El 83% de los técnicos recién graduados en la Escuela de SAMU ya tienen empleo

Cada vez son más los estudiantes de la Escuela de Emergencias SAMU que acceden al mercado laboral. Solo dos meses después de la graduación de los alumnos de los cursos de Formación Profesional en Técnico de Emergencias Sanitaria (TES) y en Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TECAE), celebrada el 27 de junio, el 83% de ellos ya cuentan con un contrato laboral.

Ya en julio, la tasa de inserción superaba el 66%, un porcentaje muy significativo teniendo en cuenta el poco tiempo transcurrido desde la obtención del título por parte de los más de 70 alumnos matriculados. Ahora, un mes después, SAMU ha conseguido aumentar esta cifra gracias al esfuerzo de los estudiantes, su buena preparación y las colaboraciones permanentes de SAMU con las diferentes empresas del sector.

La incorporación al mercado laboral es una de las principales preocupaciones de los jóvenes ante la alta tasa de desempleo. Una formación completa y especializada, tanto en el campo teórico como en el práctico, es fundamental para conseguir un empleo en un país donde el paro juvenil supera el 40%.

SAMU es un referente para numerosas empresas del sector, una puerta hacia el empleo, como demuestran la alta tasa de inserción laboral de los alumnos de la Escuela.  Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Alicante son los principales destinos nacionales, a los que se suman Manchester (Reino Unido) y el sur de Portugal. Nuestros alumnos no sólo son valorados dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero. Ambulancias ASM, Ambulancias Tenorio, Ambulancias Pajares, el Ayuntamiento de Coria del Río, Asistencia Los Ángeles o el propio SAMU son algunas de las entidades que apuestan por nuestros alumnos.

La Escuela de Emergencias SAMU ofrece a sus estudiantes desde hace casi 30 años una  completa formación especializada en urgencias, emergencias, atención a las catástrofes y acción humanitaria.

El curso de Formación Profesional de Grado Medio de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) consta de 2.000 horas en total. Está dirigido a personal no sanitario, técnicos, teleoperadores, celadores y auxiliares. A través de este curso de dos años, los alumnos aprenden a trasladar a pacientes a los centros sanitarios, prestar atención básica sanitaria y psicológica en el entorno prehospitalario, llevar a cabo actividades de teleasistencia sanitaria y a colaborar en la organización y desarrollo de los planes de emergencia, de los dispositivos de riesgo previsibles y de la logística sanitaria ante una emergencia individual, colectiva o catástrofe. En total se ofertan 120 plazas para el próximo curso 2017-2018: 60 en horario de mañana, 30 en horario de tarde y otras 30 en la modalidad de semipresencial.

En el caso del curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (Tecae), se ofertan 20 plazas de mañana y otras 20 en horario de tarde. Este título está dirigido a auxiliares de enfermería en hospitalización, auxiliares de enfermería en geriatría y auxiliares de ayuda a domicilio. En total son 1.400 horas donde los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para atender a colectivos con necesidades especiales como personas mayores, discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes.

SAMU renueva y amplía sus servicios sanitarios con el Sevilla FC

SAMU se encargará por segunda temporada consecutiva del dispositivo sanitario de los partidos que el Sevilla FC juegue en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. En esta nueva temporada 2017-2018, como novedad, se ha ampliado el acuerdo con el club y SAMU cubrirá también la asistencia de urgencias y emergencias en los partidos del Sevilla Atlético, el equipo juvenil y el primer equipo femenino de la entidad sevillista, además de otras actividades en la Ciudad Deportiva del club.

Después de la exitosa experiencia de la temporada 2016-2017, SAMU renueva y amplía este servicio con el Sevilla FC. En el Sánchez Pizjuán, el equipo de SAMU despliega un dispositivo para dar cobertura sanitaria de primera intervención a posibles episodios de atención sanitaria, urgencias, emergencias y/o atención a múltiples víctimas tanto a los jugadores como a los espectadores en el estadio y el propio personal del club.

Este servicio se ha convertido en una prueba de gran éxito para la organización dada la magnitud técnica de cada evento, en un estadio con 40.000 localidades, y su enorme dimensión social. La peculiaridad principal del dispositivo en el estadio es que se trata de un recinto cerrado y con gran afluencia de público, en el que los patrones de evacuación son fundamentales.

Desvanecimientos, caídas, cortes, golpes e infartos son los incidentes más habituales en este tipo de eventos, aunque el equipo de asistencia sanitaria tiene que estar, desde antes del partido y hasta que los espectadores abandonen el estadio, en situación de alerta y preparados para intervenir frente a cualquier eventualidad.

En el primer partido de la Liga, celebrado este sábado 19 de agosto contra el RCD Espayol, SAMU desplegó un dispositivo formado por 26 profesionales, con tres médicos, ocho enfermeras y 15 TES (Técnicos en Emergencias Sanitarias), dos UVI Móvil, una ambulancia convencional, un vehículo de apoyo logístico y 10 puntos de desfibrilación precoz. Nacho Ávila, Jefe de Operaciones de SAMU, está al frente de este operativo que representa una prueba de altísimo nivel para cualquier organización dedicada a las emergencias sanitarias.

Al igual que en la temporada anterior, en este dispositivo también participarán de forma voluntaria alumnos de la Escuela de Emergencias de SAMU, lo que les permitirá profundizar y afianzar sus conocimientos y participar en la asistencia de casos reales.

Fundación SAMU acoge en Motril y Jimena a 70 menores extranjeros

LA Fundación SAMU acoge desde finales de junio, a petición de la Junta de Andalucía, a 70 menores de edad que han llegado de forma clandestina a las costas andaluzas procedentes del continente africano tras un duro viaje a través del mar.

La presión migratoria por vía marítima se ha disparado con respecto al año pasado. Según datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía, la llegada de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas en junio se multiplicó por cinco con respecto al mismo mes de 2016. Sólo en las costas gaditanas, Salvamento Marítimo rescató a 900 personas, muchas de ellas menores de edad extranjeros sin acompañamiento.

La Junta de Andalucía hizo entonces un llamamiento a diferentes entidades sociales, entre ella SAMU, que puso en marcha tres unidades de acogida temporal de emergencia (UATE), una en Motril (Granada), con 30 plazas, y dos en Jimena de la Frontera (Cádiz), con 20 plazas cada una. La mayoría de estos menores, entre 12 y 17 años, proceden de Marruecos, aunque también los hay de otras nacionalidades como Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso y Chad.

La Fundación SAMU ya ha colaborado en otras ocasiones con el gobierno andaluz en la acogida de menores extranjeros de manera urgente, principalmente en Granada, Almería y el Campo de Gibraltar. La primera vez fue en 2007. Posteriormente, la Junta volvió a contar con los profesionales de SAMU en 2009, 2011, 2012 y ahora en 2017.

En las diferentes unidades de SAMU, a estos jóvenes se les ofrece una atención integral y aprenden hábitos sociales, de higiene personal y de alimentación sana. Participan en diferentes talleres de limpieza y organización del centro, cómo hacer una cama o cómo dejar de fumar, además de actividades deportivas, clases de español, fundamental para su integración, y excursiones a la playa o al campo. Desde SAMU se trabaja para que estos menores tengan una rutina que les de seguridad y puedan alejar de su mente lo que han sufrido y han dejado atrás.

Marta Ramos (fisioterapeuta): “Es gratificante ver cómo el paciente supera sus retos”

Marta Ramos García (Santa Cruz de Tenerife, 1989) trabaja desde hace un año como fisioterapeuta en la Residencia Santa Ana y está especializada en fisioterapia neurológica y terapias ecuestres.
—¿Qué tipo de pacientes trata en SAMU?
—Trabajo con todos los pacientes de la Residencia Santa Ana, 36 en total. La mayoría de ellos sufre daños cerebrales a causa de un accidente de tráfico o por el consumo de drogas. También hay pacientes con trastorno de conducta o con la enfermedad de Huntington, una patología neurogenerativa progresiva y hereditaria que se manifiesta a partir de los 30 ó 40 años. El usuario más joven de la residencia tiene 29 años, aunque la mayoría tiene entre 40 y 50 años
—¿Cómo es tu experiencia en SAMU?
—Es muy gratificante ver cómo los pacienten superan sus retos día a día y ellos te lo agradecen. Su recuperación requiere mucho esfuerzo físico y emocional y es muy satisfactorio ver cómo evolucionan personas que llegaron al centro en silla de ruedas con un diagnóstico negativo y ahora son capaces de ponerse de pie. A simple vista, en muchos casos son pequeños avances, pero para ellos son muy importantes porque mejoran su calidad de vida.
—Al ser una recuperación tan dura y lenta, supongo que algunos sentirán frustración cuando no consiguen sus objetivos.
—Sí. Quieren superarse a sí mismos pero no conocen sus limitaciones. Tengo un paciente que está en silla de ruedas y sólo quiere caminar. Yo le enseño ejercicios que pueden beneficiarle en su día a día y, a la larga, a deambular, pero él sólo quiere levantarse y caminar y caminar. Y al final nos frustramos los dos (sonríe). Muchos se comparan con otros usuarios que no tienen la misma afección física o quieren volver a ser tal y como eran antes. Esto se suma a que algunos sufren una afección cognitiva y no son conscientes de sus limitaciones. Es un quiero pero no puedo que les frustra.
—¿Cómo trabaja esta frustración?
—Aquí trabajamos todas las áreas en conjunto, de forma integral. En muchas ocasiones pido ayuda a los compañeros del área de psicología y juntos tratamos al paciente.
—Está especializada en fisioterapia neurológica en adultos, pero también realizó un máster en terapias ecuestres por la Universidad Pablo de Olavide. ¿Qué beneficios aportan estas terapias?
—Las terapias ecuestres aportan un beneficio tanto cognitivo como físico, porque el movimiento que hace el caballo es el mismo movimiento de caderas que hace el ser humano cuando camina. Para los usuarios que van en silla de ruedas, ir en un caballo es como si fueran caminando, porque sus caderas hacen el mismo movimiento y ejercitan mucho el tronco. Por otro lado, cognitivamente, el vínculo que se crea entre el animal y el usuario es muy fuerte y muy beneficioso para los niños autistas, por ejemplo. En otros casos como los pacientes con parálisis cerebral, no funciona tanto.
—¿Recomienda este tipo de terapia?
—Sí, mucho. Me gustaría llevar a un grupo de usuarios de la Residencia Santa Ana a una sesión de terapia ecuestre y a que conozcan mi caballo, Orballo, que significa chirimiri en gallego, y que ya es famoso en la residencia. Me preguntan constantemente por él. Lo adopté, era un caballo al que habían maltratado.

De la Universidad de Texas a la Escuela de Gelves para pasar a la acción

Cerca de una treintena de estudiantes norteamericanos de Premedicina de la Universidad de Texas, en Dallas (Estados Unidos), han participado este verano en la Escuela de Emergencias SAMU, situada en el municipio sevillano de Gelves, en un intenso y completo curso de emergencia prehospitalaria (Prehospital Emergency Assistance Course), como formación básica para la intervención en emergencias.

Estos alumnos norteamericanos han acudido al centro de formación de SAMU divididos en dos grupos y durante dos semanas diferentes, ambos durante el mes de julio. El primer equipo contó con once participante, y quince el segundo.

Durante cuatro días, los estudiantes han participado en un intenso curso de formación que incluía clases teóricas y numerosos ejercicios prácticos, siguiendo así el lema que fomenta la Escuela: aprende haciéndolo. “Son alumnos con una base teórica muy fuerte pero apenas han practicado con pacientes reales”, explica Juan González de Escalada, director de la Escuela SAMU. “Durante su formación en EEUU, acompañan a los profesionales, ellos le llaman hacer de sombra, pero no tocan al paciente. De ahí que este curso sea tan interesante y útil para ellos”, continúa el director. “El hecho de que tengan una importante base teórica nos ha permitido avanzar más rápido en este campo y poder hacer muchos más ejercicios, completando así su formación”.

Las jornadas han sido “maratonianas”, recuerda Juan González de Escalada. El equipo de SAMU recogía a los estudiantes de su residencia a las ocho de la mañana y regresaban a las diez o diez y media de la noche. El programa ha incluido lecciones y talleres de soporte vital básico y soporte vital avanzado, inmovilización de pacientes, asistencia a múltiples víctimas y cómo coger vías venosas a los pacientes, además de ejercicios de gestión integral en los que se simulaban accidentes de tráfico, entre otras catástrofes, y se le prestaba especial atención al trauma prehospitalario.

El sistema prehospitalario en EEUU, a diferencia del español, no cuenta con la participación de médicos, sino que son los paramédicos los encargados de salir a la calle y atender a las víctimas en una emergencia. “Este curso les permitirá a los alumnos, todos ellos médicos en formación, ser capaces de valorar en un futuro el servicio prestado por los paramédicos”, explica Juan González de Escalada.

Tras cuatro intensos días, el curso concluyó con un ejercicio integral final, en el que los alumnos pusieron en práctica todo lo aprendido. Así, se simularon accidentes de tráfico y ferroviarios con múltiples víctimas. Para hacerlo lo más real posible, se utilizaron efectos especiales de sonido y humo, y se caracterizó con maquillaje a las personas que voluntariamente participaron como pacientes, entre ellas el director de la propia Escuela, como se puede apreciar en la foto de portada de esta revista.

El curso, impartido íntegramente en inglés con personal bilingüe, ha contado con tres instructores, además de un profesional encargado de la logística y el director del centro. Éste ha sido muy valorado por los alumnos en todos los aspectos, desde los profesores hasta los recursos y las instalaciones disponibles, y le han otorgado una nota media de 4,78 sobre 5, lo que pone de manifiesto su alto grado de satisfacción.

Ésta ha sido la primera vez que se ha desarrollado un curso de verano de estas característica y duración en la Escuela de Emergencias SAMU. El pasado año, también acudió al centro un grupo de estudiantes norteamericanos pero sólo durante un día.

Estos jóvenes forman parte de un programa lúdico-educativo y cultural puesto en marcha por la organización Global Education and Career Development Abroad, que facilita a los estudiantes estadounidenses prácticas en el extranjero en las que integran rotaciones en hospitales, cursos formativos como el de la Escuela SAMU y excursiones y visitas culturales por los alrededores de Sevilla, además de clases de español. Estos programas tienen una duración entre las cuatro y las seis semanas, durante el verano.