La Escuela SAMU inaugura el curso 2017-2018

Un centenar de alumnos cursarán este año sus estudios de formación profesional y posgrado en la Escuela de Emergencias SAMU, que ha celebrado en el Teatro Municipal María José Jaramillo Ramírez, en Gelves, el acto de apertura del curso 2017-18.

La Escuela, situada desde hace cinco años en el término municipal de Gelves, es referente en la formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria, con más de 30 años de experiencia. Sus instalaciones cuentan con una superficie de 17.000 metros cuadrados y están dotadas de infraestructuras punteras, capaces de ofrecer una formación de excelencia a los numerosos alumnos que cada año pasan por sus aulas.

La segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gelves, Cristina Pichardo, ha sido la encargada de inaugurar oficialmente el curso académico de 10 meses que ahora comienza, en los que el alumnado recibirá formación en dos especialidades principalmente, Técnico en Emergencias Sanitarias y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, aunque su oferta formativa es mucho más amplia. Pichardo les ha animado a aprovechar al máximo la oportunidad que tienen por delante de formarse no sólo como excelentes profesionales, sino como personas, destacando que la diferencia entre un sanitario y un buen sanitario es su capacidad para ponerse en el lugar del paciente, cuidando al máximo el trato humano, especialmente en las situaciones de emergencia.

En el acto, moderado por la jefa de estudios de la Escuela de Emergencias SAMU, Cristina Fernández, han intervenido, además, el alumno con el mejor expediente de la promoción anterior, Thomas Couyotopoulo; el director del grupo SAMU, Carlos González de Escalada; la jefa del departamento sanitario de SAMU, Lorena Fernández Silva; y el director de la Escuela de Gelves, Juan González de Escalada. Todos ellos han animado a los nuevos alumnos a dar el máximo de sus capacidades y aprovechar la oportunidad que les brinda SAMU tanto a nivel profesional como personal, resaltando valores que caracterizan a su formación como la cooperación, el compañerismo, la entrega, el calor humano y la ambición por darlo todo en cada servicio. Durante el desarrollo del acto, los alumnos con mejores expedientes académicos del curso pasado han recibido diplomas honoríficos por parte de la directiva del centro. Concretamente, los galardonados han sido Rafael Fernández Ruiz, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo A); José Antonio Paredes Raso, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo B); y Javier González Rodríguez, Técnico en Emergencias Sanitarias (grupo T);

Tanto Cristina Pichardo como el director general del grupo SAMU, Carlos González de Escalada, han valorado positivamente la relación de cooperación existente entre este centro de formación y el Ayuntamiento de Gelves, prestándose apoyo mutuo en las actividades que ambos organizan en pro de la formación y la seguridad de los vecinos del municipio.

130 menores al cobijo de SAMU

La continua llegada masiva de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas durante todo el verano ha puesto en alerta a todas las entidades sociales implicadas en este fenómeno, entre ellas la Fundación SAMU, que actualmente acoge a 130 menores de edad que han llegado de forma clandestina a España sin la compañía de de un adulto.

El pasado 17 de agosto, SAMU puso en marcha una nueva Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) en la provincia de Cádiz, concretamente en Tarifa, y así poder dar cobijo a los menores extranjeros que habían llegado días antes al país tras un duro viaje a través del mar. En total, la Junta de Andalucía envió a Tarifa 60 niños de entre 12 y 17 años y procedentes, principalmente, de Marruecos y Costa de Marfil.

Esta unidad se suma a los otros tres recursos puestos en marcha a finales de junio también por encargo de la Junta de Andalucía. En aquella ocasión fueron 70 menores de edad, que se distribuyeron entre la unidad creada en Motril (Granada) y las dos de Jimena de la Frontera (Cádiz).

Al igual que en los casos anteriores, el proceso de montaje y puesta en marcha de la UATE de Tarifa se realizó a contrarreloj. El personal de SAMU fue advertido el 17 de agosto a las diez de la mañana de la llegada de 60 menores. En este momento, todo el equipo de SAMU se movilizó, especialmente el presidente de la Fundación, Carlos Álvarez Leiva, y ocho horas después, a las seis de la tarde, ya llegaron los primeros niños.

La UATE de Tarifa dispone de tres carpas habilitadas con literas para la zona de descanso de los menores extranjeros, además de módulos que contemplan doce duchas, nueve lavabos y baños, un módulo para el almacén y otro habilitado como sala de educadores y coordinación. También hay acotado un terreno donde los menores pueden realizar deporte y actividades socioeducativas y ocio. Con ellos trabajan técnicos educativos, técnicos en emergencias, traductores y una mediadora.

Igualdad de oportunidades en el ADN de SAMU

La Fundación SAMU apuesta por la elaboración de un Plan de Igualdad propio que fomente el desarrollo de políticas que integren la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, sin discriminar, directa o indirectamente, por razón de sexo, además de medidas que permitan lograr la igualdad real en el seno de la organización, estableciendo las mismas oportunidades entre ambos sexos. Este plan incluye, también, un protocolo de actuación en caso de acoso y la creación de un comité para su prevención e investigación de los posibles casos denunciados.

Grupo SAMU pertenece al sector sanitario y está especializado en la asistencia de emergencias, la formación profesional en ciencias de la salud y la atención de personas gravemente afectadas (psicodeficientes) durante las 24 horas, así como residencias de día y atención a mayores, a inmigrantes y acogida de menores. Esta organización cuenta con cerca de 600 trabajadores y está presente en todo el territorio andaluz, además de en Valencia, Toledo, Alicante y Gijón. Fuera de las fronteras españolas, desde hace un año, SAMU también está presente en Marruecos con un equipo de profesionales en Tánger.

Actualmente, las mujeres en SAMU representan más del 65% de la plantilla. La presencia del colectivo femenino es especialmente significativa en determinados servicios como la Residencia Santa Ana, en Sevilla, en la que se atiende a personas con daños cerebrales, la Unidad de Día San Lucas, y las fundaciones de Cádiz y Jaén.

Entre los objetivos del Plan de Igualdad está promover procesos de reclutamiento, selección y contratación en los diferentes centros del grupo en condiciones de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, evitando desarrollar procesos que generen segregación horizontal y eliminando el lenguaje sexista de estos procesos. Con él también se persigue garantizar el acceso a la formación en igualdad de condiciones para fomentar el desarrollo de la carrera profesional de cada uno; facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de hombres y mujeres, sin que se vea afectada su promoción profesional; y establecer medidas efectivas de prevención y protección frente al acoso sexual y la violencia de género. Otro de los objetivos es integrar la perspectiva de género en la actividad de prevención de riesgos laborales y sensibilizar a toda la plantilla sobre la igualdad de trato y oportunidades mediante la comunicación periódica de las acciones que se lleven a cabo y otras medidas de sensibilización, con el fin de que todos se impliquen en el proceso.

El plan incluye la creación de un Comité de Igualdad, que estará integrado de forma paritaria por seis miembros de la Dirección de la Fundación SAMU y seis representantes de los trabajadores. Su fin, además de hacer un seguimiento del plan, es velar por la no discriminación por razones de sexo en el ámbito laboral.

En la selección y contratación de personal, por otro lado, garantizará que en las ofertas de empleo no se utilice un lenguaje sexista y a igualdad de condiciones, se contratará a la persona del género infrarrepresentado en el colectivo que se trate (menos del 40%).

Con respecto al protocolo de actuación en caso de acoso, éste se aplicará al conjunto de personas que prestan servicios en la Fundación SAMU en todo el país y albergará desde el acoso sexual (físico o verbal), al acoso por razón de sexo u orientación sexual y acoso psicológico (mobbing). Para prevenir y evitar estas situaciones, se divulgará el protocolo entre todos los trabajadores y se creará un comité de prevención, que será el encargado de estudiar, investigar y valorar cada uno de los casos denunciados, además de proteger a la víctima.

Juan Rodrigo Gil, educador: “En SAMU siempre estás en alerta”

JUAN RODRIGO GIL. Educador

 

El educador Juan R. Gil (Algeciras, Cádiz, 1979) dirige desde finales de junio los dos recursos de acogida temporal de menores extranjeros (UATE) puestos en marcha en Jimena de la Frontera (Cádiz) ante la llegada masiva de inmigrantes a través del Estrecho de Gibraltar

 

—¿Cómo fueron sus comienzos en SAMU?
—Empezé a trabajar en SAMU en 2009 como educador. Hasta el pasado curso, la Fundación SAMU, a través de un concurso de la Junta de Andalucía al que optó, cubría las necesidades educativas especiales de los alumnos de más de 130 colegios en la provincia de Cádiz. Yo era el coordinador de los educadores. Fue terminar el curso y empezar a poner en marcha la Unidad de Acogida Temporal de Emergencias (UATE) en Jimena.

—¿Dejará el cargo de jefe de la UATE de Jimena y volverá a los colegios en septiembre?
—Iré donde me necesiten. Ahora mismo, la urgencia está aquí, en Jimena. Con SAMU siempre estás en alerta.

—¿Cómo surgió la UATE en Jimena?
—En junio hubo una llegada masiva de inmigrantes, muchos de ellos niños sin la compañía de un adulto. Los centros de la Junta de Andalucía están desbordados, al 200% de su capacidad y no paran de llegar menores. SAMU ya había trabajado con la Junta en el pasado en una situación similar y nos pidieron que abriéramos un recurso para acoger a estos menores de manera temporal. Fue todo muy rápido, pero no nos cogió de imprevisto.

—¿Por qué?
—Sabíamos que iban a salir a concurso varias plazas para centros de acogida de menores, algunas de ellas para el Campo de Gibraltar, así que nos movimos para buscar un recurso, una vivienda, para optar a ellas. En ese momento, nos llamaron de la Junta pidiendo ayuda. Fue un viernes. Nos dijeron ‘prepararse que os vamos a mandar a 40 niños’ y en dos horas estábamos listos. Trabajamos a contrarreloj. Aún estábamos sacando la cosas de la casa que alquilamos y metiendo las literas, cuando llegaron los primeros niños.

—¿Cuántos recursos hay en funcionamiento en Jimena?
—Dos, con 20 menores cada uno de entre 13 y 17 años. Uno de ellos es un chalet con cinco habitaciones. Es bastante grande. Allí comemos todos juntos y se realizan las actividades. El otro es una casa más pequeña que está a unos 50 metros.

—¿Cómo es la convivencia con los vecinos de Jimena?
—Por ahora perfecta. Al principio me preocupaba un poco meter a 40 menores extranjeros en un pueblo pequeño como Jimena, pero lo primero que hice fue hablar con el alcalde, que nos ofreció todo tipo de facilidades, como acceso gratuito a la piscina municipal. También hay muy buena relación con el centro de salud y la Guardia Civil, ya que algunos de ellos se fugan.

—¿Por qué se fugan?
—Algunos vienen con una idea clara, tienen un destino fijado. Bilbao, Barcelona.En la mayoría de los casos porque tienen familiares allí. Ese es su objetivo y van a hacer todo lo posible por conseguirlo.

—¿Cómo se controlan esas fugas?
—Puedes controlarlas hasta cierto punto. Esto es un centro abierto, no una cárcel. La normativa me impide cerrar el centro con llave y el que tiene claro que quiere irse se va a ir. A veces viene alguien y dice que es familiar de algún niño. Yo le pido que lo demuestre, hay que seguir un protocolo, y en cuanto lo hagan, el menor podrá irse con ellos. Me dicen que vale, pero en cuanto me doy la vuelta, el menor se ha ido. Esto ocurre en todos los centros de este tipo.

—Éste es un centro temporal de emergencia. ¿Cuánto tiempo deben quedarse? ¿Y después, a dónde van?
—No puedo decirte hasta cuándo. El sistema está taponado. Los Centros de Acogida Inmediata de Menores (CAI) y los centros residenciales están a tope. No hay plazas libres. Ni siquiera nosotros tenemos plazas libres. Todas las mañana mando un registro de menores, tras contar las fugas, y al día siguiente ya tengo niños nuevos. Estamos hasta la misma bandera. Las administraciones tienen que buscar una solución.

Una odisea de 155 kilómetros hacia la vida

Con el objetivo de salvar la vida a una niña de tan solo 20 meses, efectivos de la Guardia Civil y de cuerpos sanitarios, entre los que figuraba SAMU Málaga, llevaron a cabo a principios de junio una misión extraordinaria cuyos protagonistas difícilmente olvidarán. Consistió en el traslado de la pequeña desde el Hospital Materno de Málaga hasta el Hospital Reina Sofía de Córdoba en una situación crítica, que requirió la máxima coordinación, un despliegue logístico con muy pocos precedentes en el traslado de críticos, y el mejor desempeño de todas las personas implicadas para dar una oportunidad a una vida que tan solo comienza.

La pequeña estaba ingresada en Málaga pendiente de unos estudios que debían determinar si necesitaba un trasplante cardíaco. En ese trance, sin embargo, su situación empeoró y pasó a la UCI. Allí tuvo que ser conectada a un complejo sistema capaz de mantenerla con vida sustituyendo sus funciones vitales (ECMO, Oxigenación por membrana extracorpórea), pero este equipo solo podía ser útil para la joven paciente durante unos días.

La niña requería su traslado urgente al Hospital Reina Sofía de Córdoba: primero, porque necesitaba un trasplante cardíaco que sólo se realiza en este centro; y, segundo, porque en el Reina Sofía disponen de otro equipo ECMO más sofisticado al que la pequeña podría estar conectada durante más un tiempo, mientras esperaba la llegada de un donante compatible.

Un procedimiento sin manual

Las circunstancias eran cualquier cosa menos rutinarias. El ECMO debía instalarse en una UVI Móvil, un procedimiento para el que no existe manual, que nunca se había realizado en Andalucía y que en España sólo había uno o dos antecedentes, y el traslado debía realizarse sin ningún parón, frenazo o contratiempo durante los 155 kilómetros del trayecto.

La responsabilidad logística recayó en el Técnico en Emergencias Sanitarias de SAMU Málaga Francisco Guerrero, especializado en traslado de pacientes críticos, que actuó con el apoyo de dos de sus compañeros Miguel Ángel Maisanaba (TES) y Tatiana Mérida (enfermera). “Nunca lo olvidaré. Ha sido mi mayor reto profesional y una responsabilidad enorme. Recuerdo la llamada de Ignacio Ávila [jefe de operaciones de SAMU] en la víspera diciendo que había que preparar el traslado YA”, recuerda Guerrero.

El TES de Málaga se reunió en el Materno con el equipo de la UCIP (Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos). “Estuvimos cinco horas reunidos intensivistas, perfusionista, enfermeros de UCIP y un cirujano cardiovascular para estudiar si era posible realizar un traslado con ECMO en una ambulancia. Desmontamos otro ECMO que tenían allí similar al que estaba conectado la niña y vimos dónde y cómo podíamos transformar la UVI para que todo se acoplara y para que su funcionamiento no se viera afectado en ningún momento durante el traslado”, relata.

dos

La problemática se acrecentaba porque todo el material electromédico debía estar conectado a la red eléctrica y ésta debía mantener el abastecimiento de energía durante el trayecto: “consola de la ECMO, calentador, filtros, alrededor de 15 bombas de perfusión, respirador, monitores y un largo etcétera”, enumera el especialista de SAMU Málaga. “Me vi rodeado de grandes profesionales a los que tenía que explicar cómo actuar en mi ámbito, una UVI Móvil, algo que desconocían”.

Además de la UVI Móvil titular, se movilizó una segunda por si la primera sufría problemas eléctricos. El dispositivo se replicó en esta segunda, en la que también se cargó el soporte físico de la ECMO, un carrito metálico, que quedó vacío después de que el equipo se desmontara “hasta todo lo desmontable” para mantener el soporte de la pequeña. “El mismo día del traslado tuvimos que dedicarle otras tres horas al montaje. No podía salir bien, tenía que salir perfecto. No había lugar para el error”, recuerda Guerrero.

tres

En la UVI que transportaba a la niña estaban operativos dos intensivistas, una enfermera de UCIP, un perfusionista controlando la ECMO, y la enfermera y el propio Francisco Guerrero de SAMU. En la otra unidad, otra enfermera de UCIP y un cirujano cardiovascular preparado para actuar en caso de urgencia. Además, participó el 061 Málaga a cargo de un VIR (Vehículo de Intervención Rápida) con un técnico, un enfermero y un médico.

A las 8:00 del 31 de mayo comenzó la operación en el Materno, con salida de los vehículos a las 11:00 y llegada al Reina Sofía alrededor de las 13:00 horas.

Desde Málaga, dos motos de la Guardia Civil abrieron paso a la comitiva a fin de garantizar que el transporte no sufriera ningún tipo de interrupción ni percance, y, ya en la provincia de Córdoba, dieron el relevo a un vehículo de la propia Benemérita que llevó a los sanitarios hasta la misma puerta del hospital cordobés.

En total, fueron 155 kilómetros en unas dos horas de máxima tensión que acabaron en un éxito gracias a la coordinación de todos los implicados. Para la pequeña, fue un paso más, impulsado por más de treinta especialistas de los servicios sanitarios y de seguridad, en su particular carrera hacia la vida.

cuatro