierte Elena García Alanís, médico de SAMU Sevilla.

Un ictus es un conjunto de patologías que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. “También se conoce con el nombre de accidente, por la forma tan repentina y brusca en la que aparecen los síntomas más típicos, como dificultad a la hora de hablar, asimetría en la cara, la caída de un párpado o el desvío de la boca hacia un lado, por ejemplo, y la incapacidad de mover la parte derecha o izquierda del cuerpo”, explica la doctora.

Existen dos tipos de ictus, hemorrágicos, que se producen cuando un vaso sanguíneo (vena o arteria) se rompe, y los ictus isquémicos o infartos cerebrales, que ocurren cuando una arteria se obstruye por la presencia de un coágulo de sangre. Éste último es el más frecuente (80% de los casos), aunque ambos presentan una alta tasa de mortalidad.

La frecuencia de esta patología, que es la tercera causa de muerte en España tras las cardiopatías y el cáncer, hizo que el sistema sanitario pusiera en marcha hace varios años el llamado Código Ictus, que no ha dejado de mejorar y actualizarse, ganando en eficacia y rapidez.

La última incorporación al protocolo ha sido la posibilidad de realizar una trombectomía, técnica que permite la extracción del trombo que bloquea la circulación de la sangre y que ha provocado el ictus. Si no se realiza esta técnica antes de cuatro horas desde el inicio de los síntomas, el paciente sufrirá secuelas de por vida.

En estos casos, “los afectados acababan siendo muy dependientes y precisando cuidadores las 24 horas, lo que supone una importante carga familiar y un elevado coste sanitario y gasto social”, indica Elena García. “Cuando se inicia este protocolo, se pretende, y de hecho se está consiguiendo, reducir al mínimo posible las secuelas de esta patología y minimizar todos los problemas derivados”.

Hospitales como el Virgen de Rocío de Sevilla o el Reina Sofía de Córdoba son referentes en esta materia al contar con una unidad de neurocirugía. Pero ciudades como Huelva y Málaga no disponen de ella, y los pacientes deben ser trasladados en un tiempo récord a Sevilla o a Córdoba.

“Aunque son los profesionales hospitalarios quienes eliminan el trombo, y realizan un trabajo realmente espectacular, la actuación de los equipos de SAMU es fundamental y muchas veces decisiva para un buen resultado”, destaca García.

De nosotros depende acortar al máximo el tiempo de traslado de los pacientes afectados desde el lugar en el que se encuentran, un domicilio particular o un centro hospitalario, hasta el hospital donde se realiza la intervención. Además, al conocer el protocolo, sabemos perfectamente qué datos son imprescindibles recabar y aportar al medico receptor para facilitarle el trabajo en todo lo posible. Aportamos datos nuevos relativos al traslado que también son importantes”, continúa. “Somos los responsables de solventar cualquier complicación que surja durante el traslado. Para que ellos puedan hacer su magnifica labor, el paciente debe llegar en las mejores condiciones posibles”.

J. Aurelio Ventura, enfermero: “Mi trabajo es cuidar, en su sentido más amplio”

J. AURELIO VENTURA. Enfermero y enlace sindical

En diciembre, el enfermero José Aurelio Ventura (Sevilla, 1984) cumple un año al frente del primer comité de empresa de la residencia San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, lugar en el que trabaja desde hace siete años junto a otros 60 compañeros.

—¿Desde cuándo trabaja en SAMU?
—Empecé a trabajar en la residencia de San Sebastián hace siete años. Una compañera de profesión que estaba haciendo el Máster de Emergencias de SAMU me informó de que había un hueco en la residencia de Cantillana, así que eché el currículum y aquí estoy.

—¿Cuál es el perfil de los residentes?
—Son unas 60 personas psicodeficientes y con trastornos graves de la conducta. En la mayoría de los casos no son por daños sobrevenidos, sino más bien por cuestiones genéticas.

—¿Cuáles son sus funciones?
—Una gran parte del trabajo se centra en la administración de medicamentos y la realización de curas, pero yo diría que mi función principal es la de cuidar, en el sentido más amplio de la palabra. Aquí, la experiencia es un grado muy importante. Tienes que conocer muy bien a los residentes. Me refiero en el plano personal. Tienes que saber hasta cuándo va a venir su madre a visitarlo o cuándo no, el por qué está hoy enfadado, por qué hoy está tan contento, que no siempre es bueno, por qué está más eufórico de la cuenta. Y en base a eso, tratarlo. Cuando ellos no reciben la atención o el cuidado que desean, sea justificado o no, acaban haciendo algo para lograrlo. Teniendo en cuenta esos pequeños detalles, tendrás o no un día tranquilo y ellos una vida más apacible.

—Es un trabajo con una carga emocional.
—Por supuesto, y aunque quieras evitar tener una relación afectiva hacia ellos, es imposible. Hay residentes que llevan siete años conmigo aquí. Estamos hartos de vernos las caras. Es imposible no tener sentimientos, pero a veces tienes que cumplir con tu deber porque no siempre tienen un día bueno. Cuesta ser firme, pero sabes que lo que haces es por su bien y que le estás ahorrando peores tragos.

—¿Cómo y por qué surge el comité de empresa de la residencia San Sebastián?
—Nació hace menos de un año. Yo lo veo como un fenómeno casi natural. Cuando una empresa prospera, como la Fundación y Grupo SAMU, y tiene un determinado volumen de trabajadores, el empresario o directivo, por mucho que lo intente, tiene un límite a la hora de satisfacer las necesidades de los trabajadores. Creo que hace falta alguien que venga desde la primera línea de batalla y que transmita de forma rápida y eficaz las necesidades que le surgen al compañero o a él mismo.

—¿Qué carencias había en la residencia que impulsaron la creación del comité?
—Principalmente la falta de información, sobre todo, en torno al convenio, el estatuto de trabajadores, las leyes, decretos… He tenido que habilitar una estantería en mi casa sólo para leyes y papeles de ese estilo. Me dedico a estudiarlo todo para responder las dudas de mis compañeros, pero siempre surge algo nuevo y al final acabas recurriendo a abogados o al sindicato. Y para una respuesta que son 10 segundos, acabas echando tres días.

—¿Cuáles son las principales dudas o preocupaciones de los trabajadores?
—Como llevamos poco tiempo y aún no hemos cogido rodaje, ahora mismo lo habitual son dudas sobre las nóminas o las ausencias justificadas o no. Por ejemplo, una compañera no sabía si le correspondía algún día por el ingreso hospitalario de su tío. Todos creíamos que sí, pero no, el convenio no lo contempla. Hay mucha desinformación en ese sentido.

—¿Cuáles son las principales líneas de negociación actualmente con la empresa?
—Acabamos de llegar a un acuerdo sobre las retribuciones, creo que satisfactorio por ambas partes. Ahora mismo el caballo de batalla lo tenemos en los horarios de trabajo, el calendario, la conciliación laboral. Es algo que se negocia anualmente. Son cosas estructuradas. Todavía no nos matamos. Nos entendemos. Hay mucha desinformación en ese sentido.

—¿Qué cree que es lo mejor y lo peor de SAMU?
—Lo mejor y lo peor de SAMU es el compañerismo. Lo mejor porque todos tiramos del carro. Hoy por ti y mañana por mi. SAMU te somete a un alto nivel de estrés. Trabajamos 24 horas los 365 días, pasamos juntos la Navidad, y no siempre estás al 100%. El compañerismo se valora mucho. Quizás, esto sea también lo peor. Cuando a un compañero le pasa algo, te afecta a ti. No puedes desvincularte de alguien con el que pasas tanto tiempo.

“Saber, saber hacer y saber estar”

Escuela SAMU ha celebrado las pruebas de acceso al Máster propio de la Universidad de Sevilla en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria (antiguo Urgencias y Emergencias).

El proceso de selección de este prestigioso máster responde a un nuevo escenario laboral y profesional de máxima exigencia al que se enfrentarán los alumnos y alumnas de esta formación. Al proceso, con 26 plazas disponibles, se han presentado 44 aspirantes, que realizaron una entrevista, un test psicotécnico y diferentes pruebas físicas.

Además de gestionar el conocimiento de emergencias, el equipo de formadores trabajará con estos jóvenes en aspectos como la tolerancia al estrés, la creatividad, la asunción de riesgos, la automotivación y la gestión del tiempo. “Tenemos como objetivo formar nuevas generaciones de profesionales que, además de ‘saber’, están obligados a ‘saber hacer y saber estar’ ”, explican los responsables de SAMU.

Acceso Máster SAMU 2

“Además, creemos que el sanitario de emergencias debe tener condiciones físicas adecuadas para desempeñar su labor de forma eficiente en las más diversas circunstancias”, señala el máximo responsable de Escuela SAMU, Juan González de Escalada.

Las pruebas físicas se realizaron en el Polideportivo San Pablo (Sevilla), el día 5 de septiembre 2017, desde primera hora de la mañana. Consistieron en 50 metros de nado, una prueba de fondo de mil metros de carrera a pie, otra de velocidad de 50 metros, extensiones y potencia de tren inferior (con salto sobre un punto fijo). Todas, con tiempos adaptados a hombres y mujeres.

Tras el examen de aptitud física, los aspirantes realizaron un test psicotécnico que incluyó un cuestionario de expectativas, una escala de calidad de vida y un inventario de ansiedad. Por último, se realizaron entrevistas a cada uno de los jóvenes, siendo los entrevistadores los propios miembros de la comisión académica del programa.

Con estos criterios de selección, el máster trata de encontrar los alumnos que reúnen las características para participar en un proceso en el que deberán adquirir una serie de competencias actitudinales como tenacidad, adaptabilidad, meticulosidad, resistencia, autocontrol, energía, análisis de problemas, tolerancia al estrés, asunción de riesgos, compromiso y trabajo en equipo.

El máster habilita a los futuros profesionales para discriminar y resolver las situaciones de amenaza vital en todas las circunstancias, gestionar escenarios de crisis, enfrentarse de forma metodológica a emergencias individuales y colectivas, hacer uso racional de recursos disponibles, atender por orden de prioridad a las víctimas, y desarrollar actuaciones sanitarias de mando y control.