Mejoramos vidas, salvamos vidas

Como cada año por estas fechas, tengo la alegría de dirigirme a vosotros, mis compañeros de SAMU, para desearos lo mejor de nuestro presente y nuestro futuro. Seguimos en marcha. Una breve mirada retrospectiva nos hará darnos cuenta de lo mucho que hemos avanzado en la última década. A pesar de las dificultades, SAMU sigue apostando por una oferta de servicios de gran calidad.

Si hoy estamos aquí es gracias a vosotros, a los hombres y mujeres que de forma abnegada cumplen con su trabajo siempre con el afán de darlo todo y además con una sonrisa.

El gran tesoro de SAMU es su personal. Yo nunca olvido que las 24 horas del día, los 365 días del año, hay un compañero en su puesto. Haciendo de nuestro mundo un lugar mejor. ¡Gracias!

Vuestro compromiso consigue que SAMU se enfrente con éxito a retos importantes. Este mismo verano, centenares de niños refugiados llegaron a las costas de Andalucía, y los poderes públicos confiaron, una vez más, en nosotros para hacer frente a lo imposible. Hoy nuestros centros son el hogar de más de 200 niños y niñas que gracias a nosotros tienen una mejor perspectiva de futuro, lejos de sus hogares.

A ello se suman los más de 4.000 pacientes que atendemos cada año y las casi 200 personas con discapacidad intelectual, cuya calidad de vida está en nuestras manos.

A través de nuestras manos, pacientes críticos o personas desfavorecidas comprueban que la sociedad les tiende la mano y le ofrece su cariño

Tenemos el mejor trabajo del mundo: salvamos vidas y mejoramos vidas. Nuestros pacientes, usuarios y residentes confían en cada uno de nosotros para vivir mejor. Nuestro trabajo nos inspira porque gracias a nuestro empeño y profesionalidad, mejoramos la existencia de alguien. A través de nuestras manos, pacientes críticos o personas desfavorecidas comprueban que la sociedad les tiende la mano y le ofrece su cariño. Son nuestras manos y nuestro cariño.

La sociedad española es la más solidaria del mundo y nuestros centros lo demuestran de manera palpable. Nuestra profesión es la solidaridad y por eso nos la tomamos tan en serio.

Lo hacemos innovando y atentos a las mejoras más importantes. Somos inconformistas para mejorar nuestros métodos y lo seguiremos siendo en el futuro.

Nuestra profesión es la solidaridad y por eso nos la tomamos tan en serio.

SAMU es una organización excelente.

Finalizo recordando que mi puerta está abierta a todas y cada una de las personas que hacemos esta gran entidad. Y siempre con el compromiso de dar el máximo para que sigamos siendo una gran familia y, como os digo siempre: “una gran fuerza del bien”.

Feliz año nuevo.

Con toda mi admiración y cariño.

Carlos González de Escalada. Director general de SAMU

 

 

Formación de élite en Tenerife

El equipo de SAMU ha vuelto a establecer un hito con la celebración del programa de formación en Atención a Múltiples Víctimas ofrecido en Tenerife a personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC). El curso se ha desarrollado en la última semana de noviembre y ha tenido como particularidad el estar destinado directamente a formadores del SUC, especialistas que a su vez se encargarán de formar al resto de equipos de este servicio de urgencias en Tenerife y Gran Canaria.

La expedición de SAMU estuvo liderada por el presidente de Fundación SAMU, Carlos Álvarez Leiva, y contó con la participación de un enfermero instructor y dos Técnicos de Emergencias Sanitarias. Juan González de Escalada, director de Escuela SAMU y uno de los intervinientes en este programa, explica que por parte de SUC participaron seis alumnos entre técnicos, enfermeros y médicos , un equipo con una muy buena base que representan la élite de este servicio de emergencias, y que ahora tendrán la misión de llevar lo aprendido a sus compañeros.

“Hemos abordado las últimas tendencias, como por ejemplo la atención a múltiples víctimas en entornos hostiles, dado el cambio de paradigma que estamos viviendo con la proliferación de misiones en entornos en los que se ha producido un atentado terrorista. Nuestro objetivo es ayudar a estos profesionales a que desarrollen al máximo sus capacidades, sobre la base de nuestra experiencia”, relata el especialista de SAMU.

El programa formativo se ha desarrollado de forma progresiva. Primero, se han organizado sesiones teóricas, a cargo del propio Carlos Álvarez Leiva. En una segunda fase, se han supervisado despliegues de capacidades de los efectivos del SUC con su propio material para su uso y prueba. “En esta fase, el propio personal se ejercita en el montaje de su material, a fin de ofrecerles recomendaciones de mejora y alcanzar la máxima eficiencia”, explica González de Escalada. “Es un acompañamiento”.

En la fase práctica se realizaron simulacros con seis figurantes, en primer lugar, y hasta con 20 figurantes en el ejercicio final, en el que, como es habitual en los procesos formativos de SAMU, se hizo un enorme esfuerzo en la preparación del escenario de acción y en la caracterización de los heridos para que la práctica sea lo más real posible. Este programa formativo también incluye una evaluación final y la emisión de una memoria con recomendaciones.

SAMU mantiene una relación muy cordial desde hace años con el Servicio de Urgencias Canarias (SUC) que ahora se renueva con esta acción. El año pasado, organizó un curso similar para 061 Cantabria, aunque no para formadores.

El método de SAMU

Con el objetivo de unificar y compartir la experiencia organizativa de SAMU, el equipo directivo ha presentado SAMS® (SAMU Advanced Management System), un método que permite gestionar todo tipo de unidades de negocio actuando sobre tres ejes en un entorno digitalizado: calidad de gestión, técnicas de liderazgo y cumplimiento normativo (compliance).

Esta metodología es aplicable a organizaciones de servicios, especialmente del sector salud y bienestar social, ONG, fundaciones y emergencias, y permite a cualquier proyecto alcanzar unos resultados muy superiores focalizándose en una serie de procesos.

Este sistema de trabajo actúa sobre tres ejes: la gestión eficiente, el liderazgo activo y el cumplimiento normativo, para generar mejoras de gran valor añadido en la organización: motivación, innovación, sostenibilidad y excelencia en la calidad del servicio.

SAMS®, cuya propiedad intelectual ha sido registrada, aborda diez realidades que son cruciales en la consecución de objetivos por parte de una organización. Son: la gestión por objetivos (“solo se puede gestionar aquello que se puede medir”); la estructuración orgánica de jefaturas y direcciones; el liderazgo activo para la mejora de la satisfacción del personal; la organización y gestión de equipos de alto rendimiento y comprometido con los fines de la entidad; la gestión de la transparencia; la gestión integrada del “compliance” legal y competitivo, o toda la normativa obligatoria y aquella necesaria para mantener la competitividad; la transformación digital de la “oficina sin papel”; la I+d+i; el control de calidad; y las relaciones institucionales a todos los niveles: político, directivo y técnico.

Desde ahora, SAMU pone SAMS® al alcance de otras organizaciones para que crezcan de forma moderna y sostenible.

Los novatos pasan a la acción

Sólo un mes después de que comenzaran las clases del Máster en Atención Prehospitalario, Catástrofes y Acción Humanitaria (APCAH) de la Escuela de Emergencias SAMU, los alumnos han participado en una acampada de supervivencia de tres días, que ha incluido un simulacro nocturno al aire libre.

En el ejercicio participaron 26 estudiantes del Máster APCAH, dirigido a enfermeros, un alumno del máster de Medicina y seis técnicos de emergencias sanitarias (TES), que acudieron como voluntarios de apoyo.

La actividad se realizó entre el 14 y el 16 de noviembre. Ya durante la primera jornada, los alumnos recorrieron andando y con todo el material a cuesta los tres kilómetros que separan la escuela de la Hacienda La Rihuela, en Palomares del Río (Sevilla), donde se desarrolló el ejercicio, según relata Andrés Rodríguez, instructor de la Escuela de Emergencias SAMU. “Esa noche durmieron al aire libre, hicieron vivac, atando la loneta con cuerdas de un árbol a otro”, señala. “Aquella noche también realizamos un taller de iluminaria de circunstancias”.

La segunda jornada se desarrolló en un edificio en ruinas que se encuentra dentro de la hacienda La Rihuela, pero antes, los alumnos tuvieron que llevar en camilla a algunos de sus compañeros desde el punto en el que pasaron la noche como parte del entrenamiento. A lo largo del día, se impartieron diferentes talleres de orientación y navegación, transmisión y comunicaciones, y de cómo llevar a cabo las funciones de triaje en una situación de catástrofe, entre otros.

A la una y media de la madrugada, cuando los alumnos sólo llevaban una hora y media durmiendo, los instructores los despertaron con el sonido de un fuerte petardo por sorpresa. Empezaba el simulacro, que no terminó hasta las cinco de la mañana. “Éste era su primer simulacro y fue muy básico, ya que están empezando”, indica el enfermero Andrés Rodríguez. El objetivo principal de este ejercicio era aprender a movilizar a los pacientes tras un derrumbe en un espacio lleno de escombros. “A través de este tipo de acampadas, los alumnos aprenden a gestionar el agua, la alimentación y el cansancio en una situación de catástrofe, con recursos precarios y circunstancias sorpresas”, indica.

Durante la tercera y última jornada, que arrancó a las siete y media de la mañana, se impartieron nuevos talleres de potabilización del agua, sobre cómo dividir el espacio en caso de catástrofe para la atención de las víctimas y también de movilización e inmovilización de pacientes.

Dionibel Rodríguez, deportista paralímpico: “Mi sueño es ganar una medalla en unos Juegos”

Dionibel Rodríguez (República Dominicana, 1991), 11 veces campeón de España de 400 metros lisos y campeón del Mundo en 2013, ha sido el encargado de inaugurar el primer congreso sobre discapacidad intelectual y deporte de la Fundación SAMU

—¿Qué es más difícil, participar en un campeonato o dar una conferencia?
—Esto ha sido todo un reto para mí. He ido a muchos campeonatos y olimpiadas pero nunca me había enfrentado a hablar en público ante tanta gente. Yo tengo una discapacidad intelectual, me cuesta mucho expresarme.

—¿Cuándo empezó a hacer deporte?
—Cuando llegué a España con ocho años y fui al colegio, prácticamente no sabía leer y me costaba mucho seguir a la profesora, era muy difícil para mí. Entonces me derivaron a un centro especial. Mis profesores Juanjo, Miguel y Sandra me ayudaron mucho y a través de ellos conocí la Asociación A la Par y me apunté al club deportivo.

—Antes de ser velocista participó en un campeonato de campo a través
—Sí, me gustaba el atletismo pero no tenía muy claro qué disciplina hacer. Entrené también para los 5.000 metros, pero no me gustaba mucho esa prueba. Al final me enganché a la velocidad, aunque antes también probé el baloncesto.

—En los Juegos Olímpico de Río quedó cuarto en la prueba de 400 metros lisos. ¿Cómo fue la experiencia?
—Muy buena. El problema fue que yo iba en la calle ocho y no tenía referencias, no veía a nadie a mi lado y no sabía como iban los demás corredores, así que arriesgué y lo di todo desde el primer momento. Había mucha tensión. Son cuatro años esperando y todo te lo juegas en pocos segundos. Sé que la gente que me conocía paró de trabajar para ver la prueba.

—En esa carrera compitió también contra su hermano, que iba cuarto, y en el último momento, prácticamente en la línea de meta, usted le metió la cabeza. ¿Cómo se lo tomó?
—Se quejó un poco al principio (risas), pero bueno, luego se alegró mucho por mí.

—¿Cuál ha sido la prueba más difícil?
—Quizás el campeonato del mundo de 2013. Dos meses antes salí con mi hermano y mi mejor amigo a celebrar un cumpleaños y nos acusaron de robar un móvil y cinco euros. Nos detuvieron y nos llevaron a prisión. Yo al principio estaba tranquilo porque sabía que no había hecho nada pero pasaban los días y seguíamos encerrados.

—¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel?
—21 días. Mi preocupación era el mundial, así que pedí permiso y me dejaron entrenar en el patio de la cárcel una hora al día. Al final, en la rueda de reconocimiento, el que nos acusó dijo que no podía identificar a los autores del robo porque estaba borracho y nos dejaron libres sin más. Poco después fui al campeonato y gané el título de campeón del mundo. Lloré mucho.

—En el campeonato de Qatar también tuvo otro percance y no pudo terminar la carrera
—Sí, me lesioné 50 metros antes de llegar a la meta. Pensé en dejarlo, pero tuve la suerte de competir con mi hermano, que consiguió el título de subcampeón del mundo. Me alegré mucho por él y el también me apoyó mucho para que siguiera adelante. Cuando te ocurren cosas malas, como las lesiones, es muy importante tener la cabeza en su sitio.

—¿Qué le dice su familia de todos sus éxitos?
—Mi madre está encantada de que entrene. He viajado por muchos países, he conocido mundo, y mi madre siempre estaba tranquila porque sabía dónde estaba y que no estaba por ahí llevando una mala vida, con algún pandillero o algo similar.

—¿Qué le ha ofrecido el deporte?
—El deporte me ha hecho muy feliz porque me ha cambiado como persona, me ha ayudado a relacionarme con otras personas. Gracias al deporte he conocido a gente importante como al Rey y a la Reina y he tenido la gran oportunidad de conversar con ella.

—¿Cuál es su sueño?
—Conseguir una medalla en unos Juegos Paralímpicos. Me da igual cuál, oro, plata o bronce, pero una. Ahora mismo mi objetivo es entrenar mucho para poder ir a los Juegos de Tokio en 2020 y traerme para España una medalla.

Una llamada a la profesionalización

La Fundación SAMU celebró en noviembre junto a la Universidad de Sevilla, la Universidad Pablo de Olavide y Special Olympics España el I Congreso Internacional de Discapacidad Intelectual, Actividad Física y Salud, un punto de encuentro para todos los profesionales e interesados en el deporte como medio de mejora de la calidad de vida y la inclusión de las personas con algún tipo de diversidad funcional.

El congreso arrancó a modo de previa el 16 de noviembre en el campus de la Universidad Pablo de Olavide, donde se desarrollaron diferentes talleres relacionados con la realidad virtual y la rehabilitación, el pádel adaptado, la atención temprana, los juegos inclusivos y el trabajo emocional mediante terapias lúdicas. Fueron muchas las personas que participaron y se divirtieron en estos talleres, entre ellas, los usuarios de la residencia San Sebastián de la Fundación SAMU, de Cantillana (Sevilla).

Carlos Álvarez Leiva, presidente de la Fundación SAMU, fue el encargado de abrir el congreso junto a Eric Blesa, director general de Special Olympics España; Alfonso Javier García González, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla; África Calvo Lluch, decana de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad Pablo de Olavide; y Gonzalo Rivas, director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía.

“Tenemos que dejar de ser voluntarios y ser profesionales, formarnos”, manifestó durante su intervención Carlos Álvarez Leiva. En esta misma línea, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Hispalense invitó a los alumnos asistentes al acto a “ser emprendedores” y “buscar alternativas para mejorar la calidad de vida” de las personas con algún tipo de discapacidad a través del deporte.

El deportista paralímpico Dionibel Rodríguez Rodríguez fue el encargado de inaugurar de manera oficial el congreso con una charla sobre su experiencia personal y deportiva. Dionibel Rodríguez, natural de la República Dominicana, es a sus 26 años 11 veces campeón de España en 400 metros lisos, campeón del Mundo en 2013 y diploma paralímpico por su cuarto puesto en los Juegos de Río 2016.

El deportista compartió con los presentes sus vivencias desde que llegó a España a los ocho años junto a su madre y su hermano, que también entrena con él.

“Si luchas cada día por tu sueño, se hará realidad”, comentó Dionibel Rodríguez. “Yo al principio no quería competir, pero Marcos, que siempre ha estado a mi lado, me dijo ‘quiero que vayas para que la gente vea que tienes talento’. Fui y gané el premio autonómico de la disciplina de campo a través”, indica el joven, acompañado por Marcos Herrero, director deportivo de la Asociación A la Par.

Dionibel Rodríguez ha viajado por medio mundo compitiendo. Roma, Shanghái, Río de Janeiro, Qatar, Múnich. Actualmente vive en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, donde convive con otros deportistas de primera línea, entrena y trabaja como ayudante de mantenimiento. Pero no todos han sido alegrías. El joven deportista habló de sus lesiones, de cómo los nervios le jugaron una mala pasada y fue eliminado en el último Campeonato del Mundo IPC en Londres el pasado mes de julio, de su humilde familia y de cómo pasó injustamente 20 días en la cárcel dos meses antes del Campeonato del Mundo que se celebraba en la República de China, donde al final pudo competir, ganando la carrera e igualando la mejor marca. “Lloré por todo lo que tenía acumulado y por todo lo que había sufrido. Ganar fue como una descarga para mí, un desahogo”, confiesa.

En las jornadas también participaron el presidente de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido, Julián Rebollo, y numerosos entrenadores deportivos y expertos de la Universidad de Sevilla, la Universidad Miguel Hernández de Elche, la Universidad Autónoma de Madrid, la Politécnica de Madrid o la Universidad de Lisboa (Portugal), entre otras instituciones y entidades.

Fundación SAMU se suma a ’17 cimas para Vencer el cáncer’

Coronar las 17 cumbres autonómicas para concienciar a la población sobre la necesidad de recaudar fondos para la investigación oncológica es el reto del explorador Javier Campos, que está a punto de emprender esta aventura solidaria bajo el nombre “17 Cimas para Vencer el Cáncer”.

El proyecto cuenta con el apoyo principal de Obra Social La Caixa, la colaboración de Fundación SAMU, y la Fundación Vencer el Cáncer, que invertirá los fondos recaudados en proyectos de investigación oncológica en España.

Campos comenzará su aventura en pocos días ascendiendo al pico Mulhacén, en Granada. A partir de ahí, viajará por todo el país para realizar el ascenso a cada una de las cimas de cada comunidad autónoma. Estará acompañado por personas del mundo del deporte de aventura y la montaña. “El protagonista de todo esto es la lucha contra el cáncer, y nosotros solo queremos contribuir de la forma que mejor sabemos hacer, subiendo montañas. Queremos, con nuestra pasión, ayudar a las personas y familiares que padecen la enfermedad”, subrayó el aventurero en la presentación de esta iniciativa.

Queremos, con nuestra pasión, ayudar a las personas y familiares que padecen la enfermedad

Javier Campos recordó que este año, sin ir más lejos, tuvo que abandonar su última expedición a causa de esta enfermedad que se llevó a su madre de manera súbita, en apenas dos meses.

“Esta última expedición, el Sendero de los Apalaches, me ha cambiado la vida. Nunca pensé en esta nueva perspectiva con la que pretendo compartir otras cosas muy distintas a los retos personales que he afrontado en solitario. Me comprometo ahora con un proyecto que creo que necesita muchas personas”, explica.

El director ejecutivo de la Fundación Vencer el Cáncer, Esteban Varadé, ha explicado que para su organización es muy importante el apoyo del mundo del deporte en esa labor de concienciación de la sociedad, por lo que ha expresado su agradecimiento a Javier Campos y a todos los escaladores que participarán en este proyecto.  “Es necesario seguir apostando por la investigación, apoyando a nuestros científicos, financiando su trabajo, para que puedan desarrollar más métodos de detección precoz y nuevos tratamientos. Es un reto en el que estamos todos implicados y que iremos alcanzando, paso a paso, de la misma forma que Javier Campos coronará las 17 Cimas para Vencer el Cáncer», señaló Varadé.